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Concepto Del Daño
Concepto Del Daño
erróneo, porque es algo muy difuso. Hay derechos subjetivos que no dan al
Descartando la idea del daño como la lesión a un bien, nos quedan dos
posturas a analizar.
siendo el interés, según Bueres, el núcleo sobre el que gira el derecho subjetivo, donde
interés es la facultad para lograr satisfacer cierta necesidad.
La otra es la que apunta al efecto o secuela del daño, sin definir a éste
sí mismo, esto es, a los efectos y consecuencias de la lesión. Dice Bueres sobre
esto que no se puede definir algo por sus consecuencias, y las secuelas o
efectos que pueden ser tanto patrimoniales como espirituales, no son el daño
interés lícito o un interés serio (que implica algo más que una mera relación
Agravio moral
corresponde al agraviante.
… la reparación del daño moral tendría carácter más excepcional en materia contractual,
donde su procedencia, valoración y cuantificación quedaría librada al prudente criterio
judicial (art. 522); en cambio, sería más imperativa en materia aquiliana (art.l078). Se
trata de una concepción superada por la realidad, carente de sustento normativo en el
derecho argentino. La reparación del daño moral asume similar entidad en uno y otro
ámbito. (p. 474)
Según el Centro Internacional de Estudios Judiciales (CIEJ) (2008) expresa que el Daño
moral, este daño se erigió como el único rubro constitutivo de
los perjuicios inmateriales, ya que con anterioridad a su reconocimiento
se pregonaba una serie de frases tales como que “las lágrimas no se monedean”,
o “el daño moral no es indemnizable porque el dolor no se tarifa
ni se paga”, para significar que no era posible realizar un cálculo económico
de la congoja sufrida con ocasión del daño percibido. Se puede definir
como el dolor, la congoja, la aflicción, el sufrimiento que produce el
fallecimiento de una persona a sus parientes, o el que sufre la propia
víctima como consecuencia de las lesiones sufridas. Sin embargo, la mayoría
de las legislaciones modernas, en concordancia con el criterio sustentado
por ilustres tratadistas, establecieron la procedencia de su reparación civil.
En tal sentido, han sido determinadas las características del daño moral a
través de diferentes apuntes jurisprudenciales, las cuales pueden resumirse
en que el daño moral: a) incide en la aptitud de pensar, de querer o de sentir;
b) el sufrimiento no es un requisito indispensable para que exista daño moral,
aunque sí una de sus manifestaciones más frecuentes; c) constituye
angustias y afecciones padecidas por la víctima; d) supone la privación o la
disminución de los bienes que tienen un valor fundamental en la vida del ser
humano y que son la tranquilidad del espíritu, la libertad individual y, entre
otros, los más sagrados afectos; e) puede consistir en un injusto ataque a la
integridad física como derecho a la personalidad. Consecuentemente, se puede
sintetizar la finalidad de la reparación del daño moral de la siguiente manera:
1) apunta a indemnizar la lesión de bienes extrapatrimoniales, como es
el derecho al bienestar o a vivir con plenitud en todos los ámbitos (familiar,
amistoso, afectivo), y supone la privación o disminución de bienes tales como
la paz, la tranquilidad del espíritu y la integridad física; 2) se ha dicho que
es aquel que se manifiesta a través de los padecimientos y molestias que
lesionan las afecciones legítimas de los damnificados, concepto que demuestra
el intento de resarcir aspectos propios de la órbita extrapatrimonial. Con
respecto a los síntomas, el dolor, la angustia, la tristeza, la pérdida del deseo
de vivir, son posibles manifestaciones o algunas de las maneras en que el daño moral
puede exteriorizarse. Sin embargo, cabe la posibilidad de que,
aun sin lágrimas o sin percepción sensitiva del menoscabo padecido, exista
daño moral. En todo caso, se trata de una lesión que debe ser resarcible o
reparable. (pp. 30-31)