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Inundaciones

De acuerdo con el glosario internacional de hidrología (OMM/UNESCO, 1974),


la definición oficial de inundación es: “aumento del agua por arriba del nivel
normal del cauce”. En este caso, “nivel normal” se debe entender como aquella
elevación de la superficie del agua que no causa daños, es decir, inundación
es una elevación mayor a la habitual en el cauce, por lo que puede generar
pérdidas. Por otra parte, avenida se define como: “Una elevación rápida y
habitualmente breve del nivel de las aguas en un río o arroyo hasta un máximo
desde el cual dicho nivel desciende a menor velocidad” (OMM/UNESCO, 1974).
Estos incrementos y disminuciones, representan el comportamiento del
escurrimiento en un río.

se entiende por inundación: aquel evento que, debido a la precipitación,


oleaje, marea de tormenta, o falla de alguna estructura hidráulica provoca un
incremento en el nivel de la superficie libre del agua de los ríos o el mar mismo,
generando invasión o penetración de agua en sitios donde usualmente no la
hay y, generalmente, daños en la población, agricultura, ganadería e
infraestructura.

¿Por qué ocurren las inundaciones?


Aún antes de la aparición del hombre sobre la Tierra, el entorno físico mantenía
un equilibrio: el agua que llovía en las zonas montañosas bajaba por los cauces
e inundaba las zonas bajas, para luego volver a su estado inicial (figuras 15a y
15b).

Posterior a la aparición del hombre se desarrollaron asentamientos humanos en


las zonas aledañas a los cuerpos de agua (figura 15c) trayendo consigo,
cuando se desborda una corriente, problemas de inundaciones (figura 15d).
Adicionalmente, la degradación del medio ambiente, tal como la
deforestación, la erosión, etc., modifica la respuesta hidrológica de las cuencas,
incrementando la ocurrencia y la magnitud de inundaciones (figura 15e y 15f).
La modificación del terreno en las cuencas (cambio en los usos del suelo),
produce daños cada vez más considerables por efecto de las inundaciones,
debido a que:

• Se producen crecientes mayores que las que habían ocurrido (avenidas


históricas) cuando las cuencas eran naturales o la degradación del medio
ambiente era mínima.

• El tiempo que debe transcurrir para que los efectos de una inundación sean
percibidos por la población ha disminuido, provocando que en ocasiones la
respuesta de las autoridades y de la población se vea comprometida.

Clasificación de las inundaciones

Las clasificaciones más comunes obedecen a su origen, o bien, al tiempo que


tardan en presentarse sus efectos.

De acuerdo con su origen

En este punto se trata de identificar la causa de la inundación. Los principales


tipos son:

Inundaciones pluviales

Son consecuencia de la precipitación, se presentan cuando el terreno se ha


saturado y el agua de lluvia excedente comienza a acumularse, pudiendo
permanecer horas o días.

Su principal característica es que el agua acumulada es agua precipitada sobre


esa zona y no la que viene de alguna otra parte (por ejemplo, de la parte alta
de la cuenca).

La República Mexicana es afectada por precipitaciones originadas por


diferentes fenómenos hidrometeorológicos. En verano (de junio a octubre) las
lluvias más intensas están asociadas con la acción de ciclones tropicales que
afectan gran parte del territorio nacional. En cambio, durante el invierno los
frentes fríos son la principal fuente de lluvia.

A estos fenómenos se suman el efecto ejercido por las cadenas montañosas


(lluvia orográfica), además del convectivo, que ocasiona tormentas de corta
duración y poca extensión, pero muy intensas (lluvias convectivas).

Causas de la precipitación

El vapor de agua, al condensarse en las capas altas y frías de la atmósfera, se


transforma en nubes que se presentan en diversas formas: cúmulos, cirros,
estratos y nimbos; de acuerdo con el contenido de vapor de agua que se
condensa, se convierte en gotas de agua. Al estar suficientemente grandes
aumenta su peso y velocidad, haciendo que se precipiten hacia el suelo en
forma de lluvia.

Los principales mecanismos a través de los que se genera la precipitación son:


1. Ciclones tropicales

Al transportar grandes cantidades de humedad, los ciclones tropicales pueden


provocar tormentas de larga duración, del orden de varios días y abarcar
grandes extensiones. Por lo que pueden ser causa de inundaciones en las
principales cuencas del país, principalmente en aquéllas que vierten hacia el
golfo de México o hacia el océano Pacífico.

2. Lluvias orográficas

Se originan con las corrientes de aire húmedo que chocan con las barreras
montañosas, provocando su ascenso y consecuente enfriamiento, lo que da
lugar para su condensación y, como resultado, la ocurrencia de precipitación
en el lado por donde sopla el viento (barlovento) hacia las montañas.

3. Lluvias invernales (frentes fríos)

Consisten en el desplazamiento de frentes de aire frío procedentes de la zona


del Polo Norte. En el país, la zona más afectada por este tipo de fenómenos
meteorológicos es la noroeste, donde se originan precipitaciones importantes;
sin embargo, también afectan la vertiente del golfo de México y la península de
Yucatán. Las grandes avenidas ocurridas en los ríos Fuerte y Yaqui en Sinaloa y
Sonora, son consecuencia de este tipo de fenómenos.

4. Lluvias convectivas

Las lluvias convectivas tienen su origen en el calentamiento de la superficie


terrestre, ya que algunas áreas de la superficie de la tierra absorben mejor que
otras los rayos solares, por ello, el aire en contacto con esas “zonas cálidas” llega
a calentarse más que en los alrededores, lo que da lugar a corrientes verticales
con las que asciende el aire caliente húmedo.

Inundaciones fluviales

Se generan cuando el agua que se desborda de los ríos queda sobre la


superficie de terreno cercano a ellos.

A diferencia de las pluviales, en este tipo de inundaciones el agua que se


desborda sobre los terrenos adyacentes corresponde a precipitaciones
registradas en cualquier parte de la cuenca tributaria y no necesariamente a
lluvia sobre la zona afectada.

Es importante observar que el volumen que escurre sobre el terreno a través de


los cauces, se va incrementando con el área de aportación de la cuenca, por
lo que las inundaciones fluviales más importantes se darán en los ríos con más
desarrollo (longitud) o que lleguen hasta las planicies costeras.

Inundaciones costeras

Se presentan cuando el nivel medio del mar asciende debido a la marea y


permite que éste penetre tierra adentro, en las zonas costeras, generando el
cubrimiento de grandes extensiones de terreno. La marea de tormenta es
generada por los vientos de los ciclones tropicales sobre la superficie del mar y
por la disminución de la presión atmosférica en el centro de estos meteoros. Por
su parte, el oleaje en el océano puede ser provocado por diferentes factores;
sin embargo, su causa más común es el viento. La suma de los efectos de ambos
fenómenos, puede causar importantes estragos. En el fascículo de Ciclones
Tropicales (Jiménez, et al, 2003), puede encontrarse más información al
respecto.

Inundaciones por falla de infraestructura hidráulica

Existe una causa que puede generar una inundación, aún más grave que las
antes mencionadas: si la capacidad de las obras destinadas para protección
es insuficiente, la inundación provocada por la falla de dicha infraestructura
será mayor que si no existieran obras.

Afortunadamente las inundaciones por insuficiencia de obras de


almacenamiento y control han sido poco frecuentes. En 1976, el huracán Liza
produjo lluvias extraordinarias que hicieron fallar uno de los bordos del arroyo El
Cajoncito, afectando la ciudad de La Paz, en el estado de Baja California Sur.
Durante el año de 1973, la falla de la presa El Conejo y algunas otras represas
pequeñas provocaron una inundación en la zona del Bajío. En el año 2003, la
falta de mantenimiento, debido a la conclusión de la vida útil de la
infraestructura, propició la falla de la presa Dolores en San Luis Potosí y la presa
El Capulín en Zacatecas.

Movimientos en masa
Movimientos en masa es un término amplio para designar cualquier tipo de
movimiento ladera abajo del terreno. En un sentido más restringido, los
movimientos en masa se refiere a un rápido movimiento ladera abajo de rocas
o suelo en forma de una masa más o menos coherente. En este capítulo se
consideran los deslizamientos del terreno en ese sentido restringido. También
veremos los fenómenos relacionados de flujos de tierra y flujos de detritos, caídas
de rocas y avalanchas. Por comodidad, a veces nos referimos a todos ellos
como deslizamientos.

Procesos de ladera
Las laderas son las formas del terreno más comunes en la Tierra. Aunque la
mayoría de las laderas parecen estables y estáticas, son en realidad sistemas
dinámicos y en evolución. Los procesos activos en estos sistemas por lo
general no producen pendientes uniformes. Más bien, la mayoría de las laderas
están compuestas por varios segmentos que son rectos o curvos.

Tipos de movimientos en masa(deslizamientos)

Los materiales geológicos que constituyen las laderas pueden fallar y moverse
o deformarse de varias maneras. Caída se refiere a la caída libre de mate-rial
de la tierra, como desde el escarpe libre de un cantil. Desprendimiento es el
movimiento pen-diente abajo de un bloque coherente de material de la tierra.
Deslizamiento de roca o suelo es el desprendimiento a lo largo de un plano de
deslizamiento curvo que produce bloques de deslizamiento. Flujo es el
movimiento ladero abajo de material sin consolidar en el cual las partículas se
trasladan y mezclan en masa. El flujo muy lento se denomina arrastre; un flujo
rápido puede ser un flujo de tierra, un flujo de detritos o una avalancha.

Los movimientos de ladera se clasifican según cuatro importantes variables:(1)


el mecanismo del movimiento (desprendimiento, caída, flujo o movimiento
complejo), (2) el tipo de material de la tierra (por ejemplo, roca compacta,
sedimento blando consolidado o material suelto sin consolidar, (3) cantidad de
agua presente y (4) velocidad del movimiento. En general, el movimiento se
considera rápido si puede apreciarse a simple vista; de otro modo, se
clasifica como lento. La velocidad real varía desde un arrastre lento de unos
cuantos milímetros o centímetros al año, pasando por uno muy rápido de 1,5
metros al día, hasta uno extremadamente rápido de 30 metros o más por
segundo.
Inestabilidad de laderas
La inestabilidad de laderas es, en ocasiones, el resultado de la combinación de
varios factores, ya sea naturales o humanos. Uno de ellos es la acción del
hombre cuando deforesta los bosques y cambia el uso del suelo, modificando
las condiciones de equilibrio de la ladera. Otros son el relieve orográfico, el tipo
de suelo, la presencia de sismos y, por supuesto, la lluvia intensa o abundante.

La inestabilidad de laderas depende tanto de factores naturales como


humanos. Entre los primeros destaca el clima, en especial por la influencia de la
temperatura, humedad y, sobre todo, de la lluvia. Por otro lado, la deforestación
provocada por el hombre y los asentamientos humanos en las laderas,
frecuentemente de tipo irregular, aumentan las posibilidades de que éstas se
deslicen y constituyan enormes amenazas para la población, sus bienes y su
entorno.

¿Cómo influye el clima en la estabilidad de las laderas?


México cuenta con una diversidad de climas, la cual comprende climas cálidos-
subhúmedos en 23% del territorio nacional; secos en 28%, muy secos en 21% y
templados subhúmedos en 21 %. También cuenta con climas cálidos con
temperaturas medias anuales mayores que 26°C y climas fríos con temperaturas
medias anuales menores que 10°C. En la figura 3 se muestra la distribución de
los climas en el territorio nacional.

La capa exterior de la corteza terrestre, conocida como suelo, es la que está


expuesta a la acción del clima y puede sufrir serias alteraciones físicas, sobre
todo debido a la humedad excesiva de un clima tropical, una nevada intensa
o a las lluvias copiosas, aún en climas muy secos.

El clima puede causar cambios en las propiedades físicas del suelo que
propicien que una ladera pierda su estabilidad y que entonces pueda moverse.
Aunque los movimientos pueden tomar varios años para que sucedan, el
proceso puede ser acelerado por la acción del hombre, por un sismo o, incluso,
por el mismo clima cuando ocurre un fenómeno extremo como es el caso de
una lluvia Figura 3. La distribución de climas en México (fuente: INEGI). intensa
provocada, por ejemplo, por la presencia de un huracán.

La combinación de diversos factores internos (composición del suelo, geología,


resistencia, etc.) y externos (clima, deforestación, sismos, etc.) de una ladera son
los que pueden propiciar su inestabilidad. Por ejemplo, la combinación de un
sismo y después de éste, intensas lluvias pueden provocar una buena cantidad
de deslizamientos (como ocurrió en El Salvador, en 2001), o bien, un volcán
activo, con gran cantidad de suelo y rocas sueltas depositadas en sus laderas,
más la presencia de lluvias fuertes, pude originar un flujo de escombros o de
lodos (como fue el caso de Nicaragua con el huracán Mitch, en 1998).
¿Cómo afecta la lluvia a la ladera?
Los efectos de la lluvia en la ladera se pueden entender al revisar el transporte
de agua en la atmósfera y en la tierra (ciclo hidrológico). En la figura 9 se
observa la forma en que el agua realiza un ciclo, el cual inicia cuando ésta se
evapora en los océanos debido al calentamiento producido por el sol y sube a
la atmósfera formando nubes. Los vientos transportan las nubes a la masa
continental donde pueden generarse lluvias. Al caer el agua de lluvia sobre la
superficie terrestre, es interceptada en parte por la vegetación, una parte
escurre sobre el suelo (flujo superficial), otra es absorbida por éste (infiltración) e
incluso sirve de recarga al agua subterránea (percolación). El agua que escurre
sobre el suelo carga en ríos, arroyos y lagos, como escurrimiento superficial. El
agua que se precipita en la tierra, fluye hacia el mar como destino final, ya sea
por medio de la infiltración, agua subterránea o por el escurrimiento superficial,
comenzando con ello nuevamente el ciclo hidrológico.
¿Medir la lluvia sirve como un parámetro de alerta en el deslizamiento de
una ladera?
Si se estudian estadísticamente las lluvias y los escurrimientos medidos con
aparatos, y se revisan contra valores máximos admisibles, se puede estimar la
probabilidad de que una ladera se vuelva inestable. Este factor se debe tomar
en cuenta para identificar zonas de riesgo por inestabilidad de laderas
provocadas por lluvias intensas.

La medición de lluvia proporciona un dato muy


importante para lograr la detección y pronóstico
oportunos de la inestabilidad de una ladera. En caso de
no contar con mediciones, es primordial comenzar con
ello y, como opción temporal, se pueden utilizar
aparatos de bajo costo de medición de lluvia instalados
en aquellas zonas con problemas de inestabilidad de
laderas (figura 10).

¿Cómo influye la deforestación en el proceso de inestabilidad de una


ladera?
La vegetación natural juega un papel importante en la ladera, puesto que su
comportamiento difiere dependiendo si se trata de un bosque, estepa, desierto,
pradera o selva. Cuando ocurre una lluvia, los árboles y las plantas interceptan
una parte del agua en sus ramas y hojas y otra porción de agua es retenida por
las raíces en el suelo. Ello permite que una menor cantidad de agua escurra en
la superficie y a su vez se reduzca la velocidad en ríos y arroyos; por otro lado,
la vegetación evitará la erosión del suelo debida a la lluvia, y mejorará su
resistencia al servir las raíces como armazón, evitando su desgajamiento. En
cambio, un suelo sin vegetación debido a la acción del hombre (deforestación)
o por circunstancias naturales, se satura rápidamente y conduce un mayor
volumen de escurrimiento, por ello, la deforestación acelera las condiciones
para que ocurra la erosión de los suelos por el efecto de las gotas en el suelo,
debilitando su estructura.

Subsidencia
La subsidencia es un tipo de colapso del terreno caracterizado por una
deformación casi vertical o el asentamiento de los materiales de la tierra. Este
tipo de colapso del terreno puede ocurrir en pen-dientes o en terreno llano. Con
frecuencia produce hoyos circulares en la superficie pero puede producir un
patrón lineal o irregular. La subsidencia está asociada normalmente a la
disolución de rocas solubles, como caliza, por debajo de la superficie. El paisaje
resultante tiene depresiones cerradas y se conoce como topografía kárstica.
Otras causas importantes de hundimiento son la descongelación de suelo
helado, la compactación de sedimento recientemente depositado y la
contracción de suelos expansivos.

Dolinas

En zonas de kársticas el tamaño de las dolinas varía de uno a varios cientos de


metros de diámetro y pueden abrirse muy rápidamente. Hay dos tipos básicos
de dolinas:

1.Dolinas de disolución

Estas cavidades se forman por disolución en la parte alta de una superficie de


sustrato enterrado. La disolución tiene lugar donde la infiltración de agua
subterránea ácida se concentra en huecos crea-dos por diaclasas y fracturas.
En la formación de estas dolinas el agua subterránea normalmente se
concentra en una zona por encima de una o quedad en la caliza, como el
agua que es arrastrada a un desagüe.

2.Dolinas de colapso

Son el tipo de dolina más común. Se forman por el colapso de material


superficial o cercano a la superficie en parte de un sistema de cavernas
subterráneas. Como fenómenos de subsidencia estas dolinas pueden
transformarse en impresionantes estructuras de colapso.

Efectos de la subsidencia
Dos de los tipos más comunes de subsidencia, karst y suelos expansivos, causan
un daño económico considerable cada año. Las regiones kársticas propicias
para gran cantidad de problemas tales como el colapso de dolinas, la
contaminación de aguas subterráneas y un suministro variable de agua. La
subsidencia en suelos expansivos daña con frecuencia autopistas, edificios,
tuberías y otras estructuras. Daños adicionales por subsidencia tienen lugar en
deltas marinos, humedales drenados y en muchas zonas en las que subyace el
permahielo.

Colapso de dolinas

Las dolinas han causado un daño considerable en autopistas, viviendas,


instalaciones de aguas residuales y otras estructuras. Las oscilaciones tanto
naturales como artificiales del nivel freático son probablemente el mecanismo
desencadenante para el colapso de dolinas. Un nivel elevado del agua
subterránea agranda las cavidades cerca de la superficie de la Tierra al disolver
el techo y los lados de las cuevas. Mientras una cavidad permanece llena de
agua, la sustentación del agua ayuda a soportar el peso del terreno que la
recubre. El descenso en el nivel del agua subterránea elimina en parte el apoyo,
y el techo de la cueva puede derrumbarse. Esta situación se puso de manifiesto
de manera espectacular en Winter Park, Florida, el 8 de mayo de1981 cuando
empezó a desarrollarse una gran dolina de colapso. La dolina creció con
rapidez y en 24 horas se había tragado una casa, parte de la piscina
comunitaria, la mitad de una autopista de seis carriles, parte de tres negocios
y aparcamientos que contenían varios Porsches y una camioneta. El daño
ocasionado por esta dolina pasó de los dos millones de dólares.

Conexiones entre subsidencia y otros riesgos naturales


Como se ha mencionado anteriormente, la subsidencia puede ser un efecto
lateral de terremotos, volcanes y cambio climático. Sin embargo,
la subsidencia puede provocar también que ocurran otros riesgos naturales.
Como se ha descrito para el delta del Mississippi, la conexión entre subsidencia
e inundación es normal. En zonas que experimentan una subsidencia rápido, en
especial aquellas que se están hundiendo también por el bombeo excesivo de
agua subterránea, las inundaciones pueden ser un grave problema. Al estar la
tierra más baja en relación con la masa de agua circundante, la incidencia
de la inundación aumenta. En muchas ciudades en crecimiento hay una
elevada demanda de agua potable pura. Por desgracia, esta demanda
conduce a la extracción de agua subterránea, lo que con frecuencia agota las
reservas más rápido de lo que pueden ser repuestas. Debido a la extracción
de agua subterránea, las inundaciones costeras y fluviales se han hecho mucho
más comunes y graves en ciudades costeras bajas como Bangkok, Tailandia. La
subsidencia también tiene conexiones directas con el cambio climático. En
zonas áridas, las condiciones de sequía normalmente bajan el nivel freático.

Interacción humana con la subsidencia


Como acabamos de ver, la subsidencia puede causar problemas y
proporcionar beneficios. Normalmente cuando viven seres humanos en zonas
en las que subyacen karst, sedimento y suelo compactado, permafrost o suelos
expansivos, los problemas ya existentes se agra-van y surgen otros nuevos. Los
seres humanos contribuyen a problemas asociados con la subsidencia por
extracción de fluidos subterráneos, excavación de minas subterráneas, fusión
de suelo congelado, restricción de la sedimentación deltaica, drenaje de suelos
orgánicos y utilización de malas prácticas de diseño del paisaje en suelos
expansivos.

Los seres humanos agravan la subsidencia por extracción de fluidos del


subsuelo, excavación subterránea, fusión de permafrost, reducción de la
acumulación de sedimento en los deltas, drenaje de suelos orgánicos y la
utilización de un diseño del paisaje y unas prácticas de drenaje deficientes en
suelos expansivos. La subsidencia natural es difícil de prevenir, pero la
subsidencia inducida por los seres humanos puede evitarse o reducirse. Los
métodos para limitar la subsidencia inducida por los seres humanos incluyen
inyectar agua duran-te la producción de petróleo crudo y regular el bombeo
de agua subterránea y la minería subterránea. Los problemas con los suelos
expansivos pueden ser minimizados con una construcción y unas técnicas de
diseño del paisaje responsables. La comprensión de la geología local y de
los sistemas hidrológicos puede ayudar a prevenir la contaminación del agua
en zonas kársticas.
Heladas
La helada es la disminución de la temperatura del aire a un valor igual o inferior
al punto de congelación del agua 0°C (WMO, 1992). La cubierta de hielo, es
una de sus formas producida por la sublimación del vapor de agua sobre los
objetos; ocurre cuando se presentan dichas temperaturas (Ascaso y Casasls,
1986). Figura 1. Comportamiento horario de la temperatura Las heladas se
presentan particularmente en las noches de invierno por una fuerte pérdida
radiactiva. Suele acompañarse de una inversión térmica junto al suelo, donde
se presentan los valores mínimos, que pueden descender a los 2°C o aún más.
Desde el punto de vista agroclimático, es importante considerar a dicho
fenómeno, dados sus efectos en el sector agrícola (Engelbert, 1997). Pero es
relevante, aunque en menor grado, las afectaciones a la salud de la población
que es influenciada por las olas de frío (Eagleman, 1983).

Factores meteorológicos que intervienen en la ocurrencia de


heladas
Los cambios en la atmósfera que modifican a las condiciones del tiempo se les
identifica como fenómenos meteorológicos; cuando abarcan extensas zonas
del planeta se les nombra macrometeorológicos. Ejemplos de éstos son el
balance regional de la radiación y la circulación de los vientos. Los factores
macrometeorológicos condicionan la época de ocurrencia y la extensión de
las regiones donde se desarrollan las heladas.

Elementos meteorológicos que afectan la formación de


heladas
El estado de la atmósfera se manifiesta a través de elementos del tiempo, como
son la temperatura, la precipitación, la humedad, la dirección y velocidad del
viento, la presión atmosférica, la nubosidad, la radiación solar y la visibilidad.
Éstos varían de un lugar a otro y a lo largo del tiempo. Los principales elementos
del tiempo que influyen en la formación de las heladas son el viento, la
nubosidad, la humedad atmosférica y la radiación solar.
Huracanes
Un ciclón tropical es un sistema atmosférico cuyo viento circula en dirección
ciclónica, esto es, en el sentido contrario a las manecillas del reloj en el
hemisferio norte, y en el sentido de las manecillas del reloj en el hemisferio sur.
Como su nombre lo indica, el ciclón tropical se origina en las regiones tropicales
de nuestro planeta. Como la circulación ciclónica y bajas presiones
atmosféricas relativas normalmente coexisten, es común usar los términos ciclón
y baja de forma intercambiable.

En latitudes templadas los ciclones son referidos como depresiones o ciclones


extratropicales, y el término ciclón se usa sólo para referirse a los ciclones
tropicales. Estos últimos, en su etapa más intensa, son conocidos por varios
nombres, según las regiones en donde ocurren:

a) En el océano Atlántico, golfo de México y mar Caribe son conocidos como


huracanes.

b) En el mar de Arabia y la bahía de Bengala como ciclones.

c) En el mar de China y la costa de Japón como tifones.

d) En el océano Índico, al este de Mauricio y Madagascar, como ciclones.

e) En el océano Pacífico del noreste como huracanes.

f) En el Pacífico Sur, al este de Australia y Samoa como huracanes y willy willy. En


las Filipinas son conocidos como baguios.

Estructura

Un esquema general de la estructura de un ciclón tropical es mostrado en la


figura 3, en donde está exagerada la escala vertical; los ciclones tropicales
tienen un diámetro de varios cientos de kilómetros y una altura de alrededor de
15 km.
Clasificación
Los ciclones tropicales están entre los sistemas meteorológicos más peligrosos y
destructivos de la Tierra. Mientras la estructura y funcionamiento de una
tormenta tropical madura son conocidos, su origen aún no es bien entendido.
La etapa antecedente de un ciclón tropical es conocida en América como
Perturbación Tropical; los ciclones tropicales se caracterizan por una circulación
cerrada de sus vientos y se dividen en fases de acuerdo con la velocidad de su
Viento Máximo Sostenido en superficie (VMS):

La escala Saffir-Simpson para huracanes


Esta escala ha sido utilizada por los oficiales de seguridad pública en los Estados
Unidos de América como una estimación del daño potencial por viento y marea
de un huracán próximo. La escala de daño potencial indica los daños
materiales probables, pero debe usarse con cautela para el caso de regiones
fuera de los E. U. A. a) Depresión Tropical: VMS menor a 63 km/h. b) Tormenta
Tropical: VMS entre 63 y 118 km/h. c) Huracán: VMS mayor a 118 km/h.
Efecto del fenómeno de El Niño en los ciclones tropicales
De acuerdo con estudios sobre el fenómeno de El Niño, el cual tiene un impacto
sobre el clima mundial, la presencia de dicha manifestación provocaría una
disminución del número de ciclones tropicales en el océano Atlántico. Por otro
lado, durante el fenómeno de La Niña, es decir, la ocurrencia de un
enfriamiento del mar mayor al normal frente a las costas de Perú, se observa un
número parecido al promedio histórico de ciclones tropicales en el Caribe y
golfo de México (10.3 al año). En el océano Pacífico no se observa un efecto en
el número de ciclones tropicales, ya que el promedio histórico es de 15.2 al año.

Sequia

“La sequía es un lapso caracterizado por un prolongado y anormal déficit de


humedad”. Su magnitud, duración y severidad se consideran relativos, ya que
sus efectos están directamente relacionados con las actividades humanas; es
decir, si no hay requerimientos por satisfacer, aun habiendo carencia total del
agua, la ocurrencia de la sequía es discutible.

Debido a que la sequía es un fenómeno hidrometeorológico complicado de


describir y que tiene diferentes facetas, es necesario adoptar algún punto de
referencia que permita acotar el estudio de este fenómeno. Para tal efecto, y
considerando que la falta de lluvia es el factor determinante para la ocurrencia
de las sequías, se puede aceptar la siguiente definición: “La sequía es un
fenómeno meteorológico que ocurre cuando la precipitación, en un lapso, es
menor que el promedio, y cuando esta deficiencia es lo suficientemente grande
y prolongada como para dañar las actividades humanas”.
Sequía intraestival
En la mayor parte de México, el régimen de precipitación presenta dos
comportamientos durante el año, por lo que se tiene una época de lluvias y una
época de estiaje (en este tiempo hay poca o ninguna lluvia). Durante la época
de estiaje puede ocurrir una sequía por la escasez de agua (figura 9 y 10). Al
iniciar la temporada de lluvias, las sequías pueden terminar, puesto que, se
tienen las condiciones de humedad en el suelo necesarias para el desarrollo de
la vegetación y aumenta la cantidad de agua en lagos y vasos de las presas,
se recargan los mantos acuíferos, etc. Este tipo de sequía es la menos dañina,
ya que dura algunos meses y la población suele prepararse para afrontarla. En
México, se tienen dos regiones con diferentes épocas de lluvias. Mientras que
en la mayoría de los estados del país la temporada de lluvias está comprendida
entre los meses de mayo y octubre, en otra parte del país, sobre todo los estados
del noroeste del país, las lluvias se presentan en el invierno.

Índices de sequías

Con el fin de comparar las diferentes sequías que se dan en una región se utilizan
varios índices. La mayoría de estos índices se usan para identificar las
características meteorológicas de una región. Entre otros se anotan los
siguientes índices: de Lang, Martonne, Thornthwaite, Prescott, Capot-Rey,
Bailley, Moral y Palmer. A pesar de sus limitaciones, el uso de estos índices
proporciona una medida comparativa del impacto y de la severidad de las
sequías de distintos sitios y épocas. El índice más utilizado es el de Palmer al cual
se hace referencia con el término PDSI, derivado de sus siglas en inglés Palmer
Drought Severity Index. Índice de Palmer

El índice de sequía de Palmer es usado en el campo de climatología y


meteorología para señalar un prolongado déficit de humedad (Alley, 1984). Este
índice se basa en el balance de humedad de agua mediante la precipitación
(HP) y la humedad del suelo tomando en cuenta el suministro (HS), la
evaporación (HE), la recarga del subsuelo (HR) y el escurrimiento ( E ). PDSI = f
(HP, HS, HE, HR, E) En 1965, Palmer usó datos de sequías del centro del estado de
Iowa y el este del estado de Kansas, en los Estados Unidos de América. El período
seco fue definido como una sequía extrema y la condición cercana a la normal
fue subdividida dentro de tres categorías:

Severa (PDSI = -3.0)

Moderada (PDSI = -2.0)

Suave (PDSI = -1.0)

La sequía, como fenómeno natural asociado al ciclo hidrológico, ha sido poco


estudiada y no precisamente por carecer de importancia, sino por lo
complicado que resulta analizarla debido a los múltiples factores que son causa
y efecto de la misma. De hecho, el reconocimiento de la sequía como
fenómeno hidrológico extremo, dista mucho de tener las características de otros
como son las grandes avenidas. Por ello, se ha llegado a mencionar que la
sequía es un «no evento», debido a que su ocurrencia, sobre todo en su inicio,
no es fácilmente detectable como tal, sino que se le reconoce por los efectos
que causa después de un cierto tiempo (figura 13).

Para la caracterización de la sequía es muy importante determinar su duración,


su intensidad o valor promedio del déficit de humedad y la severidad en
términos del valor acumulado del déficit, de tal manera que estos parámetros
ayudan en la difícil tarea de su catalogación.

Causas de las sequías


Las principales causas de las sequías están relacionadas con cambios en las
presiones atmosféricas y alteraciones en la circulación general de la atmósfera
(variaciones de los vientos a escala planetaria), así como modificaciones en la
cantidad de luz solar reflejada en la superficie de la Tierra, cambios en la
temperatura de la superficie de los océanos e incrementos en las
concentraciones de bióxido de carbono en la atmósfera, que a su vez
ocasionan variaciones espacio-temporales de las precipitaciones.

Efectos de la sequía
El principal efecto de la sequía es hambre y sed, y en su última consecuencia,
la muerte, tanto de animales y plantas, o inclusive, de seres humanos. Los
efectos de una sequía se dejan sentir en el aspecto económico y social, ya que
las pérdidas en cosechas, animales, disminución de la producción industrial, y
otros, ocasionan la reducción del poder adquisitivo de la población, la
migración obligada de la fuerza laboral hacia otras regiones menos afectadas
y cierto retroceso en el nivel de vida.

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