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FES Acatlán, la nueva sede/ Cátedra Ingmar Bergman

POR ADRIANA CERVANTES SOTO

La Cátedra Ingmar Bergman, que por tradición se realiza en el Centro Cultural Universitario y
en la Filmoteca de la UNAM, ha migrado a otras sedes como Casa del Lago, Cinematógrafo del
Chopo y ahora la FES Acatlán.

Nuestra Facultad se sumó a este proyecto que reúne a diversas personalidades, tanto de cine
como de teatro, interesados en discutir temas relacionados con la creación cinematográfica y
escénica.

El objetivo de la Cátedra es consolidar un esfuerzo multidisciplinario para reflexionar e


incorporar aspectos creativos, técnicos, de especialización, por medio de conferencias,
pláticas, magistrales, talleres, prácticas experimentales y exposiciones. Otra cuestión
importante es la creación de públicos más abiertos y críticos.

El cine sueco fue el invitado principal en el Teatro Javier Barros Sierra donde se disfrutaron
películas como “Buena Gente” (2015) bajo la dirección de Karin af Klintberg; “Milagro en
Viskan” (2015) de John O. Olsson, y “Astrid” (2015) documental biográfico de la escritora sueca
Astrid Lindgren, realizado por Kristina Lindström. Estos largometrajes formaron parte de la
cuarta edición de Miradas del Cine Sueco Contemporáneo.

A la par se desarrollaron conferencias, entre las cuales destacó la de Armando Casas,


reconocido director de cine, guionista y profesor del Centro Universitario de Estudios
Cinematográficos de la UNAM, quien centró su intervención en “La Herencia de Bergman en el
cine contemporáneo”.

Armando Casas explicó cómo nació la Cátedra Ingmar Bergman: “fue una iniciativa de Difusión
Cultural de la UNAM. Nos pedían que se abordaran temas del cine y el teatro. No fue tan fácil.
Recordé cómo la gente de teatro y de cine se han apropiado de esta figura. Para poder
nombrarla así, tuvimos que solicitar el permiso a la fundación Bergman de Estocolmo, a través
de la Embajada de Suecia en México. A los suecos les pareció muy exótico que nos
interesáramos en la obra de este director y con gusto nos ayudaron”.

Casas afirmó que el artista sueco más conocido en el mundo por su labor cinematográfica y
teatral es Ingmar Bergman, personaje que por un lado es muy reconocido por los cinéfilos
(secuencias, tomas, argumentos) y por otro, es rechazado entre la gente joven por su
complejidad; lo tildan de ser un cineasta complicado, tedioso, difícil, extraño… poco entendible.
Se valió del fragmento de un capítulo especial de “Los Simpson” dedicado al afamado director
para explicar la riqueza cinematográfica de sus películas. Detalló la visión pesimista de la
existencia humana, así como el plano bergmaniano en el que aparecen los personajes (uno de
frente y otro de perfil) y por supuesto las sombras, el ritmo, el uso del color.

Casas ahondó en el legado de Bergman, cuya filmografía, no obstante las dificultades que
presenta, impacta en el público sin importar su nacionalidad, También explicó que “el trabajo de
Ingmar Bergman es controversial. Establece relaciones amor-odio. Muchos ven sus filmes
porque forman parte del gran arte, que es para gente culta y refinada, aunque no lo entiendan”.
Parafraseó a Bergman, quien decía “hacer cine es contar historias, trasmitir ideas y conmover.”
Ahora bien, para entender la riqueza del trabajo de Ingmar Bergman hay que conocer un poco
de su biografía, lo que le tocó vivir.

En muchas de sus películas busca respuestas a dilemas existenciales. Sus grandes temas son
la obsesión por la muerte, la vida, la comunicación y la incomunicación, la soledad, la pareja.
Entre sus filmes más importantes están “Fresas salvajes” (1957), “El séptimo sello” (1960), “El
manantial de la doncella” (1960), “Como un espejo” (1961), “Fanny y Alexander”, (1982), estas
tres últimas ganadoras del Oscar por Mejor Película Extranjera, respectivamente.

Experimentó con el cine de terror al filmar “Los ojos del diablo” (1960) y “La hora del lobo”
(1967). La muerte, otro de sus temas recurrentes, lo aborda en “Gritos y susurros” (1972). En
sus últimos largometrajes retrató la condición humana y el pesimismo para enfrentar la vida,
con personajes que aspiran al equilibrio o al bienestar, como sucede en “La vida de las
marionetas” (1980) y “Saraband” (2003). Bergman ha influenciado a directores como David
Lynch, Pedro Almodóvar, Woody Allen y Roy Anderson.

Recibir la Cátedra Ingmar Bergman significó una experiencia enriquecedora, misma que los
organizadores prometieron repetir.

Esta colaboración se publicó de manera impresa en octubre de 2016, edición 157 del boletín
informativo CINEADICTOS, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.

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