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Competencia bajo equilibrio parcial

Con reflexiones críticas acerca de la microeconomía neoclásica

Sergio Monsalve
(con la colaboración de Erick Céspedes)

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias Económicas
Escuela de Economía
BOGOTÁ D.C.
SEMANA 1

Principios de la teoría del consumidor y maximización de la


utilidad

1.1. Introducción
Durante esta primera semana estudiaremos los principios básicos de la teoría
del consumidor bajo competencia perfecta, haciendo particular énfasis en la
epistemología que lleva a la formación de las demandas de este agente económico,
que es el objetivo central. La teoría neoclásica logra esto mediante la maximización
del gusto (deseo) por el consumo que tiene un consumidor (que aquí llamaremos
“utilidad”), pero que está restringido por su presupuesto.

1.2. La noción de consumidor y de utilidad


Un consumidor (en ocasiones también llamado “hogar”) es una persona, un gru-
po o una familia con un propósito de consumo unificado. La teoría neoclásica del
consumo (o del consumidor) bajo competencia perfecta, busca entender el proceso
de la formación de la demanda bajo los parámetros de la economía como ciencia
natural; es decir, asumiendo a los consumidores como partículas y optimizando
cierta función para obtener las demandas.

Y el problema es: ¿cuál es esa función? Para definirla, la teoría neoclásica asume
que, de alguna forma, existe un “deseo interno” del consumidor hacia las mercan-
cías que le produce placer (o felicidad) y que lo lleva a demandar por ellas, pero
que no está influenciado por hechos exteriores al consumidor. Ese placer que le
produce obtener las mercancías y consumirlas, se mide en una escala cuantitati-
va de valoración uniforme, que la economía neoclásica simplifica, para propósitos
analíticos, mediante una función: ella es la función de utilidad (o utilidad cardinal)
que especificamos enseguida.
14 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

1.3. Principios de la función de utilidad


En adelante trabajaremos, fundamentalmente, con dos mercancías, x e y, aunque
todo es posible entenderlo (y lo haremos ocasionalmente) en el caso de una sola
mercancía o extenderlo, inmediatamente, a tres o más mercancías. Sin embargo,
para nuestro propósito, en este texto, de estudiar economías bajo el criterio del
equilibrio parcial, esto es suficiente, pues será usual interpretar a x como la mer-
cancía a analizar, y a y (ye) como el “resto de mercancías”.

Por su parte, asumiremos aquí que todo consumidor tiene su propia función de
utilidad U (x, y) que mide, de alguna forma, la “satisfacción” (“placer”, “felicidad”
o “bienestar”) que la canasta (x, y) le produce (figura 1.1). Esta es la “fuerza de
atracción” o “deseo de consumo” hacia las diferentes combinaciones de bienes del
mercado.

Es típico asumir inicialmente y para propósitos analíticos, que U (x, y) es una


función continua, monótona creciente en cada uno de sus argumentos (x e y)1 , y
cuasicóncava2 en el primer cuadrante del plano cartesiano R2 . 3

Figura 1.1. Función de utilidad z = U (x, y).

Ejemplo 1. (Cinco funciones típicas de utilidad)

Estas son cinco clases de funciones típicas, cada una con características parti-
culares como funciones de utilidad:

a) La primera función de utilidad que presentamos es la función Cobb-Douglas


U (x, y) = xα y β con α, β > 0.
1 Es decir, si x aumenta, también aumenta U (x, y); y si aumenta y (ye), también aumenta

U (x, y).
2 Una función de utilidad cuasicóncava en el primer cuadrante del plano cartesiano R2 , se

define mediante la característica de que para todo nivel fijo de utilidad U0 , los conjuntos
S = {(x, y)|U (x, y) ≥ U0 } son convexos. Esto significa que las curvas de indiferencia son
curvas convexas al origen (ver Apéndice matemático al final del manual), como ilustraremos
más adelante.
3 En ocasiones se requerirá que la función de utilidad sea cuasicóncava estricta para que los

típicos resultados neoclásicos se tengan (ver Apéndice matemático al final del manual).
1.3. PRINCIPIOS DE LA FUNCIÓN DE UTILIDAD 15

b) La segunda función de utilidad es la función Leontief U (x, y) = Min{αx, βy}


con α, β > 0.4
c) La tercera función de utilidad es la función lineal U (x, y) = αx + βy con
α, β > 0.
d) La cuarta función de utilidad es la función cuasilineal U (x, y) = αu(x) + βy
donde u(x) es una función cóncava estricta, con α, β > 0.
e) La quinta función de utilidad es la función separable U (x, y) = αu(x) + βv(y)
donde u(x) y v(y) son funciones cóncavas estrictas y α, β > 0.
Las diferencias en comportamiento de cada una de estas funciones de utilidad, se
irán develando a medida que avancemos en las cuatro primeras semanas.

1.3.1. Hipótesis sobre las curvas de indiferencia: la utilidad


ordinal
A partir de la función de utilidad U (x, y) es muy conveniente, desde el punto de
vista del análisis gráfico, calcularle sus correspondientes curvas de nivel de utilidad
(también llamadas curvas de indiferencia o de isoutilidad)

U (x, y) = U0

donde U0 es una constante. Se trata de todos los planes de consumo (x, y) que
tienen el mismo nivel de utilidad, es decir, que le producen al consumidor la misma
satisfacción (figura 1.2). Veamos algunos ejemplos de esto.

Figura 1.2. Curvas de indiferencia U (x, y) = U0 .

Ejemplo 2 (Curvas de indiferencia)


a) Comencemos construyendo las curvas de indiferencia en un caso particular
(α, β = 1) de la función Cobb-Douglas: U (x, y) = xy = U0 , con U0 > 0.
De donde, despejando, se obtiene que:
U0
y= (hipérbolas)
x
4 Aunque esta función fue utilizada mucho antes por Walras (1874), entre otros.
16 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Para dar una idea de cómo surgen estas (ver figura 1.3), basta con hacer U o = 1,
y dibujar la hipérbola y = 1/x. Luego puede hacer U0 = 2, y construir la
hipérbola y = 2/x; etc. Variando U0 encontrará todas las curvas de nivel.

Figura 1.3. Curvas de indiferencia para una función de utilidad tipo Cobb-Douglas.

b) Ahora construyamos las curvas de indiferencia para la función de utilidad de


tipo Leontief U (x, y) = Min{x, y} con α = β = 1. Éstas satisfacen la ecuación
Min{x, y} = U0 para U0 fijo. Las escuadras de la figura 1.4 describen bien estas
curvas de nivel. Para construirlas, basta que el lector, por ejemplo, comience
colocando U0 = 1, y pase a encontrar todas las canastas (x, y) tales que
Min{x, y} = 1. Entonces encontrará puntos tales como (1, 1), (1, 2), (1, 3), . . . ,
etc; y también puntos tales como (2, 1), (3, 1), (4, 1),. . . , etc. Una vez el lector
coloque estos puntos en la figura 1.4, encontrará la escuadra predicha en esa
figura. Y, por supuesto, podemos hacer lo mismo con cualquier nivel U0 > 0
diferente de 1, para construir todas las curvas de nivel correspondientes a la
función de utilidad de tipo Leontief.

Figura 1.4. Curvas de utilidad para una función de utilidad tipo Leontief.

c) Pasemos ahora a construir las curvas de nivel de un caso particular de una


función lineal U (x, y) = x + y (donde α, β = 1). Éstas resultan al resolver la
ecuación x + y = U0 y, por tanto, estas curvas de nivel son rectas de la forma
y = U0 − x (ver figura 1.5).
1.3. PRINCIPIOS DE LA FUNCIÓN DE UTILIDAD 17

Figura 1.5. Curvas de indiferencia para una función de utilidad lineal.

d) Las curvas de indiferencia √ del caso particular de la función de utilidad


cuasilineal
√ con U (x, y) = x+y se construyen escribiendo la ecuación U (x, y) =
x + y = U0 . De donde (figura 1.6) se obtiene que

y = U0 − x (parábolas)

Figura 1.6. Curvas de indiferencia para la función de utilidad cuasilineal U (x, y) = x1/2 + y.

e) Finalmente,√ las curvas de indiferencia de la función de√ utilidad separable


√ √
U (x, y) = x + y, se construyen haciendo U (x, y) = x + y = U0 . De
donde se obtiene que √
y = (U0 − x)2
Estas curvas de indiferencia son semejantes a las curvas de la figura 1.6. N

Ahora: la hipótesis de que U (x, y) sea una función continua, monótona creciente
estricta en cada uno de sus argumentos (x e y)5 y cuasicóncava en el
primer cuadrante del plano cartesiano R2 , conlleva, inmediatamente, cierto
comportamiento general, también típico neoclásico, de las curvas de indiferencia:
5 Es decir, si x aumenta (aunque y (ye) esté fijo) entonces U (x, y) aumenta; y si y (ye) aumenta

(aunque x esté fijo) entonces U (x, y) aumenta. Sin embargo, algunas funciones de utilidad no
satisfacen esta condición, sino únicamente que si ambas cantidades (x e y) aumentan entonces
la utilidad aumenta. A este último tipo de funciones les aplicaremos todos los criterios sobre la
teoría que sean posibles, sin ignorar el hecho de que no satisfacen plenamente la condición de
monotonicidad creciente estricta en cada uno de sus argumentos.
18 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

i) Las curvas de indiferencia son continuas. Esta característica, trasladada de la


función de utilidad (que es continua) a las curvas de indiferencia, nos asegura,
de manera intuitiva, que ninguna curva de indiferencia puede “estar rota”
(figura 1.7).6

Figura 1.7. Hipótesis de continuidad de las curvas de indiferencia. Es decir, las curvas de
indiferencia no pueden estar “rotas”.

ii) Un aumento en las cantidades consumidas (de la mercancía x y de la


mercancía y (ye)) implica un aumento de la utilidad. Por lo tanto, las curvas
“más lejanas” del origen son las que tienen mayor nivel de utilidad. A esta
característica la llaman “monotonicidad” de las curvas de indiferencia y es el
resultado de que la función de utilidad sea monótona creciente en cada uno
de sus argumentos (x e y) (figura 1.8).

Figura 1.8. A es menos preferido que B y que C (es decir, A tiene menos utilidad (U0 = 1)).
Por su parte, B y C son indiferentes (ambas tienen la misma utilidad (U0 = 2)). Etc.

iii) Debe observarse que también las curvas de indiferencia satisfacen la


“condición de transitividad” (que se ilustra en la figura 1.8) señalando, por
ejemplo, que, dado que A es menos preferida que B (pues A está en una curva
de indiferencia inferior a la curva de indiferencia en la que está B), y B menos
preferida que D, entonces A es menos preferida que D.
6 Sin lugar a dudas esta hipótesis de continuidad sobre la función de utilidad y, por ende, sobre

las correspondientes curvas de nivel es un artificio analítico que la economía neoclásica impone
sobre sus elementos matemáticos para que haya mayor “tratabilidad analítica”. Es decir, para que
los resultados deseados puedan obtenerse recurriendo a las herramientas del cálculo diferencial y
del análisis real.
1.4. LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA 19

iv) (Hipótesis de la dieta balanceada) Las curvas de indiferencia satisfacen la


condición de “convexidad al origen” que, en ocasiones, se interpreta así (figura
1.9): las combinaciones convexas λ(x1 , y1 ) + (1 − λ)(x2 , y2 ) (con 0 < λ < 1) de
las dos canastas (x1 , y1 ) y (y1 , y2 ) son “preferidas o indiferentes” (en términos
de la función de utilidad) que la “especialización” consistente en escoger la
canasta (x1 , y1 ) o la canasta (x2 , y2 ), que están en los extremos de la recta.

Figura 1.9. Convexidad de las preferencias: las combinaciones convexas son “preferidas” a la
especialización (“hipótesis de la dieta balanceada”). Observe que si λ = 1 entonces la
combinación convexa es la canasta (x1 , y1 ) de un extremo de la recta; y si λ = 0 entonces la
combinación convexa es la canasta (x2 , y2 ) del otro extremo de la recta. Obviamente, si
λ = 1/2 la combinación convexa corresponde a (1/2)(x1 , y1 ) + (1/2)(x2 , y2 ) que se ubica
exactamente en la mitad de la recta; etc.

Por ejemplo, si este consumidor tuviera que elegir, por un lado, entre 10
manzanas y 2 libras de arroz (notada por la canasta (10,2)), y, por otro
lado, entre 2 manzanas y 10 libras de arroz (notada por la canasta (2,10)),
la característica de convexidad al origen de las curvas de indiferencia de
este consumidor, nos indicará que, en lugar de esas dos canastas, preferiría
“mezclarlas” consumiendo, por ejemplo, la canasta promedio 1/2(10, 2) +
1/2(2, 10) = (6, 6). Es decir, 6 manzanas y 6 libras de arroz. En otras palabras,
los consumidores muestran un “gusto por la variedad”. Esta condición,
debemos decirlo aquí, es una consecuencia directa de la cuasiconcavidad de
la función de utilidad. (ver el Apéndice al final del libro).

1.4. La restricción presupuestaria


Ahora pasamos al segundo instrumento (después de la función de utilidad o,
equivalentemente, de las curvas de indiferencia en utilidad) en la teoría del
consumidor. Esta es la restricción presupuestal que se define mediante la ecuación

p1 x + p2 y = M

donde p1 es el precio por unidad del bien x; p2 es el precio por unidad del bien
y (ye); y M es el presupuesto (renta) que tiene el consumidor para gastar en las
mercancías x e y. En principio, el presupuesto M no depende de los precios de
los bienes x y y.7 Esta ecuación define todas las canastas (x, y) que se pueden
consumir al gastarse todo el presupuesto M , bajo los precios p1 y p2 .
7 Siguiendo a Marshall (1890), el propósito inicial de la hipótesis de que M no dependa de

los precios de mercado (por ejemplo, de los salarios y de rentas) es que el enfoque principal de
20 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Obsérvese que la recta que define la restricción presupuestal también se puede


escribir de la forma y = −(p1 /p2 )x + (M/p2 ). Por ello, cuando x = 0 (es decir, no
consumimos nada del bien x) obtenemos que el consumo del otro bien es y = M/p2 ,
que es el intercepto con el eje y (ye); y cuando y = 0 (es decir, no consumimos
nada del bien y (ye)) obtenemos, despejando, que la cantidad consumida del otro
bien es x = M/p1 , que es el intercepto con el eje x (figura 1.10).

Figura 1.10. Restricción presupuestaria: está compuesta por todas las canastas (x, y) que puede
adquirir un consumidor con presupuesto M , a los precios de mercado p1 y p2 .

Sobre la restricción presupuestal podemos efectuar estática comparativa (ceteris


paribus) de la siguiente manera:

i) Cambio de M en la restricción presupuestal (figura 1.11): si aumenta el


presupuesto M (permaneciendo constantes los precios p1 y p2 ), la recta
presupuestaria se desplazará hacia arriba de manera rígida; pero si, por el
contrario, el presupuesto M disminuye, la recta presupuestaria se desplazará
hacia abajo.

Figura 1.11. Desplazamiento de la recta presupuestal por cambio en M .

este trabajo es el equilibrio parcial, y asumimos que los mercados de las mercancías en que está
interesado el consumidor, están aislados (por ejemplo, del mercado laboral o de capitales). Esto
se diferencia del equilibrio general que es cuando estos mercados están integrados. De otro lado,
se ha asumido que la restricción presupuestal es una igualdad de la forma p1 x + p2 y = M y
no una desigualdad de la forma p1 x + p2 y 6 M (indicando esto último que el consumidor no se
gasta necesariamente todo su presupuesto), debido a que, en general, en nuestro modelo, a mayor
consumo de mercancías, mayor satisfacción (utilidad). Luego el consumidor querrá utilizar todo
el presupuesto si quiere maximizar la utilidad.
1.4. LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA 21

ii) Cambio de p2 en la restricción presupuestal (Figura 1.12): Si aumenta el


precio p2 , la proporción M/p2 disminuirá (asumiendo que M y p1 permanecen
fijos); y por lo tanto, la recta presupuestaria girará en sentido contrario de las
manecillas del reloj, tal como aparece en la figura 1.12. Si, por el contrario, el
precio p2 disminuye, entonces la proporción M/p2 aumentará (asumiendo, de
nuevo, que M permanece fijo); y, por lo tanto, la recta presupuestaria girará
en el sentido de las manecillas del reloj.

Figura 1.12. Rotación de la recta presupuestal ante un aumento en el precio p2 .

iii) Cambio de p1 en restricción presupuestal asumiendo que M y p2 permanecen


fijos (Figura 1.13): El comportamiento gráfico es similar al aumento o
disminución de p2 tratado en II) arriba.

Figura 1.13. Rotación de la recta presupuestal ante un aumento en el precio p1 .

Con lo anterior en mente, en la figura 1.14 podemos observar, en algunos casos, las
oportunidades de consumo perdidas (o ganadas), debido a un cambio unilateral
(ceteris paribus) de parámetros.
22 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Figura 1.14. Oportunidades de consumo perdidas por cambio en las variables de la recta
presupuestal.

1.5. El problema principal (primal) del consumi-


dor y la curva de demanda
Uniendo ahora las dos piezas claves en la teoría del consumidor (función de
utilidad y restricción presupuestaria), llegamos al problema principal de la teoría
del consumo:

Maximizar U (x, y)
sujeta a p1 x + p2 y = M

donde x, y > 0. Es decir, maximizar la satisfacción en el consumo, sujeta al presu-


puesto que se tenga disponible y a los precios del mercado (figura 1.15). El objetivo
central al resolver este problema es encontrar sus soluciones óptimas (x∗ , y ∗ ), que,
en adelante, llamaremos las demandas del consumidor por los bienes x e y. Es
decir, se han construido las herramientas epistemológicas que nos dan cuenta de
cómo se pueden formar las demandas en una economía bajo competencia perfecta.

El proceso consiste (ver figura 1.15), en fijar la recta presupuestaria p1 x+p2 y = M ,


e ir aumentando paulatinamente la utilidad hasta alcanzar el máximo de ésta. Y
esto se logra en la figura subiendo las curvas de nivel en el sentido noreste, lo más
lejos posible del origen, pero sin despegarse definitivamente de la recta presupues-
tal. Veamos unos ejemplos de ello.
1.5. EL PROBLEMA PRINCIPAL DEL CONSUMIDOR 23

Demandas (x*,y*)
U(x,y)=U(x*,y*)

y*
p1x+p2y=M

x* x

Figura 1.15. El problema principal del consumidor. La solución (x∗ , y ∗ ) al problema, indica las
demandas del consumidor por ambos bienes.

Ejemplo 3 (Demandas para utilidad de tipo Cobb-Douglas)

Resolvamos del problema de consumidor

Maximizar xy
sujeta a p1 x + p2 y = M

Solución
La restricción p1 x + p2 y = M la podemos reducir a
M − p1 x
y= (1.1)
p2
Y con esto, colocamos nuestro problema de optimización en la siguiente forma:
 
x(M − p1 x) M x − p1 x2
Maximizar =
p2 p2

Derivando esta función cóncava estricta con respecto a x, e igualando a cero,


obtenemos que
M − 2p1 x
= 0 y así M − 2p1 x = 0
p2
o bien,
M
x=
2p1
y, reemplazando en (1.1), llegamos a que

M
y=
2p2

Y así obtenemos las demandas marshallianas (en honor de Alfred Marshall) de


este consumidor:
M M
x∗ = ; y∗ =
2p1 2p2
24 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Figura 1.16. Demandas en un caso Cobb-Douglas.

Noten que estas demandas son directamente proporcionales al presupuesto M , e


inversamente proporcionales a su propio precio. Y, además, si el presupuesto y
los precios se multiplican por la misma cantidad (es decir, se duplican, se tripli-
can, etc.), las demandas marshallianas no cambian. Esto último sucede siempre
con las demandas marshallianas, ya que al satisfacer la restricción presupuestaria,
p1 x+p2 y = M , aquellas no cambiarán si los precios y el presupuesto se multiplican
simultáneamente por un mismo número positivo cualquiera. Es decir, el consumi-
dor competitivo no padece de “ilusión monetaria”.

Ejemplo 4 (Demandas para utilidad de tipo Leontief)

Si la función de utilidad a maximizar es U (x, y) = Min{x, y}, el problema plan-


teado por el consumidor será:

Maximizar Min{x, y}
sujeta a p1 x + p2 y = M

Sin embargo, este problema no puede resolverse utilizando análisis marginalista (es
decir, con derivadas) como en el caso Cobb-Douglas, y tendremos que recurrir al
método gráfico. En la figura 1.17 se ve que al subir las escuadras de isoutilidad en
el sentido noreste, las demandas marshallianas serán iguales, pues los vértices de
las escuadras de isoutilidad deben desplazarse siempre a lo largo de la recta y = x,
hasta que el “último” vértice intersecte la recta presupuestaria. Así, las demandas
marshallianas deben satisfacer x∗ = y ∗ . Y, por lo tanto, de la recta presupuestaria
p1 x + p2 y = M se obtiene que

p1 x∗ + p2 x∗ = M

De manera que, despejando x∗ , se llega a que las demandas marshallianas estarán


dadas por:
M
x∗ = = y∗ 8
p1 + p2
8 Detrás de este proceso de optimización gráfico que conduce a demandas de la forma (x∗ , y ∗ )
1.5. EL PROBLEMA PRINCIPAL DEL CONSUMIDOR 25

Figura 1.17. Demandas en un caso Leontief.

Observamos que estas demandas dependen de ambos precios (p1 y p2 ), algo que
no sucede, por ejemplo, con las demandas de la función Cobb-Douglas. Lo que se
tiene aquí es que esta función es utilizada cuando existe “complementariedad” uno
a uno entre los dos bienes; por ejemplo, una cucharadita de azúcar por cada taza
de café. Así, si el azúcar y el café son complementarios para este consumidor (su
gusto lo obliga a acompañar uno con otro) entonces el precio de un bien afectará
la demanda del otro bien. Algo similar ocurre, en general, con los automóviles y
la gasolina.

Ejemplo 5 (Demandas para la utilidad lineal)

Como para U (x, y) = x + y tampoco es posible llevar a cabo análisis margina-


lista (es decir, con derivadas), entonces procedemos notando que si p2 > p1 , el
consumidor se especializará en el consumo del bien con precio más bajo; es decir,
gastará todo el presupuesto en el bien x, y nada en el bien y (ye). En efecto: llevan-
do las rectas de indiferencia lo más lejanas posibles (moviéndose hacia el noreste)
pero sin abandonar la recta presupuestaria, encontramos que en el punto A de la
figura 1.18 las demandas son:
M
x∗ = ; y∗ = 0
p1
Obviamente, si p1 > p2 entonces:
M
x∗ = 0 ; y∗ =
p2
Ya en el caso p1 = p2 , las demandas x∗ , y ∗ quedan determinadas únicamente por la
restricción presupuestaria p1 x + p2 y = M , y el consumidor podrá elegir cualquier
canasta (x, y) que le sea alcanzable con su presupuesto.

con x∗ = y ∗ , está el razonamiento de que si sucediera, por ejemplo, x∗ < y ∗ , entonces


Min{x∗ , y ∗ } = x∗ = Min{x∗ , x∗ }. Por lo tanto, reduciendo y ∗ hasta el nivel x∗ se obtendría
el mismo nivel de utilidad pero gastando menos presupuesto. Obviamente, unas demandas x∗ ,
y ∗ donde x∗ < y ∗ no podrían ser óptimas, es decir, no podrían ser demandas marshallianas. No
sobra agregar que algo similar sucedería si x∗ > y ∗ .
26 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Es usual recurrir a este tipo de función cuando el consumidor adquiere uno u


otro bien de manera indiferente. Es decir, cuando un bien sustituye perfectamente
al otro en el consumo, sin ninguna diferencia esencial. Esto es lo que ocurre de ma-
nera aproximada en algunos países, con la gaseosa Pepsi y la gaseosa Coca-Cola.
O también con la mantequilla y la margarina.

Figura 1.18. Demandas en el caso lineal cuando p2 > p1 .

1.6. Análisis marginalista del problema del con-


sumidor 9
Ahora pasamos a caracterizar la ecuación marginalista general que deben satisfacer
las demandas de un consumidor cuando la función de utilidad es diferenciable con
continuidad y cuasicóncava estricta (que es muy usual en aplicaciones). Y aunque
hasta ahora hemos resuelto el problema primal de este consumidor insertando la
condición de presupuesto y = −(p1 /p2 )x + M/p2 en la función de utilidad, para
después pasar a derivar e igualar a cero, el procedimiento que ahora comenzare-
mos a explicar nos llevará a entender mejor (y de una manera general) lo que, en
estos casos importantes, está involucrado al interior del cálculo de sus demandas.
Veamos.

Recobrando inicialmente el problema del consumidor:

Maximizar U (x, y)
sujeta a p1 x + p2 y = M

ahora lo resolvemos en forma general recurriendo al método de los multiplicadores


de Lagrange. Para ello requerimos que la función U (x, y) sea cuasicóncava estricta
9 Los resultados que siguen podrían no ser válidos si la función de utilidad no es diferenciable

con continuidad y cuasicóncava estricta. Por ello, casos como los de la función de utilidad de tipo
Leontief o la función lineal quedan excluidas de este análisis. Para ellas se tendrá que recurrir a un
método alternativo (por ejemplo, al método gráfico o a técnicas de optimización como el método
Kuhn-Tucker). Este último es una generalización del método de Lagrange que utilizamos aquí,
pero permite encontrar soluciones que pueden estar sobre los ejes x o y (ye) (ver, por ejemplo,
Monsalve (ed.), Vol. III, 2010).
1.6. ANÁLISIS MARGINALISTA 27

y diferenciable con continuidad (es decir, derivadas parciales continuas) en el pri-


mer cuadrante del plano R2 .10

Escribimos el lagrangiano

L = U (x, y) + λ(M − p1 x − p2 y)

Y derivamos con respecto a x, y, λ:

∂L ∂U
= − λp1 = 0
∂x ∂x
∂L ∂U
= − λp2 = 0
∂y ∂y
∂L
= M − p1 x − p 2 y = 0
∂λ
Esto nos lleva (dividiendo las dos primeras ecuaciones término a término después
de simplificarlas) a las ecuaciones de equilibrio del consumidor:

∂U
∂x λp1 p1
= = ; p1 x + p2 y = M
∂U λp2 p2
∂y

Al término ∂U /∂x
∂U /∂y se le llama “tasa marginal de sustitución entre las mercancías
x e y”, por razones que entenderemos enseguida. Y, por lo tanto, la ecuación de
equilibrio fundamental es:
∂U
∂x p1
=
∂U p2
∂y
que se conoce como ecuación de equilibrio de Jevons (Jevons (1871), p. 100) y se
lee: “tasa marginal de sustitución igual a la relación (o razón) de precios”.

En la figura 1.19, se explica gráficamente la ecuación de Jevons. En el punto


A de la recta presupuestaria, el consumidor puede ceder un poco del bien y (ye)
y recibir del mercado una cantidad adicional del bien x, que lo ubica en el nuevo
punto de consumo B. Éste también está en la recta presupuestaria pero notemos
que ahora está en un nivel superior de utilidad (curva de indiferencia superior).

De la misma forma, el consumidor puede ir entregando y recibiendo a cambio


del mercado hasta llegar al punto E que es el de equilibrio y en donde deberá darse
que la tasa marginal de sustitución es igual al nivel relativo de precios (ecuación
de Jevons). Observemos que este punto de equilibrio sí le maximiza la utilidad al
consumidor, puesto que si éste intentara seguir intercambiando en el mercado y
10 Ver el Apéndice matemático al final del libro.
28 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

pasara a un punto de la recta presupuestaria como F, entonces llegaría a un nivel


de utilidad inferior.

Figura 1.19. En la asignación A es posible ir al mercado y cambiarla (a los precios corrientes)


por la asignación B que da más utilidad, etc. Hasta llegar al punto E.

Pero entonces: ¿qué mide la tasa marginal de sustitución? Veamos esto. La curva
de nivel que pasa por el punto de equilibrio E del consumidor (es decir, que pasa
por las demandas marshallianas (x∗ , y ∗ )), satisface la ecuación

U (x, y) = U (x∗ , y ∗ )

siendo U (x∗ , y ∗ ) = U0 una constante. Tomando entonces diferenciales totales (ver


el Apéndice matemático) a ambos lados de la ecuación U (x, y) = U0 se obtiene
que
∂U ∂U
dx + dy = 0
∂x ∂y
ó
∂U ∂U
dx = − dy
∂x ∂y
Y, de allí, obtenemos (figura 1.20) que:

∂U/∂x dy
=−
∂U/∂y dx

Es decir, las tasas marginales de sustitución coinciden con las pendientes de las
rectas tangentes a las curvas de nivel. Así, la tasa marginal de sustitución mide la
1.6. ANÁLISIS MARGINALISTA 29

cantidad que debe aumentarse de y (ye) al disminuir “una unidad”11 de x, pero


siempre manteniéndose en la misma curva de utilidad. Lo importante aquí es que,
en equilibrio, esta tasa marginal de sustitución es, exactamente, la relación de
precios p1 /p2 dada por el mercado (ver figura 1.20).
y

U(x,y)=U0

Figura 1.20. Descripción gráfica de la tasa marginal de sustitución.

La ecuación de equilibrio de Jevons (que algunos autores pioneros neoclásicos la


asimilaban, para el consumo, a lo correspondiente a una “ecuación de calor”, o a
una “ecuación termodinámica”) es una igualdad entre una tasa subjetiva de inter-
cambio con una tasa real de intercambio en el mercado. Es decir, es la igualdad
entre un “costo de oportunidad subjetivo” (del consumidor) con un “costo de opor-
tunidad objetivo” (mercado), pues la tasa marginal de sustitución nos dice cuánto
vale el bien 1 en términos del bien 2 para el consumidor (tasa subjetiva), mientras
que el precio relativo nos dice cuánto vale el bien 1 en términos del bien 2 para el
mercado (tasa objetiva). En definitiva, el consumidor deberá “adaptarse bien” al
mercado para poder maximizar sus gustos, dado su presupuesto.

Veamos algunos ejemplos de aplicación directa de la ecuación de Jevons para


calcular las demandas marshallianas.

Ejemplo 6 (Función de utilidad Cobb-Douglas generalizada)

Para resolver el problema del consumidor de tipo Cobb-Douglas

Maximizar xα y β
sujeta a p1 x + p2 y = M

escribimos directamente la ecuación “tasa marginal de sustitución = relación de


precios”:
∂U/∂x p1
=
∂U/∂y p2
Ecuación de equilibrio (de Jevons)
11 Realmente no es una unidad sino un diferencial dx.
30 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

que, en este caso, es:


αxα−1 y β p1
α β−1
=
βx y p2
de donde obtenemos, cancelando términos, que
αy p1
=
βx p2
y así,
y βp1
=
x αp2
Ahora colocamos esta ecuación en la restricción presupuestaria p1 x + p2 y = M , y
obtenemos  
βp1 x
p1 x + p2 =M
αp2
Y despejando x, se llega a:
αM
x∗ =
(α + β)p1
Luego, llevando esto a la restricción presupuestal y despejando y (ye), obtenemos
que
βM
y∗ =
(α + β)p2
Con ello hemos encontrado las demandas marshallianas utilizando la ecuación de
Jevons. Notamos que cada demanda sólo depende de su propio precio (ver figura
1.21).

Figura 1.21. Características de las demandas para las funciones de utilidad Cobb-Douglas.

Ejemplo 7 (Función de utilidad separable)

En el caso √ √
Maximizar x+ y
sujeta a p1 x + p2 y = M
1.7. EL CASO DE LA FUNCIÓN CUASILINEAL 31

la ecuación de Jevons es √
y p
√ = 1
x p2
O bien,  2
y p1
=
x p2
Ahora colocamos esta ecuación en la restricción presupuestaria p1 x + p2 y = M ,
y obtenemos  2
p1
p1 x + p2 x=M
p2
y así,
M p2
x∗ =
p1 p2 + p1 2
y, por tanto,
M p1
y∗ =
p1 p2 + p2 2
Notemos que ambas demandas dependen de ambos precios y del presupuesto.

1.7. El caso especial y fundamental de la función


cuasilineal
Consideremos el caso general de la “función cuasilineal” de utilidad
U (x, y) = U (x) + y

donde U (x) es una función monótona estrictamente creciente, con continuidad


en su derivada y también cóncava estricta. Estas condiciones de la función de
utilidad U (x) caracteriza al consumidor con utilidad marginal decreciente; es
decir, que aunque la utilidad crece indefinidamente, la utilidad marginal decrece
indefinidamente, mientras más se consume del bien x.12 Sobre esto, Walras, Jevons
y Marshall escribían:
“El deseo que tenemos por las cosas, o la utilidad que las cosas nos
dan, disminuye gradualmente a medida que el consumo aumenta.”
(Walras, “Éléments”, 1874)

“Cada incremento de un alimento es menos necesario o posee menos


utilidad, que el previo.”
(Jevons, “The Theory of Political Economy”, 1871)

“La utilidad marginal de algo para cualquier persona, disminuye con


cada aumento en la cantidad que ya tiene de ella.”
(Marshall, “Principles of Economics”, 1920)
12 La razón en esto es que U ′ > 0 y U ′′ < 0. La primera es la condición de monotonicidad

estrictamente creciente y la segunda condición es la de concavidad estricta. A este criterio se le


conoce en la literatura como la “ley de la utilidad (marginal) decreciente”.
32 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Este tipo de función de utilidad cuasilineal es importante porque concentra su


atención en el comportamiento de la mercancía x, dejando la variable y (ye) para
el “resto” del consumo. A esta variable y (ye), Marshall la llamaba “dinero” y Hicks
la llamaba “poder adquisitivo general”, por razones que entenderemos enseguida.13

Escribiendo la ecuación de equilibrio de Jevons14 para este caso, obtenemos que


U ′ (x) p1
=
1 p2
ó p1
U ′ (x) =
p2
Si se asume p2 = 1 (numerario medido en “dinero”), entonces se llega a la ecuación
de equilibrio del consumidor:
U ′ (x) = p1
Utilidad marginal = precio

Figura 1.22. Decisión de consumo de un hogar que solo demanda un bien.

Es decir, para maximizar la utilidad, un hogar consume una cantidad x, de tal


forma que su utilidad marginal sea igual al precio del mercado (figura 1.22). En
13 Esta hipótesis marshalliana de que la variable “y” es “dinero”, tiene una formulación formal

muy precisa en la microeconomía moderna: se llama el “Teorema de la mercancía compuesta”, que


muestra que si estamos interesados en modelar un mercado particular aisladamente, lo podemos
hacer siempre que los precios de las otras mercancías (en este caso es sólo una (“dinero”)) se
muevan en tándem (es decir, los precios de las otras mercancías suben todas o bajan todas).
14 Aquí estamos asumiendo que el problema de maximizar la función de utilidad U (x)+y sujeta

a p1 x + p2 y = M tiene solución interior x > 0, y > 0. Como se puede ver (Ejemplo 4, Semana 2)
la solución y > 0, exigirá que el presupuesto M sea relativamente alto con respecto a los precios.
Es decir, en nuestro curso, este tipo de consumidor cuasilineal será uno que consumirá del bien
x pero también “ahorrará” parte de su presupuesto M en dinero y (ye). Sin embargo, no sobra
advertir que para presupuestos relativamente bajos, la solución óptima será x∗ = M/p1 , y∗ = 0.
Pero en este curso estaremos repetidamente interesados en la solución con ambas demandas
positivas.
1.7. EL CASO DE LA FUNCIÓN CUASILINEAL 33

otras palabras, consume hasta que al agregar “una unidad” más, la diferencia
de utilidades coincide con el precio del mercado15 . A esta utilidad marginal, que
es el “motor” del deseo por las mercancías por parte del consumidor16 , Walras
la llamaba “rareté”; Jevons la llamaba “final degree of utility”; para Marshall
era el “terminal valor-in-use”; y la Escuela Austríaca de Menger, la llamaba
“Grenznutzen”. Note que si p1 crece, entonces, dada la concavidad estricta de
la función de utilidad (utilidad marginal estrictamente decreciente), la cantidad
consumida x, disminuye (ver figura 1.23).

Figura 1.23. A mayor precio del bien, menor consumo de éste.

Observemos también que a partir de la curva inversa de demanda U ′ (x) = p, si


encontramos la función inversa de U ′ , que se escribe (U ′ )−1 , entonces la demanda
por el bien x, x∗ = (U ′ )−1 (p), no depende del presupuesto M . La razón de esto,
de acuerdo con la ecuación de Jevons, es que la utilidad marginal del bien y (ye)
es 1 (uno). De hecho, en general, esto mismo se daría si esta utilidad marginal es
constante, y para ello basta aplicar la ecuación de Jevons a una función de utilidad
cuasilineal de la forma U (x, y) = U (x) + βy donde β > 0 es constante. Por ello, en
una función cuasilineal, Marshall consideraba a esta variable y (ye) como “dinero”
y Hicks la llamaba “poder adquisitivo general”: porque cada unidad adicional de
dinero arrojaba una utilidad marginal igual, sólo ponderada por una tasa de inte-
rés constante.

En consecuencia, a partir de este momento asumiremos convenientemente que la


variable y (ye) está medida en dinero legal y, por consiguiente (para poder sumar
en las mismas unidades U (x) y y (ye) en la función cuasilineal U (x, y) = U (x) + y)
también la función de utilidad U (x) estará medida en dinero legal.17

15 Recuerde el lector que, realmente, no es una unidad más, sino un diferencial (dx) más.
16 Afirma la teoría neoclásica que son los cambios (en este caso de utilidad) los que producen
“deseo” por las mercancías.
17 Aunque Marshall reconocía que esta utilidad podía medirse en dinero, no avanzó más allá

en esta idea.
34 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

√ √
Por ejemplo, si U (x, y) = x + y entonces U (x) = x, y así la curva de demanda
1
es U ′ (x) = 2√ x
= p, lo que conlleva, despejando x, que la demanda marshalliana
del bien x es:
1
x∗ = 2 (figura 1.24)
4p

a
Demanda por el bien x si
la función de utilidad es

a/b x

Figura 1.24. Figura 1.25.



Otro caso, muy importante en la práctica, es cuando U (x, y) = ax − 2b x2 + y
con a, b > 0 fijos y x > a/b. Entonces la demanda marshalliana x∗ por el bien x
será dada por:
p = a − bx∗
que es la demanda recta donde el máximo precio es p = a y la máxima cantidad del
bien x es a/b (ver figura 1.25). Es decir, este consumidor se sacia con a/b unidades
del bien x, lo que muestra el problema de la satisfacción de las necesidades totales
del consumidor sin recurrir a los precios como señal de escasez. En su momento
histórico de finales del siglo XIX todo esto se consideró, por parte de algunos econo-
mistas, como un descubrimiento de primer nivel científico: se había encontrado la
ecuación que rige la demanda, como resultado de la utilidad marginal decreciente.
Y además, esta demanda siempre era inversamente proporcional al precio, lo que
era congruente con los datos empíricos de la mayoría de los bienes que se transaban
en el mercado. Se había “descubierto” la ley de la demanda como consecuencia de
la utilidad marginal decreciente.18

Cabe, no obstante, precisar aquí que Marshall fue el primero en deducir la curva
de demanda a partir de una curva de utilidad separable con utilidad marginal del
dinero constante. Jevons y Walras habían mostrado antes la relación entre utilidad
y demanda pero no lo habían establecido formalmente. Y aunque Jevons postuló
las funciones de utilidad separable (sin utilidad marginal del dinero constante),
18 Una importante crítica al mecanismo de hallar demandas suponiendo que el consumidor

maximiza la utilidad sujeta a la restricción presupuestaria se encuentra al señalarse la concepción


“típicamente burguesa” del individuo que aumenta su utilidad partiendo de su riqueza, en
contraste con la gran masa de población en una sociedad capitalista, cuyo principal problema es
el de no morir de hambre en lugar de mejorar sus condiciones.
1.8. COMPORTAMIENTOS DE LA CURVA DE DEMANDA 35

Walras solo recurrió a las curvas de utilidad marginal decreciente como curvas de
demanda.

Por ello, el que Marshall fuera pionero en utilizar funciones de utilidad separa-
ble con utilidad marginal del dinero constante, dio origen a múltiples críticas por
parte de sus contemporáneos (y también de economistas posteriores). En su épo-
ca, Marshall se defendió asegurando que su teoría económica era una descripción
aproximada de la realidad que podía aplicarse (a diferencia de Walras y Edgeworth
quienes estaban (afirmaba él) mucho más inclinados al formalismo y al rigor):

“La función del análisis y la deducción en economía no es proveer de


unas cuantas largas cadenas de razonamiento sino proveer de cadenas
cortas y sencillos lazos de conexión.”

(Marshall, “Principles of Economics”, 1920)

Marshall siempre defendió sus hipótesis de utilidad separable y utilidad marginal


del dinero constante sobre bases operacionales y, más aún, aseguraba que habrían
pocos problemas prácticos para los que se requiriera hacer correcciones importantes
a su teoría si se tenía en mente su objetivo práctico. Al final de cuentas, creía que
la teoría pura no ayudaría a mejorar la situación de la humanidad tan inmediata
y directamente como lo haría su teoría.

1.8. Diversos comportamientos de la curva de


demanda ante aumentos del presupuesto y
del otro precio
En lo que sigue, y a través de ejemplos, mostraremos que no es posible asegurar
a priori ningún comportamiento general de la demanda de un bien ante cambios
en el presupuesto y en el precio de los otros bienes. Para ello, siempre es necesa-
rio observar cuidadosamente la función de utilidad que se está estudiando. Veamos.

Ejemplo 8

Tomemos, por ejemplo, la demanda marshalliana del bien x de la función Cobb-


Douglas dada por la ecuación

αM
x∗ =
(α + β)p1

Puede notarse que, aquí, un cambio en el precio p2 del bien y (ye) no altera la
demanda del bien x, pero si el consumidor es “más rico” o “más pobre” (aumento
o disminución del presupuesto M ), podrá haber desplazamientos hacia arriba o
hacia abajo (respectivamente) de la curva de demanda (figura 1.26).
36 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Figura 1.26. Curvas de demanda para la función de utilidad Cobb-Douglas.

Ejemplo 9

Ahora tomemos la √ demanda marshalliana del bien x∗ para la función separable de



utilidad U (x, y) = x + y, dada por

M p2
x∗ =
p1 p2 + (p1 )2

Aquí se tiene que si M aumenta (es decir, el consumidor es “más rico”), la demanda
x∗ se desplaza hacia arriba. Y también observamos que sucede lo mismo si aumenta
el precio p2 del bien 2. Esto último debido a que el consumidor, ante una subida
del precio del bien y (ye), “sustituirá” en su consumo algo de este bien por un
poco del bien x (ver figura 1.27). Vale la pena, en este punto, que el lector observe
la diferencia entre este tipo de comportamiento de la demanda y el presentado en
el ejemplo anterior de la demanda de la función Cobb-Douglas.

Figura 1.27. Comportamiento de la demanda x∗ para una función de utilidad separable.


1.8. COMPORTAMIENTOS DE LA CURVA DE DEMANDA 37

Ejemplo 10

Sabemos que si U (x, y) = x + y la demanda marshalliana del bien x es:

1
x∗ =
4p2

donde p es el precio del bien x indexado en dinero (es decir, p2 = 1).

p1

No se tiene crecimiento de la
demanda x* cuando el
prespuesto aumenta

x*

Figura 1.28. Curva de demanda x∗ para la función de utilidad cuasilineal.

Observemos que este tipo de curva de demanda (figura 1.28) no se desplazará ha-
cia arriba por un aumento del presupuesto del consumidor: es inmutable ante este
cambio19 . Esto, evidentemente, contrasta con el comportamiento de las demandas
presentado en los ejemplos 8 (función de utilidad Cobb-Douglas) y 9 (función de
utilidad separable).

Ejemplo 11

Si U (x, y) = Min{x, y} (función Leontief) la demanda marshalliana x∗ está da-


da por la ecuación
M
x∗ =
p1 + p2

Entonces, ante aumentos en el presupuesto M , la curva de demanda se desplazará


hacia arriba. Sin embargo, dada la “complementariedad” de los bienes x e y (ye),
aquí ocurre que ante un aumento del precio p2 , la demanda del bien x disminuye,
haciendo que la curva de demanda se desplace hacia abajo (ver figura 1.29).

19 Todo esto es así porque aquí hemos asumido que p = 1. No obstante, notemos que si p
2 2
varía (por ejemplo, por un cambio de denominación en los billetes o, aún, por devaluación de la
unidad de medida del “dinero”, etc.) entonces la curva de la demanda marshalliana ascenderá
a la manera usual. Este cambio es interpretable como un aumento presupuestal pues, al fin y
al cabo, la mercancía y (ye) (que es “dinero”) y el presupuesto M están indexados en la misma
unidad p2 .
38 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

Figura 1.29. Comportamiento de la demanda x∗ para una función de utilidad Leontief.

Resumiendo, debemos ser cuidadosos al afirmar que “un aumento de la riqueza


desplaza la curva de demanda hacia arriba” o que “un aumento del precio del
bien y (ye) desplaza la curva de demanda del bien x hacia arriba”. Lo que hemos
estudiado aquí muestra que antes de hacer tales afirmaciones, es necesario observar
el comportamiento analítico de la función de utilidad del consumidor. Inclusive,
más adelante señalaremos un caso un tanto al margen pero radical, en el que es
posible que baje la demanda cuando baja su propio precio (bien Giffen).

1.9. Nota histórica


El concepto de “utilidad” podría seguirse hasta la antigua Grecia con una apli-
cación de las filosofías epicúrea (de Epicuro (341 a.C. – 270 a.C.)) y estoica, que
enfatizaba en la formación voluntaria y consciente de los gustos y capacidades de
disfrute que derivan en satisfacción. Así, el gusto de comer pan se debe un po-
co al pan pero más a la capacidad de disfrutarlo y concentrar la atención en esa
sensación. Pero el punto central de esta filosofía no se detenía allí, sino que hacía
énfasis en que uno podría (y debería) entrenar el gusto y concentrar la atención
en él, de tal manera que sólo necesitara un pequeño pedazo de pan para quedar
satisfecho; es decir, proclamaban la frugalidad y no el consumo sin aliento de la
teoría económica neoclásica.

Los utilitaristas clásicos, especialmente Jeremy Bentham (1748-1832), estaban bien


advertidos del origen epicúreo del término y sus connotaciones para esta escuela
helenista. Y es precisamente a Bentham a quien se le considera el “padre del uti-
litarismo”, es decir, de la tradición filosófica centrada en la idea de que la acción
humana es explicable a través del deseo por alcanzar el placer y evitar el dolor.
Precisamente la reducción de placeres y dolores a una escala cuantitativa de valo-
ración uniforme está enraizada en el sistema utilitario de Bentham: es la imagen
de una humanidad conformada por una masa de máquinas vivientes y calculan-
tes. Hoy no hay duda (ver, por ejemplo, Stark (1946)) de que esta fue la base de
la visión neoclásica de Jevons, Edgeworth y también Menger. Por ejemplo, para
Jevons (1871) la economía es una teoría
1.9. NOTA HISTÓRICA 39

“enteramente basada en el cálculo de placer y dolor, y el objeto de la


economía es maximizar la felicidad comprando placer al más bajo costo
de dolor.”

Sin embargo, las actitudes de Marshall y Walras no están tan comprometidas con el
utilitarismo de Bentham. Por ejemplo, la posición de Marshall hacia el utilitarismo
como teoría ética, es siempre matizada, y esto puede observarse por la progresiva
limpieza de ideas utilitaristas en sus escritos, movido por su convicción de las
implicaciones éticas de la teoría económica:

“Se asume que la utilidad está correlacionada con el desear o el querer.


Ya se ha explicado que los deseos no pueden medirse directamente, sino
únicamente de manera indirecta a través de los fenómenos visibles a
los que ellos dan origen; y en el caso que tiene que ver principalmente
con la economía, están principalmente implícitos en el precio que una
persona está dispuesta a pagar por satisfacer su deseo. (...)”

(Marshall, “Principles of Economics”, 1920)

Por su parte, en Walras se atisbaba el principio regidor de la satisfacción utilitarista


benthamita, pero su presencia no era explícita en tal sentido. Precisamente sobre el
cálculo de las demandas a partir de la maximización de la utilidad, Walras (1909)
decía lo siguiente:

“Los fenómenos mecánicos son exteriores, pero los fenómenos econó-


micos (de la demanda) son interiores. Se tienen instrumentos para
determinar la atracción de los astros los unos hacia los otros, pero no
se tienen para medir la intensidad de las necesidades en las personas
que intercambian. Pero no importa, puesto que cada individuo que in-
tercambia se encarga de operar él mismo esta medida, consciente o
inconscientemente, y de decidirlo en interior profundo. (. . . )”

“Que la medida sea exterior o que sea interior, en razón de que los
hechos que se van a medir sean físicos o psíquicos, no impide que exista
esta medida; es decir, que sea posible la comparación cuantitativa.”

Y agregaba:

“Así como las fuerzas serán causa del espacio recorrido por un objeto,
y las masas serán causa del tiempo empleado en recorrer ese espacio,
las utilidades (y las “raretés”) serán la causa de la demanda.”20

1.9.1. Nota sobre las características de la función de utilidad


En los años posteriores a 1870, Jevons y Walras elaboraban sus teorías de la
demanda (y del intercambio) dependiendo crucialmente de la hipótesis de que
20 “La “rareté” es la derivada de la utilidad efectiva respecto a la cantidad poseída, exactamente

como se define la velocidad: la derivada de la distancia recorrida respecto al tiempo empleado en


recorrerla” (Walras, 1874).
40 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

la función de utilidad era aditiva; es decir, de la forma ya estudiada U (x, y) =


U (x) + V (y). En 1881, Edgeworth mostraba que esa hipótesis era poco realista,
aunque no ahondó en el problema de generalizar los tipos de funciones de utilidad.
Sin embargo, unos años más tarde, a principios del siglo XX, Pareto (1906) y
Slutsky (1915), entre otros, mostraron cómo construir una teoría sistemática de la
demanda del consumidor con funciones de utilidad no necesariamente aditivas. Y
fueron ellos también quienes dieron las condiciones analíticas para que las curvas
de indiferencia fueran “convexas al origen”. Sobre lo anterior discutiremos un poco
más en las siguientes semanas.

Ejercicios
(Observación: Los ejercicios señalados con uno o dos asteriscos ((∗) o (∗∗)) tienen,
a juicio del autor, un nivel de dificultad un tanto o muy superior, con respecto a
los ejercicios corrientes que aparecen sin asterisco.)
1. Responda las siguientes preguntas:
a) ¿Por qué dos curvas de nivel de utilidad no pueden interceptarse?
b) ¿Puede ser que la restricción presupuestaria sea la misma, incluso en el
caso de hogares cuyas preferencias son diferentes?
c) ¿Por qué los precios p1 y p2 explícitos en la recta presupuestal del
consumidor competitivo están medidos en precio por unidad? Es decir,
¿por qué no pueden adquirir a precios por docena, por centena, etc., de tal
manera que a algunos consumidores les resultara menos costoso comprar
cantidades grandes del bien que quieren consumir?
2. Dibuje las curvas de indiferencia (o de isoutilidad) en el primer cuadrante
(conjunto de canastas) R2 + , para las siguientes funciones de utilidad:
a) U (x, y) = 5x + 3y
b) U (x, y) = Min{3x, 7y}
c) U (x, y) = ln(1 + x) + y
d) U (x, y) = ln(1 + x) + ln(1 + y)
e) U (x, y) = yex
f) U (x, y) = (x − 1)(y − 1) (con x > 1, y > 1)
Observe cuidadosamente las diferencias entre estos tipos de curvas de
indiferencia.
3. Mabel consumía 100 unidades de X y 50 unidades de Y . El precio de X
aumentó de 2 a 3. El precio de Y permaneció en 4. ¿En cuánto tendría
que aumentar la renta de Mabel para que pueda permitirse el continuar
adquiriendo exactamente 100 unidades de X y 50 unidades de Y ?
4. Julián tiene como función de utilidad U (x, y) = xy para los duraznos (x) y
los bananos (y). Supongamos que el precio de los duraznos es 1, el precio de
los bananos es 2 y su presupuesto es 40.
EJERCICIOS 41

a) En un gráfico, trace la recta presupuestaria de Julián. Indique algunos


puntos de su curva de indiferencia que correspondan a un nivel de
utilidad de 150. Ahora indique algunos puntos de la curva de indiferencia
correspondientes a un nivel de utilidad de 300 y dibuje esta curva también.
b) ¿Puede adquirir alguna cesta que le permita obtener una utilidad de 150?
c) ¿Puede adquirir alguna cesta que le permita obtener una utilidad de 300?
d) ¿Existe en el gráfico una cesta que Julián pueda adquirir y que
corresponda a una utilidad superior a 150?
e) ¿Cuál es la tasa marginal de sustitución de Julián en el tiempo en que
consume 8 duraznos y 50 bananos?

5. Lo mismo que en el ejemplo anterior, pero ahora Julián tiene, en cada caso,
la función de utilidad

a) U (x, y) = Min{x, y}
b) U (x, y) = x1/2 + y 1/2
c) U (x, y) = x1/2 + y

6. Para la función de utilidad U (x, y) = 4x2 + 6y:

a) Calcule la tasa marginal de sustitución.


b) ¿A medida que el consumidor sustituye x por y (ye), se tiene que esta
tasa crece, decrece o permanece constante?
c) ¿Contradice lo anterior la hipótesis de cuasiconcavidad en las curvas de
isoutilidad?

7. (Un caso especial) A Jorge Luis le gusta el pan pero es indiferente ante el
queso (bien neutral). Muestre que las curvas de indiferencia son verticales si
en el eje x se colocan las cantidades de pan y, en el eje y (ye), el queso.

8. (Otro caso especial) ¿Podría dibujar curvas de indiferencia que describan el


comportamiento de un consumidor que se sacia con 10 tazas de agua y 10
cucharaditas de café instantáneo? (Sugerencia: Considere el caso no-típico
U (x, y) = −(x − 10)2 − (y − 10)2 . Note la no-convexidad al origen de las
curvas de nivel.)

9. (Un consumidor sin la propiedad de convexidad en las preferencias) Dibuje


las curvas de indiferencia de Mercy cuyos gustos están definidos por la función
de utilidad U (x, y) = Max{x, y} donde “Max” significa “Máximo”. Interprete
el comportamiento de Mercy, en especial con respecto a la propiedad de
convexidad al origen de las preferencias (¿le gusta a Mercy “mezclar” en el
consumo?)

10. a) Encuentre una función de utilidad que pueda representar a un consumidor


tal como Diego, que siempre prefiere su taza de café con dos cucharaditas
de azúcar. (Sugerencia: Piense en una función de utilidad Leontief
conveniente).
42 SEMANA 1. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA

b) (Sobre la divisibilidad de las mercancías) Similarmente al caso a)


anterior, encuentre una función de utilidad que represente a un
consumidor de automóviles y de llantas; es decir, existe una relación
automóviles/llantas=1/5. ¿Qué sentido tiene la canasta (1.5, 7.5)? ¿Es
decir, qué significa consumir 1.5 automóviles y 7.5 llantas? Más aún:
¿Qué significado tiene afirmar que esta canasta es indiferente a la canasta
(1.6, 7.5)? El problema que se plantea aquí es el de la “divisibilidad de
las mercancías” que está concebida como un comportamiento ajeno al
modelo neoclásico: para éstos es usual asumir que todas las mercancías
son divisibles en cada posible medida (medios, tercios, cuartos, etc.).

11. a) ¿Es la cocaína un “bien” para el consumidor en el sentido que se estudia


en este curso, aún sabiendo que puede ser dañina para el consumidor?
Explique. Similarmente para el tabaco y el alcohol. ¿Podría analizarse de
manera similar los alimentos altos en colesterol?
b) (Sobre la saciedad de un consumidor) ¿Si un consumidor solo compra
las cantidades de pan que necesita, compraría más si baja el precio?
¿Contradice esto la ley de la demanda? ¿Será este un consumidor que
se sacia? Explique.
c) En el mismo sentido del literal anterior, ¿cómo podría modelarse el
consumidor que, en determinado período, necesita (y compra) un solo
refrigerador?

12. ¿Cuáles serían las demandas marshallianas si un bien es deseado y el otro es


neutral, asumiendo que la recta presupuestaria es p1 x + p2 y = M ?

13. Es usual escribir la recta de demanda inversa de un consumidor (es decir,


la función inversa de la demanda) en la forma p = a − bx donde a, b > 0.
¿Cuál sería la recta de demanda agregada (es decir, la suma de las demandas
de los consumidores) si a este consumidor se le adicionaran N consumidores
idénticos a él? ¿Qué sucedería con la demanda agregada si, como se asume
usualmente en competencia perfecta, N es “muy grande”? Interprete este
resultado.

14. (∗) Calcular las demandas (estableciendo las condiciones sobre M , p1 y p2 ,


para los que esto es posible) para la función de utilidad

U (x, y) = (x − x2 ) + y

(Sugerencia: Dibujar las curvas de indiferencia y notar que, en algunos casos,


la solución óptima y ∗ es negativa, algo que no puede darse en una demanda.)

15. (∗) Calcular las demandas (cuando sea posible) para la función de utilidad
de tipo Gossen (1854)

U (x, y) = α + (βx−δx2 ) + (γy − µy 2 )

donde α, β, δ, γ, µ > 0.
EJERCICIOS 43

16. Calcular las demandas marshallianas para la función de utilidad cuasilineal


U (x, y) = U (x) + y = xα + y para 1 > α > 0.

17. Calcular la demanda por el bien x para la función de utilidad cuasilineal


1
U (x, y) = U (x) + y = − e−ax + y (a > 0)
a
Note que la función U (x) es creciente, aunque es siempre negativa. Esto no
debería ser causa de evitarla como función de utilidad. ¿Por qué?

18. (∗) Calcular las demandas marshallianas en los siguientes casos:

a) U (x, y) = xy + xy 2
b) U (x, y) = xy + x + y
c) U (x, y) = xy + Min{x, y}

Dibujar las respectivas curvas de nivel.

19. (∗∗) ¿Será posible calcular las demandas marshallianas en el caso agregado

U (x, y) = Max{Min{2x, y}, Min{x, 2y}}?

[Sugerencia: Dibuje las curvas de nivel cuidadosamente. Observe que es


posible la no-convexidad al origen de las preferencias e interprete esto.]

20. (∗∗) Lo mismo que en el caso anterior para la función de utilidad


2 2 1
U (x, y) = 2x + 2y − − 2− +1
3x2 3y 2xy

21. (∗) Similarmente que en los dos casos anteriores, para la función de utilidad
(
xy si x > 1
U (x, y) =
y si x < 1

Interprete el comportamiento de este consumidor.


SEMANA 5

Principios de la teoría de la producción y maximización del


beneficio

5.1. Introducción
Así como la teoría neoclásica del consumidor se basa en la función de utilidad,
también la teoría de la producción se basa en su propia función: la función de
producción. Una función de producción es una regla explícita que transforma, de
manera óptima, insumos (o factores) en productos. Es la “caja negra” de la teoría
de la producción neoclásica, pues resume de una manera reduccionista, todo el
proceso productivo interno de la empresa o firma: se asume que los problemas de
eficiencia técnica que involucran ingeniería y administración dentro de la empresa,
están totalmente representados, de alguna forma, por esa función.

En esta semana estudiaremos el concepto de función de producción, su relación


con la noción de rendimientos a (de) escala y la conexión de éstos con el proble-
ma fundamental del productor según la teoría neoclásica: maximizar el beneficio
de la empresa (ingresos menos costos) sujeto a la restricción tecnológica (función
de producción). Señalemos que en el propósito de las empresas al maximizar el
beneficio, también surgirán las correspondientes demandas por los insumos y, fun-
damentalmente, la oferta de la empresa al mercado.

No sobra aclarar que, en esta instancia, maximizar beneficios significará hacer


la mayor cantidad de dinero posible (dinero respaldado por autoridad monetaria)
que bajo un régimen de propiedad privada e independientemente de la forma legal
de la empresa (sociedad limitada, anónima, etc.), irá al presupuesto de los dueños y
de sus familias, quienes, a su vez, invertirán una parte de éste en la misma empresa
o en diferentes activos, aunque también de allí partirá el presupuesto para gastar
en consumo. Y sabemos que, en general, a más ingreso, mayor satisfacción de las

121
122 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

familias (medido por su función de utilidad). Así, desde la perspectiva neoclásica,


un motor de fondo (o incentivo) del mercado bajo competencia perfecta por parte
de los consumidores y también de los productores es el gusto por el consumo.

5.2. Características de la función de producción


neoclásica
En nuestro curso, estudiaremos funciones de producción de sólo uno o dos insumos
(o factores) y un producto. La generalización a más de dos insumos es directa e
inmediata; sin embargo, la generalización a varios productos es mucho más com-
plicada (conocidas como “economías de alcance”). Y la razón fundamental para
que solo estudiemos funciones de producción de un solo producto, es que nuestro
norte inicial es el análisis del equilibrio parcial competitivo de la industria de un
solo bien, entendiendo esto, claro está, como otra simplificación conveniente de la
estructura de mercado.

Una función de producción es una función de la forma


f : R+ → R+
x → f (x) (un solo insumo x)

o de la forma

F : R2+ → R+
(x, y) → z = F (x, y) (dos insumos x e y)
Allí, x e y nos indican las respectivas cantidades no-negativas de esos
insumos (o factores)1 y z = F (x, y) es la cantidad máxima produci-
da con esos insumos. Asumiremos, usualmente, que tanto y = f (x) co-
mo z = F (x, y) son funciones cuasicóncavas2 , diferenciables con conti-
nuidad R++ (números reales estrictamente positivos) o en R2++ (primer
cuadrante del plano cartesiano, pero sin incluir los ejes)3 ; con f (0) = 0 y
1 Los insumos o factores son aquellos bienes de la economía que son utilizados para la
producción de otro bien. Por ejemplo, en la construcción de una casa requeriremos de tierra,
mano de obra, ladrillos, cemento, vidrios, etc. Más adelante, observaremos que la economía
neoclásica distingue factores de capital (K) y de trabajo (L). En la variable K incluye bienes
tales como maquinaria, edificios (también los ladrillos, el cemento y los vidrios), etc. Y en la
variable L amalgama el factor humano de trabajo desde el obrero raso hasta el trabajador más
calificado.
2 Esta condición sobre la función de producción es, para la teoría neoclásica, muy conveniente

analíticamente. En particular va a permitir asegurar la minimización de los costos de la empresa.


No sobra aclarar aquí que esta hipótesis también lleva a que las curvas de nivel F (x, y) =constante
sean similares (por su convexidad al origen) a las correspondientes curvas de nivel de una
función de utilidad analizadas en la Semana 1. Y, por consiguiente, también está diciendo que
la “combinación de insumos” conduce a más altas producciones. Si el lector está interesado en
revisar de nuevo la noción formal de cuasiconcavidad, puede consultar al Apéndice matemático
al final del libro.
3 Cabe observar que algunas funciones de producción muy importantes pueden no satisfacer

esta condición de diferenciabilidad con continuidad. No obstante, le aplicaremos a estas funciones


todo el análisis que nos permita, aunque sin involucrar, obviamente, ninguna derivada.
5.2 FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN NEOCLÁSICA 123

F (0, 0) = 0, respectivamente.

Adicionalmente, será usual que supongamos que las funciones de producción tienen
la condición de que a mayor cantidad de insumos, más producción; es decir, pre-
sentan lo que en adelante llamaremos “productividades marginales estrictamente
crecientes” en cada uno de los insumos:
i) En el caso de una función de producción con un solo insumo f (x), tendremos

f ′ (x) > 0 (figura 5.1)

(producción marginal positiva)


en R++ .

Figura 5.1. Ejemplo de una función de producción con sólo un insumo.

ii) Y en el caso de una función F (x, y) con dos insumos, tendremos


∂F ∂F
>0 , >0 (figura 5.2)
∂x ∂y
(producciones marginales positivas)4
en R2++ .
Cabe observar que, en la práctica, una función de producción con un sólo insumo de
la forma f (x), se puede entender como una función de dos variables F (x, y) pero en
la que el insumo y (ye) es constante. Es decir, F (x, k) = f (x), donde la producción
se realiza con x variable pero con y = k constante. Más adelante comprenderemos
que cuando una empresa no puede varias todas las cantidades de insumos, sino que
algunos de ellos permanecen fijos por un período de tiempo, habrá que distinguir
la producción entre el corto plazo y largo plazo. En el corto plazo, algunos factores
pueden permanecer fijos. En el largo plazo, todos los factores son variables.5
4 No sobra agregar aquí que también existen ejemplos muy importantes de funciones de

producción que no satisfacen la condición de productividades marginales estrictamente crecientes.


Ese es el caso de la función de producción z = F (x, y) = Min{x, y} que estudiaremos más
adelante.
5 Realmente, deberíamos escribir f (x) en lugar de f (x). Sin embargo, a menos que debamos
k
especificar esto, asumiremos que una función de la forma f (x) representa una tecnología en la
que el insumo y (ye) está fijo en algún nivel k.
124 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

Figura 5.2. Función de producción con dos insumos.

Ejemplo 1. (Construcción de una función de producción)

Según la perspectiva neoclásica y en versión muy simplificada, toda empresa debe-


ría estar en condiciones de construir datos a la manera del Cuadro 5.1 ó del Cuadro
5.2. Obviamente, en teoría, cualquier empresa podría construir tablas mucho más
completas y detalladas de sus necesidades de insumos y de su producción óptima,
resumidas y extrapoladas en su función de producción.

x=mano de obra y=máquinas f (x)=producción


(en horas) máxima
1 1 1
2 1 1.5
3 1 2
5 1 3
7 1 3.5
9 1 4

Cuadro 5.1. Producción con un solo insumo variable (mano de obra) y otro fijo (máquinas), que
podría dibujarse (extrapolando valores) mediante una gráfica como la de la figura 5.1

x=mano de obra y=máquinas F (x, y)=producción


(en horas) máxima
1 1 1
2 1 1.5
3 2 2.5
5 3 3.5
7 4 4.2
9 6 7

Cuadro 5.2. Producción con dos insumos variables (mano de obra y máquinas), que podría
dibujarse (extrapolando valores) mediante una gráfica como la de la figura 5.2
5.3. RENDIMIENTOS A ESCALA 125

5.3. Rendimientos a escala6


Para propósitos analíticos que entenderemos más adelante (fundamentalmente
para diferenciar el tipo de empresas que opera bajo competencia perfecta), la
teoría neoclásica divide, de manera no-exhaustiva, las funciones de producción
de uno o dos insumos (f (x) ó F (x, y)) en tres clases: funciones de producción
con rendimientos decrecientes, constantes y crecientes a escala 7 . Veamos esto con
detalle.

i) Una función f (x) o F (x, y) tiene rendimientos decrecientes a escala si, para
todo escalar t > 1, respectivamente,

f (tx) < tf (x) (para un insumo)


F (tx, ty) < tF (x, y) (para dos insumos)

Así, por ejemplo, si se duplican (t = 2) los insumos (factores), la producción


estará por debajo del doble de la producción inicial. Similarmente, si se tripli-
can (t = 3) los insumos (factores), la producción estará por debajo del triple
de la producción inicial; etc. (figura 5.3).

En la práctica, es corriente asociar los rendimientos decrecientes a escala


con:

Factores fijos: por ejemplo, la tierra.

Ineficiencia tecnológica.

Ineficiencia administrativa: dificultades en la organización, coordinación


e integración que surgen en la administración de una empresa.

Número grande de trabajadores: puede no funcionar tan bien como los


pequeños equipos.

Sin embargo como entenderemos más adelante, la primera justificación


(factores fijos) es la más socorrida cuando de hablar de rendimientos
decrecientes a escala bajo competencia perfecta, se trata.

6 En ocasiones, también llamados rendimientos de escala.


7 El concepto de rendimientos a escala, en el sentido tecnológico, es tan antiguo como la
economía misma, aunque no fue cuidadosamente definido hasta, quizás, Alfred Marshall (1890).
Marshall utilizaba el concepto de rendimientos a escala para capturar la idea de que las firmas
pueden, alternativamente, enfrentar “economías de escala” (es decir, ventajas de tamaño) o
“deseconomías de escala” (desventajas de tamaño), y presentaba razones por las cuales las firmas
podrían enfrentar rendimientos a escala cambiantes. La definición del concepto de rendimientos
a escala fue discutido posteriormente, con más profundidad y rigor, por Wicksell (1900, 1901,
1902), Wicksteed (1910), Sraffa (1926), Keynes (1932) y Hicks (1932, 1936), entre otros.
126 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

y=f(x)

y=tf(x)

tf(x*)
y=f(x)
*
f(tx )

x* tx* x
Figura 5.3. Típica función de un solo insumo con rendimientos decrecientes a escala. Obsérvese
que f (tx∗ ) < tf (x∗ ) para todo t > 1 y x∗ fijo.

Concatenado con esto, existe un resultado muy útil (y que no probaremos


aquí)8 , que caracteriza cuándo una función de producción de un solo insumo
tiene rendimientos decrecientes a escala. Es el siguiente:

“Toda función de producción f (·) cóncava estricta con f (0) = 0, tiene rendi-
mientos decrecientes a escala.”

De esta manera, si la función de producción f (·) satisface f (0) = 0, f ′ > 0


y f ′′ < 0, entonces presenta rendimientos decrecientes a escala. Así, con este
resultado se puede asegurar que, por ejemplo, las funciones f (x) = xα para
0 < α < 1 y f (x) = ln(1 + x) tienen rendimientos decrecientes a escala.

Es muy importante advertir que las funciones f (·) con las características
f (0) = 0, f ′ > 0 (marginalidad creciente) y f ′′ < 0 (rendimientos marginales
decrecientes) son, para la economía neoclásica, las más típicas con rendimien-
tos decrecientes a escala, y serán a ellas a las que usualmente nos referiremos
(a menos que se especifique algo distinto) como “funciones de producción con
rendimientos decrecientes a escala con un solo insumo”. Notemos, además,
que estas tres condiciones significan, respectivamente, que: I) No puede pro-
ducirse algo a partir de nada (f (0) = 0); II) Más insumos implican mayor
producción (f ′ > 0); productividad marginal decreciente (f ′′ < 0), es de-
cir, a mayor cantidad de utilización del insumo x, menor es la productividad
marginal f ′ (x).9

ii) Una función f (x) o F (x, y) tiene rendimientos constantes a escala si, para
8 Para su demostración, ver Monsalve (ed.) (2010), Vol. III.
9 También existe un criterio diferencial para que una función de producción con dos insumos,
F (x, y), tenga rendimientos decrecientes a escala: Debe satisfacer F (0, 0) = 0, ∂F/∂x > 0,
∂F/∂y > 0 y ser cóncava estricta. Pero para entender este concepto aquí, necesitaríamos que
el lector ya hubiera conocido de antemano el cálculo de varias variables más a profundidad. En
el Apéndice matemático se presenta la noción de concavidad de una función de dos variables
F (x, y).
5.3. RENDIMIENTOS A ESCALA 127

todo escalar t > 0, respectivamente,

f (tx) = tf (x) (para un insumo)


F (tx, ty) = tF (x, y) (para dos insumos)

Así, por ejemplo, si se duplican (t = 2) los insumos (factores), la producción


será igual al doble de la producción inicial. Similarmente, si se triplican (t = 3)
los insumos (factores), la producción será igual al triple de la producción
inicial; etc. (figura 5.4).

Figura 5.4. Típica función de un solo insumo con rendimientos constantes a escala. Obsérvese
que f (tx∗ ) = tf (x∗ ) para todo t > 0 y x∗ fijo.

iii) Una función f (x) o F (x, y) tiene rendimientos crecientes a escala si, para todo
escalar t > 1, respectivamente,

f (tx) > tf (x) (para un insumo)


F (tx, ty) > tF (x, y) (para dos insumos)

De esta manera, si se duplican los insumos (factores), la producción estará


por encima del doble de la producción inicial. Similarmente, si se triplican los
insumos (factores), la producción estará por encima del triple de la produc-
ción inicial; etc. (figura 5.5).

Y, por supuesto, podemos identificar algunas funciones de producción (pa-


ra un solo insumo) con rendimientos crecientes a escala mediante el siguiente
resultado:

“Toda función de producción f (·) convexa estricta, con f (0) = 0, tiene ren-
dimientos crecientes a escala.” 10
10 Para su demostración, ver Monsalve (ed.) (2010), Vol. III.
128 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

y=f(x)

y=tf(x) y=f(x)

f(tx*)

tf(x*)

x* tx* x

Figura 5.5. Típica función de un solo insumo con rendimientos crecientes a escala. Obsérvese
que f (tx∗ ) > tf (x∗ ) para todo t > 1 y x∗ fijo.

De esta manera si f (0) = 0, f ′ > 0 (marginalidad creciente) y f ′′ > 0 (rendimien-


tos marginales crecientes) entonces la función de producción tiene rendimientos
crecientes a escala. Ejemplos funcionales de esto son f (x) = xα con α > 1, y
también f (x) = ex − 1.

De otro lado, es posible encontrar descripciones de funciones de producción que


tienen diferentes rendimientos a escala para diferentes niveles de producción (ver
figura 5.6). Por ejemplo, cuando una firma produce pequeñas cantidades, puede
mostrar rendimientos crecientes a escala debido a que podría hacer un uso más
eficiente de los recursos; pero si produce grandes cantidades enfrentaría rendimien-
tos decrecientes ya que un aumento en el tamaño de la empresa haría, quizás, más
ineficiente la producción (Wicksell 1901, 1902).

Figura 5.6. Función de un sólo insumo sin rendimientos a escala específico.

También, en ocasiones, se justifica este tipo de comportamiento con la idea de que


un factor (usualmente, mano de obra) es variable y el otro (usualmente, capital)11
11 Más adelante señalaremos que la hipótesis de tratar las máquinas, los edificios, etc.,

como insumos de capital que son medidos en cierta unidad homogénea, es una de las más
5.3. RENDIMIENTOS A ESCALA 129

es fijo, y que en etapas de producción menores se tiene un alto grado de cohesión


laboral y eficiencia productiva, lo que lleva a presentar rendimientos crecientes a
escala; pero que si la producción pasa de cierto nivel, entonces los requerimientos
de más mano de obra harán que la gestión sea menos eficiente y esto lleve a la
empresa a comportarse bajo rendimientos decrecientes a escala.

Ejemplo 2. (Ejemplos de funciones producción con distintos rendimientos a es-


cala)

a) f (x) = x es una función con rendimientos decrecientes a escala: Si t > 1,

f (tx) = (tx)1/2 = t1/2 x1/2 < tx1/2 = tf (x)

b) f (x) = Ax (A > 0 es constante) es una función con rendimientos constantes a


escala: Si t > 0,
f (tx) = A(tx) = t(Ax) = tf (x)

c) f (x) = x2 es una función con rendimientos crecientes a escala: Si t > 1,

f (tx) = (tx)2 = t2 x2 > tx2 = tf (x)



d) La función general de Leontief F (x, y) = Min xa , yb (a, b > 0 constantes)12 es
una función de producción con rendimientos constantes a escala, pues si t > 0
entonces
( ) ( )
tx ty x y
F (tx, ty) = Min , = t Min ,
a b a b
= tF (x, y)

Un ejemplo sencillo que ilustra este tipo de función de producción es cuando los
insumos son “complementarios”. Por ejemplo, un caja de cereal (cereal+caja);
una bolsa de papas fritas (papas+bolsa), etc.
√ √
e) F (x, y) = x + y es una función de producción con rendimientos decrecientes
a escala, pues si t > 1, entonces:
     
1/2 1/2
F (tx, ty) = (tx) + (ty) = t1/2 x1/2 + t1/2 y 1/2
  
= t1/2 x1/2 + y 1/2
 
< t x1/2 + y 1/2
= tF (x, y)
grandes falencias de la teoría neoclásica homogénea. Aunque algunos de sus representantes más
importantes bajo argumentos variados, no lo creyeran así.
12 La función de producción F (x, y) = Min{x, y} fue introducida por Wassily Leontief en 1936

en su “Quantitative Input-Output Relations in the Economic System of the United States”


aunque los mismos pioneros neoclásicos, entre ellos, Jevons, Menger y Walras, utilizaban procesos
de producción con cociente fijo de factores (x/y) que no eran sustitutos. Recordemos que esta
misma función ya había sido adaptada como función de utilidad en la Semana 1.
130 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

f) Un caso muy importante: la función de producción Cobb-Douglas F (x, y) =


xα y β . 13 Aquí,

F (tx, ty) = (tx)α (ty)β



= tα+β xα y β

= tα+β F (x, y)

Por lo tanto:
Si α + β < 1 entonces tα+β < t si t > 1, y así F (x, y) tiene rendimientos
decrecientes a escala.
Si α + β = 1 entonces tα+β = t si t > 0, y así F (x, y) tiene rendimientos
constantes a escala.
Si α + β > 1 entonces tα+β > t si t > 1, y así F (x, y) tiene rendimientos
crecientes a escala.
Por ejemplo, en el caso de una función de producción con rendimientos
decrecientes a escala Cobb-Douglas F (L, K) = L1/2 K 1/4 donde L = horas-
hombre (mano de obra), K = unidades de capital (máquinas, edificios, etc.), se
tiene que esta empresa es más intensiva en mano de obra (1/2) que en capital
(1/4) pues, recordemos (imitando lo estudiado en la teoría del consumidor) que
α y β son las respectivas elasticidades-insumo de la producción (ver ejercicio
11 del presente capítulo).
g) Otro caso importante es el de la función CES (Constant Elasticity of
Substitution)14
1/ρ
F (x, y) = [xρ + y ρ ] , 0<ρ<1
que tiene rendimientos constantes a escala, pues si t > 0, entonces:
1/ρ
F (tx, ty) = [(tx)ρ + (ty)ρ ]
1/ρ
= [tρ (xρ + y ρ )]
1/ρ
= t[xρ + y ρ ]
= tF (x, y)

Honrando el nombre de esta función, el parámetro ρ mide una elasticidad de


sustitución entre insumos, que también estudiaremos en el último ejercicio de
13 Aunque habíamos recurrido a ellas como función de utilidad, la función Cobb-Douglas fue

introducida originalmente como función de producción en 1928 por Charles Cobb y Paul Douglas
en su artículo “A Theory of Production” publicado en American Economic Review. Allí (aunque
anticipados por Knut Wicksell (1900)), afirmaban que esta función de producción, con x =
unidades de capital, y = unidades de mano de obra, α = 14 y β = 34, se ajustaba a los datos de
la industria manufacturera de los Estados Unidos, si no se consideraba el progreso tecnológico.
No obstante, el mismo von Thünen (1840) ya había escrito formas equivalentes de funciones de
producción de este tipo.
14 Esta función de producción de elasticidad de sustitución constante, fue introducida en la

teoría económica en 1961 por Arrow, Chenery, Minhas y Solow en “Capital-Labor Substitution
and Economic Efficiency” (Review of Economic Studies).
5.3. RENDIMIENTOS A ESCALA 131

la Semana 6. Este concepto de elasticidad de sustitución es el más importante


cuando se trata de medir la posibilidad de sustitución de un insumo por otro
en un proceso productivo.

h) La función cuasilineal de producción F (x, y) = x + y presenta rendimientos
decrecientes a escala, ya que si t > 1,
√ √
F (tx, ty) = tx + (ty) < t( x + y) = tF (x, y)

i) La función de producción cuadrática F (x, y) = x2 + y 2 + xy tiene rendimientos


crecientes a escala, pues si t > 1 entonces:

F (tx, ty) = (tx)2 + (ty)2 + (tx)(ty)



= t2 x2 + y 2 + xy
= t2 F (x, y)
> tF (x, y)
Nota 1

Como el lector ya notará, es muy común para la economía neoclásica, estudiar


funciones de producción de la forma F (L, K) donde L es mano de obra y K es ca-
pital, en lugar de la forma F (x, y). Así que, en adelante, recurriremos a cualquiera
de las dos formas de escribirlas: F (L, K) o F (x, y).

Observemos ahora que si una firma con tecnología F (L, K) opera con rendimien-
tos constantes a escala en el largo plazo (es decir, con libertad de elegir cualquier
cantidad de insumos L (mano de obra) y K (capital)) y tiene marginalidades es-
trictamente crecientes, entonces en el corto plazo (con K = K ∗ constante), opera
con tecnología f (L) = F (L, K ∗ ) bajo rendimientos decrecientes a escala. En efecto:
si t > 1 notemos que
   
∗ tK ∗ K∗
f (tL) = F (tL, K ) = F tL, = tF L, < tF (L, K ∗ ) = tf (L)
t t

Para ilustrar esto, observemos dos ejemplos:

1. Si la función de producción Cobb-Douglas de una empresa (o de un sector


productivo) en el largo plazo, se escribe como

F (L, K) = Lα K 1−α 0<α<1

entonces la función de producción en el corto plazo se escribe como


1−α
f (L) = (K ∗ ) Lα = (constante)Lα

con K ∗ fijo. Así se satisface lo arriba afirmado por la teoría neoclásica: la


función de producción de corto plazo tiene rendimientos decrecientes a escala
si en el largo plazo tiene rendimientos constantes a escala.
132 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

2. Otro caso típico como lo es la tecnología CES (Constant Elasticity of


Substitution)
1/ρ
F (L, K) = [Lρ + K ρ ] 0<ρ<1

que presenta, en el largo plazo, rendimientos constantes a escala. Pero en el


corto plazo, con K = K ∗ =constante, esta tecnología se transformará en
1/ρ
f (L) = [Lρ + K ∗ ρ ]

Y según lo indicado antes, esta función f (L) de corto plazo, presenta


rendimientos decrecientes a escala.
Nota 2

También observemos que si una firma con tecnología fK ∗ (L) = F (L, K ∗ ) ope-
ra con rendimientos constantes a escala en el corto plazo (K = K ∗ =constante) y
marginalidades estrictamente crecientes, entonces, en el largo plazo, opera con tec-
nología F (L, K) bajo rendimientos crecientes a escala. En efecto: si t > 1 notemos
que
F (tL, tK) = ftK (tL) = tftK (L) = tF (L, tK) > tF (L, K)
Para ilustrar esto, observemos que en el caso de la función de producción Cobb-
Douglas con rendimientos crecientes a escala F (L, K) = LK α con α > 0, se tiene
que, en el corto plazo (K = K ∗ ), opera con rendimientos constantes a escala.

Nota 3 (Cambio tecnológico exógeno)

Cada función f (x) o F (x, y) estudiada anteriormente, puede también ser ampliada
por un coeficiente
√ positivo A. Es decir,también √ podemos estudiar funciones de la

forma f (x) = A x, f (x) = Ax2 , F (x, y) = A( x + y), F (x, y) = Axα y β , etc. A
este coeficiente, cuando es mayor que 1, se le acostumbra a asociar con “mejoras
tecnológicas” ya que hacen a la empresa más productiva. Por ejemplo, cuando los
operarios en una empresa manufacturera aumentan sus habilidades por repetición
diaria del oficio, es decir, se especializan en el oficio, esto puede asimilarse a que
en lugar de L obreros, ahora se requiera solo una porción de esos L obreros, lo que
se traduce en un aumento proporcional en la producción. Notemos, sin embargo,
que este tipo de “cambio tecnológico” no da origen a cambios en la escala.15

5.4. El problema principal (primal) del produc-


tor: maximización del beneficio
Que dentro de la epistemología neoclásica exista (explícita o implícitamente) un
principio armónico optimizador (“principio de mínima acción” o similar), y se deci-
da que ese principio sea el de la maximización del beneficio de la empresa (ingresos
15 Este es un ejemplo del clásico problema de la división del trabajo por especialización con el

objeto de aumentar la producción y, usualmente, aumentar las ganancias de la operación.


5.4 EL PROBLEMA PRINCIPAL (PRIMAL) DEL PRODUCTOR 133

por ventas menos costos de producción), inducirá, como veremos enseguida, a que
las funciones usuales de producción de las empresas en competencia perfecta pre-
senten, entre sus características, rendimientos decrecientes o constantes a escala. 16

Y esto se hace porque una empresa con rendimientos crecientes a escala podría
no ser precio-aceptante, debido a que usualmente estas empresas presentan altos
niveles de inversión con, por ejemplo, altos costos fijos por I+D (Investigación
y Desarrollo), y para recuperar estos costos, desarrollan patentes y derechos que
les hacen tener algún poder de mercado (por ejemplo, operando como monopolis-
tas, oligopolistas, etc.). Así, más adelante se verá que tendremos que descartar la
presencia de las tecnologías con rendimientos crecientes a escala si de estudiar la
estructura de competencia perfecta se trata.

Siguiendo, entonces, el precepto neoclásico de optimización de la función obje-


tivo sujeta a restricciones, los productores maximizarán la función de beneficio:

Π = (ingresos por ventas) menos (costos de los insumos)


bajo el argumento básico de que si no maximizan el beneficio, perderían dinero
y esto podría llevarlos, inclusive, fuera de la industria. Y con esto en mente,
estudiaremos dos casos bajo competencia perfecta:

1. En el caso de una empresa que opera con un solo insumo y = f (x), el


problema al que se enfrenta el empresario es:
Maximizar Π = py − wx
sujeta a y = f (x)

donde p = precio de mercado por unidad del producto; w = costo por unidad
del insumo x.

2. Y en el caso de una empresa que opera con dos insumos z = F (x, y), el
problema al que se enfrenta el empresario es:

Maximizar Π = pz − w1 x − w2 y
sujeta a z = F (x, y)

donde p = precio de mercado del producto; w1 = costo por unidad del insumo
x; w2 = costo por unidad del insumo y (ye).

Observemos en detalle cada uno de estos dos casos.


16 Al menos, al nivel de este manual de microeconomía. Porque, sabemos, sería posible estudiar,

por ejemplo, tecnologías que para bajos niveles de producción presenten rendimientos crecientes
a escala, pero para altos niveles de producción aparezcan los rendimientos decrecientes a escala;
y aún así, sea posible maximizar el beneficio (figura 5.6) como será claro más adelante.También
es conveniente aclarar que esto no significa que toda tecnología con rendimientos decrecientes
a escala opere bajo competencia perfecta. Podría suceder el caso de una empresa con esos
rendimientos y que coloca precios. Por ejemplo, una pequeña mina en un pueblo aislado en donde
esta es, prácticamente, la única fuente de trabajo de los hombres de ese pueblo. Los dueños de
esta mina podrían asignar ellos mismos el nivel de salarios aprovechando su posición dominante.
134 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

5.4.1. Maximización del beneficio con un solo insumo


Profundicemos, inicialmente, en el primer caso, cuando y = f (x). El problema
Maximizar Π = py − wx
x>0
sujeta a y = f (x)
se reduce a
Maximizar pf (x) − wx
x>0
Entonces, si asumimos que f (x) es estrictamente creciente (f ′ > 0) y cóncava
estricta (f ′′ < 0) (que bajo f (0) = 0 es equivalente a los rendimientos decrecientes
a escala) y diferenciable con continuidad en R++ , derivando e igualando a cero
obtenemos que:
pf ′ (x) − w = 0
o bien,
pf ′ (x) = w

(ingreso por productividad marginal = costo marginal del insumo)


O, equivalentemente, w
f ′ (x∗ ) = (5.1)
p
(Ecuación de equilibrio del productor (con sólo un insumo))
que afirma que, para maximizar el beneficio, el productor debe requerir del mercado
un nivel de insumos x∗ tal que su productividad marginal f ′ (x∗ ) coincida con w/p
que es el “costo real” por unidad del insumo x (figura 5.7). Este factor w/p, en
competencia perfecta, será dado por el mercado del insumo (que define el valor
w) y por el mercado del producto (que define el valor de p). Por consiguiente,
la ecuación 5.1 muestra, de manera precisa, cómo el agente deberá adaptar su
producción (por productividad marginal) a las condiciones del mercado (relación
de precios), si busca maximimizar el beneficio.

Figura 5.7. Maximización del beneficio para una tecnología de la forma y = f (x). Las rectas de
isobeneficio ascienden desde la recta de beneficio cero hasta la recta de beneficio óptimo.
5.4 EL PROBLEMA PRINCIPAL (PRIMAL) DEL PRODUCTOR 135

A partir de la ecuación (5.1) de equilibrio del productor, llamaremos en adelante:

x∗ = demanda del insumo por parte del productor

f (x∗ ) = oferta de producto al mercado por parte del productor

Π∗ = pf (x∗ ) − wx∗ = beneficio recibido por el productor


Con el caso que acabamos de exponer (es decir, el de un insumo fijo y otro
variable), comenzamos a entender que la noción de concavidad de la función
de producción (es decir, la productividad marginal estrictamente decreciente) es
fundamental al proceso de maximización del beneficio. Notemos (figura 5.8) que, en
efecto, si f (x) tiene rendimientos crecientes a escala, no es posible la maximización
del beneficio: no hay límite de beneficio pues crece indefinidamente.

y
y=f(x)

y=(w/p)x
y=(w/p)x
(beneficio cero)
(beneficio cero)

x* x

Figura 5.8. Bajo rendimientos crecientes a escala, no es posible maximizar el beneficio, pues si
supusiéramos que esto sucede en la cantidad x∗ , se llegaría a una contradicción, ya que el
beneficio en tx (con t > 1) es superior. En efecto:
Π(tx∗ ) = pf (tx∗ ) − w(tx∗ ) > tpf (x∗ ) − twx∗ = tΠ(x∗ ) > Π(x∗ ).

Por su parte, también notemos que si la producción tiene rendimientos constantes


a escala, entonces no existe solución, no se produce absolutamente nada o, en caso
extremo, puede tener múltiples soluciones. En efecto, en el panel superior de la
figura 5.9, el productor presenta pérdidas en cualquier plan de producción y, por
lo tanto, su obligación será no operar (solución nula) y desaparecer del mercado.
Esta es la situación, por ejemplo, cuando la tecnología es y = f (x) = x y además
w > p: si el costo por unidad del insumo (w) es mayor que el precio de venta
(p), entonces la empresa siempre tendrá pérdidas en cualquier nivel de producción
f (x). En efecto: pf (x) − wx = px − wx = (p − w)x < 0, para todo nivel de insumo
x > 0.
136 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

El caso en el panel inferior izquierdo de la figura 5.9, el productor podrá aumen-


tar sus beneficios tanto como quiera. Para ilustrar lo que sucede aquí, tomemos
el ejemplo anterior y asumamos de nuevo y = f (x) = x con w < p. Entonces
el costo por unidad del insumo es menor que el precio por unidad del producto
que vende este productor. Así aumentará el beneficio aumentando la producción:
pf (x) − wx = px − wx = (p − w)x > 0 para todo x > 0.

Y, finalmente, el panel en el caso inferior derecho de la figura 5.9 (que será una
situación muy particular e importante en discusiones posteriores de este manual)
nos muestra que, independientemente de la producción, el beneficio será cero. Para
guiar con un ejemplo de esto, imaginemos nuevamente a y = f (x) = x pero ahora
w = p. Entonces el beneficio pf (x) − wx = px − wx = 0, sin importar la cantidad
x > 0 del insumo ni su producción f (x).

y Solución nula

y=(w/p)x py-wx=(p-w)x<0
(beneficio cero) para p<w
(beneficio negativo)

x
y y Infinitas soluciones
No hay solución La función de producción
y=f(x) coincide con
y=(w/p)x
(beneficio cero)
y=(w/p)x
(beneficio cero)

x x

Figura 5.9. “Maximización” del beneficio para rendimientos constantes a escala.

Los comportamientos señalados en las figuras 5.8 y 5.9 (rendimientos crecientes y


constantes a escala (respectivamente)), muestran que este tipo de tecnologías no
son completamente “compatibles” con la maximización del beneficio y, por ende,
con el mercado bajo competencia perfecta, tal como lo hemos definido. Y esto no
es casualidad y da un halo de justificación a la maximización del beneficio como
objetivo de la empresa competitiva, pues observaremos en capítulos posteriores
(Fallas de Mercado) que tecnologías como estas (en especial, las de rendimientos
crecientes a escala) pueden tener, como ya hemos afirmado, cierto poder monopo-
5.4 EL PROBLEMA PRINCIPAL (PRIMAL) DEL PRODUCTOR 137

lístico (o similar) en el mercado, que las aparta de la competencia perfecta donde


todos los agentes son tomadores de precios.

Ejemplo 3 (Tasas de salarios e interés “determinados” por productividad margi-


nal)

Estudiemos los dos siguientes casos particularmente característicos e importan-


tes para la teoría neoclásica de la producción:

a) Si f (L) es una función de producción cóncava estricta (es decir, f (0) = 0,


f ′ > 0, f ′′ < 0) que tiene como único insumo la mano de obra L (es decir, con
los otros insumos fijos (por ejemplo, capital (K = K ∗ ))), entonces la condición
de maximización del beneficio (dada por la ecuación 5.1)

w
f ′ (L∗ ) =
p

nos asegura que la cantidad óptima de mano de obra a contratar, L∗ , es tal


que su productividad marginal coincida con el salario real w/p. Es de aquí que
parte la tan criticada teoría neoclásica de salarios asociada a la productividad
marginal. Sin embargo, no debemos olvidar que esto solo ocurre si la empresa
es tomadora de precios. También notemos que, dada la condición de concavidad
de la función de producción (f ′′ < 0), existe una relación inversa entre el salario
real w/p y la mano de obra a contratar L∗ ; es decir, a menor (mayor) salario
real, mayor (menor) cantidad de mano de obra contratada.

b) Similarmente, si f (K) es una función de producción cóncava estricta (es decir,


f (0) = 0, f ′ > 0, f ′′ < 0) que tiene como único insumo al capital K,17 entonces
tendríamos que para maximizar el beneficio, la ecuación
r
f ′ (K ∗ ) = (r =tasa de interés nominal)
p

señalaría la relación marginalista entre la cantidad de unidades de capital (K ∗ )


y la tasa de interés real (r/p) del mercado. Así, dada la condición f ′′ < 0 de
la función de producción f (K), a mayores tasas de interés real (r/p), menores
cantidades de capital (K ∗ ) se utilizarán. De esta manera, se establece el vínculo
entre la productividad marginal decreciente (f ′′ < 0) y las tasas reales de interés
(también conocidas como “precios del servicio del capital”) y viceversa. Sobre
este punto regresaremos en la Semana 9.

Ejemplo 4

Supongamos que nuestra función de producción es de la forma y = f (L) = Lα pa-


ra 0 < α < 1 (recordemos que α, aquí, es la elasticidad-insumo de la producción).
Sus gráficas son una familia de funciones cóncavas estrictas (figura 5.10).
17 Bajo la hipótesis neoclásica de que K puede medirse en unidades uniformes.
138 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

Figura 5.10. Funciones con rendimientos decrecientes a escala.

Para maximizar el beneficio de esta empresa

Π = pLα − wL
∂Π
hacemos ∂L = 0. Es decir, pαLα−1 − w = 0; o, despejando,
 1/(α−1)
w
L=

lo que nos lleva a la demanda óptima
 pα 1/(1−α)
L∗ =
w
(Demanda por mano de obra)

Así, la oferta de producto al mercado es:


 pα α/(1−α)
y ∗ = f (L∗ ) =
w
Y el beneficio obtenido es:

Π∗ = pf (L∗ ) − wL∗ = Cp1/(1−α) w−α/(1−α)

donde
C = (α)α/(1−α) − (α)1/(1−α)
Se ve que ambos (producto y beneficio) son directamente proporcionales al precio
de venta del producto, e inversamente proporcionales al salario.

Así, por ejemplo, si α = 23 , w = 1, tendremos que la demanda por mano de


obra de la empresa al mercado será:
 
8
L∗ = p3
27
5.4 EL PROBLEMA PRINCIPAL (PRIMAL) DEL PRODUCTOR 139

La oferta del producto al mercado es:


 
∗ 4
y = p2
9
Y el beneficio de la empresa será:
 
4
Π∗ = p3
27
donde p es el precio de mercado del producto que se ofrece.

Es importante observar en el anterior ejemplo, que si α tiende a 1 (es decir, si


la tecnología con rendimientos decrecientes a escala “converge hacia” los rendi-
mientos constantes a escala) entonces, para w < p fijos, se tendrá un aumento
tanto de la demanda de mano de obra L, como de la oferta al mercado y tam-
bién de los beneficios. Así, podríamos extrapolar este ejemplo, y afirmar que, bajo
competencia perfecta, mientras más “eficiente” es esta tecnología, mayor cantidad
de trabajadores contratará. Aquí, no debemos olvidar que no hay sustitución de la
mano de obra con otro insumo (por ejemplo, capital), ya que esta empresa opera
en el corto plazo con capital fijo.

5.4.2. Maximización del beneficio con dos insumos


Vamos a centrarnos ahora en el caso de una empresa que opera con dos insumos
y con tecnología z = F (x, y), y que se enfrenta al problema:
Maximizar Π = pz − w1 x − w2 y
sujeta a z = F (x, y) (figura 5.11)

pz-w1x-w2y=cantidad
de máximo beneficio
posible, dada la tecnología
z=F(x,y) de la empresa

Figura 5.11. Maximización del beneficio con dos insumos de producción.

O, lo que es igual:
Maximizar pF (x, y) − w1 x − w2 y
x,y>0
140 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

Para estudiar las características analíticas de esta solución, primero debemos asu-
mir que F (x, y) es diferenciable con continuidad, con derivadas parciales estricta-
mente positivas en x e y y cóncava estricta en R+ (ver Apéndice matemático al
final del texto), pues, en otro caso, el problema de maximizar el beneficio podría
no tener solución general.18

Además, también asumiremos que F (0, 0) = 0. Dado esto, pasamos a derivar


parcialmente (con respecto a la variable x y con respecto a la variable y (ye)) la
función de beneficios
Π = pF (x, y) − w1 x − w2 y
y a igualarla a cero, obteniendo que:
∂F ∂F
p = w1 ; p = w2
∂x ∂y
(Ingreso marginal = costo marginal para ambos insumos)
O bien,
∂F w1 ∂F w2
= ; =
∂x p ∂y p
(productividades marginales = precios reales de insumos)
Después, dividiendo término a término estas dos últimas ecuaciones, tendremos
que:
∂F/∂x w1
=
∂F/∂y w2
(Ecuación de equilibrio del productor (con dos insumos))

Esta ecuación de equilibrio es la condición para que la empresa maximice


el beneficio, y se lee: “En equilibrio, la tasa marginal de sustitución técnica
((∂F/∂x)/(∂F/∂y) ) es igual a la relación de precios de los insumos (w1 /w2 ).”

Pero: ¿qué significado tiene aquí la “tasa marginal de sustitución técnica”? De


manera similar a lo hecho para la teoría del consumidor, si escribimos la curva de
nivel de producción que pasa por el punto de maximización del beneficio (x∗ , y ∗ )
como
F (x, y) = k ∗
donde k ∗ = F (x∗ , y ∗ ), entonces, tomando el diferencial total, se obtiene que

∂F ∂F
dx + dy = 0
∂x ∂y
o bien,
∂F/∂x dy
=−
∂F/∂y dx
18 Ver Monsalve (2010), Vol.3, en donde se demuestra que estas condiciones sobre F (x, y)

implican rendimientos decrecientes a escala.


5.4 EL PROBLEMA PRINCIPAL (PRIMAL) DEL PRODUCTOR 141

Y así la tasa marginal de sustitución técnica mide cuánto del insumo y (ye) se re-
quiere para mantener el mismo nivel de producción, si reducimos en “una unidad”
el insumo x (figura 5.12).19

En resumen: si el empresario busca maximizar su beneficio bajo competencia per-


fecta, entonces debe producir en un nivel tal, que la tasa marginal de sustitución
técnica (dada por su tecnología), iguale a la relación de precios de los insumos
(dados por el mercado). La ecuación de equilibrio del productor es, entonces, una
relación entre un “costo de oportunidad tecnológico” y un “costo de oportunidad
del mercado” Sin embargo, esto solo se da, usualmente, bajo rendimientos decre-
cientes a escala. O, más específicamente, bajo las condiciones de monotonicidad y
concavidad estricta de una función de producción diferenciable con continuidad y
con F (0, 0) = 0.

Figura 5.12. Cantidades de insumos (x e y) elegidas por el productor que maximiza su


beneficio. Allí debe satisfacerse la ecuación de equilibrio.

Ejemplo 5 (Maximización del beneficio de la función Cobb-Douglas con rendi-


mientos decrecientes a escala).

El problema explícito es:


Maximizar Π = pz − w1 x − w2 y
sujeta a z = F (x, y) = xα y β
Aquí, debemos asumir que α+β < 1 para que la función de producción sea cóncava
estricta (ver Apéndice matemático) y, por tanto, tenga rendimientos decrecientes
a escala. Recurriendo directamente a las ecuaciones de equilibrio, tenemos que:
∂F ∂F
p = w1 , p = w2 (5.2)
∂x ∂y
19 Realmente es un diferencial dx del insumo x.
142 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

Llegando, en este caso, a que


pαxα−1 y β = w1 ; pβxα y β−1 = w2 (5.3)

Y así, dividiendo término a término estas dos ecuaciones, encontramos que:

αxα−1 y β w1
= (5.4)
βxα y β−1 w2
De aquí obtenemos, cancelando términos, que
y βw1
=
x αw2
(tasa de sustitución entre insumos)
y por tanto,
βw1 x
y= 20
(5.5)
αw2
Luego colocando esta ecuación 5.5 en la primera ecuación de 5.3 se llega a que:
 β
α−1 βw1 x w1
αx = (5.6)
αw2 p
Y así, después de una confiable manipulación algebraica de la ecuación 5.6 y luego
de insertar la solución x en la ecuación 5.5, encontramos las demandas por insumos:

p1/(1−α−β)
x∗ = (∗)
(w1 /α)(1−β)/(1−α−β) (w2 /β)β/(1−α−β)

p1/(1−α−β)
y∗ = (∗∗)
(w1 /α)α/(1−α−β) (w2 /β)(1−α)/(1−α−β)
Notemos que ambas cantidades de insumos son directamente proporcionales al
precio de venta p del producto: si el precio es alto entonces la empresa producirá
más para satisfacer el mercado y, por lo tanto, requerirá de más insumos. También
observemos que si los costos de los insumos (w1 y w2 ) aumentan, disminuirán las
demandas por ellos. Y algo más allá: notemos que si α y β crecen entonces ambas
demandas crecen, justificándose esto porque la “mejora tecnológica” conlleva ma-
yor productividad y, por tanto, también mayor necesidad de insumos.

Ahora: Sabemos que la oferta al mercado es igual a z ∗ = F (x∗ , y ∗ ) = (x∗ )α (y ∗ )β .


Luego recurriendo a las demandas por insumos (∗) y (∗∗) anteriores, se llega a que
la oferta de esta empresa es:

p(α+β)/(1−α−β)
z∗ = α/(1−α−β) β/(1−α−β)
(∗ ∗ ∗)
(w1 /α) (w2 /β)
20 Notemos que si los precios de los factores permanecen constantes, entonces la producción
y βw1
óptima siempre se realiza con proporciones constantes de factores: x = αw . Esto no siempre
2
ocurre con otras funciones de producción.
5.4 EL PROBLEMA PRINCIPAL (PRIMAL) DEL PRODUCTOR 143

Y también, recurriendo a las ecuaciones (∗), (∗∗) y (∗ ∗ ∗), calculamos el beneficio


Π∗ = pz ∗ − w1 x∗ − w2 y ∗ que recibe esta empresa si opera a estos niveles:

Π∗ = pz ∗ − w1 x∗ − w2 y ∗
1−α−β
= α/(1−α−β)
p1/(1−α−β) 21
(w1 /α) (w2 /β)β/(1−α−β)

El análisis ceteris paribus para las funciones de oferta y de beneficio es similar al


que hicimos antes para las demandas de insumos.

Para ilustrar lo anterior, si α = 1/2, β = 1/4, w1 = 2, w2 = 3 se tiene que:

p4 p4 p3 p4
x∗ = ; y∗ = ; z∗ = ; Π∗ =
768 2304 192 768
En la figura 5.13 aparece dibujada la curva de oferta z ∗ . ¿Cómo interpretaría el
lector la concavidad estricta de esta función de oferta? ¿Qué significado económico
tiene esta característica?

Figura 5.13. Curva de oferta de producto con tecnología Cobb-Douglas (α + β = 3/4).

Ejemplo 6 (Maximización del beneficio con función de producción separable y


rendimientos decrecientes a escala).
√ √
Dada la función de producción cóncava estricta F (x, y) = x+ y y aplican-
do directamente la ecuación de equilibrio
∂F/∂x w1
=
∂F/∂y w2
se obtiene que:
 2
y w1
=
x w2
(tasa de sustitución entre insumos)
21 El primer estudio de las funciones de beneficio fue el trabajo pionero de Harold Hotelling

(1932).
144 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

Sin embargo, no requeriremos, en este caso, de esta ecuación.


 Serán suficientes las
1
ecuaciones básicas de equilibrio del productor: Como p 2√ x
= w1 entonces

p2
x∗ = (demanda insumo x)
(2w1 )2
 
1
Y, similarmente, puesto que p 2√ y = w2 , entonces

p2
y∗ = (demanda insumo y (ye))
(2w2 )2
Por lo tanto, la curva de oferta de esta empresa al mercado es:
 
1 1
z ∗ = F (x∗ , y ∗ ) = + p
2w1 2w2
Y, finalmente, calculamos el beneficio de esta empresa:
Π∗ = pz ∗ − w1 x∗ − w2 y ∗
   
1 1 1 1
= + p2 − + p2
2w1 2w2 4w1 4w2
 
1 1
= + p2
4w1 4w2
Llevar a cabo un poco de ceteris paribus con las ecuaciones anteriores, por parte
del lector, sería aquí muy instructivo.

5.5. Breve nota sobre la teoría malthusiana de la


población y sus recursos naturales
“He afirmado que la población, cuando no está restringida, crece a una
tasa geométrica; y la subsistencia del hombre a una tasa aritmética.”
Thomas Malthus (1798)

Como lo registra la cita, el economista inglés Thomas Malthus (1798) en “An Essay
on the Principle of Population” aseguraba que puesto que la población tendía a
crecer a tasas geométricas mientras la producción de alimentos tendía a crecer a
tasas aritméticas, el futuro de la humanidad estaría en serio riesgo de inanición.

No hay duda de que la predicción de Malthus se ha realizado en algunos paí-


ses (por ejemplo, en algunos africanos) donde las tasas de crecimiento demográfico
son muy superiores a las tasas de crecimiento de su producción de alimentos. Sin
embargo, en otros países las mejoras tecnológicas en la producción de alimentos
han llevado a que esta producción aumentara más rápidamente que la población.
Algunos aseguran que este cambio en la producción de alimentos se ha dado a
través de cambios tecnológicos exógenos (es decir, a través de un coeficiente A > 1
que multiplica a la función agregada de producción).
5.6. BENEFICIO NULO BAJO RENDIMIENTOS CONSTANTES 145

Era usual encontrar entre los economistas clásicos la hipótesis de que la producción
agrícola y también la minera presentaban rendimientos decrecientes a escala,
mientras que la industria manufacturera presentaba rendimientos constantes a
escala. Cuando estas hipótesis se mezclaban con el argumento de Malthus,
mostraban un panorama desolador, sobre todo para las economías basadas en
la manufactura, pues como consecuencia inmediata, el crecimiento de la población
aumentaría el empleo en el sector manufacturero más que lo que lo hace en el sector
agrícola y aumentaría la oferta manufacturera más que la agrícola. Por lo tanto, la
presión demográfica, aumentaría los precios de la agricultura más (relativamente)
que los de la manufactura. Pero todo esto es muy discutible.

5.6. Nota sobre el beneficio nulo bajo rendimien-


tos constantes a escala
Ya habíamos mostrado que si la producción tiene rendimientos constantes a escala,
entonces el problema de maximizar el beneficio no tiene solución, tiene una única
solución nula (“no operar”) o, en caso extremo, puede tener múltiples “soluciones”.
En la práctica, es corriente (aunque esto arroja críticas) que la teoría neoclásica
escoja, entre los tres casos, precisamente aquel en el que, en condición extrema e
interesante, existe “maximización” del beneficio con beneficio cero; es decir, escoge
x∗ tal que
pf (x∗ ) = wx∗

o, en otra forma,

f (x∗ ) w
=
x∗ p
(producción media = costo marginal real)

Lo mismo sucede en funciones de producción F (x, y) con rendimientos constantes


a escala y con dos insumos: se escoge x∗ , y ∗ tales que satisfagan la ecuación

Π = pF (x∗ , y ∗ ) − w1 x∗ − w2 y ∗ = 0

Pero, obviamente, en ninguno de los dos casos se está llevando a cabo ningún
proceso de maximización del beneficio. Esto es lo que sucede, por ejemplo, con la
función de producción de tipo Leontief y con la función CES, ya que ellas presen-
tan rendimientos constantes a escala.

Sobre el problema de la “maximización” de la función de beneficios bajo rendi-


mientos constantes a escala, daremos, más adelante, ciertos “argumentos paliati-
vos”, que para algunos justifica plenamente este tratamiento dado al problema por
la economía neoclásica homogénea.
146 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

5.7. Nota histórica


5.7.1. Sobre la historia de la función de producción
Se sugiere que las primeras apariciones de fórmulas algebraicas relacionando insu-
mos con productos estuvieron en los trabajos de Philip Wicksteed (1894) y Knut
Wicksell (1900), aunque, al parecer, Johann von Thünen ya se les había anticipado
desde 1840.

Von Thünen, en “The Isolated State”, escribió una función de producción de la


forma P = hq n donde P es la producción por trabajador, q es el capital por tra-
bajador, y h es una constante que incorpora la fertilidad del suelo y la eficiencia
de la mano de obra. Aquí, el parámetro n está entre 0 y 1. Esta, sin duda, es
una función de tipo Cobb-Douglas en términos per-cápita, estudiada casi noventa
años antes que Charles Cobb y Paul Douglas describieran el comportamiento de
la industria manufacturera en los Estados Unidos durante el período 1889-1922
mediante insumos de capital y trabajo.22 Inclusive Knut Wicksell (1900-1901) se
adelantó a Cobb y a Douglas, estudiando funciones de producción de la forma
P = cLa C b , donde a + b = 1, c es una constante positiva, L es mano de obra y C
es capital.

Igualmente, la historia de la función Leontief no comenzó con este famoso eco-


nomista ruso-norteamericano y ganador del premio Nobel, quien recurriera a estas
funciones explíctas de producción en sus tablas insumo-producto para la economía
de los Estados Unidos de la posguerra (Leontief, 1936). De hecho, ya los pioneros
neoclásicos Jevons, Menger y Walras habían recurrido a comportamientos produc-
tivos sin sustitución entre insumos y con relaciones constantes de producto-insumo
y de insumo-insumo, equivalentes a esta función.

No obstante, algunos de ellos reconocían la posibilidad de que hubiese sustitución


entre insumos y que aquellas relaciones constantes fueran variables, de tal manera
que también la productividad marginal, lo fuera. Por ejemplo, en la última edición
de los Éléments (1900), Walras incorporaría una generalización a la hipótesis de
no sustitución, y para ello recurrió a una ecuación de producción [“ecuación de fa-
bricación”] con rendimientos constantes a escala de la forma Q = F (T, P, K, . . . ).
Pero quizás debido a que este intento fue tardío dentro de su trabajo científico,
nunca incorporó una teoría completa de la productividad marginal en el modelo
de producción:

“He preferido no introducir la teoría de la productividad marginal en mi


teoría general del equilibrio económico, ya suficientemente complicada
por sí misma, por temor a que resulte demasiado difícil de asimilar en
su conjunto.”

(Walras, “Éléments”, 1874)


22 Von Thünen también estudió una función de producción de la forma P = h(L + C)n Ln−1

donde L es mano de obra, C es capital, y h,n son parámetros positivos con n un entero.
5.7. NOTA HISTÓRICA 147

También Marshall formularía una función de producción agregada de la forma


P = F (L, E, C, A, F ), donde L es mano de obra, E es eficiencia, C es capital, A
es nivel de tecnología y F es la fertilidad del suelo. De hecho, en esta función de
producción consideraba que cada una de estas variables era un “flujo” (es decir,
dependía del tiempo).

No obstante lo anterior, el gran período de desarrollo de la teoría de las fun-


ciones de producción fue durante los primeros años 50 y finales de los 70 en el siglo
XX. En aquella época se desarrollaron numerosas formas específicas de funciones
de producción que tenían conveniencias empíricas. Por ejemplo, se desarrolló una
de las funciones más utilizadas en la teoría neoclásica (homogénea) del productor:
la función CES de Arrow, Chenery, Minhas y Solow (1961) F (x, y) = (xρ + y ρ )1/ρ .
Esta es una generalización, no sólo de la función de producción Cobb-Douglas,
sino, también, de la Leontief y de la lineal (ver ejercicio final de la Semana 6), lo
que la convirtió en un paradigma para el estudio de producciones agregadas en
economías competitivas.

Posteriormente, hasta la década de los años 80, se encontraron distintas versio-


nes que generalizaban en una u otra forma la función CES (inclusive incorporando
el cambio tecnológico no-constante) para hacerla más conveniente a ciertos estu-
dios particulares o a las circunstancias económicas del momento.

Pero esta tendencia ya comenzó a detenerse poco a poco después de los años
70, tras el final de la “controversia Cambridge del capital” entre los economistas
norteamericanos del MIT (Samuelson y Solow, principalmente) y los economistas
ingleses de la Universidad de Cambridge (Sraffa y Robinson, particularmente),
sobre el problema de la existencia de una función de producción agregada de la
forma Y = F (L, K), y sobre la existencia de la medida de unidad de capital (K).
Inclusive, algunos afirman que el surgimiento de la “era neoclásica” devino, en
parte, con las críticas de Marx a los economistas clásicos, y que el comienzo del fin
de la escuela neoclásica comenzó, precisamente, con la derrota en la controversia
del capital. Acerca de esto discutiremos al final de la Semana 8.

5.7.2. Sobre la función objetivo del productor: críticas y


alternativas
Numerosos autores critican la “falta de realismo” y la “falta de adecuación” para
propósitos empíricos, de la hipótesis de la maximización del beneficio por parte
de la empresa del modelo neoclásico (homogéneo). Por ejemplo, Bejarano (2011,
Tomo II, pp. 349) distingue, al menos, cuatro “tipos” de críticas:

a) El managerialismo, que afirma que es la función de utilidad del administrador


de la empresa, la que realmente se maximiza. Por ejemplo, prestigio, salarios
de administradores y accionistas, crecimiento de los ingresos por ventas, etc.23
23 Incluso esta corriente afirma que existe evidencia empírica de que las firmas manejadas por

administradores (gerentes) tienen menores beneficios que las administradas por sus propietarios.
148 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

b) El behaviorismo, que afirma que, dada la limitada información y no total


habilidad de los administradores de la empresa, lo más que pueden alcanzar
es una “conducta satisfactoria” en ventas, en beneficios, etc.
c) La supervivencia y conservación de la participación de la firma en el mercado
es el verdadero objetivo.
d) La prevención de entrada de competidores a través de precios límite es el
objetivo.
Estas críticas han conducido a modelos en los que la empresa no maximiza
beneficios sino que, por ejemplo, maximiza ingreso por ventas, maximiza el
volumen de producción o, inclusive, maximiza el excedente del trabajador (empresa
cooperativa). Aún así, independientemente de esto, lo que quizás se debe resaltar
de la hipótesis de la maximización del beneficio es que su objetivo fundamental es
ayudar a explicar la formación de los precios y la asignación de los recursos de una
empresa (competitiva o no). Y con ello, en principio, quizás, salva su razón de ser.

Ejercicios
(Observación: Los ejercicios señalados con uno o dos asteriscos ((∗) o (∗∗)) tienen,
a juicio del autor, un nivel de dificultad un tanto o muy superior, con respecto a
los ejercicios corrientes que aparecen sin asterisco.)
1. a) ¿Es un vendedor de dulces a la entrada de la universidad, un productor
de los descritos por la teoría del curso? Si es así, ¿cuáles son los insumos?
¿cuáles son los productos? ¿Qué escala podría tener este pequeño negocio?
(Sugerencia: La respuesta a la primera pregunta es “Sí”).
b) ¿Podría existir en la vida real un proceso productivo que opere con un
solo insumo? Explique.
2. Dibujar en el plano cartesiano, una función de producción f (L) que se rija
por la siguiente tabla:

L K F (L, K)
1 2 √1
2 2 √2
3 2 3
4 2 √2
5 2 √5
6 2 √6
7 2 7

Aquí, L son horas-hombre (mano de obra) y K es capital (maquinaria,


edificios, etc.). En este punto sería muy importante que el lector comenzara a
pensar cómo es posible medir K; es decir, cuál podría ser la unidad uniforme
de medida para, por ejemplo, dos edificios y tres tractores, reconociendo
EJERCICIOS 149

no solo sus diferentes características físicas sino que también son bienes
duraderos. Más adelante señalaremos que tal medida no existe y que esta
es una de las más fuertes críticas a la construcción neoclásica de funciones
de producción de la forma F (L, K).
3. En el análisis de producción de algunas empresas, en ocasiones se suele
recurrir a la noción de “etapa de producción”, y es usual distinguir tres de
ellas: la primera va desde la producción de cero unidades hasta el punto en
que la productividad media es máxima (y, por tanto, igual a la productividad
marginal24 ); la segunda etapa empieza donde termina la primera y finaliza
cuando el producto marginal es cero; y, finalmente, la tercera etapa comienza
cuando el producto marginal es negativo. Confirme o corrija las dos últimas
columnas de la tabla siguiente, y señale (si existen) las tres etapas de la
producción para la función f (L). Indique a partir de dónde se dan los
rendimientos marginales decrecientes.

Produción Producción marginal Producción media


K L total f (L) f (L + 1) − f (L) f (L)/L
8 0 0 20 -
8 1 20 25 20
8 2 45 30 22.5
8 3 75 25 25
8 4 100 20 25
8 5 120 15 24
8 6 135 10 22.5
8 7 145 0 20.7
8 8 145 - 18.13

Aquí, nuevamente, L es horas-hombre (mano de obra) y K es capital


(maquinas, edificios, etc.).
4. Determine el tipo de rendimientos a escala de las siguientes funciones, en
caso de que exista:
1/2
h) F (x, y) = x2 + y 2
a) f (x) = 3x 1/2
b) f (x) = x3 i) F (x, y) = x2 + y 3
c) f (x) = x1 j) F (x, y) = xn + y n para n > 1 entero.
d) f (x) = ln(1 + x) k) F (x, y) = xy + 5
e) f (x) = e x l) F (x, y) = x1/2 y 1/2 + 5
f) F (x, y) = x + y + Min{x, y} m) F (x, y) = 650x2 y 2 − x3 y 3 con y = 5.
g) F (x, y) = xy + Min{x, y} n) (∗) f (x) = 1 si x > β, f (x) = 0 si
x < β para β > 0 fijo.
5. Las curvas de nivel de producción F (x, y) =constante (también llamadas
“isocuantas de producción”) en la figura de abajo, describen una tecnología:
24 Para entender esto, basta derivar la productividad media f (x)/x e igualarla a cero. Allí

el lector verá en el numerador de la derivada el término xf ′ (x) − f (x) = 0, lo que lleva,


inmediatamente a que f (x)/x = f ′ (x), que es lo que se quería observar.
150 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

a) Con rendimientos constantes a escala


b) Con rendimientos decrecientes a escala
c) Con rendimientos crecientes a escala
d) Ninguna de las anteriores.

6. Las curvas de nivel de producción F (x, y) =constante (también llamadas


“isocuantas de producción”) en la figura de abajo, describen una tecnología:
a) Con rendimientos constantes a escala
b) Con rendimientos decrecientes a escala
c) Con rendimientos crecientes a escala
d) Ninguna de las anteriores.

7. Explique y decida si es falsa o verdadera la siguiente afirmación: “Si los


rendimientos son decrecientes a escala, las isocuantas de producción se alejan
cada vez más, unas de otras. Similarmente, si los rendimientos son crecientes
a escala, las isocuantas están cada vez más cerca unas de otras. Y, finalmente,
si los rendimientos son constantes a escala, las isocuantas guardan la misma
distancia, unas de otras.”
8. Encontrar la demanda de insumos, la oferta de producto y el beneficio
máximo si la tecnología es f (x) = 4 ln(1 + x), p = $10, w = $2.
EJERCICIOS 151

9. Calcular las demandas por insumos, la oferta y el beneficio para las siguientes
tecnologías con rendimientos decrecientes a escala:

a) f (x) = 3x1/2 + 2
b) F (x, y) = x1/2 + y 1/3
c) F (x, y) = (x + y)α con 0 < α < 1.

10. Si una función de producción F (L, K) (L=horas-hombre, K=capital) es


homogénea de grado 1 (es decir, F (tL, tK) = tF (L, K) para todo t > 0),
demostrar que esta función puede ser expresada en términos per-cápita:
F (L, K) = Lf (k, 1) donde k = K/L. ¿Por qué es interesante este resultado?

11. Muestre que para la función de producción Cobb-Douglas F (x, y) = xα y β ,


los coeficientes α, β son las elasticidades de la producción con respecto
al correspondiente insumo (elasticidades-insumo). Es decir, α = ∂F x
∂x F y
y
β = ∂F∂y F . Así, en este caso, ante un aumento de dx % en el insumo x,
el productor obtendrá un aumento α % en su producción.

12. (∗) Si α tiende a 1 (es decir, las tecnologías con rendimientos decrecientes a
escala tienden a una con rendimientos constantes a escala) en el ejemplo 4 de
esta Semana 5, estudie el comportamiento de las demandas por el insumo,
la producción y el beneficio. Dibuje e interprete económicamente.

13. a) Ubique la combinación insumo-producto que maximice el beneficio para


la función de producción dibujada abajo.
b) ¿Qué rendimientos a escala presenta esta función de producción?
Tecnologías de este tipo son propias de un área de la teoría económica
conocida como análisis de actividades (Koopmans, 1951). En este caso
particular, la producción presenta tres “actividades” (¿Cuáles son?). El
análisis marginalista de la economía neoclásica homogénea enfrenta muchas
dificultades al llevar a cabo el estudio de este tipo de tecnologías debido a la
no-diferenciabilidad de estas funciones de producción.

y=producto

nivel de
precios

x=insumo

14. Dé dos ejemplos de funciones de producción F (x, y) que tengan rendimientos


decrecientes a escala pero que no sean cóncavas estrictas y, por lo tanto,
152 SEMANA 5. PRINCIPIOS DE LA TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN

pueden no determinarse las curvas de demandas por insumos ni la curva de


oferta bajo competencia perfecta.

15. (∗∗) ¿Será cierto que si F (x, y) y G(x, y) son dos funciones Cobb-Douglas
con rendimientos decrecientes a escala, entonces la oferta de la función de
producción agregada F (x, y) + G(x, y) (que ya no es Cobb-Douglas) es la
suma de las ofertas de cada una de las dos funciones de producción? Intente
generalizar este resultado.

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