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Roney de Jesús Sánchez Zenteno 6ª2

La dislipidemia es uno de los factores de riesgo para desarrollar alguna enfermedad

cardiovascular, algunos tratamientos como lo es la reducción de colesterol y lipoproteína de baja

densidad ayudan a prevenir el riesgo de presentar cardiopatía isquémica y produce la regresión

de las placas de ateroescleroma, coronarias. Las estatinas como un tratamiento intensivo han

demostrado mejoría en el pronóstico cardiovascular. Por la que la American Heart Association/

American College Cardiology han propuesto el tratamiento intensivo en pacientes con

enfermedad aterotrombótica, mientras que la Sociedad Europuea de Cardiología y la European

Atherosclerosis Society menciona que el tratamiento debe estar basado en los parámetros de

colesterol y lipoproteína de baja densidad.

Los tratamientos comunes para las dislipidemias se enfocan principalmente en el uso de

antihipertensivos e hipoglucemiantes, a comparación de las estatinas que funcionan como un

tratamiento monoterapéutico del cual se tiene poco estudio; por lo con siguiente este fármaco se

ha categorizado en 3 dosis: potencial altas, intermedias y bajas. Se ha encontrado una mejoría

importante en pacientes con insuficiencia renal o cardiaca, por lo que disminuye los índices de

morbilidad y mortalidad. Por lo que los pacientes con HTA o DM se les ha tratado cada factor de

riesgo con su determinado fármaco. Actualmente el objetivo terapéutico de cLDL ha ido

disminuyendo en las guías de practicas clínicas debido a que no se ha encontrado un efecto de

curva en J como ha aparecido en la HTA Y DM, por lo que en pacientes con cLDL <50 mg/dl se

mantiene una reducción de la enfermedad cardiovascular, y añadiendo las estatinas este riesgo

mejora el pronóstico incluso en pacientes con infarto con cifras de cLDL<70 mg/dl.

Los puntos en común van dirigidos a la utilización de la lipoproteína como principal

diagnóstico y objetivo terapéutico y como tratamiento las estatinas, esta ultima no se ha podido

corroborar su beneficio clínico de su control. Por lo que la guía europea la tiene como
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recomendación IIB, mientras que la norteamericana no la aconseja. En tanto a la formulación de

recomendaciones la asociación norteamericana formulo sus recomendaciones en el sistema

GRADE, mientras que la europea sigue las recomendaciones clásicas. La estimación del riesgo

la guía norteamericana lo estima en cuatro puntos claves: presencia de ECVA, DM, cLDL>190

mg/dl y el riesgo de ECVA> 7.5% a 10 años, mientras que la europea lo valora con SCORE y los

riegos cardiovasculares clásicos. El objetivo terapéutico en la guía norteamericana evalúa 1-3

meses y anualmente, solamente si la reducción ha sido de 30-45% con estatinas la intensidad del

tratamiento de estatinas ajustada a los cuatro estimadores de riesgo, mientas que la europea

utiliza el cLDL para categorizar el riesgo.

Muchos ensayos clínicos han demostrado que el tratamiento con estatinas reduce la

morbimortalidad cardiovascular a un lado del valor de cLDL, probablemente no solo sea el

descenso de este si no efectos pleotrópicos fundamentalmente la estabilización y reducción de las

placas de ateroma coronario. En la prevención primaria no hay unanimidad en cuanto al

tratamiento ideal de la dislipidemia, donde la guía americana menciona su escala poco validad de

acuerdo al riesgo-beneficio, incluso la guía europea es mas accesible al poder valorar el riesgo

cardiovascular y los valores basales de cLDL y ajustar el tratamiento con estatinas. La

prevención secundaria, la guía norteamericana parece ser mas ajustada a la evidencia que

dispone. Ya que el tratamiento en monoterapia mejora la estrategia hipolipemiante, en tanto a la

europea que menciona la reducción de la cLDL de acuerdo al tipo de estatina. Dominando las

dosis bajas o intermedias con una mayor reducción de mortalidad y complicaciones.

La guía de AHA/ACC del 2013 menciona principalmente que el tratamiento de la

dislipidemia es más acertado como prevención secundaria que la primaria. Mientras que la guía

europea estadifica mejor el riesgo cardiovascular he ahí donde existe la controversia.

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