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EL TEJIDO

El punto es un método milenario que se utiliza para tejer con lana, aunque pueden utilizarse
también otros materiales como el hilo de algodón. Se utilizan las expresiones hacer punto,
labores de punto, tejido de lana, tejido a dos agujas (por el tipo especial que se usa,
denominado aguja de punto), tricot, tricotaje o tricotado.

Hacer punto consiste en dar una serie de lazadas (llamadas puntos), unidas entre ellas de
forma que constituyan una malla.

Para el punto se utilizan, habitualmente, dos largas agujas con las que se maneja el hilo de lana
para dar forma a la lazada. El grosor de las agujas determina en gran medida el tamaño del
punto y, con él, la tupidez de la malla o tejido resultante. La tensión de la tela también varía
dependiendo de cada tejedor, así es como dos personas tejiendo con los mismos palillos y el
mismo hilado, pueden obtener un resultado diferente.

Lo primero que hay que hacer para empezar una labor a dos agujas es montar los puntos. Si la
labor es de lana fina es muy aconsejable poner las dos agujas juntas para montar estos puntos.
Una vez montados, se quita, con cuidado, una de las dos agujas. Así la primera vuelta, que es la
más complicada, te resultará mucho más fácil de hacer.

Existen dos puntos básicos para tejer, el punto del derecho y el punto del revés. Por
complicado que parezca el tejido final, siempre habrá sido creado mediante uno a varios
métodos.

Para realizar el punto del derecho debe utilizar la aguja de la derecha para tirar de uno de los
lazos de hilo hacia usted a través del punto de la aguja de la izquierda.

Para hacer el punto del revés debe utilizar la aguja derecha para tirar de un lazo de hilo por el
punto de la aguja izquierda. El resultado es el mismo que si tuviese ante sí el lado posterior de
un punto derecho.

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