Está en la página 1de 13

INCENTIVO ECONOMICO - Acción popular / ACCION POPULAR - Incentivo

económico / PACTO DE CUMPLIMIENTO - Incentivo económico / INCENTIVO


ECONOMICO - Mandato legal

El artículo 39 de la ley 472 de 1998 prevé que “el demandante en una acción
popular tendrá derecho a recibir un incentivo que el juez fijará entre diez (10) y
ciento cincuenta (150) salarios mínimos mensuales”. Las acciones populares no
tienen por objeto la obtención de beneficios pecuniarios, sino “la protección
efectiva de derechos e intereses colectivos, de manera que se hagan cesar los
efectos de su resquebrajamiento” y lo que debe motivar a los ciudadanos a
interponerlas es la solidaridad, lo cual no se opone a que la ley haya establecido
una compensación a la carga adicional que asumen las personas que ejercitan
una acción en beneficio de la comunidad y no en el mero interés individual. El
estímulo económico en favor de quienes ejercen las acciones populares viene
desde el Código Civil (artículo 1005) que lo fijaba en el equivalente a “una suma
que no baje de la décima ni exceda de la tercera parte de lo que cueste la
demolición o enmienda, o el resarcimiento del daño; sin perjuicio de que si se
castiga el delito o negligencia con una pena pecuniaria, se adjudique al actor la
mitad”. Tal beneficio económico, no fue concebido como un castigo para la
entidad o persona reacia a cesar en la trasgresión de los derechos e intereses
colectivos, sino como una compensación por la labor altruista del actor, así dicha
suma deba pagarse a costa de la entidad o persona responsable de la
vulneración. Por eso, la Sala ha considerado que el incentivo procede a pesar de
que la entidad demandada se allane a cumplir el deber demandado por el actor,
en la primera oportunidad procesal, como lo es la realización del pacto de
cumplimiento, que “no implica que la labor del demandante haya sido menos
diligente, pues su actuación en esa audiencia fue necesaria para esa
conciliación”. El reconocimiento anticipado desde la misma contestación de la
demanda, de los hechos en relación con los cuales se afirma que se vulneran los
derechos colectivos, no incide sobre el derecho a la compensación y no es
determinante para la fijación de su cuantía, que según la ley oscila entre 10 y 150
salarios mínimos mensuales. El derecho al incentivo no surge por voluntad de las
partes ni está sometido a la liberalidad del juez, surge del mandato legal, aunque
su cuantía sí la establece éste de manera discrecional. Nota de Relatoría: Ver
Exps. AP-007 del 2 de diciembre de 1999 y AP-125 del 19 de octubre de 2000

AUDIENCIA ESPECIAL DE PACTO DE CUMPLIMIENTO - Agente del


Ministerio público / ACCION POPULAR - Ministerio público. Sujeto procesal /
MINISTERIO PUBLICO - Acción popular / NULIDAD PROCESAL - Inasistencia
del agente del Ministerio público a la audiencia especial de pacto de
cumplimiento. Improcedencia

Encuentra la Sala que si bien es cierto que la ley 472 de 1.998, estableció la
obligatoriedad de la presencia del agente del Ministerio Público en la audiencia de
pacto de cumplimiento, no erigió en causal de nulidad de esa audiencia, ni del
pacto que en ella se logre, ni del proceso, la inasistencia a ella de ese
funcionario.En efecto, señala el primer inciso del artículo 27 de la ley 472 de 1998
que a la audiencia especial de pacto de cumplimiento en la cual el juez escuchará
las diversas posiciones sobre la acción instaurada, se debe citar al agente del
Ministerio Público, cuya intervención será obligatoria. Pero no se estableció la
ausencia del Ministerio Público como irregularidad con la capacidad de generar la
nulidad de lo actuado. Ahora bien, el alcance del sexto inciso del artículo 27
citado, al disponer que la audiencia se considerará fallida cuando no
comparecieren la totalidad de las partes interesadas, no es el de que la sanción
allí establecida se extienda al evento en que no comparezca al proceso el agente
del Ministerio Público, quien no tiene la calidad de parte en las acciones
populares, como si se le ha dado para los demás procesos que se adelantan ante
la jurisdicción contencios o administrativa (Art. 127 C.C.A.). Al respecto, es claro
que la mencionada nulidad ha de negarse, pues la misma ley 472 de 1998,
reconoce al Ministerio Público la calidad de sujeto procesal y no de parte. Por
tanto, su inasistencia no es motivo para declarar fallida la audiencia, esto es que,
el efecto jurídico de la inasistencia del procurador a la audiencia de pacto de
cumplimiento no es que ésta se declare fallida. Distinto es que la misma norma
señale sanciones a la inobservancia de la obligatoriedad de asistir a la
mencionada audiencia. La ausencia del agente del Ministerio Público a la
audiencia de pacto de cumplimiento sólo trae consecuencia adversas para el
funcionario encargado de tal labor, en los términos del artículo 27 de la misma ley
que dispone que “la inasistencia a esta audiencia por parte de los funcionarios
competentes, hará que incurran en causal de mala conducta, sancionable con
destitución del cargo”. Como las nulidades procesales son taxativas y la
irregularidad que pone de presente el demandado no está consagrada como
nulidad, no hay lugar a acceder a su solicitud en el sentido de que se anule el
pacto de cumplimiento.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION TERCERA

Consejera ponente: RUTH STELLA CORREA PALACIO

Bogotá, D.C., dieciséis (16) de marzo de dos mil cinco (2005)

Radicación número: 76001-23-31-000-2004-00652-01(AP)

Actor: HARRY ALBERTO MOSQUERA VALLEJO Y OTROS

Demandado: MUNICIPIO DE YUMBO

Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por el Municipio de Yumbo, en


contra de la providencia dictada por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca
el 24 de junio de 2004, mediante la cual resolvió:

“1- APRUEBASE EL PACTO DE CUMPLIMIENTO a que llegaron las


partes en este proceso en Audiencia celebrada el dieciséis (16) de junio
del presente año, según quedó consignado en la presente acta y que
es motivo de esta providencia.

2. CONDENASE AL MUNICIPIO DE YUMBO (V), pagar a los actores el


equivalente a diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes, a
título de incentivo, conforme lo dispone el artículo 39 de la Ley 472 de
1998.

3. DESIGNASE como Auditor al señor Personero Municipal de Yumbo,


quien deberá vigilar y asegurar el cumplimiento de la fórmula de
solución.

4. REMITASE, una vez ejecutado este fallo, copia de él, acompañado


de sendas copias de la demanda y del auto admisorio, a la Dirección
Nacional de Recursos y Acciones Judiciales - Oficina de Registro
Público de Acciones Populares y de Grupo de la Defensoría del Pueblo
en Bogotá D.C., en acatamiento a lo preceptuado por el artículo 80 de
la Ley 472 de 1998.

5. PUBLIQUESE la parte resolutiva de este fallo en alguno de los


diarios EL TIEMPO o EL ESPECTADOR de la ciudad de Bogotá D. C. -
El costo de la publicación será a cargo del Municipio de Yumbo (V).”

I. ANTECEDENTES

1. La petición.

En escrito presentado ante el Juzgado 2º Civil Municipal de Yumbo - Valle del


Cauca, el 1º de marzo de 2004, los señores HARRY ALBERTO MOSQUERA
VALLEJO, JUAN DE DIOS VILLEGAS POSADA y WILSON ARMANDO
ARCENTALES BAHAMON, interpusieron acción popular en contra del Municipio
de Yumbo (V), en defensa de los derechos colectivos a la seguridad y salubridad
públicas, al goce del espacio público, a un ambiente sano y a la moralidad
administrativa.

Mediante auto de 2 de marzo de 2004, el Juez Segundo Civil Municipal, ordenó


remitir por competencia, el presente proceso al Tribunal Contencioso
Administrativo del Valle del Cauca.

Las pretensiones formuladas por el actor fueron las siguientes:

“1. Ordenar al Señor Alcalde del Municipio de Yumbo tomar las


acciones necesarias para que cese el deber omitido por ese mismo
despacho, mediante acto administrativo que obligue a sus funcionarios
a tomar correctivo de desmonte de afiches y murales de propaganda
electoral y publicidad comercial no autorizada en todo el territorio
municipal.
2. Se tomen los correctivos de recuperación del espacio público en la
vía Panorama en el sector de la calle 16 con carrera 2 esquina
colindante con la fábrica Química Borden.

3. Se ordene al contratista de la obra de la Institución Antonia Santos a


recoger los materiales de construcción dejados en plena vía pública
tanto por la calle 7 como por la carrera 4 de este establecimiento
educativo dedicado a la educación formal.

4. También se recojan los materiales en la obra de la carrera 8 entre


calles 6 y 7, así como lo establece el Decreto 948 de 1995 en su
artículo 22 y se coloquen las señales preventivas, reglamentarias e
informativas como lo establece el art. 101 y 102 de la ley 769 de 2002
(Código Nacional de Trásnito Terrestre).

5. Se ordene al mismo funcionario público, que imparta la orden a quien


corresponda para la instalación de la tapa de sumidero en el barrio
Guacanda en la calle 15N con carrera 3N que ofrece eminente peligro.

6. Fijar los incentivos a lo que pueda dar lugar, según la ley 472 de
1998 establecido en el capítulo XI en su artículo39 de la cual podremos
tener derecho, y lo que se pueda recuperar en un porcentaje como lo
dice el artículo 40, por multas dejadas de cobrar a los candidatos a
quienes se le desmonte su publicidad y los contratistas por dejar
escombros en plena vía pública; se nos entregue copia auténtica de los
documentos mediante el cual (sic), se levanta el acta de visitas a sitios
donde estaban pendones, afiches y murales.”

2. Hechos.

Aquellos expuestos en la demanda pueden resumirse así:

Que el Municipio de Yumbo se encuentra en total descuido por parte de su alcalde


quien no ha cumplido con sus funciones constitucionales y legales de hacer
cumplir a los contratistas que desarrollan obras públicas, con la obligación de
retirar cada 24 horas los materiales de desecho que queden de la ejecución de las
mismas, susceptibles de generar contaminación de partículas al aire.
Que tampoco ha cumplido con la obligación de un adecuado mantenimiento de la
ciudad en lo relacionado con la publicidad electoral, la cual continúa contaminado
visualmente la ciudad dejándola sucia, insegura y deteriorada.

Que no ha controlado el espacio público, particularmente en la vía Panorama al


estar invadida de escombros y partes de automotores, situación que limita el libre
tránsito por el lugar.
Que en cuanto a la seguridad ciudadana, en el barrio Guacanda, se encuentra un
sumidero de agua sin tapa, lo cual representa un peligro para los transeúntes y
vehículos dado que tampoco tiene señales de prevención de tal peligro para los
ciudadanos.

3. Oposición de los demandados

Mediante auto de 12 de marzo de 2004, el Tribunal Administrativo del Valle el


Cauca, admitió la acción popular y ordenó notificar como demandado al Alcalde
del Municipio de Yumbo (fls. 40 y 41). Tal notificación se surtió el 13 de abril de
2004 (fls. 50).

El Municipio demandado contestó oportunamente la demanda, con los siguiente


argumentos:

En cuanto a los hechos, manifestó que son parcialmente ciertos, pues en cuanto a
los escombros de la obra que se realiza en el colegio Antonia Santos, diariamente
se recogen los que van saliendo del día anterior, lo que no significa que nunca se
recojan. Que los escombros de la obra de la carrera 8 entre calles 7 y 6, fueron
recogidos inmediatamente.

Que en lo que tiene que ver con la ocupación del espacio público, concretamente
de la vía Panorama, la administración ha venido adelantando una campaña para
su recuperación lo que a su vez ha generado situaciones de alteración del orden
público, que es físicamente imposible mantener el espacio público totalmente
libre, no sólo en dicho municipio sino en todo el país dados los problemas de
desplazamiento y desempleo que generan trabajos informales, lo que no quiere
decir que el municipio no adelante actividades tendientes a su recuperación.

En su defensa explicó, que también es cierto que a pesar de la constante


vigilancia por parte de la autoridades policivas y administrativas, los sumideros o
tapas de alcantarilla son constantemente hurtados y dañados por los vehículos
que diariamente transitan las vías, pero que concretamente el sumidero de la calle
15N con 3N del barrio Guacanda, ya ha sido debidamente instalado.
Sobre la publicidad política, vallas y murales, sostiene que la administración ha
venido adelantando la limpieza del municipio no solo en lo que tiene que ver con
la publicidad electoral, sino con los avisos que no cumplan con las normas
vigentes.

4. El pacto de cumplimiento

En la audiencia especial realizada el 16 de junio de 2004, el municipio de Yumbo


expuso los mismos argumentos plasmados en la contestación de la demanda. Por
su parte, los accionantes reiteraron las pretensiones de la demanda y
manifestaron que a pesar de que la administración ya había adelantado algunas
labores tendientes al cese de las vulneraciones a los derechos colectivos de los
habitantes del municipio, todavía quedaban cosas pendientes por corregir,
afirmación frente a la cual la entidad demandada manifestó que en lo que tiene
que ver con el incentivo, no es ordenadora del gasto ni tiene facultad para ello,
pero que se comprometía a verificar y a tomar los correctivos para la recuperación
del espacio público, y que para que hubiera una mayor participación de los
accionantes, solicitaría ante la oficina de Paz y Convivencia acompañamiento
para buscar la efectividad de los derechos colectivos aquí vulnerados y que para
el efecto solicitaba un plazo de 20 días hábiles.

De esta propuesta se dio traslado a los actores quienes la aceptaron dejando


constancia por una parte, de que el municipio no es eficiente para cumplir con la
normatividad expuesta en la demanda y que de otra, el Ministerio Público no se
hizo presente en dicha audiencia, en los términos del artículo 27 de la ley 472 de
1998.

5. La decisión de primera instancia

El Tribunal aprobó el pacto de cumplimiento a que llegaron las partes en la


audiencia de 16 de junio de 2004 y condenó al municipio a pagar a los actores
populares el equivalente a diez salarios mínimos legales mensuales vigentes, a
título de incentivo, luego de considerar que al revisar los términos del pacto, no se
advertían causales de nulidad que invaliden tal acuerdo y que en este asunto se
verificó que el municipio incurrió en una conducta omisiva que condujo a la
vulneración de derechos colectivos, como quiera que éste reconoció que es
función de la administración municipal recuperar el espacio público, lo mismo que
la limpieza y retiro de afiches y murales de publicidad política, recolección de
escombros sobre vías públicas y la instalación de las tapas de sumideros.

Sobre el reconocimiento y pago del incentivo consideró que era procedente pues
el negarlo implica desconocer procedimientos de celeridad y eficacia de los
derechos colectivos como quiera que se desestimularía la terminación anticipada
del proceso.

6. La impugnación

El municipio demandado interpuso recurso de apelación contra la providencia, en


relación con la concesión del incentivo a favor de los actores. Solicitó que si no se
accedía a revocar este aspecto, se declarara la nulidad de todo lo actuado en el
proceso desde la celebración de la audiencia de conciliación debido a que el
Ministerio Público no había asistido a la misma tal como lo exige la ley 472 de
1998, caso en el cual la audiencia ha de declararse fallida.

Las razones de su inconformidad con la decisión fueron las siguientes:

a) Que es imperativo a la hora de condenar al pago del incentivo, la determinación


de que el organismo demandando fue el agente generador del daño, dado que si
no es así debe salir libre de cualquier tipo de carga derivada del proceso, diferente
de las que él mismo acepte en el pacto de cumplimiento.
b) Que en este caso es claro que el agente generador del daño no es el ente
territorial sino personas distintas, terceros que fijaron los avisos o la publicidad
electoral, y contratistas que realizaron las obras.

c) Y que en todo caso se debió aclarar si eran diez S.M.L.M.V. para todos o para
cada uno de los actores.

Las razones por las cuales solicita la declaratoria de nulidad del proceso desde la
fecha de la celebración de la audiencia de pacto de cumplimiento fueron, en
síntesis, las siguientes:
a) Que a pesar de que al revisar el artículo 140 del C. de P. C. no aparece
taxativamente enunciada la nulidad propuesta, la Constitución Política en su
artículo 29 consagró una causal de nulidad específica que opera de pleno
derecho, no solo cuando a pruebas se refiere, sino por violación del artículo
superior mismo.

b) Que el artículo 27 de la ley 472 de 1998, establece como obligatoria la


asistencia del Ministerio Publico a la audiencia de pacto de cumplimiento, siendo
fallida la audiencia que se adelanta sin las formalidades del caso y que el a quo
debió haber señalado nueva fecha para su celebración desconociendo la
observancia del debido proceso.

7. Alegatos en segunda instancia

Dentro del término concedido en esta instancia para alegar de conclusión se


guardó silencio.

II. CONSIDERACIONES DE LA SALA

1. Determinación de la competencia en esta instancia.

Los puntos a definir en esta instancia a la cual se llegó sólo en virtud del recurso
de apelación propuesto por el municipio demandado, son dos, a saber: i) la
determinación de la procedencia del incentivo dispuesto por el a quo a favor de
los accionantes; ii) la determinación de la existencia o no de nulidad en el pacto
de cumplimiento logrado, dada la ausencia del agente del Ministerio Público en la
audiencia en la cual se estableció el pacto.

1.1. Del incentivo

El artículo 39 de la ley 472 de 1998 prevé que “el demandante en una acción
popular tendrá derecho a recibir un incentivo que el juez fijará entre diez (10) y
ciento cincuenta (150) salarios mínimos mensuales”.
Las acciones populares no tienen por objeto la obtención de beneficios
pecuniarios, sino “la protección efectiva de derechos e intereses colectivos, de
manera que se hagan cesar los efectos de su resquebrajamiento” 1 y lo que debe
motivar a los ciudadanos a interponerlas es la solidaridad, lo cual no se opone a
que la ley haya establecido una compensación a la carga adicional que asumen
las personas que ejercitan una acción en beneficio de la comunidad y no en el
mero interés individual.

El estímulo económico en favor de quienes ejercen las acciones populares viene


desde el Código Civil (artículo 1005) que lo fijaba en el equivalente a “una suma
que no baje de la décima ni exceda de la tercera parte de lo que cueste la
demolición o enmienda, o el resarcimiento del daño; sin perjuicio de que si se
castiga el delito o negligencia con una pena pecuniaria, se adjudique al actor la
mitad”.

Tal beneficio económico, no fue concebido como un castigo para la entidad o


persona reacia a cesar en la trasgresión de los derechos e intereses colectivos,
sino como una compensación por la labor altruista del actor, así dicha suma deba
pagarse a costa de la entidad o persona responsable de la vulneración.

Por eso, la Sala ha considerado que el incentivo procede a pesar de que la


entidad demandada se allane a cumplir el deber demandado por el actor, en la
primera oportunidad procesal, como lo es la realización del pacto de
cumplimiento, que “no implica que la labor del demandante haya sido menos
diligente, pues su actuación en esa audiencia fue necesaria para esa
conciliación”2.

El reconocimiento anticipado desde la misma contestación de la demanda, de los


hechos en relación con los cuales se afirma que se vulneran los derechos
colectivos, no incide sobre el derecho a la compensación y no es determinante
para la fijación de su cuantía, que según la ley oscila entre 10 y 150 salarios
mínimos mensuales.

1
Sentencia de la Corte Constitucional C-215 de 1999.
2
Sentencia de la Sección Tercera del 2 de diciembre de 1999, exp: AP-007
El derecho al incentivo no surge por voluntad de las partes ni está sometido a la
liberalidad del juez, surge del mandato legal, aunque su cuantía sí la establece
éste de manera discrecional. Así lo destacó la Sala en providencia del 19 de
octubre de 2000, expediente: AP-125, al señalar que “la facultad de premiar a los
particulares por emprender labores de protección de intereses colectivos, sin
duda, queda siempre en cabeza del juez, pues no se trata de un asunto
negociable, sino que está dispuesto en la ley como un derecho del actor que,
debe ser concedido por el juez en el momento que discrecionalmente determine
dentro de los parámetros legales.”

La Sala considera que en el sub judice el actor tiene derecho al incentivo. Para su
tasación debe tenerse en cuenta que el proceso terminó anticipadamente, esto es,
mediante sentencia aprobatoria de un compromiso adquirido por la parte
demandante, con el consentimiento del actor sin haberse agotado el período
probatorio, actividad suficiente para que la vulneración de los derechos colectivos
cesara en virtud del referido compromiso.

La Sala advierte que hay lugar al pago del incentivo a cargo del municipio
demandado pues la omisión en el cumplimiento de sus obligaciones, permitió la
vulneración de los derechos colectivos a la seguridad y salubridad públicas al
consentir que los particulares contaminaran visualmente el municipio, no
recogieran los desechos de la construcción de obras públicas, invadieran el
espacio público con desechos y vehículos lo cual de paso no permitía el goce de
un ambiente sano por parte de los habitantes de Yumbo.

Aunque de lo afirmado por la administración en la contestación de la demanda, se


pudo concluir que solo al momento de notificarse de la acción, empezó a realizar
gestiones tendientes a la solución de los problemas planteados, estas
circunstancias no inciden en la existencia del derecho al incentivo, dado que la
conducta de la administración hasta ese momento no era suficiente para proteger
en forma efectiva y diligente los derechos colectivos vulnerados y en
consecuencia, la intervención del accionante fue relevante para obtener el
compromiso aprobado judicialmente.

Con el pago del incentivo tampoco se vulnera el patrimonio público, pues éste
tiene como fin atender a las necesidades de la comunidad y en este evento la
misma comunidad será beneficiada con las medidas que adoptará la
administración, en relación con la protección de los derechos colectivos a la
seguridad y salubridad públicas, al goce del espacio público, y a un ambiente
sano. Por lo tanto, no puede considerarse dicho pago como un gasto injustificado
sino como la retribución de una gestión adelantada con el fin de mejorar la calidad
de vida de la población.

En consecuencia, considera la Sala que el reconocimiento a los actores de un


incentivo equivalente a 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es
equitativo en consideración a la gestión que ellos adelantaron para proteger los
derechos colectivos a la seguridad y salubridad públicas, al goce del espacio
público, y a un ambiente sano (art. 4º literales a), d) y g), Ley 472 de 1998), en el
entendido que esa suma es a favor de todos los actores, y no a favor de cada uno
de ellos.

1.2. De la nulidad propuesta.

Pretende el recurrente de manera subsidiaria que de no accederse a revocar el


reconocimiento del incentivo ordenado por el a quo, se proceda a declarar la
nulidad de todo lo actuado desde la fecha de celebración de la audiencia de pacto
de cumplimiento, puesto que a la misma no concurrió el Ministerio Público.

Frente a la nulidad propuesta, encuentra la Sala que si bien es cierto que la ley
472 de 1.998, estableció la obligatoriedad de la presencia del agente del
Ministerio Público en la audiencia de pacto de cumplimiento, no erigió en causal
de nulidad de esa audiencia, ni del pacto que en ella se logre, ni del proceso, la
inasistencia a ella de ese funcionario.

En efecto, señala el primer inciso del artículo 27 de la ley 472 de 1998 que a la
audiencia especial de pacto de cumplimiento en la cual el juez escuchará las
diversas posiciones sobre la acción instaurada, se debe citar al agente del
Ministerio Público, cuya intervención será obligatoria. Pero no se estableció la
ausencia del Ministerio Público como irregularidad con la capacidad de generar la
nulidad de lo actuado.
Ahora bien, el alcance del sexto inciso del artículo 27 citado, al disponer que la
audiencia se considerará fallida cuando no comparecieren la totalidad de las
partes interesadas, no es el de que la sanción allí establecida se extienda al
evento en que no comparezca al proceso el agente del Ministerio Público, quien
no tiene la calidad de parte en las acciones populares, como si se le ha dado para
los demás procesos que se adelantan ante la jurisdicción contencioso
administrativa (Art. 127 C.C.A.).

Al respecto, es claro que la mencionada nulidad ha de negarse, pues la misma ley


472 de 1998, reconoce al Ministerio Público la calidad de sujeto procesal y no de
parte.3 Por tanto, su inasistencia no es motivo para declarar fallida la audiencia,
esto es que, el efecto jurídico de la inasistencia del procurador a la audiencia de
pacto de cumplimiento no es que ésta se declare fallida. Distinto es que la misma
norma señale sanciones a la inobservancia de la obligatoriedad de asistir a la
mencionada audiencia.

La ausencia del agente del Ministerio Público a la audiencia de pacto de


cumplimiento sólo trae consecuencia adversas para el funcionario encargado de
tal labor, en los términos del artículo 27 de la misma ley que dispone que “la
inasistencia a esta audiencia por parte de los funcionarios competentes, hará que
incurran en causal de mala conducta, sancionable con destitución del cargo”.

Como las nulidades procesales son taxativas y la irregularidad que pone de


presente el demandado no está consagrada como nulidad, no hay lugar a acceder
a su solicitud en el sentido de que se anule el pacto de cumplimiento.

3
En providencia proferida de Sala Unitaria, el 7 de marzo de 2001, Exp. 11774, M.P. Dr. Alier Eduardo
Hernández Enríquez, se resolvió revocar el auto que había ordenado al Ministerio Público, pagar las
expensas para la notificación de recurso extraordinario de súplica por él interpuesto. Allí se hizo referencia a
la calidad del Ministerio Público como sujeto procesal especial y no como parte, al afirmar que “al Ministerio
Público no le son exigibles el cumplimiento de ciertas cargas procesales, como es el caso del pago de
expensas, en consideración a que no se trata de una parte procesal en el sentido estricto, sino que su
intervención en el proceso obedece al cumplimiento de funciones y deberes constitucional y legalmente
señalados.”
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la ley,

FALLA:

1. NIEGASE la solicitud de nulidad propuesta por la parte demandada.

2. CONFÍRMASE el ordinal segundo de la providencia dictada por el Tribunal


Administrativo del Valle del Cauca el 24 de junio de 2004.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE CUMPLASE Y DEVUÉLVASE

RUTH STELLA CORREA PALACIO MARIA ELENA GIRALDO GÓMEZ


Presidenta de la Sala

ALIER E. HERNÁNDEZ ENRÍQUEZ GERMAN RODRÍGUEZ VILLAMIZAR

RAMIRO SAAVEDRA BECERRA

También podría gustarte