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Deuda Externa

La deuda externa alude a todas aquellas deudas que un


determinado país posee en relación a finanzas públicas a diferentes
instituciones bancarias a nivel mundial, es decir se habla de las deudas que
acumula un país con respecto a entidades extrajeras. En muchas
ocasiones esta deuda equivale a periodos difíciles que enfrenta el país deudor
o diferentes problemáticas que no pueden ser solucionadas debido a la
carencia de recursos por parte del sector público, lo que genera entonces que
países, especialmente países del tercer mundo como lo son los países latinos,
recurran a obtener préstamos o diferentes tipos de acuerdos por parte
de territorios extranjeros o, como por ejemplo de otras entidades como el
Banco Mundial con el fin de solventar ciertas necesidades dentro de su
territorio.

Según el Banco de la Republica Se entiende por deuda externa bruta el monto,


en un determinado momento, de los pasivos contractuales desembolsados y
pendientes de reintegro que asumen los residentes de un país frente a no
residentes, con el compromiso de realizar el futuro pagos de principal, intereses
o ambos. La estadística de deuda externa incluye el financiamiento obtenido
bajo las modalidades de préstamos bancarios, créditos comerciales o de
proveedor, títulos de deuda (bonos) y arrendamiento financiero. Las
estadísticas de deuda externa publicadas no incluyen pasivos de corto plazo
por inversiones de portafolio en Colombia.

La deuda externa con respecto a otros países, comúnmente se da a través de


organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.
El principal argumento para que un país contraiga una deuda es que
teóricamente permite conservar los recursos propios y recibir recursos ajenos
para explotar, procesar o producir nuevos bienes y servicios. Sin embargo, se
vuelve un problema cuando dicho dinero no se utiliza en aquello para lo que fue
solicitado, cuando se usa de manera ineficiente o cuando las condiciones de
devolución se endurecen ya sea por incumplimientos anteriores del deudor o
por presiones externas para modificar la política económica.
Origen
En 1973 el precio del petróleo se multiplicó por cuatro. Los países productores
ganaban enormes cantidades de dinero, y bancos privados acudieron a estos
países con tipos de interés extremadamente bajos. El 60 % de los créditos
fueron a países empobrecidos. En el caso de América Latina, varios países de
la región se encontraban bajo regímenes dictatoriales, que contrajeron deuda
de manera imprudente o deliberada.
A finales de 1979 sucedieron cuatro hechos perjudiciales para estos países:

1. Subieron los tipos de interés (se multiplicaron por cuatro desde finales
del año 1970 hasta principios del año 1980), lo que precipitó la crisis de
la deuda del año 1982, que se manifestó con fuerza en los países
latinoamericanos. En ese momento, se fomentó la adquisición de
nuevos préstamos para hacer frente al pago de deudas impagables,
provocando a raíz de esto la catástrofe económica de esa década y la
multiplicación de la deuda.
2. Se apreciaba fuertemente el dólar.
3. Cayó el comercio mundial y se despreciaron las exportaciones del Sur
que no eran petróleo.
4. Se iniciaron los planes de ajuste estructural.
Se llegó entonces a una situación, que metafóricamente explicaba el
analista Ignacio Ramonet, en la que los países del Tercer Mundo invertían más
dinero en devolver los intereses de esa deuda que en su propio desarrollo:1
Usted para comprar un piso, pide un crédito de 20 millones con un interés al
5 %, pero a los tres meses el banco le sube el interés al 8 % y uno no puede
quejarse. A los 6 meses, se lo sube al 20 %, con lo que el préstamo que pidió
podría haberlo pagado, pero con este ya no puede […] Esto es lo que ha
pasado con la deuda externa. […] Ahora [los países pobres] están obligados a
exportar con el objetivo de conseguir divisas para pagar los intereses de su
deuda exterior. De esta forma, el país está volcado al comercio exterior y ello le
impide ocuparse de su mercado interior.
Entre otras causas, la fuga de capitales privó a estos países de una fuente de
ahorro interno imprescindible para el impulso del propio desarrollo.

Deuda ODiosa
Existe también el concepto de Deuda odiosa, aplicado por primera vez en 1898
para establecer como ilegítima la deuda que Filipinas tenía con España, una
vez que España había sido derrotada y perdido su colonia frente a Estados
Unidos.
La doctrina de deuda odiosa significa que un pueblo no es responsable de la
deuda en que hayan incurrido gobernantes impuestos por la fuerza. Esta
doctrina está presente en la discusión de la deuda externa de algunos estados
donde la deuda externa ha sido engrosada por dictaduras y gobiernos no
representativos, con fines de enriquecimiento personal o corporativo, o para la
represión social y política. Tal es el caso en la República Argentina
En 1927, Alexander Sack, profesor de derecho internacional, definía en estos
términos la deuda execrable:
Si un poder despótico incurre en una deuda no por las necesidades o los
intereses del Estado sino para otorgar mayor fuerza a su régimen despótico,
para reprimir a la población que se le enfrenta, etc., esta deuda es odiosa para
la población de todo ese país.3
El economista Jeff King, luego de aclarar que no es "su" definición sino un
resumen de todo cuanto leyó acerca de la deuda execrable u odiosa, la define
con precisión:
Deudas odiosas son aquellas contraídas contra los intereses de la población de
un país y con el completo conocimiento del acreedor.
Características de la deuda externa

De principios de siglo XX hasta su fin fueron cinco las características que


asumió la deuda externa latinoamericana:

1. Su Privatización.

2. Su Bancarización.

3. Su Norteamericanización.

4. Su Dolarización.

5. Su Vencimiento a Largo Plazo.

1. Su Privatización. La deuda pública externa se privatizó en el sentido de que


los créditos contratados fueron de origen privado y no de origen oficial en su
mayoría. Es decir, no provinieron de otros gobiernos extranjeros, pues estos
enfrentaron poca capacidad de crear excedente de ahorro que permitiera a su
vez otorgar préstamos a otros países que lo requieran (excepto Japón).

2. Su Bancarización. El origen de los créditos obtenidos, estuvo representado


por la Banca Privada Internacional y los contratos se realizaron bajo
condiciones de mercado, tratando el país receptor del crédito como cliente. Los
créditos fueron generalmente a corto y mediano plazo. La Banca Privada
Internacional que está ubicada en países altamente industrializados asumió el
papel de oferentes de crédito y los países subdesarrollados, que fueron los
receptores, asumieron el papel de demandantes del crédito.

3. Su Norteamericanización. La mayoría de la Banca Comercial acreedora de


Latinoamérica era estadounidense, siguiendo otros países europeos y Japón.

4. Su Dolarización. La mayoría de los créditos que se hicieron en la región se


establecieron en dólares estadounidenses, aunque también existió deuda
externa contratada en otras divisas europeas y el yen japonés.

5. Su Vencimiento a Largo Plazo. El mayor porcentaje de la deuda externa se


contrató o reestructuró a largo plazo (más de cinco años) lo que pretendió dar
un margen de maniobra a los países deudores.

Con lo anterior se puede observar que el cartel de acreedores de los países


latinoamericanos estuvo constituido de manera secuencial por:

 Los bancos comerciales de Estados Unidos, Japón y Europa.

 Por los organismos financieros internacionales en los cuales tiene mayor


influencia los Estados Unidos, Japón y Europa respectivamente.
 Por los gobiernos de los países más altamente desarrollados, que son los
orientadores y mediadores en las negociaciones sobre la deuda externa de la
región latinoamericana y en general de los países en vías de desarrollo

Causas para un Endeudamiento:


Algunas causas típicas para el grave endeudamiento con una entidad
extranjera son:

 Catástrofes naturales, epidemias y similares, que obligan a pedir


préstamos para paliar sus efectos.
 Inversiones en nuevos cultivos, industrias, etc. que pueden fracasar por
no haber tomado en cuenta el riesgo de cambios en los mercados u otras
razones.
 Mala administración de los fondos, que producen un déficit sostenido
que supone cada vez más recursos externos para compensarlo.
 La negligencia (intencional o no) respecto a los efectos que las deudas
excesivas pueden tener, o bien la ausencia de prerrequisitos antes de
concederla. Así, autores como Marc Reffinot apuntan que un fenómeno
parecido ya sucedió en la década de 1930 tras el crac del 29 y, pese a
contar con esa experiencia, se permitió volver a endeudarse a las
naciones.2
 En el Fórum 2004 de Barcelona se propuso la llamada deuda indigna,
como aquella que se contrajo y se permitió contraer pese a saber que
ocasionaría serios problemas a la economía y al desarrollo del país que la
solicitaba. La llamada deuda indigna tiene además como requisito que al
organismo o país prestamista le resultará imposible no saber los efectos
que dicho crédito ocasionará al receptor.

Condonación de la Deuda externa


La progresiva aparición de más y más países lastrados por su enorme deuda
causó a finales del siglo XX una progresiva conciencia en muchos sectores
sociales de la necesidad de la condonación de la deuda externa a los países
del tercer mundo incapaces de pagarla. Esta idea ha encontrado una fuerte
resistencia entre los sectores políticos más conservadores de los países
desarrollados, que no se resignan a perder el dinero prestado.
Aunque no es frecuente, varios países han condonado a otros su deuda (total o
parcialmente), generalmente por estar el país reconstruyéndose tras una
guerra, una catástrofe o después de un estudio sobre su economía.
En España, según la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa, la
deuda era de 68.000 millones de dólares en 1970. En una década, la deuda
creció hasta 577.000 millones de dólares, aunque aún era asumible si se
hubieran mantenido los términos en los que fue contratada.
En los años ochenta, recordados como la década perdida para el desarrollo, la
deuda se convirtió en impagable y alcanzó tales proporciones que se convirtió
en uno de los principales obstáculos para el progreso. En esa década, los
países en desarrollo pagaron una factura del orden de un billón trescientos mil
millones de dólares en concepto de pago del servicio de la deuda.
Con el problema de la deuda externa tras la macro campaña de presión
emprendida entre 1998 y 2000 ha pasado algo parecido a lo sucedido con
el 0,7 %. Los logros conseguidos, muy parciales y más encaminados a lavar la
imagen ante la opinión pública que a una reforma de calado, han provocado
una mezcla de escepticismo y resignación entre la ciudadanía.
Por otro lado, tras el atentado del 11 de septiembre a las Torres
Gemelas de Nueva York, la coyuntura internacional en la que Estados
Unidos aspira a reforzar su hegemonía ha difuminado la visibilidad del
problema de la deuda externa. También existe la opinión de que la
condonación de la deuda a medio o incluso a corto plazo sería inútil, pues las
naciones volverían a endeudarse. Como se ha comentado más arriba, según la
opinión de Marc Reffinot algo parecido ya sucedió en la década de los 30 y,
pese a ello, se olvidó unos cuarenta años después.[cita  requerida]
Sin embargo, nuevos enfoques como el análisis de la deuda ecológica del
Norte con el Sur se han ido incorporando como parte de un argumentario más
amplio que conecta con la sostenibilidad medioambiental y la exigencia de
cambios en la globalización, con movimientos sociales cada vez menos
estancos y más interconectados.
En todo caso, perviven diferentes organizaciones que se han constituido en
observatorios de vigilancia y examinan de cerca el estado de la cuestión, que
dista mucho de haberse solucionado. En el caso español, a finales de enero de
2003, Cáritas, Oxfam Intermón y el Observatorio de la Deuda en la
Globalización presentaron en Porto Alegre un informe con propuestas para
avanzar denunciando "la parálisis" del ejecutivo español ante este asunto.

PAISES CON MAYOR DEUDA EXTERNA

Se realizará una grafica para situar a los países con mayor deuda externa,
Colombia ocupa el puesto 46 en esa lista del 2018

https://www.indexmundi.com/map/?v=94&l=es

¿Impide la deuda externa al crecimiento de un país?


Ninguna deuda es mala. El problema con la deuda es el destino de los
recursos.

Cuando los recursos, no sólo en un país, sino para cualquier persona o


institución se emplean en algo productivo, algo que efectivamente genera
crecimiento económico, oportunidades, empleo, etc.; entonces tienes que esa
deuda ha cumplido el propósito de las finanzas: proveer el dinero cuando y
donde se necesita. En la iniciativa privada y entre los consumidores
responsables, existe un ejercicio de validación y análisis crediticio en el que te
aseguras de que las inversiones o los destinos de los recursos que estás
aplicando se están usando correctamente, en el proyecto para el que se
pensaron (lo cual no quiere decir que lamentablemente, no pueda salir algo
mal, hay proyectos que se ejecutan de manera incorrecta o simplemente no
tienen suerte).

Entre (algunos) gobiernos, eso no sucede. Los recursos se destinan a


inversiones que no son del todo productivas. Puede ser que los gobernantes
dilapiden en gasto corriente, o en el caso de países corruptos: que se los roben
o sean objeto de actos de corrupción; o que sean usados como dispendio
populista, subsidiando la pobreza con fines electoreros; o para financiar obras
de dudosa virtud, es decir, que no necesariamente detonen crecimiento
económico (un ejemplo de ese tipo de obras sería una carretera que no cumple
su propósito de habilitar el tránsito productivo de mercancías, sino que sólo se
construyó porque un gobernante quería vanagloriarse y cortar un listón en la
inauguración).

Cuando lo anterior sucede, los montos de endeudamiento de los estados


crecen y junto con ellos, los intereses que se tienen que pagar (lo que se
conoce como el “servicio de deuda”).

Llega un punto en que este servicio de deuda, que es una erogación de las


finanzas públicas es tan grande, que los recursos del estado efectivamente se
ven comprometidos en un gasto que no trae aparejada la fuente de
ingresos que debería tener (por los proyectos económicos que se malograron).

No es muy difícil saber lo que pasa a continuación: la crisis de México a finales


del siglo pasado o la de Grecia en años recientes.

Luego entonces, el endeudamiento externo NO ES MALO.

El uso irresponsable y dispendioso de los recursos que provienen del


endeudamiento, sí que lo es.

DEUDA EXTERNA EN COLOMBIA

El Banco de la República presentó el reporte de la deuda externa durante el


primer semestre del 2018 y su monto llegó a US$126.249 millones en junio. 
La cifra representó un incremento de US$5.264 millones frente al mismo mes
del año pasado, y un aumento de US$7 millones respecto a mayo del presente
año.

A pesar de que el monto de la deuda tuvo un incremento, como porcentaje del


PIB se presentó una reducción, ya que mientras en junio del año pasado la
deuda externa representó 38,5% del PIB, al cierre del sexto mes de este año
ese nivel fue de 36,5%.

En total, la deuda externa pública llegó a US$72.478 millones, lo que implicó un


aumento de US$1.896 millones respecto a junio del año pasado, pero un
descenso de US$243 millones frente a mayo. Se destaca que 99% de la deuda
externa pública es a largo plazo.

Como porcentaje del PIB, la deuda externa pública representó 20,9% en junio;
mientras hace un año había sido de 22,4%.

Por su parte, la deuda externa privada alcanzó los US$53.771 millones,


US$3.367 millones más que en el sexto mes del año pasado, y de ese total,
US$35.346 millones correspondieron a créditos a largo plazo y los restantes
US$18.425 fueron a corto plazo, según el Banco de la República.

Analistas como Francisco Reyes, economista del BBva, señalan que los niveles
de la deuda colombiana no son para preocupar, pero no hay mucho margen
para que el país siga incrementándolo.

Sin embargo, otros especialistas consideran que el país seguirá elevando sus
compromisos externos, ya que el Presupuesto General de la Nación para el
2019 está desfinanciado en $25 billones

Deuda externa en Latinoamérica


"El endeudamiento de los países de la región es preocupante", le dice a BBC
Mundo Carlos Végh, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y
el Caribe.

Para Vegh, "hay una situación de fragilidad" que se explica, entre otras
razones, por unalto déficit fiscal, especialmente en Sudamérica.
Y según los últimos datos disponibles del Banco Mundial, los países más
endeudados de la región son Venezuela (80,9%), Argentina (80%) y Brasil
(78%).
Deuda fiscal en América Latina Porcentaje del PIB

Venezuela 80.9

Argentina 80.0

Brasil 78.0

El Salvador 76.3

Uruguay 60.6

Nicaragua 52.5

Costa Rica 52.4

Bolivia 51.6

Colombia 48.1

Ecuador 46.4

México 45.3

Honduras 43.8
República Dominicana 39.8

Panamá 36.8

Perú 26.4

Chile 25.6

Guatemala 23.7

Paraguay 20.4

Fuente: Banco Mundial (2018)

Los datos de Venezuela son estimados, dado que el gobierno no divulga


actualizaciones de su información económica.
Y, en el contexto de la crisis que atraviesa, el nivel de deuda de Venezuela no
es tan alto, entre otras cosas porque el país entró en "suspensión de pagos" en
noviembre del año pasado -un proceso más conocido como default - y ya no
tiene acceso al crédito de los mercados internacionales.

EL CASTIGO POR LA DEUDA EXTERNA


Si un país tiene mucha deuda, eso afecta directamente la calificación de riesgo
que le ponen los mercados.

Aunque en esa evaluación, que hacen agencias como Moody's, Standard &
Poor's o Fitch para definir la probabilidad de que un país no pague el dinero
que le prestan, influyen muchos otros elementos.

Una calificación AAA (la máxima en el mercado) significa que el país es visto
como un buen pagador, mientras que una D (como la asignada a Venezuela)
representa un país que no va a pagar sus compromisos.

Y se dan situaciones en que un país puede tener poca deuda pública, pero, al
mismo tiempo, mala calificación crediticia. Y todo lo contrario.
Un buen ejemplo es Japón, que tiene una deuda pública equivalente al 253%
de su Producto Interno Bruto (PIB), pero está muy lejos de no tener acceso a

crédito .PORQUE
Otro es Estados Unidos, cuya deuda llega al 105% de su PIB y no se está
cayendo a pedazos (aunque sí tiene un fuerte debate sobre su alto nivel de
endeudamiento y los riesgos a futuro).PORQUE
Calificación de riesgo en el pago de su
Países de América Latina deuda*
Chile A

México BBB+

Perú BBB+

Colombia BBB

Panamá BBB

Uruguay BBB-

Costa Rica BB

Guatemala BB

Paraguay BB

Brasil BB-

República Dominicana BB-

Bolivia BB-

Nicaragua B

Argentina B

Ecuador B-

El Salvador B-

Venezuela D

Fuente: Banco Mundial con datos de *(A tiene el menor riesgo y D el mayor
Fitch (2018) riesgo de impago)

¿Qué están haciendo los países más endeudados?


Lo más común es que los países financien su déficit de tres maneras:
imprimiendo billetes (lo que puede disparar la inflación); vendiéndole deuda a
los privados, o pidiéndole un crédito a algún organismo como el Fondo
Monetario Internacional (cuando el mercado no te presta o te presta muy caro).

Pero cuando nadie te quiere prestar, estás en serios problemas, como es el


caso de Venezuela, que se puso a imprimir billetes y tiene una inflación
proyectada de 1.000.000% para este año, según el Fondo Monetario
Internacional (FMI).

Los fondos de inversión estadounidenses dejaron de prestarle recursos a


Venezuela desde que declaró el default.
Y, según la información gubernamental, el único país que le está prestando
dinero es China, aunque se desconoce si hay algún otro acreedor.

El gobierno venezolano también asegura ser víctima de una campaña en su


contra, orquestada por EE.UU.
Y, en agosto pasado, presentó un nuevo paquete de medidas para enfrentar la
crisis que incluyó la introducción de una nueva moneda, la liberalización del
mercado de divisas e incluso una drástica revisión de los subsidios a la
gasolina.

Este plan, sin embargo, no convence a muchos economistas.


Y, para Carlos Végh, "Venezuela no está haciendo casi nada para resolver su
crisis".

En Argentina, por su parte, el panorama se oscureció repentinamente.

Al inicio de este año, los mercados lo consideraban un ejemplo en la aplicación


de reformas y le daban su voto de confianza.
Pocos meses después, la inflación se disparó y tuvo que recurrir a un plan de
rescate del FMI de US$57.000 millones, el mayor préstamo otorgado en la
historia del organismo.

A cambio, Buenos Aires se comprometió a bajar el déficit fiscal a 0 en 2019, un


ajuste de gran magnitud que, según expertos, traerá costos sociales y políticos
que pueden complicar el futuro del país sudamericano.

Brasil, por su parte, está en una situación de incertidumbre mientras no se


defina el plan económico del próximo gobierno.

Pero, para Végh, lo más urgente es "modificar el sistema de pensiones", dado


que un 12% del PIB se destina al pago de las pensiones de los jubilados.
Eso es una gran parte del presupuesto, considerando que hay países como
Chile y Perú que destinan solo el 2% de su PIB al pago de pensiones, apunta
Végh.

Sin embargo, el tema de las pensiones es uno de los más debatidos en la


región. Y la falta de acuerdo sobre cómo enfrentarlo suele ser la norma.
¿Quién paga la deuda Externa?

Acabamos de explicar que parte de los gastos corrientes de un Estado


comprenden también los pagos que se realizan anualmente en concepto de
intereses y amortización del capital de la Deuda Externa. Y también explicamos
que esos gastos se afrontan con los recursos que recauda la Nación. 

• Esos recursos dijimos, provienen de diferentes fuentes, sea impuestos de


diferente tipo, rentas, ventas, servicios, etc. 

• Durante el 2005, el Gobierno Nacional a través de la recaudación tributaria


obtuvo 124.000 millones de pesos. De ese total, 86.000 millones provinieron de
impuestos directos e indirectos. El resto de derechos sobre el comercio
exterior, aportes y contribuciones sociales, y otros ingresos. Argentina se
caracteriza por tener un sistema impositivo regresivo, es decir que los que más
pagan impuestos son los que menos ingresos tienen. Y esto se da porque de
los 86.000 millones de pesos por ingresos impositivos, el 46 % se recauda por
el IVA (Impuesto al Valor Agregado), que es un impuesto que no tiene en
cuenta las condiciones del contribuyente. El que aporta este impuesto es el
consumidor final. 

• Recapitulemos de manera inversa: cualquier consumidor que compra desde


un pan, verdura o carne, una regla, útiles para el colegio, una entrada de un
recital, una remera, un CD de música, un electrodoméstico, cualquier bien o
servicio, el precio que paga incluye IVA. Es decir que paga el costo del
producto, la ganancia del empresario o comerciante y un impuesto que recauda
el Estado. Ese impuesto pasa a formar parte de los ingresos estatales, que
luego se utilizan para financiar los gastos. Es decir, como vimos anteriormente,
que este impuesto que paga cualquier consumidor se utiliza para pagar los
servicios de la Deuda Externa. 

• Pero volvamos al punto anterior: los gastos del estado, entre ellos la Deuda
Pública, se sostienen con los ingresos. Estos ingresos provienen en su gran
mayoría de los impuestos. Estos impuestos pueden ser directos o indirectos. El
IVA aporta casi la mitad del total de los impuestos. Quien paga el IVA es el
trabajador, el que menos tiene. Del total de la riqueza nacional, el 20 % de la
población más rica (7 millones de personas) se llevan más de la mitad (53%);
mientras que el 40% más pobre (15 millones) reciben sólo el 17 %. Y el 10 %
más pobre (casi 4 millones de personas) reciben el 1,2 % del total. Estas
personas viven con 2 pesos por día. Así, el impuesto que más contribuye al
pago de la Deuda Externa es el impuesto que pagan los pobres y no el
impuesto a la ganancia y bienes personales, que pagan los más ricos, pero que
en gran parte se evade. 

• En definitiva, de los bolsillos de los trabajadores, de sus salarios, de los


fondos para las jubilaciones, se obtienen los recursos para pagar una Deuda
Externa, que como en los siguientes párrafos veremos, comenzó siendo deuda
externa de empresarios privados, que luego se hizo cargo el Estado y ahora
sigue pagando. En síntesis, el salario del trabajador aporta día a día para pagar
una deuda que contrajeron los grandes empresarios, y cuyos fondos no fueron
utilizados para invertir y generar más empleo sino para lucrar a través de la
especulación financiera. El trabajador ha pagado y sigue pagando para crear
su miseria y desempleo. 

Consecuencia de una gran deuda externa

En ocasiones esta situación genera graves consecuencias para los países que
piden ese dinero prestado y la población de estos países acaba viéndose
gravemente perjudica por esta política de amortizaciones.
Algunas de las consecuencias de la deuda externa más comunes y graves en
términos generales son:

 Imposibilidad de obtener nuevos créditos en caso de necesidad.


 Exigencia de fuertes requisitos por parte de los fiadores,
circunscribiendo políticas económicas restrictivas, normalmente muy duras
con la población.
 Altísimo crecimiento de la inflación, que obstaculiza más el cubrir la
deuda externa. Se intenta aumentar la producción con la explotación
indiscriminada de los recursos naturales.
 Esto produce que la inversión caiga disminuyendo el ingreso público
y privado.
 En algunos casos la deuda es tan grande que el país no alcanza a
pagar ni los intereses, con lo que en vez de disminuir la deuda crece, aún
sin que el deudor deje de pagar constantemente, con lo que se imposibilita
el desarrollo económico del país, entrando en un círculo vicioso hacia un
mayor empobrecimiento.
 Todo esto impide que un país se desarrolle tanto económicamente,
como de forma socialmente equitativa y ambientalmente sostenible,
limitando todas sus posibilidades.

Para quién tiene consecuencias la deuda externa

Como ya se puede ir desprendiendo del apartado anterior, las consecuencias


de la deuda externa son sufridas por la población, especialmente la más
vulnerable.

Aunque se piensa por lo general que son los gobiernos los que devuelven ese
préstamo, no debemos olvidar que el dinero lo obtiene a través del pueblo, que
debe además sufrir restricciones como:

 Ancla la situación de pobreza y se concentra en la sociedad.


 La crisis de la deuda es la causa principal de empobrecimiento y mal
nutrición.
 Frena la democratización.
 Impide la implantación de servicios sociales, sanitarios y educativos.
 Obliga a los pobres a agotar sus recursos normales de existencia por
sobreexplotación de la tierra y sus materias primas con el fin de obtener
más producción para pagar la deuda.
 Anualmente fallecen más de quinientos mil niños por los recortes en
los servicios sanitarios como consecuencia del pago de la deuda. Por
ejemplo, África, gasta cuatro veces más en devolver la deuda externa que
en atención sanitaria. Mozambique dedica el 33% del presupuesto a la
deuda y sólo un 7,9% a educación y un 3,3% a sanidad.
 Un país altamente empobrecido no puede invertir en escuelas,
sanidad y demás necesidades básicas.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45711981

LINK DE VIDEO DE COMO SE ORIGINO LA DEUDA EXTERNA

https://www.youtube.com/watch?v=U_rpR27koSs

https://www.monografias.com/trabajos6/ladeu/ladeu.shtml

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