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CAPÍTULO 1
SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO
G. FRANCH ARCAS

INTRODUCCIÓN RESPUESTA ADAPTATIVA


El soporte nutricional es un recurso terapéutico, especia- AL AYUNO SIMPLE
lizado e invasivo, que debe ser utilizado en un entorno de tra- La respuesta metabólica al ayuno es de carácter adaptativo.
bajo apropiado por personal conocedor no sólo de los aspectos Inicialmente, la ausencia de una ingesta adecuada de hidratos
técnicos, sino también de las bases metabólicas y sus posibles de carbono invierte el cociente insulina/glucagón, producién-
complicaciones. Su implementación nunca presenta la urgen-
dose una depleción rápida (24-48 horas) de los depósitos de
cia que pueden tener, por ejemplo, algunas complicaciones
glucógeno hepático y muscular (glucogenolisis). Al agotarse
quirúrgicas (hemorragia, sepsis, etc.). Además, ocupa sólo un
modesto lugar dentro del complejo proceso terapéutico del éstos, se activa la síntesis hepática de hidratos de carbono (ne-
paciente quirúrgico, y en ningún caso podrá compensar ca- oglucogénesis) a partir de aminoácidos (fundamentalmente
rencias en otros aspectos de dicho proceso, ya sea en lo con- la alanina, resultante de la proteolisis en el músculo esquelé-
cerniente a los cuidados perioperatorios o en la adecuación tico), del glicerol (que proviene de la movilización de los tri-
de la propia técnica quirúrgica. glicéridos periféricos) y del lactato (producto de la glucolisis
Es también importante que el cirujano que trate a un pa- anaeróbica y de la glucogenolisis). Ello permite asegurar un
ciente que reciba soporte nutricional siga de cerca la evolución aporte mínimo de glucosa a los órganos y sistemas que son
de su enfermedad fundamental y de las complicaciones de la dependientes de los hidratos de carbono, como es el caso del
misma que puedan afectar al pronóstico del paciente y al re- sistema nervioso. Las pérdidas de nitrógeno urinario aumentan
sultado derivado de la propia administración de soporte nu- como consecuencia del catabolismo de los aminoácidos que
tricional. Con frecuencia, la propia enfermedad y su curso proceden de la proteolisis muscular.
evolutivo obligarán a reconsiderar la estrategia de soporte nu- Tras una primera fase (3-5 días), la movilización de los
tricional diseñada (formulación, vía de administración, etc.), triglicéridos periféricos empieza a proporcionar ácidos grasos
tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, libres, que pueden utilizarse como sustrato energético a través
como sucede ante la aparición de sepsis, edemas, hiperglucemia de la síntesis de cuerpos cetónicos (cetoadaptación), lo cual
y en la insuficiencia renal o respiratoria. reduce las necesidades periféricas de glucosa, con una conse-
En el tratamiento quirúrgico electivo se realiza una serie cuente disminución de la proteolisis, del balance negativo de
de agresiones deliberadas, que pueden ser planificadas, con nitrógeno y de la neoglucogénesis. El gasto metabólico basal
el fin de extirpar o reconstruir órganos. En el paciente qui- disminuye, contribuyendo también al carácter ahorrativo de
rúrgico urgente (paciente traumático grave, o en el séptico la respuesta.
quirúrgico), la situación es bien diferente. En éste, las agre-
siones sufridas no están bajo control, el paciente se encuentra
en una fase variable de reanimación y el tratamiento debe RESPUESTA METABÓLICA
adaptarse lo mejor y más rápidamente posible a las circuns- A LA AGRESIÓN QUIRÚRGICA
tancias. La diferencia entre las dos situaciones estriba, en el
caso de la cirugía electiva, en la posibilidad de preparar al pa- Para poder diseñar una estrategia de soporte nutricional,
ciente para la agresión quirúrgica mediante el control de la debemos conocer los cambios básicos que ocurren en el me-
homeostasis y de la respuesta a la agresión a través de diferentes tabolismo del paciente como resultado de la agresión quirúr-
medidas, mientras que ello no es posible en el paciente qui- gica. Durante la respuesta metabólica a la agresión quirúrgica
rúrgico urgente. se produce liberación al torrente circulatorio de hormonas y

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2 SECCIÓN I. GENERALIDADES

mediadores inflamatorios. Esta liberación de mediadores tiene inflamatoria que induce la liberación de citoquinas y proteínas
un impacto sobre el metabolismo del organismo, sobrepasando de fase aguda, junto con la activación del sistema neuroendo-
los fenómenos adaptativos observados en el ayuno simple (ce- crino (vasopresina, cortisol y catecolaminas). Se induce una
toadaptación, disminución de la proteolisis, etc.), con la pre- alteración en el metabolismo energético y de sustratos, carac-
sencia de un gasto metabólico basal aumentado, aparición de terizada por la presencia de hipermetabolismo, catabolismo
resistencia periférica a la insulina, insuficiente aporte energético proteico, utilización de ácidos grasos como sustrato energético
a partir de la lipólisis y, consecuentemente, una proteolisis y y resistencia periférica a la insulina. Esta respuesta metabólica
pérdida nitrogenada mayor a la observada en el ayuno simple aparece incluso cuando las respuestas inflamatoria y endocrina
(Fig. 1.1). Se produce un catabolismo rápido de los depósitos son mínimas, lo que indica la posible participación de otros
hepático y muscular de glucógeno, y una movilización tanto mecanismos (mediadores locales que se liberan en el momento
de los depósitos grasos como de la proteína, fundamental- del procedimiento quirúrgico, etc.). El ayuno preoperatorio
mente muscular. Ello conlleva la liberación en la circulación también estimula la respuesta neuroendocrina. El riesgo de
de glucosa, ácidos grasos libres y aminoácidos, con la finalidad complicaciones postoperatorias aumenta en los pacientes en
de participar en los procesos de reparación, y una progresiva los que esta respuesta catabólica se mantiene. Finalmente, la
disminución del tejido adiposo y muscular. Para optimizar la aparición de complicaciones postoperatorias potenciaría la res-
rehabilitación del paciente, junto a los procesos de reparación, puesta inflamatoria y neuroendocrina, instaurándose un cir-
el organismo necesita: un soporte nutricional adecuado, para cuito de retroalimentación negativo para el paciente (Fig. 1.2).
una efectiva movilización de sustratos que permitan la síntesis
de proteínas de fase aguda; una adecuada movilización de cé-
lulas inflamatorias, de fibroblastos, y una apropiada síntesis
RIESGO NUTRICIONAL
de colágeno y de otros elementos tisulares, necesarios para la El concepto de «riesgo nutricional» aparece como una
correcta reparación cicatricial. aproximación práctica de los términos «desnutrición» o «mal-
Hace ya setenta años que David Cuthbertson introdujo nutrición» aplicada a los pacientes hospitalizados. Viene de-
los términos ebb y flow para describir la secuencia cronológica finido como aquella situación clínica en la que coinciden los
de la respuesta a la agresión traumática que presentaban los siguientes fenómenos: a) la presencia de una alteración en la
pacientes con fracturas de huesos largos. La agresión que se composición corporal (Fig. 1.3), pudiendo ser ésta cuantitativa
produce en el acto quirúrgico desencadena los mismos meca- (pérdida tisular propiamente dicha), cualitativa o una com-
nismos que la respuesta al trauma, iniciándose una respuesta binación de ambas; b) siendo dicha alteración secundaria a
un aporte insuficiente (agudo o crónico) de nutrientes, fun-
damentalmente en relación con las necesidades energéticas y
proteicas; c) asociándose a un deterioro funcional de órgano

Figura 1.1. La línea discontinua representa la situación basal (dieta


libre en individuo sano; balance 0 proteico), en la que la excreción
urinaria de nitrógeno es de alrededor de 15 g diarios. Las líneas con-
tinuas representan las respuestas adaptativas de disminución de las
pérdidas urinarias de nitrógeno en distintas situaciones clínicas: a)
en el ayuno simple en un individuo sano se produce una reducción
adaptativa en la excreción de nitrógeno urinario durante el ayuno;
b) la respuesta a la cirugía electiva no complicada es similar a la del
ayuno con vuelta a los valores basales al reintroducir la dieta; c) ante
la presencia de complicaciones postoperatorias (sepsis), la respuesta Figura 1.2. Respuesta a la agresión quirúrgica. Interacción de las
adaptativa es fugaz y rápidamente incrementan las pérdidas de ni- respuestas inflamatoria y neuroendocrina, con la aparición de com-
trógeno urinario (balance proteico intensamente negativo). plicaciones postoperatorias.

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 3

Figura 1.3. Modelos de composición corporal comúnmente utilizados: a) compartimentos de lí-


quidos corporales; b) modelo pentacompartimental; c) modelo bicompartimental metabólico:
masa celular corporal o metabólicamente activa (body cell mass); d) modelo bicompartimental
densitométrico: masa libre de grasa (fat free mass).

o sistema, que finalmente empeora el pronóstico clínico del nóstico; en cambio, una pérdida de peso de más del
paciente. 15% en menos de tres meses casi siempre va acompa-
Las consecuencias de la malnutrición que provocan dete- ñada de deterioro funcional de órganos y de empeora-
rioro funcional son, fundamentalmente: la aparición de de- miento del pronóstico.
bilidad muscular, alteración en los procesos de cicatrización,  Permitir la determinación de los requerimientos nutri-
alteraciones inmunológicas, disminución de la capacidad de cionales a partir de los parámetros utilizados para dicha
respuesta ventilatoria a la hipoxia y alteración en la distribución valoración. Por ejemplo, la determinación del peso cor-
de los compartimentos de líquidos corporales. Todas ellas poral permitirá realizar el cálculo del gasto metabólico
contribuyen a la asociación fisiopatológica existente entre basal mediante ecuaciones predictivas, a fin de ajustar
malnutrición y empeoramiento de pronóstico del paciente el aporte calórico a administrar; la presencia de edemas
quirúrgico (riesgo nutricional). determinará ajustes en el aporte hidroelectrolítico, et-
Será ante la presencia de riesgo nutricional, o en el intento cétera.
de evitar su aparición, cuando haya que plantearse la posibi-  Proporcionar una herramienta que permita la auditoría,
lidad de administrar soporte nutricional. la revaloración, la evaluación de la eficacia del soporte
nutricional y la comparación de los resultados entre pa-
VALORACIÓN NUTRICIONAL cientes y centros.
A menudo es la propia enfermedad el origen de la desnu-
Los principales objetivos que deben plantearse al realizar trición, pero algunos pacientes pierden peso durante la hos-
una valoración nutricional son: pitalización preoperatoria, por períodos de ayuno relacionados
 Identificar los pacientes que presentan riesgo nutricio- con la realización de exploraciones complementarias o en el
nal, mediante herramientas (índices) que permitan for- postoperatorio, por retraso en la reintroducción de la dieta
mular la indicación de soporte nutricional. oral o por la aparición de complicaciones. Por ello será fun-
 Cuantificación de dicho riesgo («grado de desnutri- damental, además de la correcta evaluación inicial del estado
ción»). Por ejemplo, pérdidas de peso menores al 5%, nutricional del paciente, su monitorización durante el proceso
incluso en períodos cortos de tiempo, raramente se aso- evolutivo para la detección precoz de criterios de necesidad
cian a deterioro funcional o a empeoramiento del pro- de soporte nutricional.

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4 SECCIÓN I. GENERALIDADES

a los pacientes con deterioro nutricional severo como a aque-


Valoración inicial llos que, sin ser tan severo su grado de desnutrición, presentan
un alto riesgo de empeorarlo debido a la gravedad de su si-
El primer objetivo de la valoración nutricional debe per-
tuación clínica (Tabla 1.2).
mitir la identificación de todos (o casi todos) los pacientes
con riesgo nutricional de forma simple y rápida (screening).
Los denominados factores predictivos de riesgo nutricional, Valoración secundaria
tomados de forma aislada, fracasan a la hora de predecir el En pacientes con riesgo nutricional en el que coexistan
pronóstico. Por ello, en los años ochenta se formularon di- problemas metabólicos o funcionales que vayan a impedir el
versos índices que combinaban parámetros biológicos y an- llevar a cabo un soporte nutricional estándar, se deberá realizar
tropométricos. Estos índices, inicialmente, se formularon a una valoración nutricional más detallada, que permita la ade-
través de modelos matemáticos, con la finalidad de pronosticar cuación del soporte nutricional. En muchas ocasiones se debe
qué pacientes se podían beneficiar de la administración de solicitar la participación del experto en nutrición clínica.
nutrición parenteral preoperatoria (Tabla 1.1). Uno de los Esta valoración secundaria deberá seguir los siguientes
que más se han utilizado es el Nutrition Risk Index (NRI, Ín- principios:
dice de Riesgo Nutricional) en el que se combinan la pérdida
 Historia clínica y exploración física: determinarán los
de peso y los niveles de albúmina plasmática:
factores que condujeron a la malnutrición, a la presencia
NRI = (1,519 ⫻ albúmina plasmática [g/L]) + de deterioro funcional. La historia dietética reciente,
+ (0,417 ⫻ % peso ideal) pérdida de peso, apetito, síntomas gastrointestinales y
Los pacientes quedaban clasificados en tres grupos, en el tratamiento médico habitual, serán datos relevantes.
 Situación clínica del paciente: determinada por la his-
función de los valores de NRI. Aquellos pacientes con valores
de NRI inferiores a 83,5% presentaban riesgo nutricional ele- toria clínica, la exploración física, determinaciones de
vado (valor equivalente a la combinación de pérdida de peso parámetros hemodinámicos (presión arterial y frecuencia
del 15% y albúmina plasmática de 30 g/L). Los valores entre cardíaca) y de marcadores de inflamación (hemograma,
albúmina sérica y proteína C-reactiva). Se valorará la
83,5 y 97,5% presentaban riesgo moderado (valor equivalente
posible pérdida de nutrientes a través de heridas, fístulas,
a una combinación de pérdida de peso del 10-15% y albúmina
etcétera.
plasmática de 30-35 g/L). Los valores > 97,5% no presentaban  Valoración funcional: los cambios en el carácter, las al-
riesgo nutricional. teraciones mentales y de la función muscular se pueden
Sin embargo, el riesgo nutricional ante la presencia de un valorar mediante técnicas en la cabecera del enfermo
grado de desnutrición moderado puede ser mucho más sig- (sistemas de puntuación mental validados, dinamome-
nificativo si coincide con una situación clínica de mayor gra- tría y técnicas de función respiratoria).
vedad. Por ello, todos estos índices deberían ir acompañados  Determinaciones de laboratorio: pueden permitir no
de información sobre la gravedad de su situación clínica, sólo cuantificar la presencia de proceso inflamatorio y
puesto que ambos interactúan. En el año 2002, la European la severidad de la enfermedad, sino también las altera-
Society of Parenteral and Enteral Nutrition publicó el Nutritional ciones de minerales, vitaminas y oligoelementos, de los
Risk Screening (NRS), que combina la historia de pérdida de cuales puede predisponer a deficiencias la enfermedad
peso reciente y la gravedad de la enfermedad para la identi- de base.
ficación de pacientes con riesgo nutricional. Este índice com-  Parámetros antropométricos, tales como el grosor de
bina la estimación de deterioro nutricional con la de la gra- pliegue tricipital o la circunferencia muscular del brazo,
vedad de la situación clínica para determinar si el paciente reflejan la cantidad de reservas de tejido graso corporal
está o no en riesgo nutricional y si está indicada la adminis- y la masa de músculo esquelético, respectivamente. Se
tración de soporte nutricional. De esta manera identifica tanto expresan como porcentaje de los valores existentes de

Tabla 1.1
ÍNDICES PRONÓSTICOS POPULARIZADOS PARA LA VALORACIÓN NUTRICIONAL PREOPERATORIA, DISEÑADOS A PARTIR
DE MODELOS MATEMÁTICOS MULTIVARIANTES
Índice Variables utilizadas
Prognostic Nutritional Risk (PNI) Albúmina plasmática, pliegue tricipital, transferrina plasmática, sensibilidad
(Mullen et al. 1979) cutánea retardada
Instant Nutritional Assessment (INA) Albúmina plasmática, recuento linfocitario
(Seltzer et al., 1979)
Nutrition Risk Index (NRI) Pérdida de peso, albúmina plasmática
(Buzby et al., 1988)

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 5

Tabla 1.2
NUTRITIONAL RISK SCREENING (NRS, 2002) I
FASE 1 (MUESTREO INICIAL)
1. IMC < 20,5
2. Pérdida de peso en los últimos 3 meses
3. Disminución de la ingesta habitual diaria en la última semana
4. Enfermedad grave (p. ej., ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos)
Si existe la presencia de cualquiera de los 4 criterios anteriores, se sigue con la siguiente fase (muestreo final). En caso contrario,
se revalorará esta fase a intervalos de 1 semana

FASE 2 (MUESTREO FINAL)


A. Deterioro del estado nutricional B. Gravedad de la enfermedad (= aumento de requerimientos)

Ausente (0 puntos) Ausente (0 puntos)


Estado nutricional normal Requerimientos nutricionales normales
Leve (1 punto) Leve (1 punto)
Pérdida de peso > 5% en 3 meses o bien ingesta Fractura de cadera, enfermedades crónicas con agudización
alimentaria reducida al 50-75% de los requerimientos (EPOC, cirrosis hepática), hemodiálisis crónica, diabetes
habituales en la semana precedente o enfermedad oncológica
Moderado (2 puntos) Moderada (2 puntos)
Pérdida de peso > 5% en 2 meses, o bien IMC, 18,5-20,5 Cirugía mayor abdominal, accidente vascular cerebral,
acompañada de deterioro del estado general o bien neumonía o neoplasia hematológica
ingesta alimentaria reducida al 25-50% de los
requerimientos habituales en la semana precedente
Severo (3 puntos) Severa (3 puntos)
Pérdida de peso > 5% en 1 mes (> 15% en 3 meses), Trauma craneoencefálico, trasplante de médula ósea,
o bien IMC < 18,5 acompañada de deterioro del estado APACHE II > 10 (pacientes ingresados en Unidad
general, o bien ingesta alimentaria reducida al 0-25% de Cuidados Intensivos)
de los requerimientos habituales en la semana
precedente
Puntuación total = A + B
Edad ≥ 70 = añadir 1 punto
Si la puntuación final ≥ 3 = riesgo nutricional presente = necesidad de soporte nutricional
Si la puntuación final < 3 = revaloración semanal

forma estandarizada, según sexo y edad. Estos valores, Albúmina sérica


junto con el índice de masa corporal, permiten al clínico
una estimación de las reservas de grasas y de proteínas El 60% de la masa de albúmina corporal se distribuye en
corporales somática y visceral. el espacio intersticial, y el 40% en el vascular. El flujo de al-
 Balance de fluidos: es una parte intrínseca no sólo de búmina desde el espacio vascular al intersticial y de regreso,
la valoración del estado nutricional (presencia de des- vía linfática, al espacio vascular, equivale a diez veces su síntesis
(12-14 g/día) y a la masa de albúmina que hay en el espacio
hidratación o edema), sino también de la evolución y
vascular (120-140 g). La albúmina tiene una vida media de
respuesta fisiológica a la administración de soporte nu-
dieciocho días, por lo que los efectos metabólicos en su con-
tricional. La monitorización diaria del peso es la técnica
centración, derivados de alteraciones en su síntesis, tardan
más simple y precisa para realizar el seguimiento del
días en manifestarse.
balance de fluidos. Además, se utilizarán los registros
La concentración de albúmina sérica es un buen predictor
de balances de fluidos y se determinarán los niveles sé-
de riesgo quirúrgico y de pronóstico en los pacientes hospi-
ricos de creatinina, urea y electrolitos, según lo requiera
talizados en general. La hipoalbuminemia (albúmina sérica
la situación clínica. Sabemos que la retención de fluidos
< 35 g/L) refleja gravedad de enfermedad y, contrariamente a
se asocia a un empeoramiento del pronóstico clínico.
la creencia popular, no se considera en la actualidad un pará-
La presencia de datos que sugieran retención hidrosalina metro que permita identificar la presencia o ausencia de des-
obliga a un ajuste de los aportes hidrosalinos adminis- nutrición. Sí es cierto que la normalización de los niveles séricos
trados. de albúmina durante la convalecencia de una enfermedad
La tabla 1.3 muestra una relación de los distintos pará- aguda puede verse influenciada por el aporte calórico y proteico
metros que pueden utilizarse para la valoración nutricional. que reciba el paciente. Sin embargo, también es cierto que la

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6 SECCIÓN I. GENERALIDADES

Tabla 1.3 sérica. La recuperación de los valores de albúmina sérica, si-


PARÁMETROS UTILIZADOS PARA LA VALORACIÓN multánea a la consecución espontánea de balance negativo
NUTRICIONAL de fluidos en algún momento evolutivo de la enfermedad, es
un marcador inconfundible de evolución favorable del paciente
Antropometría
(control de foco infeccioso adecuado y restauración de la dis-
– Pérdida involuntaria de peso en 3 meses: leve (< 5%) a se- función de los sistemas u órganos que estuvieran afectados).
vera (> 10%)
– IMC (desnutrición cuando < 18)
– Pliegue tricipital (grosor) INDICACIONES DE SOPORTE
– Circunferencia del brazo
– Área muscular del brazo
NUTRICIONAL
Pruebas funcionales El principal objetivo del soporte nutricional perioperatorio
– Dinamometría manual (fuerza muscular) es aportar los nutrientes adecuados para evitar las consecuen-
– Respuesta a la estimulación muscular del aductor del cias de un ayuno prolongado y así poder minimizar la pérdida
pulgar de proteínas, mantener las funciones muscular, inmunitaria
– Función respiratoria ( peak flow y VEF1)
– Recuento linfocitario y proporción de linfocitos tipo T
y cognitiva durante y después de la agresión quirúrgica, y en
definitiva facilitar la recuperación del paciente.
Parámetros de laboratorio
En la práctica actual de la cirugía, cada vez más se aplican
– Albúmina sérica (peor del pronóstico clínico si < 35 g/L) programas de rehabilitación multimodal, en los que el paciente
– Prealbúmina sérica reinicia la ingesta de dieta por vía oral a las 24 o 48 horas de
– Transferrina sérica
– Creatinina sérica y excreción urinaria de creatinina (24 la intervención. Ello estrecha, hoy en día, el papel que puede
horas) tener el soporte nutricional perioperatorio en cirugía electiva
– Índice creatinina/altura y condiciona su indicación a aquellos pacientes que presentan
– Nitrógeno urinario, cálculo del balance de nitrógeno riesgo de sufrir complicaciones postoperatorias, bien por la
– Parámetros de función hepática, calcemia, fosfatemia,
magnesemia
existencia de desnutrición severa o por presentar una actividad
– Concentraciones séricas de zinc, selenio y hierro inflamatoria importante (paciente séptico). La aparición de
– Proteína C-reactiva complicaciones e infecciones postoperatorias también obligará
a la instauración de soporte nutricional en aquellos pacientes
IMC: índice masa corporal; VEF1: volumen espiratorio forzado en el
primer segundo.
en los que no estaba indicado previamente.
La respuesta inflamatoria condicionada por la agresión
administración de soporte nutricional no siempre produce quirúrgica es determinante para la recuperación postoperatoria
una normalización de las cifras de albúmina. Ello es debido a del paciente, pero también puede poner en jaque la correcta
que las concentraciones séricas de albúmina en el paciente qui- nutrición y recuperación del mismo. Cuando la agresión qui-
rúrgico agudo se ven afectadas de forma acusada por fenóme-
nos de redistribución y dilución, como consecuencia de la fuga
de la albúmina desde el espacio vascular al intersticial, asociado
a las presencia de endotoxinas bacterianas y citoquinas producto
de la respuesta inflamatoria (síndrome de la «fuga capilar»), y
al incremento del espacio intersticial que puede condicionar
la administración de fluidos endovenosos.
El denominado «síndrome de la fuga capilar» viene deter-
minado por una alteración directa de la permeabilidad de la
pared capilar o por una alteración de la matriz-gel de gluco-
saminglucanos, que conforman el denominado espacio in-
tersticial «excluido» para moléculas de tamaño grande (albú-
mina, inmunoglobulinas), dentro del cuál dichas moléculas
no pueden difundir (Fig. 1.4). Por todo ello, los fenómenos
de escape y redistribución de la albúmina son muy aparentes
cuando se asocia infección (complicaciones postoperatorias),
donde la respuesta inflamatoria, desde el punto de vista fisio-
patológico, jugaría un papel destacado en la aparición de hi- Figura 1.4. Hipoalbuminemia atribuible a alteraciones en la distri-
poalbuminemia. Estos pacientes presentan, junto con la in- bución de la masa de albúmina corporal como consecuencia de la
fusión agresiva de líquidos utilizada en la reanimación y combinación de dos mecanismos: a) el aumento del espacio inters-
ticial inducido por redistribución de los fluidos EV administrados; b)
mantenimiento de la función cardiovascular, tendencia a la la alteración de la membrana capilar y de la estructura matriz-gel
retención hidrosalina, que condicionará la aparición de ede- del espacio intersticial, que provoca la respuesta inflamatoria (cito-
mas, con un consiguiente descenso de los valores de albúmina quinas). sAlb: albúmina sérica.

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 7

rúrgica es mínima, la respuesta inflamatoria es menor, el riesgo


nutricional es imperceptible y el soporte nutricional deberá
limitarse al que se consideraría en el ayuno simple, mediante
I
sueroterapia convencional (75-150 g de glucosa diarios). En
cambio, si la situación se acompaña de una respuesta infla-
matoria importante (cirugía mayor del tubo digestivo, cistec-
tomía radical de vejiga urinaria y, en general, cualquier cirugía
en la que sea previsible una morbimortalidad postoperatoria
igual o superior al 20%), sí serán relevantes las alteraciones –
en el metabolismo de los lípidos, proteínas, hidratos de car-
bono, la presencia de hipermetabolismo y el estado de cata-
bolismo propios de la situación clínica por la que atraviesa el
paciente. La aparición de complicaciones en un contexto de
deterioro del estado nutricional pondrá al paciente en una si-
tuación mucho más delicada.
En el preoperatorio, el soporte nutricional está recomen-
dado en el paciente sometido a cirugía mayor cuando presenta
criterios de desnutrición severa. La duración mínima de dicho
soporte nutricional para obtener una recuperación funcional
suficiente se sitúa en el orden de 7-10 días. –
La indicación de soporte nutricional en el postoperatorio
vendrá determinada por la existencia de indicación preoperatoria
de soporte nutricional, por la previsión de que no se pueda sa-
tisfacer por vía oral más de un 60% de los requerimientos en
los primeros 5-7 días del postoperatorio, o por la aparición de
complicaciones postoperatorias que incrementarán el grado de
hipermetabolismo, aumentando así los requerimientos, sin que
estos se puedan satisfacer por vía oral (Fig. 1.5).
En el paciente quirúrgico urgente (politraumatismo, ab-
domen agudo, etc.) se observarán, en general, los mismos cri-
terios para indicar el soporte nutricional: aquellos pacientes
que presenten datos de riesgo nutricional al ingreso, una si-
tuación clínica de riesgo con catabolismo marcado (politrau-
matismo severo o sepsis grave), o aquellos pacientes en los

que no se prevea la reintroducción de una dieta adecuada en
5-7 días. A diferencia de la cirugía electiva, no es posible ins-
taurar un soporte nutricional preoperatorio para mejorar la
Figura 1.5. Algoritmo de decisión para la instauración de soporte nu-
condición del paciente antes de la intervención (Fig. 1.6). tricional perioperatorio en cirugía mayor electiva. NRS 2002: Nutritional
Risk Screening; preOP: preoperatorio; postOP: postoperatorio.
Requerimientos
El cálculo de los requerimientos a administrar durante el reposo utilizando técnicas de calorimetría indirecta (determi-
soporte nutricional en el paciente quirúrgico persigue cuatro nación del oxígeno consumido y el dióxido de carbono pro-
objetivos: ducido mediante el análisis de los gases espirados del paciente)
 mantener las funciones de órgano e inmunitaria; permite calcular el gasto en reposo del paciente, incluyendo
 minimizar el balance negativo nitrogenado; el grado de hipermetabolismo presente. Este tipo de técnicas
 administrar una cantidad adecuada de nutrientes; no suele estar disponible en el medio hospitalario habitual,
 evitar la yatrogenia por exceso de administración de di- por lo que en la práctica se suele realizar un cálculo del gasto
chos nutrientes. metabólico en reposo en base al peso, sexo y talla (ecuaciones
de Harris-Benedict), una estimación a partir del índice de masa
corporal, o bien a partir del peso (Tabla 1.4). La cifra obtenida
Aporte calórico debe corregirse según el grado de hipermetabolismo que pre-
El cálculo de los requerimientos energéticos debe realizarse sente el paciente, que en el contexto del paciente quirúrgico
con la finalidad de garantizar la cobertura del gasto energético oscilará entre un 10-30% (postoperatorio de cirugía mayor,
total del paciente. La determinación de gasto energético en paciente séptico grave).

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8 SECCIÓN I. GENERALIDADES

Tabla 1.4
ECUACIONES UTILIZADAS PARA LA ESTIMACIÓN
DE LOS REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS EN EL PACIENTE
QUIRÚRGICO

Requerimientos
Estimación en base a (kcal no proteicas/
kg peso/día)

Índice de masa corporal (kg/m2):


– < 15 35-40
15-19 30-35
20-29 20-25
> 30 15-20
Ecuaciones de Harris-Benedict:
 Varones 66 + (13,7 ⫻ P) +
+ (5 ⫻ A) – (6,8 ⫻ E)
 Mujeres 665 + (9,6 ⫻ P) +
– + (1,8 ⫻ A) – (4,7 ⫻ E)
Peso corporal ideal 25

P: peso en kg; A: altura en cm; E: edad en años.


alteraciones metabólicas con graves consecuencias clínicas
(síndrome de realimentación).
Para el cálculo del gasto metabólico, utilizaremos el valor
obtenido de la estimación del gasto metabólico en reposo y
aplicaremos el factor de corrección por hipermetabolismo.
A modo de ejemplo, en una paciente de 65 kg, no obesa,
que presenta infección intraabdominal grave postoperatoria, es-
timaríamos 25 kcal multiplicadas por 70 kg de peso (1.750 kcal
no proteicas), corregidas con un incremento por factor de hi-
permetabolismo del 15% (2.100 kcal no proteicas).
En el caso del paciente crítico (infección grave con ven-
tilación mecánica, inestabilidad hemodinámica), y de forma
orientativa, no se recomienda la administración de cantidades
– superiores a 2.000 kcal no proteicas, por la tendencia a la apa-
rición de complicaciones infecciosas y metabólicas asociadas
a la sobrealimentación. También deberemos hacer valer el jui-
Figura 1.6. Algoritmo de decisión para la instauración de soporte cio clínico en cada caso.
nutricional postoperatorio en cirugía urgente. NRS 2002: Nutritional
Risk Screening; preOP: preoperatorio; postOP: postoperatorio.
Proporción de carbohidratos y lípidos
En estudios mediante técnicas de calorimetría indirecta
Desde un punto de vista práctico, podemos realizar la es- en pacientes sépticos graves y politraumáticos, la administra-
timación a partir del peso del paciente (25 kcal no proteicas/kg ción equilibrada de carbohidratos y lípidos optimiza el balance
de peso ideal/día) sin que se produzca una desviación signi- nitrogenado. Si bien la proporción de carbohidratos:lípidos
ficativa de las estimaciones obtenidas mediante los otros mé- de 60:40 es la más habitualmente utilizada, en casos en los
todos. Cuando se trate de un paciente obeso (IMC > 30%), que el control de glucemias es difícil o cuando se busca mi-
nimizar la producción de CO2, la proporción de lípidos se
si se utiliza el peso actual en lugar del ideal para el cálculo se
puede incrementar hasta un 50:50. En caso de que se utilice
debe disminuir el factor utilizado (20 kcal/kg/día), y en caso
la vía parenteral, no se deben administrar cantidades superiores
de pacientes muy delgados (IMC < 20%) se debe aumentar a 2 g de lípidos/kg de peso/día, pues la aparición de hipertri-
el factor (30 kcal/kg/día). En los pacientes muy delgados que gliceridemia es frecuente. La aparición de alteraciones de la
presentan caquexia o bien desnutrición severa, debemos ser biología hepática se describe asociada, en ocasiones, a la ad-
cautos y evitar la sobrealimentación; la administración de ministración de lípidos por vía parenteral. Se recomienda dis-
grandes cantidades de sustratos energéticos, con especial aten- minuir o suspender la infusión de lípidos cuando se obtienen
ción en el caso de utilizar la vía parenteral, puede desencadenar cifras persistentes de trigliceridemia superiores a 500 mg/dL.

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 9

También un aporte parenteral de carbohidratos superior a de rehabilitación multimodal incentivada perioperatoria ha


5 g/kg de peso/día se ha asociado a la aparición de esteatosis
hepática y disfunción. No se recomienda superar dichas can-
demostrado efectos beneficiosos en cuanto a la recuperación
postoperatoria, con disminución del período de íleo posto-
I
tidades. peratorio y de la incidencia de complicaciones postoperato-
rias.
Proteínas Las recomendaciones actuales deben dirigirse a mantener
el equilibrio osmolar y el volumen circulante efectivo, a la vez
Una persona de 70 kg de peso tiene un contenido de pro- que evitamos la sobrecarga de líquido que pueda provocar ex-
teínas corporales de aproximadamente 10 a 11 kg. El aporte pansión del espacio extracelular. La ganancia de peso en el
proteico que requiere un individuo sano para un correcto ba- período perioperatorio se puede considerar equivalente a ba-
lance de nitrógeno corresponde aproximadamente al 15% de lance positivo de líquido.
las calorías totales diarias (0,8 g de proteínas por kg de peso). Por otro lado, los pacientes deben llegar a la anestesia en
El valor energético de las proteínas es aproximadamente de una situación de balance hidroelectrolítico normal, para evitar
4 kcal por cada gramo de proteínas. En el paciente catabólico, o minimizar la necesidad de reanimación con fluidos endo-
la administración de cantidades superiores a 1,2 g/kg de peso venosos que pueda requerir el paciente durante o después de
ideal/día no ha demostrado mejorar sustancialmente el balance la inducción anestésica. El esmero en evitar la aparición
proteico, aun con un aporte calórico adecuado. Los requeri- de balance positivo durante el preoperatorio no debe hacernos
mientos necesarios para optimizar el balance de nitrógeno se
caer en la situación contraria, llevando al paciente a un déficit
situarán, pues, alrededor de dicha cifra. Además, para que la
del volumen circulante efectivo.
administración de proteína sea efectiva desde el punto de vista
De forma práctica, recomendamos la administración diaria
anabólico, se tiene que acompañar de un aporte suficiente de
de unos 20 mL/kg/día de agua y 40-60 mEq de sodio al día,
calorías, debiéndose mantener una relación calorías:nitrógeno
si bien la prescripción se debe ajustar a las características par-
de 150-200 kcal por cada gramo de nitrógeno administrado
ticulares de cada paciente. Se tendrán en cuenta las pérdidas
(1 g de nitrógeno equivale a 6,25 g de proteína). Los reque-
de fluidos (fístulas, drenajes, aspiración nasogástrica), la mo-
rimientos de proteínas administradas deberán disminuirse en
nitorización de parámetros indicadores del volumen circulante
caso de uremia o insuficiencia hepática grave (0,6 g/kg de
efectivo (frecuencia cardíaca, diuresis, parámetros analíticos
peso/día), elevando dicha relación a 300-400 kcal no proteicas
de la función renal) y de la osmolaridad (natremia).
por cada gramo de nitrógeno administrado.
La aparición de edemas se debe considerar equivalente a
En nuestro ejemplo anterior, los requerimientos serían de
un incremento del volumen del espacio intersticial de al menos
1,2 g de proteínas multiplicados por 70 kg de peso (84 g
un 10% del peso del paciente (7 L en un paciente de 70 kg
de proteínas, equivalentes a 13,5 g de nitrógeno). Si se admi-
de peso; o lo que es lo mismo, un incremento del 60% del
nistran 2.100 kcal no proteicas, la relación calorías:nitróge-
volumen del espacio intersticial).
no resultante es de unas 150 kcal por cada gramo de nitrógeno
En otro ámbito, en estudios con voluntarios sanos y en
administrado. En ocasiones puede existir confusión al hacer
estudios clínicos con pacientes desnutridos, la administración
referencia al cómputo total de calorías administradas (inclu-
yendo el valor energético de las proteínas administradas). Nos de una mayor proporción de los requerimientos calóricos no
referimos, en general, a las calorías no proteicas (carbohidratos proteicos en forma de carbohidratos parece favorecer la re-
y lípidos). tención hidrosalina cuando se comparara con la administración
de una mayor proporción de lípidos. Los mecanismos a través
de los cuales se produciría esta tendencia a la retención hi-
Aporte hídrico y electrolítico drosalina con la administración de carbohidratos son mal co-
El agua corporal total constituye aproximadamente el 60% nocidos. Quizás este efecto pudiera jugar un papel fisiopato-
del peso corporal. Dos terceras partes (40% del peso) corres- lógico que explicara el mejor pronóstico que parece observarse
ponden al agua intracelular, y la otra restante (20% del peso) en los pacientes críticos sometidos a monitorización para man-
al agua extracelular. De este último tercio, tres cuartas partes tener glucemias por debajo de 140 mg/L. Por todo ello, la
(15% del peso) corresponden al agua intersticial, y una cuarta presencia o el riesgo de expansión del espacio intersticial
parte (5% del peso) al agua plasmática. (edema) podrá influir en la proporción de carbohidratos o lí-
En el contexto del soporte nutricional por vía parenteral, pidos que se deba suministrar al paciente, favoreciendo la ad-
estudios realizados durante renutrición preoperatoria demues- ministración de lípidos. La simple monitorización diaria del
tran que la respuesta a la renutrición es mejor cuando se utilizan peso del paciente, cuando sea posible, es la medida más exacta
regímenes con restricción hidrosalina, en términos de dismi- para determinar la pérdida o ganancia de líquidos, incluso
nución de la tendencia a la retención hidrosalina, disminuyendo superior a los gráficos diarios de balance de fluidos que, aun
el riesgo de aparición de complicaciones postoperatorias, es- siendo de mucha utilidad, presentan inexactitudes con cierta
pecialmente las de tipo respiratorio y cardiocirculatorio. frecuencia.
También la implementación de pautas de administración Ante un paciente que ha sufrido balance positivo impor-
EV de fluidos con restricción hidrosalina en los programas tante en los días precedentes (p. ej., reanimación perioperatoria

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10 SECCIÓN I. GENERALIDADES

de paciente intervenido por sepsis intraabdominal), con pre- tación de oligoelementos y vitaminas sí será necesaria en aque-
sencia importante de edemas clínicos y estabilidad desde el llos pacientes que reciban nutrición parenteral a largo plazo,
punto de vista hemodinámico, nuestra actitud terapéutica y en aquellos pacientes que presenten desnutrición crónica
deberá dirigirse a conseguir balances negativos de forma pro- severa (Tablas 1.6 y 1.7). Aquellas circunstancias que obliguen
gresiva. Si el paciente recibe nutrición parenteral, se reducirá a una reposición de las reservas corporales de vitaminas y oli-
el volumen de la misma y se minimizará o eliminará su con- goelementos en un plazo de tiempo relativamente corto (p.
tenido en sodio. Se intentará ajustar la proporción de calorías ej., soporte nutricional preoperatorio en paciente con desnu-
a favor de los lípidos para disminuir el efecto favorecedor de trición crónica severa), obligarán a la administración de dos
la retención hidrosalina que tienen los carbohidratos. Si el a tres veces las recomendaciones diarias por un período de va-
paciente tiene una función renal conservada, se puede admi- rios días, para luego seguir con las recomendaciones diarias.
nistrar furosemida a dosis bajas (10 mg cada 8-12 horas) hasta La estrecha monitorización bioquímica en estos casos no es
obtener diuresis entre 3.000-4.000 mL diarias, sin sobrepasar imprescindible, a menos que se sospeche la presencia de sin-
dichas cifras. Un balance negativo de 1.000-1.500 mL diarios tomatología atribuible a déficit de alguno de ellos.
durante 4-5 días, se acompañará inequívocamente de recu-
peración de las concentraciones séricas de albúmina y de una ADMINISTRACIÓN: VÍA ENTERAL
progresiva rehabilitación del paciente. Deberemos monitorizar O PARENTERAL
la natremia y la función renal. En presencia de edemas, na-
tremias con valores inferiores a la normalidad (en el rango de La administración de los sustratos pueden ser por vía en-
130-135 mEq/L), se deben interpretar como tolerables en el teral o parenteral. En la actualidad consideramos la adminis-
contexto de un paciente con exceso de sodio corporal y, por tración por vía enteral como la opción electiva por ser más
lo tanto, estará contraindicada la administración de suple- fisiológica, relativamente barata y bien tolerada por los pa-
mentos de sodio para corregir las cifras de natremia. cientes. Sin embargo, el papel de ambas vías ha ido cambiando
Durante el soporte nutricional, en general, la administra- durante los últimos cuarenta años. Inicialmente, fue la vía
ción de otros electrolitos (potasio, fosfato y magnesio) debe parenteral la que se consideró como el soporte nutricional es-
ser equilibrada, y puede requerir variaciones en las cantidades tándar; posteriormente se consolidó el concepto de que la nu-
a administrar según la situación clínica (Tabla 1.5). trición por vía enteral protegía y promovía la función intestinal
y la estructura anatómica de la superficie mucosa intestinal,
Vitaminas y oligoelementos prevenía la aparición de translocación bacteriana y era más
barata, convirtiéndose en el modo de soporte nutricional es-
Han suscitado atención recientemente las propiedades an- tándar en clínica. Además, la nutrición parenteral empezó a
tioxidantes que presentan algunas vitaminas y oligoelementos considerarse como un tratamiento «peligroso».
(vitaminas E, A, C, zinc o selenio), por su capacidad de reac- Existe aún hoy la creencia popular de que la administración
cionar directamente con radicales libres y contribuir así al es- de los nutrientes por vía enteral, «a toda costa» en ocasiones,
tatus antioxidante. La evidencia científica actual no permite consigue inequívocamente una mejor recuperación y una
recomendar su uso a corto plazo como antioxidantes en el menor incidencia de complicaciones sépticas que si se utiliza
postoperatorio, y su suplementación cuando se utiliza nutri- la vía parenteral. La inducción de atrofia de vellosidades o de
ción enteral u oral no es necesaria. En general, la suplemen- fenómenos de translocación bacteriana asociada a la admi-

Tabla 1.5
REQUERIMIENTOS DE ELECTROLITOS

Electrolito Requerimientos Variaciones


Sodio 40-60 mEq/día 0-40 mEq: insuficiencia cardíaca congestiva, emaciación extrema,
edemas, ascitis, insuficiencia renal
Más de 100 mEq: depleción previa y pérdidas por supuraciones crónicas,
abscesos pancreáticos, fístulas
Potasio 1-1,5 mEq/kg/día (5-7 mEq/g 2-4 mEq/kg: anabolismo intenso, pérdidas extraordinarias, tratamiento
de N administrado) con esteroides, diarreas 0 mEp si el potasio plasmático es superior a
5,5 mEq/L
Fosfato 20-30 mmol/día Más de 30 mmol: anabolismo intenso, tratamiento con glucosa e insulina,
pautas sin lípidos
0-10 mmol: hipercalcemia, insuficiencia renal, fosfatemia superior
a 5 mg% (1,7 mmol/L)
Magnesio 15-30 mEq/día Más de 30 mEq: depleción previa, diarreas, sueroterapia o tratamiento
con diuréticos prolongado, malabsorción, síndrome de intestino corto

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 11

Tabla 1.6
DÉFICIT DE OLIGOELEMENTOS Y REQUERIMIENTOS I
Nutriente Función Carencia Dosis diaria*
Zinc Presente en metaloenzimas Dermatitis periorificial 2,5-5 mg
Necesario para la síntesis de ADN Alopecia Aumentar si
y ARN Alteraciones inmunitarias pérdidas
Alteración de la síntesis proteica digestivas
y de la cicatrización
Cobre Absorción y transporte de hierro Anomalías hematológicas 0,3-0,5 mg
Síntesis de Hb Anomalías óseas Aumentar si
Metabolismo del colágeno diarreas
Metabolismo del SNC
Cromo Papel en el metabolismo de Adelgazamiento 10-15 μg
carbohidratos y favorece la acción Neuropatía periférica
de la insulina Intolerancia a la glucosa
Selenio Componente de la glutatioperoxidasa Miocardiopatía 20-60 μg
Dolores musculares
Manganeso Desarrollo SNC y óseo Anomalías en cartílago 60-100 μg

* Valores recomendados por la Food and Drug Administration americana para nutrición parenteral de larga duración.

Tabla 1.7 ducir sobrealimentación de sustratos y sobrecarga de líquidos


REQUERIMIENTOS DE VITAMINAS por razones intrínsecas a la propia técnica. En el caso de la
nutrición enteral, la propia fisiología absortiva de la mucosa
Vitamina Dosis diaria* intestinal, con sus limitaciones, ejerce un cierto carácter pro-
Tiamina (B1) 6 mg tector frente a la sobrealimentación. Estas peculiaridades obli-
Rivoflavina (B2) 3,6 mg gan a extremar, en el caso de la nutrición parenteral, el control
Niacina (B3) 40 mg sobre las cantidades de sustratos y el volumen de líquido ad-
Ácido fólico 600 μg
Ácido pantoténico 15 mg
ministrados. En definitiva, podemos afirmar que los peligros
Piridoxina (B6) 6 mg de complicaciones inducidas por la nutrición parenteral han
Cianocobalamina (B12) 5 μg sido exagerados.
Biotina 60 μg Por ello, un soporte nutricional adecuado por vía parenteral
Ácido ascórbico (C) 200 mg debe considerarse como una alternativa, equiparable en eficacia
Vitamina A 3.300 UI
Vitamina D 200 UI
a la nutrición enteral, cuando ésta no se tolere o su uso esté
Vitamina E 10 UI contraindicado. La nutrición enteral está contraindicada en
Vitamina K 150 μg el íleo mecánico o funcional, en situaciones de malabsorción
(p. ej., intestino corto, diarreas, enterocolitis), en las fístulas
* Valores recomendados por la Food and Drug Administration ame- intestinales altas o de alto débito, en la isquemia intestinal,
ricana para nutrición parenteral de larga duración.
en situaciones clínicas con inestabilidad hemodinámica (shock,
sepsis fulminante) y en el síndrome compartimental abdomi-
nistración de soporte nutricional por vía parenteral ha sido nal. En definitiva, un juicio clínico adecuado va a ser funda-
descrita ampliamente en modelos experimentales con animales, mental a la hora de decidir sobre la vía de administración a
sin que se haya podido demostrar que dicha fenomenología utilizar (Fig. 1.7).
es reproducible en el humano.
Hoy en día, la revisión crítica de la evidencia existente su- Nutrición parenteral total
giere que, en humanos, la nutrición parenteral no causa atrofia
de la mucosa intestinal ni incrementa los fenómenos de trans- Cuando utilizamos el término de nutrición parenteral
locación bacteriana, en comparación con la nutrición enteral. «total», nos referimos a la administración por vía parenteral
Por otro lado, el aumento en la incidencia de sepsis descrito de todos los requerimientos calculados, para diferenciarlo de
en algunos estudios cuando se utiliza nutrición parenteral la administración de nutrición parenteral hipoosmolar hipo-
puede estar relacionado con la administración de cantidades calórica periférica (ver más adelante), o de combinaciones con
muy elevadas de carbohidratos, la ausencia de controles de la administración de nutrición enteral (mixta).
glucemia adecuados y la infusión de volúmenes importantes Las soluciones de nutrición parenteral se administran en
de líquidos. La administración de nutrición parenteral tiene forma de mezclas completas («3 en 1») de aminoácidos, glu-
un riesgo mucho más acusado que la nutrición enteral de pro- cosa y emulsión de lípidos. Dado que las soluciones utilizadas

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12 SECCIÓN I. GENERALIDADES

de dispositivos de ultrasonografía vascular. Se han descrito al-


ternativas, como el uso de catéteres periféricos cortos que se
recambian sistemáticamente cada 48-72 horas, o el uso de un
catéter central pero insertado a través de una vena periférica
en una extremidad superior. El uso de este último es una
buena alternativa cuando la nutrición endovenosa no se va a
prolongar más de 10-15 días, pues la continua movilización
del propio brazo se asocia frecuentemente a la aparición de
flebitis en el trayecto periférico del catéter.
En general, las complicaciones técnicas en relación con
los sistemas de infusión fueron inicialmente consideradas ex-
clusivas de los sistemas de infusión parenteral. Sin embargo,
también existen complicaciones en relación con los sistemas
de infusión de nutrición enteral (Tabla 1.8).
Las complicaciones sépticas en relación con el catéter ve-
noso se tratan en profundidad en otro capítulo de este ma-
– nual.

Nutrición enteral
Los catéteres-aguja de yeyunostomía insertados durante
un procedimiento quirúrgico abdominal o los catéteres na-
soyeyunales, son considerados el acceso estándar para la ad-
– ministración de nutrición enteral. La utilización de sonda na-
sogástrica (la punta de la sonda queda en posición prepilórica)
obliga a la monitorización estricta del residuo gástrico, por el
alto riesgo de aspiración. Además, la aparición de íleo paralítico
postoperatorio suele afectar especialmente al vaciamiento gás-
trico. Existen dispositivos comercializados que tienen doble
luz, una cuya punta quedaría en posición gástrica (descom-
presión) y la otra en posición postpilórica. La experiencia con
el uso de este tipo de sondas ha permitido, por ejemplo, la
descompresión gástrica y la alimentación enteral yeyunal si-
multáneas en pacientes con pancreatitis grave. Cuando se
prevé que la necesidad de administrar nutrición enteral se va
– a prolongar más allá de las cuatro semanas, se debe considerar
la posibilidad de colocar un catéter de gastrostomía percutáneo
mediante técnica endoscópica, teniendo en cuenta que la ma-
yoría de estos dispositivos deja situada la punta del catéter en
posición prepilórica.
Los preparados comercializados para nutrición enteral
Figura 1.7. Algoritmo de decisión para la elección de la vía de adminis-
tración de soporte nutricional. NE: nutrición enteral; NP: nutrición parenteral.
habitualmente utilizados suelen tener una relación volumen:
calorías de 1 mL: 1 kcal, 20% de las calorías en forma de pro-
teínas y 30% en forma de lípidos. Son preparados denomi-
presentan una osmolaridad muy elevada, el acceso estándar nados poliméricos, porque contienen proteínas homogenei-
zadas completas y carbohidratos complejos. Existen preparados
utilizado es el catéter venoso central con la punta del mismo
con restricción hidrosalina, con una mayor concentración ca-
posicionada en la vena cava superior. Se utilizan bombas de
lórica por volumen.
infusión para mantener una velocidad de administración cons- Las denominadas dietas oligoméricas elementales se utilizan
tante durante todo el día. en casos en que la función intestinal está comprometida. Son
Los riesgos inherentes a la técnica de colocación del catéter preparados que presentan algún grado de predigestión, con
venoso central, especialmente en el caso de los accesos sub- la finalidad de optimizar su absorción. Contienen proteínas
clavios y yugulares, obligan a un conocimiento exquisito de en forma de aminoácidos u oligopéptidos y carbohidratos en
la técnica de inserción percutánea, ya sea mediante referencias forma de oligosacáridos. Por otro lado, son hiperosmolares,
anatómicas o bien, más recientemente, mediante la utilización pudiendo producir diarrea.

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 13

Tabla 1.8
COMPLICACIONES TÉCNICAS DESCRITAS DURANTE LA ADMINISTRACIÓN DE SOPORTE NUTRICIONAL POR VÍA PARENTERAL
O ENTERAL RELACIONADAS CON LOS SISTEMAS DE INFUSIÓN
I
PARENTERAL: CATÉTER VENOSO CENTRAL
Signo de alarma Causa
Aceleración brusca de la infusión Desconexión de la línea
Humedecimiento del apósito Rotura o salida del catéter
Retardo en la infusión o su detención Obstrucción o acodadura del catéter III
Edema del brazo Trombosis venosa
Irregularidad del goteo Malposición de la punta del catéter
Otalgia Malposición de la punta (yugular)
Dolor cervical, de nuca Infusión demasiado rápida
Dolor torácico o disnea Tromboembolismo pulmonar, embolia aérea, neumotórax,
perforación de grandes vasos, taponamiento cardíaco
ENTERAL: CATÉTER-YEYUNOSTOMÍA O SONDA NASOYEYUNAL
Signo de alarma Causa
Aceleración brusca de la infusión Desconexión de la línea
Humedecimiento del apósito Rotura o salida del catéter
Retardo en la infusión o su detención Obstrucción o acodadura del catéter
Dolor-distensión abdominal Malposición de la punta del catéter-yeyunostomía (peritoneo)
Infusión demasiado rápida
Síndrome compartimental abdominal
Neumatosis/necrosis intestinal

Para situaciones clínicas más específicas (p. ej., insuficiencia


renal, hepática o respiratoria) existen las denominadas dietas
COMPLICACIONES METABÓLICAS
modulares. Contienen triglicéridos de fácil absorción (de ca- Las complicaciones metabólicas pueden ser por exceso o
dena media), polímeros de glucosa, suplementos de proteínas, por aporte insuficiente, y pueden estar presentes tanto en la
etcétera. nutrición parenteral como en la enteral (Tabla 1.9).
Para la administración de nutrición enteral se suele utilizar Como ya se ha comentado, la respuesta metabólica a la
la infusión continua mediante bomba. Se inicia con veloci- agresión quirúrgica se caracteriza por presentar resistencia
dades de infusión bajas (10-20 mL/h), para que poco a poco periférica a la insulina, con intolerancia a los carbohidratos
se puedan incrementar, hasta conseguir la administración de en mayor medida en caso de infección grave o politrauma-
60-80 mL/h (1.500-2.000 mL diarios). No se debe diluir el tismo. El control y monitorización de la glucemia se realiza
preparado, para evitar fluctuaciones en la osmolaridad del de forma rutinaria en el paciente crítico. Aunque es un con-
contenido de la luz intestinal y para evitar el riesgo de con- cepto aún controvertido, el mantenimiento de glucemias por
taminación bacteriana del preparado. Se pueden necesitar debajo de 140 mg/L parece asociarse a un mejor pronóstico
hasta 5-7 días en poder alcanzar las necesidades diarias de nu- en cuanto a la aparición de complicaciones sépticas en dichos
trición enteral calculadas. La administración combinada de pacientes.
nutrición parenteral durante este período de adaptación es Una mención particular merece la aparición de altera-
ciones en el funcionalismo hepático durante la administra-
una excelente solución para conseguir los requerimientos ne-
ción de nutrición parenteral. La colestasis, la esteatosis y la
cesarios.
litiasis biliar son las formas de presentación común de dis-
La administración mediante «bolos» se reserva para pa-
función hepática en estos casos. Las alteraciones bioquímicas
cientes con sonda nasogástrica o con gastrostomías. Debido hepáticas que pueden observarse incluyen desde un síndrome
al alto riesgo de aspiración traqueobronquial, se debe incor- de disfunción hepática leve con elevaciones moderadas de
porar al paciente 30-40 grados durante la administración del la γ-glutamil-transferasa, la fosfatasa alcalina, la alanina-ami-
bolo. Éste suele ser inicialmente de 50-100 mL cada cua- notransferasa y de la bilirrubina, hasta un síndrome de
tro horas, según tolerancia, hasta conseguir volúmenes de ad- ictericia colestásica grave, con riesgo de insuficiencia hepática
ministración de 250-350 mL cada cuatro horas. Se realizan grave y muerte. La etiología de estas alteraciones no queda
determinaciones del residuo gástrico antes de cada adminis- clara, y no se ha podido identificar un sustrato o un meca-
tración. Si el volumen de éste es superior al 50% del volumen nismo como factor etiológico único. Es también cierto
administrado en el anterior bolo, se demora la administración que la cirugía mayor, el trauma y la sepsis se asocian a alte-
del nuevo bolo hasta las siguientes cuatro horas. raciones en los marcadores biológicos de función hepática.

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14 SECCIÓN I. GENERALIDADES

Tabla 1.9
COMPLICACIONES METABÓLICAS FRECUENTES

Complicación Definición Causa habitual Tratamiento


Hiperglucemia > 16 mmol/L Infusión rápida, diabetes Enlentecer infusión, insulina,
sepsis tratar sepsis
Hipoglucemia < 3 mmol/L Detención brusca de la Glucosa al 10% 8 horas
infusión tras detener la infusión
Hipertrigluceridemia > 150% del límite superior Exceso de lípidos en Reducir la infusión
de referencia la infusión de lípidos, tratar sepsis
> 8 horas después de Sepsis
detener la infusión
Insuficiencia renal prerrenal > doble de los valores Exceso de aminoácidos, Reducir aporte de
basales o del límite deshidratación aminoácidos, corregir
superior de referencia trastornos
hidroelectrolíticos
Acidosis hiperclorémica pH arterial ≤ 7,3 + Exceso de cloro Administrar Na y K como
Cl > 115 mmol/L sales de acetato
Hipofosfatemia Valores < límite inferior Aporte insuficiente 20 mmol para cada
de referencia 1.000 kcal
Hipopotasemia Valores < límite inferior Pacientes muy desnutridos Disminuir aporte calórico
de referencia con aporte insuficiente y aumentar aporte de K
Hiperpotasemia Valores > límite superior Acidosis metabólica, Suprimir aporte de K
de referencia insuficiencia renal y tratar causa
Disfunción hepática (AST, > doble de los valores Mecanismo mal conocido; Disminución del aporte
ALT, fosfatasas alcalinas, basales o del límite relación con regímenes de calorías
bilirrubina) superior de referencia hipercalóricos
Intolerancia hidrosalina Edemas, aumento de Exceso aporte hidrosalino
peso > 0,45 kg/día en y/o de glucosa
≥ 3 días consecutivos
Hipernatremia Valores > límite superior Exceso administración Administración de agua
de referencia

Puesto que es en estos pacientes en los que con frecuencia rrolla alteraciones bioquímicas de la función hepática queda
está indicada la administración de nutrición parenteral, a esquematizada en la figura 1.8.
veces resulta imposible distinguir la alteración producida
por el propio proceso de base de la causada por la propia MONITORIZACIÓN DEL SOPORTE
nutrición.
En muchas ocasiones, la nutrición parenteral contribuye
NUTRICIONAL
o exacerba la disfunción hepática, en lugar de desencadenar La monitorización pretende determinar si la respuesta
su aparición. Es más evidente la relación entre la nutrición al soporte nutricional en el caso del paciente desnutrido
parenteral prolongada y la aparición de litiasis biliar. La inci- es adecuada, pero también observar los parámetros que per-
dencia de aparición de barro biliar o colelitiasis en controles mitan identificar la aparición de complicaciones metabólicas
ecográficos en pacientes con nutrición parenteral aumenta a para poder corregirlas. La exploración clínica diaria del pa-
medida que se prolonga el tratamiento, llegando a ser del ciente permite apreciar la aparición o resolución progresiva
100% de casos a las 6-10 semanas. La pérdida del «estímulo de edemas persistentes, la aparición de signos clínicos de
entérico» desencadenaría estasis biliar, que al prolongarse fa- deshidratación, la constatación de la capacidad de deam-
vorecería la aparición de barro biliar y litiasis. Se han propuesto bulación del paciente y la recuperación de la fuerza y la
diversas maniobras, tanto nutricionales como farmacológicas, función muscular. Las gráficas de balances de líquidos que
para minimizar la estasis biliar: administración de colecisto- registra enfermería y la determinación del peso diario
quinina exógena o estimulación de su liberación endógena, del paciente son fundamentales para un seguimiento ade-
mediante la aplicación periódica de cantidades importantes cuado de los balances de fluidos. La monitorización de
de aminoácidos o mediante el suministro de pequeñas can- diferentes parámetros bioquímicos se realizará con la
tidades de nutrición enteral. Nuestra propuesta de conducta frecuencia adecuada a la situación clínica del paciente (Ta-
a seguir ante un paciente con nutrición parenteral que desa- bla 1.10).

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 15

El soporte nutricional se podrá retirar de forma definitiva


cuando el paciente pueda satisfacer por vía oral al menos un
60% de los requerimientos calculados.
I
Existe la creencia popular de que, en el caso de la nu-
trición parenteral total, la retirada de la infusión se debe
hacer de forma progresiva (12-24 horas) para evitar hipo-
glucemia por hiperinsulinemia prolongada. Si bien esto
podía ocurrir en épocas pasadas en que se infundían can-
tidades de glucosa superiores a los 5 g/kg/día, en estudios
III
– recientes realizados con infusiones de hasta 4 g/kg/día, tras
la retirada brusca de la infusión se observa una normaliza-
ción de los valores de glucemia a los 70 minutos, sin que
aparezcan episodios clínicos ni analíticos de hipoglucemia
en comparación con los pacientes en los que se realizó una
retirada progresiva. Nosotros recomendamos, por precau-
ción, utilizar alguna modalidad de retirada progresiva sólo
en aquellos pacientes que mostraron intolerancia a la ad-
– ministración de glucosa y hayan requerido un aporte exó-
geno de insulina importante.

INMUNONUTRICIÓN
La utilización de suplementos con arginina, glutamina,
ácidos grasos omega-3 y nucleótidos pretende modular de
forma favorable la respuesta inflamatoria e inmune excesivas
que se observan en el paciente quirúrgico. A este tipo de su-
plementación se le atribuye la capacidad potencial de mejorar
el pronóstico del paciente quirúrgico, disminuir la incidencia
de complicaciones y reducir la estancia hospitalaria. El resul-

tado de su utilización en el paciente quirúrgico es hoy en día
un tema de debate. Los resultados negativos de algunos estu-
dios, la aparición de empeoramiento del pronóstico con la
utilización de arginina en paciente de cuidados intensivos sép-
tico grave y la sombra de los conflictos de intereses que sub-
yacen al patrocinio de la industria de gran parte de los trabajos
publicados, hacen que no podamos recomendar su utilización
sistemática en la actualidad.

Figura 1.8. Algoritmo de decisión para el manejo de la aparición de NUTRICIÓN PARENTERAL


disfunción hepática durante la administración de nutrición parenteral
total. NP: nutrición parenteral.
PERIFÉRICA
La nutrición parenteral hipocalórica hipoosmolar periférica
consiste en la utilización por vía parenteral periférica de pre-
parados con una osmolaridad razonable (< 800 mOsm/L),
RETIRADA DEL SOPORTE que hace posible su administración por vía periférica con una
NUTRICIONAL incidencia de flebitis aceptable. Estos preparados permiten la
administración de hasta 1.300 kcal/día y 9 g de nitrógeno
La discontinuación de la nutrición, bien sea intermitente (70-80% de los requerimientos habituales) en volúmenes de
(nocturna) o durante procedimientos diagnósticos, se de- 2.000 mL, por lo que puede estar indicada su utilización en
saconseja por la inestabilidad metabólica que puede inducir, ciertas situaciones clínicas (Tabla 1.11).
especialmente en lo referente a la homeostasis de la glucosa.
Sí se puede disminuir la velocidad de infusión, en el caso ADMINISTRACIÓN PREOPERATORIA
de nutrición parenteral, o discontinuarla, en el caso de DE CARBOHIDRATOS
nutrición enteral, durante un procedimiento quirúrgico,
pues el gasto metabólico disminuye debido a la propia anes- Los programas de rehabilitación multimodal perioperatoria
tesia. implementan una serie de medidas que persiguen la atenua-

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16 SECCIÓN I. GENERALIDADES

Tabla 1.10
MONITORIZACIÓN BIOQUÍMICA DURANTE LA ADMINISTRACIÓN DE SOPORTE NUTRICIONAL EN DIFERENTES SITUACIONES
CLÍNICAS

Parámetro Inestabilidad clínica Estabilidad clínica Nutrición ambulatoria


Glucemia, glucosuria 2-4 veces ⫻ día 1-2 veces ⫻ día Mensual o trimestral
Na, K, Cl, hemograma, 3-4 veces ⫻ semana 2-3 veces ⫻ semana Mensual o trimestral
creatinina, osmolaridad
Triglicéridos, colesterol, 2-3 veces ⫻ semana 1-2 veces ⫻ semana Mensual o trimestral
albúmina, urea, fosfato,
calcio, función hepática,
coagulación, ferritina
Mg*, Zn*, Se* Semanal Semanal Trimestral
Vit. B12*, ácido fólico* – – Trimestral

* Variable en función de la disponibilidad del laboratorio.

Tabla 1.11 toperatoria a la insulina, una disminución de la tendencia a


NUTRICIÓN PARENTERAL PERIFÉRICA la aparición de hiperglucemia, una disminución de la pérdida
proteica, mejoría en la función muscular, reducción de la apa-
Indicada en rición de nauseas y vómitos en la cirugía digestiva, reducción
– Situaciones de ayuno intermedio (7-14 días) en las estancias hospitalarias, y un cierto efecto cardioprotectivo
– Paciente con dieta oral que no consigue los requerimientos en el caso la cirugía cardíaca. Es por ello que la administración
(< 60%) preoperatoria de carbohidratos se incluye en muchos progra-
– Tratamiento temporal, a la espera de decidir si se instaura
mas de rehabilitaciónn multimodal.
una nutrición parenteral total (p. ej., en complicaciones
leves) Se pueden administrar 800 mL de una solución oral de
– Tratamiento temporal ante la necesidad de retirada de ca- carbohidratos complejos (12% maltodextrosa) la noche antes
téter central de la intervención, y 400 mL una o dos horas antes. Se obtiene
No está indicada en un efecto similar con la administración endovenosa de una
solución de glucosa al 20% con una velocidad de infusión de
– Postoperatorio de paciente no desnutrido con previsión de
5 mg/kg/min. Los resultados de estudios sobre la influencia
reinicio de ingesta antes de 7 días
– Pacientes con desnutrición preoperatoria* que pueden tener estos programas en la incidencia de com-
– Complicaciones postoperatorias que hacen poco previsible plicaciones postoperatorias, aunque motivadores, son todavía
la ingesta oral antes de 10-15 días* hoy en día una cuestión de debate.
– Cualquier situación clínica que prevea un ayuno superior a
los 14 días*
SÍNDROME DE REALIMENTACIÓN
*En estos casos está indicado el uso de nutrición enteral o parenteral
total. Este síndrome corresponde a una situación clínica bien
conocida, infradiagnosticada y que es, aunque raramente, po-
ción de la respuesta metabólica a la agresión quirúrgica para tencialmente mortal. Ocurre en pacientes que presentan des-
facilitar la recuperación del paciente. Estos programas han nutrición de cualquier causa y que son sometidos a renutrición,
demostrado su capacidad para acelerar la movilización del pa- tanto por vía parenteral como enteral.
ciente, reducir la resistencia periférica a la insulina y mejorar El inicio de la renutrición en pacientes desnutridos pro-
la tolerancia a la dieta oral normal, permitiendo una recupe- voca, por parte de las células, una captación masiva de fosfato,
ración más rápida tras cirugía mayor. La medidas adoptadas potasio y magnesio, cuyas concentraciones plasmáticas pueden
en estos programas incluyen la preparación y medicación pre- disminuir de forma acusada. La reducción plasmática de estos
operatoria, el adecuado balance de fluidos, la prescripción electrolitos puede conducir a la aparición de alteraciones en
anestésica y analgésica postoperatoria, el soporte nutricional la función cardíaca, arritmias cardíacas, anemia hemolítica,
perioperatorio adecuado y la movilización precoz. disfunción hepática, disfunción neuromuscular, insuficiencia
La administración preoperatoria de carbohidratos, ya sea respiratoria, alteraciones renales y gastrointestinales y muerte.
por vía oral o parenteral, durante las veinticuatro horas antes Si bien esta forma tan florida no es frecuente en el contexto
de la intervención quirúrgica, ha demostrado efectos benefi- del paciente quirúrgico, sí lo son formas intermedias, que se
ciosos sobre aspectos metabólicos postoperatorios cuando se caracterizan por la presencia de hipofosfatemia, en ocasiones
compara con el tradicional ayuno durante la víspera a la in- asociada a hipomagnesemia, y que cursan con anorexia, náu-
tervención quirúrgica. Con la administración de carbohidratos seas e intolerancia a la dieta oral, debilidad y dolores muscu-
se observan una disminución de la resistencia periférica pos- lares con tendencia a la insuficiencia respiratoria. Este cuadro

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CAPÍTULO 1. SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO 17

clínico no es infrecuente en los pacientes quirúrgicos graves renteral nutrition: a randomized clinical trial of water and sodium restriction.
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convalecientes de UCI, en los que muchas veces la presencia
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