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La grave crisis económica que afrontó el Perú en las últimas décadas, condujeron
al cierre del Banco Agrario del Perú en 1992. Posteriormente en el centro de la
necesidad y el descontento rural, el Ministerio de Agricultura promovió el
FONDEAGRO para reemplazar la inexistencia de servicios de crédito en la zona
rural, sin embargo, por las altas tasas de morosidad y por la ineficiencia operativa,
el gobierno mediante Decreto de Urgencia N° 048-95, desactivó el FONDEAGRO.
Desde las campañas agrícolas 96-97, hasta las últimas, los agricultores del distrito
de Mochumí, recibieron crédito agrícola por parte de la banca comercial, Caja
Rural, Caja Municipal, molineros y agiotistas, éstos no han satisfecho las
expectativas de los agricultores, por dos razones fundamentales: Por un lado si
bien es cierto que la banca comercial, Caja Rural y Caja Municipal, otorgaron
crédito agrícola a tasa de interés del 4 al 5% mensual en moneda nacional, sin
embargo, los requisitos que estos exigieron para la mayoría de los agricultores era
inaccesible. Aquellos agricultores que accedían al crédito en la mayoría de los
casos recibieron el crédito en el momento inoportuno, constituyendo esto un factor
influyente en la obtención de bajos rendimientos. Por otro lado la estafa colectiva
hecha a pequeños agricultores por empresas como PROMOAGRO, GESTECNIA,
y otros molineros de la zona o testaferros ubicados en los distritos ha empobrecido
aún más a la zona, encontrándose en proceso judicial esta modalidad de
otorgamiento de crédito.
Muchos pueblos en esta zona norte de Perú sufren los efectos de la sequía de la
presente campaña agrícola 2003/2004. Las familias del distrito de Mochumí en
más del 80 % dependen de la principal actividad económica y en la presente
campaña agrícola han visto incrementar la pobreza debido a que no se ha
realizado la siembra del arroz, principal fuente de empleo de las familias en el
periodo de verano para la generación de ingresos familiares y hacer frente a los
gastos escolares que generalmente se inician la primera semana de abril. Los
almácigos de arroz se han perdido y las decisiones asumidas por las
organizaciones administradoras del recurso hídrico no aseguran el sembrío del
arroz en la presente campaña agrícola.
- 04 Problemas
- Como aplicaría Ud, la inducción en el conocimiento de esta problemática.
- Describa algún caso similar de una problemática en la cual puedan establecer
las diferencias entre conocimiento científico y conocimiento empírico.
- Sobre la lectura anterior realizar una diferencia entre ciencia formal y ciencia
fáctica.
PROBLEMAS
Haciendo un análisis general a partir de este caso particular con los agricultores de
Mochumi:
El Perú es un país en el que el 26% de su población total es rural, además vale resaltar que
el principal sector de exportación es el primario. Así que es el agro una fuente de recursos
importante para el crecimiento del mismo.
El gobierno suele tomar medidas a veces algo apresuradas con el objetivo de evitar
conflictos sociales, así vemos el caso de la creación de FONDEAGRO que en vez de generar
tranquilidad y estabilidad en los agricultores, tuvo efectos negativos a causa de problemas
generados por ambas partes. Y esto a causa de la no prevención contra situaciones que
pueden afectarnos enormemente como una crisis. Sucedió en Lambayeque como debió
pasar en cualquier departamento del Perú.
Se debe entender que los pobladores de las zonas rurales que dedican generalmente su
fuerza laboral en el agro son personas que depende casi en su totalidad de dichas
actividades y que no tienen un nivel de educación demasiado elevado por lo cual están
expuestos al aprovechamiento o estafa de ciertas “empresas”. Además no es el sector
privado el que debe encargarse de esta realidad, sino el gobierno mismo el que debe
asumir el compromiso de dar solución a las deficiencias que aqueja la agricultura. Ya que
problemas en este sector descendería el nivel de producción, el nivel de exportación de
algunos productos y el PBI.
Las tarifas de agua que pagan los agricultores por hora de riego son recaudadas por la
comisión de regantes de su respectivo distrito para pasar luego a manos de la Junta de
usuarios que dirige dichos comités, que son los que deberían cubrir los costos de la
infraestructura de canales y drenajes y no los mismos agricultores.
Todas las zonas rurales dependen exclusivamente de la agricultura para subsistir y por lo
tanto necesitan que el recurso hídrico no les sea escaso, las organizaciones encargadas de
la distribución de este deben hacer una reestructuración en el plan de riego para que no
ocurran sucesos como estos y por otro lado evitar que se formen grupos con intereses
políticos, rotando periódicamente a los dirigentes de dichas organizaciones y no
manteniéndolos en cargos diversos por largas temporadas, para evitar ineficiencia en la
gestión de cada organismo y generar productividad en este sector.
DESCRIBA ALGÚN CASO SIMILAR DE UNA PROBLEMÁTICA EN LA CUAL PUEDAN ESTABLECER LAS
DIFERENCIAS ENTRE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y CONOCIMIENTO EMPÍRICO
La empresa de Ira Rennert, Doe Run, asumió el control del complejo metalúrgico de La
Oroya desde 1997 y desde entonces ha venido funcionando incumpliendo normas sobre
todo ambientales que han generado graves consecuencias en la población.
Científicos de una Escuela de Salud Pública en Misuri, hicieron un estudio de los niños
de La Oroya en el 2005 y detectaron que la gran mayoría de los menores de 6 años
presentaban signos de intoxicación de plomo, cadmio, arsénico y antimonio. Cada uno de
estos minerales afecta a diversas partes del organismo (corazón, pulmones, riñones,
cerebro, etc.) que pueden llegar a causar hasta la muerte. Y son 1.300 casos
documentados de niños menores de 10 años de La Oroya contaminados por las
emanaciones de la metalúrgica.
Dicha compañía tiene antecedentes de un caso similar en Misuri – Estados Unidos – donde
fue sancionada por una Corte a pagar 358,5 millones a favor de 16 niños dañados por la
contaminación, esto quiere decir que cada familia de los menores norteamericanos deberá
recibir 22,4 millones de dólares. Siguiendo este ejemplo los abogados de 35 niños de La
Oroya han girado una demanda en la misma Corte de Misuri.
Los US$ 100 millones que ofrece Ira Rennert como indemnización para todos, significaría
el pago de 76 mil dólares a cada niño oroyino envenenado por Doe Run, que ni siquiera es
el uno por ciento de la indemnización de cada menor de Misuri. Es más que notoria la gran
diferencia en las indemnizaciones y la lógica más elemental indica que Doe Run debería
desembolsar lo mismo para ambos casos.
La compañía matriz de Doe Run, Renco Group, plantea salvar al complejo metalúrgico de
La Oroya, que hace tres años está paralizada por la falta de capital, con una primera
inyección de 65 millones de dólares de un total de 200 millones de dólares de inversión.
Pero bajo la condición de que el Estado peruano pague a los envenenados por la
contaminación desde el año en que esta compañía asumió el control de la metalúrgica.
Esto significa que Rennert busca con las más diversas fórmulas colgar al Estado peruano el
pago de las indemnizaciones por daños que alcanzaría los 29 mil millones de dólares y de
esta manera continuar al frente del complejo de La Oroya.
SOBRE LA LECTURA ANTERIOR REALIZAR UNA DIFERENCIA ENTRE CIENCIA FORMAL Y CIENCIA
FÁCTICA