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Tema 5 : El Principio de la Justicia

I. JUSTICIA
La DSI hace énfasis en que la justicia es un componente que es parte de la caridad, que es su
“medida mínima” , y que el esfuerzo que se haga por ponerla en práctica constituye una parte
esencial de la fe cristiana ( Sínodo de Obispos 1971 ).

La tradición judeocristiana consideraba la justicia como base del derecho de quienes carecen
de todo. La “justicia” nos impone la obligación moral de preocuparnos por los más pobres de la
comunidad, representados por la triada viuda, huérfano y extranjero, si queremos que el
derecho se imponga en la sociedad.

Dios se revela en el A.T. como aquel que vió la miseria de su pueblo, escuchó sus clamores y
descendió para liberarlo ( Ex. 3,7-8); tal experiencia liberadora se constituyó como núcleo de la
fe del pueblo de Israel ( Dt. 26,5-9) y como paradigma de la predicación de los profetas, cuya
intención era reorientar la vida de la gente hacia la justicia, pues para conocer a Dios es
imprescindible ponerla en práctica. Los profetas proclaman sin cesar el derecho del pobre. Su
énfasis nunca está en el derecho de quienes poseen, sino en aquellos que de todo carecen. Por
consiguiente, la justicia no consiste solamente en la obligación moral de dar al otro lo que le
pertenece, sino también en darle algo al que nada posee, socorrer al extranjero ( migrante ), a
la viuda y al huérfano en sus necesidades. Es a partir de esa concepción que se formulan
advertencias muy serias a los líderes del pueblo ( Am 5,24 ; Is. 1,17, Jer.22,3 ). En ellas se
condena a quienes tienen riquezas y disfrutan de lo que es de los demás, aprovechándose
incluso de la religión. El discurso de los profetas ( Am 5,21-25 ; 8,4-8 ; Is. 1,11-17 ; Jer. 7,3-7) se
basa en el hecho de que, de no respetar el derecho de los pobres, de nada sirven las oraciones,
las peregrinaciones, ni las asambleas.

El mensaje de Jesús dio continuidad a esa línea profética. Por ejemplo, ambos mencionan el
tema de la desigualdad ( Lc. 16,19-31 ; Mt. 25,31 ss ); ambos toman el partido de los más
débiles y excluidos de la sociedad, y los dos condenan de forma contundente la riqueza como
el mayor rival de Dios, puesto que ahoga el mensaje del evangelio ( Mt. 6,24 ; 13,22 ). Aunque
hay una diferencia, la predicación de Jesús da más importancia al anuncio que a la denuncia.
Por ejemplo, en contraste con el discurso de Juan Bautista, que anunciaba un juicio inminente
y terrible, Jesús trajo un mensaje de salvación para todos, particularmente los pobres. No sólo
anunció la salvación, sino que la convirtió en algo presente a través de sus gestos, de sus
actitudes y sus opciones, teniendo el Reino de Dios como punto de partida.

Para Jesús , el Reino de Dios es gratitud absoluta y posibilidad para todos. A pesar de ello, ese
Reino pertenece de forma especial a los pobres, a los enfermos, a los pecadores, a los niños y a
todos los marginados. Con su predicación, el Hijo de Dios proclamó la paternidad divina
respecto de todos los seres humanos, y la intervención justa de su mismo Padre a favor de los
pobres y de los oprimidos ( Lc. 6,21-23 ). Buscar , en primer lugar, el Reino y su justicia fue
siempre un imperativo para los discípulos de Jesús ( Mt. 6,33 ). El nuevo testamento hace
hincapié en que no se puede amar verdaderamente a Dios si no se ven las necesidades de los
demás ( 1 Jn. 5,20 ), puesto que la fe sin obras de justicia hacia los necesitados delata una fe
muerta ( Sant 2,14-18 ).

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Este paradigma bíblico de la justicia encuentra continuidad en la predicación de los Padres de
la Iglesia, que acentúan el derecho de los pobres y entienden la justicia como algo que se les
debe; hablan de la justicia social basándose en el “destino universal de los bienes de la
ceración”, mismo que implica importantes exigencias morales que deben aplicarse también en
la vida cotidiana.

“ ¿ Por qué rechazas a quien tiene la misma naturaleza que tú y reivindicas la posesión de esa
naturaleza ? La tierra fue hecha para todos en común, ricos y pobres .. Porque el Señor Dios
quiso que esta tierra fuera propiedad común de todos los hombres y que ofreciese a todos
ellos sus productos, pero la avaricia se encargó de repartir los derechos de propiedad “ ( San
Ambrosio ).

En el intento por armonizar racionalmente la tradición bíblico-patrística, aun dentro de


ciertos límites presentados en la Summa de Santo Tomás de Aquino. Por su parte, el derecho
del pobre prácticamente fue cayendo en el olvido en la tradición posterior a Santo Tomás; es
que Santo Tomás recuperó el concepto “aristotélico “ de justicia, el cual daba más importancia
a la propiedad privada vs el derecho del pobre.

En 1950 la corriente Nouvelle Theologie tenía uno de sus principales objetivos era el
“retorno a las fuentes”, incluidos los estudios patrísticos ( quienes favorecían el derecho del
pobre ); Con la teología de la Liberación, surgida en América Latina, se impone de nuevo como
directriz la acción de los cristianos a favor de los oprimidos.

La DSI busca construir nuevas estructuras sociales, próximas a las exigencias del Reino de
Dios para combatir a la “injusticia institucionalizada”.

“ La lucha por la justicia y la cooperación en la transformación del mundo nos aparece


claramente como una dimensión esencial de la predicación del Evangelio, esto es, de la misión
de la Iglesia en la liberación de la humanidad “ ( Sínodo de los Obispos 1971 ).

La acción liberadora de la Iglesia en el mundo tiene como eje de instauración la justicia, con lo
cuál se lleva a la realidad el amor a los semejantes, único mandamiento legado por Jesús. El
amor cristiano depende, necesariamente, de la lucha por la justicia, aún cuando no se agota en
ella.

Por último, es importante subrayar que esa acción en pro de la justicia no es únicamente
ética, sino que, a la luz de la fe, ya que contribuye al desarrollo del Reino, presente ya
misteriosamente en la historia humana: reino de verdad y de vida, reino de santidad y de
gracia, reino de justicia, de amor y de paz.

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