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Unidad 1
Introducción a la epistemología
Autor:
Introducción de la unidad
Contexto socio-histórico de la salud mental: transformación y
situación actual
Desde la antigüedad griega, la metafísica intentó la explicación del ser (la metafísica es el área de la
filosofía que estudia la estructura y componentes de la realidad, de lo que existe o es).
Ilustración 1: Platón (izquierda) señalando al mundo de las ideas y propio conocimiento generado. Este fue el paso de la
Aristóteles (derecha) señalando las cosas materiales como fuente
del conocimiento. metafísica a la epistemología (que es el estudio del
Fuente: http://www:emigdiocastillo.blogspot.com
Por su parte, en el campo de la enfermería ha tomado auge la búsqueda, el análisis y la reflexión del
conocimiento disciplinar. En esa búsqueda, las(os) enfermeras(os) nos hemos enfrentado al
esclarecimiento de ciertas premisas, como las siguientes:
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Carlos C. García Fuentes
“La enfermería, para que sea disciplina, debe vincularse con la filosofía de la ciencia”.
En este sentido, la enfermería requiere discernir sobre cómo se construye el conocimiento, para a su
vez construir el propio de la disciplina como ciencia enfermera. Este discernimiento tiene implicaciones
derivadas del conocimiento, del análisis de los procesos de conocer y de sus niveles de conocimiento.
Y todos estos saberes pueden constituirse en los cimientos para el análisis de las diferentes corrientes
epistemológicas que han permeado el desarrollo científico y los paradigmas enfermeros. Pero es preciso
contar primero con los fundamentos sobre el origen y tipos de conocimiento, sobre la epistemología y la
gnoseología.
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Objetivo de la unidad
Analizar las categorías en las que se fundamenta la epistemología, a partir de su relación con la
gnoseología y la teoría del conocimiento, con la finalidad de distinguir las distintas explicaciones sobre
el proceso de construcción del conocimiento.
Temas
1. Conceptualización: gnoseología, teoría del conocimiento y epistemología
3. Relación sujeto-objeto
4. Tipos de conocimiento
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Carlos C. García Fuentes
El problema del conocimiento es tan antiguo como la propia historia de la filosofía; por ello, en este
tema estudiaremos cómo surgen, dentro de la evolución de la reflexión filosófica, términos, que, aunque
sinónimos, tienen una especificidad propia: la gnoseología, la teoría del conocimiento y la
epistemología.
Contenido
Antecedentes históricos
Definiciones fundamentales
Origen de la gnoseología
La epistemología
Teetetes.- Me parece que el que sabe una cosa, siente aquello que él sabe, y en cuanto puedo
juzgar en este momento, la ciencia no se diferencia en nada de la sensación.
Sócrates. - Esta definición que das de la ciencia no es de despreciarse; es la misma que ha dado
Protágoras, aunque se haya expresado de otra manera. El hombre, dice, es la medida de todas las
cosas, de la existencia de las que existen y de la no existencia de las que no existen (Platón, Teetetes
o de la ciencia).
Antecedentes históricos
Bueno (1960) afirma que la Metafísica intentó, desde la antigüedad griega, la explicación del ser (la
metafísica es el área de la filosofía que estudia la estructura y componentes de la realidad, de lo que
existe o es).
Este afán de la filosofía antigua aconteció en tanto el conocimiento de lo real (la ciencia como la
conocemos hoy en día) no se había desarrollado lo suficiente ni el conocimiento filosófico había
cambiado frente a los sistemas de conocimiento basados en el nuevo método experimental iniciado
por Galileo y perfeccionado por Newton en los tiempos modernos.
Sin embargo, a medida que se constituían las propias ciencias, fue surgiendo una contradicción
entre las ciencias particulares y lo que estas decían sobre los objetos con base en la verificación de los
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Definiciones fundamentales
La gnoseología (de gnosis, conocimiento), es el estudio filosófico del conocimiento en general (es el
término más antiguo).
1 Las ciencias, según Fullat (2004), pueden ser axiomáticas (como la lógica y las matemáticas), en tanto
que se basan en axiomas o reglas ciertas de razonamiento; naturales (que corresponden al mundo de la
naturaleza, como la física, la química, la biología, la medicina); sociales (que corresponden a la dimensión
simbólica o cultural del hombre, como la sociología, la economía, la psicología); y finalmente las ciencias
o saberes del sentido o humanidades, como la filosofía, el derecho, la teología, el arte, la historia. Claro,
muchas ciencias tienen raíces dobles. Por ejemplo, la psicología en las ciencias naturales y las ciencias
sociales. En este sentido, la enfermería no se encuentra en la división de las ciencias naturales, sino en las
ciencias del hombre o ciencias humanas, que son las ciencias sociales y las humanidades, como
repetidamente han mencionado diversas teóricas de enfermería contemporáneas.
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Carlos C. García Fuentes
del conocimiento (o gnoseología) trata de los problemas del conocimiento y de las relaciones entre el
sujeto y el objeto en el plano más general y abstracto.
La filosofía de la ciencia abarca una reflexión general sobre el conjunto y desarrollo de las ciencias. A
partir del momento en que los filósofos ya no son quienes se interesan por las ciencias, sino los científicos,
estos, al interrogarse sobre su propio progreso científico, suscitan problemas filosóficos y se adueñan del
vocabulario filosófico. La filosofía reflejará inevitablemente el punto de vista distinto de los utilizadores y
se modificará. El término epistemología nos ofrece un ejemplo patente de esta evolución.
En cuanto a la palabra epistemología, los griegos distinguían entre el saber racional o episteme, el
saber técnico o tekne y el saber de opinión o doxa. El saber episteme fue traducido al latín como
scientia y al español como ciencia (Fullat, 2004). Así, podemos ver que no solo existen ciencias físicas y
naturales (entre ellas las ciencias médicas), sino también las ciencias sociales y dentro de las
humanidades, las ciencias jurídicas, las ciencias teológicas, entre otras, considerando la palabra ciencia
bajo este sentido y no solo bajo el sentido de que la ciencia solo estudia, mediante un método (el
método científico), las cosas que se pueden percibir por los sentidos, sino que también el mundo de las
ideas, del arte o del sentido de la vida para el hombre, debe ser estudiado mediante métodos, que
aunque racionales (por ejemplo, la hermenéutica, que estudia el significado de los textos literarios), no
son científicos.
La epistemología (a la que algunas veces se le conoce en español como gnoseología) tiene una
larga historia, desde la antigüedad griega hasta el presente, y junto con la metafísica, la lógica y la
ética es una de las cuatro principales ramas de la filosofía y casi todos los grandes filósofos han
colaborado en ella.
En la Grecia antigua, en el siglo III a.C., existió un filósofo llamado Aristóteles, quien decía que todo
hombre naturalmente deseaba conocer el mundo en que vive.
Ilustración 2: Aristóteles
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Fuente: http://silviobonilha.com.br
Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Entonces, si le es natural al hombre querer conocer el mundo, lo va a hacer desde que nace. En
efecto, nos dice la psicología evolutiva, basándose en varias teorías del desarrollo del niño, que el niño
primero llega a conocer al mundo externo llevándose a la boca y tocando todo lo que está a su
alcance. Una vez que conoce los objetos cercanos, aprende también que todos estos tienen un
nombre y un fin, es decir, un sentido. Por ejemplo, la sopa es un alimento, se come y es buena; la
cuchara sirve para comer, etc.
Esto ya nos habla de un mundo interno, donde van a estar todas las representaciones de estos
objetos externos, y este es el origen de un problema de la epistemología: el problema de la mente de
los demás, pues si cada quien tiene una interpretación distinta del mismo objeto, cómo saber cuál es la
verdadera.
Estamos ahora llegando a un límite del análisis del problema del conocimiento, límite que la mayoría
de las personas prefiere no traspasar y se conforma con aceptar creencias sociales (de su propia
cultura o de su propia familia).
Sin embargo, los filósofos, a diferencia de la mayoría de la gente, persisten en esta búsqueda de la
verdad última. Parece como si estuvieran obsesionados en encontrarla. Como recordarás, este afán de
saber del filósofo griego antiguo, se va a convertir en un afán o sed de Dios en el filósofo cristiano
medieval, pues Dios representaría la verdad última de todo cuanto existe.
Para estudiar al conocimiento, los epistemólogos comienzan sus especulaciones, afirmando, como lo
hacemos todos, que conocemos mucho sobre el mundo y que lo que conocemos es cierto.
Después, reflexionan sobre lo que saben y descubren que lo que sabían era mucho menos de lo que
pensaban, pues las certezas, los criterios racionales de verdad eran más débiles de lo que parecía y
llegan entonces a pensar que aun las que creían eran sus creencias más fuertes, son ahora falsas o
dudosas.
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Sin embargo, como dice Najmanovich (2010), es posible que la palabra epistemología siga sonando
extraña, como una palabra erudita o muy culta que rara vez habías oído y aplicado a tu vida, pero
piensa que todos tenemos una epistemología, aunque no sepamos que la tenemos. Por ejem plo, en la
comedia El burgués gentilhombre de Moliere, el personaje principal no sabía que hablaba en prosa (y
no en verso).
Algo similar te puede pasar a ti, como ser humano y como enfermera, que te has preguntado alguna
vez:
Pues bien, todo esto será la materia de esta asignatura, en su vinculación a tu profesión, la
enfermería.
Hemos visto hasta aquí qué es la epistemología y sus diferencias con la gnoseología y la teoría del
conocimiento, señalando sus dos principales problemas que trata de resolver: el conocimiento del
mundo externo y el problema de la mente del otro (su subjetividad). Pasaremos ahora a revisar más
profundamente la gnoseología, la epistemología y la teoría del conocimiento.
Origen de la gnoseología
Fue el filósofo alemán Alejandro Godofredo Baumgarten, quien en el siglo XVIII acuñó la palabra
gnoseología.
Baumgarten se basó en Walter Tschirnhaus, quien sostenía que el origen de todos los conocimientos
se encontraba en la experiencia2, e insistía en la importancia de un método fundado a la vez en la
experiencia y en la matemática, atribuyendo a la lógica no solamente la función de control de la
corrección formal del pensamiento, sino también, la más importante, ser un verdadero arte de la
invención.
2Algo similar decían los filósofos escolásticos de la Edad Media: Nada hay en la inteligencia que no haya pasado por los
sentidos (nihil est in intelectu quod prius non fuerit in sensu) (Hessen, 1991).
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Según Walter, el desarrollo metódico de la filosofía debe proceder del hecho fundamental de
nuestra conciencia de las cosas, del cual derivan:
El principio de experiencia (unas cosas nos llegan a través de los sentidos externos; otras a
través de las representaciones y las sensaciones internas).
El principio de la moral (algunas de nuestras impresiones de las cosas son agradables; otras
desagradables).
1. Somos conscientes de nosotros mismos como una realidad distinta; este hecho, que nos hace
alcanzar el concepto del espíritu, es el fundamento de todo conocimiento.
2. Tenemos conciencia de que algunas cosas que nos mueven nos interesan y otras no nos
interesan. Tomamos de este hecho el concepto de voluntad, el de conocimiento del bien y
del mal y, por consiguiente, el fundamento de la ética.
4. Sabemos que, por los sentidos, la imaginación y el sentimiento, nos formamos una imagen de
los objetos externos. En este hecho se funda el concepto de los cuerpos y las ciencias
naturales.
Afirma Baumgarten que después de la metafísica (el estudio del ser en cuanto tal) se encuentra la
teoría del conocimiento (que la llama gnoseología) y la divide en dos partes fundamentales:
Lo original en Baumgarten está en la importancia que otorgó al conocimiento sensible (al cual no
considera solo como un grado preparatorio y subordinado del conocimiento intelectual), como dotado
de un valor intrínseco, diverso e independiente del valor del conocimiento lógico. Tal valor intrínseco es
el valor poético.
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Carlos C. García Fuentes
El reconocimiento del valor de una actitud o de una actividad humana que se considera
inferior y, por tanto, la posibilidad de una valoración más completa del hombre en su
totalidad. Este punto erige a Baumgarten en uno de los representantes del espíritu ilustrado.,
En este sentido, el conocimiento estético es un "análogo de la razón", así que no deben serle
necesariamente extraños los caracteres que son propios del conocimiento racional, pero, para constituir
una obra de arte, estos caracteres deben estar presentes en su vida total y ser, precisamente en su
totalidad, intuidos como fenómeno (Abarca, 1991).
Ilustración 3: Guillermo Dilthey un microscopio. A su vez, Dilthey va a ser el antecedente de Edmundo Husserl y su
Fuente: http://es. Wikipedia.org
La gnoseología estudia críticamente el valor de verdad del conocimiento humano e integra saberes
de diversas disciplinas: lógica, hermenéutica, filosofía de la ciencia, filosofía del lenguaje.
¿Conocemos la verdad?
¿Llegamos a una verdad universal y válida para todos los hombres y en todos los periodos
históricos?
3Puedes consultar el tema 6.4. Antropología filosófica del cuidado, de la asignatura que ya cursaste, Filosofía y
Enfermería, para ampliar esta información.
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
¿Podemos fiarnos de la visión del mundo sugerida por nuestro sentido común?
Estas preguntas son antiguas y modernas al mismo tiempo. Tienen que ver con la moral, las
enseñanzas tradicionales, los dogmas religiosos, las tesis científicas o las ideas de la opinión pública. En
la actualidad, es común que la gente sea crítica ante las creencias aceptadas y que dé también otras
respuestas:
Pragmatismo
Eclecticismo
Escepticismo
La gnoseología, es decir, la filosofía del conocimiento, no le interesa solo a los especialistas, sino que
trata con problemas humanos y universales que hoy se viven con una especial intensidad.
La epistemología
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Carlos C. García Fuentes
Sin embargo, el término epistemología sigue utilizándose en sentido restringido cuando se trata del
estudio, no ya de las ciencias en general, sino de una ciencia particular. Valga como ejemplo la
recopilación de estudios intitulada Lógica del Conocimiento Científico, bajo la dirección de Jean
Piaget, que estudia las etapas de desarrollo cognoscitivo de los niños y que incluye capítulos sobre la
epistemología de la química o de la lógica.
La epistemología, como disciplina filosófica, trata sobre los fundamentos y métodos del conocimiento
científico (en el sentido que ya hemos visto). En la filosofía antigua, principalmente en Platón y
Aristóteles, existen ya reflexiones epistemológicas.
Uno de los fundadores de la epistemología es John Locke (que vivió en el siglo XVII y que vimos en la
segunda unidad, en el tema 2 sobre la filosofía moderna en Filosofía y Enfermería), quien trata
sistemáticamente del origen, esencia y certeza del conocimiento humano. Otros sostienen que el
auténtico fundador de esta rama filosófica es Emmanuel Kant, puesto que en su Crítica de la Razón
Pura da la base del conocimiento científico (Abarca, 1991).
Por su parte, afirma Blanche (1973) que la relación entre la epistemología y la teoría del
conocimiento (o filosofía del conocimiento o gnoseología como también se le conoce) es la existente
entre la especie y el género, pues la epistemología se aboca a una sola forma de conocimiento: el
conocimiento científico.
Sin embargo, esta diferencia desaparece cuando se considera que el único conocimiento válido y
digno de estudiarse es el conocimiento científico. Esta es la actitud de los filósofos representantes del
positivismo, del neopositivismo y del empirismo lógico (ve el tema 2.3. Filosofía contemporánea, de
Filosofía y Enfermería, para mayor información).
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
La epistemología tiene también relaciones con la filosofía de la ciencia, con la que comparte objetos
de estudio. Al mismo tiempo, existe actualmente la tendencia de que los filósofos se alejen de la
epistemología y que su labor la hagan los propios científicos: a esta tendencia se le llama cientificismo.
Para concluir, podemos decir que el estudio filosófico del conocimiento siempre ha estado presente
en la historia del ser humano. En la antigüedad, era la metafísica la que se ocupaba de conocer los
componentes y principios de la realidad. En el Renacimiento y en los siglos XVII y XVIII, las ciencias
particulares, aplicando el método experimental, creaban conocimiento válido en sus propios objetos de
estudio, alejándose cada vez de la metafísica. Es entonces cuando surge (en el siglo XVIII) la palabra
gnoseología, como estudio racional de todo el conocimiento, no solo del conocimiento racional sino
también del sensible, el que proviene de la experiencia estética.
Surge entonces también el término teoría del conocimiento, como sinónimo de gnoseología o
estudio del conocimiento en general.
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Carlos C. García Fuentes
Todos nosotros sabemos que sabemos algo, que tenemos conocimientos, pero muy pocos
sabemos qué es conocer.
El origen del conocimiento está relacionado con la concepción de conocimiento que se tiene en
una cultura determinada. Así pues, en este tema estudiaremos cómo se origina el conocimiento, según
las diversas corrientes epistemológicas.
Preguntas previas
Conocer el conocimiento
Conocer el conocimiento
Por ejemplo, cuando le preguntaron al filósofo y teólogo cristiano San Agustín 5, qué era el tiempo,
dio una respuesta que vale perfectamente para el conocimiento en sí mismo y para muchos temas que
se pueden considerar desde diferentes perspectivas:
Mientras que para el filósofo francés Augusto Comte, fundador de Positivismo, el fin del saber (de la
ciencia), era:
Entonces, como podemos ver, en distintos países y momentos, han sido muy diferentes las maneras
de ver el conocimiento a través del tiempo.
Pero no solo en distintas épocas y países han existido distintas concepciones sobre el conocimiento,
sino aun en una misma época y país. Lo que, es más, una persona puede participar en diferentes formas
de conocer y de legitimar su saber. Estas diferentes maneras de conocer tienen mucha importancia en
5 Que viste en el tema 2.1. Filosofía antigua y medieval, en la asignatura Filosofía y Enfermería.
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Carlos Compton García Fuentes
El conocimiento, nos dice Rábade (1995), se origina en la actividad del hombre, pero no una
actividad del ser humano en general, sino de cada hombre en particular, y esta acción de conocer,
acción cognoscitiva por parte del ser humano, es parte del enfrentamiento del hombre con el mundo,
con lo que es distinto a él. Como recordarás, en el tema 6.4. Antropología filosófica del cuidado, de la
asignatura Filosofía y Enfermería, desde el existencialismo, el hombre es un ser inacabado, un ser que
continuamente se construye a sí mismo, y en este irse haciendo poco a poco tiene un papel muy
importante el encuentro con el mundo, con lo otro distinto a él. En este encuentro, el conocimiento es la
dimensión fundamental. Este conocimiento permite el dominio de la naturaleza al servicio del hombre y,
por otra parte, la construcción de la cultura.
En efecto, pensemos en el conocimiento científico con el que el día de hoy estamos familiarizados. El
fin del desarrollo científico no es un fin de búsqueda de la verdad en sí misma, como un fin para la
construcción personal de mi ser y para estar mejor al servicio de mi comunidad (de mi polis). Este ideal o
paideia de la Grecia antigua, fue sustituido por el pensamiento de Francis Bacon, abogado inglés del
siglo XVI, quien escribió Novum Organum, en donde establece la filosofía de la nueva ciencia
experimental que ya empleaba Galileo. Decía básicamente que el fin de la investigación científica
debía ser el conocimiento y la transformación de la naturaleza con el fin de mejorar la vida del hombre.
Pero regresemos al papel del conocimiento que nos señala el existencialismo: el hombre como ser
abierto. Muchas de las puertas por donde se abre el hombre son cognoscitivas: sentidos, imaginación,
inteligencia, y esto hace que constantemente reciba muchos y diversos estímulos. Entonces, el
conocimiento, al ser un proceso consciente, puede el hombre ser su dueño, seleccionando y
asumiendo el conocimiento que construye paulatinamente, de acuerdo con la edad, la cultura y su
personalidad. Por ejemplo, el conocimiento producido por la percepción de un eclipse es muy distinto
en un pueblo alejado de la civilización que, en una ciudad, en la Edad Media que en la actualidad.
Entonces, tenemos que ver al conocimiento y su origen dentro del análisis de la dimensión
cognoscitiva del hombre. La persona va más allá de su dimensión corpórea y capta e interioriza lo que
es distinto a ella, en cuanto sujeto, en su red de significaciones propias sobre el mundo y sobre sí misma.
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Los filósofos, nos dice Martinich (2007), no solo han deseado saber qué es el conocimiento, sino
también cómo surge. En parte, este deseo lo impulsa la suposición de que la investigación sobre los
orígenes del conocimiento puede también iluminar la naturaleza del conocimiento. En este sentido,
desde la antigüedad griega, la reflexión sobre el origen del conocimiento ha sido un tema principal en
la historia de la epistemología.
Este problema del origen del conocimiento ha generado dos tipos de debate, históricamente
importantes.
El tema de si el conocimiento es o no innato (que ya está en la mente del sujeto) ha sido importante
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Carlos Compton García Fuentes
Como ejemplo de conocimiento innato, el lingüista de Estados Unidos Noam Chomsky (un lingüista
estudia la estructura de una lengua, su adquisición y enseñanza), dice que la habilidad de los niños
pequeños (con un desarrollo normal) para adquirir una lengua humana, aun recibiendo (escuchando)
estructuras lingüísticas incompletas o equivocadas (el lenguaje oral es muy distinto del lenguaje escrito),
prueba la existencia de estructuras lingüísticas innatas.
Como ejemplo de conocimiento aprendido, el psicólogo de Estados Unidos, B. F. Skinner, fundador del
conductismo y del condicionamiento operante (el ambiente determina el aprendizaje o la extinción de la
conducta de los organismos y del hombre), afirma que la conducta lingüística es un producto del
condicionamiento y del reforzamiento (un estímulo que presentado junto a la respuesta aumenta la
probabilidad de su ejecución). Por ejemplo, el niño dice pelo (cuando se refiere al perro); la mamá le dice:
no, habla bien. El niño dice perro. La mamá le dice bien y lo abraza. El abrazo es un reforzador positivo de la
conducta verbal.
El segundo tema es entre el racionalismo y el empirismo, el cual veremos con más detalle posteriormente.
Los racionalistas dicen que la fuente del conocimiento es la razón, y los empiristas que es la experiencia. Los
racionalistas dicen que existe una igualdad entre la razón (como yo la percibo y como la interpreto, de
acuerdo con las estructuras innatas) y la realidad de las cosas, y que sin ella sería imposible ver el mundo.
Para los empiristas nacemos con una mente en blanco, que se va llenando de impresiones de los objetos
mediante los sentidos, y después se interpretan de acuerdo con reglas aprendidas culturalmente mediante
el lenguaje y la interacción social.
En este sentido, Hessen (1991) afirma que los dos fundamentos o sentidos principales de donde se deriva
el conocimiento son el sentido psicológico y el sentido lógico, y uno y otro van a estar presentes en la historia
de la epistemología. Mediante el sentido psicológico o empírico, nuestros sentidos nos dan la certeza sobre
un objeto y estamos partiendo sobre la experiencia. Por ejemplo, vemos una piedra fría a las 7 de la
mañana y regresamos continuamente hasta tocarla y ver que está caliente a las 11. Entonces podemos
decir que el rayo del sol ha calentado la piedra. En este ejemplo, estamos estableciendo una relación
causal entre dos fenómenos: la temperatura en un objeto (la piedra), que sería el efecto y los rayos del sol,
que sería la causa. Esta conclusión es un juicio lógico o racional y es una idea añadida a este conocimiento.
Entonces, en el conocimiento el sol calienta la piedra, han existido dos elementos: el que es producto de la
experiencia (elemento empírico) y el que es producto de la razón (elemento lógico o racional).
Veamos ahora cuál es el origen del conocimiento de acuerdo con cuatro corrientes epistemológicas
(algunas de la cuales las veremos en la unidad dos): el racionalismo, el empirismo, el intelectualismo y el
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
apriorismo. Comencemos.
El racionalismo
El empirismo
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Carlos Compton García Fuentes
Intelectualismo
Esta corriente sostiene que tanto el pensamiento como la experiencia son el origen del conocimiento
humano. Sus principales representantes fueron Aristóteles y Santo Tomás de Aquino. Afirma que las ideas
(los juicios, los conceptos del racionalismo) son las formas esenciales de las cosas materiales (que es de
donde dice el empirismo obtenemos nuestros conocimientos). Entonces, dice Aristóteles, obtenemos
imágenes de las cosas mediante los sentidos, y en estas imágenes se halla contenida la idea, la esencia
de la cosa. Es preciso entonces leer en el interior de las cosas mediante el entendimiento real, su
esencia general y luego mediante el entendimiento posible, que juzga sobre ellas. Para esta corriente,
finalmente, todos los conceptos e ideas en nuestra mente se derivan de la experiencia.
Apriorismo
Hemos visto en este tema cuatro explicaciones derivadas de algunas corrientes epistemológicas
sobre el origen del conocimiento humano, propuestas y defendidas por grandes representantes de la
epistemología, como podemos ver en el cuadro 1 sobre el origen del conocimiento humano en la
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
historia de la epistemología:
Cuadro 1. Origen del conocimiento humano en la historia de la epistemología
Postura Filósofo
Características
representativo
Empirismo John Locke Al nacer, la mente del hombre es como una hoja de escribir
en blanco, y las experiencias que tenga van a plasmarse en
esta hoja o tabula rasa.
Ya que hemos expuesto las principales explicaciones sobre el origen del conocimiento, según la
historia de la epistemología, hablaremos finalmente sobre el conocimiento pre-científico, científico y
meta-científico, siguiendo a Alonso (1999).
Los griegos ya tenían la palabra doxa para referirse al conocimiento de opinión, informal, sobre la
vida y los demás que solemos tener; pero reservaban una segunda palabra, la episteme, para referirse
al conocimiento obtenido de forma racional y sistemática. Este término era el que usaba Aristóteles
para las ciencias naturales (la física, la biología), como para la política y la ética. Una consecuencia de
esto es que es igualmente válido emplear un método hermenéutico en humanidades y ciencias
sociales, que uno experimental en ciencias naturales.
Como hemos visto, este conocimiento sistemático y racional va a dar lugar a la ciencia moderna,
como la que inicia Galileo, defiende Bacon y perfecciona Newton. Estamos hablando entonces de un
saber racional y sistemático (mediante un método) al que conocemos como conocimiento científico.
Pero existe sobre estos dos conocimientos un tercer tipo, que es el conocimiento generado sobre la
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Carlos Compton García Fuentes
reflexión de los fundamentos y métodos de las ciencias particulares, y que proviene de la filosofía, es
decir, de la epistemología.
Tenemos entonces, de acuerdo con el método y los fines del conocimiento buscado, tres tipos: pre-
científico o popular (por ejemplo, comer nopal te controla la diabetes porque te baja el nivel de azúcar
en sangre), científico (por ejemplo, consumir nopal puede disminuir los niveles de azúcar en sangre, en
ciertos casos y hasta ciertos límites) y el meta-científico o epistemológico, por ejemplo, analizar el
método científico para validar o cuestionar cómo se obtiene el conocimiento verdadero. En este caso,
¿cuáles son los efectos de la ingesta de nopal en las personas que padecen DM2?
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Carlos C. García Fuentes
Para que pueda hablarse de conocimiento, debe existir la presencia de un objeto o de una cosa,
entendido como lo otro, lo distinto a mí, que soy el sujeto que conoce. Sin la presencia de un objeto no
puede hablarse de conocimiento.
Claro, esta presencia de un objeto se puede traducir en una imagen, en una representación o en un
símbolo. Pero lo más importante es que la presencia de este objeto ha de ser ante alguien o para
alguien, es decir, para el sujeto. Ejemplo: si vas a visitar a los lacandones tú eres el sujet o que conoce y
sus características son el objeto de conocimiento.
Contenido
El sujeto y el objeto
No puede existir un acto de conocer sin un objeto a conocer, ni puede haber un objeto a conocer
sin el acto de conocerlo, es decir, sin un sujeto que conozca.
Pero esta posesión del objeto que se conoce implica que se conozca algo en forma intencional por
parte del sujeto que conoce, es decir, que el sujeto se dé cuenta de la presencia del objeto.
Otra característica del acto de conocer es la inmaterialidad del acto; es decir, cuando veo una flor,
tengo en mi conciencia la representación de esa flor, su idea, no la flor en su expresión física.
Así vemos que el ojo que conoce no añade ni quita nada de la materialidad del objeto que conoc e,
Carlos C. García Fuentes
solo conoce sus cualidades, sus formas. Esto marca una diferencia entre los que conocen y los que no
conocen.
Los que no conocen solo poseen su propia forma (sus cualidades físicas y morales que constituyen su
ser), pero los que conocen poseen, además de su propia forma, la forma de otro objeto, ya que la
especie de ese objeto conocido está en el sujeto que conoce o cognoscente.
Asimismo, cuando conocemos, nos apropiamos de algo de lo real de ese objeto, y que el objeto
conocido no puede poseer.
Por ejemplo, observo un cuadro y poseo su color, dimensiones y la armonía que me transmite, y gracias a
eso tengo una experiencia estética, pero el propio cuadro no puede tener esa experiencia de sí mismo.
Puedo también oler una flor y deleitarme con su aroma, pero la propia flor, aunque sea el origen de este
aroma, no se deleita. Puedo amar a alguien por diversas razones, pero el amado, aunque tenga las
cualidades que me impulsan a amarlo, no puede experimentar el amor que yo experimento.
Esto quiere decir que al conocer quedamos dueños, quedamos con las formas y cualidades
(quedamos informados), de la realidad que percibimos, pero sin su materia.
Por lo tanto, la representación del objeto entendido (conocido) llega a ser la forma del
entendimiento del sujeto que conoce; es decir, tenemos en nuestra mente la representación, la imagen
de una piedra, no la piedra misma, según nuestros sentidos y según el sentido que le hayamos dado
(Corazón, 2002).
El sujeto y el objeto
Veías en la asignatura Filosofía y Enfermería6 que la reflexión sobre las relaciones entre el sujeto y el
objeto constituía la teoría del conocimiento (Cárdenas, 1999). Así pues, para describir el conocimiento o
teorizar sobre él, es necesario primero convertir el hecho del conocimiento en objeto de conocimiento,
reflexionando cómo la actitud cognoscitiva se desdobla en cognoscente y en conocida, es decir, el
sujeto que conoce o cognoscente y el objeto que se conoce u objeto de conocimiento.
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
ante alguien o para alguien, es decir, para el sujeto. Ejemplo: si vas a visitar a los lacandones tú eres el
sujeto que conoce y sus características son el objeto de conocimiento.
Entonces, esta presencia de algo o alguien significa, en el proceso de conocer, una alteridad, pues
no hay conocimiento entre estos dos elementos: alguien que conoce y algo que es conocido o se
pretende conocer. Este proceso de conocer implica también que hay un proceso entre el objeto y el
sujeto mediante la conciencia. Este es el carácter procesual del conocimiento. Implica también la
intencionalidad, es decir, tener conciencia de algo por parte del sujeto que conoce. En este sentido, en
toda relación entre el sujeto y el objeto, existe la conciencia de algo (el objeto) por parte del sujeto que
conoce, y hay un alguien que posee y pone en ejercicio esa conciencia (el sujeto).
Como hemos visto, la relación sujeto-objeto es una característica fundamental del conocimiento: es
la correlación entre dos realidades distintas, en grado mayor o menor, realidades incluso opuestas, ya
que cada una ocupa uno de los extremos de la misma. Existe, sin embargo, una gran diferencia entre el
sujeto y el objeto, pues mientras el objeto o cosa no cambia en la relación cognoscitiva, el sujeto que
conoce sí cambia al ejercer esta actividad cognoscitiva que en él radica.
Entonces, este proceso de conocimiento, donde participa el objeto y el sujeto, tiene lugar en el
sujeto, pues es el sujeto que busca al objeto y el que se da cuenta en la conciencia del objeto, y el que
realiza la actividad de aprehensión del objeto.
Asimismo, pueden existir varios sujetos, que con las mismas funciones cognoscitivas puedan conocer
a un mismo objeto. Esto nos lleva al fenómeno de la intersubjetividad o la comunicación del
conocimiento de un objeto entre varios sujetos cognoscentes.
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Carlos C. García Fuentes
Esta relación entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido, nos dice Arenas (2000), se ha
entendido de distintas maneras en la historia del pensamiento epistémico, como veremos a
continuación.
En la filosofía antigua el sujeto era el alma, que en el caso de la filosofía de Platón era un alma
separada de un cuerpo, o en el caso de la filosofía de Aristóteles era un alma unida a un cuerpo,
aunque distinguible de este cuerpo. Esta última postura la retoma Santo Tomás de Aquino, en la Edad
Media, al afirmar que el hombre es una única sustantividad corpórea y espiritual, y que el cuerpo es la
forma (material) del alma.
En esta tradición antigua el objeto siempre fue una realidad autosubsistente e independiente del
cognoscente. Es decir, para Platón las ideas eternas, y para Aristóteles las substancias (primeras y
segundas) donde se encontraba la esencia de las cosas.
Descartes descubre al sujeto dentro de la relación entre sujeto y objeto, cuando descubre que este
es fuente de certeza y certidumbre, y que no puede dudar de que estuviera dudando. Pero más allá de
este punto, el error siempre acechaba. Descartes piensa que no se trata solo de conocer, sino de
fundamentar y garantizar el saber, para así lograr una representación verdadera del mundo. Entonces,
le interesó la relación entre la realidad
externa y la representación que nos
hacemos de ella en nuestra mente. Esta
concepción representacionista supone la
objetividad, y que la mente puede
funcionar como un espejo, como si fuera un
pintor que puede plasmar en su tela la
realidad (Najmanovich, 2010).
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
es objetivo (el tamaño, peso y forma de una naranja) y subjetivo (el color, olor y sabor, son
determinados en forma personal a través de los órganos de los sentidos del sujeto).
Para Kant existe una conciencia en general, propia del ser humano que puede realizar operaciones
cognoscitivas que establezcan la cualidad, la cantidad, la relación causa-efecto. Estos esquemas
cognoscitivos son innatos en el ser humano y por lo tanto universales. Entonces, todo conocimiento
depende de la relación entre el objeto y el modo típicamente humano de representarlo, es decir, de
estructurarlo según los parámetros de tiempo, espacio y causa (Robinson y Groves, 2005; Atlas
didáctico, 2006).
Podemos ver asimismo que la relación sujeto-objeto va a variar según la corriente epistemológica
que se trate. Por ejemplo, el dogmatismo afirma que tenemos un conocimiento verdadero de la
realidad, sin una mediación o intervención del sujeto; por lo tanto, para esta corriente solo existe el
objeto, y la función del sujeto que conoce queda anulada. Por el contrario, el escepticismo afirma que
no podemos conocer al objeto, o solo en parte, pues la función mediadora del sujeto es lo más
importante (Hessen, 1991). Todo esto lo veremos en la unidad 2.
Esta relación entre el sujeto y el objeto la podemos ver en la investigación científica bajo dos
tradiciones: la investigación cuantitativa, que es la que predomina en las ciencias físicas y naturales, y la
investigación cualitativa, que es la que se usa en las ciencias sociales y actualmente en enfermería.
Ejemplo: se puede determinar que un paciente tiene hiperglicemia en sangre, de acuerdo con una
técnica de medición (niveles de glucosa en sangre), y evaluarla atendiendo ciertos parámetros. Esta
hiperglicemia es válida en cualquier parte del mundo, de acuerdo con estos criterios.
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Carlos C. García Fuentes
En lugar de la objetivación cuantitativa, en que había una independencia entre el sujeto y el objeto,
bajo esta perspectiva el sujeto solo puede conocer al objeto desde su propia perspectiva y debe
suspender el juicio racional por unos momentos, y por lo tanto no hay un marco teórico previo que le
permita interpretar la percepción del objeto, pues existen tantos marcos teóricos o realidades como
objetos. Entonces, el observador es consciente de su propia percepción y de cómo la percepción del
observado es distinta a la de él, pero igualmente válida.
Hemos visto cómo la relación sujeto-objeto es de lo que se ocupa la teoría del conocimiento, sus
características, las variaciones de esta relación según las diversas corrientes epistemológicas y dentro
de la investigación científica. Veremos ahora cómo esta relación influye en la práctica del cuidado.
Medina y Sandín (2006), afirman que existen diferencias entre las actividades de curar (las que ha
venido asumiendo la medicina moderna) y las de cuidar.
Estas diferencias están basadas en las diferencias de las perspectivas epistemológicas y filosóficas de
las que ambas parten. La medicina se halla fundada en una perspectiva empírica y experimental que
se adecúa para el estudio de los procesos biológicos y biopatológicos que, como fenómenos naturales,
presentan una cierta estabilidad, regularidad, constancia, y cierta independencia de un contexto
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
social, pero que ha reducido lo humano a lo biológico. En efecto, a partir del siglo XVIII el cuerpo
humano pasa de ser sujeto de sesiones y rituales curativos pre-científicos a convertirse en la base de un
nuevo saber, que es la medicina como la conocemos en la actualidad.
Ese cambio de concepción modificó el centro de interés de la mirada médica. Ahora ya no importa
tanto el enfermo, sino la enfermedad.
La medicina, entonces, ha reducido la vida humana a un desarreglo biofisiológico, y cada uno de los
avatares de la vida a signos, que acaban por no tener valor más que en el discurso y monólogo cerrado
de la medicina consigo misma.
Entonces, al enfermo se le confina y se les retira a las paredes del hospital, donde de sujeto social se
le reduce a objeto de conocimiento.
Ahora la enfermedad carece de sentido porque se construye con una mirada que no es sensible a la
vivencia subjetiva de aquella, ya que solo remite a la objetivación de las disfunciones del organismo.
Quizá ninguna otra operación en la historia del saber ha conseguido con tanta eficacia convertir en
objeto la experiencia vivida, descontextualizándola, o sea, vaciándola de subjetividad y sentido.
La reducción del enfermar a la enfermedad implica una inversión de la realidad, porque en una
visión objetiva del mundo ya no tiene cabida lo que cada uno vive o es. El progreso y desarrollo de la
medicina ha conducido a una objetivación (reducción) médica del ser humano que solo adquiere
sentido dentro de la disciplina (lo patológico), no dentro del sujeto ya objetivado.
Pero la enfermería debería ver al sujeto enfermo antes que su enfermedad objeto, permitiendo que
el sufrimiento que pide ser aliviado no quede enterrado en la profundidad biológica del organismo.
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Carlos C. García Fuentes
¿No estarán realizando la misma operación reductora, cosificante y alienante del saber
biomédico?
¿Reducir a las personas y las prácticas del cuidado a partes de un mecanismo estable, regular
y por tanto predecible, o a datos que puedan ser objeto de operaciones matemáticas, es
congruente con los valores tradicionales y aceptados en enfermería y con una lectura válida
de la complejidad del cuidado?
Ciertamente, un saber que escucha y un sujeto (dependiente) que habla son muy diferentes de una
mirada que observa, pasando de un caso a otro para disolverlos en la estructura disciplinar
(descontextualizada, abstracta y fragmentante), en la que desean convertirse las distintas taxonomías
diagnósticas.
Los diagnósticos enfermeros omiten la vivencia subjetiva, lo cual implica que cuando se mira e
interroga al cuerpo en su espesor orgánico, este ya no nos dice nada del sentido de su enfermedad,
sino que produce un lenguaje que solo tiene sentido y valor en el interior de los procesos de validación
diagnóstica. Procesos en los que se trata de legitimar un saber sobre el otro, en el que su presencia es
en realidad una ausencia. Es esta una mirada que nos iguala y homogeniza ante el padecer y la finitud.
¿No acabará nuestra práctica siendo dominada por una política del etiquetado que nos lleve a
expresiones como el afrontamiento ineficaz de la cama 214 o el sufrimiento espiritual en la 307?
Lo característico de la vida humana es el sentido, y este no nos viene dado por la naturaleza
biológica, no tiene explicación por la física o la química, sino que es a través del sentido que el hombre
comparece en el mundo humano, y deberíamos empezar a cuestionarnos si ese sentido queda
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Como vemos, la persona cuidada es sujeto y agente de sus propias motivaciones, algo fundamental
para la adherencia al tratamiento y para el autocuidado. Sin embargo, para la medicina se ha
convertido en un objeto, no en un enfermo, sino en una enfermedad. En este sentido, se puede hacer
una crítica del uso de los diagnósticos enfermeros, que perpetúan esta perspectiva epistémica, por lo
que es necesario que como enfermera consideres a la persona como una totalidad, como un sujeto
que tiene una subjetividad propia que determina su realidad. Solo de esta manera se puede establecer
una relación sujeto-objeto que haga persona a ambos.
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Carlos C. García Fuentes
Podemos conocer de muy diversas formas: primero lo hacemos mediante los sentidos, y así
guardamos en nuestra mente la imagen de los objetos que percibimos a través de ellos: un árbol, una
naranja. Después añadimos una interpretación a esa imagen o representación de la realidad externa: el
árbol, dentro de un paisaje, es hermoso. Finalmente, a partir de este conocimiento, podemos llegar a un
nuevo conocimiento universal o científico: el árbol es un ser vivo, de tal especie y género, etc., de
acuerdo con la teoría taxonómica.
En este sentido, dentro de la historia de la filosofía podemos ver que básicamente han existido dos
tendencias: la primera busca una verdad oculta mediante el uso de la razón (según Platón) y la
segunda busca, mediante un método, conocer solo lo que se experimenta mediante los sentidos (según
Aristóteles). La primera va a desembocar en la búsqueda de la sabiduría y la segunda en el
pensamiento científico.
Contenido
La ciencia
La sabiduría
Como recordarás, en la asignatura Filosofía y Enfermería 7 vimos que existían tres niveles en la
construcción del conocimiento: descriptivo, conceptual y teórico. El primero es el conocimiento
sensible, mediante el cual guardamos en la mente la imagen de los objetos que nos presentan nuestros
sentidos: un árbol, una naranja; en el segundo, ya le hemos añadido una interpretación a esa imagen o
representación de la realidad externa: el árbol, dentro de un paisaje, es hermoso. El tercero es el
conocimiento científico: el árbol es un ser vivo, de tal especie y género, etc., de acuerdo con la teoría
taxonómica (Cárdenas, 1999) 8.
7En la unidad 4. Epistemología y el Conocimiento Enfermero, en el tema 4.1. El conocimiento como producción humana
8Claro está, podemos considerar también que el conocimiento puede ser, de acuerdo con Platón, sensible (los datos de mis
sentidos) o inteligible (los datos de mi razón); o puede ser, según Kant, previo a nuestras experiencias (a priori) o
posterior a ellas (a posteriori), pues la mente humana es activa, no un receptor pasivo de información, que estructura al
mundo para comprenderlo (Robinson y Groves, 2005). Ejemplo de conocimiento a priori: ninguna naranja es cuadrada
(no se necesita alguna investigación para tener certeza de que es así). Ejemplo de conocimiento a posteriori: no todas las
manzanas son rojas (se necesitó una investigación para conocerlo).
Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Podemos también clasificar los tipos de conocimiento, según Martinich (2007), de la siguiente
manera:
Conocimiento mental
Conocimiento no mental
Conocimiento ocurrente
Conocimiento de disposición
El conocimiento como un estado mental. Algunos filósofos dicen que el conocimiento es un estado de la
mente, un darse cuenta de las cosas. Platón decía que conocer es un estado mental, similar, pero diferente
a conocer. Las versiones contemporáneas dicen que el conocimiento pertenece a un grupo de estados
mentales que van de la menor a la mayor certidumbre. En un extremo estaría la conjetura y la suposición, en
medio estaría el pensar, el creer y el estar seguro. En el otro extremo estaría el conocimiento.
El conocimiento como un estado no mental. En el siglo XX varios filósofos rechazaron esta idea del
conocimiento como un estado mental. Wittgestein (que veremos en el tema 3.2), decía que la persona
que dice tener un conocimiento que está en su mente, por lo común duda, opina o sufre, sin embargo, es
consciente de este conocimiento, pero que es posible saber algo sin tener conciencia de que se sabe.
Por ejemplo, cuando Sócrates le pregunta a un esclavo si la figura que le señalaba era un triángulo y el
responde que sí, y no tenía conciencia de que lo sabía. De hecho, todo el método socrático o mayéutica
consistía en extraer conocimiento del otro, que pensaba que no tenía. Se dice también que, ya que el
conocimiento no es un estado de la mente, es una condición vinculada a la conducta. Por ejemplo, se
dice que la alumna sabe después de un examen, que Juan sabe conducir, etc.
Asimismo, vimos también en la asignatura de Filosofía y Enfermería 9, que los griegos decían que el
macrocosmos, o la realidad externa al hombre, se refleja en el microcosmos, o la propia realidad
humana. Entonces, las dimensiones del hombre, su cosmovisión, reflejan también lo que se puede
conocer. En el hombre existen tres mundos o dimensiones, según nos señala Fullat (2004): el mundo de la
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Carlos C. García Fuentes
physis (dimensión física o corpórea), el mundo de la psyche (dimensión simbólica o cultural), y el mundo
de la ruach (dimensión del sentido o espiritual). Pues bien, el conocimiento que se genera en cada
dimensión es de distinto tipo. Para el mundo de la naturaleza (dimensión corpórea del hombre) y el
mundo de la cultura, se precisará un saber objetivo y universal, que es la ciencia. Pero para el mundo
del espíritu se precisará otro tipo de conocimiento, la sabiduría, que es personal y singular.
En este sentido, afirman Robinson y Groves (2005), al reflexionar sobre la filosofía antigua, Sócrates,
Platón y Aristóteles establecieron los cimientos de la filosofía occidental, y desde entonces los filósofos
han optado entre dos tendencias:
Las tendencias platónicas que buscan verdades místicas ocultas mediante el uso de la razón.
Las tendencias aristotélicas, que mediante el método solo confían en lo que les dicen sus sentidos.
Veamos cada uno de estos tipos de conocimiento (la ciencia y la sabiduría) según Villoro (2002).
La ciencia
Saber
Conocer
La ciencia consiste en un conjunto de saberes que una comunidad epistémica comparte. Estos
saberes consisten en teorías y enunciados generados por un método. Las ciencias empíricas también
suponen un conocimiento personal, pues los enunciados de observación se verifican por una
experiencia directa. Claro, estos enunciados de hechos observables deben ser comprobados por
cualquier sujeto.
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Entonces, los enunciados de observación deben expresar saberes que se basan en razones
comprobables por cualquier individuo. En este sentido, la ciencia solo recoge hechos que son captados
por un conocimiento personal y que cualquier persona con la formación adecuada los puede
entender. En realidad, el conocimiento personal del científico solo interesa como forma de
comprobación de saberes generales. Por eso a la ciencia no le interesa cualquier observación, sino solo
aquellas que están previamente determinadas por el marco teórico que aplica el científico y que
responden a preguntas planteadas en ese marco y que se pueden referir a teorías vigentes.
Este marco conceptual es el que orienta el conocimiento del observador (el sujeto) para que busque
en el objeto las características que le interesan y que se fije en ciertos rasgos y no en otros. Es decir,
cada quien conoce del objeto lo que puede confirmar o invalidar de saberes previos.
El conocimiento personal también forma parte del descubrimiento de nuevos saberes científicos. En
efecto, la familiaridad con los objetos de investigación y la experiencia continua en un campo de la
realidad, permite descubrir propiedades y relaciones de los objetos de los que un observador externo no
se daría cuenta. La observación paciente, la manipulación cuidadosa, el trato continuo con los objetos,
es la razón de muchos descubrimientos empíricos.
Pero la ciencia no está constituida por los conocimientos personales de los observadores, sino por
enunciados generales fundados en razones objetivas, porque el ideal de la ciencia es generar un
conocimiento compartido por la subjetividad más amplia, por todos los sujetos posibles. En este sentido,
la ciencia y el saber científico, no hacen distinción de personas o de fines: los sirve a todos, tanto a la
conquista de la luna, como a la destrucción masiva de un pueblo.
El conocimiento que genera la ciencia es muchas veces producto de una gran intuición o
imaginación, pero estas intuiciones no forman parte del discurso científico hasta que no se expresen o
justifiquen con razones que cualquiera pueda aceptar. Por ejemplo, Albert Einstein se imaginaba que
podía viajar en un rayo de luz, y caminando en este medio, moverse más rápido que la luz. En sus
ecuaciones expresa que la resistencia de la masa al ser acelerada llega a un límite que ya no puede
rebasarse; ese límite es la velocidad de la luz.
Para acceder a este tipo de conocimiento solo es preciso ser objetivo y suprimir los motivos
personales que impidan alcanzar esta realidad.
Este deseo de la objetividad, por encima de cualquier interés personal, es esencial a la actividad
científica, porque la ciencia es, ante todo, un saber impersonal. Y este tipo de conocimiento no rechaza
a nadie, jóvenes o viejos, hombres virtuosos o malvados, esto no importa, con tal de que dominen su
método y su lenguaje, que es el método científico.
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Carlos C. García Fuentes
Como vemos, este tipo de conocimiento es el que obtenemos cuando interrogamos a la naturaleza,
ya sea el mundo externo (las montañas, las estrellas), o nuestra propia naturaleza, nuestro propio cuerpo
(nuestra fisiología, nuestra bioquímica). Pero el hombre no solo es una realidad corpórea. Es, ante todo,
una realidad simbólica y una realidad espiritual (el mundo del sentido, de los valores). Veamos ahora el
conocimiento que se obtiene cuando buscamos un sentido a lo existente, es decir, la sabiduría.
La sabiduría
Cualquier conocimiento tiene algo de saber comunitario y algo de conocimiento personal, sin
embargo, los diferentes tipos de conocimiento que existen corresponden siempre a dos modelos
ideales: la ciencia y la sabiduría.
Cuando veíamos al tipo de conocimiento que se llama ciencia, pensamos tal vez en un hombre o
una mujer con bata blanca en un laboratorio rodeado de tecnología. Pero no sabemos nada de la vida
personal de ese científico. No sabemos si es feliz en su vida personal, no sabemos qué signifique para él
su trabajo. Es decir, el científico, tal como lo conocemos ahora, no es necesariamente un hombre sabio.
Los filósofos griegos eran a la vez científicos y sabios, según el avance de la ciencia de su época, y
afirmaban que el fin de la búsqueda del conocimiento, que le era connatural al hombre, era la
felicidad. Es decir, el fin de la búsqueda del conocimiento no era la transformación de la naturaleza
para mejorar las condiciones de vida del hombre, sino la contemplación de la realidad, con el fin de un
mayor perfeccionamiento propio y así servir mejor a la comunidad.
Por ejemplo, la educación puede formar un gran científico, un premio nobel, pero no puede hacerlo
feliz, porque la felicidad personal es subjetiva y es una conquista personal según el propio sentido d e
vida. Entonces, no podemos esperar que un científico, capaz de conocer objetivamente la realidad,
sea capaz de mirar dentro de sí y conocerse a sí mismo, de lograr el ideal que estaba grabado en el
frontispicio del templo de Delfos en la antigua Grecia: conócete a ti mismo.
Entonces, sabio no es el que aplica teorías, sino enseñanzas sacadas de sus propias experiencias. No
importa que sea analfabeto, lo importante es que pueda sacar fruto de su propia experiencia.
El hombre sabio no conoce del método científico, sino su capacidad personal de observación. ¿Y de
dónde ha sacado su sabiduría?, del trato frecuente con los demás, del sufrimiento, de la lucha, del
contacto con la naturaleza, de la enfermedad, de la muerte próxima, entre muchas. No es la
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
experiencia en sí, sino la reflexión sobre la propia vida, lo que hace a un hombre sabio y este tipo de
conocimiento. Voy a ponerte un ejemplo de ambos conocimientos: el científico o racional, y el de la
sabiduría o personal, sobre un tema que ha interesado a todos los hombres de todos los tiempos: la
existencia de Dios.
Santo Tomás de Aquino, filósofo y teólogo de la Edad Media, siguiendo el método racional de
Aristóteles, pretende explicitar racionalmente su creencia en Dios. En su exposición se basa en los
silogismos de la lógica aristotélica (silogismo es una regla lógica para razonar, por ejemplo: A=B; B=C;
luego A=C. O también, todas las ranas nadan, esta es una rana, por consiguiente, nada). (Robinson y
Groves, 2005)
Decía Santo Tomás, en su primera vía (primera argumentación), sobre el primer motor:
2. Ese ser que se mueve o es movido por otro tiene ya el movimiento en sí mismo.
3. No puede haber un número infinito de motores, luego entonces debe existir un primer motor
que ya tiene el movimiento en sí mismo.
Por su parte, San Juan de la Cruz, poeta y místico carmelita del siglo XVI, nos habla de su experiencia
personal de la persona divina, y dice en su poesía (Juan de la Cruz, 2011):
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Carlos C. García Fuentes
Te pongo el ejemplo de un místico católico, pero para el caso de este conocimiento de sabiduría
podríamos poner el testimonio de los textos sagrados de las grandes religiones, o de aquellos hombres y
mujeres que después de haber experimentado el dolor, la adversidad, el sufrimiento, y que han
reflexionado sobre su experiencia y encontrado un sentido, tienen ahora un conocimiento de sabiduría.
Veamos ahora más diferencias entre este conocimiento y el de la ciencia.
Sabio puede ser el más viejo o el que ha guardado las reflexiones de sus experiencias, por ejemplo,
Odiseo, personaje de Homero; Job, el más miserable de los hombres, pero el más feliz, pues afirma: “Yo
sé que mi redentor vive y que veré a Dios en mi propia carne”. Porque sabio no es quien puede explicar
todo con teorías aceptadas por la comunidad científica, sino el que distingue en cada circunstancia lo
esencial, lo verdaderamente importante detrás de las apariencias.
Este tipo de conocimiento solo perdura si existe algún otro, que, comprendiéndolo, lo hace suyo, lo
encarna en su vida. Si a la ciencia le importa el conocimiento personal, solo para confirmarlo o
desconfirmarlo como saber legitimo (mediante la utilización del método), a la sabiduría le importa el
saber solo como guía para un conocimiento personal.
En consecuencia, la sabiduría de un pueblo no se recoge en teorías científicas, sino que forma parte
de las creencias compartidas sobre el mundo y la vida que integra una cultura. Sin embargo, el
conocimiento de sabiduría puede abrazarse con una profunda convicción, aunque este conocimiento
no se funde en razones universalmente compartidas (el conocimiento científico), pues la experiencia
personal del sabio las justifica, sobre todo en temas de importancia vital para el hombre, como el
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Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
sentido religioso o espiritual ante situaciones extremas del ser humano: el sentido de la vida, de la
muerte, del dolor, del amor, entre otros.
El conocimiento científico no hace distingos entre las personas, con tal que dominen su método. En
cambio, el conocimiento de sabiduría solo elige a los seres sensibles, discretos, profundos. Todos pueden
ser científicos, pero muy pocos pueden ser sabios.
Toda forma de sabiduría, desde el mensaje de los fundadores de las grandes religiones, hasta el
conocimiento sencillo de las cosas, fruto de la experiencia cotidiana (que se refleja por ejemplo en los
dichos y refranes), no guarda semejanza alguna con la ciencia. No presenta razones, no formula teorías,
solo narra la experiencia vivida y es ante todo un conocimiento personal.
Ambos se complementan.
La ciencia no puede remplazar a la sabiduría, pues si bien es cierto que la ciencia garantiza el
acierto de nuestra acción, cualquiera que sea el fin que hayamos elegido, no puede indicarnos el fin
que tú o que yo debamos elegir.
En segundo lugar, la ciencia puede explicar la realidad para poder actuar sobre ella, pero ninguna
explicación nos puede revelar el sentido de la naturaleza. Por ejemplo, si algún día pudiéramos explicar
el universo actual con mucha más información y capacidad predictiva de lo que podemos hacerlo en
la actualidad, quedaría siempre pendiente la pregunta: ¿Qué sentido tiene este universo? Esta
pregunta solo se podría contestar entendiendo el modo como cada cosa individual se integra en el
todo, y esta comprensión no puede provenir de la ciencia, sino de la sabiduría (Villoro, 2002).
Podemos concluir que los tipos de conocimiento de ciencia y sabiduría son igualmente válidos y
complementarios, y que estos tipos corresponden a la tradición cuantitativa y cualitativa de la
investigación. La primera corresponde a la ciencia (saber objetivo y racional), mientras que la segunda
corresponde a la experiencia singular de un individuo o de una comunidad que cree en la sabiduría de
ese individuo. En la primera se explica, en la segunda se comprende. Como veremos posteriormente,
estos dos lentes o perspectivas sobre el conocimiento humano que es válido, nos ayudarán a
comprender que a la persona no solo se le explica mediante la razón, sino se le comprende, se acepta
su verdad, fruto de la sabiduría de su cultura o de sí misma.
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Lo que debes recordar
El estudio filosófico del conocimiento siempre ha estado presente en la historia del ser
humano. En la antigüedad, era la metafísica la que se ocupaba de conocer los
componentes y principios de la realidad. En el Renacimiento y en los siglos XVII y XVIII, las
ciencias particulares, aplicando el método experimental, creaban conocimiento válido en
sus propios objetos de estudio, alejándose cada vez de la metafísica. Es entonces cuando
surge (en el siglo XVIII) la palabra gnoseología, como estudio racional de todo el
conocimiento, no solo del conocimiento racional sino también del sensible, el que proviene
de la experiencia estética.
El conocimiento se origina en la actividad del hombre, pero no una actividad del ser
humano en general, sino de cada hombre en particular, y esta acción de conocer, acción
cognoscitiva por parte del ser humano, es parte del enfrentamiento del hombre con el
mundo, con lo que es distinto a él.
Para el empirismo, la mente del hombre, cuando nace, es como una hoja de escribir en
blanco, y las experiencias que tenga van a escribirse en esta hoja o tabula rasa.
Epistemología y Enfermería
Unidad 1. Introducción a la epistemología
Para el intelectualismo, la idea (esencia) de las cosas se encuentra en las propias cosas y
mediante el entendimiento (la razón) se puede ir develando esta esencia.
Pueden existir varios sujetos que con las mismas funciones cognoscitivas puedan conocer a
un mismo objeto. Esto nos lleva al fenómeno de la intersubjetividad o la comunicación del
conocimiento de un objeto entre varios sujetos cognoscentes.
La ciencia no puede reemplazar a la sabiduría, pues si bien indica cómo deben ser
nuestras acciones, no nos dice por qué debemos actuar en un sentido y no en otro.
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Carlos C. García Fuentes
Fuentes de información
Cárdenas, M. (1999). Algunas consideraciones sobre la epistemología. Enfermería Cardiológica, 7 (1-4), 81-
83.
De la Cruz, S. J. (2011). Coplas hechas sobre un éxtasis de harta contemplación. Cantar del alma que se
huelga de conocer a Dios por fe. Consultado el 8 de marzo de 2011 de
http://www.mercaba.org/DOCTORES/JUAN-CRUZ/poesias.htm
Las cinco vías para demostrar la existencia de Dios de Santo Tomas de Aquino. (2011). Consultado el 10 de
marzo de 2011 de http://www.maslibertad.net/religion/ideario/lascinco.htm
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