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Derecho concursal argentino

Ante el incumplimiento de una obligación por parte del deudor, se genera la


posibilidad de que el acreedor ejecute coactivamente parte o todo el patrimonio de
su deudor para satisfacer su acreencia y los daños sufridos. Así, tiene posibilidades
de ejecutar individual- o colectivamente. En la primera, se ejecuta uno o
determinados bienes particulares, mientras que en la ejecución colectiva, se liquidan
coactivamente todos los bienes del deudor con el fin de que con   lo producido, se
satisfagan los créditos de sus acreedores, quienes tendrán la carga de insinuarse en
el proceso para que le sean verificadas sus acreencias, condición necesaria e
indispensable para percibir los dividendos falenciales.

Derecho concursal argentino. Nociones introductorias. Evolución histórica

Reglas procesales

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

Derecho concursal argentino. Nociones


introductorias. Evolución histórica

Evolución histórica. Régimen jurídico vigente. Principales


impactos del nuevo Código Civil y Comercial1 (Ley N.° 26994)

[1] Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.

El derecho concursal es un conjunto de normas jurídicas que tienen por objetivo el tratamiento integral de las
situaciones de insolvencia; además, brinda soluciones preventivas, consensuadas entre el deudor y los
acreedores, o liquidativas de la totalidad del patrimonio del cesante.

1859/1862

El Código de Comercio de Buenos Aires de 1859, extendido al país en 1862.

Se regulaba la quiebra con posibilidad de un concordato resolutorio, aunque por sus deficiencias
prácticas se apuró su reforma en el año 1889.
1902

En 1902, la Ley N.° 4156.

Modifica en su totalidad el régimen, además de incorporar el concurso preventivo. Su corte privatístico y


los abusos cometidos por los acreedores determinaron la reforma.

1933

En 1933, la Ley N.° 11719.

Produjo una profunda modificación con una neta orientación publicística. Esta ley permaneció vigente por
casi 40 años.

1983

La Ley N.° 19551 (1972), reformada en 1983 por la Ley N.° 22917.

Reformada en 1983 por la Ley N° 22917. Agregó un nuevo procedimiento concursal: el acuerdo
preconcursal. Esta ley de notable factura sirvió de base para la reforma de 1995, cuando se sancionó una

nueva, la Ley N.° 24522 de Concursos y Quiebras2(LCQ).


[2] Ley N.° 24522. (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación.
Las leyes N.° 25589 y 26086.

Introdujeron modificaciones en unos pocos artículos, pero la importancia y trascendencia de estos


hicieron variar considerablemente los efectos de ciertos institutos concursales.

2011

La Ley N.° 26684 de 2011.

Vino a modificar una serie de artículos. Asimismo, propugna acentuar la defensa de los derechos de los
trabajadores en los procesos concursales y sintetiza a esta en una serie de proyectos que estaban para
ser tratados por los legisladores nacionales.

2015

2015 nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN)

Comenzó a regir el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN)

A partir de agosto de 2015, comenzó a regir el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) con
grandes cambios en las diferentes materias por él regladas, despertó fervorosas críticas por un lado, y
encomios por otro, con rasgos salientes de desnormatización y con mayor preeminencia de la figura del
magistrado en su rol de director del proceso. La falta de una mención expresa en el novísimo cuerpo legal a
la legislación concursal como objeto de modificación parece minimizar los puntos de contacto existentes y
su trascendencia. 

Sin embargo, se pueden mencionar algunas de las principales influencias del código unificado a la
legislación concursal:

En orden a los sujetos concursales:



se producen algunas modificaciones en algunos sujetos concursales. Así, a) se ratifica la calidad de sujeto
concursal de la masa indivisa (art. 2360 del CCCN), ya contemplado en el artículo 2 inc. 1, de la Ley de
Concursos y Quiebras; b) se establece el consorcio de propietarios como personas jurídicas privadas (art.
148, inc. h, del CCCN) y, por lo tanto, son sujetos pasibles de concursamiento; c) las simples asociaciones
civiles, contempladas en los artículos 187 a 192 del CCCN, son también reconocidas como personas
jurídicas privadas (art. 148, inc. c, del CCCN) y, por lo tanto, tienen aptitud para ser sujetos deudores de los
procedimientos regulados en la ley concursal; d) las sociedades anónimas unipersonales (SAU) también
deben ser incluidas dentro de la enumeración del artículo 2 de la Ley de Concursos y Quiebras.

Bienes excluidos del desapoderamiento:



también se producen algunas modificaciones en relación con la inejecutabilidad de la vivienda individual
protegida y la pérdida de legitimación del síndico (arts. 248 y 249 del CCCN, in fine). Asimismo, se excluyen
de los bienes desapoderados y ejecutables en la quiebra a los frutos de los bienes de los hijos del fallido,
porque ya no son del padre (art. 698 del CCCN). 

Régimen matrimonial patrimonial de comunidad o el de separación de bienes (art.


446, inc. d, y art. 463 del CCCN) y la solidaridad de deudas domésticas:

la existencia de un doble régimen matrimonial patrimonial de comunidad o de separación de bienes
determinará la existencia de deudores unidos en matrimonio por uno u otro régimen. En ninguno de los dos,
como regla, el cónyuge responde por las deudas del otro. Ahora bien, cualquiera sea el régimen, los
acreedores titulares de las deudas domésticas pueden presentarse al concurso a verificar su crédito, sea o
no la contratante la persona concursada o fallida. 

Efectos sobre obligaciones y contratos:



a) no caducidad de los plazos por presentación en concurso preventivo (art. 353 del CCCN); b) exigencia de
fecha cierta para la oponibilidad de los boletos de compraventa en concurso o quiebra (art. 1171 del CCCN y
art. 146 de la LCQ); c) la regla consagrada en el artículo 147 de la Ley de Concursos y Quiebras parece
haber tenido su eco en el nuevo código a la luz de las disposiciones específicas de los contratos, en
particular de la cuenta corriente bancaria (art. 1404, inc. b, del CCCN), la cuenta corriente (1441, inc. a, del
CCCN), la agencia (art. 1494, inc. c, del CCCN) y la concesión (art. 1509 del CCCN); d) en materia de
compensación, el CCCN remite a la Ley de Concursos y Quiebras y consagra, en paralelo, la prohibición
prevista en el artículo 130 de la Ley N.° 24522 en el artículo 930, inciso f; e) extinción del poder por quiebra
(art. 380 del CCCN).

Efectos personales de la quiebra:



a) prohibición del fallido para ser tutor, apoyo o curador (art. 110, inc. b, del CCCN); b) el fallido pierde la
administración de los bienes de sus hijos (art. 694 del CCCN); c) la incorporación de la quiebra como causal
de disolución de la persona jurídica privada (art. 163, inciso e, del CCCN).

Privilegios:

en un claro intento de unificación, en su artículo 25793, el CCCN expresa: “en los procesos universales los
privilegios se rigen por la ley aplicable a los concursos, exista o no cesación de pagos”.
[3] Art. 2579, Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.
A continuación, presentaremos el caso Nona Ferdinanda Sociedad Anónima (S. A.), sobre el cual
trabajaremos los conceptos del módulo:

La empresa Nona Ferdinanda S. A., con domicilio legal en la ciudad de Córdoba y con sede social en Avenida
Japón 5436, de la misma ciudad, inscripta bajo la matrícula n.° 233 A/01, asiento 335, de fecha 1 de
noviembre de 2001, fabrica y vende pastas. Posee unos 22 trabajadores y una cantidad de proveedores y
clientes conforman la cadena de producción y comercialización. Dada la situación económica del país, Nona
Ferdinanda S. A. no puede regularizar su complicada situación financiera.  La demanda cayó en los últimos
años, los costos se incrementaron y las utilidades bajaron en porcentajes por debajo del punto de equilibrio
empresario, a lo que se adiciona el costo financiero bancario. Según los informes del Banco Central, la
compañía cuenta con una deuda bancaria de 250 000 0000 de pesos y con 300 cheques rechazados por un
importe de 1 000 000 de pesos. Todo ello se suma a una gran demanda impositiva. El cuadro de deudores
denunciados por la empresa es el siguiente:

ADMINISTRADOR FEDERAL DE INGRESOS


$1 500 000
PÚBLICOS

BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA $130 000 000

BANCO SANTANDER RÍO S. A. $120 000 000

MAQUINARIAS PASTA HERMOSA S. R. L $700 000

HARINAS FLOR DE LIZ S. H. (proveedora) $300 000

OTROS ACREEDORES (Se estima que son


$100 000 000
20).
Tú eres abogado especialista en empresas y la sociedad Nona Ferdinanda S. A. te consulta a través de su
representante sobre la mejor opción para enfrentar la crisis. 

 ¿Qué le recomendarías? A lo largo de la materia, nos proponemos transitar por los


posibles procesos para poder responder a la pregunta. 

Procedimientos concursales

Clases

En nuestra legislación concursal, se encuentran varios procedimientos concursales, entre los principales se
tienen la quiebra y el concurso preventivo, los que presentan fundamentales diferencias. Veamos sus
particularidades.

Concurso preventivo

En el concurso preventivo, el deudor procura llegar a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores para así
homologarlo judicialmente. Es un procedimiento rehabilitatorio que busca superar la crisis patrimonial a
través de una renegociación de las condiciones originarias de contratación entre el deudor y el acreedor
mediante propuestas que se hacen a la generalidad de los acreedores. Aprobado el acuerdo en forma
mayoritaria, este se impone incluso a quienes no adhirieron a la propuesta; caso contrario, deberá declararse
la quiebra como principio general.

Como asesor de la empresa, podrías argumentar que la reorganización de empresas que tienen dificultades
cuenta con mecanismos tanto formales como informales. Podrías mencionar las ventajas y las desventajas
de cada uno para que tu cliente pueda evaluarlos. Por ejemplo, entre los segundos, las ventajas son la
informalidad, rapidez, economía y discreción pero a su vez carecen de los efectos del concurso preventivo
como por ejemplo la interrupción del curso de los intereses de las deudas. Por otro lado, los primeros son
más lentos y formales en general, de repercusión pública y onerosidad de los procesos judiciales.

Quiebra

En cambio, el proceso de quiebra tiene el fin inmediato de liquidar todos los bienes que componen el
patrimonio cesante para, de esa forma, repartir el producido entre los acreedores. En este proceso, el deudor
queda desplazado de la administración y de la disposición de sus bienes (salvo los bienes inembargables) y
se entrega al síndico el control sobre ellos. Por ello, podrías optar por no recomendarlo en primera instancia,
ya que es un proceso destinado a la liquidación, lo que implicará el desapoderamiento de todos los bienes
que la empresa posee a los efectos de saldar la deuda, es decir, mediante la realización del activo cancelar
el pasivo.

Es un procedimiento
rehabilitatorio que busca
superar la crisis patrimonial
a través de una
Concurso preventivo
renegociación de las
condiciones originarias de
contratación entre el
deudor y el acreedor

Tiene el fin inmediato de
liquidar todos los bienes
que componen el
Quiebra patrimonio cesante para,
de esa forma, repartir el
producido entre los
acreedores. En este
ld d d

Principios rectores de la legislación concursal

Los principios son ideas directrices o pautas generales de valoración que sirven u orientan las soluciones
legislativas, además de tener una función de interpretación e integración del ordenamiento concursal.
Finalmente, se puede decir que actúan como vallas de contención y evitan que las soluciones de otras
ramas jurídicas prevalezcan sobre las propias. 

Conservación de la empresa

Recién en el siglo XX fue cuando comenzó a valorarse la empresa, al visualizarla como una unidad de
explotación económica y fuente generadora de empleo, lo que provocó que se regularan diversas clases de
procesos preventivos que anteceden a la liquidación y que buscan su salvataje. En consecuencia, la ley
concursal intenta que la empresa se preserve, pues es el corazón de toda organización económica.
 Pensemos, en el caso de estudio, lo que implicaría la desaparición de la empresa por caer en insolvencia:
las fuentes de empleo se perderían y los ingresos tributarios y las cadenas de producción y comercialización
se romperían.

Protección del crédito

Es otro de los principios fundamentales del derecho concursal, a tal punto que la Ley N.° 19551 (Ley de
Concursos y Quiebras, promulgada en 1972 por el Honorable Congreso de la Nación, actualmente abrogada
por la Ley N.° 24522) lo mencionaba en primer lugar. Sin dudas es así, pues sin este desaparecería la
posibilidad de que el empresario obtenga los fondos necesarios para financiar por lo menos parte de su
estrategia comercial. Lo contrario haría desaparecer el crédito y, por consiguiente, dejaría de existir el
sistema económico vigente. Por ello, se debe asegurar una rápida liquidación del crédito y el reembolso al
acreedor. En otras palabras, además del principio de conservación de la empresa, no debemos dejar de lado
el origen de los procesos liquidatarios que es la satisfacción de los acreedores de la manera más igualitaria
posible. A través de los distintos procesos, se busca aplicar una justicia distributiva ante los distintos
intereses en juego: los del deudor concursado, los de los acreedores, los de la empresa insolvente.

Rasgos distintivos del proceso concursal

Resultan de fundamental importancia los principios que informan el proceso concursal y que le otorgan sus
características particulares. Estos principios jurídicos clásicos que iluminan el derecho concursal fueron
analizados en reiteradas oportunidades por la doctrina y son la universalidad, la unicidad, la concursabilidad,
la oficiosidad y la pars condicio creditorum o igualdad de acreedores.

Universalidad

El artículo 1 de la Ley de Concursos y Quiebras establece el principio de universalidad patrimonial, que tiene
efectos tanto en la faz activa como en la pasiva. 

Faz objetiva

Desde el punto de vista objetivo, dicho principio se proyecta en relación a todos los bienes del deudor, no
sólo a los que cayeron bajo el efecto del desapoderamiento, sino también a los bienes que pueden llegar a
recuperarse a través de las acciones de recomposición patrimonial, con excepción de los inembargables
(art. 108, LCQ, y 744 del CCCN).  Como regla general, si se declara en quiebra la empresa Nona Ferdinanda S.
A., quedará desapoderada de sus bienes, tanto los existentes como los que adquiera posteriormente hasta
su rehabilitación.  

Faz subjetiva 
La universalidad implica que la totalidad de las deudas del deudor son convocadas a que concurran al
proceso a hacer valer sus derechos mediante la aplicación de la ley concursal, como lo ordenan los artículos
32 y 126 de la LCQ. En este sentido, los deudores de Nona Ferdinanda S. A. deberán concurrir a verificar sus
créditos. Por ejemplo, retomando al caso planteado, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)
deberá concurrir ante el síndico a través de su representante para detallar cómo están compuestas las
deudas impositiva y previsional.

Unicidad

Este principio supone que no pueden coexistir dos o más procesos universales sobre un único patrimonio, o
al menos dentro del mismo territorio nacional. Esta noción se complementa con la necesidad de que haya un
juez único y el fuero de atracción que permita atraer las acciones patrimoniales ejercidas por los acreedores
contra el deudor. En una palabra, este principio implica que, para cada concurso, en sentido amplio, existe un
único procedimiento en donde se ventilan todas las cuestiones relacionadas, a manera de una suerte de
contienda material. En el caso concreto, si se da inicio a un proceso concursal, será ese y no otro, como
regla general, el que atraerá los demás juicios de concursado. Por otro lado, el proceso será único, tal como
el patrimonio de la empresa.

Oficiosidad

Otro eje central del proceso concursal es la actuación de los órganos del concurso para que lo impulsen de
oficio, sin que su actuación se halle subordinada al impulso de partes, salvo al comienzo del proceso. La
dirección del proceso es una atribución fundamental del juez, conforme lo dispone el artículo 274 de la LCQ.
Así, se encuentra imbuido de amplias facultades procesales en cuanto que está llamado a impulsarlo hasta
su total culminación, a la vez que cuenta con facultades inquisitivas tendientes a conocer la real situación
patrimonial del deudor y las razones que pudieron haberlo conducido a su cesación de pagos, como también
sobre el destino de los bienes que debieron existir al tiempo de ser declarada la quiebra. Por ejemplo, si
nuestra empresa se presenta a concurso, el juez que entienda en esa causa podrá o no reconocer los
créditos que él estime improcedentes, aunque estos no hubiesen sido cuestionados por el deudor.
Colectividad

Todos los acreedores de título o causa anterior a la presentación del procedimiento concursal deben
promover la verificación para hacer valer sus créditos en el proceso; caso contrario, quedarán excluidos del
pasivo concursal. En otras palabras, para que se reconozca su deuda, la AFIP, el Banco Nación, el Banco
Santander, Maquinarias Pasta Hermosa Sociedad de Responsabilidad Limitada (S. R. L.) y Harinas Flor de Liz
(S. H) deberán verificar su crédito.

Igualdad

El principio de igualdad de trato entre todos los acreedores (también llamado pars condicio creditorum) es la
máxima garantía del derecho de los acreedores. Esta regla jurídica significa que todos los acreedores
deberán soportar igualitariamente el efecto del acuerdo preventivo o resolutorio homologado, y dar las
mismas quitas, esperas u otras estipulaciones al deudor común; y en la quiebra, participan pari passu en la
distribución del producido de la liquidación de los bienes del deudor común, y cuando esa liquidación sea
insuficiente para atender a la totalidad de los créditos, se repartirá a prorrata. Más adelante, veremos qué
sucede con las excepciones a estos principios cuando contamos con un régimen de privilegios. Sin querer
adelantarlos, pensemos, ¿será lo mismo un crédito que posea un trabajador originado en su relación laboral
con la empresa con respecto a la AFIP o a Harinas Flor de Liz (S. H.)?
LECCIÓN 2 de 3

Reglas procesales

Incidentes

El artículo 273 de la Ley de Concursos y Quiebras diseña una nómina de reglas procedimentales generales
aplicables a todo el proceso concursal y a sus incidentes, las cuales rigen en plenitud, salvo disposición
especial en contrario de la misma ley concursal. Esa enumeración de ningún modo agota el repertorio de
principios y reglas procesales existentes, las que se hayan diseminadas a lo largo de todo el articulado de la
ley. Las características del ordenamiento concursal tienden a que este se baste a sí mismo, es decir, que
sea autosuficiente.  

1. Perentoriedad de los plazos

El inciso 1 del artículo 273 dispone que todos los términos son perentorios y comprenden cinco días, salvo la
existencia de un plazo distinto. La perentoriedad de los plazos implica que su mero vencimiento imposibilita
fatalmente la futura producción del acto del que se trate. Dicho de otro modo, el acto no cumplido en término
no puede ser cumplido después.   Por ejemplo, Nona Ferdinanda S. A. tendrá 30 días contados desde la
presentación en concurso para acompañar la resolución por asamblea extraordinaria para continuar el
trámite. Esos días serán hábiles y la actuación tiene carácter perentorio (art. 273, incs. 1 y 2). En ese sentido,
en el escrito de presentación del concurso se podría agregar el siguiente párrafo a los efectos de no
arriesgarnos al vencimiento del plazo (veamos un ejemplo de la parte correspondiente del escrito de
presentación):
 “Ratificación: Asimismo, con la copia certificada del Acta de Asamblea General
Extraordinaria número 73 de fecha 20 de noviembre de 2019, pasada al Libro de Actas
también identificad en párrafos precedentes, se da expreso cumplimiento con lo requerido
por el artículo 6º, segundo párrafo, de la ley 24.522 Tal como se desprende del texto de
esos instrumentos, la asamblea de accionistas por unanimidad, ratificó la decisión del
Directorio y decide solicitar la formación del concurso preventivo de NONA FERDINANDA
SA.”

2. Cómputo de los plazos

Se computan exclusivamente los días hábiles judiciales, tal como lo establece el inciso 2 del artículo 273,
salvo excepción legal expresa en contrario en la misma ley de quiebra, como por ejemplo, en los artículos
190, 144 y 196, entre otros supuestos. 

3. Inapelabilidad (inc. 3 del art. 273)

Se aplica indistintamente al concurso preventivo y a la quiebra. Su inclusión apunta a impedir la celeridad y la


agilidad de los trámites concursales. Algunas de las hipótesis en las que la ley ha previsto expresamente las
excepciones son: la decisión que rechaza la petición de concurso preventivo (art. 13 de la LCQ); la admisión
y la denegatoria del pronto pago laboral (art. 16 de la LCQ); la separación de la administración en el concurso
(por el deudor con efecto devolutivo y si se deniega, puede apelar el síndico) (art. 17 de la LCQ); etcétera.
Finalmente, cabe consignar que, en caso de ser admitida la apelación, se concede en relación y con efecto
suspensivo, de acuerdo con la previsión legal contenida en el inciso 4 del artículo 273.

4. Sistema de notificaciones

La citación a las partes se hace por cédula y las restantes notificaciones son automáticas, esto es, por nota
o de acuerdo con lo que disponga el código procesal de la provincia (art. 273, inc. 5, de la LCQ). Sin embargo,
el juez concursal, en uso de las facultades instructorias, puede ordenar la notificación personal o por
cédula. 

5. Domicilio procesal

El inciso 6 del artículo 273 establece que el domicilio constituido subsiste hasta que se constituya otro o por
resolución firme quede concluido el concurso. En el caso analizado, el domicilio constituido a los efectos
procesales será el del abogado, Bolívar 333 (1.° A), y allí deberán notificarse las resoluciones que
correspondieran.

6. Gastos del concurso

Diferimiento de pago: el inc. 8º del artículo 273, dispone que en el concurso, las transcripciones y
anotaciones registrales y de otro carácter que resulten imprescindibles para la protección de la integridad
del patrimonio del deudor son hechas sin pago previo de tasas, sino que se difieren al momento de la
conclusión del proceso concursal. 

7. Carga de la prueba

Normas comunes: el inciso 9 dispone que la carga de la prueba en cuestiones contradictorias se rige por las
normas comunes.

8. Actuación del Ministerio Público

 El artículo 276 de la LCQ contempla la actuación del Ministerio Público en el concurso, al establecer que es
parte en la alzada en los supuestos de impugnación del acuerdo preventivo (art. 51). En los trámites ante la
alzada, se le deberá dar vista en las quiebras cuando se hubiera concedido un recurso en el que sea parte el
síndico. 
9. Perención de instancia

La regulación contenida en el artículo 277 impide la conclusión del proceso concursal abierto (concurso
preventivo o quiebra) por perención de la instancia y dispone que la perención se opere a los tres meses en
las demás actuaciones.

10. Leyes procesales locales

El artículo 278 prevé la aplicación subsidiaria de las normas procesales de la ley del lugar del juicio que sean
compatibles con la rapidez y economía del trámite concursal.   Nuestro caso se da en la Provincia de
Córdoba, por ello, en lo que no esté previsto en la ley, se aplicará el Código de Procedimiento de la Provincia
de Córdoba (Ley N.° 8465). 

11. Legajo de copias

El artículo 279 legisla sobre el legajo de copias destinado a la consulta de las constancias del expediente,
que se forma con copia de todas las actuaciones fundamentales del juicio y las previstas especialmente por
la ley concursal. Dicho legajo debe estar permanentemente a disposición de los interesados en secretaría.

COMPLETAR ESPACIO EN BLANCO

La relación con la regla de …………………… tiene que ver con que el acto no cumplido
en término no pueda ser cumplido después. 

Escriba su respuesta aquí


SUBMIT

La relación con la regla de …………………… tiene que ver con que no caducan los
procesos concursales después de abiertos, pero sí las demás actuaciones,
como por ejemplo, incidentes.    

Escriba su respuesta aquí

SUBMIT

Incidentes 

Los arts. 280 a 287 estructuraron un procedimiento tipo a través del cual se encauza toda cuestión que
tenga relación con el concurso y que, a su vez, no tenga un trámite especial. Así, se canalizan por esta vía
las verificaciones tardías y los incidentes de revisión. El trámite está previsto en el artículo 281: con la
demanda, se debe ofrecer toda la prueba. Admitido el incidente, se corre el traslado por diez días, el que se
notifica por cédula, y quien conteste, debe también ofrecer toda la prueba y agregar la documental. El
término máximo de prueba será de 20 días, el que podría ser menor de acuerdo con la prueba ofrecida. Las
partes son las encargadas de urgir el diligenciamiento de estas. A su vez, el artículo 283 fija una directiva
respecto a la prueba pericial: solo un perito puede actuar, salvo que la cuestión sea complicada, en cuyo
caso se pueden designar tres. El artículo 284 limita el número de testigos a cinco por parte, salvo
complejidad de la causa, en donde se admite un número mayor. Se acepta el recurso de apelación solo
respecto de la resolución que pone fin al incidente. En relación con las otras cuestiones que se plantearán
en el expediente, pueden ser subsanadas por el Tribunal de Alzada, siempre que se haya formulado reserva
en su oportunidad y se haya manifestado la disconformidad, pues, de lo contrario, el acto procesal se habrá
consentido. 

Presupuestos de acceso a los concursos

Se hace referencia a dos presupuestos esenciales para la apertura de los procesos concursales: a)
presupuesto objetivo (cesación de pagos); b) presupuesto subjetivo (sujetos concursales). En la cesación
de pagos, es aceptado pacíficamente que crisis e insolvencia revelan dos etapas endémicas claramente
determinadas por las que puede atravesar una unidad productiva en el despliegue ordinario de su giro
comercial, pese a que no son términos equivalentes. La insolvencia, como patología empresarial, está
emparentada con la expresión cesación de pagos y, para la doctrina nacional, ambas denominaciones tienen
idéntica significación. 

La generalidad es uno de los rasgos tipificantes del presupuesto objetivo concursal, el cual hace referencia
a la impotencia del patrimonio del deudor en su conjunto para hacer frente a las obligaciones asumidas. El
otro rasgo tipificante del estado de cesación de pagos es la permanencia, por oposición a la transitoriedad.
Sin embargo, esta cualidad no se la debe identificar con perpetuidad ni con situaciones de dificultades
económicas financieras temporales. El estado de cesación de pagos es el presupuesto objetivo de los
procesos concursales que, en algunos supuestos, se ve morigerado: a) el acuerdo preventivo extrajudicial
(APE); b) el concurso de agrupamiento (art. 66 de la LCQ); c) quiebra declarada con apoyo en sentencia
concursal extranjera (art. 4, primer párrafo, de la LCQ); d) extensión de quiebra (art. 160 y ss.).

Rouillon (2003) sostiene que ese estado de cesación de pagos, para funcionar como presupuesto objetivo
del proceso concursal, debe manifestarse a través de signos visibles. Se clasifican en las siguientes
clases: 

a) Hechos de manifestación directa: reconocimiento expreso o implícito, judicial o extrajudicial,


etcétera. 

b) Hechos de manifestación indirecta: cuando se evita revelarse abiertamente como insolvente, ya


sean medios dilatorios (como constitución de hipotecas, prendas) o ruinosos (venta a precio irrisorio)
y fraudulentos (malversación de fondos). 

Se sugiere revisar los artículos 78 y 79 de la LCQ. 

En el caso de Nona Ferdinanda S. A., la misma empresa manifiesta que no puede regularizar su complicada
situación financiera, la demanda cayó en los últimos años, los costos se incrementaron y las utilidades
bajaron en porcentajes hasta caer incluso por debajo del punto de equilibrio empresario, a lo que se adiciona
el costo financiero bancario. Según informes del Banco Central, la compañía cuenta con una deuda bancaria
de 250.000.000 de pesos y 300 cheques rechazados por un importe de 1.000.000 millón de pesos. Todo ello
se suma a una gran demanda impositiva. Esta situación podría considerarse como hecho revelador de
manifestación indirecta (por ejemplo, los 300 cheques rechazados), ya que habla de un desequilibrio entre
los compromisos exigibles y los medios disponibles para enfrentarlos.

Sujetos

Análisis del Código Civil y Comercial  

El artículo 2 de la LCQ da el puntapié para analizar los sujetos concursables: 

a) El principio general respecto de las personas de existencia física, sin distinción entre comerciantes o no
comerciantes. 

b) Una excepción al principio de personalidad jurídica que rige respecto de los concursables es el artículo 2,
segundo párrafo, que establece la posibilidad de que el patrimonio del fallecido mientras se mantenga
separado de los sucesores puede concursarse. 

  A su vez, el artículo 8 de la LCQ estipula la posibilidad de que cualquiera de los herederos solicite la
formación del concurso, pero tal pedido debe ser ratificado por la totalidad de los herederos en el plazo de 30
días, bajo apercibimiento de tenerlo por desistido. Asimismo, el artículo 2360 del Código Civil y Comercial
hace referencia a la posibilidad de declarar en concurso preventivo o en quiebra a la masa indivisa
insolvente. 
c)   El artículo 8 establece la posibilidad que los incapaces e inhabilitados soliciten la formación de
concurso, pedido que deberá ser ratificado por el juez de la tutela, curatela o el juez competente. 

d)  Deudores domiciliados en el extranjero respecto de los bienes existentes en el país (art. 2, segundo párr.).
Esta es una norma de jurisdicción de derecho internacional privado. 

e) El concurso puede solicitarse por apoderado, que ha de ser abogado matriculado y debe tener la facultad
especial para solicitar el concurso (art. 9).  

f) Las personas jurídicas pueden concursarse, entre otras:

a) De carácter privado: asociaciones, fundaciones y las sociedades comerciales. En esta


clasificación, ingresa nuestra empresa Nona Ferdinanda S. A.

b) Las asociaciones mutuales: la Ley N.° 253744 cambió el artículo 37 de la Ley N.° 20321, lo que
permitió el acceso al proceso concursal. La falta de adecuación del texto del artículo 2 de la Ley N.°
24522 no impide entender la inclusión de estas como sujetos concursables. 

[4] Ley 25374. (2000). Honorable Congreso de la Nación.

c) De carácter público: sociedades del Estado nacional, provincial o municipal, cualquiera sea el
porcentaje de su participación; por ejemplo: sociedades del Estado, sociedades de economía mixta,
sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, etcétera. 

Asimismo, cabe puntualizar que el Código Civil y Comercial de la Nación incorporó nuevos sujetos
concursables. Entre ellos, aparecen los siguientes tipos: 

a)   El consorcio de propietarios: el reconocimiento por el artículo 148 del Código Civil y Comercial a los
consorcios de copropietarios como personas jurídicas privadas (inc. h) supone que deba admitirse su
concursabilidad, más allá de algunos problemas prácticos, sobre todo en caso de quiebra. 
b)   Las simples asociaciones: el Código Civil y Comercial regula, en los artículos 187 a 192, las “simples
asociaciones”, entidades que pueden ser constituidas por escritura pública o por instrumento certificado
con firma certificada por notario. Si bien se establecen normas específicas para el supuesto de insolvencia
de las simples asociaciones, al tratarse de personas jurídicas privadas (art. 148, inc. C), deben ser incluidas
dentro de los sujetos comprendidos en el artículo 2 de la normativa concursal. 

c)   Las sociedades anónimas unipersonales: por otra parte, cabe hacer referencia a la SAU. Se trata de una
persona jurídica de carácter privado que posee un patrimonio propio y encuentra su regulación en la
legislación societaria. El hecho de que esté conformada por un solo miembro no obsta a que no se trate de
un sujeto concursable, y, por lo tanto, puede requerir su propio concurso preventivo, ser declarada en quiebra
o, en su caso, requerir el acuerdo preventivo extrajudicial previsto por los artículos 69 y subsiguientes de la
ley concursal. 

d) El fideicomiso: por su parte, el artículo 1687 del código unificado establece, en el último párrafo, que si los
bienes del fideicomiso son insuficientes para pagar las obligaciones exigibles de este, el patrimonio
fiduciario no puede ser incluido en un proceso concursal. Ante la situación de cesación de pagos o
insuficiencia de bienes, el contrato puede prever que el fiduciante o beneficiario provea los recursos para
zanjar la situación de insuficiencia financiera. Si no existiera tal previsión contractual o si fracasara este
recurso, el fiduciario deberá pedir la liquidación judicial. El juez determinará el procedimiento aplicable sobre
la base de las normas previstas por los concursos y quiebras. De este modo, se procede a la liquidación
judicial del fideicomiso ante el juez concursal, que fijará el procedimiento según las normas concursales, en
lo que estime oportuno.

Respecto de las exclusiones, se tienen las siguientes: 

1 Compañías de seguros: el artículo 51 de la Ley N.° 200915 establece un sistema especial de


liquidación forzosa de estas. No pueden concursarse ni ser declaradas en quiebra bajo el
sistema de la Ley N.° 24522 LCQ.

[5] Ley 20.091. (1973). Ley de entidades de seguros y su control. Poder Ejecutivo de la Nación.

2 Entidades financieras: estas no pueden acceder al concurso preventivo. Prevén un sistema


especial de liquidación (art. 48, de la Ley N.° 21526 de Entidades Financieras). El pedido de
quiebra lo puede hacer el liquidador forzoso, cuando advierte que la entidad se encuentra en
estado de cesación de pagos, o pueden hacerlo los terceros después de los 60 días de la
revocación de la autorización para funcionar por parte del Banco Central de la República
Argentina.

3 Las uniones transitorias de empresas (art. 1463 del CCCN), agrupaciones de colaboración
empresarias (art. 1453 del CCCN) y los consorcios de cooperación (art. 1470 del CCCN) no
pueden solicitar el concurso o la quiebra, pues no son sujetos de derecho y, en su caso, el
contrato de creación de estos prevé la manera de saldar las deudas.

Los sujetos concursables y la reforma del código civil y comercial


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Fuente: Barbieri, P. (2014). Los sujetos concursables y la reforma del código civil y comercial. Recuperado de

http://www.saij.gob.ar/pablo-carlos-barbieri-sujetos-concursables-reforma-codigo-civil-comercial-dacf140903-

2014-12-3

Título principal: Juez concursal

Competencia 

La competencia efectiviza uno de los principios fundamentales del derecho constitucional, el de juez
natural. El artículo 3 de la LCQ plantea lo siguiente:                              

a) Personas de existencia visibles: interviene el juez del lugar de la sede de la administración de sus
negocios y, en subsidio, rige el lugar del domicilio real del deudor. En el caso de varias administraciones,
entiende el juez de la sede de la administración del establecimiento principal y, en subsidio, el juez que ha
prevenido: es el que primero abrió el concurso, no ante el primero que se hubiere solicitado. 
b) Personas de existencia ideal: el artículo 3 inc. 36, de la LCQ establece que las personas de existencia
ideal de “carácter privado regularmente constituidas, y las sociedades en que el Estado Nacional, Provincial
o Municipal sea parte ‐con las exclusiones previstas en el Artículo 2‐ entiende el juez del lugar del domicilio”.
Para las corporaciones, los establecimientos y las asociaciones, es el determinado en los estatutos o en la
autorización otorgada por el Estado. En su defecto, donde se halle la administración de la persona. 

[6] Art. 3, Ley N.° 24522. (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación.   

Para las sociedades comerciales, es el domicilio de la sociedad que se encuentra inscripto en el Registro de
Comercio y subsiste en tanto no sea modificado, lo que también requiere inscripción. Para los deudores con
domicilio en el exterior, se establece un orden de prioridad (art. 3, inc. 5): 

1) lugar de la administración; 2) el lugar del establecimiento. Este inciso regula la competencia del juez

argentino ante la insolvencia transfronteriza, interna en materia concursal. En cambio, el artículo 2 inc. 27,
establece que “los deudores domiciliados en el extranjero respecto de bienes existentes en el país”. Esta
norma establece el criterio atributivo de jurisdicción internacional. 

 [7] Art. 2, Ley N.° 24522. (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación.

Finalmente, es importante señalar que el juez concursal es competente también para la liquidación judicial
del fideicomiso (art. 1687 del CCCN) y, en el caso de que se haya declarado el concurso o la quiebra de uno
de los cónyuges, el juez concursal es competente en la liquidación del régimen patrimonial del matrimonio
(art. 717 del CCCN) 

En nuestro caso bajo análisis, al tratarse de una sociedad regularmente constituida bajo el tipo de sociedad
anónima, que se encuentra inscripta en el registro, será el juez del lugar del domicilio (esto es, de Córdoba)
el competente para atender en el proceso.

Atribuciones y deberes

En el artículo 274 de la LCQ y a lo largo del articulado, se establecen las atribuciones del juez del concurso,
quien tiene la dirección del proceso y, precisamente, en función de tal prerrogativa, está provisto de poderes
oficiosos. Ello se justifica en el carácter inquisitivo y publicístico que caracteriza al proceso concursal.

A su vez, la ley también le fijó deberes y consagra, en el último párrafo del artículo 273, el deber de los jueces
y síndicos de respetar rigurosamente los plazos establecidos en la ley. De tal modo, la prolongación
injustificada del trámite, puede ser considerada mal desempeño del cargo.
LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Ley N.° 24522. (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación. 

Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación. 

Rouillon, A. (2003). Régimen de concursos y quiebras. Ley 24522 (13.a ed.). Buenos Aires, AR: Astrea.

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