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TEMA 4

LA BIBLIA Y SU APLICACIÓN A LA
ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR

I. INTRODUCCIÓN.

II. NOMBRE DE ESTA COLECCIÓN DE


LIBROS.

III. ORDENACIÓN Y DIVISIÓN DE LOS


LIBROS DE LA BIBLIA.

IV. LAS LENGUAS DE LA BIBLIA.

V. PERSONAJES BÍBLICOS DESTACADOS.

VI. LA BIBLIA EN EL CURRÍCULO DE LA


ERE EN PRIMARIA.

VII. TAREAS DEL PROFESORADO DE


RELIGIÓN CON RESPECTO A LA BIBLIA.

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I. INTRODUCCIÓN.
La pretensión fundamental de este tema es poner en relación
el mundo bíblico y el contexto educativo. La Biblia lleva consigo
elementos que se deben conocer para posibilitar una comprensión
auténtica del Mensaje cristiano. La historia bíblica, en cuanto
circunstancias de composición y redacción, lleva en sí, además, la
historia de un pueblo, el pueblo de Israel. A la vez, la gran riqueza
de su contenido manifiesta una literatura rica y enjundiosa que
permite entender ciertas claves del mensaje que transmite.

Las etapas históricas de la Biblia, los personajes, los hechos y


los textos bíblicos muestran una riqueza tan amplia que hacen de la
Biblia un tesoro, en el que pretendemos adentrarnos
progresivamente mediante una didáctica aplicada a cada etapa
evolutiva.

Aproximarnos didácticamente a la Biblia supone saber qué es la


Biblia y cómo ha sido el proceso de su composición.

A simple vista parece que todo el mundo conoce qué es la Biblia,


pero la realidad es otra bien distinta. Bastante gente identifica la
Biblia simplemente con un “libro”, sin darse cuenta de que
realmente es una colección de libros, una auténtica “biblioteca”.

La misión más importante del maestro de Religión, cuando llegue


el momento de trabajar la Biblia en el aula, es motivar a sus
alumnos a que se acerquen con ilusión a ella para descubrir su
definición, su composición, sus personajes más representativos, su
contexto histórico, descubriendo así la gran riqueza que esta
“colección de libros” contiene. Todo ello debe hacerlo, adaptándose
a los destinatarios que tiene delante.

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II. NOMBRE DE ESTA COLECCIÓN
DE LIBROS.
A los libros del AT (Antiguo Testamento) y NT (Nuevo
Testamento) se le dan fundamentalmente dos nombres colectivos:
el primero es Biblia y el segundo es Sagrada Escritura.

El nombre de la Biblia viene de “Biblos”, que es un antiguo


pueblo fenicio en la costa mediterránea, un poco más arriba de la
actual Sidón. Era un gran centro comercial de papiros entre otras
cosas, que fue uno de los materiales de la escritura en la
antigüedad. Originariamente la palabra “biblos” significaba la planta
o la corteza de la misma con la que se elaboraba el papiro.

En el griego antiguo empezó a usarse un diminutivo que se


escribía “biblion”, que significaba libro. El plural de “biblion” en
griego es “biblia”, terminada en –a, por tanto, “biblia” = libros. En
definitiva, Biblia significa literalmente “conjunto de libros”.

En cuanto al nombre de Sagrada Escritura, a veces en plural


Sagradas Escrituras, expresa sobre todo el carácter religioso de la
Biblia. Este nombre aparece ya en varios escritos del NT, que
llaman así a los libros del AT. A veces, sólo dicen “Escritura”, por
ejemplo, en Jn 10,35; Mt 21,42; 2Tim 3,16. Otras veces se expresa
explícitamente el carácter sagrado de las Escrituras, por ejemplo en
Rm 1,2.

Entonces, ¿la Biblia es un libro o una biblioteca?. Pues son las


dos cosas:

 La forma singular “la Biblia” está indicando un solo libro en


cuanto que tiene un único Autor principal, Dios; y con un
tema central que es la Historia de la Salvación.

 Si tomamos la forma griega plural (Biblia), estamos


expresando que la Biblia es también una colección de
libros, una pequeña biblioteca.

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III. ORDENACIÓN Y DIVISIÓN DE
LOS LIBROS DE LA BIBLIA.
La Biblia católica se divide en dos grandes partes: el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento.

La palabra Testamento aquí no tiene un sentido jurídico, de


declaración de las últimas voluntades, sino que significa y quiere
decir “Alianza”. Una alianza es siempre un compromiso entre dos
personas, en nuestro caso nos estamos refiriendo al compromiso
entre Dios y los hombres.

Con el AT nos referimos a todos los libros antes de Cristo, que


tratan de la Antigua Alianza instituida por Yavé con el pueblo de
Israel en el monte Sinaí. En cambio, el NT son todos los libros
referidos a la Nueva Alianza instituida por Cristo (2Cor 3,14).

Los dos Testamentos constituyen una unidad, ya que, se lee el


At considerándolo Palabra de Dios y con la misma veneración que
lo hacía Jesús. Los libros del AT cumplen la función de ir
preparando para la llegada del Mesías, por eso, sólo se
comprenden desde Cristo. Sin embargo, entre el AT y el NT hay
grandes diferencias. El AT hay que leerlo a la luz del NT.

En total hay 73 libros en la Biblia. El AT está compuesto por 46


libros, tomando a Lamentaciones y Baruc como libros separados; y
considerando la Carta de Jeremías dentro del Libro de Baruc. El NT
está compuesto por 27 libros.

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1. División del AT.
El At está dividido en cinco grandes bloques, que contienen los
46 libros:

Pentateuco:
Son los cinco primeros libros de la Biblia que, a partir del siglo
II, reciben el nombre de Pentateuco. Entre los judíos recibe el
nombre de Torá, que quiere decir Ley.
- Génesis
- Éxodo
- Levítico
- Números
- Deuteronomio

Libros históricos:
El título de “libros históricos” nos puede llevar a pensar que se
trata de crónicas o anales históricos en el sentido científico de
la palabra, pero no es así. La historia bíblica es una lectura
confesional de los acontecimientos hecha desde la fe en Dios
por autores creyentes, que quieren compartir con sus lectores
esa misma fe. Es una historia sagrada. Los historiadores
bíblicos descubren en la vida una cuarta dimensión: la
referencia de las cosas y de los acontecimientos a Dios.
- Josué
- Jueces
- Primer libro de Samuel
- Segundo libro de Samuel
- Primer libro de los Reyes
- Segundo libro de los Reyes
- Primer libro de las Crónicas
- Segundo libro de las Crónicas
- Esdras
- Nehemías
- Rut
- Tobías
- Judit
- Ester
- Primer libro de los Macabeos
- Segundo libro de los Macabeos
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Libros proféticos:
Los profetas eran los pregoneros de la Palabra de Dios. Eran
hombres carismáticos, llamados directamente por Dios. En
sus escritos se dedican a anunciar el mensaje y también a
denunciar las injusticias y los abusos que van contra Dios y
contra las personas.
- Isaías
- Jeremías
- Baruc (contiene la Carta de Jeremías)
- Ezequiel
- Daniel
- Oseas
- Joel
- Amós
- Abdías
- Jonás
- Miqueas
- Nahum
- Habacuc
- Sofonías
- Ageo
- Zacarías
- Malaquías

Libros poéticos:
- Salmos
- Cantar de los cantares
- Lamentaciones

Libros sapienciales:
- Job
- Proverbios
- Eclesiastés
- Sabiduría
- Eclesiástico
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2. División del NT.

El NT está formado por 27 libros, que se dividen según el tema


que tratan. Primero están los cuatro Evangelios, muy unidos al libro
de los Hechos de los Apóstoles que refleja cómo vivían las primeras
comunidades cristianas. Posteriormente, están las cartas, tanto las
llamadas Cartas de San Pablo como las llamadas Cartas Católicas.
Finalmente, el último libro de la Biblia que es el Apocalipsis, y que
contiene toda una visión escatológica de lo que sucederá al final de
los tiempos.

 Evangelios:
o Mateo
o Marcos
o Lucas
o Juan

 Hechos de los apóstoles

 Cartas:
o Carta a los Romanos
o Primera Carta a los Corintios
o Segunda Carta a los Corintios
o Carta a los Gálatas
o Carta a los Efesios
o Carta a los Filipenses
o Carta a los Colosenses
o Primera Carta a los Tesalonicenses
o Segunda Carta a los Tesalonicenses
o Primera Carta a Timoteo
o Segunda Carta a Timoteo
o Carta a Tito

 Libro del Apocalipsis

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3. Capítulos y versículos.
Para facilitar el uso de la Biblia, fue dividida en partes breves,
trabajo que en el AT comenzaron a hacer los rabinos en la época de
Cristo.

La división en capítulos fue hecha por Esteban Langton en el


año 1214. Poco después estos capítulos fueron divididos en
pequeñas fracciones por Hugo de Sancro. Pero el primero en
dividirlos en versículos fue Santos Pagnini en 1527: su división del
AT nunca fue cambiada, pero los versículos del NT se consideraron
demasiado largos, de manera que Roberto Stefano hizo la división
definitiva en 1551.

Los capítulos proceden, por tanto, de la Edad Media y los


versículos del siglo XVI. Nosotros hoy la seguimos citando conforme
a dicha división. Esta división no es la ideal, ya que, no siempre es
lógica y con frecuencia corta el sentido del texto. Sin embargo,
después de tantos siglos una nueva división traería más confusión
que utilidad, y por eso se mantiene tal cual.

IV. LAS LENGUAS DE LA BIBLIA.


Fue escrita en tres idiomas: hebreo, arameo y griego.

En hebreo se escribieron todos los libros llamados


“protocanónicos” que son los que se aceptaron en un primer
momento como revelados; son todos los del AT menos aquellos
escritos en griego: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, 1-2
Macabeos y algunos capítulos de Esther y Daniel.

El hebreo es una lengua semita y que los israelitas encontraron


al conquistar Palestina. Las lenguas semitas son las habladas en
Oriente Medio. En un momento de la historia deja de ser la lengua
popular y el hebreo se convierte en lengua escrita y culta. Esto se
prolonga hasta el tiempo de Jesús y tenemos testimonios de que los
escribas designan como hebrea la lengua aramea del pueblo.

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Hay partes de la Biblia muy pequeñas escritas en arameo, así en
Gn 31,47 vemos dos palabras; en Jr 10,11 encontramos un
versículo completo; en Dn 2,4b-7,28; en Esdras desde el 4,28-6,18
y 7,12-26.

El arameo es una lengua de la región siro-arábiga y llegó a ser la


lengua internacional de la diplomacia y del comercio del siglo VII
a.C. En tiempos de Darío I (siglo VI a.C.) fue utilizada para unificar
las relaciones de los diversos países que componían el Imperio.

En griego se escribió todo el NT. Se hizo una traducción de todo


el AT al griego que se llama Biblia de los LXX.

El año 331 se produce la conquista de Alejando Magno y se


establece el griego como lengua oficial, aunque el arameo no
desaparece totalmente.

El griego del NT y el de la Biblia de los LXX no es el griego


clásico, sino el llamado “koiné”, que es un griego simplificado y
hablado durante cerca de ocho siglos desde el siglo IV a.C. hasta el
siglo IV d.C.

A partir del siglo IV d.C. se establece el latín. Y en el año 382


d.C. San Jerónimo traduce la Biblia al latín, esta traducción es muy
famosa y es conocida como la Vulgata, que quiere decir “popular”.

A partir de esta traducción de San Jerónimo se pudo mucho más


tarde traducir toda la Biblia a los diferentes idiomas. De tal manera
que en la actualidad, la Biblia es el libro más leído y traducido del
mundo.

1. Traducciones modernas de la Biblia.

No existen distintas Biblias, sino distintas traducciones de la


misma y única Biblia.

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Las traducciones a un mismo idioma, al castellano por ejemplo,
son diferentes entre sí por diversos motivos, entre los más
importantes podemos señalas que unos traductores prefieren
sacrificar la exactitud a la elegancia, otros prefieren tener en cuenta
la exactitud, otros emplean un lenguaje popular y accesible a las
personas de menos formación, otros utilizan un lenguaje más culto.

Aparte del texto, las distintas traducciones de la Biblia también se


valoran por una serie de complementos o ayudas como pueden ser
las notas, introducciones, mapas, divisiones, etc.

Podemos decir que las traducciones pueden ser acertadas o


desacertadas en cuanto a la fidelidad y mérito literario, pero lo
importante es que sólo hay una Biblia, son las traducciones las que
difieren entre sí.

V. PERSONAJES BÍBLICOS
DESTACADOS.

ABRAHAM
El primer patriarca hebreo fue
Abraham, quien por mandato de Dios
salió de su parentela para la tierra
que Dios le mostraría, y como
promesa, haría de él una gran
nación, cuya esposa fue Sara y de la
cual nació Isaac, el
segundo patriarca, a su vez, Isaac
tuvo dos hijos, Jacob y Esaú.

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ISAAC
Isaac fue el hijo de Abraham y Sara
concedido en cumplimiento a lo que
Dios les había prometido; pasó sus
primeros años en Beerseba o sus
alrededores. Abraham obedeció sin
vacilación al mandato de Dios aun
cuando se le ordenó sacrificar a
Isaac (Génesis 22). Pero Dios
intervino e Isaac se libró de la
muerte. Para complacer a Abraham,
Isaac se casó con Rebeca, nieta del
hermano de Abraham, de la cual tuvo
dos hijos: Jacob y Esaú.

REBECA
Fue hija de Betuel, hermana de
Labán, esposa de Isaac y madre de
Jacob y Esaú. No tuvo hijos durante
veinte años, pero finalmente dio a luz
gemelos: Jacob y Esaú. En Génesis
27, leemos que Rebeca indujo a su
hijo favorito, Jacob, a obtener
mediante engaño la bendición de
Isaac. Luego tuvo que enviar a Jacob
a Mesopotamia para librarlo de la ira
de Esaú. Rebeca murió antes que
Isaac y fue sepultada en la tumba de
Abraham, la cueva de Macpela, cerca
de Hebrón.

JACOB Y ESAÚ
Dios reveló a Rebeca que ella daría
a luz gemelos importantes, porque de
ellos nacerían dos grandes naciones:
Esaú fue padre de los edomitas o
idumeos; Jacob continuó la
genealogía de la nación judaica y fue
antecesor de Jesús. En este doble
alumbramiento, Esaú nació primero,
llegó a ser hábil cazador y fue el hijo
favorito de Isaac. Jacob, tranquilo e
inofensivo, fue el favorito de Rebeca.

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RAQUEL
Fue la hija menor de Labán (Génesis
29,6). Jacob su esposo trabajó siete
años para obtener su mano en
matrimonio, pero fue engañado por
Labán, quien lo hizo casar con Lea, la
hermana mayor; de modo que Jacob
tuvo que trabajar siete años más para
obtener a Raquel. Ella fue estéril durante
varios años y después dio a luz a José.
Raquel murió al dar a luz a Benjamín, y
su sepulcro está cerca de Belén.

MOISÉS
Fue hijo de Amram y Locabed. Nació en
Heliópolis, famosa ciudad del bajo
Egipto. Fue adoptado por la hija de
Faraón y educado "en toda la sabiduría
de los egipcios" (Éxodo 21,1-15). Se
casó con Séfora, hija de Jetró. Era pastor
cuando se acercó a la zarza ardiendo y
recibió la llamada de Dios. Guió al pueblo
al Sinaí después de pasar junto al Mar
Muerto. Guió a los israelitas desde el
Sinaí a las fronteras de la Tierra
Prometida, pero murió en Nebo.

JEREMÍAS
Jeremías nació en el Siglo séptimo A.C.,
cerca de Jerusalén. Tenía veinte años de
edad cuando el Señor lo llamó a ser
profeta suyo. Profetizó el castigo de
Jerusalén a manos de un pueblo
de corazón duro. Vio a su pueblo pasar
de la prosperidad bajo el rey Josías a
una condición de perversidad bajo el
mando de cuatro reyes impíos que
levantaron ídolos y perseveraron en
extraviar al pueblo. Presenció impotente
la invasión babilónica, y finalmente la
caída de Jerusalén. Se le identifica con el
libro del AT que lleva su nombre.

JOSUÉ
Héroe del libro de Josué e hijo de Nun,
fue ayudante de confianza y ministro de
Moisés. Dirigió los ejércitos de Israel en
una gran victoria contra los amalecitas en
el Sinaí. Muerto Moisés, condujo a los
hijos de Israel a través del Jordán hasta
la Tierra Prometida (Josué 1-6). Bajo
su dirección fueron conquistados Jericó y
sus alrededores, se dividió la tierra y se
establecieron las ciudades de refugio
(Josué 7-21).

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DAVID
En hebreo David significa "amado". Hijo
de Isaí, nació en Belén. Fue el menor de
ocho hermanos y pasó la juventud como
pastor. Su talento musical y poético llegó
a oídos del rey Saúl. Éste lo llevó a la
corte. David se casó con Mical, hija del
mismo rey. Estas nuevas relaciones
tuvieron suma importancia en la
futura seguridad de David. Cuando en su
juventud mató a Goliat, conquistó gran
popularidad, pero también se atrajo la ira
de Saúl, del cual tuvo que huir durante
muchos años. David gobernó a Judá en
Hebrón siete años y medio antes de
llegar finalmente al trono de todo Israel.
Sus triunfos incluyen el retorno del arca a
Jerusalén, la unión de las doce tribus, los
planes para edificar el templo. Murió a
los setenta años de edad.

DÉBORA
Débora fue una profetisa que vivió entre
Ramá y Bet-el en el monte de Efraín, en
donde juzgó a Israel (Jueces 4,5). El
pueblo había caído en total desaliento
bajo la opresión de los cananeos. Débora
inspiró al pueblo y llamó a Barac para
que dirigiera las fuerzas contra Sísara y
los aliados de éste. En la batalla de
Cedes fueron derrotados los cananeos
mandados por Sísara. Los detalles de
esta liberación constan en el cántico de
Débora y Barac (Jueces 5).

JUDIT
Judit es una palabra israelita que
significa: "alabado sea Dios".
Esta es una heroína famosa que expuso
valientemente su vida con tal de obtener
la libertad para su patria, Israel, y la
libertad para su religión. Uno de los
libros más emocionantes de la Biblia es
el de Judit, donde se narra la valentía
asombrosa de esta mujer.

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MATEO
Se destaca primordialmente como autor
del Evangelio que lleva su nombre. Fue
hijo de Alfeo y recolector de impuestos
en la aduana local. En Mateo 9,9, éste
cuenta cómo fue llamado a ser discípulo:
"Pasando Jesús de allí, vio a un hombre
llamado Mateo, que estaba sentado
al banco de los tributos públicos, y le dijo:
Sígueme. Y se levantó y le siguió". No
hay en el Nuevo Testamento ninguna
otra mención directa de Mateo, excepto
la lista de apóstoles en Lucas 6,15.

JUAN EL BAUTISTA
Juan el Bautista, el precursor de Cristo,
nació tres meses antes que éste, y fue
hijo de Zacarías y su esposa Isabel
(Lucas 1,5-25). Se dedicó a predicar en
el desierto anunciando a Jesús, el cual
estaba a punto de presentarse ante los
judíos. Aparte de su vestido, hecho de
pelo de camello y atado con un cinturón
de cuero, fue un segundo Elías que
proclamó el mensaje de arrepentimiento.
Nació cerca del 4 A.C. y fue decapitado
entre el 29 y el 30 D.C. por Herodes
Antipas por denunciar el matrimonio de
éste con su cuñada Herodías
(Mateo 4,1-12).

PONCIO PILATO
Era el procurador romano de Judea
cuando Cristo fue crucificado (Mateo
27,2). Era personalmente responsable
ante el emperador Tiberio por las
cuestiones financieras, civiles, militares y
penales de su provincia de Judea. La
fama de Pilato obedece principalmente a
su papel en el proceso y crucifixión de
Jesús. Trató de librar a Jesús, pero el
pueblo, por el contrario, exigió
la libertad de Barrabás el ladrón.

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PABLO
Oriundo de Cilicia (Tarso), fue ciudadano
romano por nacimiento. Su familia era de
la tribu de Benjamín, y fue educado como
fariseo. Fue un gran perseguidor de la
Iglesia. Se convirtió más tarde cuando
iba rumbo a Damasco, luego de quedar
ciego (Hechos 9,1-19). Cambió
radicalmente de vida y se convirtió en el
gran misionero mundial del Nuevo
Testamento. Encarcelado por largos
períodos en Roma, la tradición afirma
que murió como mártir decapitado en
Roma. Es el autor de la mayoría de las
epístolas del Nuevo Testamento.

PEDRO
El nombre de Pedro significa "piedra".
Fue hermano de Andrés e hijo de Jonás.
Era pescador y uno de los primeros
llamados por Jesús. Se le menciona más
veces que a cualquier otro personaje del
Nuevo Testamento, ya que, Jesús lo
eligió como cabeza de la Iglesia. Negó a
Jesús en los días de la crucifixión (Mateo
26,73-75), pero luego lloró arrepentido.
La tradición afirma que murió crucificado
cabeza abajo en Roma.

LIDIA
Prosélita judía, vendedora de púrpura en
Tiatira, y seguidora de Dios en Filipos,
solía ir a orar a la ribera del río. Fue allí
que Pablo y sus compañeros la hallaron.
Oyente asidua, abrió el corazón al Señor
(Hechos 16,14). Ella y los suyos creyeron
y fueron bautizados, convirtiéndose en
los primeros frutos de Pablo en Europa.
Ansiosa de mostrar su gratitud, alojó a
los apóstoles en su casa de Filipos
después que fueron encarcelados.
Sabemos que después de aquella
primera conversión nació allí una gran
comunidad cristiana.

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VI. LA BIBLIA EN EL
CURRÍCULO DE LA ERE EN
PRIMARIA.

La Biblia es el libro sagrado de los cristianos en el que está


contenida la Palabra de Dios. Esta Palabra es algo vivo, se dirige a
los hombres de todos los tiempos. Reconociendo su importancia, se
incorpora al currículo de la enseñanza religiosa todo su contenido,
con el fin de que pueda aprenderse cómo es su estructura, su
composición y, fundamentalmente, su mensaje.

El docente está llamado a desentrañar principalmente las claves


fundamentales del aspecto didáctico, es decir, discernir qué, cómo y
cuándo transmitir este mensaje al alumnado.

La Biblia, como libro central de la Religión Católica, debe tener


un espacio real en las programaciones y, consecuentemente, en el
trabajo de aula. Conocer la Biblia y saber utilizarla sin quedarse en
lo anecdótico es algo esencial.

La presencia de la Biblia en todos los currículos de la ERE es


fundamental, por supuesto, también lo es en toda la etapa de
Primaria.

Dentro de los 12 objetivos que se plantean para toda la etapa de


Primaria, tres hacen referencia a aspectos bíblicos: uno de ellos de
forma explícita, y de forma implícita, los otros dos. Nos detenemos
en ellos:

 Conocer y manejar la Biblia reconociendo su estructura de


forma básica.

 Identificar el significado de algunos textos básicos del


Mensaje cristiano, que faciliten la comprensión de la acción
del Espíritu Santo en la Iglesia y en el mundo.

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 Reconocer los valores cristianos ya presentes en las
figuras bíblicas más destacadas de la Historia de la
Salvación.

Con respecto a los criterios de evaluación correspondientes a


esta etapa en relación a la Biblia, coinciden en su mayoría con
los principales temas propuestos en los contenidos, esto es,
valorar y reconocer la manifestación de Dios Padre, reconocer el
mensaje y las enseñanzas de dichos y hechos de Jesús
(parábolas, milagros…). Además de conocer y describir a los
principales personajes bíblicos.

VII. TAREAS DEL PROFESORADO


DE RELIGIÓN CON RESPECTO A
LA BIBLIA.
Como ya sabemos, la Biblia forma parte de nuestra cultura y de
la vida cotidiana (arte, costumbres, lenguaje…). Pero, en general,
son grandes las dificultades que hay para acceder a ella. Las
causas son múltiples:

- El fuerte proceso de secularización de nuestra sociedad


occidental.
- La poca formación de muchos católicos respecto a su Libro
Sagrado.
- La distancia temporal (en algunos textos más de tres mil
años) y cultural (lengua, formas de pensar y vivir…) del
mundo bíblico respecto del nuestro.

Por tanto, es obvio que comprender un texto bíblico hoy en día


exige más que una simple lectura o presentación: siempre requiere
una “contextualización”, una explicación. El profesorado de Religión
tiene, por ello, que plantearse al ofrecer un texto bíblico a los
destinatarios, una triple tarea:

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 Exegética o de conocimiento: conocer el “ayer” del texto
(género literario, época, autor o autores, contexto histórico,
destinatarios, circunstancias de la transmisión del texto…).

 Hermenéutica o de interpretación: descubrir en el texto el


“presente” (su mensaje directo, tomándose el texto en serio,
partiendo de lo que dice y no de lo que nosotros quisiéramos
que dijera).

 Metodología de aplicación: el texto tiene un “futuro” si puede


aplicarse a las finalidades pedagógicas y educativas de los
destinatarios.

No es posible saltarse estos criterios sin menoscabo de la


función que tiene que cumplir el texto bíblico. Ello requiere, por
parte del profesorado de Religión, una preparación básica sobre el
“hecho bíblico” lo suficientemente amplia y completa como para que
se pueda mover con cierta competencia y profesionalidad en este
tema ante al alumnado. Y eso se consigue con el estudio y el
trabajo de investigación.

1. Criterios sobre la didáctica de la Biblia en un


contexto educativo.
Como en todos los ámbitos, es conveniente tener en cuenta una
serie de “riesgos” que hay que evitar a la hora de trabajar la Biblia
en el aula:

 Amplitud: querer abarcar mucho en la transmisión de


conocimientos o el uso en exceso de los textos bíblicos; es
fácil perderse y dar al alumno la sensación de dispersión.

 Fragmentación: quedarse en textos bíblicos “aislados”, sin


conocer la relación que tienen entre sí y cómo están al
servicio del mensaje global.

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 Exterioridad: quedarse en “hablar sobre” la Biblia y no
dejar que los alumnos conozcan, toquen, vean y tengan
posibilidad de acceder directamente la texto bíblico,
aunque a continuación haya que explicarles una serie de
términos, conceptos y contextos.

 Descontextualización o irrelevancia: aislar los


conocimientos y mensajes bíblicos de la experiencia
concreta personal. Si esto sucede, los alumnos no se
sentirán interesados en lo que se intenta transmitir, no será
significativo para sus vidas.

Por todo ello, es importante descubrir las tareas principales


que el profesorado de Religión tiene en este campo respecto al
alumnado. Tareas que quedan sintetizadas en el siguiente cuadro:

Introducirle en un conocimiento global elemental sobre la Biblia,


1 en su triple dimensión: de historia, de literatura y de mensaje.

Familiarizarle con el estudio de algunos hechos, textos,


2 personajes bíblicos claves: no es necesario trabajar con
muchos personajes, pero sí dedicarles una especial atención a
los más importantes.

Descubrir la influencia de la Biblia en la vida, la cultura, la


historia, las tradiciones, las celebraciones, las fiestas y las
costumbres de la realidad que nos rodea, así como abrirle el
3 horizonte al significado de este mensaje también en su vida
personal y en su proyecto de futuro y de felicidad.

Acostumbrarle a entrar en contacto directo con el texto bíblico,


4 accediendo a él desde el volumen completo de la Biblia.

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