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Índice
1 Historia
1.1 Antecedentes
1.2 1941-1959
1.3 1960-1989
1.4 1991-2005
2 Estructura interna
3 Presidentes
4 Organización territorial
4.1 Orígenes
4.2 Las Zonas de la Red
5 Material motor
5.1 Tracción vapor
5.2 Tracción diésel
5.3 Tracción eléctrica
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Historia
Artículo principal: Historia de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles
Antecedentes
1941-1959
El 24 de enero de 1941, el Gobierno aprobaba la Ley de Bases de Ordenación
Ferroviaria y de los Transportes por Carretera por la que todas las compañías de
ancho ibérico que operaban en España fueron reunidas en una sola empresa estatal,
la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, RENFE. De las compañías
nacionalizadas más importantes destacaban la Compañía de los Caminos de Hierro del
Norte de España (1858-1941), la Compañía del Ferrocarril de Madrid a Zaragoza y
Alicante (1856-1941) y la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste (1928-
1941). La Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, debido a sus pésimos resultados
económicos, ya había pasado a control del Estado en 1936, mediante su integración
en la de los Ferrocarriles del Oeste. El siguiente paso dado por el estado fue el
de la difícil tarea de calcular el monto de indemnizaciones que recibirían las
antiguas compañías. Al frente en la prioridad del cobro de los rescates pagados por
el Estado (que acabarían siendo bastante elevados) se situaron los obligacionistas,
seguidos de los accionistas y, por último, en caso de que quedase algo que
repartir, las sociedades participativas. Así, RENFE se convertía durante casi 64
años en el actor dominante del ferrocarril español.
Mapa con las líneas ferroviarias existentes en 1941, antes de ser integradas en
RENFE.
En el momento de su creación RENFE contaba con 12.401 km de vía así como un variado
y ya anticuado parque móvil procedente de las antiguas compañías. En los primeros
años de su existencia tuvo que responder a escaseces de todo tipo y la necesidad
apremiante de la reconstrucción de los daños producidos por la reciente Guerra
Civil, una tarea difícil por la presente escasez de recursos económicos. Esta falta
de repuestos y desgaste del material fue causa de no pocos y graves accidentes como
el que tuvo lugar en Torre del Bierzo en enero de 1944, el más grave de la historia
de España.4 En 1949 cuando se aprobó el Plan General de Reconstrucción y Reformas
Urgentes (conocido en la época como Plan Guadalhorce) con el objetivo de resolver
las necesidades más importantes. Entre otras cosas, preveía 5.000 millones de
pesetas para la renovación de la Red y el desarrollo de un amplio programa.5
También incluía el Plan la renovación de material: estaba previsto la adquisición
de 200 locomotoras, 5.000 vagones y 400 coches de pasajeros para completar los
pedidos iniciales desde 1941.
En los años cincuenta se empezaron a ver los frutos del Plan Guadalhorce y a
recuperar, en parte, la situación de preguerra, pero España era un país depauperado
y las mejoras e inicios de modernización son muy tímidos; A pesar de todo, se dan
algunos pasos que serán el tímido símbolo de las reformas pensadas. En el mismo año
1950 empiezan los primeros servicios comerciales de los Talgo entre Madrid y
Hendaya, aunque no es la única innovación; en 1952 entran en servicio los
automotores diésel TAF que supusieron un gran salto cualitativo en los viajes de
Larga Distancia. Y dos años después, en 1954, es inaugurado el primer centro de
Control de Tráfico Centralizado, situado entre Ponferrada y Brañuelas. Coincidiendo
con el final del decenio, se producen dos hechos de gran importancia: en 1958 entra
en servicio el ferrocarril Zamora-Orense, cuya construcción había comenzado en 1927
y la cual se había alargado hasta ahora. Primeras «Suizas» para el tráfico de
cercanías. Sin embargo, esta época de avances e inversiones previstas de RENFE
dentro del Plan de Estabilización se ve detenida bruscamente en 1959, en respuesta
a la inflación y grave crisis económica que se vivió en España a finales de los
cincuenta. Las causas de esta grave crisis son el claro fracaso de la política
autárquica que había imperado en el régimen franquista desde 1939 y que tenían
atada a la economía española.
1960-1989
Talgo III cerca de Guadix. A partir de 1960 las tracciones diésel y eléctrica
empiezan a ganar impulso.
El desarrollismo en los años sesenta significó una mejora progresiva en la economía
española que igualmente se tradujo para los ferrocarriles. En este sentido, se
produjo una significativa mejora del material rodante de RENFE aunque este no
alcanzase a todas las líneas ni a la totalidad del parque móvil. Las mejoras
siempre se movieron en las principales líneas que concentraban el mayor tráfico de
viajeros como es el caso de la línea Madrid-Barcelona, que es electrificada y
dotada de doble vía en la mayor parte del recorrido.
1991-2005
El 1 de enero de 1987 RENFE hizo entrar en vigor la Circular número 5372, por la
cual se redujo el tamaño de la Zona Centro, para equilibrar su tamaño con el de las
zonas periféricas.8En los años noventa desaparecieron paulatinamente las «zonas» y
fueron sustituidas por las gerencias operativas, como reflejo del fin de la
terminología militar en favor de la corporativa de inspiración anglosajona. En el
año 2005 las competencias de la Red Nacional a nivel de infraestructuras fueron
transferidas a Adif, y las de material rodante y explotación a Renfe.
Material motor
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