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Universidad Fermín Toro

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Escuela de Derecho
Barquisimeto Edo. Lara

INFORME DE ETICA
TEMA 12

Marielys Brito
C.I. 23.487.922
Sección: N-622
Docente: Graciela Marotta
El Fraude Procesal.

Es el acto o conjunto de actos procesales, realizados en forma artificiosa o engañosa por


una o por ambas partes para perjudicar a una persona, obtener un beneficio indebido o en fin
lograr un objetivo que no sería posible satisfacer sino mediante un proceso regular.
En otra definición podemos señalar que el fraude procesal es una obtención dolosa de
una sentencia, a fin de substraer determinados bienes al procedimiento ejecutivo, con el
perjuicio consiguiente para los acreedores del dueño de esos bienes. La noción procesal
de fraude reviste mayor amplitud, por cuanto comprende toda resolución judicial en que el
juzgador ha sido víctima de un engaño, por una de las partes, debido a la presentación falaz de
los hechos, a probanzas irregulares, en especial por testigos amañados o documentos
alterados, e incluso por efecto de una argumentación.
Características del fraude procesal.
Art. 17 del código civil venezolano
1. es una forma de dolo o una maniobra dolosa, cuyo contenido y alcance puede variar, según
el acto procesal en que aparezca y los fines particulares que se persiguen.
2. es obra de un de las partes o de un tercero interviniente si se contempla en el aspecto
restringido del fraude procesal, proceso, tercería o incidente fraudulento; pero puede ser del
juez de la causa, del investigador o del comisionado, de un auxiliar de estos, e inclusive de
cualquier órgano de prueba, si se considera en el sentido más general expuesto.
3. se persigue un fin ilícito que puede consistir en el simple engaño del juez o una de las
partes, para obtener una sentencia, contraloría a derecho e injuria, pero que generalmente
tiene consecuencias específicas, de aprovechamiento o beneficio ilegal e inmoral, en perjuicio
de otra de las partes o de terceros
Clases juicio Aparente y Juicio Simulado.
Juicio aparente es cuando las partes engañan al juzgador y hacen que este haga actuaciones
pretendiendo que está actuando de una forma correcta. 
Juicio simulado es una de las partes que actúa fraudulentamente engañando al administrador
de justicia simulando un hecho que no ha ocurrido para así tener un beneficio (ver sentencia
del T.S.J)
La prevaricación.
Es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una
resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha
resolución es injusta. Es comparable al incumplimiento de los deberes del servidor
público. Dicha actuación es una manifestación de un abuso de autoridad. Está sancionada por
el Derecho penal, que busca la protección tanto del ciudadano como de la propia
Administración. Para que este delito sea punible, debe ser cometido por un servidor o juez en
el ejercicio de sus competencias.
La misión de los jueces es la de aplicar el derecho vigente al caso concreto. El
ejercicio de esa función se denomina "jurisdicción", es decir, la esfera o el ámbito en el cual
se puede desenvolver un funcionario judicial. Cuando un juez se aparta voluntariamente de la
aplicación del derecho al caso concreto comete un delito del derecho penal que se denomina
prevaricato.
La Concusión.
  Es un término legal que se refiere a un delito llamado exacción ilegal, es decir, cuando
un funcionario público en uso de su cargo, exige o hace pagar a una persona una contribución,
o también al cobrar más de lo que le corresponde por las funciones que realiza. Este delito
puede presentar agravantes si se emplea intimidación o si se invoca que son órdenes de un
funcionario de mayor jerarquía, y esta exacción es en provecho propio.
El Falso Testimonio: 
Delito que se configura por el hecho de que un testigo, un perito o un intérprete
deforme, calle o niegue, parcial o totalmente, la verdad de los hechos sobre los que es
interrogado ante la autoridad judicial y generalmente, bajo juramento. En nuestra legislación
podemos ubicar el delito de falso testimonio en el Código Penal desde el articulo 42 hasta 249
artículos que nos dice que es el falso testimonio cuanto es la pena que debe de llevar la
persona que incurra en este delito cuales son las excepciones que se le dan al delito y los
agravantes y atenuantes de la pena.
Como quiera que las decisiones de los tribunales de justicia se fundamentan de
ordinario en las pruebas que promueven las partes interesadas en los juicios, es lógico que
aquéllos se cuiden de admitir sólo las que sean procedentes y velen ulteriormente porque las
admitidas sean evacuadas con la diligencia y corrección debidas. Entre los medios de prueba
de más frecuente uso en los juicios civiles y penales está el de la testimonial-más en los
últimos, porque en los primeros las negociaciones casi siempre constan en documentos desde
el instante mismo en que se pactan o celebran-. De allí la grave responsabilidad del individuo
requerido por la autoridad judicial para declarar lo que sepa sobre determinado asunto y la
severidad de las penas señaladas desde el más remoto pasado para el falso testimonio
Violación al secreto profesional:
Se entiende por secreto profesional todo lo que haya revelado o descubierto con
motivo de requerirse la opinión del abogado, su consejo o patrocinio y en general todo lo que
llegase a saber en razón de su profesión. Artículo 26 del Código de Ética del Abogado. El
Profesional de la abogacía guardará el más riguroso secreto profesional. Este secreto
amparará sus archivos y papeles aún después que el abogado haya dejado de presentarles sus
servicios al patrocinado o al defendido. 
El secreto profesional.
  Es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener en secreto la
información que han recibido de sus clientes. Al contrario de lo que ocurre con tipos de
deberes de confidencialidad, el secreto profesional se mantiene incluso en un juicio.
Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado, el médico,
el enfermero, el psicólogo, el periodista el trabajador social. Sin embargo, también puede
haber otros casos de asesores o servicios que tengan ese tipo de obligación, por ejemplo los
asesores fiscales (a veces incluidos dentro de los abogados) o las compañías de seguros.
Cabe destacar que ante un procedimiento judicial y bajo las garantías legales
establecidas, el juez puede establecer el levantamiento del mismo a cualquiera de los
anteriormente citados a excepción de los abogados que estén actuando en el mismo.
Clasificación del secreto profesional
1. El secreto natural es independiente de todo contrato, se extiende a todo lo que, ya sea
descubierto por casualidad, por investigación personal o por confidencia, y no puede
divulgarse. Aunque el depositario del secreto no haya prometido guardar secreto, ni
antes ni después de habérsele manifestado el hecho o de haberlo descubierto, está
obligado a callar, en virtud del precepto moral que prohíbe perjudicar a los demás sin
motivo razonable.
2. El secreto prometido nace de un contrato, de la promesa de guardar silencio después
de haber conocido el hecho, ya sea por casualidad, por investigación personal o por
confidencia espontánea o provocada. Un mismo secreto puede ser a la vez natural y
prometido. Será natural cuando la cosa de suyo requiera sigilo, pero si además va
acompañado de una promesa, también será prometido.
3. El secreto confiado también dimana de una promesa explícita o tácita hecha antes de
recibir la confidencia de lo que se oculta. Se le comunica que previamente ha
prometido, expresa y tácitamente por razón de su oficio o al menos de las
circunstancias, guardar silencio, y le es participado lo que se mantenía oculto,
añadiendo que se le revela confiado en su promesa bajo el sello del secreto. El secreto
pasa entonces a ser estrictamente confidencial o profesional; confidencial, cuando la
confidencia se ha hecho a un hombre que está obligado por razón de su oficio a
prestar ayuda o a dar consejo. Profesional cuando se ha confiado, ya de palabra, ya en
sus acciones, a un hombre a quien su profesión obliga a asistir a los demás con sus
consejos o cuidados, por ejemplo: abogado, contador, médico, sacerdote, consejeros
de oficio.
4. Meramente confidencial cuando ha sido comunicado a una persona cualquiera, que
no está en la obligación a prestar consejo o ayuda, en razón de su oficio o profesión.
5. Secreto profesional cuando el secreto ha sido comunicado a un profesional, con la
finalidad de obtener ayuda o consejo, por ello, esa persona se instituirá como
confidente, consejero o auxiliar necesario
Excepciones
El artículo 27 del Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano, establece:
“El abogado que fuere acusado judicialmente o denunciado por su patrocinado ante el
Tribunal Disciplinario del respectivo Colegio, estará dispensado de su obligación de guardar
el secreto profesional, en los límites necesarios e indispensables para su propia defensa”.
Aquí encontramos que una exención en el deber de guardar el secreto profesional, y
ello se deriva en el hecho de que el abogado sea acusado judicialmente o se encuentre en la
situación que le sea apertura un procedimiento disciplinario ante el Colegio de Abogados al
que pertenezca, en esos casos el abogado no podrá revelar si no lo estrictamente indispensable
para el legítimo ejercicio de su defensa, y aquí nos encontramos con el derecho a la defensa
que tiene todo ciudadano venezolano, tal y como lo establece la Constitución Nacional11en su
artículo 49, en este sentido, consideramos pertinente la opinión de Jorge Villamizar
Guerrero12, quien señala: “acusado o denunciado el abogado, por su patrocinado, con motivo
del resultado bueno o malo de la gestión encomendada, equitativo será entonces que el
abogado, pueda con los elementos y recaudos que le fueron encomendados para la resolución
del asunto de que se trate, utilizarlos en cuanto sea posible, si fuere el caso y solamente en los
límites indispensables para el ejercicio de su defensa. No significa esta exención, en los
términos en que está concebida, en la norma comentada, el que de manera indiscriminada y
fuera de la situación planteada, pueda el abogado divulgar la información que le ha sido
confiada y que sigue amparada por el secreto profesional”.
Otra excepción al secreto profesional, lo encontramos en el artículo 28 del Código de
Ética Profesional del Abogado Venezolano, que establece: “Si un asesorado, patrocinado o
defendido comunica a su abogado la intención de cometer un hecho punible, éste agotará
todos los medios necesarios para persuadirlo de tal propósito y, caso de no lograrlo, puede
hacer las revelaciones necesarias para perseguir el acto delictuoso o proteger a las personas y
los bienes amenazados”.
Este caso, poco común por cierto en la práctica profesional, puede generarse por el
alto grado de confianza que se va a generar entre el abogado y el cliente, como lo habíamos
indicado, ese profesional del derecho va a conocer con mucho detalle, todas y cada una de las
incidencias del caso, y podría llega tal punto, de que ese patrocinado le confesare la intención
de cometer un hecho punible. El abogado, como conocedor de la ley, debe ante todo ejercer
un papel persuasivo, a los fines de evitar que éste materialice el hecho, teniendo la obligación
ética y moral para ello, deberá valerse de todos los medios y mecanismos que posee, y hacer
entrar en razón a su cliente. Ahora bien, en caso de no lograr dicho objetivo, deberá hacer las
revelaciones necesarias ante las autoridades competentes con el fin de evitar la perpetración
del hecho punible, protegiendo y amparado con ello a las personas y bienes que pudiesen ser
amenazados, una actitud contraria por parte del abogado, traería como consecuencia una
conducta de tipo penal, como lo es la complicidad y el encubrimiento.
La abogacía es una profesión liberal que, en orden a la justicia, otorga de manera
exclusiva y excluyente la posibilidad de defensa jurídica de las partes intervinientes en un
litigio. Para ser parte en un proceso no sólo es preciso que el sujeto tenga capacidad procesal:
los litigantes no pueden actuar ante un tribunal de forma directa, pues es preciso tener un
conocimiento del orden jurídico que sólo se reconoce en el Abogado, que es el jurista que se
dedica de forma profesional a la defensa de los intereses que se le encomiendan y el que
asume la dirección técnica de dicha defensa. El Abogado como auxiliar y servidor de la
justicia y colaborador en su administración, no deberá olvidar que la esencia de su deber
profesional consiste en defender los derechos de su cliente con diligencia y estricta sujeción a
las normas jurídicas y a la ley moral.
La esencia del deber profesional del abogado es la de ser un servidor de la justicia y un
colaborador de su administración, según lo señala el artículo 1º de nuestro Código de Ética
Profesional. De aquí fluye su obligación de tomar en consideración principal el interés general
de la recta administración de justicia de la cual es un activo auxiliar. Aquí surge un clarísimo
conflicto de intereses no siempre de fácil solución. Algunos de estos conflictos están
solucionados de manera expresa en la ley, como ocurre con la obligación de atestiguar, la cual
se puede excusar en el secreto profesional confiado. Está claro sin embargo, que el abogado
jamás podrá adquirir la calidad de sospechoso en un acto delictivo cuando los únicos
antecedentes que se esgrimen en su contra provienen de su intervención profesional no
fluyendo con claridad el conocimiento del ilícito de su parte. Después de un examen
exhaustivo sobre las actitudes y requisitos para el ejercicio de la abogacía, en la República
Dominicana; nos damos cuenta que, el abogado no solo debe defender la institucionalidad y
las leyes sino ayudar y orientar la aplicación de la verdadera justicia orientando a cada quien
sobre sus derechos. En nuestra sociedad aparecen normalmente personas que son Licenciados
en Derecho, pero que no ejercen ni son verdaderos abogados, que no trabajan ni están acorde
con la profesión; que no interactúan con los conceptos de un abogado, por lo que no tienen las
condiciones para enaltecer y fortalecer la sociedad.

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