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Resumen de la clase del 20/03/2020

2.2.- La operación de crédito público. Emisión de títulos públicos. Los empréstitos


forzosos. El debate sobre el ahorro obligatorio. Análisis del Congreso sobre la
sostenibilidad de la deuda. Función de la oficina de presupuesto.

I.- Noción de crédito público


El crédito público es la capacidad que tiene el estado para endeudarse en virtud de sus
características políticas, económicas, jurídicas y morales.
En la concepción clásica de las finanzas públicas no se consideraban los fondos obtenidos
mediante operaciones de crédito público como auténticos recursos públicos, porque en el
futuro había que cancelarlos con recursos tributarios. En consecuencia, los fondos de una
operación de crédito público eran considerados adelantos de impuestos futuros. Por otra
parte, dichas operaciones solamente debían utilizarse en forma excepcional y para hacer
frente a situaciones extraordinarias, como catástrofes o epidemias,
En la concepción moderna del crédito público, los fondos obtenidos mediante operaciones
de crédito público se consideran auténticos recursos públicos y, además, dichas
operaciones son usadas en forma habitual. No obstante, en las últimas décadas se
considera que los fondos obtenidos mediante esas operaciones deben destinarse sólo a
gastos de inversión y, por ende, no deben emplearse en gastos corrientes, como se hizo
frecuentemente en las finanzas públicas del siglo XX. Ello está de acuerdo con la
concepción de equidad intergeneracional en materia financiera pública, dado que como
el endeudamiento público va a ser pagado por futuras generaciones, resulta equitativo que
dichas generaciones disfruten de bienes que se han adquirido con los fondos provenientes
de las operaciones de crédito público y eso se logra cuando se destinan los referidos
fondos a gastos de inversión que incremental el capital del estado.

II.- Los empréstitos públicos


El diccionario de la RAE define, en su primera acepción, al empréstito como: “Préstamo
que toma el Estado o una corporación o empresa, especialmente cuando está
representado por títulos negociables o al portador”. De esta definición surge un concepto
amplio y un concepto restringido de empréstito. En sentido amplio, el empréstito es un
préstamo que toma el Estado o una corporación o empresa. En sentido restringido es un
préstamo representado por títulos negociables o al portador, emitido por el estado o una
corporación. En el empréstito público el deudor es el estado. El empréstito público puede
definirse, también, como la operación en la cual el estado solicita fondos bajo la promesa
de reintegrar el capital más los intereses, de acuerdos con las formas y condiciones
pactadas.
En la ley 24.156, como se verá después, se distingue empréstito de préstamo.
La doctrina diferencia el empréstito público en sentido restringido y el empréstito público
en sentido amplio, considerando el plazo de la deuda contraída. En sentido restringido, el
empréstito público es una operación crediticia mediante el cual el estado obtiene fondos

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que devolverá en el mediano o largo plazo. Mediante las letras del tesoro o de las letras
de tesorería, el estado obtiene fondos que deberá devolver en el corto plazo. El empréstito
público en sentido amplio comprende tanto el empréstito propiamente dicho, como las
letras del tesoro y las letras de tesorería.

III.- Naturaleza jurídica del empréstito


Algunos juristas consideran el empréstito público como un acto de soberanía. Luis María
Drago defendió esta tesis. Sostenía que en el empréstito público no había acuerdo de
voluntades, sino que es emitido en virtud del poder soberano del estado; surge de
autorización legislativa, y sus condiciones son normadas por la ley. Además, las
obligaciones que surgen del empréstito no están referidas a una persona determinada.
Drago pensaba que no existía tribunal ante el cual el estado pudiera ser demandado, en
caso de incumplimiento de lo previsto en la emisión de empréstitos públicos, y ni siquiera
podía concebirse la existencia de un tribunal con esa competencia.
Otros juristas consideran que el empréstito es un contrato, aunque hay divergencias con
respecto al tipo de contrato, dado que se ha afirmado que es un contrato de derecho
público (y en especial de derecho administrativo, en la doctrina francesa representada por
G. Jèze), o un contrato de derecho privado (con distintas variantes: contrato ordinario,
contrato colectivo o contrato de adhesión), un contrato reglamentario o un contrato sui
generis. Todas estas posiciones sostienen que el empréstito público nace de la voluntad
de las partes; es decir, el estado y los suscriptores del empréstito. Una excepción lo
constituyen los empréstitos forzosos que parte de la doctrina identifica como una especie
de tributo.
Es manifiesto que, en la actualidad, la tesis de Drago es insostenible dado que, entre otras
razones, el estado es demandable ante el incumplimiento de los previsto en las normas
que rigen un determinado empréstito, de acuerdo con la jurisprudencia de la CSJN, que
también ha justificado las reestructuraciones de deudas públicas en situaciones de
emergencia económica.

IV.- Tipos de empréstitos públicos. El debate sobre el ahorro obligatorio


Podemos distinguiré entre empréstitos voluntarios, patrióticos y forzosos.
En el empréstito voluntario no existe ningún tipo de coacción por parte del estado para
que el empréstito sea suscripto. El acreedor libremente acepta las condiciones del
empréstito y entrega fondos al estado para cobrar intereses y el capital de la manera
prevista en las condiciones de emisión.
El empréstito patriótico se configura cuando el estado, en una situación de crisis
provocada por problemas económicos, por una situación bélica, o por otra grave causa,
ejerce coacción moral apelando al patriotismo para que el empréstito sea suscripto. Ello
ocurrió en nuestro país, a nivel nacional, con ocasión del conflicto de límites con Chile,
en 1898, y en 1932, en una grave crisis económica.

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El empréstito es forzoso cuando el estado obliga a un conjunto de personas a suscribirlos.
Algunos juristas consideran que el empréstito forzoso está en una situación intermedia
entre el empréstito voluntario y el impuesto (Duverger).
El ahorro obligatorio normado por las leyes 23.256 y 23.549 ha sido considerado un
empréstito forzoso. Si bien se discutió su inconstitucionalidad, la CSJN consideró que se
trataba de uno de los tributos reglados en el artículo 4º de la Constitución Nacional.
La CSJN, el 04/05/1995, en la causa Horvath, Pablo c/ Fisco Nacional (DGI.) s/ ordinario
(repetición), confirmó, por mayoría, la sentencia de segunda instancia que rechazó la
devolución de importes pagados en concepto de ahorro obligatorio establecido por la ley
23.256, por parte del actor.
Es preciso aclarar que la ley 23.256 estableció el pago al estado nacional de importes en
concepto de ahorro obligatorio que serían devueltos con un interés de acuerdo con la tasa
de interés de caja de ahorro común de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro. La mayoría
de la CSJN entendió que se trataba de un tributo, que el Congreso Nacional podía
establecer en virtud de lo reglado en el artículo 4º de la C.N. y, además, no se había
probado que fuera confiscatorio.
En el voto en disidencia del Dr. Moliné O’Connor resolvió: “Que, en esas condiciones,
toda vez que en su concreta aplicación al sub lite el art. 4º de la ley 23.256 admite, sin
forzar su letra ni su espíritu, una interpretación que lo hace compatible con la garantía
del art. 17 de la Constitución Nacional, corresponde resolver que las sumas que por todo
concepto sean objeto de la restitución prevista en aquella norma no pueden padecer -en
moneda constante, bien que con sujeción a lo dispuesto en la ley 23.928-, una
disminución superior al 33 % en relación a las cantidades ingresadas por el apelante en
el período de que se trata”.
En el voto en disidencia del Dr. Petracchi se expresa: “Que, en consecuencia, corresponde
declarar la inconstitucionalidad -en su aplicación al caso- de la modalidad de reajuste
de las sumas aportadas, impuesta por el art. 4º de la ley 23.256 y, en consideración a lo
expresado en el considerando 35) de la presente, ordenar que las sumas sean
reintegradas computando la depreciación monetaria según la evolución seguida por el
índice de precios al por mayor, nivel general más un interés equivalente al 6 % anual,
desde la fecha de los respectivos depósitos hasta su pago, debiendo observarse -en cuanto
corresponda- lo establecido por la ley 23.928.”.
El Dr. Petracchi fundamenta lo resuelto afirmando: “Del examen de aquéllas resulta, por
una parte, que se han cumplido en exceso los plazos que prevén los arts. 3 y 20, inc. e),
de la ley 23.256, para la restitución del ahorro obligatorio, esto es, que existe absoluta
certeza acerca de qué montos debió reintegrar el Fisco Nacional por aquel concepto. Por
otra parte, la previsible desvalorización de las sumas ahorradas, que fuera alegada desde
el inicio del pleito y que por entonces tenía el aval de cálculos de progresión, ha dejado
de ser un razonable presagio para constituirse, hoy, en una incontrastable realidad”.
Surge de lo expuesto, que la CSJN que los votos en disidencia objetan el mecanismo de
reajuste de las sumas que se devuelven, pero no cuestionan la facultad del estado para
establecer un empréstito forzoso.

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V.- Garantías de los empréstitos públicos
Los empréstitos públicos pueden ser emitidos con garantías personales, garantías reales
o garantías especiales; también pueden ser emitidos con garantías con respecto a las
variaciones en el poder adquisitivo de la moneda. Hay garantía personal cuando una
persona humana o jurídica se compromete a pagar el empréstito en caso de que no lo haga
el deudor. El estado nacional al otorgar avales con respecto a las emisiones de empréstitos
de estados provinciales, concede una garantía personal.
La garantía real consiste en afectar bienes muebles o inmuebles al pago del empréstito.
Al emitirse el empréstito colocado por la empresa Baring Brothers se afectó la tierra
pública, en 1824.
Cuando hay garantías especiales el estado afecta determinados recursos públicos como la
recaudación de un tributo y los monopolios fiscales al pago del tributo.
Las garantías, con respecto a las variaciones del poder adquisitivo de la moneda nacional,
consisten en emitir bonos con cláusulas de ajustes, como son los bonos ajustables por el
coeficiente de estabilización de referencia (CER), que protege contra la inflación; se trata
de bonos indexados, dado que su capital varía conforme con un índice relacionado con la
variación del índice de precios al consumidor. La ley 23.928 prohibió la indexación en
sus artículos 7º y 10, y, por ende, no se podían emitir bonos indexados, pero el decreto de
necesidad y urgencia 1733/2004, en su artículo 1º, estableció: “Exceptúase de lo dispuesto
en los artículos 7º y 10 de la Ley Nº 23.928 y sus modificaciones a los títulos de deuda pública
que se emitan como consecuencia de la operación de reestructuración de dicha deuda, dispuesta
en el artículo 62 de la Ley Nº 25.827”.
Otras formas de garantía para proteger a los tenedores de los títulos de los cambios en el poder
adquisitivo del dinero son:
a) la cláusula oro por la cual los importes que deben ser abonados se ajustan conforme
con la evolución del precio del oro.
b) La garantía de cambio cuando el capital de empréstito se ajusta de acuerdo con la
variación de la cotización de una moneda extranjera considerada estable.
c) Clausula de opción: Existen dos tipos de cláusulas de opción. Una de ellas es la opción
de plaza en la cual el tenedor del título puede optar entre dos lugares para el pago, y la
otra cláusula es la opción de cambio, en el que el tenedor del título puede elegir entre dos
monedas para cobrar el título.
La ley 24.156 prevé, en su artículo 57, garantías que el estado puede otorgar, al
establecer con respecto al endeudamiento público: “…podrá afectar recursos específicos,
crear fideicomisos, otorgar garantías sobre activos o recursos públicos actuales o
futuros, incluyendo todo tipo de tributos, tasas o contribuciones, cederlos o darlos en
pago, gestionar garantías de terceras partes, contratar avales, fianzas, garantías reales
o de cualquier otro modo mejorar las condiciones de cumplimiento de las obligaciones
contraídas o a contraerse”

VI.- Beneficios que se otorgan con respecto a los empréstitos

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Para que los empréstitos pueden ser fácilmente colocados en el mercado es habitual que
se otorguen beneficios a los suscriptores.
Los principales beneficios son:
a) impositivos: se exime a los tenedores, de los bonos del empréstito público, de
impuestos, como impuesto a las ganancias e impuesto a los bienes personales.
b) Inembargabilidad: Algunas legislaciones extranjeras establecen que los títulos
representativos de los empréstitos son inembargables.
c) Premios y primas de reembolso: Las normas de emisión de los empréstitos públicos
pueden prever el otorgamiento de premios entre los suscriptores, por medio de un sorteo.
También pueden establecer primas de reembolso por medio del cual se devuelve un
importe superior al capital prestado.
d) Suscripción bajo la par: El suscriptor paga un importe inferior al valor nominal de los
bonos al suscribir el empréstito. Se le devolverá el importe nominal del capital y los
intereses correspondientes sobre ese capital.
e) Efecto cancelatorio de tributos: Se puede establecer que los bonos puedan cancelar
obligaciones tributarias.

VII.- Conversión, consolidación y renegociación de la deuda pública


La conversión consiste en una transformación de la deuda pública cuyo objetivo puede
ser la reducción del tipo de interés, pero pueden darse otras modificaciones como el plazo
de la deuda e incluso puede ser que se incremente la tasa de interés. La conversión puede
ser facultativa, obligatoria y forzoso. La conversión es facultativa cuando el estado ofrece
a los tenedores de los títulos públicos otros títulos con cambio en la tasa de interés o en
otra condición de emisión, y los tenedores pueden aceptar los nuevos títulos o quedarse
con los que poseían. La conversión es obligatoria cuando, a aquellos tenedores de bonos
que no aceptan los nuevos títulos, se les paga el valor de los bonos que tenían. Por último,
la conversión es forzosa cuando el estado impone el canje de los títulos sin dejarle otra
opción al tenedor de éstos.
La consolidación de la deuda pública consiste en transformar una deuda pública de corto
plazo en una deuda pública de largo plazo. Ha habido varias leyes que consolidan
obligaciones estatales tales como las leyes 23.982 y 25.344. También, existen leyes de
consolidación de deudas públicas provinciales en virtud de la autorización establecida en
el artículo 19 de la ley 23.982 y el régimen de adhesión normado en el artículo 24 de la
ley 25.344.
La renegociación de la deuda pública consiste en el proceso mediante el cual el estado
intenta llegar a un acuerdo con sus acreedores para cambiar algunas de las condiciones
de la deuda pública emitida.

VIII.- Incumplimiento de la deuda pública


Es posible que un estado no cumpla con la deuda pública, lo que se puede manifestar de
distintas maneras, como se describe a continuación:

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1º) Repudio de la deuda: Es la declaración unilateral por parte del estado consistente en
el desconocimiento de la obligación de pagar la deuda pública. En Rusia, la revolución
bolchevique repudió la deuda pública contraída en época zarista. Villegas entiende en su
libro Curso de Finanzas, derecho financiero y tributario, 10ª edición actualizada y
ampliada, Astrea, Buenos Aires, 2016 que: “El repudio corresponde a una actitud
deliberada que importa una lesión al principio de buena fe en los actos jurídicos”.
Considero que esto no se cumple en todos los casos, puesto que puede haber deuda
repudiable contraída por gobiernos tiránicos que de ningún modo han contribuido al
bienestar de la población, con conocimiento de los acreedores de esta situación.
Alexander Sacks expuso, en los años 20 del siglo XX, la teoría de la deuda pública odiosa.
Los presupuestos referidos por Sack para que una deuda puede ser considerada odiosa
son: que la deuda haya sido contraída sin el consentimiento de la población del país
prestatario, para objetivos que no beneficiaron y hasta directamente perjudicaron a esa
población y, que los prestamistas hayan tenido conocimiento de alguna de esas dos
situaciones (S. Michalowsky, “Trazando paralelos entre la responsabilidad de bancos
por complicidad y las deudas odiosas”, en Revista Jurídica de la Universidad de Palermo,
2009, p. 27).
2º) Mora: Es un atraso breve en el pago de la deuda pública.
3º) Moratoria: Es un atraso prolongado en el pago de la deuda pública.
4º) Bancarrota: Consiste en la imposibilidad de afrontar el pago de la deuda pública.
5º) Default: Es una situación en la cual el estado incumple y se desconoce cuándo
reiniciará el pago de la deuda. El 23 de diciembre de 2001, el estado argentino declaró el
default; en los años 2005 y 2010 se realizó una reestructuración de la deuda pública,
dictándose para ello los decretos 1735/2004 y 563/2010, respectivamente, que implicó la
suscripción de nuevos títulos, pero un porcentaje pequeño de acreedores no participó de
esos canjes. Hasta el día de la fecha, hay tenedores de bonos cuyas acreencias no han sido
satisfechas y es pertinente afirmar que no se ha salido en forma completa de la situación
de default iniciada el 23 de diciembre de 2001.

IX.- Jurisprudencia sobre los incumplimientos del estado nacional con respecto a la
deuda pública
Estimo pertinente referirme a los aspectos centrales de los fallos de la CSJN en los casos
“Brunicardi” (319:2886), “Galli” (328:690), “Claren Corporation” (337:133) y el fallo de
la Cámara de Apelaciones de EE. UU. para el segundo circuito, en el caso “NML Capital
Ltd. Contra la República Argentina”.
A).- En el fallo correspondiente a la causa “Brunicardi, Adriano C. c/ Estado Nacional
(B.C.R.A.) s/ cobro”, la C.S.J.N., el 18 de diciembre de 1996, confirmó el rechazo de la
Cámara en lo Contencioso Administrativo a la pretensión de la actora de cobrar las
amortizaciones de capital y los intereses de bonos nominativos en dólares
estadounidenses (BONODS). La actora había cuestionado la modificación de las
condiciones de emisión de los bonos realizada mediante decreto 772/86 y demás normas
reglamentarias.

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La CSJN rechazó el planteo de la actora porque consideró que el decreto 772/86 había
sido convalidado por el Congreso, en ejercicio no arbitrario del poder de policía, en una
en una situación de emergencia financiera:
“12) Que en este orden de ideas cabe señalar que el decreto 772/86 impugnado en autos,
dispuso la prórroga de los pagos de las amortizaciones de capital que se produjesen a
partir del 26 de mayo de 1986 y correspondieran a los títulos creados por decretos 1334,
1336 y 1603 del año 1982 y la comunicación del Banco Central de la República Argentina
"A"251 del 17 de noviembre de 1982. Como consecuencia de tal decisión, se dictó la
resolución ministerial 450/86 (fs. 473/476) que ordenó la instrumentación de la prórroga
mediante la emisión de documentación provisoria y dispuso que a partir del plazo
prorrogado las obligaciones quedasen comprendidas en el programa general de
refinanciación de la República Argentina y en las condiciones de dicho programa;
asimismo se dictó la resolución 65/87 (fs. 477/481), que amplió los alcances de la
anterior e incluyó entre los pagos a prorrogar a aquellos que vencieran entre el 30 de
septiembre de 1986 y el 31 de marzo de 1987. De especial importancia es la
comunicación "A" 1122 del Banco Central de la República Argentina del 13 de
noviembre de 1987 (fs. 126/130), que dispuso nuevas pautas para la amortización y la
refinanciación de estas obligaciones, según criterios ajustados al contrato de crédito a
plazo de 1987, anexo B, suscripto con la Comunidad Financiera Internacional (fs. 126).
Estas actuaciones del Poder Ejecutivo quedaron convalidadas por el Congreso nacional
al proceder a la aprobación del presupuesto general para el ejercicio 1986 (ley 23.410,
especialmente artículos 13 y 15) y de su similar correspondiente al ejercicio 1987 (ley
23.526, artículos 13 y 15)”.
La CSJN también expresó; “Que la naturaleza jurídica del empréstito público no
significa la exclusión de toda responsabilidad de orden patrimonial por la modificación
unilateral de las obligaciones, en caso de conducta arbitraria o de lesión a derechos
individuales dignos de protección. Al respecto, en el sub examine no se ha demostrado
que el Estado Nacional, al efectuar el "arreglo de la deuda" (art. 75, inciso 7° de la
Constitución Nacional), en el contexto de emergencia financiera que atravesó el país en
los años que siguieron al restablecimiento del orden constitucional, haya impuesto
condiciones que comportasen actos confiscatorios o que condujesen a una privación de
la propiedad o degradación sustancial del crédito. Por el contrario, el conjunto de actos
administrativos cuestionados implementó un aceptable aplazamiento temporal de los
vencimientos, con equiparación de la situación de los acreedores externos en similares
condiciones.”.
Por último, expresó: “Que, en suma, cabe concluir que se han verificado las condiciones
que, según conocida jurisprudencia del Tribunal, justifican la suspensión de los derechos
personales como recurso del poder de policía [confr. votos coincidentes en Fallos:
313:1638 y en causa I.78 XXIV "Iachemet, María Luisa c/ Armada Argentina s/pensión
(ley 23.226)", fallada el 29 de abril de 1993)]. En consecuencia, el decreto 772/86, las
resoluciones ministeriales 450/86, 65/87, el decreto 1379/87 y demás actos
administrativos dictados en consecuencia e impugnados en el sub lite, no son pasibles de
objeción constitucional”.

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B) En el fallo, en la causa “Galli Hugo Gabriel y otro c/ PEN - ley 25.561 - dtos. 1570/01
y 214/02 s/ amparo sobre ley 25.561”, la CSJN revocó un fallo de cámara que había
hecho lugar a un amparo mediante el cual los actores pretendían que se declarara
inconstitucional el decreto 471/02, por el cual el Estado Nacional modificó de manera
unilateral y compulsiva las condiciones de emisión de sus títulos públicos. La CSJN se
remite al dictamen de la Procuración General de la Nación que negaba la pretensión de la
parte actora, sobre la base de la situación de emergencia que atravesaba el país en el año
2001 y en los años siguientes. Por otra parte, los Dres. Maqueda y Highton, Lorenzetti y
Zaffaroni, y la Dra. Argibay formularon sus propios votos cuyos aspectos fundamentales
se señalan a continuación.
En el voto del Dr. Maqueda y de la Dra. Highton, se fundamenta el rechazo de la
pretensión de la parte actora, por la situación de emergencia que atravesaba el país, lo que
justificaban la decisión del poder legislativo de autorizar al poder ejecutivo a restructurar
la deuda pública y, a diferir el pago de capital e intereses, hasta que la reestructuración se
produjera. Sostienen que: “14) Que, en orden a ello, no se advierte que las normas que
alteraron las condiciones originales bajo las que se habían emitido los bonos y
suspendido su pago contradigan esa garantía, pues resultan justificadas por los hechos
que les han dado origen, esto es, una crisis económica de extrema gravedad y una
situación indiscutible de emergencia que colocó a las autoridades competentes del
gobierno nacional en la necesidad de proceder de ese modo a fin de asegurar el
cumplimiento de las funciones básicas del Estado Nacional y la atención de servicios
esenciales, de acuerdo con criterios consuetudinarios admitidos en el derecho
internacional, según se expresó en los considerandos 10 y 11 de la presente. En efecto,
en respuesta a esa situación de emergencia se dictó un conjunto de normas, que implican
un acto de soberanía del Estado, según se afirmó en el ya citado precedente
"Brunicardi" (confr. considerando 17), y mediante las cuales se procuró contemplar
armónicamente las reales posibilidades de pago del Estado Nacional, y los intereses de
los acreedores, de modo que, como ha señalado este Tribunal, se tienda a poner
premiosamente fin al estado de emergencia, cuya prolongación representa, en sí misma,
el mayor atentado a la seguridad jurídica (Fallos: 243:467, voto de los jueces Aráoz de
Lamadrid y Oyhanarte, Considerando 11”.
Los Dres. Lorenzetti y Zaffaroni, se refirieron a la gravísima y excepcional situación
económica, declarada por el Congreso; al respecto expresaron: “14) Que la ponderación
razonable lleva a la conclusión de que la regla general es el respeto de las condiciones
pactadas, las que sólo pueden ser modificadas en situaciones de emergencia excepcional
y gravísima, y ello ocurre cuando el cumplimiento puntual lleva al Estado a su propia
crisis y al sacrificio de derechos fundamentales de la población que debe proteger.
Que la mencionada situación se ha dado en el caso y ha sido declarada por el Congreso
de la Nación en uso de sus atribuciones, y ella fue calificada como histórica, gravísima
y excepcional, todo lo cual lleva a convalidar una restricción que se presenta como
razonable en el caso, con las precisiones que se hacen en los considerandos siguientes”.
Por último, la Dra. Argibay se funda en la búsqueda del bienestar general por parte del
estado que no se podría cumplir si no se efectuara la reestructuración referida, y, por ende,
no puede admitirse la pretensión de la parte actora por ser contraria al interés general:
“3º) En tal sentido, se tuvo presente que la posibilidad de llevar a cabo la

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reestructuración de la deuda debía tener como límite la capacidad de pago del Estado
deudor, la que debía ser entendida con los límites que impone la preservación de lo
necesario para el cumplimiento de sus funciones y la atención de los servicios
fundamentales, ya que ningún Estado puede ser obligado al cumplimiento de acuerdos
que superen su capacidad de pago, en detrimento de sus fines esenciales. Así, el
cumplimiento de los propósitos básicos para el desarrollo de la Nación, debe actuar
como límite a cualquier tipo de propuesta de acuerdo con los acreedores” y “8º) Por lo
tanto, la pretensión de mantener las condiciones originarias de sus títulos así como los
modos y plazos en que dichos instrumentos debían ser cancelados, procura la obtención
de un privilegio singular y resulta incompatible con los fines de interés general que
inspiran la operatoria llevada adelante por la República Argentina a fin de restablecer
los mecanismos de pago de sus obligaciones”.

C) Causa “NML Capital Ltd. contra República Argentina”, Cámara del segundo distrito
de Estados Unidos, del 23/08/2013.
El fallo expresa que Argentina emitió títulos, identificados con la sigla FAA, y para que
fueran comercializables hizo una serie de promesas que detalla, entre las cuales se
encuentra: a) tratar a todos los bonistas de la misma manera, b) los bonos serían normados
por la legislación de Nueva York, c) en caso de disputa, podría intervenir la justicia de
Nueva York, d) en caso de default, los intereses debidos y el capital serían pagados en
su totalidad, e) cada bono sería pagable a la persona transferida, sin importar si era un
legado de una universidad o un “fondo buitre”. En octubre de 2012, los jueces de cámara
confirmaron medidas restrictivas (injunctions) dispuestas por el juez de distrito, Thomas
Griesa, para remediar el incumplimiento de Argentina. La medida dispuesta por el juez
Griesa consistía en que toda vez que Argentina pagara a los tenedores de bonos emitidos
con ocasión de las reestructuraciones de 2005 2010 (es decir, “los bonos del canje”),
también debía realizar pagos a los demandantes. Los jueces de cámara solicitaron a Griesa
que aclarara la fórmula del pago y los efectos de la medida dispuesta sobre terceras partes,
como los intermediarios que realizaban los pagos. El juez de distrito respondió a lo
solicitado, por los jueces de cámara y estos le pidieron a la Argentina que formulara una
alternativa o lo dispuesto por el juez de distrito, con respecto a la fórmula de pago a los
demandantes. Argentina se limitó a ofrecer un nuevo conjunto de bonos. El juez de
distrito, en las medidas modificadas (amended injunctions) emitidas para responder a lo
solicitado por la cámara, dispuso que así como a los tenedores de bonos de las
reestructuraciones se les paga el 100% de lo debido, también se le debe pagar a los
demandantes el total de lo debido; pero el total de lo debido para estos últimos es el total
del capital de los bonos y sus intereses devengados, en razón de lo previsto, en las
condiciones de emisión, en el caso de incumplimiento de algún pago de los bonos; como
Argentina no cumplió con sus obligaciones, es que se debe pagar la totalidad los intereses
devengados y la totalidad del capital. La medida dispuesta por el juez de distrito impedía
a Argentina, a los agentes de Argentina y aquellos involucrados en los pagos de los bonos
reestructurados, realizar nuevos pagos si no se pagaba a los demandantes. El Banco
Mellon de Nueva York apeló, lo resuelto por el juez de distrito, y la cámara lo consideró
que, si bien no era una parte, en el juicio, tenía derecho a apelar; algunos tenedores de
“bonos del canje” también, apelaron, pero no se les reconoció el derecho a apelar, sino

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que fueron considerados amici curiae en apoyo de Argentina, al igual que otros tenedores,
que no apelaron, pero presentaron documentos informativos (briefings)
Argentina apeló lo resuelto por el juez de distrito con respecto a la fórmula del pago a los
demandantes, y expuso un conjunto de argumentos que fueron rechazada por el tribunal
de alzada:
1º) la orden de pago viola la ley de inmunidad soberana extranjera porque implica el uso
de recursos que no pueden ser ejecutados conforme esa ley, pero los jueces de cámara
rechazaron este argumento porque entendieron que el juez de distrito no indicó con qué
recursos debía ser hecho el pago ordenado.
2º) No es equitativo pagar a los demandantes el total del capital y los intereses y a los
bonistas que aceptaron el canje solo los intereses. Los jueces de cámara entendieron que
es equitativo que cada acreedor reciba lo debido. En el caso de los demandantes lo debido
es el total del capital e intereses por aplicación de la cláusula de aceleración que se torna
aplicable a raíz del incumplimiento de los pagos previstos contractualmente.
3º) El tribunal de distrito utilizó una medida que no está disponible para un tribunal de
equidad. Los jueces de cámara expresan que hay antecedentes en el derecho inglés de
medidas específicas cuando no existían remedios en el derecho.
Los admitidos como amici curiae sostuvieron que se verían perjudicados porque, como
Argentina no quiere pagar a los demandantes, no podrá tampoco pagarles a ellos. Esta
afirmación debe ser rechazada según los jueces de cámara, dado que en el prospecto de
los canjes de títulos se decía que Argentina no aseguraba que el juicio sobre los bonos
FAA no interfiriera sobre los pagos a los tenedores de bonos del canje.
El Banco de Nueva York Mellon, los tenedores de bonos en euros, ICE Canyon y
Argentina expusieron argumentos adicionales: 1º) El tribunal de distrito no tiene
jurisdicción sobre los participantes en el sistema de pago y, por ende, no puede restringir
su acción con medidas, 2º) Las medidas modificadas del juez de distrito no pueden tener
efectos extraterritoriales, 3º) Los participantes en el sistema de pagos fueron constreñidos
impropiamente porque no tuvieron un proceso legal, y 4º) Se violaría la protección del
código de comercio uniforme (UCC) sobre los bancos intermediarios, reglada en su
parágrafo 502.
Con respecto al punto 1º), los jueces de cámara expresan que toda medida judicial dirigida
a una persona impide que terceros lo ayuden a violar la medida judicial impuesta. Las
medidas modificadas por el juez de distrito fueron informadas a los participantes en el
sistema de pagos para que no colaboraran con Argentina para incumplir esa orden.
Con respecto a la cuestión segunda, el fallo expresa que toda orden dirigida a una persona
tiene efecto con respecto a su actuación en cualquier lugar. Además, los tribunales pueden
imponer medidas que tienen consecuencias sustanciales en EE. UU.
En relación con la tercera cuestión, el fallo sostiene que a los participantes del sistema de
pagos no se los privó del proceso legal. En el caso de que se intentara aplicar una sanción
contra ellos, correspondería que se respetara el derecho a dicho proceso, en la
sustanciación de la sanción.
Por último, con respecto a la violación del UCC, en su parágrafo 502, el fallo señala que
dicho parágrafo no está involucrado porque el juez de distrito no dispuso un embargo.
10
Posteriormente el fallo analiza la posibilidad de perjuicio al interés público que pudiera
generar la orden del juez de distrito. El fallo de cámara considera que no se ha demostrado
que Argentina tenga que defaultear su nueva deuda por el hecho de que pague la deuda
que tiene con los demandantes. El fallo también descarta que se pueda afectar, en el
futuro, los pagos a instituciones oficiales multilaterales, porque los acreedores
comerciales nunca serían puestos en pie de igualdad con una institución oficial
multilateral.
Tampoco es cierto, según el fallo de cámara, que la confirmación de las medidas tomadas,
por el juez de distrito, pueda afectar futuras reestructuraciones de deuda. Es improbable
que un caso similar se dé en el futuro porque, por una parte, Argentina ha sido un deudor
recalcitrante excepcional (pareciera que el tribunal considera que tal conducta es
irrepetible), y, además, porque los nuevos bonos incluyen cláusulas de acción colectiva
que permiten a una mayoría especial de tenedores de bonos imponerse a aquellos que no
aceptan la reestructuración.
Los jueces de cámara expresan que no creen que las medidas tomadas alejen a los
emisores de bonos de la plaza de Nueva York porque el mantenimiento de esta plaza,
como una de las líderes, se promueve haciendo que los deudores paguen sus deudas.
Por las razones dadas el tribunal de segunda instancia confirma lo decidido por el juez de
distrito, pero la medida se suspende hasta que resuelva la Corte Suprema de EE. UU.

D) La CSJN, en la causa “CLAREN CORPORATION c/ EN ARTS 517/518 CPCC


EXEQUATUR s/VARIOS”, el 06/03/2014, no hizo lugar al exequatur solicitado por
Claren Corporation que tenía un fallo a su favor del tribunal de distrito sur de Nueva
York, a cargo del juez Thomas Griesa, y quería ejecutarlo en el país, dada la dificultad
para embargar bienes de Argentina en el exterior, y de ese modo cobrar sus acreencias.
La CSJN fundamentó su decisión diciendo “9°) Que en ese contexto, y sobre la base de
fundamentos que esta Corte comparte y hace suyos, en el referido dictamen de la señora
Procuradora General se llega a la conclusión de que el exequátur pretendido por Claren
Corporation no satisface el requisito previsto en el inciso 4 del art. 517 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, en tanto admitir la pretensión del accionante
implicaría convalidar que éste, a través de una acción individual promovida ante un
tribunal extranjero, eluda el proceso de reestructuración de la deuda pública dispuesto
por el Estado Argentino mediante las normas de emergencia dictadas por las autoridades
competentes de acuerdo con lo establecido por la Constitución Nacional”.
Agrega, además en el considerando 9 que: “Que al respecto, cabe poner de relieve que el
desarrollo que se efectúa en el aludido dictamen tiene sustento y es concorde con la
jurisprudencia de esta Corte, en cuanto señaló que una adecuada inteligencia del
precedente “Galli” (Fallos: 328:690) permite afirmar que en esa causa el Tribunal “no
se limitó a resolver lo relativo a la modificación de la moneda de pago —dispuesta por
el decreto 471/2002 respecto de los bonos regidos por la legislación argentina— sino
que estableció una doctrina de amplios alcances —con respaldo en un principio de
derecho de gentes cuya existencia ya había sido afirmada por el Tribunal en el
precedente “Bruniccardi” (Fallos: 319:2886)— en lo concerniente a las facultades del
Estado Nacional respecto de la posibilidad de que en épocas de graves crisis económicas

11
limite, suspenda o reestructure los pagos de la deuda para adecuar sus servicios a las
reales posibilidades de las finanzas públicas, a la prestación de los servicios esenciales
y al cumplimiento de las funciones estatales básicas que no pueden ser desatendidas
(conf. “Rabolini, Germán Adolfo c. Estado Nacional Ministerio de Economía”, Fallos:
333:855, entre otros).
En efecto, desde tal perspectiva, cabe afirmar que las normas dictadas por los órganos
constitucionalmente habilitados, y mediante las cuales el Estado Nacional ejerce tales
facultades, integran el orden público del derecho argentino, por lo cual no puede
concederse el exequátur a la sentencia de un tribunal extranjero que es claramente
opuesta a esas disposiciones “.
€n síntesis, la corte argumenta que el exequátur no debe ser concedido porque:
a) el artículo 517, inciso 4 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece
que la sentencia con respecto a la cual se otorga el exequátur no debe afectar los principios
de orden público del derecho argentino,
b) La legislación de emergencia en que se basa la reestructuración de la deuda pública
que incluye los bonos cuyos pagos se incumplieron, integra el orden público argentino.
c) Si se concediera el exequátur se eludiría el cumplimiento de la legislación de
emergencia referida que integra el orden público.

X.- Régimen legal del crédito público


1.- Introducción
El artículo 4º de la C. N. establece: “El Gobierno federal provee a los gastos de la Nación
con los fondos del Tesoro nacional formado del producto de derechos de importación y
exportación, del de la venta o locación de tierras de propiedad nacional, de la renta de
Correos, de las demás contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población
imponga el Congreso General, y de los empréstitos y operaciones de crédito que decrete
el mismo Congreso para urgencias de la Nación, o para empresas de utilidad nacional”.
En relación con esta norma, el artículo 75, inciso 4 de la C. N. dispone que corresponde
al Congreso Nacional: “Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación”, y el inciso
7 del mismo artículo dispone “Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la
Nación”.
Alberdi en su libro “Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina según
su constitución de 1853”, en el punto VI del capítulo IV, de la parte, afirma que el
producto del crédito público es para urgencias de la Nación y para empresas de utilidad
nacional, como establece la constitución, pero dada la situación extraordinaria en que se
encontraba nuestro país, que debía consolidar su gobierno, afianzar la paz interior,
construir caminos, entre otros fines, “se admitirá que el crédito público, aun considerado
como recurso extraordinario, entre en el número de los que pone la Constitución
argentina al servicio cotidiano del Gobierno nacional de ese país”.
Según Alberdi es condición esencial para infundir confianza a los compradores de títulos
que los fondos obtenidos se inviertan en obras públicas de tal utilidad que le den al fisco
los recursos para pagar la deuda pública contraída por su financiamiento.

12
2.- Definición legal de operación de crédito público
La ley 24.156, en su título III regula el sistema de crédito público; en lo sucesivo, cuando
se haga referencia a la ley, sin indicar su numeración, debe entenderse que se trata de la
ley 24.156. En su artículo 56 establece que: “El crédito público se rige por las
disposiciones de esta ley, su reglamento y por las leyes que aprueban las operaciones
específicas.
Se entenderá por crédito público la capacidad que tiene el Estado de endeudarse con el
objeto de captar medios de financiamiento para realizar inversiones reproductivas, para
atender casos de evidente necesidad nacional, para reestructurar su organización o para
refinanciar sus pasivos, incluyendo los intereses respectivos.
Se prohíbe realizar operaciones de crédito público para financiar gastos operativos”.
En virtud de dicho artículo se entiende por crédito público la capacidad que el estado tiene
para captar medios de financiamiento que deben tener algunos de los siguientes objetivos:
a) realizar inversiones reproductivas,
b) atender casos de evidente necesidad nacional,
c) reestructurar su organización, y,
d) refinanciar sus pasivos.
Esta definición responde a un claro objetivo de impedir que el estado se endeude para
hacer frente a cualquier gasto corriente. La parte final del artículo prohíbe llevar a cabo
operaciones de crédito público para financiar gastos operativos. En el artículo 56 de la
reglamentación se define gasto operativo del siguiente modo: “aquellas erogaciones de
la Administración Nacional incluidas como ‘Gastos de Consumo’ en el Clasificador
Económico del Gasto”.

3.- Definición legal de deuda pública


La deuda pública es el endeudamiento que surge de las operaciones de crédito público y
puede originarse, según el artículo 57 de la ley 24.156 en:

“a) La emisión y colocación de títulos, bonos u obligaciones de largo y mediano plazo,


constitutivos de un empréstito.
b) La emisión y colocación de Letras del Tesoro cuyo vencimiento supere el ejercicio
financiero.
c) La contratación de préstamos.
d) La contratación de obras, servicios o adquisiciones cuyo pago total o parcial se
estipule realizar en el transcurso de más de UN (1) ejercicio financiero posterior al
vigente; siempre y cuando los conceptos que se financien se hayan devengado
anteriormente.
e) El otorgamiento de avales, fianzas y garantías, cuyo vencimiento supere el período del
ejercicio financiero.

13
f) La consolidación, conversión y renegociación de otras deudas.
…No se considera deuda pública la deuda del Tesoro ni las operaciones que se realicen
en el marco del artículo 82 de esta ley”.

Surge del artículo 57 mencionado que la deuda pública puede provenir de empréstitos, si
se trata de títulos, bonos y obligaciones de mediano y largo plazo, como también se puede
originar en contratación de préstamos. En principio la deuda del tesoro y la que surge de
letras del tesoro emitidas por la Tesorería General de la Nación no es deuda pública, salvo
que el vencimiento sea posterior a la finalización del ejercicio financiero. Si el pago
correspondiente a un contrato de obras, servicios o compras se realiza, sea en forma
parcial o total, en más de un ejercicio posterior al vigente, el pasivo contraído por esas
operaciones es deuda pública. Constituye deuda pública indirecta el otorgamiento de
avales, garantías y fianzas que vencen después del ejercicio financiero. Es deuda pública
aquella que se origina en la consolidación, conversión y renegociación de otras deudas.

4.- Emisión, colocación y negociación de deuda pública


La ley 24.156 dispone en su artículo 59 que al órgano coordinador de los sistemas de
administración financiero le corresponde autorizar el inicio de trámites para realizar
operaciones de créditos públicos de toda entidad que compone el sector público nacional.
Dicho sector está definido en el art. 8 de la ley 24.156.
El artículo 60 de la ley establece el principio de legalidad para las operaciones de crédito
público para todas las entidades de la administración nacional. Según el art. 8 de la ley,
la administración nacional está compuesta de la administración central y de los
organismos descentralizados. La ley de presupuesto, o una ley específica (si la ley de
presupuesto no lo ha previsto), deberá indicar si la deuda es interna o externa, el monto
máximo autorizado para el endeudamiento, el plazo mínimo de amortización y el destino
del financiamiento. Los avales fianzas y garantías que se otorguen a las empresas y
sociedades del estado deberán estar previstos en la ley del presupuesto o en una ley
específica, de acuerdo al art. 62; asimismo, todo aval, fianza o garantía que cualquier ente
público otorgue a todo ente ajeno a ese sector, debe estar prevista en la ley, con excepción
de los avales, fianzas y garantías que otorgan las instituciones financieras públicas.
Las operaciones de crédito público que realice el P. E. N. con organismo financiero
internacionales de los que la Nación forma parte están exceptuadas de lo establecido en
el referido art. 60; también están exceptuadas, conforme con el art. 71 de la ley, las
operaciones de crédito que realice el Banco Central de la República Argentina con
instituciones financieras internacionales para garantizar la estabilidad monetaria y
cambiaria.
El art. 61 estatuye que toda vez que se constituya deuda pública externa, antes de
formalizarse el acto respectivo, el BCRA deberá emitir opinión del impacto de la
operación sobre la balanza de pagos. La reglamentación de este artículo establece que:
“La opinión del BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA deberá ser
emitida una vez promulgada la Ley de Presupuesto del año respectivo y se referirá a la
totalidad de las operaciones en las que se autoriza a la Administración Central de
conformidad con el Artículo 60 de la ley, y que se encuentran contempladas en la Ley de
14
Presupuesto del ejercicio fiscal de que se trate, en los términos, a los fines y por hasta
las sumas estipuladas en esta última.
Para realizar dicha opinión podrá utilizar las proyecciones implícitas en la Ley de
Presupuesto del año respectivo, así como sobre la base del análisis del programa
monetario que se realice en oportunidad de enviar al HONORABLE CONGRESO DE LA
NACION el Proyecto de Ley de Presupuesto de cada año.
Cuando se trate de operaciones que se encuentran autorizadas por leyes específicas, la
opinión del BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA podrá ser emitida en
la forma dispuesta en el párrafo precedente”.
Según el art. 62 de la ley, las empresas y sociedades del estado, podrán realizar
operaciones de crédito público de acuerdo con los limites determinados por su
responsabilidad patrimonial y de acuerdo con los indicadores que establezca la
reglamentación, siempre que se cumpla con lo normado en los artículos 59 y 61 de la ley.
El artículo 61 del decreto reglamentario establece los requisitos para que se otorguen
avales a las empresas y sociedades del estado.
El artículo 65 establece que el P. E. N. podrá realizar operaciones de crédito público para
reestructurar la deuda pública y los avales que se hayan otorgado, mediante su
consolidación, conversión y renegociación, pero se exige que haya una mejora en los
montos, plazos o intereses originales. En el caso de que a dichas obligaciones sea
aplicable el coeficiente de estabilización de referencia, la consolidación, conversión o
renegociación debe conducir a una deuda que no se ajuste por ese coeficiente, y, además,
que haya mejora en el monto o plazo de la operación.
Si no se respetan las normas de la ley, con respecto a las operaciones de crédito público,
éstas son nulas y no serán oponibles a cualquier entidad del sector público nacional (art.
66 de la ley).
El artículo 57 del decreto 1344/2007 reglamenta la emisión, colocación, negociación y
liquidación de títulos públicos, que se puede sintetizar del siguiente modo:
a) Se establece un sistema para la emisión, colocación, negociación y liquidación de
títulos valores escriturales denominados instrumentos de la deuda pública (I.D.P.),
determinados por el órgano coordinador de los sistemas de administración financiera
(definido en el art. 6 de la ley 24.156 y en su reglamentación) que se registran en cuentas
abiertas en el Registro del BDRA, o de la Oficina Nacional de Crédito público o de la
entidad que designe el órgano referido. Las funciones de Órgano Coordinador de los
sistemas de Administración Financiera son ejercidas, en forma conjunta, por la Secretaría
de Hacienda y la Secretaría de Finanzas, según el art. 6 del decreto 1.344/2007 (ambas
secretarías pertenecen, actualmente, al Ministerio de Economía). Los instrumentos de la
deuda pública son escriturales porque no se representan en certificados, sino que se
inscriben en cuentas a nombre de sus dueños a los que la institución encargada de su
registro le informa periódicamente los movimientos de su cuenta.
b) Los procedimientos para colocar los instrumentos de deuda pública son: licitación
pública o colocaciones por suscripción directa.
c) Estos instrumentos pueden emitirse en moneda local o extranjera, y se pueden emplear
las modalidades financieras usuales en los mercados locales o internacionales.
15
d) El órgano rector del sistema de crédito público, que es la Oficina Nacional de Crédito
Público, puede solicitar asistencia a las instituciones financieras más relevantes en el
mercado para que participen en la colocación primaria y en la negociación secundaria de
los instrumentos de deuda pública para favorecer “la eficiencia, liquidez y profundidad”
del mercado secundario. Cuando los instrumentos de la deuda pública son colocados por
primera vez en el mercado, se da la colocación primaria (ello sucede por licitación pública
o suscripción directa); la negociación posterior de esos títulos se denomina negociación
secundaria y originan el mercado secundario, que tiene lugar en los mercados de valores
de las bolsas de comercio.
e) El órgano coordinador de los sistemas de administración financiera puede ordenar al
agente de registro que abra cuentas separadas para la amortización (pago del capital) y
los cupones de renta de los instrumentos de deuda pública, para que los cupones de renta
puedan negociarse por separado. Los instrumentos de deuda pública pagan interés y,
habitualmente, el capital es pagado en varias cuotas. Cuando los títulos eran cartulares
(porque estaban representados en cartones) existían cupones para los pagos de interés y
amortizaciones del capital que se separaban del cartón y podían ser negociados por
separado, una cantidad de días previos al pago de interés y amortización.
Es manifiesto que no hay cartones representativos de títulos de la deuda pública, en la
actualidad, pero sigue utilizándose la expresión “cupones de renta” para referirse a la
negociación de los derechos al cobro de intereses.
f) La liquidación de las operaciones con instrumentos de deuda pública es realizada por
el BCRA o la institución designada por el órgano coordinador de los sistemas de
administración financiera. Las liquidaciones dan lugar a las transferencias a las cuentas
de registro y a las cuentas de efectivo de los intermediarios autorizados a actuar en la
oferta de los títulos valores o en los mercados de valores y otros mercados autoregulados
autorizados por la Comisión Nacional de Valores.

5.- Clasificación de la deuda pública


La deuda pública se clasifica en interna o externa, y, además, en deuda directa e indirecta,
de acuerdo con el artículo 58 de la ley 24.156 que establece:
“A los efectos de esta ley, la deuda pública se clasificará en interna y externa y en directa
e indirecta.
Se considerará deuda interna, aquella contraída con personas físicas o jurídicas
residentes o domiciliadas en la República Argentina y cuyo pago puede ser exigible
dentro del territorio nacional. Por su parte, se entenderá por deuda externa, aquella
contraída con otro Estado u organismo internacional o con cualquier otra persona física
o jurídica sin residencia o domicilio en la República Argentina y cuyo pago puede ser
exigible fuera de su territorio.
La deuda pública directa de la administración central es aquella asumida por la misma
en calidad de deudor principal.
La deuda pública indirecta de la Administración central es constituida por cualquier
persona física o jurídica, pública o privada, distinta de la misma, pero que cuenta con su
aval, fianza o garantía”.
16
El artículo 58 del decreto 1344/2007 define deuda en moneda nacional y deuda en moneda
extranjera, e introduce otro concepto de deuda interna y deuda externa, con respecto a
títulos, bonos, obligaciones de largo y mediano plazo o Letras del Tesoro, al disponer:
“Al solo efecto de su registración y contabilización, la deuda pública y las Letras del
Tesoro de conformidad con los lineamientos establecidos en el Artículo 57 de la Ley Nº
24.156, podrán registrarse como deuda en moneda nacional y deuda en moneda
extranjera.
Se considerará deuda en moneda nacional aquélla contraída en moneda de curso legal
con personas físicas o jurídicas, domiciliadas o no en la REPUBLICA ARGENTINA y
cuyo pago sea exigible dentro o fuera del territorio nacional.
Se considerará deuda en moneda extranjera, aquélla contraída en otras denominaciones
que la de curso legal, con otro Estado u Organismo Internacional o con cualquier otra
persona física o jurídica, domiciliada o no en la REPUBLICA ARGENTINA y cuyo pago
sea exigible dentro o fuera del territorio nacional.
En aquellos casos en que se coloquen títulos, bonos, obligaciones de largo y mediano
plazo o Letras del Tesoro, se considerará deuda interna a las colocaciones a las que les
sea aplicable la Ley Argentina y se considerará deuda externa a aquélla cuya jurisdicción
o ley aplicable no sea la Ley Argentina”.

6.- La Oficina Nacional de Crédito Público


La ley, en su artículo 68, establece que la oficina nacional de presupuesto es el órgano
rector del sistema de crédito público, y el artículo 69 fija sus atribuciones:
“a) Participar en la formulación de los aspectos crediticios de la política financiera que,
para el sector público nacional, elabore el órgano coordinador de los sistemas de
administración financiera;
b) Organizar un sistema de información sobre el mercado de capitales de crédito;
c) Coordinar las ofertas de financiamiento recibidas por el sector público nacional;
d) Tramitar las solicitudes de autorización para iniciar operaciones de crédito público;
e) Normalizar los procedimientos de emisión, colocación y rescate de empréstitos, así
como los de negociación, contratación y amortización de préstamos, en todo el ámbito
del sector público nacional;
f) Organizar un sistema de apoyo y orientación a las negociaciones que se realicen para
emitir empréstitos o contratar préstamos e intervenir en las mismas;
g) Fiscalizar que los medios de financiamiento obtenidos mediante operaciones de
crédito público se apliquen a sus fines específicos;
h) Mantener un registro actualizado sobre el endeudamiento público, debidamente
integrado al sistema de contabilidad gubernamental;
i) Establecer las estimaciones y proyecciones presupuestarias del servicio de la deuda
pública y supervisar su cumplimiento;
j) Todas las demás que le asigne la reglamentación”.

17
El artículo 69 del decreto reglamentario establece atribuciones adicionales de la Oficina
Nacional de Crédito Público:

“Para el cumplimiento de lo determinado en el inciso g) del Artículo 69 de la Ley Nº


24.156, la OFICINA NACIONAL DE CREDITO PUBLICO considerará los informes
producidos al respecto por la SINDICATURA GENERAL DE LA NACION y la
AUDITORIA GENERAL DE LA NACION, como así también los correspondientes al
Sistema de Evaluación Presupuestaria establecido en el marco de los Artículos 17, inciso
k) y 45 de la Ley Nº 24.156.
A los efectos de administrar en tiempo y forma la atención de los pagos por servicios de
la deuda pública de la Administración Nacional, velar por el cumplimiento de los pagos
de los servicios de las deudas contraídas por el resto de los integrantes del Sector Público
Nacional no financiero y dar cumplimiento a lo determinado en el inciso h) del Artículo
69 de la ley, todas las jurisdicciones y entidades del Sector Público Nacional no
financiero deberán proveer a la OFICINA NACIONAL DE CREDITO PUBLICO, la
información y la documentación de respaldo de las solicitudes de desembolsos que
tramiten y de los pagos que realicen en forma directa, como así también atender otros
requerimientos de información relacionados con el mencionado registro, en los plazos y
con las características que dicha Oficina Nacional estipule para cada caso.
En tal sentido, la OFICINA NACIONAL DE CREDITO PUBLICO queda facultada para
dictar las normas específicas y mecanismos de uso obligatorio, relacionados con el
registro de la deuda pública directa y de aquélla garantizada por la Administración
Central, dentro de los procedimientos generales que a tal efecto dicte la CONTADURIA
GENERAL DE LA NACION de la SUBSECRETARIA DE PRESUPUESTO de la
SECRETARIA DE HACIENDA del MINISTERIO DE ECONOMIA Y PRODUCCION
para su integración a los sistemas de contabilidad gubernamental y de unidad de registro
de crédito público, respectivamente, y dentro del marco del Sistema Integrado de
Información Financiera (S.I.D.I.F).
En virtud de lo establecido en el inciso j) del Artículo 69 de la Ley Nº 24.156, la OFICINA
NACIONAL DE CREDITO PUBLICO tendrá competencia para realizar todas aquellas
acciones que se establezcan por medio de los decretos que aprueben la estructura
organizativa del MINISTERIO DE ECONOMIA Y PRODUCCION”.

7- Limitaciones al endeudamiento regladas en la ley 25.917


Los artículos 19 a 26 de la ley Nº 25917 establecen limitaciones para contraer
endeudamiento público; se trata de una ley federal de adhesión que impone obligaciones
a las provincias y a la C. A. B. A., si adhieren al régimen federal de responsabilidad fiscal,
normado por dicha ley, y otorga el beneficio regido por su artículo 26: “El Gobierno
nacional, a través del Ministerio de Economía y Producción, podrá implementar
programas vinculados con la deuda de aquellas jurisdicciones que no cuenten con el
financiamiento correspondiente, en tanto observen pautas de comportamiento fiscal y
financiero compatibles con esta ley. Los programas se instrumentarán a través de
acuerdos bilaterales, en la medida de las posibilidades financieras del Gobierno nacional

18
y garantizando la sustentabilidad de su esquema fiscal y financiero, y el cumplimiento de
sus compromisos suscriptos con Organismos Multilaterales de Crédito”.
Las obligaciones que asumen la C. A. B. A. y las provincias que adhieran son:
a) Deben tomar las medidas necesarias para que los servicios de la deuda instrumentada
no superen el 15 % de los recursos netos de transferencias por coparticipación a
municipios (art. 21 de la ley 25.917). El artículo 71 de la ley 24.156 dispone que los
servicios de la deuda: “estará constituido por la amortización del capital y el pago de los
intereses, comisiones y otros cargos que eventualmente puedan haberse convenido en las
operaciones de crédito público”.
Si se ha superado el porcentaje mencionado, el art. 20 de la ley 25.917 establece que
“deberán presentarse y ejecutarse presupuestos con superávit primario (nivel de gasto
neto del pago de intereses) acordes con planes que aseguren la progresiva reducción de
la deuda y la consiguiente convergencia a los niveles antes definidos”.
Otra consecuencia de superar el porcentaje referido, según el artículo 22 de la ley 25.917,
es que no podrán acceder a un nuevo endeudamiento con excepción de un
refinanciamiento del endeudamiento existente “y en la medida en que tal refinanciación
resulte un mejoramiento de las condiciones pactadas en materia de monto o plazo o tasa
de interés aplicable, y/o los financiamientos provenientes de Organismos Multilaterales
de Crédito, o préstamos con características de repago/devolución similares, y de
programas nacionales, en todos los casos sustentados en una programación financiera
que garantice la atención de los servicios pertinentes”.
b) Deben actualizar sistemáticamente e informar el estado de garantías y avales otorgados,
clasificados por beneficiario, cuando se elevan, al poder legislativo respectivo, los
proyectos de presupuesto de la administración general, que, también, deberán prever las
garantías y avales correspondientes al ejercicio respecto del cual se formula el
presupuesto (art. 23, ley 25.917).
c) La C. A. B. A. y las provincias adheridas para poder endeudarse con organismos no
incluidos al sector público no financiero deberán remitir al gobierno nacional los
antecedentes y documentación correspondiente para que los analice de acuerdo con el
marco macrofiscal reglado en el artículo 2º de la ley 25.917, siendo una condición
necesaria para autorizar las operaciones de crédito público el cumplimiento por parte de
la jurisdicción solicitante de los principios y parámetros de la ley 25.917. Es preciso
aclarar que, además, de los principios reglados por la ley, como el de claridad y de
publicidad en materia presupuestaria, en el capítulo II de dicha ley se establecen reglas
cuantitativas con respecto a la actividad financiera pública.

XI.- Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación

La ley 27.343 creó la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación, como organismo
desconcentrado del Congreso de la Nación. Seguidamente nos referiremos a sus
principales disposiciones.

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El artículo 2º de la ley atribuye a dicha oficina las siguientes funciones, responsabilidades
y facultades:

“1. Analizar las estimaciones de ingresos, gastos, metas físicas y deuda pública
contenidas en el proyecto de ley anual de presupuesto.
2. Apoyar a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y a la Comisión Mixta Revisora
de Cuentas de la Administración en el cumplimiento de sus objetivos.
3. Realizar estimaciones del impacto presupuestario de los proyectos de ley ingresados
a las comisiones de Presupuesto y Hacienda, a solicitud de dichas comisiones.
4. Realizar estudios, análisis y evaluaciones del impacto logrado por políticas y
programas del gobierno en relación a su asignación presupuestaria, a solicitud de las
comisiones de Presupuesto y Hacienda.
5. Llevar a cabo análisis sobre los tributos vigentes, así como del impacto y la eficacia
de los proyectos de ley que propongan modificaciones y/o creación de tributos e
impuestos, a solicitud de las comisiones de Presupuesto y Hacienda.
6. Llevar a cabo estudios sobre las temáticas referidas a federalismo fiscal.
7. Efectuar estudios sobre la sostenibilidad intertemporal de la deuda pública,
incluyendo análisis de la deuda registrada, de la deuda no registrada y de pasivos
contingentes.

8. Promover la incorporación de la perspectiva de género en la asignación de los


recursos presupuestarios. Para ello se utilizarán las herramientas del Presupuesto
Sensible al Género (PSG) al análisis de proyectos, a fin de determinar el presupuesto
destinado a la eliminación de las desigualdades de género. Asimismo, se promoverá la
evaluación presupuestaria, en función de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU).
9. Efectuar un seguimiento del cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 37 de la ley
24.156”.
La ley fija en sus artículos 3º y 4º la información que le debe ser proporcionada a la
Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación por el P.E.N. y por las comisiones del
congreso.
La Oficina de Presupuesto de Congreso de la Nación está a cargo de un director general
con rango de secretario de cámara y cuatro directores con rango de prosecretario de
cámara, que duran 5 años en sus funciones, pudiendo ser reelegidos, según los artículos
6 y 7 de la ley 27.343; los directores estarán a cargo de las direcciones cuyas funciones
son establecidas en el artículo 5º; los funcionarios referidos son elegidos mediante
concurso (art. 6º). La ley establece un Cuerpo de Analistas Profesionales especializados
en las temáticas detalladas en el artículo 5º, reglando sus requisitos de ingreso (art. 10);
dichos profesionales son elegidos por concurso público que debe ser llevado a cabo por
el director general, de acuerdo con lo establecido en el artículo 9º, inciso 12.
La labor de la Oficina de Presupuesto es controlada por la Comisión de Supervisión
Parlamentaria, cuya conformación y atribuciones fija el artículo 8.
Todos los informes de la Oficina de Presupuesto son públicos y serán publicados en los
sitios web de ambas cámaras, según el artículo 14 de la ley.

20
XI.- Reestructuración de la sostenibilidad de la deuda pública
La ley27.544 establece la restauración de la sostenibilidad de la deuda pública emitida
bajo ley extranjera. Con dicha finalidad, el artículo 1º autoriza al P. E. N., en los términos
del artículo 65 de la Ley Nº 24.156 a “efectuar las operaciones de administración de
pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los servicios de vencimiento de intereses y
amortizaciones de capital de los Títulos Públicos de la República Argentina emitidos
bajo ley extranjera.
El Poder Ejecutivo nacional determinará los montos nominales alcanzados por la
presente ley especial”.
Por el art. 3º, la ley autoriza a la autoridad de aplicación que es el Ministerio de Economía,
a la prórroga de jurisdicción a favor de tribunales extranjeros y la renuncia a la inmunidad
de jurisdicción, dejando a salvo la inmunidad de ejecución con respecto a los siguientes
bienes:
“a) Cualquier bien, reserva o cuenta del Banco Central de la República Argentina;

b) Cualquier bien perteneciente al dominio público localizado en el territorio de la


República Argentina, incluyendo los comprendidos por los artículos 234 y 235 del
Código Civil y Comercial de la Nación;

c) Cualquier bien localizado dentro o fuera del territorio argentino que preste un servicio
público esencial;
d) Cualquier bien (sea en la forma de efectivo, depósitos bancarios, valores, obligaciones
de terceros o cualquier otro medio de pago) de la República Argentina, sus agencias
gubernamentales y otras entidades gubernamentales, relacionados con la ejecución del
presupuesto, dentro del alcance de los artículos 165 a 170 de la Ley Complementaria
Permanente de Presupuesto, 11.672 (t.o. 2014);
e) Cualquier bien alcanzado por los privilegios e inmunidades de la Convención de Viena
sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares de 1963, incluyendo, pero no limitándose, a bienes, establecimientos y
cuentas de las misiones argentinas;
f) Cualquier bien utilizado por una misión diplomática, gubernamental o consular de la
República Argentina;
g) Impuestos y/o regalías adeudadas a la República Argentina y los derechos de la
República Argentina para recaudar impuestos y/o regalías;
h) Cualquier bien de carácter militar o bajo el control de una autoridad militar o agencia
de defensa de la República Argentina;
i) Cualquier bien que forme parte de la herencia cultural de la República Argentina; y
j) Los bienes protegidos por cualquier ley de inmunidad soberana que resulte aplicable”.

El art. 4º autoriza al Ministerio de Economía a realizar los actos necesarios para el


cumplimiento de lo normado por la ley, que incluye las condiciones de emisión de los
nuevos títulos, la designación de instituciones y asesores que actúen como coordinadores

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y agentes colocadores, y fija un límite de la retribución global de estos últimos (0,1% por
todo concepto del monto efectivamente canjeado y/o reestructurado).
Al final del art. 4º, se dispone que: “Los contratos que se suscriban en los términos de la
presente ley, no estarán alcanzados por las disposiciones del decreto 1023/01, sus
modificatorios y complementarios”. El decreto 1023/2001 regula las contrataciones del
estado.

Antes del viernes 3 de abril de 2020 se deberán remitir a mi


correo electrónico las respuestas dadas a las diversas cuestiones
del punto b), de la ejercitación que se expone a continuación

Ejercitación
a) Determine si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas
1) Todo pasivo del estado nacional constituye deuda pública, según la ley 24.156.
2º) Nunca las letras emitidas por la Tesorería General de la Nación son deuda pública.
3º) La deuda pública externa es la contraída en moneda extranjera, según la ley 24.156.
4º) Argentina ha renunciado a la inmunidad de ejecución con respecto a los bonos
resultantes del canje realizado en los años 2005 y 2010 (leer los decretos Nº 1735/2004 y
563/2010)
5º) El juez Griesa ordenó el embargo de los fondos destinados al pago de las deudas con
los bonistas que aceptaron los canjes de los años 2005 y 2010, en el juicio “NML Capital
Ltd. contra República Argentina”
6ª) En la causa “Horvath”, la CSJN, por mayoría, declaró inconstitucional el ahorro
obligatorio regido por la ley 23.256.

b) Conteste las siguientes preguntas


1º) ¿Por qué la CSJN en la causa “Claren Corporation” rechazó el exequatur?
2º) ¿Qué medidas ordenó el juez del distrito del área sur de Nueva York para que se
cumpliera la sentencia recaída contra Argentina, en el juicio “NML Capital Ltd. contra
República Argentina”
3º) ¿Estima que las medidas tomadas por el juez Griesa, referidas en el punto anterior,
desprestigia a Nueva York como plaza financiera?
4º) ¿Conoce alguna conversión de títulos públicos, relativamente reciente, acaecida en
nuestro país, a nivel nacional?
5º) Investigue qué ventajas impositivas tienen los bonos nacionales, en nuestro país.
6º) Refiera una norma que permitía cancelar obligaciones tributarias nacionales con
títulos públicos nacionales.

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7º) Investigue si hay casos actuales, en el mundo, de deuda pública que haya sido
considerada odiosa
8º) Ejemplifique, buscando en sitios de Internet, referidos a títulos públicos nacionales,
las siguientes clases de títulos públicos:
a) en moneda nacional y moneda extranjera,
b) con jurisdicción nacional y jurisdicción extranjera
c) con amortizaciones de capital o cuyo capital se devuelve en un solo pago, y,
d) en moneda nacional indexado y en moneda nacional sin indexación
9º) ¿Qué significa que los títulos públicos son escriturales?

c) Analice críticamente la siguiente afirmación


Dado que la República Argentina es un estado soberano, no debiera incluir cláusulas de
prórroga de jurisdicción y de renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana, en las
normas de emisión de empréstitos públicos

d) Analice el voto en disidencia del Dr. Rosatti en la causa “Williams, Elena E. y otro c/
PEN y otro s/ sumarísimo”, del 03/10/2018

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