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Psicología Educativa, 2002, Vol. 8, n.º 1 - Págs.

37-51

INVESTIGACIÓN

CUESTIONARIO DE PERCEPCIÓN DE CRIANZA PARA


NIÑOS Y ADOLESCENTES

QUESTIONNAIRE OF PERCEIVED REARING FOR


CHILDREN AND TEENS
Luisa Roa Capilla1
Victoria del Barrio Gándara1

RESUMEN

Se presenta un nuevo cuestionario para niños sobre su percepción de hábitos


de crianza parental (PCRI-N). Para la realización de este instrumento de evaluación se
ha partido de los contenidos del cuestionario de hábitos de crianza parental, destinado
a los padres (PCRI-M; Gerard, 1994). Consta de 62 items que están distribuidos en 7
escalas: Apoyo, Compromiso, Comunicación, Disciplina, Autonomía, Distribución de
rol y Deseabilidad social. Se ha aplicado a una muestra de 862 niños con edades com-
prendidas entre 9 y 14 años.
Los resultados indican que las características psicométricas de la prueba son
adecuadas y puede utilizarse con garantías en este tipo de población.
Los datos obtenidos se han comparado con los obtenidos al aplicar el cuestio-
nario PCRI-M a la madre y se aprecian diferencias entre ambas fuentes.

PALABRAS CLAVE

Evaluación, Relaciones Padres-hijo.

1 Departamento de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico.


Apartado 60.148. Ciudad Universitaria. 28040 Madrid. vbarrio@psi.uned.es

Psicología Educativa 37
Cuestionario de percepción de crianza para niños y adolescentes

ABSTRACT

A new questionnaire of perceived rearing habits for children is introduced


(PCRI-N). The starting point for building this evaluation tool was the questionnaire of
parental rearing habits aimed at parents (PCRI-M; Gerard, 1994). The questionnaire
consists of 62 items distributed along 7 scales: Support, Involvement, Communication,
Discipline, Autonomy, Role Orientation and Social Desirability. It was administered to
a sample of 862 children aged 9 to 14.
Results show that psychometric features of the questionnaire are appropriate
and can be trustfully used with this population. A comparison between PRCI-N and
PCRI-M (administered to mothers) results shows differences in perception about rea-
ring

KEY WORDS

Assessment, Child Rearing Practices.

INTRODUCCIÓN ción basado en el razonamiento, el cariño


y la comprensión. Cada una de estas
La importancia del papel desem-
dimensiones cruzadas entre sí originan
peñado por los padres en la crianza de sus
distintos modelos de crianza. Los más
hijos, aparece constantemente reflejada
conocidos son: el modelo “Autoritario”,
en la literatura científica, debido a la
“Autorizado” y “Permisivo”. La utiliza-
influencia y repercusiones que ello puede
ción por los padres de cada uno de estos
tener para la adaptación social y emocio-
modelos tiene repercusiones diferentes en
nal del niño.
la conducta social y emocional del niño,
Las funciones básicas en las que como han señalado repetidamente los
se apoyan los padres para realizar la fun- estudiosos del tema (Baumrind, 1967,
ción socializadora: son primordialmente 1991b; Bentley y Fox, 1991; Cohn, Cowan,
dos; Apoyo y Control. La dimensión de Cowan, y Pearson, 1992; Feldman y
Control se identifica con las exigencias Wentzel, 1990; Parish y McCluskey, 1992;
paternas y en ocasiones con la ausencia de Patterson, Reid y Dishion, 1992).
afectividad para con el niño; el Apoyo
Según Baumrind (1967, 1991b),
está relacionado con el tipo de comunica-

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Luisa Roa Capilla y Victoria del Barrio Gándara

los padres que utilizan el modelo “Autori- tanto disponer de instrumentos de evalua-
tario”·suelen tener hijos con conducta ción que puedan detectar, de forma efi-
agresiva; probablemente, porque sus caz, la relación existente entre la adapta-
prácticas de crianza son poco adaptativas, ción o desadaptación social de los niños y
y consisten en: normas rígidas, exceso de los hábitos de crianza parental, puesto
disciplina, y frecuente uso de castigo. Este que es uno de los factores de riesgo más
tipo de padres, refuerzan las conductas conocidos.
inapropiadas y frecuentemente ignoran
El uso de cuestionarios en el
las conductas prosociales (Callias, 1994;
estudio de los estilos de crianza tiene,
Forehand y McMahon, 1981; Herbert,
indudablemente, limitaciones (Blatt y
1987a, 1994a; Patterson, 1982; Webster-
Homann, 1992; Krohne, 1992), pero tam-
Straton, 1985). La inefectividad de estos
bién posee elementos positivos, especial-
padres para proporcionar a sus hijos alter-
mente cuando los estilos parentales son
nativas a la conducta adecuada está
evaluados por los niños en lugar de por
ampliamente probada (Kazdin, 1987; Pat-
los mismos padres (Krohne, 1992). Cons-
terson, 1982). Los hijos a su vez, suelen
tantemente se ha detectado una falta de
tener un comportamiento agresivo hacia
concordancia entre las fuentes infantiles y
los padres; son niños difíciles, hiperacti-
los adultos y, a menudo, se ha observado
vos, excitables y poco controlados. Los
la primacía de la información obtenida a
padres no se sienten reforzados en su
través del niño (Klein, 1991).
tarea de crianza; por el contrario se sien-
ten castigados física y emocionalmente. En la actualidad, existen instru-
Por el contrario, en el caso de los padres mentos que evalúan la percepción o
que optan por el modelo “Equilibrado” recuerdo que los hijos tienen de la crianza
(Webster-Stratton y Hammont, 1988), los que les proporcionan sus padres como el:
índices de problematicidad de los hijos, Egna Minnen Beträffande Uppfostran
tanto conductuales como emocionales, (EMBU; Perris, Jacobson, Lindstrsm,
suelen disminuir sensiblemente. Por Von Knnovling y Perris, 1980), el Paren-
tanto, sus hijos suelen ser autocontrolados tal Bonding Instrument (PBI; Parker,
y socialmente adaptativos, como conse- Tupling y Brouw,1979) o el Children`s
cuencia de utilizar hábitos de crianza Reports of Parental Behavior Inventory
que están basados en el afecto y la disci- (CRPBI; Schaefer, 1965). Todos ellos
plina. (Maccoby y Martin, 1983). pueden ser aplicados a adultos, adoles-
centes o niños.
En los últimos años, el incremen-
to en la aparición de problemas de con- El cuestionario que aquí se pre-
ducta y emocionales en el niño y los ado- senta, de percepción de hábitos de crianza
lescentes es un fenómeno evidente. Se ha parental ( PCRI-N; del Barrio y Roa,
intentado buscar las causas de este fenó- 1995), tiene la ventaja, sobre los otros, de
meno y ello ha conducido a la necesidad que puede ser aplicado a los hijos, y al
de estudiar el proceso de crianza y por mismo tiempo contrastar esta informa-

Psicología Educativa 39
Cuestionario de percepción de crianza para niños y adolescentes

ción con la obtenida a través de los 1º) El Cuestionario de Hábitos


padres, puesto que ha sido construido a de Crianza Materna (PCRI-M, Gerard,
partir del utilizado para padres (PCRI-M; 1994: adaptación española del Barrio y
Gerard, 1994; adaptación española del Roa, 1995), que mide las actitudes de las
Barrio y Roa, 1995). madres/padres hacia la crianza, consta de
78 elementos distribuidos en 8 escalas,
En este trabajo se presentan los
Apoyo, Satisfacción con la crianza, Com-
datos obtenidos en población española y
promiso, Comunicación, Disciplina,
se analizan sus propiedades psicométricas
Autonomía, Distribución de rol y Desea-
de este instrumento.
bilidad social.

2º) El Cuestionario de percep-


MÉTODO
ción de hábitos de crianza parental
Descripción de la muestra (PCRI-N; del Barrio y Roa, 1995). Este
La prueba se ha aplicado a ma- instrumento mide la percepción que los
dres e hijos. La muestra total está com- niños tienen de las prácticas de crianza
puesta de 862 niños, se ha obtenido en que utilizan sus madres/padres. Consta
cinco colegios de la Comunidad de de 62 elementos, 19 de los cuales están
Madrid, públicos y privados, dónde los enunciados de forma positiva y los res-
niños cursaban sus estudios de 5º, 6º y 7º tantes de forma negativa. Los items se
de E.G.B.. El rango de edad oscila entre or ganizan en 7 escalas : Apoyo ( 8
los 10 y 14 años, con una media es de 11,0. items), Compromiso (11 items), Comu-
La selección de la muestra no es al azar, nicación (8 items ), D isc ipli na (12
sino que se trata de una muestra inciden- items), Autonomía (10 items), Distribu-
tal de población general. ción de rol (8 items), y Deseabilidad
social (5 items). Cada item se evalúa en
De todos los centros escolares una escala tipo Likert de 4 puntos que
con los que se estableció contacto, en va, desde muy de acuerdo hasta total
cinco de ellos se obtuvo el consentimiento desacuerdo.
para colaborar en la investigación.
Las madres que han participado 3º) El Cuestionario de depresión
en el estudio han sido 547, y el rango de infantil (CDI-S; Kovacs, 1992; adaptación
edad está entre los 26 y 53 años de edad y española del Barrio et al. 1996), describe
la media es de 37. distintas áreas de la depresión como las
alteraciones de humor, la autoestima y las
conductas interpersonales. En este estu-
Instrumentos utilizados dio se ha utilizado la versión abreviada
La investigación se ha llevado a que consta de 10 items. Las puntuaciones
cabo mediante la utilización de los posibles a las distintas alternativas de res-
siguientes instrumentos: puestas son: 0, 1 y 2.

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Luisa Roa Capilla y Victoria del Barrio Gándara

Procedimiento que tenían que llevar a casa para que sus


madres lo cumplimentaran. En esta inves-
El primer paso ha sido la adapta-
tigación se ha utilizado el PCRI-M, elimi-
ción del PCRI-M para adultos (padres o
nando los items que no se correspondían
madres) a fin de poder ser aplicado a
con los del PCRI-N, para poder comparar
niños. Para ello se han eliminado aquellos
la concordancia entre las dos fuentes. Se
items que no podían ser contestados por
informó también al niño, que el PCRI-M
el niño, por carecer éste de la experiencia
enviado a la madre tenía que ser devuelto
explorada, como por ejemplo, la escala de
en el plazo de una semana.
Satisfacción con la crianza.
Antes de dar comienzo a la
El cuestionario ha sido primero
sesión de cumplimentación de los tests, se
traducido y revisado por expertos, des-
informó sobre la forma correcta de reali-
pués ha sido revisado por otros técnicos
zarlo, al mismo tiempo que se les indicaba
sin relación con la traducción, según las
que podían levantar la mano y preguntar
normas establecidas en el Task Force
al evaluador cualquier duda que les sur-
(Van deVijver y Hambleton, 1996).
giera durante el tiempo de realización de
Una vez que el enunciado de las la prueba. A continuación el evaluador
preguntas constitutivas del cuestionario leyó en voz alta cada uno de los items de
estuvo listo para utilizar en la población a las pruebas, para homogeneizar el nivel
la que iba dirigido, se aplicó éste a una de comprensión, mientras que los niños
muestra reducida, que sirvió para ajustar cumplimentaban individualmente sus
definitivamente algunos elementos que cuestionarios, contestando las preguntas
presentaban dificultad de interpretación. por sí mismos.
En esta aplicación piloto se instó a los
niños a preguntar sobre cualquier elemen-
to de la prueba que no comprendieran o RESULTADOS
cualquier otro tipo de duda. Posterior-
Análisis factorial del instrumento PCRI-N
mente, se procedió ya a su aplicación
normal a una muestra extensa. Sometidos los datos del PCRI-N
a un análisis factorial, se han obtenido
Una vez acordados el día y hora
cinco factores a través el método de com-
para el pase de las pruebas en los distintos
ponentes principales y mediante rotación
colegios, teniendo en cuenta las activida-
(oblicua) varimax. Estos factores explican
des escolares y las necesidades del profe-
en su conjunto el 26,76 de la varianza. Se
sorado, se aplicó el Cuestionario de per-
han tomado sólo aquellos items cuyos
cepción de hábitos de crianza (PCRI-N) y
pesos superan 30. El número de items de
el Cuestionario de depresión infantil
la escala total es de 51 que se distribuyen
(CDI-S), a los niños de los colegios parti-
de la siguiente manera: factor 1 (Compro-
cipantes. Al mismo tiempo, se les daba un
miso) 13 items, factor 2 (Disciplina) 17
sobre que contenía el Cuestionario de
items, factor 3 (Distribución de rol) 5
hábitos de crianza parental PCRI-M, y

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Cuestionario de percepción de crianza para niños y adolescentes

Tabla 1. Análisis factorial del PCRI-N

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items, factor 4 (Autonomía) 5 items y bles, aunque el de la escala de Disciplina


factor 5 (Apoyo) 11 items (ver tabla 1). es bajo.

Medias en factores PCRI-N Validez


Las puntuaciones medias de la La validez predictiva de las esca-
totalidad de la muestra obtenidas en los las del PCRI-N se ha obtenido mediante
factores del Cuestionario de percepción la aplicación del instrumento de evalua-
de crianza parental PCRI-N, se presentan ción de la depresión infantil CDI-S, en su
en la tabla 2. versión abreviada. Todas las escalas del
CDI-S, correlacionan de forma negativa
Características psicométricas del PCRI-N con las escalas del PCRI-N, con excepción
de la escala de Deseabilidad social que
Fiabilidad test-retest
correlaciona de forma positiva. Son signi-
La fiabilidad test-retest obteni- ficativas a nivel estadístico (p<.0001) las
da en este estudio por el PCRI-N en escalas de Apoyo (-0,39), Compromiso
cada una de las escalas, oscila entre r= (-0,40), Comunicación (-0,34), Disciplina
.84 y r=.42., después de dos semanas de (-0,17) y Deseabilidad Social (0,26), y no
intervalo (ver tabla 3). Dado el nivel de alcanzan nivel de significación las escalas
edad de la muestra y el tiempo del inter- de Autonomía y Distribución de rol ( ver
valo se consideran valores muy acepta- tabla 4).

Tabla 2. Puntuaciones medias en factores PCRI-N

Tabla 3. Fiabilidad test-retest en escalas PCRI-N

Tabla 4. Validez en escalas PCRI-N y depresión infantil CDI-S

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Cuestionario de percepción de crianza para niños y adolescentes

Asimismo la validez predictiva de nen entre las escalas de Compromiso-


los factores del PCRI-N se ha obtenido, a Apoyo (.58); Comunicación-Compromi-
través de las correlaciones entre cada uno so (.54); Disciplina-Apoyo (.47); Disci-
de los factores y los problemas emociona- plina-Compromiso (.33) y Autonomía-
les del niño (CDI-S). Todos los factores Disciplina (.33), mientras que las meno-
correlacionan de forma negativa con el res se producen en las escalas de Distri-
CDI-S, son significativos a nivel estadísti- bución de rol-Comunicación (-0.03) y
co (p<.0001) los factores 1 (Compromiso - Deseabilidad social-Autonomía (0,03),
.23), 2 (Disciplina -.38) y 5 (Apoyo -.39) que, por otra parte, son las de mayor
(ver tabla 5). peso soc ial y más relacionadas c on
padres (ver tabla 6).
Validez de constructo
De la misma forma, la validez de
La validez de constructo de las constructo de los factores del PCRI-N se
escalas se ha obtenido a través de las ha obtenido por el mismo procedimiento,
correlaciones de cada una de las escalas. es decir, a través de la correlación de
Las correlaciones más fuertes se obtie- todas las escalas. Las correlaciones más

Tabla 5. Validez en factores PCRI-N y depresión infantil

Tabla 6. Validez escalas PCRI-N

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elevadas se obtienen entre los factores 1 y das en las dos fuentes; madre e hijo.
2, Compromiso-Disciplina (.40), el 1 y el
La puntuación media y desvia-
5, Compromiso-Apoyo (.54), el 5 y el 2,
ción típica alcanzada por los niños en
Apoyo-Disciplina (.65), y entre el 4 y el 3,
cada una de las escalas de percepción de
Autonomía-Distribución de rol (.33) (ver
hábitos de crianza parental (PCRI-N) en
tabla 7).
comparación con las obtenidas por la

Tabla 7. Validez factores PCRI-N

madre (PCRI-M), pueden verse en la


Comparación entre fuentes: (PCRI-M y
tabla 8. Se observa que las madres tienen
PCRI-N), madre-hijo
puntuaciones más bajas en la escala de
La concordancia entre adultos y "Apoyo" y "Disciplina" y, sin embargo,
niños suele ser baja, por ello consideran- tienen puntuaciones superiores a sus
do que los cuestionarios PCRI-M y hijos en las escalas de "Comunicación",
PCRI-N se han utilizado por primera vez "Autonomía" y "Distribución de rol", en
en población española, nos ha parecido la escala de "Compromiso" la puntuación
importante analizar las diferencias halla- es semejante para ambos.

Tabla 8. Comparación puntuaciones medias y desviación típica en percepción de


crianza (PCRI-N) y hábitos de crianza (PCRI-M)

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Cuestionario de percepción de crianza para niños y adolescentes

Tabla 9. Distribución de frecuencias de respuesta PCRI-N y comparación


con PCRI-M

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Análisis de items en ambas muestras Comparación Fiabilidad con las dos fuentes
Se ha realizado un análisis de La consistencia interna de la
todos los elementos que componen el prueba, para todas las escalas del Cues-
Cuestionario de percepción de hábitos tionario de percepción de hábitos de
de crianza PCRI-N a las distintas alter- crianza (PCRI-N), obtenida mediante el
nativas de respuesta y se ha comparado Alfa de Cronbach, oscila entre .62 y .09.
con las halladas en el PCRI-M. Encon- La de las madres (PCRI-M) oscila entre
tramos que el desacuerdo puntual entre .65 y .36 (ver tabla 10).
ambas fuentes es notable. Algunas de las
mayores discrepancias se dan en el item Comparación validez de constructo en
número 10, correpondiente a la escala ambas fuentes
de Apoyo, cuyo contenido es “ Mis
Si comparamos el peso de las
padres dudan de las decisiones que
correlaciones del hijo que presentamos
toman respecto de mí”; en el número 20,
anteriormente (ver tabla 6), con las de la
que pertenece a la escala de Comunica-
madre que exponemos en la tabla 11,
ción “Creo que puedo hablar con mis
observamos que se produce una modula-
padres a su mismo nivel” y el número
ción, las puntuaciones son superiores en
16, de la escala de Dis ciplina “Mis
algunas escalas, como por ejemplo, Com-
padres no pueden controlarme”. (ver
promiso-Comunicación (.60) y Compro-
tabla 9).
miso-Disciplina (.35) cuando la fuente de
información es la madre (ver tabla 11).

Tabla 10. Comparación fiabilidad entre escalas PCRI-N y PCRI-M (alfa de Cronbach)

Tabla 11. Validez del PCRI-M

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Cuestionario de percepción de crianza para niños y adolescentes

Comparación de la validez predictiva de justes emocionales y conductuales en el


ambas fuentes niño.
Las diferencias en la forma de Aunque los items no se agrupan
percibir la crianza que madre e hijo tie- de la misma forma que en la estructura
nen se hacen patentes al comparar las escalar original, sin embargo, hay una
correlaciones diferenciales del PCRI-N cierta semejanza. Los factores hallados
y PCRI-M con la depresión infantil. son nuevos pero paralelos a la estructura
En el caso de que la fuente sea el niño, de la que se parte, si bien el número de
las correlaciones son negativas y signifi- items se ha reducido, lo que hace la apli-
cativas en las escalas de Apoyo, Com- cación más ágil
promiso, Comunicación y Disciplina.
La fiabilidad test-retest obtenida
Sin embargo, en la madre, las correla-
por el PCRI-N, para cada una de las esca-
ciones, aunque también negativas, no
las originales, después de transcurrida dos
son significativas en ningún caso (ver
semanas, oscila entre .84 y .42. Lo que es
tabla 12).

Tabla 12. Validez entre escalas percepción de hábitos de crianza


(PCRI-M y PCRI-N)

CONCLUSIONES
muy aceptable teniendo en cuenta la edad
Los datos obtenidos en el estudio y el intervalo temporal utilizado.
que acabamos de exponer nos permiten
Asimismo, la validez de construc-
afirmar, que la adaptación a población
to de los factores es similar a la hallada en
española del PCRI-N, parece presentar
el cuestionario original por Gerard (1994)
unas garantías estadísticas necesarias para
en población americana La validez pre-
que pueda ser aplicada con éxito a los
dictiva es semejante a la encontrada en las
niños españoles. Además puede ser utili-
escalas originales y de otros autores utili-
zado para obtener datos que puedan ser
zando instrumentos parecidos (Frick,
tenidos en cuenta para prevención. Como
1991; Buri,1991).
se ha podido comprobar el instrumento es
sensible para predecir cuales son los hábi- Respecto a la fiabilidad de la
tos de crianza que podrían producir desa- prueba, obtenida mediante el Alfa de

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Cronback, los niños alcanzan niveles más Madre e hijo también difieren en
bajos que sus madres en todas las escalas, lo que se refiere a los problemas emocio-
especialmente en Distribución de rol. En nales del niño. Mientras que en los niños
la literatura se advierte la tendencia a una las correlaciones entre percepción de
mayor variabilidad de las poblaciones hábitos de crianza (PCRI-N) y depresión
infantiles de la que aparece aquí (Weiss- infantil (CDI-S) es elevada, en las
man, M., Orvachel, H., y Padian, N., madres, la correlación entre las escalas
1980), pero no de manera tan acusada de hábitos de crianza (PCRI-M) y los pro-
como ocurre en la escala de Distribución blemas emocionales del niño (CDI-S), es
de rol que, por otra parte, es normal que muy escasa. .Estos resultados coinciden
en el niño aparezcan cifras tan bajas. con los hallados en otras investigaciones
Sobre todo en una escala cuyo contenido (Barret, et al., 1991; Cantwell, Lewinsohn,
es una cuestión que no le afecta directa- Rohde y Seeley, 1997). La interpretación
mente. que se puede hacer de estos datos, es que
los padres algunas veces no son conscien-
La comparación de las escalas del
tes de los problemas emocionales de sus
PCRI-N con las de las madres (PCRI-M)
hijos, o también, que los niños están capa-
nos revela algunas diferencias que están
citados para informar con precisión de sus
basadas en las distintas formas de perci-
propios problemas (Dornbusch, et al.,
bir la crianza entre madre-hijo. La litera-
1987).
tura que analiza el tema de la concordan-
cia entre distintas fuentes, mantiene que Considerando que este instru-
existe desacuerdo entre los informes de mento de evaluación es la primera vez
las madres y sus hijos. Para algunos auto- que se usa en población española, es
res, los correlaciones encontradas habi- aconsejable realizar nuevas investigacio-
tualmente entre padres y niños son muy nes para que estos primeros datos puedan
bajas (del Barrio, 1997). Las razones de ser comparados con otras muestras, y así
estas discrepancias se creen son debidas al poder profundizar con más detenimiento
diferente conocimiento que tienen sobre en los resultados encontradas.
el niño las fuentes informantes (Kolko y
Kazdin, 1993). En este estudio las mayo-
res coincidencias entre madre-hijo las BIBLIOGRAFÍA
encontramos en las escalas de Apoyo-Dis-
Adams, A. et al (1985). Estrategias de ins-
ciplina, Apoyo-Autonomía, Compromiso-
trucción para el estudio de textos discipli-
Comunicación y Compromiso-Disciplina,
nares en los grados intermedios. Infancia y
mientras que las mayores discrepancias se
aprendizaje, 31-32, 109-128.
dan en las escalas de Apoyo-Compromi-
so, Apoyo-Comunicación y Apoyo-Dese- Barret. M. L., Berney, T. P., Bhate, S.,
abilidad social, donde las correlaciones Famuyiwa, O. O., Fudundis, T., Kolvin, I.,
del niño son más elevadas que las de la y Tyrer, (1991). Diagnosing Childhood
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Psicología Educativa 51

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