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que devolverá en el mediano o largo plazo. Mediante las letras del tesoro o de las letras
de tesorería, el estado obtiene fondos que deberá devolver en el corto plazo. El empréstito
público en sentido amplio comprende tanto el empréstito propiamente dicho, como las
letras del tesoro y las letras de tesorería.
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El empréstito es forzoso cuando el estado obliga a un conjunto de personas a suscribirlos.
Algunos juristas consideran que el empréstito forzoso está en una situación intermedia
entre el empréstito voluntario y el impuesto (Duverger).
El ahorro obligatorio normado por las leyes 23.256 y 23.549 ha sido considerado un
empréstito forzoso. Si bien se discutió su inconstitucionalidad, la CSJN consideró que se
trataba de uno de los tributos reglados en el artículo 4º de la Constitución Nacional.
La CSJN, el 04/05/1995, en la causa Horvath, Pablo c/ Fisco Nacional (DGI.) s/ ordinario
(repetición), confirmó, por mayoría, la sentencia de segunda instancia que rechazó la
devolución de importes pagados en concepto de ahorro obligatorio establecido por la ley
23.256, por parte del actor.
Es preciso aclarar que la ley 23.256 estableció el pago al estado nacional de importes en
concepto de ahorro obligatorio que serían devueltos con un interés de acuerdo con la tasa
de interés de caja de ahorro común de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro. La mayoría
de la CSJN entendió que se trataba de un tributo, que el Congreso Nacional podía
establecer en virtud de lo reglado en el artículo 4º de la C.N. y, además, no se había
probado que fuera confiscatorio.
En el voto en disidencia del Dr. Moliné O’Connor resolvió: “Que, en esas condiciones,
toda vez que en su concreta aplicación al sub lite el art. 4º de la ley 23.256 admite, sin
forzar su letra ni su espíritu, una interpretación que lo hace compatible con la garantía
del art. 17 de la Constitución Nacional, corresponde resolver que las sumas que por todo
concepto sean objeto de la restitución prevista en aquella norma no pueden padecer -en
moneda constante, bien que con sujeción a lo dispuesto en la ley 23.928-, una
disminución superior al 33 % en relación a las cantidades ingresadas por el apelante en
el período de que se trata”.
En el voto en disidencia del Dr. Petracchi se expresa: “Que, en consecuencia, corresponde
declarar la inconstitucionalidad -en su aplicación al caso- de la modalidad de reajuste
de las sumas aportadas, impuesta por el art. 4º de la ley 23.256 y, en consideración a lo
expresado en el considerando 35) de la presente, ordenar que las sumas sean
reintegradas computando la depreciación monetaria según la evolución seguida por el
índice de precios al por mayor, nivel general más un interés equivalente al 6 % anual,
desde la fecha de los respectivos depósitos hasta su pago, debiendo observarse -en cuanto
corresponda- lo establecido por la ley 23.928.”.
El Dr. Petracchi fundamenta lo resuelto afirmando: “Del examen de aquéllas resulta, por
una parte, que se han cumplido en exceso los plazos que prevén los arts. 3 y 20, inc. e),
de la ley 23.256, para la restitución del ahorro obligatorio, esto es, que existe absoluta
certeza acerca de qué montos debió reintegrar el Fisco Nacional por aquel concepto. Por
otra parte, la previsible desvalorización de las sumas ahorradas, que fuera alegada desde
el inicio del pleito y que por entonces tenía el aval de cálculos de progresión, ha dejado
de ser un razonable presagio para constituirse, hoy, en una incontrastable realidad”.
Surge de lo expuesto, que la CSJN que los votos en disidencia objetan el mecanismo de
reajuste de las sumas que se devuelven, pero no cuestionan la facultad del estado para
establecer un empréstito forzoso.
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V.- Garantías de los empréstitos públicos
Los empréstitos públicos pueden ser emitidos con garantías personales, garantías reales
o garantías especiales; también pueden ser emitidos con garantías con respecto a las
variaciones en el poder adquisitivo de la moneda. Hay garantía personal cuando una
persona humana o jurídica se compromete a pagar el empréstito en caso de que no lo haga
el deudor. El estado nacional al otorgar avales con respecto a las emisiones de empréstitos
de estados provinciales, concede una garantía personal.
La garantía real consiste en afectar bienes muebles o inmuebles al pago del empréstito.
Al emitirse el empréstito colocado por la empresa Baring Brothers se afectó la tierra
pública, en 1824.
Cuando hay garantías especiales el estado afecta determinados recursos públicos como la
recaudación de un tributo y los monopolios fiscales al pago del tributo.
Las garantías, con respecto a las variaciones del poder adquisitivo de la moneda nacional,
consisten en emitir bonos con cláusulas de ajustes, como son los bonos ajustables por el
coeficiente de estabilización de referencia (CER), que protege contra la inflación; se trata
de bonos indexados, dado que su capital varía conforme con un índice relacionado con la
variación del índice de precios al consumidor. La ley 23.928 prohibió la indexación en
sus artículos 7º y 10, y, por ende, no se podían emitir bonos indexados, pero el decreto de
necesidad y urgencia 1733/2004, en su artículo 1º, estableció: “Exceptúase de lo dispuesto
en los artículos 7º y 10 de la Ley Nº 23.928 y sus modificaciones a los títulos de deuda pública
que se emitan como consecuencia de la operación de reestructuración de dicha deuda, dispuesta
en el artículo 62 de la Ley Nº 25.827”.
Otras formas de garantía para proteger a los tenedores de los títulos de los cambios en el poder
adquisitivo del dinero son:
a) la cláusula oro por la cual los importes que deben ser abonados se ajustan conforme
con la evolución del precio del oro.
b) La garantía de cambio cuando el capital de empréstito se ajusta de acuerdo con la
variación de la cotización de una moneda extranjera considerada estable.
c) Clausula de opción: Existen dos tipos de cláusulas de opción. Una de ellas es la opción
de plaza en la cual el tenedor del título puede optar entre dos lugares para el pago, y la
otra cláusula es la opción de cambio, en el que el tenedor del título puede elegir entre dos
monedas para cobrar el título.
La ley 24.156 prevé, en su artículo 57, garantías que el estado puede otorgar, al
establecer con respecto al endeudamiento público: “…podrá afectar recursos específicos,
crear fideicomisos, otorgar garantías sobre activos o recursos públicos actuales o
futuros, incluyendo todo tipo de tributos, tasas o contribuciones, cederlos o darlos en
pago, gestionar garantías de terceras partes, contratar avales, fianzas, garantías reales
o de cualquier otro modo mejorar las condiciones de cumplimiento de las obligaciones
contraídas o a contraerse”
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Para que los empréstitos pueden ser fácilmente colocados en el mercado es habitual que
se otorguen beneficios a los suscriptores.
Los principales beneficios son:
a) impositivos: se exime a los tenedores, de los bonos del empréstito público, de
impuestos, como impuesto a las ganancias e impuesto a los bienes personales.
b) Inembargabilidad: Algunas legislaciones extranjeras establecen que los títulos
representativos de los empréstitos son inembargables.
c) Premios y primas de reembolso: Las normas de emisión de los empréstitos públicos
pueden prever el otorgamiento de premios entre los suscriptores, por medio de un sorteo.
También pueden establecer primas de reembolso por medio del cual se devuelve un
importe superior al capital prestado.
d) Suscripción bajo la par: El suscriptor paga un importe inferior al valor nominal de los
bonos al suscribir el empréstito. Se le devolverá el importe nominal del capital y los
intereses correspondientes sobre ese capital.
e) Efecto cancelatorio de tributos: Se puede establecer que los bonos puedan cancelar
obligaciones tributarias.
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1º) Repudio de la deuda: Es la declaración unilateral por parte del estado consistente en
el desconocimiento de la obligación de pagar la deuda pública. En Rusia, la revolución
bolchevique repudió la deuda pública contraída en época zarista. Villegas entiende en su
libro Curso de Finanzas, derecho financiero y tributario, 10ª edición actualizada y
ampliada, Astrea, Buenos Aires, 2016 que: “El repudio corresponde a una actitud
deliberada que importa una lesión al principio de buena fe en los actos jurídicos”.
Considero que esto no se cumple en todos los casos, puesto que puede haber deuda
repudiable contraída por gobiernos tiránicos que de ningún modo han contribuido al
bienestar de la población, con conocimiento de los acreedores de esta situación.
Alexander Sacks expuso, en los años 20 del siglo XX, la teoría de la deuda pública odiosa.
Los presupuestos referidos por Sack para que una deuda puede ser considerada odiosa
son: que la deuda haya sido contraída sin el consentimiento de la población del país
prestatario, para objetivos que no beneficiaron y hasta directamente perjudicaron a esa
población y, que los prestamistas hayan tenido conocimiento de alguna de esas dos
situaciones (S. Michalowsky, “Trazando paralelos entre la responsabilidad de bancos
por complicidad y las deudas odiosas”, en Revista Jurídica de la Universidad de Palermo,
2009, p. 27).
2º) Mora: Es un atraso breve en el pago de la deuda pública.
3º) Moratoria: Es un atraso prolongado en el pago de la deuda pública.
4º) Bancarrota: Consiste en la imposibilidad de afrontar el pago de la deuda pública.
5º) Default: Es una situación en la cual el estado incumple y se desconoce cuándo
reiniciará el pago de la deuda. El 23 de diciembre de 2001, el estado argentino declaró el
default; en los años 2005 y 2010 se realizó una reestructuración de la deuda pública,
dictándose para ello los decretos 1735/2004 y 563/2010, respectivamente, que implicó la
suscripción de nuevos títulos, pero un porcentaje pequeño de acreedores no participó de
esos canjes. Hasta el día de la fecha, hay tenedores de bonos cuyas acreencias no han sido
satisfechas y es pertinente afirmar que no se ha salido en forma completa de la situación
de default iniciada el 23 de diciembre de 2001.
IX.- Jurisprudencia sobre los incumplimientos del estado nacional con respecto a la
deuda pública
Estimo pertinente referirme a los aspectos centrales de los fallos de la CSJN en los casos
“Brunicardi” (319:2886), “Galli” (328:690), “Claren Corporation” (337:133) y el fallo de
la Cámara de Apelaciones de EE. UU. para el segundo circuito, en el caso “NML Capital
Ltd. Contra la República Argentina”.
A).- En el fallo correspondiente a la causa “Brunicardi, Adriano C. c/ Estado Nacional
(B.C.R.A.) s/ cobro”, la C.S.J.N., el 18 de diciembre de 1996, confirmó el rechazo de la
Cámara en lo Contencioso Administrativo a la pretensión de la actora de cobrar las
amortizaciones de capital y los intereses de bonos nominativos en dólares
estadounidenses (BONODS). La actora había cuestionado la modificación de las
condiciones de emisión de los bonos realizada mediante decreto 772/86 y demás normas
reglamentarias.
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La CSJN rechazó el planteo de la actora porque consideró que el decreto 772/86 había
sido convalidado por el Congreso, en ejercicio no arbitrario del poder de policía, en una
en una situación de emergencia financiera:
“12) Que en este orden de ideas cabe señalar que el decreto 772/86 impugnado en autos,
dispuso la prórroga de los pagos de las amortizaciones de capital que se produjesen a
partir del 26 de mayo de 1986 y correspondieran a los títulos creados por decretos 1334,
1336 y 1603 del año 1982 y la comunicación del Banco Central de la República Argentina
"A"251 del 17 de noviembre de 1982. Como consecuencia de tal decisión, se dictó la
resolución ministerial 450/86 (fs. 473/476) que ordenó la instrumentación de la prórroga
mediante la emisión de documentación provisoria y dispuso que a partir del plazo
prorrogado las obligaciones quedasen comprendidas en el programa general de
refinanciación de la República Argentina y en las condiciones de dicho programa;
asimismo se dictó la resolución 65/87 (fs. 477/481), que amplió los alcances de la
anterior e incluyó entre los pagos a prorrogar a aquellos que vencieran entre el 30 de
septiembre de 1986 y el 31 de marzo de 1987. De especial importancia es la
comunicación "A" 1122 del Banco Central de la República Argentina del 13 de
noviembre de 1987 (fs. 126/130), que dispuso nuevas pautas para la amortización y la
refinanciación de estas obligaciones, según criterios ajustados al contrato de crédito a
plazo de 1987, anexo B, suscripto con la Comunidad Financiera Internacional (fs. 126).
Estas actuaciones del Poder Ejecutivo quedaron convalidadas por el Congreso nacional
al proceder a la aprobación del presupuesto general para el ejercicio 1986 (ley 23.410,
especialmente artículos 13 y 15) y de su similar correspondiente al ejercicio 1987 (ley
23.526, artículos 13 y 15)”.
La CSJN también expresó; “Que la naturaleza jurídica del empréstito público no
significa la exclusión de toda responsabilidad de orden patrimonial por la modificación
unilateral de las obligaciones, en caso de conducta arbitraria o de lesión a derechos
individuales dignos de protección. Al respecto, en el sub examine no se ha demostrado
que el Estado Nacional, al efectuar el "arreglo de la deuda" (art. 75, inciso 7° de la
Constitución Nacional), en el contexto de emergencia financiera que atravesó el país en
los años que siguieron al restablecimiento del orden constitucional, haya impuesto
condiciones que comportasen actos confiscatorios o que condujesen a una privación de
la propiedad o degradación sustancial del crédito. Por el contrario, el conjunto de actos
administrativos cuestionados implementó un aceptable aplazamiento temporal de los
vencimientos, con equiparación de la situación de los acreedores externos en similares
condiciones.”.
Por último, expresó: “Que, en suma, cabe concluir que se han verificado las condiciones
que, según conocida jurisprudencia del Tribunal, justifican la suspensión de los derechos
personales como recurso del poder de policía [confr. votos coincidentes en Fallos:
313:1638 y en causa I.78 XXIV "Iachemet, María Luisa c/ Armada Argentina s/pensión
(ley 23.226)", fallada el 29 de abril de 1993)]. En consecuencia, el decreto 772/86, las
resoluciones ministeriales 450/86, 65/87, el decreto 1379/87 y demás actos
administrativos dictados en consecuencia e impugnados en el sub lite, no son pasibles de
objeción constitucional”.
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B) En el fallo, en la causa “Galli Hugo Gabriel y otro c/ PEN - ley 25.561 - dtos. 1570/01
y 214/02 s/ amparo sobre ley 25.561”, la CSJN revocó un fallo de cámara que había
hecho lugar a un amparo mediante el cual los actores pretendían que se declarara
inconstitucional el decreto 471/02, por el cual el Estado Nacional modificó de manera
unilateral y compulsiva las condiciones de emisión de sus títulos públicos. La CSJN se
remite al dictamen de la Procuración General de la Nación que negaba la pretensión de la
parte actora, sobre la base de la situación de emergencia que atravesaba el país en el año
2001 y en los años siguientes. Por otra parte, los Dres. Maqueda y Highton, Lorenzetti y
Zaffaroni, y la Dra. Argibay formularon sus propios votos cuyos aspectos fundamentales
se señalan a continuación.
En el voto del Dr. Maqueda y de la Dra. Highton, se fundamenta el rechazo de la
pretensión de la parte actora, por la situación de emergencia que atravesaba el país, lo que
justificaban la decisión del poder legislativo de autorizar al poder ejecutivo a restructurar
la deuda pública y, a diferir el pago de capital e intereses, hasta que la reestructuración se
produjera. Sostienen que: “14) Que, en orden a ello, no se advierte que las normas que
alteraron las condiciones originales bajo las que se habían emitido los bonos y
suspendido su pago contradigan esa garantía, pues resultan justificadas por los hechos
que les han dado origen, esto es, una crisis económica de extrema gravedad y una
situación indiscutible de emergencia que colocó a las autoridades competentes del
gobierno nacional en la necesidad de proceder de ese modo a fin de asegurar el
cumplimiento de las funciones básicas del Estado Nacional y la atención de servicios
esenciales, de acuerdo con criterios consuetudinarios admitidos en el derecho
internacional, según se expresó en los considerandos 10 y 11 de la presente. En efecto,
en respuesta a esa situación de emergencia se dictó un conjunto de normas, que implican
un acto de soberanía del Estado, según se afirmó en el ya citado precedente
"Brunicardi" (confr. considerando 17), y mediante las cuales se procuró contemplar
armónicamente las reales posibilidades de pago del Estado Nacional, y los intereses de
los acreedores, de modo que, como ha señalado este Tribunal, se tienda a poner
premiosamente fin al estado de emergencia, cuya prolongación representa, en sí misma,
el mayor atentado a la seguridad jurídica (Fallos: 243:467, voto de los jueces Aráoz de
Lamadrid y Oyhanarte, Considerando 11”.
Los Dres. Lorenzetti y Zaffaroni, se refirieron a la gravísima y excepcional situación
económica, declarada por el Congreso; al respecto expresaron: “14) Que la ponderación
razonable lleva a la conclusión de que la regla general es el respeto de las condiciones
pactadas, las que sólo pueden ser modificadas en situaciones de emergencia excepcional
y gravísima, y ello ocurre cuando el cumplimiento puntual lleva al Estado a su propia
crisis y al sacrificio de derechos fundamentales de la población que debe proteger.
Que la mencionada situación se ha dado en el caso y ha sido declarada por el Congreso
de la Nación en uso de sus atribuciones, y ella fue calificada como histórica, gravísima
y excepcional, todo lo cual lleva a convalidar una restricción que se presenta como
razonable en el caso, con las precisiones que se hacen en los considerandos siguientes”.
Por último, la Dra. Argibay se funda en la búsqueda del bienestar general por parte del
estado que no se podría cumplir si no se efectuara la reestructuración referida, y, por ende,
no puede admitirse la pretensión de la parte actora por ser contraria al interés general:
“3º) En tal sentido, se tuvo presente que la posibilidad de llevar a cabo la
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reestructuración de la deuda debía tener como límite la capacidad de pago del Estado
deudor, la que debía ser entendida con los límites que impone la preservación de lo
necesario para el cumplimiento de sus funciones y la atención de los servicios
fundamentales, ya que ningún Estado puede ser obligado al cumplimiento de acuerdos
que superen su capacidad de pago, en detrimento de sus fines esenciales. Así, el
cumplimiento de los propósitos básicos para el desarrollo de la Nación, debe actuar
como límite a cualquier tipo de propuesta de acuerdo con los acreedores” y “8º) Por lo
tanto, la pretensión de mantener las condiciones originarias de sus títulos así como los
modos y plazos en que dichos instrumentos debían ser cancelados, procura la obtención
de un privilegio singular y resulta incompatible con los fines de interés general que
inspiran la operatoria llevada adelante por la República Argentina a fin de restablecer
los mecanismos de pago de sus obligaciones”.
C) Causa “NML Capital Ltd. contra República Argentina”, Cámara del segundo distrito
de Estados Unidos, del 23/08/2013.
El fallo expresa que Argentina emitió títulos, identificados con la sigla FAA, y para que
fueran comercializables hizo una serie de promesas que detalla, entre las cuales se
encuentra: a) tratar a todos los bonistas de la misma manera, b) los bonos serían normados
por la legislación de Nueva York, c) en caso de disputa, podría intervenir la justicia de
Nueva York, d) en caso de default, los intereses debidos y el capital serían pagados en
su totalidad, e) cada bono sería pagable a la persona transferida, sin importar si era un
legado de una universidad o un “fondo buitre”. En octubre de 2012, los jueces de cámara
confirmaron medidas restrictivas (injunctions) dispuestas por el juez de distrito, Thomas
Griesa, para remediar el incumplimiento de Argentina. La medida dispuesta por el juez
Griesa consistía en que toda vez que Argentina pagara a los tenedores de bonos emitidos
con ocasión de las reestructuraciones de 2005 2010 (es decir, “los bonos del canje”),
también debía realizar pagos a los demandantes. Los jueces de cámara solicitaron a Griesa
que aclarara la fórmula del pago y los efectos de la medida dispuesta sobre terceras partes,
como los intermediarios que realizaban los pagos. El juez de distrito respondió a lo
solicitado, por los jueces de cámara y estos le pidieron a la Argentina que formulara una
alternativa o lo dispuesto por el juez de distrito, con respecto a la fórmula de pago a los
demandantes. Argentina se limitó a ofrecer un nuevo conjunto de bonos. El juez de
distrito, en las medidas modificadas (amended injunctions) emitidas para responder a lo
solicitado por la cámara, dispuso que así como a los tenedores de bonos de las
reestructuraciones se les paga el 100% de lo debido, también se le debe pagar a los
demandantes el total de lo debido; pero el total de lo debido para estos últimos es el total
del capital de los bonos y sus intereses devengados, en razón de lo previsto, en las
condiciones de emisión, en el caso de incumplimiento de algún pago de los bonos; como
Argentina no cumplió con sus obligaciones, es que se debe pagar la totalidad los intereses
devengados y la totalidad del capital. La medida dispuesta por el juez de distrito impedía
a Argentina, a los agentes de Argentina y aquellos involucrados en los pagos de los bonos
reestructurados, realizar nuevos pagos si no se pagaba a los demandantes. El Banco
Mellon de Nueva York apeló, lo resuelto por el juez de distrito, y la cámara lo consideró
que, si bien no era una parte, en el juicio, tenía derecho a apelar; algunos tenedores de
“bonos del canje” también, apelaron, pero no se les reconoció el derecho a apelar, sino
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que fueron considerados amici curiae en apoyo de Argentina, al igual que otros tenedores,
que no apelaron, pero presentaron documentos informativos (briefings)
Argentina apeló lo resuelto por el juez de distrito con respecto a la fórmula del pago a los
demandantes, y expuso un conjunto de argumentos que fueron rechazada por el tribunal
de alzada:
1º) la orden de pago viola la ley de inmunidad soberana extranjera porque implica el uso
de recursos que no pueden ser ejecutados conforme esa ley, pero los jueces de cámara
rechazaron este argumento porque entendieron que el juez de distrito no indicó con qué
recursos debía ser hecho el pago ordenado.
2º) No es equitativo pagar a los demandantes el total del capital y los intereses y a los
bonistas que aceptaron el canje solo los intereses. Los jueces de cámara entendieron que
es equitativo que cada acreedor reciba lo debido. En el caso de los demandantes lo debido
es el total del capital e intereses por aplicación de la cláusula de aceleración que se torna
aplicable a raíz del incumplimiento de los pagos previstos contractualmente.
3º) El tribunal de distrito utilizó una medida que no está disponible para un tribunal de
equidad. Los jueces de cámara expresan que hay antecedentes en el derecho inglés de
medidas específicas cuando no existían remedios en el derecho.
Los admitidos como amici curiae sostuvieron que se verían perjudicados porque, como
Argentina no quiere pagar a los demandantes, no podrá tampoco pagarles a ellos. Esta
afirmación debe ser rechazada según los jueces de cámara, dado que en el prospecto de
los canjes de títulos se decía que Argentina no aseguraba que el juicio sobre los bonos
FAA no interfiriera sobre los pagos a los tenedores de bonos del canje.
El Banco de Nueva York Mellon, los tenedores de bonos en euros, ICE Canyon y
Argentina expusieron argumentos adicionales: 1º) El tribunal de distrito no tiene
jurisdicción sobre los participantes en el sistema de pago y, por ende, no puede restringir
su acción con medidas, 2º) Las medidas modificadas del juez de distrito no pueden tener
efectos extraterritoriales, 3º) Los participantes en el sistema de pagos fueron constreñidos
impropiamente porque no tuvieron un proceso legal, y 4º) Se violaría la protección del
código de comercio uniforme (UCC) sobre los bancos intermediarios, reglada en su
parágrafo 502.
Con respecto al punto 1º), los jueces de cámara expresan que toda medida judicial dirigida
a una persona impide que terceros lo ayuden a violar la medida judicial impuesta. Las
medidas modificadas por el juez de distrito fueron informadas a los participantes en el
sistema de pagos para que no colaboraran con Argentina para incumplir esa orden.
Con respecto a la cuestión segunda, el fallo expresa que toda orden dirigida a una persona
tiene efecto con respecto a su actuación en cualquier lugar. Además, los tribunales pueden
imponer medidas que tienen consecuencias sustanciales en EE. UU.
En relación con la tercera cuestión, el fallo sostiene que a los participantes del sistema de
pagos no se los privó del proceso legal. En el caso de que se intentara aplicar una sanción
contra ellos, correspondería que se respetara el derecho a dicho proceso, en la
sustanciación de la sanción.
Por último, con respecto a la violación del UCC, en su parágrafo 502, el fallo señala que
dicho parágrafo no está involucrado porque el juez de distrito no dispuso un embargo.
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Posteriormente el fallo analiza la posibilidad de perjuicio al interés público que pudiera
generar la orden del juez de distrito. El fallo de cámara considera que no se ha demostrado
que Argentina tenga que defaultear su nueva deuda por el hecho de que pague la deuda
que tiene con los demandantes. El fallo también descarta que se pueda afectar, en el
futuro, los pagos a instituciones oficiales multilaterales, porque los acreedores
comerciales nunca serían puestos en pie de igualdad con una institución oficial
multilateral.
Tampoco es cierto, según el fallo de cámara, que la confirmación de las medidas tomadas,
por el juez de distrito, pueda afectar futuras reestructuraciones de deuda. Es improbable
que un caso similar se dé en el futuro porque, por una parte, Argentina ha sido un deudor
recalcitrante excepcional (pareciera que el tribunal considera que tal conducta es
irrepetible), y, además, porque los nuevos bonos incluyen cláusulas de acción colectiva
que permiten a una mayoría especial de tenedores de bonos imponerse a aquellos que no
aceptan la reestructuración.
Los jueces de cámara expresan que no creen que las medidas tomadas alejen a los
emisores de bonos de la plaza de Nueva York porque el mantenimiento de esta plaza,
como una de las líderes, se promueve haciendo que los deudores paguen sus deudas.
Por las razones dadas el tribunal de segunda instancia confirma lo decidido por el juez de
distrito, pero la medida se suspende hasta que resuelva la Corte Suprema de EE. UU.
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limite, suspenda o reestructure los pagos de la deuda para adecuar sus servicios a las
reales posibilidades de las finanzas públicas, a la prestación de los servicios esenciales
y al cumplimiento de las funciones estatales básicas que no pueden ser desatendidas
(conf. “Rabolini, Germán Adolfo c. Estado Nacional Ministerio de Economía”, Fallos:
333:855, entre otros).
En efecto, desde tal perspectiva, cabe afirmar que las normas dictadas por los órganos
constitucionalmente habilitados, y mediante las cuales el Estado Nacional ejerce tales
facultades, integran el orden público del derecho argentino, por lo cual no puede
concederse el exequátur a la sentencia de un tribunal extranjero que es claramente
opuesta a esas disposiciones “.
€n síntesis, la corte argumenta que el exequátur no debe ser concedido porque:
a) el artículo 517, inciso 4 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece
que la sentencia con respecto a la cual se otorga el exequátur no debe afectar los principios
de orden público del derecho argentino,
b) La legislación de emergencia en que se basa la reestructuración de la deuda pública
que incluye los bonos cuyos pagos se incumplieron, integra el orden público argentino.
c) Si se concediera el exequátur se eludiría el cumplimiento de la legislación de
emergencia referida que integra el orden público.
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2.- Definición legal de operación de crédito público
La ley 24.156, en su título III regula el sistema de crédito público; en lo sucesivo, cuando
se haga referencia a la ley, sin indicar su numeración, debe entenderse que se trata de la
ley 24.156. En su artículo 56 establece que: “El crédito público se rige por las
disposiciones de esta ley, su reglamento y por las leyes que aprueban las operaciones
específicas.
Se entenderá por crédito público la capacidad que tiene el Estado de endeudarse con el
objeto de captar medios de financiamiento para realizar inversiones reproductivas, para
atender casos de evidente necesidad nacional, para reestructurar su organización o para
refinanciar sus pasivos, incluyendo los intereses respectivos.
Se prohíbe realizar operaciones de crédito público para financiar gastos operativos”.
En virtud de dicho artículo se entiende por crédito público la capacidad que el estado tiene
para captar medios de financiamiento que deben tener algunos de los siguientes objetivos:
a) realizar inversiones reproductivas,
b) atender casos de evidente necesidad nacional,
c) reestructurar su organización, y,
d) refinanciar sus pasivos.
Esta definición responde a un claro objetivo de impedir que el estado se endeude para
hacer frente a cualquier gasto corriente. La parte final del artículo prohíbe llevar a cabo
operaciones de crédito público para financiar gastos operativos. En el artículo 56 de la
reglamentación se define gasto operativo del siguiente modo: “aquellas erogaciones de
la Administración Nacional incluidas como ‘Gastos de Consumo’ en el Clasificador
Económico del Gasto”.
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f) La consolidación, conversión y renegociación de otras deudas.
…No se considera deuda pública la deuda del Tesoro ni las operaciones que se realicen
en el marco del artículo 82 de esta ley”.
Surge del artículo 57 mencionado que la deuda pública puede provenir de empréstitos, si
se trata de títulos, bonos y obligaciones de mediano y largo plazo, como también se puede
originar en contratación de préstamos. En principio la deuda del tesoro y la que surge de
letras del tesoro emitidas por la Tesorería General de la Nación no es deuda pública, salvo
que el vencimiento sea posterior a la finalización del ejercicio financiero. Si el pago
correspondiente a un contrato de obras, servicios o compras se realiza, sea en forma
parcial o total, en más de un ejercicio posterior al vigente, el pasivo contraído por esas
operaciones es deuda pública. Constituye deuda pública indirecta el otorgamiento de
avales, garantías y fianzas que vencen después del ejercicio financiero. Es deuda pública
aquella que se origina en la consolidación, conversión y renegociación de otras deudas.
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El artículo 69 del decreto reglamentario establece atribuciones adicionales de la Oficina
Nacional de Crédito Público:
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y garantizando la sustentabilidad de su esquema fiscal y financiero, y el cumplimiento de
sus compromisos suscriptos con Organismos Multilaterales de Crédito”.
Las obligaciones que asumen la C. A. B. A. y las provincias que adhieran son:
a) Deben tomar las medidas necesarias para que los servicios de la deuda instrumentada
no superen el 15 % de los recursos netos de transferencias por coparticipación a
municipios (art. 21 de la ley 25.917). El artículo 71 de la ley 24.156 dispone que los
servicios de la deuda: “estará constituido por la amortización del capital y el pago de los
intereses, comisiones y otros cargos que eventualmente puedan haberse convenido en las
operaciones de crédito público”.
Si se ha superado el porcentaje mencionado, el art. 20 de la ley 25.917 establece que
“deberán presentarse y ejecutarse presupuestos con superávit primario (nivel de gasto
neto del pago de intereses) acordes con planes que aseguren la progresiva reducción de
la deuda y la consiguiente convergencia a los niveles antes definidos”.
Otra consecuencia de superar el porcentaje referido, según el artículo 22 de la ley 25.917,
es que no podrán acceder a un nuevo endeudamiento con excepción de un
refinanciamiento del endeudamiento existente “y en la medida en que tal refinanciación
resulte un mejoramiento de las condiciones pactadas en materia de monto o plazo o tasa
de interés aplicable, y/o los financiamientos provenientes de Organismos Multilaterales
de Crédito, o préstamos con características de repago/devolución similares, y de
programas nacionales, en todos los casos sustentados en una programación financiera
que garantice la atención de los servicios pertinentes”.
b) Deben actualizar sistemáticamente e informar el estado de garantías y avales otorgados,
clasificados por beneficiario, cuando se elevan, al poder legislativo respectivo, los
proyectos de presupuesto de la administración general, que, también, deberán prever las
garantías y avales correspondientes al ejercicio respecto del cual se formula el
presupuesto (art. 23, ley 25.917).
c) La C. A. B. A. y las provincias adheridas para poder endeudarse con organismos no
incluidos al sector público no financiero deberán remitir al gobierno nacional los
antecedentes y documentación correspondiente para que los analice de acuerdo con el
marco macrofiscal reglado en el artículo 2º de la ley 25.917, siendo una condición
necesaria para autorizar las operaciones de crédito público el cumplimiento por parte de
la jurisdicción solicitante de los principios y parámetros de la ley 25.917. Es preciso
aclarar que, además, de los principios reglados por la ley, como el de claridad y de
publicidad en materia presupuestaria, en el capítulo II de dicha ley se establecen reglas
cuantitativas con respecto a la actividad financiera pública.
La ley 27.343 creó la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación, como organismo
desconcentrado del Congreso de la Nación. Seguidamente nos referiremos a sus
principales disposiciones.
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El artículo 2º de la ley atribuye a dicha oficina las siguientes funciones, responsabilidades
y facultades:
“1. Analizar las estimaciones de ingresos, gastos, metas físicas y deuda pública
contenidas en el proyecto de ley anual de presupuesto.
2. Apoyar a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y a la Comisión Mixta Revisora
de Cuentas de la Administración en el cumplimiento de sus objetivos.
3. Realizar estimaciones del impacto presupuestario de los proyectos de ley ingresados
a las comisiones de Presupuesto y Hacienda, a solicitud de dichas comisiones.
4. Realizar estudios, análisis y evaluaciones del impacto logrado por políticas y
programas del gobierno en relación a su asignación presupuestaria, a solicitud de las
comisiones de Presupuesto y Hacienda.
5. Llevar a cabo análisis sobre los tributos vigentes, así como del impacto y la eficacia
de los proyectos de ley que propongan modificaciones y/o creación de tributos e
impuestos, a solicitud de las comisiones de Presupuesto y Hacienda.
6. Llevar a cabo estudios sobre las temáticas referidas a federalismo fiscal.
7. Efectuar estudios sobre la sostenibilidad intertemporal de la deuda pública,
incluyendo análisis de la deuda registrada, de la deuda no registrada y de pasivos
contingentes.
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XI.- Reestructuración de la sostenibilidad de la deuda pública
La ley27.544 establece la restauración de la sostenibilidad de la deuda pública emitida
bajo ley extranjera. Con dicha finalidad, el artículo 1º autoriza al P. E. N., en los términos
del artículo 65 de la Ley Nº 24.156 a “efectuar las operaciones de administración de
pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los servicios de vencimiento de intereses y
amortizaciones de capital de los Títulos Públicos de la República Argentina emitidos
bajo ley extranjera.
El Poder Ejecutivo nacional determinará los montos nominales alcanzados por la
presente ley especial”.
Por el art. 3º, la ley autoriza a la autoridad de aplicación que es el Ministerio de Economía,
a la prórroga de jurisdicción a favor de tribunales extranjeros y la renuncia a la inmunidad
de jurisdicción, dejando a salvo la inmunidad de ejecución con respecto a los siguientes
bienes:
“a) Cualquier bien, reserva o cuenta del Banco Central de la República Argentina;
c) Cualquier bien localizado dentro o fuera del territorio argentino que preste un servicio
público esencial;
d) Cualquier bien (sea en la forma de efectivo, depósitos bancarios, valores, obligaciones
de terceros o cualquier otro medio de pago) de la República Argentina, sus agencias
gubernamentales y otras entidades gubernamentales, relacionados con la ejecución del
presupuesto, dentro del alcance de los artículos 165 a 170 de la Ley Complementaria
Permanente de Presupuesto, 11.672 (t.o. 2014);
e) Cualquier bien alcanzado por los privilegios e inmunidades de la Convención de Viena
sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares de 1963, incluyendo, pero no limitándose, a bienes, establecimientos y
cuentas de las misiones argentinas;
f) Cualquier bien utilizado por una misión diplomática, gubernamental o consular de la
República Argentina;
g) Impuestos y/o regalías adeudadas a la República Argentina y los derechos de la
República Argentina para recaudar impuestos y/o regalías;
h) Cualquier bien de carácter militar o bajo el control de una autoridad militar o agencia
de defensa de la República Argentina;
i) Cualquier bien que forme parte de la herencia cultural de la República Argentina; y
j) Los bienes protegidos por cualquier ley de inmunidad soberana que resulte aplicable”.
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y agentes colocadores, y fija un límite de la retribución global de estos últimos (0,1% por
todo concepto del monto efectivamente canjeado y/o reestructurado).
Al final del art. 4º, se dispone que: “Los contratos que se suscriban en los términos de la
presente ley, no estarán alcanzados por las disposiciones del decreto 1023/01, sus
modificatorios y complementarios”. El decreto 1023/2001 regula las contrataciones del
estado.
Ejercitación
a) Determine si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas
1) Todo pasivo del estado nacional constituye deuda pública, según la ley 24.156.
2º) Nunca las letras emitidas por la Tesorería General de la Nación son deuda pública.
3º) La deuda pública externa es la contraída en moneda extranjera, según la ley 24.156.
4º) Argentina ha renunciado a la inmunidad de ejecución con respecto a los bonos
resultantes del canje realizado en los años 2005 y 2010 (leer los decretos Nº 1735/2004 y
563/2010)
5º) El juez Griesa ordenó el embargo de los fondos destinados al pago de las deudas con
los bonistas que aceptaron los canjes de los años 2005 y 2010, en el juicio “NML Capital
Ltd. contra República Argentina”
6ª) En la causa “Horvath”, la CSJN, por mayoría, declaró inconstitucional el ahorro
obligatorio regido por la ley 23.256.
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7º) Investigue si hay casos actuales, en el mundo, de deuda pública que haya sido
considerada odiosa
8º) Ejemplifique, buscando en sitios de Internet, referidos a títulos públicos nacionales,
las siguientes clases de títulos públicos:
a) en moneda nacional y moneda extranjera,
b) con jurisdicción nacional y jurisdicción extranjera
c) con amortizaciones de capital o cuyo capital se devuelve en un solo pago, y,
d) en moneda nacional indexado y en moneda nacional sin indexación
9º) ¿Qué significa que los títulos públicos son escriturales?
d) Analice el voto en disidencia del Dr. Rosatti en la causa “Williams, Elena E. y otro c/
PEN y otro s/ sumarísimo”, del 03/10/2018
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