LAS TORMENTAS EN LA VIDA DE UN CRISTIANO

Recapitulación:

Aprendimos que:

Las “tormentas” tienen distintos orígenes. Unas se originan en nuestra propia carne
(tentaciones), otras se originan en el mundo y en la gente de este sistema (tribulaciones), el
diablo está detrás de cada una de estas tormentas; y las otras vienen directamente de Dios (las
pruebas).

También aprendimos que hay las tormentas de diagnóstico. Ellas sirven para diagnosticar
nuestro carácter, nuestra fe, y nuestras capacidades.

Continuemos hoy nuestra serie deteniéndonos en las tormentas de desarrollo y de dirección.

I. TORMENTAS QUE DESARROLLAN.

Después que Dios nos muestra cuales son nuestras debilidades o áreas de
inmadurez, el enviara tormentas que nos ayudaran a crecer y desarrollarnos
espiritualmente.
A. Las tormentas de desarrollo lo estabilizaran. 1 Cor 15:58.
Lo arraigaran, lo afirmaran. Las tormentas nos ayudan a echar raíces. En la
biblia a menudo se nos compara a los cristianos con árboles, somos como
plantas. Aprendemos mucho de ellas acerca de la vida cristiana. Una de las
lecciones es la necesidad de echar raíces extensas y fuertes. Raíces que nos
estabilizan y afirman, nos hacen fuertes.
Si las raíces de un árbol son cortas, más vulnerable este árbol será a los vientos
de tormenta, pero si son extensas, más capacidad tendrá de resistir la
tormenta y permanecer.
Es igual con los cristianos, debemos arraigarnos en la Biblia y en Cristo.
Nuestra fe debe nutrirse de la palabra de Dios, de la palabra de Cristo. Si no
cuando vengan las tormentas no permanecerá.
En su vida un cristiano tiene que aguantar y resistir muchos vientos de
tormenta, lo que determina cuanto aguante y como lo resista será cuan
arraigado este en la Palabra de Dios.
Malos testimonios, decepciones, frustraciones, mentiras, engaños, infidelidad,
perdida de amigos, traición y muchas otras. Pero si su confianza esta puesta en
Dios y en sus promesas, nada de esto le separara de Cristo o lo debilitara en su
fe, todo lo contrario, lo estabilizará.
B. Las tormentas de desarrollo lo limpiaran.
A menudo necesitamos una buena limpiadita. EL pecado va ensuciando o
corrompiendo nuestra alma y nuestro corazón, es entonces cuando
necesitamos ser limpios.
A lo mejor no se había dado cuenta de esto, pero una de las cosas que una
tormenta hace es limpiar. Sea de fuego, o de viento o lluvia, las tormentas
limpian.
Vea lo que dice 1 Pedro 1:7.
Aplicación: Dios permite y envía tormentas que son para desarrollarnos por
medio de limpiarnos del pecado que nos asedia. La suciedad del pecado en el
corazón impide al creyente servir a Dios efectivamente y vivir la vida
 abundante. Necesita pasar por esas pruebas que tienen el propósito de
limpiarlo a través del arrepentimiento y el cambio de pensamiento y
corazón.
C. Las tormentas de desarrollo lo pondrán en sincronía.
El problema que muchos cristianos tienen es que no están sincronizados con
Dios. No están en el tiempo de Dios. Dios tiene su horario, su reloj.
Necesitamos aprender a estar en sincronía con Dios.
Esto queda ilustrado en la iglesia de Jerusalén cuando comparamos Hch 1:8
con Hch 8:1. Dios tuvo que enviar una tormenta, la tormenta de la persecución
para que la iglesia llegase a estar en sincronía con Dios.
Algunos en la iglesia dicen “yo quiero hacer esto o aquello para Dios algún
día”. No han comprendido que lo que Dios desea lo desea ahora, este es el
tiempo de Dios. Es el tiempo de buscarlo y de servirle.
¿Está usted en sincronía con Dios? ¿O necesita ayuda?

II. TORMENTAS QUE DIRIGEN.

Estamos aprendiendo que Dios obra en nuestras vidas por medio de varias
tormentas: las de diagnóstico sirven para Dios mostrarnos nuestras áreas débiles;
por medio de las tormentas de desarrollo Dios nos ayuda a fortalecernos y
prepararnos para servirle; ahora aprenderemos que una vez que estamos listos
Dios nos ayuda por medio de las tormentas que dirigen, él lo hace con el fin de que
sepamos en qué lugar y con qué propósito Dios quiere bendecirnos y usarnos.

A. Dirigen al lugar y al propósito de Dios.

Hay una serie de ejemplos en la biblia de como Dios uso tormentas para dirigir
uno de sus siervos al lugar y al propósito que él había planeado.
Echemos un vistazo a algunos de estos ejemplos:
1. Elias: 1 Reyes 17.1-7; 8-24.
2. Jonas.
3. El caso de José:
a. Odiado por sus hermanos.
b. Lanzado a un poso para ser dejado a morir.
c. Vendido como esclavo.
d. Falsamente acusado.
e. Prisión durante dos años.
f. Olvidado por el mayordomo.
g. Dos años mas en prisión.
h. Gn 50:20.

Conclusión:

Una buena pregunta para hacernos en este momento: Gn 50:19.