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Por qué muerden los niños y cómo lograr que dejen de hacerlo

Lo primero fue identificar por qué mordía. Hay cerca de diez causas sobre por qué un niño puede
tener esta conducta: cuando se sienten amenazados como una forma de autodefensa, de manera
experimental, etc. Una de éstas era que tenía problemas para comunicarse por lo que no podía
expresar su enojo ni sus emociones y eso provoca que se frustren y muerdan.

Empezó el plan de acción, que para mi hijo funcionó, quizás pueda serle útil a alguna mamá, así que
aquí va (no soy psicóloga ni mucho menos, sólo una mamá que probó distintas cosas y encontró unos
consejos interesantes para compartir):

1. No subestimarlos

Quise partir por este punto porque creo que es uno de los principales errores que los padres
cometen, subestimar a sus hijos. “No si es muy chico, no entiende”, grave error. Los niños entienden
la mayoría de lo que uno les dice. Por ejemplo, que yo le diga que eso está mal, pero que lo vuelva a
hacer, no significa que él no haya comprendido, puede ser que está probando los límites.

Entonces, en creer que ellos entienden todo está la clave. Conversar en vez de castigar, hablar para
lograr resolver. En el caso de mi hijo, fue fundamental para ayudarlo, el que me expresara cómo se
sentía. También es importante ser claros, cuando son más chicos hay que ser más concisos con las
palabras “Mira, esto es para jugar” no ponernos científicos explicándoles de qué materiales está
hecho el juguete, ni menos explicarles la inmortalidad del cangrejo.

2. Verbalizar sus emociones

Los niños, al igual que todos los adultos sienten. Muchas veces tienen pena, rabia, frustración o
miedo, sin embargo no entienden qué significa eso. Para mí, fue clave enseñarle que es normal que
se enoje, pero eso no significa que siempre vamos a hacer lo que él quiere y por lo tanto cuando se
siente así le dije que me dijera “no mamá” o “no”, en vez de morder. Cuando me daba cuenta que
algo lo estaba molestando o inquietando mucho, y lo identificaba como una situación de “riesgo", lo
sentaba al lado mío y le explicaba. Actualmente se enoja y me tengo que aguantar la risa cuando llega
su reto “Ño mamá ño” (y con su dedito apuntándome).

3. Usar un panel de emociones

Nuestra santa Javiera (la educadora a cargo de Santi), nos dio una increíble idea. Como parte de
nuestra rutina hacer un panel de emociones. ¿Qué es eso? En mi caso, compré un block, y con una
hoja lo separé en los días de la semana, con papel lustre dibujé y cortecaritas: triste, enojado, feliz y
miedo (puedes seleccionar las emociones que quieras). Antes de acostarnos nos sentábamos al lado
de esta hoja que estaba pegada en la pared y conversábamos como se había sentido en el día. ¿Feliz?
¿Por qué? ¿Qué hiciste en el jardín que te puso así?
4. Acompañarlos en sus pataletas

Puede pasar a menudo que cuando no les das en el gusto, y les dices que es normal que se enojen,
hacen una pataleta. Cuando contaba esto mucha gente opinó: “Déjalo sólo en su pieza”, “no lo
pesques”. Para mí la mejor opción fue acompañarlo, sentarme al lado de él y explicarle que me
quedaría ahí hasta que dejara de llorar y gritar. Esto hace que finalmente los niños sean más seguros
de sí mismos y no se sientan solos.

5. No reaccionar agresivamente

Es importante nunca responderle a tu hijo con reacciones agresivas como golpes o morderlo
devuelta, porque finalmente estaríamos comunicándoles que la agresividad es la forma apropiada
para expresar nuestras emociones, en este caso: nuestro enojo.

6. Ayudar a la víctima

Es importante atender primero al niño mordido, antes del que muerde. Porque así él se dará cuenta,
que no tiene toda la atención.

Finalmente, creo que la paciencia es la clave para el éxito. El proceso de enseñanza y aprendizaje
puede ser lento o rápido, pero el amor y cariño siempre deben acompañarnos. Muchas veces es difícil
y nos vemos sobrepasados, pero en ese minuto lo ideal es contar hasta tres y seguir adelante, porque
de lo que he aprendido con mi hijo, es que es un constante desafío, pero te dan ganas de luchar cada
día para darle lo mejor de ti. 

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