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¿Qué ámbito quiero observar? La música, qué música? una con relevancia social, es decir,
que tenga usos, significados y funciones en chile: el jazz. Donde se ve esto? En la
cantidad de eventos y particularmente en su institucionalización mediante la
enseñanza. Entonces se verá cualquier escuela? No, se verá una particular: la esjazz,
por qué? Porque ésta tiene un proyecto institucional que busca alejarse del patrón
mercantil y formar artistas, por tanto, se supone que tanto su plan curricular, como
el ejercicio de su enseñanza y las relaciones que se dan entre compañerxs debieran
apuntar a la concreción de dicho proyecto. 7 cómo se abordará? Como un estudio de
caracterización que buscará reconstruir su “identidad” desde los conceptos de
mediación y practicas culturales: cómo hace la esjazz que exista jazz en chile?
¿De qué manera se verá esto? Concretamente, en los relatos: si se estima que la esjazz se
diferencia de otras escuelas, es porque como organización posee una identidad en
particular, que es posible reconstruir a través del relato de sus integrantes. Existe una
significación y por tanto, una toma de postura con respecto a la música, la institución, la
enseñanza y la sociedad. Cómo reconstruir estos relatos: a través de la red de mediaciones
que se cristaliza en la esjazz. (mediación) y las prácticas artísticas de los involucrados.
Nota sobre Bourdieu: si se emplea sería para analizar o tener perspectiva de la Esjazz
como un agente que disputa (¿?) algo dentro del campo artístico, ¿tiene esto alguna
implicancia práctica?
Sobre la problematización:
Creo que para armar la problematización hay que partir a lo Hennion, el escurridizo arte
que es la música no se deja aprehender del todo por la socioilogía por lo que ésta no alcanza
a tocarlo en algo:
Arte sin objeto y arte sin (con) filosofía justificarían analizar desde la mediación
posibilidad de restituir al sujeto actuante sin objetivarlo ni socializarlo.
El tema de la identidad se tiene que abordar por lo que dice Hall: identidad es necesaria,
pero deconstruida, es una concepto que aún no ha sido rechazado ni superado del todo y,
por tanto, hay que seguir utilizándolo.
Ver en concreto la identidad, tanto en alumnos, como en la práctica de los jazzistas que se
articulan en la esjazz. Algo mucho más a lo Corti. Este estudio se estima una condición de
posibilidad de dicho estudio por lo que menciona Firth: si hay una experiencia musical-
estética que solo podemos comprender si asumimos una identidad subjetiva y colectiva, hay
que ver dónde se genera dicha identidad o algunos aspectos que constituyen a los sujetos
que posteriormente harán esa música.
Lo interesante del texto es el dar cuenta que las prácticas artísticas son sociales e
involucran diferentes tipos de conocimiento (techne, episteme, phronesis), lo que
distinguiría las acciones involucradas.
Este texto y, en realidad, el concepto, es útil para ver la formación de la esjazz en cuanto
lugar que provee conocimiento para la práctica artística y ligarlo a su manera de ser
jazzista.
(Lo del mundo del arte refiere a acción conjunta. El jazz es un mundo del arte, yo me
situaría en una parte de él).
Entonces, ¿por qué estudiar las prácticas? 1. El estudio del proceso artístico permite ver
cómo conocimiento, experiencia e intercambio respaldan tanto la reproducción de las artes
como la innovación dentro de ellas. 2. El concepto es promisorio teóricamente, en el
entendido que supera la oposición sujeto/sociedad y hace posible analizar conjuntos de
actividades y discursos simultáneamente en el nivel micro y macro. 3. Su análisis puede
iluminar la dimensión práctica de la estética.
El arte importa, dado que nos afecta y significa cosas que tienen valor para nosotros, es un
catalizador de relaciones sociales que a veces causan conflicto público o, por el contrario,
facilita el entendimiento y fortalece los vínculos colectivos. En ese sentido, el arte sirve
como un medio efectivo para legitimar o criticar las ideologías establecidas y las relaciones
de poder. Es además un espacio de trabajo, de modo que es un espacio social (social
dwelling) y el cimiento de distinciones sociales. Por último, está interrelacionado con la
cultura y la política. Arte hace referencia al proceso creativo propiamente tal y a la
percepción y recepción del trabajo artístico.
The concept of practice and the sociology of the arts (Tasos Zembylas)
Introduction
En la medida que la sociología del conocimiento y la sociología del arte no han estado muy
emparentadas, se ha dejado de lado el proceso creativo de las artes. La acción artística
representa la acción creativa por excelencia, lo que significa que el proceso de creación
artística toca un tema muy importante pero secundario en la sociología del arte: la
emergencia de lo nuevo. El texto lo que busca es revisar las teorías de las prácticas para
enriquecer el trabajo de la sociología del arte.
Parte del supuesto de que el agente fluctúa entre dos mundos: el mundo interno (hecho de
fuerzas tales como el deseo y los hábitos, así como de convicciones, experiencias,
motivaciones e intenciones) y el mundo externo (la situación de acción, que pueden ser
otros seres humanos, objetos, acuerdos tales como las instituciones y las estructuras
sociales).
Múltiples son las maneras en que las teorías relacionan dichos mundos y como conciben
sus consecuencias para la acción, pero en común se mantiene que ninguna iguala acción a
comportamiento. La acción se le atribuye una medida de inteligencia, concebida como
entendimiento práctico: es un conocimiento que es relevante situacional y prácticamente
el cual desarrolla un efecto transformador en un contexto de acción específico. El
conocimiento determina cómo entendemos una determinada situación y nos llama a actuar
como si pudiéramos intervenir efectivamente en dicha situación incluso sin un plan
preconcebido y sin saber todos los factores. El conocimiento es así un dispositivo que
junto a otras condiciones condiciona la agencia. Y dicho conocimiento (experiencia
física y práctica, conciencia, horizonte de entendimiento, habilidades, hábitos,
instituciones) es socialmente constituido.
Para abordar los tipos de conocimientos que implican las prácticas, el autor revisa la
definición de acción de Aristóteles, de modo que distingue tres tipos de acción:
Asimismo, se vale de las nociones de Witgenstein sobre el término praxis alemán que
refiere a un grupo de actividades. Aquí entre práctica y praxis va en que, como un grupo de
actividades, las prácticas forman nexos sociales, cohesión y transformación. Es decir, la
praxis es social, puesto que: si bien se realizan por individuos, no tienen un carácter
individual, las prácticas están colectivamente formadas. Las prácticas no proceden de los
actores y sus mentes, porque la mente se forma a sí misma en un ambiente de práctica
social. Las prácticas así se desarrollan en la base de las comunidades. Para entender las
prácticas, por tanto, hay que apelar a otros fenómenos sociales, como el conocimiento, las
capacidades, valoraciones, poder, lenguaje e instituciones. De este modo, l conocimiento y
la verdad son producidas y se anclan prácticamente a través de interacciones sociales y
negociaciones al interior de marcos institucionales. Si se asume que en las prácticas
emergen los haceres (doings) y los decires (sayings), entonces el significado y la
significancia son entendidas como algo observable y, por tanto, público.
La inteligencia es principalmente una medida hipotética que está para ser pensada como un
constructo explicativo. Representa una facultad de juicio práctico que está conectada
estrechamente con la capacidad de actuar o con la aptitud.
Dos conclusiones:
Conclusión
La idea de bunfle, al tener normatividad, indica que hay cosas que están permitidas
(aceptadas) y otras proscritas. Dado que la práctica es autoorganizada, la definición de
este límite se realiza en el camino de su performance, es decir, lo normativo no se
constituye como ley-objeto, sino que por su insistencia en las actividades y los
conocimientos. Con ello se va en la línea de lo que pone martí como cultura u otros
autores a la hora de abordar la identidad: la cultura es resultado de las acciones de la
gente.
RESUMEN
Las prácticas están atadas a otras prácticas y las construcciones a otras construcciones. Un
paquete de prácticas y construcciones puede abarcar múltiples prácticas y construcciones,
los cuales está vinculados de un millar de maneras. Prácticas conectan con otras a través de
fines compartidos y cadenas de acción, entre otras cosas. Estas relaciones forman patrones
que pueden ser densos o simples, extendidos o compactos, duraderos o trascendentes.
Así, las formas de arte son paquetes de prácticas y construcciones materiales que abarcan
varias prácticas que tienen que ver con la creación, la puesta en escena, la ejecución y el
consumo de particulares tipos de artefactos o interpretaciones. Estas prácticas están
relacionadas con arreglos materiales fundados en lugares (galerías, workshops,estudios,
etc.). Los paquetes resultantes se vinculan con otros (de circulación por ejemplo), y con
constelaciones tan generales que llegan a ser complejos conectados con sistemas sociales.
El arte abarca segmentos y sectores particulares del pleno general de prácticas y
construcciones.
CRÍTICA A LOS MUNDOS DEL ARTE DE BECKER (P20-23). Rescato: 1) los paquetes
artísticos son producidos por las acciones individuales y colectivas, pero también producen
estas acciones. 2) las convenciones en las que se sostiene la acción conjunta del mundo del
arte no es una mera estandarización como menciona Becker. La actividad humana no está
estandarizada. Dos contrastes: por un lado, la convención no es necesariamente normativa,
es una especie de costumbre, un modo de actuar para conseguir cosas conocido por todos, y
que se entiende como un modo más fácil de hacer las cosas. En la medida que esto es
valorado, es que la convención puede volverse normativa, pero es más bien inherente a la
estandarización. En contraste, la visión del autor sobre cómo se organizan las prácticas
enriquece lo que resulta determinante de la actividad dentro de la organización del paquete
de arte. No es la convención; las organizaciones de la práctica reflejan o abarcan asuntos
tales como reglas que proscriben o prescriben acciones, emociones –que ayudan a
determinar lo que importa para la gente- siendo prescritas y/o aceptables, y entendimientos
generales que orientan lo que la gente hace. Los elementos normativizados de estos tres
tipos (también finales y proyectos) organizan las prácticas y los elementos comunes,
compartidos y orquestados de todos esos tipos orientan (inform) actividades. Además, la
gente no sólo hace lo que se le haga más fácil cuando persiguen proyectos y fines, más bien
hacen lo que les hace sentido en las circunstancias en las que se encuentran. Inteligibilidad
y normatividad, en otras palabras, son más anchas que la convención.
El fin o el propósito por el cual una persona actúa subdetermina precisamente lo que la
persona hace al llevar a cabo una acción, es decir, los haceres corporales y decires
específicos que una persona realiza cuando actúa; de hecho, puede no tener nada que ver
con éstas. Esto significa que la relación fin-acción corporal es variable sin una dirección
directa o indirecta o proporcional, según el paquete de arte que esté en juego.
En los componentes de las prácticas y construcciones que se vinculan para dar lugar a un
paquete suceden interacciones, transmisiones de conocimiento, institucionalización de
significados, se entretejen contextos, y relaciones de poder, dominación e igualdad, de
modo que estas están esencialmente compuestas o dependen de los paquetes.
El sentido experiencial significa el presenciar o el encuentro del fenómeno que ocurre
cuando sucede la percepción (sensorialmente, 5 sentidos en todos sus estados). La
coordinación ojo-mano que caracteriza muchas acciones que artistas, intérpretes y gente en
general llevan a cabo es una amalgama de acciones corporales y experiencia.
Como se indica, es intrínseco a las prácticas de consumo de arte que los participantes
asistan a performance; usualmente asisten a lo que está en cartelera, con expectativas y
saberes que poner en juego. Las emociones también, a menudo, acompañan o están
manifiestas en las consiguientes experiencias, particularmente cuando escuchamos música
o vemos películas. Además, los artefactos y performances que mecenas, audiencias y
performers asisten a ver están cuidadosamente diseñados, productos matizados que
explotan y extiendenden las posibilidades de sentido de su medio. Poniendo todos estos
ingredientes juntos –atención, inususales estados de conciencia, conocimiento, emociones,
objetos de alta creación- y el resultado son las experiencias estéticas, que caracteriza a loa
paquetes de performance y consumo artístico. No son propias del mundo artístico, pero son
desarrolladas y perpetuadas en paquetes de arte, los que le son esenciales.
Las experiencias están integradas en paquetes particulares y sus cualidades reflejan las de
los paquetes. En ese sentido, las experiencias no son arbitrarias, azarosas o espontáneas. Se
encuentran vinculadas a las acciones que la gente interpreta y a las prácticas que llevan a
cabo, así como a los arreglos materiales –incluyendo las obras- en relación a los cuales
estos proceden. Entonces, la experiencia ocurre al interior de los paquetes: si bien no sólo
se tienen experiencias estéticas mientras se realizan acciones que componen algún paquete
en particular, las cualidades de esas experiencias reflejan las acciones performativas y las
obras, asi como la anterior desccritas disposición, receptividad y emociones, todas las
cuales son prescritas o promovidas en las prácticas artísticas.
(traducción que hice en la primera lectura de la wea: las experiencias suceden al interior de
los bundles y, por tanto, sus características los reflejan: están atadas a las acciones de las
personas involucradas en las prácticas artísticas y a los arreglos materiales que se ponen en
relación. Asimismo, como las experiencias artísticas también pueden ocurrir fuera del
bundle, lo que sucede es que las cualidades de dichas experienciasse reflejan en acciones
performativas.)
Vincula la diferenciación por género ene l arte con la desigualdad que existe en la
sociedad misma. De este modo, socialización, estereotipos, redes y normativas operan
para reproducit la diferencia en el campo artístico -> se produce una división sexual de la
práctica (orientación común de la elección de la práctica) y una devaluación y
marginación de lo femenino (aunque siempre con sus fugas, que siempre conllevan a un
“castigo” por romper con la norma).
RESUMEN
Lo masculino y lo femenino al ser una relación, deben tratarse en conjunto: esto puesto que
la construcción de un género se realiza en función del otro.
Las mujeres tienden a tomar prácticas femeninas y los hombres, masculinas. Esto se
encuentra demostrado estadísticamente, se habla de una diferenciación entre prácticas de
hombres y de mujeres. Por ejemplo, los hombres tienden a escuchar jazz o música rock, y
dentro del jazz, los instrumentalistas suelen ser hombres, mientras que las cantantes,
mujeres.
Los diferentes procesos relacionados con el género subyacen a las elecciones que realizan
hombres y mujeres, niños y niñas sobre las prácticas artísticas amateur, y explican de una
manera importante que las mujeres artistas están subrepresentadas en los niveles más altos
niveles de la jerarquía artística, profesional y económica, y que los trabajos y las prácticas
artísticas “femeninas” están subvaloradas. Estos procesos involucran dos relaciones
sociales entre los sexos que se encuentran al margen de los mundos del arte: los
estereotipos femeninos, la socialización adolescente, los roles maternos; y también la
dinámica particular de los mundos del arte: redes sociales y convenciones, estereotipos
mascunlinos y normas.
Son las representaciones sociales las que organizan quien elige aprender cierto instrumento:
las prácticas especializadas son percibidas como femeninas o masculinas y esto moviliza
individuos a elegir prácticas artísticas, ocupaciones, y otras especializaciones, que
corresponden a su sexo biológico.
Asimismo, desde el momento en que nacen, niños y niñas “naturalmente” se orientan a las
prácticas asociadas con sus sexos. La transgresión no es solo difícil de imaginar, sino que
es socialmente costosa para aquel o aquella que se comprometa en ello pese a todo, dado
que conlleva a ser estigmatizado.
Por último, la manera en como las prácticas están socialmente organizadas en la vida
adultas también tienden a reforzar la identiicación de algunas actividades (baile, canto,
escribir novelas, teatro) con lo femenino y otras (escribir historias de detectiva, jazz,
fotografía) con la masculinidad. Y en las prácicas que incluyen a hombres y mujeres, las
mujeres tienden a experesarse a sí mismas de un modo “femenino” y los hombros, de una
manera “masculina”. Los tipos de sociabilidad masculina y femenina que acompañan la
práctica de un arte, las representaciones de género asociadas con una actividad u otra, las
redes sociales implicadas en estas prácticas, y las normas de género que organizan todo este
trabajo apuntarían a ello.
El hecho es que el modo en que las prácticas son ordenadas jerárquicamente tiende a
devaluar las prácticas, instrumentos, o especializaciones percibidas como femeninas. Se
entiene en dos sentidos: practicado principalmente por mujeres y socialmente consebido
como femenino. Esto porque la construcción histórica del canon del arte occidental se ha
caracterizado por excluir tanto los trabajos femeninos y étnicos, y marginalizado las
prácticas que no corresponden inmediatamente a él (definiéndolas como artes menores o
artesanías), o rechazando considerar a sus trabajos como arte o como práctica artística
merecedora de reconocimiento universal. Por sus tendencias artísticas femeninas, entonces,
las mujeres tienden a confinar a sus prácticas artísticas como si tuvieran menos valor que
las que realizan los hombres. Y entonces ellas practican un arte “masculino”, tendiendo a
ser denigradas por practicarlo de maneras definidas como femeninas.
Tres son las principales estrategias para superar las menccionadas dificultades:
Conclusion
“you’re not going to play what you practices… Something else is going
to happen” (Figueroa-Dreher, Silvana)
Analiza desde la teoría de la acción la improvisación como una acción y un proceso de
interacción.
Al interior del proceso de improvisación existe un momento de interacción que sólo puede
tener lugar a través de la comunicación de materiales musicales que realizan unos a otros,
de modo que dicho material es la base de la interacción.
El modelo propuesto por la autora es tanto una teoría de la acción como de la interacción,
dado que la improvisación de un intérprete es siempre respuesta a lo que colectivamente se
está tocando. Consta de cuatro dimensiones que se influencian mutuamente para que una
improvisación tenga lugar. En conjunto apuntan a poner la improvisación como un
continuum desde mínimo a máximo.
1. Material musical. Este término define al conocimiento que está a la base de lo que
los improvisadores son capaces de improvisar. Anclado en la sociología del
conocimiento, no implica sólo el stock de conocimiento –que es aprovechado y
directamente aplicado al momento de tocar- sino también enfatiza la situacional y
espontánea dimensión creativa que posibilita el conocimiento en la forma de
material a ser transformado o incluso nuevamente generado.
El material musical es adquirido durante el curso de la carrera del músico y hace
posible la acción a tiempo real –la simultaneidad entre invención y ejecución-
mientras se improvisa. Es un conocimiento que incluye no sólo los aspectos
mentales o cognitivos de la improvisación, sino también la dimensión física. De este
modo, generalmente consiste en tonos específicos, sonidos, ruidos, vocabularios,
gramáticas, e idiomas que son escuchados, tocados, cantados, imaginados,
fantaseados, constituyendo una sedimented experience.
Asimismo, implica las dimensiones de: a) memoria e imaginación, b) coordinación
senso-motriz durante la producción sonora (incluyendo técnicas vocales e
instrumentales), y, finalmente, c) las experiencias pasadas de tocar música junto a
otros. Estas dimensiones se sobreponen y permiten a los músicos actuar en la
situación de interacción presente: por un lado, es su “disposición” y, por otro,
permite reacciones espontáneas a la situación de interacción dependiendo del género
y el grado de pre estructuración.
El material musical de un músico emerge y va tomando forma a través de
instrumentos específicos, artefactos no creados con propósitos musicales, o por la
“propia voz” (a través del medio respectivo con el cual cierto sonido y ruido es
producido). El uso de estos trae limitaciones, así como una serie de posibilidades
para el diseño convencional y no convencional del sonido. Entre más flexible y
diverso sea el material, mayores posibilidades hay para adaptarlo a la situación de
interacción y modificarla.
La maleabilidad del material y su grado de pre-estructuración varía
considerablemente dependiendo del género musical. En el jazz de standards,
corresponde al repertorio y su estructura es la de las canciones y sus fórmulas (32
compases, AABA, etc.). La improvisación del free jazz, en cambio, es llevada acabo
a través de tocar las ofrendas mutuas de los materiales musicales, el stock de
sonidos que es directamente aplicado o modelado en la situación de interacción
concreta. Este stock no es una estructura musical certera, sino que incluye diferentes
sonidos, progresiones de acordes, ruidos, etc. Que pueden ser modelados y
combinados de diferentes formas, y estructurados en la medida que viene a lugar a
través de la interpretación colectiva. Esta extrema maleabilidad del material del free
jazz se vincula con el hecho que éste no recae en estructuras formuladas
previamente, como es el caso de los standards de jazz; el proceso de interpretación
se lleva de una manera conversacional. De esta manera, se tiene un material
extremadamente maleable que permite el modelamiento a tiempo real, éstos son
definidos en el curso de la interpretación a través de la comunicación y negociación
entre músicos. En cambio, en el jazz de standards se tienen materiales musicales
organizados, que tienen un efecto de control sobre los músicos debido a los aspectos
formales de la canción limitan el rango de posibilidades.
En resumen: el material musical es guardado como una experiencia y una habilidad
en el stock de conocimiento del músico y así es recordable y repetible. Tienen que
ser entendidos como el conocimiento dinámico y las habilidades de un músico: en el
proceso de aprendizaje, experimentación… el material nuevo es probado e
incorporado como parte del lenguaje del músico, mientras que otros son olvidados o
modificados. Así, para explicar el proceso de improvisación, uno debiera recordar
que el material puede tener un diferente grado de pre-estructuración (o de
maleabilidad) mientras se toca, dependiendo del género musical, el cual impacta
decididamente el grado de intensidad de la interacción con los otros músicos.
2. Interacción entre intérpretes: la interacción es un factor constitutivo de la
improvisación y, por tanto, tiene un poder explicatorio. Para ello, hay que
considerar el nivel de intensidad de la interacción al interior del proceso de
improvisación. Este puede variar considerablemente, así como las otras tres
dimensiones están influenciadas por y al mismo tiempo influencian esta dimensión
en un proceso de retroalimentación. Mayor interacción cambia la cualidad de la
música que está siendo tocada, la que al mismo tiempo puede demandar un gran
nivel de interacción.
3. La actitud de las personas en acto. La actitud refiere a las reacciones que tiene la
persona ante la contingencia de la situación de interacción, al grado de “voluntad”
(willigness) para absorber lo imprevisible, lo no-planificado y las casualidades en su
acción y de integrarlas dentro de la música que está tocando. Puede ser más abierta
(alta voluntad) o más cerrada (baja voluntad). La actitud así simultáneamente refiere
a las “ofertas” de los otros, las cuales funcionan como inputs para la propia acción,
así como están, por tanto, asociadas con la voluntad de tocar espontáneamente. En
su estado más abierto, la actitud tiene como característica: a) un estado no-reflexivo,
b) el “apagado” de los impulsos de autocensura (“an associative state of
daydreaming”), c) concentración en el aquí y ahora, y, finalmente, d) la activación
de procesos motores automatizados. La posibilidad de alcanzar ese estado es, en
gran parte, una función de las experiencias de improvisación del músico y del
material que él o ella está trabajando.
4. La música emergente. El output del proceso de tocar es la música y depende de si
la música es compuesta o improvisada. Entre dichos polos se encuentran millares de
combinaciones y grados de predeterminación y contingencia. Un alto nivel de
emergencia también significa que la música se constituye a sí misma al interior del
proceso de interacción y que esta concatenación de materiales musicales y
secuencias adquiere un carácter auto-producido (self-evolving character).
Mientras más alto el grado de emergencia o contingencia en la música que está
siendo ejecutada, más grande es el grado en el cual ésta influencia el curso futuro de
las otras tres dimensiones mencionadas. De este modo, hay que tener en cuenta que
las relaciones entre las dimensiones tienen, de hecho, una dinámica de
retroalimentación: lo que otros están tocando (su output musical) funciona como
potencial input para los músicos-individuos, los cuales pueden incorporar dentro de
la música que está tocando y la cual así potencialmente se convierte en el output que
los otros músicos pueden en su momento usar como input, etc. Así, en el modelo
propuesto el grado de creatividad e improvisación es una función de las cuatro
dimensiones. Mientras más estructuradas estas dimensiones, más bajo el grado de
creatividad de la acción musical.
Mediación
La pasión musical (Antoine Hennion)
[Hay muchas cosas de las que están aquí que son anotaciones de pensamientos al respecto
de esta vola. Recordar que lo central para armar el rollo de la mediación es el texto corto
de hennion, el de la enseñanza musical, porque ahí aparece más prístinamente lo que
quiere decir la mediación. No obstante es un texto antiguo, por lo que es necesario
complementar con lo que sale aquí en la pasión musical. Como me leí harto del libro, no
creo que sea necesario resumirlo todo, sólo una selección, por lo que hay que revisar y
hacer una mega síntesis de los caps importantes.
NOTAS:
La disputa entre antiguos y modernos es una discusión sobre manera diferentes de
aproximarse a la música, dadas por manera diferentes de interpretación [¿qué es eso que
llaman jazz? ¿Dónde está más vivo: en el rito del estándar o en la exploración sonora
desde este lenguaje en el presente?].
La mediación pone el acento en aquellos que están entre el repertorio y el público. Desde
esa óptica, diferentes músicas son producto de una relación particular con los objetos que
median la música (práctica, registro sonoro, instrumentos, efectos, etc.) [¿qué jazz
institucionaliza la esjazz?]
El ritmo tiene que ver con el tiempo, los jazzistas buscan aprender algo que para los
negros les era innato recordar los dichos de coltrane sobre el don y Gillespie sobre la
síncopa en el apartado de jazz para complementar los dichos de Baraka. Jazz lo esencial,
¿la esjazz lo logra?
[El caso de la esjazz es parte de esa red de mediadores que permiten que el jazz existe en
chile. Su estudio podría ser indicio para ahondar en la identidad del jazz nacional del
presente siglo de vuelta,¿ hay UN jazz nacional? Por ello tiene sentido la etnicidad:
aquí hay que hablar de un grupo que son los jazzistas, que comparten ciertas cosas pero
no del todo (LEER INHEN), y la esjazz es parte de ese grupo. De cualquier modo,
proceso: es una cuestión en disputa y por eso sirve el texto de Gimenez.]
Lo que figure por música en el esquema mental del jazzista, cobrarían sentido las preguntas
de ¿qué es lo consumido? ¿qué verdad se busca? ¿en qué convierte al jazzista esta música?
¿y al público? ¿qué relación se da entre ambos? son preguntas interesantes dentro de la
reconstrucción de la denuncia.
Síntesis:
INTRODUCCIÓN
La música tiene problemas para definir su objeto, es imposible de fijar materialmente. Para
que aparezca en medio de los músicos y los oyentes, es necesaria la acumulación de los
intermediarios. Es teoría de las mediaciones en acto: se reforma continuamente para que la
música siga existiendo.
Las ciencias sociales al examinar el objeto ya producido del arte, se preguntan, en cambio,
si son símbolos (representaciones) o productores de la realidad social. La mediación es lo
contrario a la mediación en el arte: no hace al objeto, sino que permite prescindir de él:
introduce entre el sujeto y el objeto una pantalla a través de la que ambos se ven. Hace al
sujeto y al objeto. Esta separación permite asignar a mecanismos sociales subterráneos lo
que los actores atribuyen al objeto.
No obstante, el objeto de arte se resiste a análisis, lo que obliga a volver a las elecciones
fundamentales: o hay una irreductibilidad de la obra o ésta no es más que una máscara que
se posa para ocultar la dominación. Entonces aparece la oposición que se supone debió
proscribir: la representación que reconoce al objeto y la que lo atribuye a la creencia en el
grupo.
El discurso crítico sólo se remite a lo evidente cuando aborda la música. Así, “no se trata
ya, negativamente, de refutar la creencia de los músicos al mostrar que el objeto en el que
creen es una ilusión colectiva que enmascara otra causa, social, sino de comprender cómo
los músicos instalan entre ellos un objeto común como la música: es posible que los
músicos, puedan, en reciprocidad, más generalmente, enseñar al sociólogo cómo
puede demorarse en el papel que desempeñan los objetos tanto en el mundo observado
como en sus análisis” (p17)
Esto es como lo que dice en la enseñanza musical: la música se enseña, e implica una
resistencia: hay que hacer aparecer la música en el niño. Esto es importante para poder
justificar porque estudiar la ESJ y no otra organización de jazzistas, o una escena en
particular.
Este hecho no anula el dualismo entre objeto musical y sujeto músico. Lo desplaza
poniéndolo en situación, dando cuenta que ese encaje es específico de cada puesta en
escena. Así la mediación acerca tanto al Objeto como a los objetos, a la música y a sus
cadáveres (instrumentos, partituras, bla). De este modo, la identidad de un colectivo y la
belleza de la música son, a veces, efectos misteriosos de ese trabajo en común que
permite que haya música, no sus causas. la música no existe, hay que hacerla existir y
ese es el principio que permite agrupar a gente detrás
Aquí habría que ver de qué modo, los actores involucrados que se entrevistarán logran que
exista la esjazz, y que sería por amor al jazz: lo hacen vivir y producto de ello, la escuela
sigue y prevalece.
La música reviste las dos formas de pasión: la del amor íntimo de una persona de gusto por
una obra que se contempla (arrebato del aficionado), y la excitación de una asamblea
reconstituida a través de una música cuya objetividad se disuelve a medida que se
transmuta en la emanación del grupo (colectivo fusional). De este modo, se pasa del lado de
los actores, dado que esta oposición de la música como objeto estético (Apolo) y la música
como medio de actuación colectiva (Dioniso), permite a los actores, a través de las
traducciones, combinar una serie de justificaciones y denuncias que “necesitan para ir y
venir de lo social a lo musical, y fundarlo todo […] sobre la verdad viviente de una relación
entre seres humanos reunidos o sobre la belleza de una obra que les sea, al contrario,
radicalmente irreductible. Le permite realizar cotidianamente el vaivén entre la música
como causa primera de su amor y como laboriosa consecuencia de sus acciones”
p21 es decir, las denuncias de los actores van y vienen entre la primacía última del objeto
y de lo social.
Hay una oposición que a traviesa la literatura que habla sobre música: aceptación y
comentarios del objeto musical/impugnación del poder del objeto musical a sus
determinantes sociales.
Estetización
individual colectivo
reconocimient Amor por el Identidad del
o arte grupo
denuncia Esnobismo Creencia
sociologizació
¡HAY QUE APUNTAR A LO MISMO! VER CÓMO DE LOS DOS POLOS SE MUEVEN
LOS CHIQUILLES.
lo más importante de este texto es poder establecer la importancia de los objetos para la
aparición de una música. Eso es lo que se tiene que sacar en limpio de lo que se expone de
los apartados que se rescataron: una música es un sistema de mediación, un red
compuesta en gran parte por objetos u objetivaciones que naturalizan la música y que fija
y justifica la credibilidad de un oyente de cierta música (gusto)
¿de qué manera la música se transmite por sus objetos? Diferentes modos de
transmisión dan dos músicas diferentes desde su interpretación Si esto es así, el jazz es
diferente al del pasado, recordar que antes era música marginal no se enseñaba en
instituciones. Incluso en Chile se realizaba principalmente en el club de jazz. Por tanto, el
jazz de enseñanza institucionalizada no ha de ser el mismo que el de otrora.
¿De qué manera la esjazz constituye gusto musical? Lo que asimismo la hace?
¿cómo hay que tocar la música de antaño? La respuesta a esta pregunta da cuenta de las
diferentes verdades que son esgrimidas por los artistas, porque la pregunta es en realidad
¿qué es de lo que se trata cuando se ama la música? Esta es una pregunta sin mediación,
dado que la respuesta de amar la música por lo que fue, observándola como un objeto
pasado o como un repertorio actual (para lo cual hay que volverla actual parándose desde la
historia y las construcciones sociales que se han desplegado).
El resultado de la disputa abre la pregunta por cuál música acabó imponiéndose. Además,
abre la pregunta por si esa nueva interpretación musical, al instituirse, mantiene su espíritu
revolucionario siendo cambio o se transforma en el nuevo canon.
En realidad, pasa que aparece una nueva música al lado de la anterior: una de transmisión
práctica y generacional, que traiciona continuamente pero que está viva, y otra transmisión
objetiva, directa a través de las cosas, re-productiva, auténtica, pero muerta.
La disputa barroca es abordada por hennion más por la modalidad práctica del cambio de
gusto, que por sus causas. Esto se debe a que la música siempre desaparece, pero dejando
atrás sus cadáveres (objetos). La música no es un objeto fijo, su aparición es un ejercicio
cuyo resultado depende de la relación que sostiene quién lo hace con dicha música y con
los objetos que la hacen posible, la cual no necesariamente es en bloque (es decir, no hay
una finitud de objetos a los que invocar).
La mediación invita a una lección sobre gustos, da cuenta de la insuficiencia del objeto para
dar cuenta de nuestra relación con la música. Para que un oyente pueda conmoverse con
una música, debe creer en ella, prescindiendo de su contenido pero apoyándose de los
garantes que lo median al que escucha con la música (el vendedor, el intérprete, etc.). Es
necesario que comprenda la lengua que se habla: se presta oídos a la espera de un placer
que es placer de dicha espera.
“se ama la música que uno está preparado para amar, que ya se gusta de amar” p37.
En el breve instante en que uno decide si ama o no la música, se revelan los estatutos que se
superponen al objeto: durante esa indecisión, sus propiedades flotan disociadas y dispuestas
a ser atribuidas o rehusadas a tal o cual interpretación. En esa indecisión, lo que no se
entiende se vuelve insoportable y se escucha como maraña de sonidos y no como música:
aparece el objeto desnudo. Es lo desconocido que se está por conocer y por el momento es
solo ruido; mientras aquello que ya se conoce, se percibe y se vuelve ruido; mientras que
aquello que se conoce, se percibe con todo aquello que lo compone para poderlo gustar.
¿qué objetos son los que llenan el vacío para hacer perdurar la música? Todos aquellos que
la inscriben dentro de las cosas que se conservan (partituras, discos, tratados, manuales, etc.
Depende de cada género).
Los músicos tienen sus propias definiciones de su objeto y las cuestiones que se plantean
frente a los fragmentos materiales salvados del naufragio de una música pasada no son los
de su interpretación histórica, sino las de su interpretación musical. Despliegan el conjunto
de mediaciones musicales para hacer para hacer posible la interpretación (una manera de
tocar, una sensibilidad, una posición o gesto, cuál es el sonido del estilo, qué reglas de
interpretación, qué gusto (del lado del oyente)).
El cerco y el fracaso
La disputa barroca enseña el lugar de los objetos en la música. Estos desempeñan un papel
de naturalización, de proyección en la materia de un uso colectivo, que se vuelve invisible
en cuanto tal, simple lectura de propiedades vinculadas al único objeto desplegado ante
nosotros, la música. Pero hay un espacio entre el objeto y la audiencia que es colmado por
el intérprete: éste es el que significa y pone en acción a los objetos para que medien la
aparición musical.
En ese sentido, lo que hicieron los neobarrocos fue re-producir esa música, producir de
nuevo de ciertos objetos, ciertos medios, ciertos usos, lo cual es capaz de remodelar un
gusto.
La música se vuelve móvil en el tiempo y espacio gracias al disco: la historia del gusto está
secretamente supeditada a la historia de la captura de sonidos.
La música es una red de mediadores que se entrelazan para hacerla posible, para que pueda
surgir frente a nosotros y no el objeto mismo como algo dado. Esto implica que en la
disputa barroca lo que hay es traidores: la fidelidad a un mediador se hace a costa de una
ciega dependencia a otro mediador que la hace posible. (esto porque los modernos son
fieles a la partitura y los neobarrocos, al disco) Es el jazz criollo traidor al jazz
tradicional?
“las mediaciones no se anulan entre sí, sino que se anulan y se alimentan mutuamente. La
fijación y la instrumentalización conquistadas aquí, lejos de condenar a muerte la
interpretación que capturan, abren en otra parte espacios diferentes para la música “viva”.
La consistencia del disco ha permitido que hoy los interpretes se liberen de las tradiciones
pedagógicas y que disfruten de la libertad reconquistada de las interpretaciones anticuadas”
p69
Mediación, ¿cómo analizar la manera en la que la música debe presentarse o ser presentada
ante nosotros, para que la reconozcamos?
La disputa entre interpretaciones reaparece por la extrema dependencia del sujeto de gusto
a la serie de objetos a través de la cual se construye y, recíprocamente, la obediencia de los
objetos a la voluntad de reconocimiento de los músicos. A quien desaprueben los objetos
sólo le queda apelar a su libertad de elección.
No hay objeto finito de fidelidad, sino fidelidad a una serie de hábitos y cosas, cuyo punto
de fuga se llama la música amada. Esta fidelidad, da cuenta de la debilidad de la
formulación sujeto-objeto en la medida que los sujetos son dependientes de los objetos (sin
ellos no se hace música, y si no es por la música, no se ponen en acción los sujetos), y
viceversa (los objetos no son nada si no se les pone en acción).
Por tanto, no hay ni objeto ni sujeto libre: todas las relaciones de mediación están ahí para
presentarlos mutuamente (en la denegación de sus mediadores, pero eso no quiere decir a
pesar de su ausencia, sino a causa de su presencia oculta), o bien esas relaciones se ven
interrumpidas y ya no son nada. En la construcción o destrucción de un gusto, lo que hay es
una procesión heteróclita de mediaciones, más o menos inscritas en la materia y más o
menos ampliamente reconocidas y compartidas, situadas todas en el intervalo que media
entre los humanos y las cosas
¿pueden las interpretaciones sociales respetar las construcciones propias de los dominios
que estudian o, por definición, toda explicación teórica implica la expulsión de las
mediaciones? Para que esto no ocurra en el análisis del arte, las ciencias sociales deben
abandonar el dualismo: 1) superar la oposición entre análisis externos e internos,
racionalizaciones y denuncias sociales del objeto; 2) y para ello hay que tener en cuenta
minuciosamente las mediaciones propias del arte, a la vez en su estatuto teórico y como
realidades empíricas. Esto permite que converjan diversas disciplinas.
La sociología y la teoría del arte son las principales disciplinas que analiza hennion para
poder plantear la cuestión de la restitución de los mediadores. Al analizar su literatura, da
cuenta de que ambas disciplinas, teniendo diferentes programas, son caracterizadas por la
estrategia de la restitución de los mediadores, generándose dos polos:
¿qué nivel ocupan las instancias mediadoras? ¿cómo leerlas? ¿cuál es el estatuto de los
objetos en el análisis social del arte?
Las interpretaciones que abordan estas preguntas recurren simultáneamente a dos modos
contrarios de cuestionar la realidad: los objetos por lo social que lo produce; lo social por
los objetos que lo contienen.
Estos dos modos son en realidad dos modelos entre los que la mediación desplaza las
causas: a) el modelo lineal (natural, externo, explicativo: ¿cuáles son los mediadores del
arte?) y el circular (cultural, interno, implicativo: ¿de qué es mediador el arte?). La
mediación se escoge para nombrar la oscilación de pasar de un modelo a otro, tanto en la
práctica de los actores para construir y justificar su universo como en las teorías de los
investigadores.
Asimismo, define una operación, porque lo que importa es el poner en relación que realizan
los actores, y no a los operadores. No exige establecer una separación de principio entre
instrumentos y permite que los humanos circulen sin solución de continuidad por las cosas,
pasando por temas u objetos, instrumentos, sistemas, lenguajes o instituciones.
Arte mediador:
sustitución: reemplaza las causas que se otorga el objeto artístico por sus verdaderos
determinantes sociales,
conduce a un develamiento.
Ataque al objeto (lo busca destruir para convertirlo en otra cosa de lo que dice ser)
Arte=artefacto de lo social
Lo social es un principio global, genérico que permite reconstruir el objeto de
estudio: la relación arte/sociedad es interpretada como causa contra causa, según
una causalidad global, circular y asimétrica: la explicación parte de lo social para
regresar a él después de haber atravesado los objetos artísticos.
(efecto explicado)
Causa primera
social arte
el objeto viene dado y definido por las disciplinas, a dicha descripción correlaciona
con factores sociales y sugiere eventuales relaciones de causalidad
habla menos de lo social que de “una serie de factores sociales posiblemente
determinantes, entre otros, de ciertos rasgos del objeto artístico y de sus modos de
producción y difusión” p225 determinación por factores sociales
reforzamiento del objeto (le proporciona razones de ser suplementarias)
se aplica a la exterioridad y la objetividad de relaciones locales entre realidades a
priori iguales e independientes, y sólo la medida empírica permite proponer
hipótesis de relaciones causa-efecto parciales, lineales y recíprocas.
Explicación parte de un factor para explicar otro, ambos extraídos de realidades
positivas y aceptadas (el arte, la sociedad)
Variable causal posible Variable explicada (entre otras)
El estudio del arte es también la cuestión del objeto-obra, que, por sus cualidades y su
capacidad de autodefinición, deja a las disciplinas sociales perplejas por no tener
herramientas para poder captarla. Ésta es la testarudez de las obras, la omnipresencia de la
oscilación entre los dos tipos de causalidad, en todos los niveles de explicación.
Dichas interpretaciones del arte se pueden distribuir articulando dos oposiciones. Así,
representan una salida de la mediación, ya sea porque se interpreta que la causa reemplaza
las realidades heterogéneas, reduciendo el objeto a lo social y lo social al objeto, o porque
la causa es demasiado débil respecto a las realidades empíricas que están dadas, de modo
que la interpretación sólo puede racionalizar.
Interno y global
(Causa
Sociedad objeto
elegida)
Externo y parcial
(Tipo de causalidad
empleada)
Así, el camino teórico de la mediación tiene dos cuestiones clave: definir por el camino una
relación entre el arte y la sociedad y definir el objeto artístico con respecto a sus
mediaciones concretas que necesita para existir.
De este modo, se establece una relación distinta con los actores observados: se les otorga
también el derecho a la teoría. Por ello y lo del párrafo anterior, se sale del dualismo sujeto-
objeto.
Contrario al arte
visual, en la música el peso de la obra deja su sitio a la fluidez del tiempo. El sonido es
dinámico, sólo existe si se emite. El objeto de la música no tiene materia propia, lo que trae
el problema de teorizar la música.
La historia de los teóricos de la música desde el siglo XVI se ubica en el corazón del
establecimiento de la música como un arte autónomo, lo que consiste en un proceso de
fijación para producir un objeto musical (cuya parte técnica habrá sido aislada, fijada y
trasmitida por una enseñanza escrita) separado del músico (y del aficionado desbordante en
sentimientos). Pero dado que la música no es la partitura, ni la enseñanza musical, no es
asimilable su problema teórico a la forma en como se observa las artes visuales, cayendo en
los dos modelos (lineal y circular).
“La música escapa en parte a la geografía general del discurso sobre el arte, pero mediante
el silencio” las teorías y las palabras parecen no ser aptas para abordarla, por su obsesión
con el objeto y la música, al no ser el objeto, desconcierta. Pero si la falta de objeto
obstaculiza la teorización, no hace igual con la mediación: sólo es ella, defendiendo lo
contrario que el discurso sociológico: entrega de golpe la mediación, que debiera ser
disimulado, mientras que oculta la evidencia inicial contra la que debería apoyarse.
La producción del objeto musical es producirlo como una cosa fija, separándola del cuerpo.
La primera separación es la del instrumento, luego la de la escritura (que separa la música
del instrumento). Hacer visible el objeto musical no consiste en comentarlo, sino
producirlo, transformar la realización física y colectiva en cosa fija. el problema de la
fijación de la música en un objeto, es el problema que tiene la teoría con la música
¿qué queda de la relación con el objeto cuando pasa por un “sentido” diferente: temporal,
dinámico, no direccional, no dominable salvo si uno se tapa los oídos? La solución a esta
paradoja de la visualización verbal constituye dos polos de análisis: música=partitura|-|
música= (expresión del) ser.
Para no caer en la problemática que trae la ausencia del objeto de la música, es necesario
volver a los músicos: considerar como objeto la creación del objeto musical. No obstante, la
ambivalencia también proviene de los que la hacen: por un lado, se tienen los objetos que
reclaman que la música viene del mundo físico (los instrumentos, el disco, etc.); por otro,
todos sus mediadores humanos dicen que la música no puede confundirse con la pesadez de
las cosas visibles. Esto da cuenta que la palabra no existe para lo sonoro, dado que no
puede delegarse fácilmente ni a su materia ni a la imaginación de los sujetos. Para existir,
entonces, debe rehacer su sociología y su física.
Ver la música como resultado de la institución, implica que hay que analizarla como
una división efectuada sobre un conjunto de prácticas, para organizarlas, inscribirlas,
en los cuerpos y e las cosas, ordenarlas alrededor de un objeto común llamado música
y volver poco a poco irreversible esta inscripción cruzada. Institución es primero una
operación, pronto un organismo, cada vez más pesado, cuya masa física va a sostener,
enmarcar, proteger y sofocar lo que instituye CLAVE PARA
PROBLEMATIZACIÓN Y JUSTIFICAR EL CASO ESJAZZ
No obstante, el objeto musical es inestable. Esto hace que la respuesta del músico sea
ambigua: recurre a la institución para sostener su objeto, pero la hace desaparecer detrás de
dicho objeto. De este modo, la densidad de la institución remite a la fragilidad del objeto
sonoro.
¿cómo se sostiene la música? por las instituciones que la erigen ante nosotros como si
fuera una estatua. ¿cómo se puede conocer el valor de sus productos? Nunca mirando
de frente a un objeto o a un sujeto, sino consultando a las ordenanzas que nos señalan
con el dedo… El músico realiza el trabajo inverso del pintor: tiene que dominar una
red diversificada de intermediarios circunspectos para que, finalmente, la música
pueda ser producida ante nosotros, no estimular una red huidiza de evaluadores sobre
un objeto ya presente. Por tanto, la música ya es sociología.
De este modo, la idea de objeto en la música es una metáfora, dado que ésta no reside en
sus objetos, sino en su mediación: cada vez hay que re-presentar todo, cada interpretación
es una recreación.
A las diferencias entre músicas étnicas, clásicas y popular, por detrás se perfilan el respaldo
privilegiado en una técnica particular de fijación, de conversión en objeto:
Son entonces tres formas de convertir la música en objeto y de producir frente a ella un
oyente, que en cada ocasión exige competencias diferentes.
Por todo ello, para hennion la cuestión consiste en mostrar que es más fácil
comprender la música a través de sus dispositivos intermediarios. Al comprender la
forma en cómo se articulan y oponen, al observar cómo la música y su público cambian en
función de ellos, se dispone de un medio empírico para superar la oposición entre el
estetismo/sociologismo (modelo lineal-circular), y para superar también la oposición entre
el análisis de los medios y la producción o el análisis de los gustos y la diferenciación
social.
Y esto constituye un método, pues los debates sobre la música, de los profesionales a los
aficionados, se formulan siempre bajo la forma canónica de una disputa entre sus soportes
rivales. Su punto decisivo, es poner a todos los medios en el mismo plano: son uno entre
tantos medios de fijación. Las controversias musicales pasan por el cuestionamiento del
estatuto concedido a los mediadores, la polémica radica siempre en la remisión de una
música a un tipo de representación distinto del que ella reconoce, las mediaciones, que, no
obstante, son su realidad misma. Y esta mediación que le subyace a los principios que
definen a las músicas, son mediaciones entre una música y un público: la serie de
mediadores que se establece producen los diferentes géneros.
Así, la fijación apunta hacia la verdad musical del objeto (fijación de la música en objetos)
o la verdad social de la práctica (la música no son los objetos, sino las prácticas rituales).
Además, las músicas reales combinan varias de las definiciones sobre las representaciones
artísticas, estéticas, comerciales y sociales. Dichas definiciones apuntan a posicionar la
música como medio o como fin, como relación interpersonal o fidelidad colectiva a una
realidad compartida: una definición comercial de la música (INTERmediadora que
relaciona los mundos del artista y público), y una definición institucional (que
organiza en torno a la música el agrupamiento de sus servidores):
música-para-el- música-por-la-música
público-como medio -como fin
-definición comercial -definición institucional
-mercado -conservatorio
-fusión del artista y del -organiza en torno a la música
público a través de la música el agrupamiento de sus
seguidores
Los diferentes tipos de mediación forman un sistema como abanico de las modalidades de
las que disponemos para representarnos: la música es una práctica que permite a través de
los objetos, la significación de sí misma a través del rodeo de los otros.
música-para-el- música-por-la-
público música
Todo por el
público
Hay que considerar caso por caso la forma en la que las cosas y los hombres de una música
transitan de un estado a otro, fluctúan de la fijación de los cuerpos a la activación delos
sentimientos, de la consolidación de sus relaciones exteriores a la interiorización de sus
recíprocas definiciones, y cómo se forman los músicos al afrontar sus objetos, ponen en
juego desde el cuestionamiento de un detalle a la redistribución general de sus identidades,
cómo repiten los ritos afianzados de un mundo firme o cómo reactivan su pasión al
escuchar a algún nuevo profeta denunciar su letargo, cómo cargan poco a poco con sus
propiedades los elementos de su mundo a la sombra del trabajo cotidiano o los vuelven a
fundar todos de golpe en alguna ceremonia excepcional con fuerte poder de unificación
retroactiva.
Entonces, ¿qué es la música? una formación colectiva de una falta (el sonido es ausencia,
nunca está presente), transformada así en designación de un objeto inaccesible, cuya
búsqueda organiza a la vez nuestra sujeción y la construcción común de un objeto,
compromiso colectivo que pasa entre nosotros para inscribir en las cosas la ausencia de lo
que representa (es decir, al mismo tiempo la imposibilidad de un referente puro, un objeto
del que todo procedería inmediatamente y, asimismo, la ausencia simétrica de un colectivo
que podría representarse inmediatamente en los emblemas).
NOTAS:
Lo relevante de este texto es ver de qué manera aborda la investifación desde la mediación
de la enseñanza musical: La música no existe (no existe porque sólo aparece cuando se le
hace aparecer, recordar lo del objeto), de ahí que no hay que partir de a priori para
acusar, sino que es necesario ver la acusación de los actores y ver de qué manera,
mediante sus relaciones, logran hacer que cierta música (con definiciones y prácticas
particulares derivadas de dichas relaciones) tenga lugar y se entienda del modo que
existe. O sea, hay que decir: no existe jazz en Chile, ¿cómo es que lo vuelve posible la
ESJ?
Por lo anterior, la crítica en la pasión musical del modelo lineal o circular: porque
reducen lo musical a una causa primordial: del lado del arte (serenidad última del objeto)
o de lo social (servidumbre ciega de los sujetos).
SÍNTESIS:
Objetivo del texto: extraer reglas metodológicas y presentar proposiciones para una
nueva sociología del arte que no se limite a denunciar desde el exterior las condiciones
de desigualdad en que se mueve la producción y el consumo de obras de arte.
Lo que comúnmente interesa al sociólogo al estudiar la enseñanza musical es ver cómo
funciona la institución de reproducción por excelencia: la escuela, la mecánica social de la
desigualdad. [esto lo realiza hennion, una caracterización de los estudiantes del
conservatorio para demostrar que son hijos de la pequeña burguesía o de músicos. ¿Es
necesario hacer un censo?].
Al realizar dicho análisis, se percata de una paradoja: El sociólogo tiene una función
acusadora, en vez de hacer lo mismo que el sujeto que observa, se dedica a denunciarlo.
Esta función legitima su discurso crítico, fundamenta su cientificidad a nivel de contenidos.
No obstante, esto no lo distingue ni distancia de los actores: ambos, sea en nombre de lo
que sea, no dejan de acusar, de encontrar causas a las cuestiones que viven, atribuyéndolas
ya sea a la sociedad, a las instituciones o a otros actores. No obstante, la exterioridad que le
confiere la etiqueta de objetividad científica le permite sustraerse al juicio de lo vulgar,
dándole la razón, así como la externalidad estética del objeto de arte da la razón al artista.
Esta relación de competencia dada por la definición de un objeto entre artistas y sociólogos,
permite a un medio escapar de la negociación permanente del debate cotidiano para
apoyarse en una razón superior, relevada a primer plano, dado que la sociología suele
eliminarla o darla por supuesta. La sociología no se ha dedicado a “tratar al objeto de arte
en sí, es decir: entrar de lleno en competencia con un principio de definición del objeto
que no es el suyo”
A Hennion no le interesa participar del fuego cruzado de acusaciones, sino que convertir
esa lucha entre mediadores cuyo objeto es definir la razón de las cosas, en su propio
objeto de investigación, práctico y teórico. Busca “comprender cómo, entre estas series de
intermediarios heterogéneos, las relaciones de mediación, complejas, conflictivas, saturadas de
acusaciones recíprocas y de rechazos feroces de lo que cada uno es, acaban por establecer la
realidad musical” p159.
Lo que busca Hennion, por tanto, no es sintetizar, sino su antecámara: la regresión. Quiere
partir de las categorías de los actores, no dirigirse hacia la definición de objetos cada vez
más rígidos, pesados y menos fáciles de perfilar frente a los sujetos que cada vez se
conocen mejor. Es un remontarse hacia atrás, al momento en que el problema es confuso,
cuando la distinción entre lo social, lo musical, lo psicológico, lo político, lo afectivo es
fluida y móvil. Es volver donde la música se vuelve el producto del trabajo de sus actores
que es más fuerte cuando es considerada como punto de partida de sus relaciones. El
método regresivo aboga a una genealogía de la música: la música es el resultado
producido por los actores, y es un término tanto más fuerte cuanto, por el contrario,
la consideran el punto de partida de sus relaciones, la propuesta sin la cual el resto
carecería de sentido. [Esto es muy importante, por qué fundar una escuela de jazz? Cuál
es su sentido?]
“Dejemos de creer en la música... nos resultará más fácil observar a través de qué
mecanismos se cree en ella. Neguémonos a dotarla del derecho a la existencia y
comprenderemos mejor cómo se las apañan los actores para hacerla existir”. P162
Mediación 1: la institución
Los términos del debate en sí mismos no tienen la misma importancia, sino que ésta
depende de la capacidad de los diferentes grupos para imponer los suyos: la jerarquía de
prioridades en una reforma educacional refleja, por ejemplo, la jerarquía de las posiciones
ocupadas por unos y otros y nos da un principio para establecer una jerarquía de nuestros
propios análisis. Es el criterio de los músicos (¡y obviamente no cualquier músico!) la línea
divisoria que opone el medio musical y sus instituciones a las restantes partes
comprometidas con las escuelas de música (Estado, niños, padres), dado que los primeros
disponen de los medios para hacer de la música su propio fin, no como los segundos para
quienes es un medio. “La música por la música se ha convertido en la música por el
músico: se trata de la capacidad que tiene un medio organizado de imponer sus
criterios de formación y de autorreproducción a fin de obtener recursos, a la vez que
se protege de la servidumbre de la demanda” p163 [Para justificar la decisión de
estudiar la escuela, ésta ni siquiera se somete a la decisión del Estado sobre lo enseñable o
sobre algún criterio superior sobre las dimensiones que debiera abordar. Es una
organización de capacitación: busca imponer sus criterios de formación y
autorreproducción y obtiene recursos aunque no sé se protege esa servidumbre de la
demanda].
“Si uno se olvida por un momento de la música, inmediatamente ve cómo reaparecen los
actores” p165
La institución es una mediación entre otras, por lo que debe analizarse positivamente como
uno de los dispositivos a través de los cuales la música se hace realidad. Así, la música se
analiza como la suma de las construcciones mediante las cuales los actores –músicos-
intentan establecer y consolidar relaciones que los definen de manera común. Esto
implica que NO se parte de un a priori para analizar la música.
Primera ventaja del método: sus efectos sobre el estudio de la pedagogía es que no habría
una pedagogía con más reconocimiento que otra, sino que deben analizarse sólo a partir de
las relaciones duraderas que consiguen establecer en el mundo socio-musical que
construyen: son sus prácticas las que elaboran e imponen progresivamente una
definición concreta de la música, de la escuela, del niño, de la sociedad; y ese conjunto
de interrelaciones lo que hay que observar.
Mediación 2: el instrumento
Aquí lo que se habla tiene que ver con este párrafo y no creo que arroje muchas luces
sobre lo que me interesa investigar a mí:
Mediación, en cambio, refiere a que no existen mundo que vengan dados con sus leyes.
Sólo existen relaciones primarias, estratégicas, que definen a la vez los términos de la
relación y sus modalidades. Las relaciones entre mediadores se constituyen como una
red de mediaciones, de tamaño variable –¡innumerable! -, son series heterogéneas
orientadas como realidades estables y no realidades primeras cuyas reglas descubre el
intermediario a fin de explotarlas.
Por ello, la mediación es ante todo un método: Cada vez que se ve una causa, describimos
las acusaciones, es decir, exactamente el proceso de cuestionamiento, que ha permitido que
nos entendamos en lo que respecta a las características de un objeto o de un sujeto.
“el ojo del sociólogo no es una mirada inquisidora […] mirada menos crítica que
voluntariamente ciega, sino un órgano simpático que permite al otro leerse y cuestionarse, e
ir rectificando a través de impactos sucesivos la visión que cree que da de sí mismo a su
interrogador”.
La mediación no es un medio del sujeto, ni un mensajero del objeto; es primordial para los
dos términos que constituyen la pareja sujeto-objeto. Por tanto, la hipótesis de la mediación
es, una exigencia metodológica radical: ¿qué sucede si afirmamos hasta el final que no
existe una realidad primera del objeto transmitida por sus mediadores y que tampoco
existen una sociología o una psicología propias del sujeto receptor? La hipótesis va en
que los mediadores culturales no son instrumentos de transmisión entre realidades primeras
con una lógica específica (arte, espectáculo, sentido/público, mercado, lo social), sino que
estas realidades son el resultado de un trabajo de mediación que consiste en establecer
dicha separación, en producir al objeto y al público, uno a través del otro. Tanto
teorías como mediadores culturales aspiran a que sus conocimientos infundan su realidad a
los objetos y a los sujetos de la cultura, modificando aquellas características que definen su
creciente independencia respecto a sus mediadores.
plano teórico, puede significar también dotarse de 10s medios para saltar la fosa artificial
que separa siempre de entrada el conocimiento puntual de cada objeto musical, por una
parte (10s instrumentos, 10s lenguajes, el sonido, 10s hechos y las fechas, las partituras...),
y, por otra, una comprensión global de las prácticas musicales a la que la fuerza de 10s
objetos envíe a un nivel de generalidad cada vez más desprovisto de toda significación, en
tanto que resulta poc0 discriminante.
Identidad
Etnicidad y sonido: nosotros y los otros a partir de la música (Armenta
López)
Etnicidad hace alusión a comunidad musicalmente imaginadas, las cuales se consideran
grupo étnico por compartir códigos, valores, representaciones y signos.
La música ha construido un sector amplio de seguidores que busca singularizarse por medio
de la estética de su ropa y peinados, lenguajes y formas corporalizar la estética de su
sonido… se crea un imaginario musical donde las relaciones no sólo son a nivel estético,
sino en un diálogo simbólico donde se representan los códigos a las comunidades (p4)
Dentro de las comunidades se crea una interiorización de los valores, códigos y significados
a lo que Gilberto Gimenez llama la subjetivación de la cultura siempre y cuando trascienda
su tiempo y espacio, para dar pie a la identidad esta interiorización es la clave para
poder hablar de identidad en el trabajo. La pregunta es por el lugar donde dichos
valores, códigos y significados se crean, y, por supuesto, cuales son esos valores, códigos
y significados que son promovidos para mantener al jazz vivo y a flote (elitismo/músca
popular; forma /esencia; establishment/resistencia, bla). Creo que esa es la manera de
justificar el estudio de caso, de qe ya existen diferentes versiones de lo que se piensa del
jazz, todos dicen de qué se trata, incluyendo los hechos.
Los sujetos que desclasifican los géneros musicales, así como a las personas que gustan de
ellos, tienen una relación de poder a través del gusto, las necesidades y la distinción. En
palabras de Pierre Bourdieu: no existe relación jerárquica que no deba una parte de
legitimidad que los propios dominados le reconocen a su participación, confusamente
percibida, en la oposición entre la “instrucción” y la ignorancia (Bourdieu, 1979). P5. La
clase dominante del gusto busca legitimar lo bueno a partir de la comunidad musicalmente
imaginada.
De este modo, los estilos musicales son sucesos construidos en momentos históricos y son
fruto de su contexto y condiciones históricas, teniendo como resultado mútiples
identidades, según dónde se encuentre el sujeto. Los valores son proporcionalmente
producidos a su contexto histórico, siendo los discursos legítimos y auténticos de estas
comunidades musicalmente imaginadas, las que crean las dinámicas de exclusión y racismo
[nuevamente, son años de avance en que el jazz pasó de ser la voz de los negros a música
americana, a música mundial con expresiones en diversos países. Qué es aquí el jazz?]
Diferentes tipos de práctica musical pueden producir diferentes tipos de identidad musical.
“La identidad se aplica en sentido propio a los sujetos individuales dotados de conciencia y
psicología propia, pero sólo por analogía a las identidades colectivas, que, por definición,
carecen de conciencia y psicología propia” p.3
Los atributos diacríticos que el sujeto apela para fundamentar la distinción son:
a) de pertenencia social: identificación con diferentes categorías, grupos y
colectivos sociales, las cuales pueden ser potenciales, activas o politizadas. Implica
compartir, aunque sea parcialmente, los modelos culturales de los grupos.
(Desde aquí habla desde un tal Melucci) Son sistema de relaciones y representaciones.
Implica una definición común y compartida de las orientaciones de la acción del
grupo en cuestión, es decir, los fines, los medios y el campo de la acción. Dicha
definición colectiva debe vivirse como modelo cultural (valor) susceptible de adhesión
colectivo, para lo cual se le asocia un conjunto de ritos, prácticas y artefactos
culturales. Finalmente, implica constituirse una historia y una memoria que confieran
cierta estabilidad a la autodefinición identitaria.
Así, esta identidad defina la capacidad de un grupo para la acción autónoma así como su
diferenciación de otros grupos y colectivos y debe lograr el reconocimiento social si quiere
servir de base a la identidad (dimensión relacional de la idetnidad). De este modo, comporta
una tensión irresuelta e irresoluble entre la definición que un movimiento ofrece de sí
mismo y el reconocimiento otorgado al mismo por el resto de la sociedad.
Barth: las identidades colectivas se definen por sus fronteras. son las fronteras mismas
y la capacidad de mantenerlas en la interacción con otros grupos lo que define la identidad,
y no los rasgos culturales seleccionados para marcar, en un momento dado, dichas
fronteras. Esto no significa que las identidades estén vacías de contenido cultural. En
cualquier tiempo y lugar las fronteras identitarias se definen siempre a través de
marcadores culturales. Pero estos marcadores pueden variar en el tiempo y nunca son
la expresión simple de una cultura preexistente supuestamente heredada en forma
intacta de los ancestros.
Los contextos son variables según escala considerada y se tornan visibles cuando implican
procedimientos formales de inclusión/identificación. En casos referidos como red de
relaciones, o aglomeraciones urbanas o una región, la visibilidad de los límites se vuelve
difusa.
el yo móvil: La identidad se capta más vívidamente como música, dado que ofrece una
percepción del yo como de los otros, de lo subjetivo en lo colectivo. Cita a un tal Slobin: En
la interpretación ocurre la proyección y la disolución simultánea del yo. Los factores
sociales rondan el espacio musical pero sólo penetran en él muy parcialmente en el
momento en que concreta la interpretación colectiva. Estas coacciones son invisibles para
los músicos, que elaboran una imagen compartida que implica la afirmación del orgullo y
hasta la ambición, y la desaparición simultánea del yo.
[creo que ambos párrafos debieran escribirse juntos. Lo que yo quiero ver es identidad
colectiva de una organización, no identidad individual de los jazzistas. Por tanto, el hecho
de que en la interpretación se proyecte y disuelva el yo no es una cuestión que me sirva
para poder plantear mi problema. No obstante, si la música es factor de identidad, si esa
identidad se proyecta y actualiza en el acto musical -cosa que queda para trabajos
futuros-, se hace como práctica artística, es decir, en ese momento se sublima todo lo que
el artista trae consigo. En ese sentido, si bien no hay una relación lineal entre formación e
identidad de un artista, lo que ese artista es sí está influido por lo que ha aprendido y lo
que ha hecho en la práctica: hay un condicionamiento de la escucha que es producto del
cruce de las dos líneas formativas: filosofía y teoría, sumado a la experiencia de estar en
la escuela que te permite empezar a vivir el jazz.]
Espacio, tiempo e historias. El argumento aquí parte en la división entre las artes
temporales y las bellas artes, superioridad de estas últimas y bla. El argumento
decimonónico de que el arte es intemporal, en realidad era el intento de objetivar todas las
artes, teniendo como uno de sus efectos el redefinir la música como un objeto musical y
poner el acento analítico en la obra (partitura) más que en su interpretación, la cual también
se objetiva al dar cuenta que la música debía ser interpretada para que fuera tal. Pasa a ser
una interpretación repetida, a fin de poder afirmar que la definición del significado de la
música provenía de su tradición, su historia y no de su efecto inmediato, el cual por su
naturaleza se encontraba distorsionado por el contexto.
Por ello, se considera que la música popular no representa valores, los encarna (Importancia
de discutir sobre la música popular!), la música tiene un papel potencialmente constitutivo
en la configuración de los valores culturales y la interacción social.
Gilroy sobre la música y la cultura negra: “en la historia de la cultura negra, «la política de
la transfiguración porfía en la búsqueda de lo sublime, luchando por repetir lo irrepetible, y
presentar lo impresentable [...] la política de la transfiguración «impulsa hacia lo mimético,
dramático e interpretativo». De ahí «las tradiciones de la interpretación [...] «El poder de la
música en el desarrollo de nuestras luchas, al transmitir información, organizar la
conciencia y poner a prueba, desplegar o amplificar las formas de la subjetividad exigidas
por la agencia política, individual y colectiva, defensiva y transformadora, demanda
prestar atención tanto a los atributos formales de esta tradición expresiva como a su
fundamento moral distintivo (...) En los términos más simples posibles, cuando representa
el mundo tal cual es contra el mundo tal como lo anhelarían los racialmente subordinados,
esta cultura musical aporta gran parte del coraje necesario para seguir viviendo en el
presente»
la historia de la música negra nos permite describir parte de los medios a través de los
cuales la unidad de la ética y la política se reprodujo como una forma de conocimiento
popular», y si la música, de ese modo, puede «evocar y representar las nuevas
modalidades de amistad, felicidad y solidaridad que son una consecuencia de la
superación de la opresión racial en la cual se apoyaron la modernidad y la dualidad del
progreso occidental racional como barbarie excesiva», también evoca y representa el
diálogo, la argumentación, la llamada y la respuesta: «las líneas entre el yo y el otro se
desdibujan y, como resultado, se generan formas especiales de placer».
Gilroy cita a Ralph Ellison sobre el jazz: «Hay en esto una cruel contradicción implícita en
la misma forma artística. Puesto que el verdadero jazz es un arte de afirmación individual
dentro del grupo y contra él. Cada momento jazzístico verdadero (...) brota de una
contienda en que el artista desafía a todo el resto; cada arranque o improvisación solista
representa (como las telas de un pintor) una definición de su identidad; como individuo,
como miembro de la colectividad y como un eslabón en la cadena de la tradición. Así,
puesto que el jazz encuentra su vida misma en la improvisación sobre los materiales
tradicionales, el hombre de jazz debe perder su identidad al propio tiempo que la
encuentra».26
En suma, es un proceso estético gracias al cual nos descubrimos a nosotros mismos al
forjar nuestras relaciones con los demás; las cuales no se limita a las culturas negras.
[Lo dejo incluso con otra letra porque creo que es importante pero no sé dónde podría ir. Creo que
la cita que hace de Gilroy podría ocuparse para graficar lo de que la música encarna valores (y
sobre cómo la música cumple una función estética y ética. Pero lo que sigue creo que hay que
sacar su espíritu y ponerlo en el texto, ya sea en la parte de identidad o en la parte de jazz. Es muy
lo que dice Victor y por eso me parece muy pertinente. El texto de Gilroy eventualmente debería
leerse pero creo que para esta pasada ya fue.]
De la estética a la ética. la pregunta que debiera hacerse no es qué revela la música popular
sobre las personas que la tocan y usan, sino cómo las crea como personas, como una red
de identidades. La música popular no lo es porque refleje algo o articula auténticamente un
tipo de gusto o experiencia popular, sino porque crea nuestra manera de entender qué es
la popularidad, y nos sitúa en el mundo social de un modo particular . No debíeramos
verificar la fidelidad de una pieza musical a otra cosa (es decir que tan auténtico reflejo o
representación de algo sea), sino ver cómo presenta, ante todo, la idea de la verdad: la
música pop exitosa es música que define su propia norma estética.
[música popular = red de identidades. Aquí estoy dentro de una música popular en
particular: el jazz, que se caracteriza por ser la menos popular de las músicas populares.
Pero sigue siendo música popular, y el victor menciona que DEBE seguir siendo música
popular (resistencia, etc.) ¿qué sentido de la popularidad entonces es promovido por este
mediador que es la ESJAZZ y que se introduce dentro de un campo que es la música y el
jazz? Ahí de nuevo, la idea de la doble formación y la declaración de la misión de la
escuela: formar artistas con visión crítica sobre lo que hacen: ¿cuál es la norma ética y
estética entonces?]
1. una identidad es siempre un ideal: lo que nos gustaría ser y no somos. De este
modo al complacerse con un tipo de música lo que se hace es participar en formas
imaginadas de democracia y deseo. Campbell: lo estético describe una cualidad de
la experiencia más que un estado del ser, y la experiencia estética popular es un
efecto del “hedonismo moderno autónomo e imaginativo” (es arbitrario entonces
querer hacer jazz? o mejor dicho, es una consecuencia del desarrollo de las
sociedades modernas, al hacer estas desprender el anclaje que generaba identidad
anteriormente?)
Aquí el loco habla de GOffman
2. Pero si idealiza a nosotros y al mundo social, también es real, y se concreta en las
actividades musicales: hacer y escuchar música son cuestiones corporales e
implican movimientos sociales: el placer musical no se deriva de la fantasía,
sino que se experimenta directamente, dado que la música nos da una
experiencia real de lo que podría ser el ideal (ejemplo del tema de la identidad
negra desde Gilroy: sigue siendo resultado de la actividad práctica: lenguaje, gesto,
significaciones corporales, deseos).
Las diferentes músicas populares contribuyen materialmente a dar diferentes
identidades a la gente y a incluirla en diferentes grupos sociales, dado que son
experiencia de modos alternativos de interacción social. Así, los valores
comunitarios solo pueden captarse como estética musical en acción. La autenticidad
no es una caulidad de la música como tal (el modo real de hacerla), sino de la
historia que se le escucha contar, el relato de interacción musical en que se sitúan
los mismos oyentes.
Lo que hace que la música sea especial para la identidad es que define un espacio sin límites, un
juego sin fronteras. Es la forma cultural más apra para cruzarlas (por las características del sonido),
y definir lugares (dónde nos lleva o ejecuta la música).
Outsiders (Becker)
[A rasgos generales lo que menciona Becker sobre los jazzistas en este libro es una
observación que realiza a mediados del siglo XX en USA. Lo interesante: el contraste entre
dicha realidad y la actual. Ahora bien, no creo que sea relevante al punto de estar
constantemente en esto.
Becker ocupa cultura como los acuerdos comunes sostenidos por un grupo que tiene vida
en común en aislamiento -total o parcial- con el resto de la gente, de modo que dichos
acuerdos refieren a problemas comunes. Para un desviado (es decir quienes están al margen
de lo socialmente aceptable), uno de los problemas es que su opinión sobre la desviación no
se ajusta al del resto de la sociedad; por lo que la cultura propia se desarrolla en torno a
estos problemas que surgen de la diferencia entre el modo en que ellos mismos definen lo
que hacen y como lo definen el resto de la sociedad. [esta definición está interesante,
porque si bien Becker habla de desviaciones en tiempos donde la moral operaba a niveles
que hoy ya no opera, aún hay cosas que prevalecen: la escuela se sitúa al margen del
establishment, por tanto, habría una desviación que justifica su identidad.]
En el caso particular de los músicos de baile, esta diferencia de definición va por el lado de
cómo se significa el servicio que se da, es decir, la idea que se tiene sobre el ser y hacer
música: al involucrar profundamente su ser, el músico tiene la idea de haber recibido un
don que el resto no posee y que no es enseñable; mientras que quien lo contrata concibe la
música como algo circunstancial. De ahí también que ante el problema de la injerencia y
control sobre su trabajo, el conflicto y la hostilidad sea métodos de defensa para el música.
asimismo un problema común es la elección entre tener éxito convencional (ser más
comercial) y los estándares artísticos que el músico posee (tocas jazz, en este caso), en
torno a los cuales se generan discordias entre músicos. Entonces la diferencia no es solo
entre el músico y los cuadrados (aquellos que no hacen música y tampoco sond esviados, y
que son percibidos por los músicos como “inferiores”), sino también al interior de los
mismos músicos. [la distinción arte/trabajo operaba también en esos tiempos y latitudes.
Además hay una visión de sí mismo que establece la distinción:
“El músico se ve a sí mismo entonces como un artista creativo que no debe estar sujeto al
control externo, una persona diferente y mejor que los marginales a los que llama
cuadrados, que no entienden ni su música ni su modo de vida, y por culpa de quienes, para
colmo, debe tocar de una manera que contradice sus ideales profesionales” (p111)]
Si se sitúan los debates en el plano de la modernidad tardía, la identidad misma tiene que
ser contextualizada (de nuevo, la historia es necesaria).
¡No es solo un uso técnica del lenguaje jazz, es tomar su “historia, su lengua y cultura”
para devenir (hacer) jazz en Chile!
El jazz fue lo marginal, ese afuera necesario para la afirmación del yo (recordar
outsiders). No obstante, hoy es música de elite y opera como referente estético de lo
legítimo y lo deseable. La esj enseña ese origen para justificar y posicionar al jazz como
música popular y, sobre todo, revolucionaria o, al menos, de resistencia (de lo negro vs lo
blanco, lo esencial vs la forma, etc.). Pero ¿cómo esto opera concretamente? ¿de qué
manera lucha contra el establishment del jazz y de la música (si es que lo hace)? ¿de qué
manera la norma y su oposición (las reglas del campo!) desde sus prácticas logran
disputar ese jazz? ¿cómo lo normativo-institucional (institución cultural, fondart,
ministerio) y lo normativo-educación musical (qué tiene que ver con lo correcto en la
música!) forma y constituye la escuela?
RESUMEN
El concepto de identidad ha sufrido una explosión discursiva y una crítica minuciosa
realizada desde la deconstrucción al interior de varias disciplinas críticas a una noción de
integral, originaria y unificada de la identidad. ¿por qué otro debate entonces?
Por un lado, la deconstrucción no apunta a obtener conceptos más verdaderos, sino que los
somete a borradura: ya no son buenos para ayudarnos a pensar en su forma originaria, y al
no disponer de otro que lo reemplace, se siguen empleando. Para ello, siguiendo a Derrida,
se debe pensar en el límite, en el intervalo, por medio de una doble escritura desalojada y
desalojadora y detalladamente estratificada, debemos señalar también el intervalo entre la
inversión, que pone abajo lo que estaba arriba, y el surgimiento invasor de un nuevo
concepto, un concepto que ya no puede y nunca podría ser incluido en el régimen previo
(Derrida, 1981 en Hall). La identidad funciona en el intervalo entre inversión y
surgimiento; una idea que no puede pensarse a la vieja usanza, pero sin la cual ciertas
cuestiones clave no pueden pensarse en absoluto.
Por otro, la identidad es un concepto irreductible. Tiene un carácter central para la cuestión
de la agencia (desde una teoría de la práctica discursiva que descentre al sujeto sin abolirlo,
sino reconceptualizándolo) y la política (significación del significante “identidad” en las
formas modernas de movilización política, su relación axial con una política de la situación,
pero también a las dificultades e inestabilidades notorias que afectaron de manera
característica todas las formas contemporáneas de política identitaria). Al parecer, la
cuestión de la identidad o, mejor, si se prefiere destacar el proceso de sujeción a las
prácticas discursivas, y la política de exclusión que todas esas sujeciones parecen entrañar,
la cuestión de la identifiación, se reitere en el intento de rearticular la relación entre sujetos
y prácticas discursivas.
En ese sentido, las identidades tiene que ver con las cuestiones referidas al uso de los
recursos de la historia, la lengua y la cultura en el proceso de devenir y no de ser; no
“quiénes somos” o “de dónde venimos” sino en qué podríamos convertirnos, cómo nos han
representado y cómo atañe ello al modo como podríamos representarnos. Las identidades,
en consecuencia, se constituyen dentro de la representación y no fuera de ella. Se
relacionan tanto con la invención de la tradición como con la tradición misma, y nos
obligan a leerla no como una reiteración incesante sino como “lo mismo que cambia”
(Gilroy, 1994). Surgen de la narrativización del yo, no por ello perdiendo su efectividad
discursiva, material o política, aun cuando la pertenencia, la “sutura del relato” a través de
la cual surgen las identidades resida, en parte, en lo imaginario (así como en lo simbólico),
y, por tanto, siempre se construye en parte en la fantasía o, al menos, dentro de un campo
fantasmático.
Precisamente porque las identidades se construyen dentro del discurso y no fuera de él,
debemos considerarlas producidas en ámbito históricos e institucionales específicos en
el interior de formaciones y prácticas discursivas específicas, mediante estrategias
enunciativas específicas. Por otra parte, emergen en el juego de modalidades específicas
de poder y, por ello, son más un producto de la marcación de la diferencia y la exclusión
que signo de una unidad idéntica y naturalmente constituida. [esto es importante para
poder justificar porqué abordar el tema de la identidad con entrevistas y sin
necesariamente entrevistar o recabar información sobre agentes externos a la shet]
Las unidades proclamadas por las identidades se construyen, en realidad, dentro del
juego del poder y la exclusión y son el resultado de un proceso naturalizado y
sobredeterminado de cierre.
Las identidades no se leen entonces como aquello que fija el juego de la diferencia en un
punto de origen y estabilidad, sino como lo que se construye en o a través de la differance y
es constantemente desestabilizado por lo que excluye.
DEFINICIÓN: identidad refiere al “punto de encuentro, el punto de sutura entre, por un
lado, los discursos y prácticas que intentan “interpelarnos”, hablarnos o ponernos en
nuestro lugar como sujetos sociales de discursos particulares y, por otro, los procesos que
producen subjetividades que nos construyen como sujetos susceptibles de decirse. De tal
modo, las identidades son puntos de adhesión temporaria a las posiciones subjetivas que
nos construyen las prácticas discursivas […] Las identidades son, por así decirlo, las
posiciones que el sujeto está obligado a tomar a la vez que siempre sabe que son
representaciones, que la representación siempre se construye a través de una falta, una
división, desde el lugar del Otro, y por eso nunca puede ser adecuada –idéntica- a los
procesos subjetivos investidos en ellas. La idea de que una sutura eficaz del sujeto a una
posición subjetiva requiere no sólo que aquel sea convocado, sino que resulte investido en
la posición, significa que la sutura debe pensarse como una articulación y no como un
proceso unilateral, y esto, a su vez, pone firmemente la identificación, si no las identidades,
en la agenda teórica.
Sobre la música
Más allá del arte (Martí)
[Este texto hay que tener ojo, porque diferentes capítulos sirven para diferentes partes del
marco teórico]
Introducción. las preguntas que se formulan en torno a la música tienen la base común de
los procesos de creación de categorías sociales a partir de las cuales entendemos nuestra
realidad, y que entre otros importantes cometidos tienen la función de regular las relaciones
sociales.
Música como cultura: lo que interesa es entender la música como elemento dinámico que
participa y configura la vida social.
Una visión global del fenómeno musical: música=sistema -> tres niveles de análisis:
[en ese sentido, al igual que lo anterior, relevancia social no es un concepto a emplear,
sino una constatación de hecho: no puedo investigar una música que no existe en chile,
que no se actualice, que no genere algún relato. Existe jazz en chile, hay incluso escuelas
al margen de la institucionalidad académica. Asimismo, si estudio el jazz, no estudio el
jazz gringo, sino el jazz chileno. Esto es interesante: es la puerta de entrada para poder
plantear el problema del jazz nacional porque lo localiza sin necesidad de caer en
folklorismos]
Música y etnicidad.
[a continuación voy a copiar y pegar lo que está en el drive porque la verdad está bien
completo, pero en el marco teórico NO TIENE QUE SER UN RESUMEN DE ESTO O UN
COPY PASTE PORQUE HAY VARIAS COSAS NO PERTINENTES PARA EL CASO. El
tema de la etnicidad, tiene que ir en la parte de identidad, y debe verse como un grupo que
comparte valores, ideas, bla. Es decir, El texto de lopez es la puerta de entrada a este
tema. Recordar que lo de la etnicidad TIENE QUE SER, al igual que el concepto de
identidad, una discusión más flexible porque lo que importa es apuntar hacia una
caracterización]
etnicidad: conciencia de pertenecer a un grupo humano definido por una serie de atributos
predominantemente de orden sociocultural que hacen que se lo pueda considerar una etnia
o parte de una etnia. Implica una determinada percepción socialmente subjetiva del grupo y
también un sentimiento de colectividad. De esta conciencia también se desprende una
dimensión afectiva (actitudes, para la sociología).
Etnicidad es identidad grupal situada: es un proceso dinámico que se que se insiere en un
momento histórico determinado y que surge asimismo de la oposición o contraste entre
diversos grupos equiparables: es la organización social de la cultura de la diferencia,
marcado por la situacionalidad. “la etnicidad es una cuestión de dobles fronteras, una
frontera es del interior, mantenida por los procesos de socialización, y una frontera exterior
establecida por los procesos de relación intergrupal”.
Música y etnicidad: para comprender el papel de la música en la etnicidad hay dos ámbitos
diferenciados:
Hay tres aspectos básicos en la génesis de la etnicidad y que permite su relación con el
fenómeno musical:
Música étnica: músicas con valor étnico como marca predominante =/= Música etnicitaria:
se le otorga un valor étnico de manera consubstancial aunque no necesariamente
predominante =/= Música neutra: en principio ajenas a esta dimensión axiológica.
El hecho que una música neutra pueda ser etnicitaria, dad cuenta que la relación entre
música y etnicidad no se refleja solo en los productos musicales, sinoque también implica
la actualización de un determinado componente ideacional en los usos que se hacen de la
música. → buscar el sentido étnico en los usos musicales.
De lo anterior se deriva que las narrativas que se aplican a una música se aplican también a
sus portadores (ej, esa división negro/blanco que dice el victor tanto -> la música del otro,
es el otro [el jazz si es resistencia, si es como lo dice la esj, es música del otro, por eso es
importante ver lo cómo se posiciona con respecto al espacio cultural, a la institucionalidad
y al establishment del jazz]). Además, las narrativas son orientaciones cognitivas por las
que se dirige la acción social [para pasar de un apartado a otro, narrativa debiera ser
“equiparado” con los conocimientos que implica la práctica musical], por lo que en su
conjunto producen cultura, y, por tanto, ese multiculturalismo no sería más que una red de
narrativas relacionadas a las diferentes culturaS.
Ser hombre o mujer en la música. Música -> acción social (etnicidad y género),
contribuye a generar identidad individual en la medida que su uso se relaciona a con el
cómo experimentar emociones, deseos y cuerpos (a lo Denora).
La práctica musical de mujeres y hombres depende de lso roles sociosexuales que les son
adscritos -> diferenciación de la práctica musical implica que las mujeres se apriximana
usos musicales más domésticos (canto o piano para amenizar). Asimismo, históricamente
estetas y filósofos de la música han acusado la imposibilidad de las mujeres de tocar los
mismos instrumentos, ya sea por capacidades o por prejuicios morales debido a mantener
las buenas costumbres. Esto da cuenta de que hay “ideas que se han interiorizado en la
sociedad y que reflejan la manera de entender la relación entre ambos sexos. Hombre y
mujer les tocan diferentes atributos socialmente otorgados, siendo la música una forma
simbólica que colabora a mantener la jerarquía social sexista” [BUSCAR QUÉ PÁGINA].
Por ello, abordar la diferencia sexual y de género tiene implicancias epistemológicas y
heurísticas [esto es relevante para la problematización].
Los criterios para diferenciar son de corte contextual y de carácter sociocultural: distinción,
se busca mantener valores trazando una línea entre lo infra-valorado y lo sobre-valorado
[qué es lo que se valora en el jazz? Es sólo técnica? Esto es interesante, trazar la línea de
los valores dentro de lo que se busca entender].
Lo anterior tiene consecuencias para el estudio del fenómeno musical, siendo el más
relevante este:
[Aquí más allá de ver por qué popular y clásico, es partir de la idea de delimitación.
Clasificar según dicha dicotomía sería un a priori y no es lo que interesa en la mediación.
Es mejor ver de qué manera el jazz de la esj como práctica cultural se fronteriza]
Música tiene poderes transformativos, “hace” cosas, produce cambios, hace que las cosas
suceda. La música tiene un rol de dispositivo de “pedido” (?) a un nivel personal, como
medio de creación, mejoramiento, mantenimiento y cambio del estado subjetivo, cognitivo,
corporal y de autoconcepción. Independiente del nivel de entrenamiento musical, casi en la
totalidad de las entrevistadas se presenta una “necesidad” de oir cierta música en diferentes
situaciones y en diferentes tiempos. DJs de sí mismos para alterar o mejorar aspectos de
sí mismos y sus autoconcepciones, de modo que este conocimiento práctico debe ser
visto como parte de prácticas (a menudo tácitas) en y a través de las cuales las
entevistadas se producen a sí mismas como seres coherentes y disciplinados
socialmente. Asimismo, la música que escojen y su justificación está ligada a exigencias
practicas de su apropiación y a interacciones con otros (pongo X música y no Y -que es mi
favorita- porque la primera me relaja y la otra no y cuando me baño me quiero relajar. Y
esto va asociado a la historia de vida y las experiencias vividas)
Estetización: estrategia para preservar la identidad y los límites sociales bajo anónimas y a
menudo crudas condiciones de existencia. Desde esta perspectiva, el self moderno es
retratado como un sujeto de crecientes demandas por flexibilidad y variación. Los
agentes tienen que aprender a ser constructores de sí mismos debido al aumento de la
diferenciación y la contingencia en la sociedad moderna (tiene otras palabras y otros
autores de referencia, pero refieren a ello) p52. De este modo se intenta resolver la tensión
entre lo que el individuo debe ser y lo que prefiere ser, la regulación del self se da entre
dichos polos.
[saco en limpio las dos cosas que están en negrita porque tienen que ver en cómo la
música produce al sujeto. Aquí, para no volver a tirar palos ciegos, creo que es importante
por 1. Darle un importancia sociológica a la música (onda sociedad global cambios en la
sociedad chilena tras neoliberalización implica una manera de ser en sociedad que
también afecta al músico, por lo que más que haya una decisión consciente en la escuela
con formar para ello, en lo práctico, los saberes que allí se aprenden constituyen
repertorios desde los cuales actúan los sujetos (recordar la entrevista a la María José y
ventaja técnica por ser jazzista respecto a otros estilos). 2. Se tiene que ligar con los
modos del conocer que menciona zymbalos de la identidad: hay un saber que orienta la
elección de la música y cómo lo que engloba se emplea en la vida y que distinguiría a un
self de otro. El tema aquí, es que no me interesa la cuestión por la identidad de los
jazzistas individualemente, así que no pisar el palito del desvío.]
una de las primeras cosas que la música hace es ayudar a los actores a cambiar de nivel de
humor o energía, ya sea porque se percibe que así lo dicta la situación, o como parte del
cuidado de sí. En ese sentido, la música es una recurso de modulación y estructuración de
los parametros de la agencia estética -sentimientos, motivaciones, deseos, comportamiento,
estilos de accción, energía: se realizan articulaciones entre el trabajo musical (y los
elementos de la música de cada canción o tipo de música en particular), estilos y materiales
en una mano y los modos de agencia en la otra, tales como la música es usada
prospectivamente para dibujar un estado de ánimo que se aspira o parcialmente se imagina.
En suma ponerse redi para hacer algo [esto es justamente la puerta de entrada a caer en la
singularidad del sujeto y no es la idea. Lo expongo aquí por lo siguiente: si bien las
palabras de Denora hay una visión de la música bastante instrumental (música como una
tecnología del yo), y por tanto discutible desde los parámetros que sse enseñan en la esjazz
(genealogía, lo esencial), en ella subyace algo que sí es interesante de ver: que la música
interviene activamente y de manera cotidiana, porque el self se consruye en esa
cotidianidad. Eso es algo que quizás valga la pena rescatar de algún modo, pero está por
verse. No me marearía por ello.]
Sobre el jazz
Do you know… Faulkner y Becker
Cap1. Cómo los músicos hacen música juntos.
Los músicos pueden tocar juntos debido a que comparten cierto repertorio. No es que haya
un stock de canciones que definan a un músico profesional (en el sentido que trabaja
tocando en diferente tipo de lugares y eventos), sino que lo que permite a un músico tocar
con otro, independiente si se conocen o no, es que se sepan la misma canción (y en el
mismo tono). Es decir, implica conocimiento y habilidades (knowledge and abilities).
Además, esto tiene lugar en espacios determinados donde la música es un espectáculo.
llega en la década de los 20 a Valpo, siendo la primera orquesta de jazz en Chile la Royal
Orchestra. Se tocaba foxtrot (musica afroamericana en forma de jazz) con amplia difusión.
Desde esta fecha hasta 1940, el jazz fue musica popular, masiva, bailable y cantable (se
bailaba el swing).
En cuanto a la función social del jazz, éste formaba parte del ansia de modernidad
representada por el creciente impacto de la cultura norteamericana en la periferia del
mundo occidental. La cultura norteamericana comenzaba a tener cada vez más presencia en
la vida cotidiana de América Latina, presencia que se apoyaba en la dependencia
económica y la vanguardia tecnológica que se imponían desde los Estados Unidos. No es
casualidad que los principales sellos discográficos activos en nuestra región fuesen RCA
Victor y Columbia, compañías norteamericanas pioneras desde 1902 en la difusión masiva
de música popular a través del disco.
Estados Unidos no sólo exportaba su tecnología, sino que además su cultura de masas, cuyo
dinamismo fue asociado al espíritu de la modernidad en el siglo XX3. En este contexto, la
exportación del jazz como un símbolo de la cultura popular norteamericana fue parte de
este proceso.
A fines de la década de 1940 se produjo en Chile una mayor presencia de música caribeña,
en la que el mambo y el bolero se imponían por sobre el tango y el jazz. Si bien el jazz dejó
de ser música popular masiva, siguió practicándose una modalidad que existía desde antes.
Esta modalidad era denominada hot jazz, y se caracterizaba por su énfasis en recursos tales
como el fraseo, la entonación, la ejecución rítmica definida como swing y, por sobre todo,
con la alternancia de improvisaciones.
Este estilo tuvo un desarrollo exclusivo en el Club de Jazz de Santiago , el cual fue fundado
en 1943 oir aficionados de los cuales un puñado también eran instrumentistas aficionados.
Estos últimos se distinguían del músico profesional en que no necesitaban vivir de la
música, ya que eran profesionales libres, por lo que tenía una relación más independiente
con la música sin verse en la obligación de tocar lo que le exigía el mercado o la moda.
Esto llevó al aficionado a especializarse en su repertorio favorito, privilegiando el goce
estético y el esparcimiento:
“Parece que las direcciones artísticas de ciertas emisoras […] aún no se han dado cuenta de
que el jazz va alcanzando cada día mayor arraigo entre los grupos intelectuales (quienes lo
consideran como una de las expresiones artísticas más valiosas de esta época), y no se han
dado la molestia de hacer distinción entre sus músicos más destacados y cualquier
orquestilla de baile”
“El Club de Jazz de Santiago tiene por objeto agrupar en una organización estable y
permanente a todas las personas que tengan interés en estudiar, practicar, ejecutar y
difundir el arte denominado jazz”. los socios del CJS asumieron el jazz como “un arte que
debía ser valorado y difundido debidamente, y establecieron 5 requisitos que debía cumplir
esta música:
con el bebop se produce una división en el CJS entre tradicionales y modernos, siendo estos
últimos los que gustaban del bebop el cool y el free jazz. No obstante, es una división
estética y de gusto, dado que ambos grupos seguían siendo de la clase media de terno y
corbata o estudiantes universitarios. Estos últimos consideraban que el jazz tradicional no
correspondían con el espíritu de su época, lo cual devela nuevamente esta ansia de
modernidad como motor de nuevas búsquedas en el jazz. Dentro de los argumentos de los
antiguos había una crítica al exceso de técnica que se necesitaba para poder practicar dicho
jazz, y por tanto una mayor preparación. Dicha preparación requería de profesionalización,
era el inicio de un cambio.
Hubo free jazz en los 60 en Chile y los 70 el jazz eléctrico (influenciado por Miles Davis)
también llegó, el cual fue desarrollado por músicos profesionales. Este fue el momento en
que se integraron el instrumental eléctrico y la fusión: mezclando el concepto armónico e
improvisatorio del jazz moderno con el rock.
Pese a la pasión con la que el jazz era ejercido y defendido por parte de sus seguidores, ésta
música se mantuvo en circuitos bastante reducidos: sólo en algunos institutos binacionales
y universidades, locales nocturnos y, obviamente, los clubes de jazz. Por ello, y al igual que
otras músicas, se vio fuertemente resentida por la dictadura, tanto en su fusión con las
músicas locales, como también en su ejercicio laboral.
La fusión con sonidos tradicionales partiriía en los ochenta con proyectos de Guillermo
Riffo que mezclaron la música tradicional chilena con lo docto y el swing del jazz. Pero
será en los 90 cuando tenga su principal despliegue
Los diferentes estilos de jazz generados en la metrópolis han sido (y siguen siendo)
cultivados en Chile como reflejo del ansia de modernidad del ciudadano de la periferia. La
función social que se le ha dado al jazz en nuestro suelo ha ido cambiando de acuerdo a las
expectativas que en esta música han cifrado los diferentes creadores y consumidores de
jazz. Desde ser una música para el divertimento social masivo, pasó a ser patrimonio de una
elite de aficionados que veían en esta música un rasgo diferenciador ante el universo
expansivo de la música popular de la segunda mitad del siglo XX. [de tomar a Menanteau
y s historización del jazz, hay que hacerlo desde este párrafo, cosa de no redundar en
detalles innecesarios]
En segundo lugar, se advierte que su tercera etapa (caracterizada por la integración entre el
lenguaje jazzístico y músicas tradicionales locales) posee el mérito de constituirse en otro
ejemplo latinoamericano de música con autonomía estilística16. Es decir, en esta etapa se
ha logrado generar una práctica musical, sobre la base de una combinación creativa entre lo
propio y lo ajeno, de modo que al integrar algo característico de la cultura local con una
corriente externa impuesta desde un afán hegemónico, se ha dado el primer paso para llegar
a ser universal. [puerta de entrada para justificar hablar de globalización hibridación y
bla]
Tesis: pocas veces se ha mencionado las consecuencias que tiene que el discurso crítico
sobre el jazz se realizó primero en Francia, es decir, que este interés por estudiarlo ha
contribuido a las condiciones sociales de su diseminación: la reapropiación de lo primitivo
y lo exótico del ritmo pulsado. En el encuentro entre lo científico y lo primitivo es que nace
el placer del jazz, por lo que para el autor, el jazz es un invento europeo.
Crítica francesa/crítica USA: mientras la primera etnologiza el jazz con el fin de convertirlo
en arte medio (entre consumo de masas y música seria), rescata la negritud del jazz; la
segunda, americaniza el jazz lo desdramatiza volviéndolo moralmente aceptable.
Con todo, ha existido un rechazo de los jazzistas hacia la categoría jazz, ya sea por falta de
reflexión o postura crítica. Pero han sido los aficionados, jóvenes universitarios en su
mayoría quienes han construido la categoría y la han intentado legitimar como el nombre de
una música que también necesitaba de un lugar: la crítica convierta al jazz como arte (por
eso Fabiani dice que el jazz es un invento europeo) [en el mismo jazz está la disputa sobre
qué entender bajo el rótulo. Críticos y músicos defienden una postura, ya sea coincidente,
más o menos elaborada o no. Lo interesante de esj, es que se apunta que sean los músicos
los que se lo cuestionen y con fundamento filosófico].
En Francia se genera una aristocracia del jazz a raíz de la no existencia de las condiciones
en la que se desarrolló el jazz en usa (leyenda negra, marginación social, estética,
productiva y cultural): para ser jazzista hay que pagar un derecho de entrada que no es solo
calidad musical, sino una impronta, una forma de ser socialmente [Esto es como lo que dice
Baraka sobre que el jazz es actitud.] No obstante, ésta es una ilusión, en la medida que es
desmentida por la realidad, pero tiene veredictos económicos y sociales que refuerzan la
adhesión de los músicos a la idea de aristocracia jazz [nuevamente, identidad
fronterización y valor]
Lo anterior apunta a que el jazz es una creación colectiva en donde los diferentes músicos e
instrumentistas toman sentido como mundo de jazz a partir de su interacción. De este
modo, no hay una definición objetiva del jazz. De hecho, se reafirma su especificidad en la
medida que más precaria es su definición social; así mismo, su originalidad. Ambas
dependen de esta creación colectiva. [IMPORTANTE]. La cooperación entre críticos y
músicos es una de las condiciones de la producción social del sentido en esta música es
la acción colectiva del jazz. [El sentido del jazz lleva a preguntarse por la acusación, la
denuncia: ¿qué denuncias en la ESJ porque no sólo se enseña a tocar, sino también a
pensar?
Las trayectorias del jazz, así como la posibilidad de un swing local, se dan según las
particularidades que tenga la formación de un circuito propio (composición por un lado,
pero también rito (jams etc). La creación de instituciones educacionales del jazz, le resta
importancia al papel del autodidactismo para ponerlo al lado de la música seria, es un
reconocimiento institucional que no es menor.
El problema de la crítica blanca es que no ha interrogado la filosofía que está detrás de esta
música, es decir, no se pregunta realmente porque los negros hacen lo que hacen. La
filosofía del jazz se gesta tras siglos de esclavitud y posterior segregación [es filosofía a la
Gramsci, al decir que todos son intelectuales, de ahí también es interesante porque
justifica la mediación. En suma, más que ver cómo se comportan los jazzistas, por
imitarlos técnicamente, la cuestión pasa por entender la comprensión de la vida, la música
y en eso aparece el jazz. ¿cuál es la filosofía de los jazzistas que se agrupan en la esj? En
ese sentido, lo interesante es intentar ligar la comprensión con lo social, la experiencia,
con el cómo se llega a aprender del jazz, y no solo el jazz, como se logra vivir de acuerdo
al jazz y su filosofía. ¿Es el jazz chileno verdadera resistencia o mera institucionalización
e esta música como cultura?]
La autora asimismo discute sobre si existe o no un jazz argentino desde lo que se ha dicho
al respecto, con sus peculariedades históricas. Cosas relevantes que aquí salen:
- de qué modo que ese argentino termina siendo un requerimiento de etnicidad para
alimentar el mercado de la música.
- También le da importancia a la fusión con sonidos locales como rasgos de
familariedad que propicia la identificación.
- desde los músicos: jazz es un método para expresar ideas musicales, por lo que tiene
que ver más que con quien hace jazz que con la nacionalidad de éste. LA
argentinidad estaría supuesta en la medida que el que lo haga sea argentino.
- irrelevancia de preguntare por la identidad de una musica que de por sí es mezcla de
muchas influencias, y más bien poner en el centro al creatividad. En ese sentido, la
identidad del jazz va por qué tan creativo sea el músico, por la capacidad que tiene
por no imitar. De ese modo, el jazz argentino tiene una identidad, pero no un
identidad nacional. El país es sólo variable demográfica.
- identidad por la gente que lohace y no por los elementos que utilizan. es una forma
común de sentir las cosas, como el ritmo.
- no es un inventario de argentinismos la respuesta a la identidad argentina, dado que
eso no le daría novedad como estilo. Son las estrategias y las particularidades de los
músicos, que en este caso se preguntan por lo que los vincula y sus diferencias con
respecto al resto de los músicos.
En suma, si bien no hay consenso sobre la existencia del jazz argentino, sí con el nuevo
siglo aparecen estos elementos (la pregunta de Corti es situada, es debido a un cambio en el
jazz trasandino que tiene sentido relevar estos elementos).
[esto último es como para reforzar la idea de que el contexto importa, y que la existencia
de instituciones de la esjazz están ad portas de un cambio de era por la importancia de la
educación musical]
Conclusiones:
Si no mal me equivoco en este texto también hay reflexiones sobre cómo abordar
metodológicamente el tema del jazz y propone el análisis de lass transcripciones. Creo que
eso es discutible en dicho apartado, pero no teóricamente, sino con la realidad misma de
las cosas. Igual habría que abordar quizás una comprensión más cabal de la cosa y eso
estaría complicado.
Texto de Jano y Carito
[Si bien este texto no es propiamente de jazz ni tampoco propiamente académico, es un
análisis de las políticas culturales de cada tiempo y sería interesante considerarlo como
marco general en el cual se inserta la trayectoria del jazz en Chile. Mal que mal, el
desarrollo de una música (¡y de una identidad!) no está separada de su contexto de
producción. Lo importante, entonces, sería la periodización]:
Políticas culturales siglo XX: democratización (en términos de masificación del acceso a la
cultura) cultural para generar identidad jazz en relación a la función social de
modernidad, al final la modernización del Estado y de las sociedades latinoamericanas
necesitaba de democratización política y social, habrá tenido algo que ver?
Dictadura: Cultura de mercado -> bienes culturales = mercancías= espectáculo -> lógica
privada define lo consumible, nacionalismo, borrón del periodo anterior.
[los autores se centran en lo que sería el modelo lineal para explicar la ausencia de
reflexión por parte de la sociología en torno a la música]
Tareas a realizar
Escritura
1. Hacer resumen o esqueleto de los textos de los que no se ha hecho + su
utilidad.
2. Estructurar el escrito:
Problematización: debe quedar en claro qué y por qué quiero
observar un objeto y porque eso es un problema relevante para la
sociología. Preguntas, objetivos, hipótesis, relevancias
Marco teórico y antecedentes: desde donde me paro para hablar de X
cosa: Prácticas culturales, mediación, mundo del arte, ¿Bourdieu?,
jazz (concepto e historia, y en historia ligar de algún modo con
historia de chile, al final es describir un poco el marco cultural en
Chile)
Marco metodológico: cómo observar la mediación, propuesta de
modelo teórico con dimensiones operacionalizables y cómo
analizarlas.
Campo
1. Mandar correo a la pame pidiendo distribución de la matrícula (estoy casi
seguro que tenía que pedirle algo más, anotarlo cuando lo recuerde.
2. Iniciar el cuaderno de campo:
Escribir “etnografías” de mis clases. Hablar con Victor para ir a los
ramos de primero y tercero. Hablar con el Pato y Galvez para ir a las
clases de teoría.
3. Definir entrevistas y pedirlas AGENDAR a la gente.