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INTRODUCCIÓN

La necesidad por abordar este tema es debido a que queremos indagar con


profundidad esta problemática ya que no tenemos suficiente conocimiento sobre el
mismo. Me interesa mostrar los elementos más relevantes de esta problemática.
La idea que tenía acerca de deserción escolar, era escasa, cuando se hacía
referencia al tema, lo vinculábamos con el abandono de los estudios por parte de
una persona y también directamente con la situación económico-social.
Me pude dar cuenta que la deserción escolar "se manifiesta en el hecho de que un
alumno/a o un grupo de algunos no alcancen el nivel de conocimientos y
capacidades exigidas para el logro de determinados objetivos educativos".
Históricamente, es un fenómeno relativamente reciente; aparece después de
implantarse en la mayoría de los países una educación generalizada, una
escolaridad obligatoria, y se acentúa con el proceso de democratización de la
educación.
Las causas por las que se abandona el colegio pueden ser diversas.
Tradicionalmente los chicos pertenecientes a las clases socioeconómicas más
humildes de la sociedad han tenido dificultades con el rendimiento escolar y han
registrado índices de fracasos mucho mayor que de los niños que no son víctimas
del flagelo de la pobreza.
Este hecho fue explicado a lo largo del tiempo de diferentes maneras,
generándose paradigmas enfrentados. Desde un primer momento, no le cabe a
la escuela ni rol, ni responsabilidad, en esta dirección.
Los aportes de las ciencias humanas y ciertos cambios ideológicos decisivos,
lograron mostrar la falacia de este tipo de explicaciones y llevaron a invertir el
vínculo de la causalidad, promoviendo un cambio importante de concebir este
problema.
He aquí un nuevo paradigma de óptica importante, surge la propuesta de la
escuela como posible niveladora social.
La escuela debe brindar igualdad de oportunidades, de modo que a partir de una
educación todos tengan las mismas oportunidades.
Pero adoptar esta mirada tampoco parece haber incidido significativamente en la
situación de las poblaciones marginadas.
Formas severas de desigualdad en el rendimiento escolar se mantuvieron, esto es
bastante lógico, porque la escuela esta llamada a reproducir y sostener la forma
vigente de estructura social y ella no contribuirá nunca a acortar las diferencias
entre ricos y pobres. La escuela no es más que un "aparato ideológico del estado".
Acordaron que la escuela pudiera desarrollar el sistema de educación pública
como el espacio fundamental de construcción de la cultura colectiva, de
transmisión de los valores, de aprendizaje de las normas compartidas, de
aprendizaje de los lenguajes.
En ese espacio público llamado escuela se decide no solamente formar el
ciudadano, sino también cuidar a los niños y a los adolescentes. Los nuevos
índices que denotan un incremento de la matriculación en la escuela primaria son
ciertos, habría menos desertores de la escuela primaria
"La deserción escolar fue un problema clásico del sistema educativo, fue una
disfunción del sistema, pero fue una disfunción porque nunca puso al sistema en
peligro de desarticulación, es decir, el desertor escolar generalmente dejaba la
escuela entre tercero y cuarto grado o en zonas rurales y muy alejadas entre
primero y segundo, pero además dejaba la escuela y alguien lo cobijaba. Y
además había un programa de educación de adultos.
Es importante tener en cuenta que la capacidad y rendimiento del alumno no
vienen determinadas por su nivel intelectual sino también de otras circunstancias
como el medio cultural, la salud, la personalidad.
Las calificaciones son una manera de evaluar fundamentalmente administrativa y
para nada tienen en cuenta algunos de los objetivos más importantes de la
educación. Entre sus ventajas: operatividad, predictibilidad, impacto personal y
social que poseen.
No todo el que repite, abandona o no obtiene la titulación prevista es ya un
fracasado, por el contrario, puede ser la forma de evitarlo, afianzando sus
conocimientos o tomando un nuevo camino más acorde con sus posibilidades
reales. Es pues que no existe un límite que marque con claridad los fracasos y los
éxitos.
Las diversas ciencias enfocan el tema desde distintas perspectivas
 La Psicología: recurre a la inteligencia del sujeto, a su motivación, etc.
 La Sociología: se fija en los factores sociales, la presión de la sociedad
sobre los resultados académicos del alumno.
 La Pedagogía: se fija en
la organización escolar, evaluación, interacción didáctica, etc.

Todos estos factores junto con el desempleo y la falta de motivación conllevan que


se vea el estudio como algo de oscuro porvenir y de dudosa utilidad. La verdadera
y profunda causa del fracaso escolar sería la existencia de una escuela que tiene
como finalidad mantener la situación privilegiada de la clase dominante.
La función especifica de la escuela (enseñar y aprender), se encuentra muy
desdibujada. El discurso que circula en las instituciones privilegia los aprendizajes
socio-afectivos (el control social, en su carácter de disciplina) por sobre los
cognitivos resaltando la importancia de la función educadora en la preservación de
los jóvenes del riesgo social.
La situación de repetir, hoy, significa acceder a la misma oferta educativa, a los
mismos profesores, los mismos programas y contenidos, la misma evaluación;
pero también trae aparejado el alejamiento del grupo de compañeros y el ingreso
a un nuevo grupo en el cual probablemente el adolescente será mirado desde el
comienzo como el "repitente".
El impacto de la repitencia en la familia es una situación compleja que se asume,
se niega, se oculta, se minimiza, de acuerdo a múltiples variables culturales, en
las que opera el grado de instrucción de los padres y la valoración que atribuyen a
la educación de sus hijos, las posibilidades económicas de hacer frente al mismo
año "nuevamente", la conciencia sobre el derecho a reclamar una educación de
mayor calidad para sus hijos.
La falta de afecto en el núcleo familiar ( amén de otros problemas) es un factor
desencadenante en más de un 50 % de los casos del fracaso escolar. La primera
escuela y el pilar básico en la educación de un niño es su familia. Todo lo que el
niño viva, vea, oiga, etc va a condicionar su vida y le va a tomar como persona.
Los niños son como esponjas y todo lo que ven les llama la atención y más en el
caso de sus padres, que son como ejemplos a seguir. Por eso es muy común que
ante acontecimientos familiares tan desagradables como un divorcio o la
desaparición de alguno de los cabeza de familia, el niño vea desintegrado
su ambiente y empiece a sentirse desprotegido, abandonándose. Pero en
ocasiones las causas de este abandono que desencadena el fracaso no son sólo
por problemas familiares, sino por una mala o inadecuada calidad de
la enseñanza, falta de medios .
Los problemas educativos de los niños marginados constituye un grave problema
social, porque perpetua el círculo de la pobreza y marginación, y un problema
político porque la democracia se base en la distribución equitativa de beneficios
básicos como la educación y la salud y su consolidación se deteriora
en sociedades con altos niveles de exclusión y marginalidad.
Existen disparidades en el acceso a la educación
 A nivel mundial la proporción de adolescentes de 14 a 17 años de hogares
con necesidades básicas insatisfechas que no asisten a la escuela y que nunca
asistió o que no completó la escuela primaria, alcanza uno de cada cinco (19
%). Mientras este porcentaje para los adolescentes sin necesidades básicas
insatisfechas corresponde al 4%.
 Los niños de 3 años de las familias más carenciadas raramente tienen
acceso al jardín de infantes. En niños de 5 años de edad, el nivel de
escolaridad es más elevado. Además de las disparidades visibles en el acceso
a la educación básica por parte de los niños, la permanencia de ellos en estas
instituciones es visiblemente heterogéneo.

 Los alumnos que cursan primero y segundo año de la escolaridad media en


los barrios marginales, el nivel de deserción escolar alcanza el 20 %.

Con base a lo investigado, se puede dar cuenta de que existen varios factores
determinantes.
El problema que se vive actualmente, deja a la institución escolar como receptora
de demasiadas demandas, no teniendo esta los medios necesarios para hacerse
cargo de las mismas.
No es necesario pararse a pensar mucho para darse cuenta de la gran influencia
que ejerce sobre nosotros la sociedad, pues es ella sin duda la
que marca los límites entre fracaso y éxito. Vivimos en una sociedad
enormemente competitiva, meritocrática y con una clara tendencia a la valoración
cuantitativa. Si a todo esto se añade que se está fomentando una cultura del ocio
y del consumismo, vemos que el conjunto desemboca en la falta
de comunicación ya no sólo dentro del núcleo familiar, sino incluso fuera a veces.
El número de horas que se pasa un niño delante de la TV, es mayor que las que
pasa delante de los libros. Desde luego que niños criados en este tipo de
ambientes no pueden generar más que estrés, tensión y nervios.
Los padres deben favorecer el desarrollo y la motivación de sus hijos, pues son
para sus hijos el principal modelo y objeto de identificación. El fracaso escolar no
es sólo un fracaso de los niños sino que puede abarcar a padres profesores...e
incluso alcanzar extremos tan radicales como el suicidio. Es de vital importancia
que los padres se vuelquen en la educación de sus hijos desde pequeños, pues es
la manera más eficaz de evitar futuros fracasos.
Es importantísima la coordinación entre todas las personas que traten al niños, la
familia como principal núcleo formativo del pequeño, deberá dar al niño una
estabilidad emocional, seguridad, protección, confianza en si mismo, un sistema
de valores... que constituyan las mejores garantías de una infancia feliz y de un
desarrollo armonioso de la personalidad: "cuando se cierra la puerta a la voluntad,
se abre la ventana del fracaso".
Todo lo que pasa en casa repercute en el niño y en su rendimiento escolar.
Una actitud sobre proteccionista por parte de los padres puede llevar a una
excesiva dependencia, falta de confianza en si mismo, infantilización y conductas
regresivas, poca tolerancia a la frustración.
La edad de los padres es un factor a tener en cuenta a la hora de tratar el fracaso
escolar, es mayor le número de casos de retraso escolar en los hijos nacidos de
padres mayores, así como también en el caso de madres demasiado jóvenes.
La excesiva exigencia por parte de los padres puede llevar al niño a un desinterés,
en el que su amargura y frustración le hagan disminuir sus aspiraciones. Todo
niño tiene unas necesidades que deben ser respetadas.
Identifica tres tipos de estudiantes: los carbónicos creativos (ambos adaptados al
sistema escolar) y los anarquistas o deambuladores. Estos últimos son los que
comúnmente se conocen como desertores escolares.
Los carbónicos son alumnos sumisos, que buscan reconocimiento por ser
"buenos". Estudian para obtener notas altas y se identifican con leyes inamovibles.
Los conflictos, para ellos, deben ser acallados.
Los "creativos" por el contrario, toman los contenidos de aprendizaje como el
desafío, que puede ser criticado y transformado. Y convierten los conflictos en
problemas para poder darles una solución. Finalmente, a los deambuladores.
Estos se oponen a todo e intentan "chocar" en su entorno para expresar
su identidad. No estudian solo aprenden lo que les ofrece una gratificación
inmediata, como la música y el deporte.
No piensan que su futbolista o su músico preferido tuvieron que esforzarse mucho
para llegar a donde están. Cuando tiene un conflicto, en lugar de buscar una
solución, huyen o atacan y sienten una sensación visceral de malestar.
Por eso, la escuela, que no ofrece gratificaciones inmediatas, aparece con pérdida
de tiempo, fuente de aburrimiento.
Los deambuladores, señaló la especialista, ven cómo se viola en forma impasible
casi todo lo establecido. Sus padres se desautorizan entre sí y los políticos a
la ética. El adolescente, entonces, deja de creer en la palabra que le enseñó la
familia o la escuela, y se dedica a la acción, que tiene un efecto inmediato, en un
presente continuo", aseguró.
La mayoría de los padres de los adolescentes desertores investigados sufren
desavenencias matrimoniales o están separados.
El 40 % de los chicos que participaron de la muestra tienen rasgos depresivos
cíclicos en especial las mujeres, que suelen utilizar no palabras y gestos
despreciativos.
El 60 % restante demostró una clara rebelión a través de actos
delictivo crisis violentas. Los delitos comenzaron con el hurto de dinero a
familiares y productos en los supermercados. Dos de los jóvenes llegaron a
integrar una banda para asaltar a otros jóvenes.
Hace años el menor número de estudiantes hacía que el fracaso fuese menor y
los hijos de las clases menos favorecidas se conformaban con continuar el destino
ocupacional de sus padres, que por regla general eran trabajos que requerían
pocos conocimientos.
El fracaso en la escuela no implicaba el fracaso en el trabajo y en la vida.
Actualmente la situación ha cambiado, la educación obligatoria se ha generalizado
a todos se han ampliado los años de escolaridad y se esperan del alumno muchos
más conocimientos. Sin duda la causa de esta mayor exigencia actual de
conocimientos obedece a la progresiva expansión del desarrollo científico y
tecnológico el saber y la educación tienen una función económica y de
supervivencia.
Actualmente el éxito en la vida depende en gran parte del éxito escolar. Las
carreras universitarias son condición para ocupar los puestos más remunerados
económicamente y de mayor prestigio social.
La salud y la alimentación, condiciones fundamentales para la sobrevivencia,
son derechos a los que acceden en forma inequitativa los niños en nuestro país.
Las causas y las consecuencias de esta situación básica, que reclama urgente
atención y solución en cualquier país democrático, especialmente como aspecto
previo al planteo de una reforma educativa.
La situación que hoy presentan los niños y adolescentes argentinos, en lo que a
sobrevivencia se refiere, sufre, la dificultad de no disponer de buena información.
Deserción escolar que se asevera es producto de la escasez de fuentes de
empleos y de extrema pobreza en la cual se encuentran sumergidas gran número
de familias.

ESTRATEGIAS
Es un espacio de trabajo donde intervienen varios docentes y otros agentes
institucionales; es un espacio donde otros miran los logros y dificultades y con
otros se deciden experiencias, se evalúan producciones
Debería darse una educación que siguiera de manera individual a cada alumno,
llegando a conocerlos como a uno, mismo, o sea, lo que se podría llamar
educación personalizada, entender que este debería ser el rol del Trabajador
Social.
En la enseñanza sólo se triunfa cuando uno es capaz de situarse en el lugar de
aquellos a los que uno se dirige. "Hay quienes dan la vida a la filosofía y la
Filosofía les hace vivir, pero hay otros que sólo engordan con ello".
Un buen profesor debería preocuparse de saber desarrollar la tensión en sus
alumnos, el sentido crítico, la facultad de expresión, pero también el valor, la
honradez intelectual y el entusiasmo. Conducir a todos a tomar conciencia de lo
que son, de su necesidad interior, de su propia vocación. La humildad abre
muchas puertas. Decía bien San Agustín: "Para llegar al conocimiento de la
verdad hay muchos caminos: El primero es la humildad, el segundo es la humildad
y el tercero es la humildad".
Además no suelen cumplirse la legislación vigente, que establece que cuando se
descubre que un chico no va a la escuela la Justicia debe citar a los padres y
enviar al hogar a un trabajador social.
Otra propuesta, tener en cuenta en el presente trabajo para hacer notar la
oposición de opiniones y las diferentes soluciones que se pueden plantear con
respecto a la deserción escolar.
Un rechazo generalizado provocó en sectores de la educación el proyecto de ley
impulsado por el ministerio de educación, que propone la sanción con penas de
prisión y la pérdida de la patria potestad para los padres de todo el país que no
envíen a sus hijos a la escuela.
La iniciativa también contempla otras sanciones, como la pérdida de la tutela y la
revocación de la adopción simple para tutores y adoptantes, respectivamente, que
no cumplan con la educación general básica y obligatoria (de diez años de
duración) o con la educación especial.
BIBLIOGRAFÍA
 Tres perspectivas básicas. Universidad Nacional de Rosario

Facultad de Ciencias Médicas. Rosario 1995.


 Novedades Educativas Nº 110 Pág. 30 Cintia Rajschmir.
 Novedades Educativas Nº 94 Pág. 27.
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 Revista tercer sector Nº 10
 Novedades Educativas Nº 92 Pág. 6
 Novedades Educativas Nº 101 Pág. 30
 Novedades Educativas Nº 102 Pág. 48
 Diccionario de Pedagogía Ezequiel Ander – Egg. Editorial Magisterio Enero
1997
 Propuesta Educativa Nº 12 Pág. 79
 Diario La Capital, Lunes 16/03/98
 Diario La Capital, Domingo 21/09/97

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