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Cirugía AEC2010 PDF
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CAPÍTULO 1
SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO
G. FRANCH ARCAS
2 SECCIÓN I. GENERALIDADES
mediadores inflamatorios. Esta liberación de mediadores tiene inflamatoria que induce la liberación de citoquinas y proteínas
un impacto sobre el metabolismo del organismo, sobrepasando de fase aguda, junto con la activación del sistema neuroendo-
los fenómenos adaptativos observados en el ayuno simple (ce- crino (vasopresina, cortisol y catecolaminas). Se induce una
toadaptación, disminución de la proteolisis, etc.), con la pre- alteración en el metabolismo energético y de sustratos, carac-
sencia de un gasto metabólico basal aumentado, aparición de terizada por la presencia de hipermetabolismo, catabolismo
resistencia periférica a la insulina, insuficiente aporte energético proteico, utilización de ácidos grasos como sustrato energético
a partir de la lipólisis y, consecuentemente, una proteolisis y y resistencia periférica a la insulina. Esta respuesta metabólica
pérdida nitrogenada mayor a la observada en el ayuno simple aparece incluso cuando las respuestas inflamatoria y endocrina
(Fig. 1.1). Se produce un catabolismo rápido de los depósitos son mínimas, lo que indica la posible participación de otros
hepático y muscular de glucógeno, y una movilización tanto mecanismos (mediadores locales que se liberan en el momento
de los depósitos grasos como de la proteína, fundamental- del procedimiento quirúrgico, etc.). El ayuno preoperatorio
mente muscular. Ello conlleva la liberación en la circulación también estimula la respuesta neuroendocrina. El riesgo de
de glucosa, ácidos grasos libres y aminoácidos, con la finalidad complicaciones postoperatorias aumenta en los pacientes en
de participar en los procesos de reparación, y una progresiva los que esta respuesta catabólica se mantiene. Finalmente, la
disminución del tejido adiposo y muscular. Para optimizar la aparición de complicaciones postoperatorias potenciaría la res-
rehabilitación del paciente, junto a los procesos de reparación, puesta inflamatoria y neuroendocrina, instaurándose un cir-
el organismo necesita: un soporte nutricional adecuado, para cuito de retroalimentación negativo para el paciente (Fig. 1.2).
una efectiva movilización de sustratos que permitan la síntesis
de proteínas de fase aguda; una adecuada movilización de cé-
lulas inflamatorias, de fibroblastos, y una apropiada síntesis
RIESGO NUTRICIONAL
de colágeno y de otros elementos tisulares, necesarios para la El concepto de «riesgo nutricional» aparece como una
correcta reparación cicatricial. aproximación práctica de los términos «desnutrición» o «mal-
Hace ya setenta años que David Cuthbertson introdujo nutrición» aplicada a los pacientes hospitalizados. Viene de-
los términos ebb y flow para describir la secuencia cronológica finido como aquella situación clínica en la que coinciden los
de la respuesta a la agresión traumática que presentaban los siguientes fenómenos: a) la presencia de una alteración en la
pacientes con fracturas de huesos largos. La agresión que se composición corporal (Fig. 1.3), pudiendo ser ésta cuantitativa
produce en el acto quirúrgico desencadena los mismos meca- (pérdida tisular propiamente dicha), cualitativa o una com-
nismos que la respuesta al trauma, iniciándose una respuesta binación de ambas; b) siendo dicha alteración secundaria a
un aporte insuficiente (agudo o crónico) de nutrientes, fun-
damentalmente en relación con las necesidades energéticas y
proteicas; c) asociándose a un deterioro funcional de órgano
o sistema, que finalmente empeora el pronóstico clínico del nóstico; en cambio, una pérdida de peso de más del
paciente. 15% en menos de tres meses casi siempre va acompa-
Las consecuencias de la malnutrición que provocan dete- ñada de deterioro funcional de órganos y de empeora-
rioro funcional son, fundamentalmente: la aparición de de- miento del pronóstico.
bilidad muscular, alteración en los procesos de cicatrización, Permitir la determinación de los requerimientos nutri-
alteraciones inmunológicas, disminución de la capacidad de cionales a partir de los parámetros utilizados para dicha
respuesta ventilatoria a la hipoxia y alteración en la distribución valoración. Por ejemplo, la determinación del peso cor-
de los compartimentos de líquidos corporales. Todas ellas poral permitirá realizar el cálculo del gasto metabólico
contribuyen a la asociación fisiopatológica existente entre basal mediante ecuaciones predictivas, a fin de ajustar
malnutrición y empeoramiento de pronóstico del paciente el aporte calórico a administrar; la presencia de edemas
quirúrgico (riesgo nutricional). determinará ajustes en el aporte hidroelectrolítico, et-
Será ante la presencia de riesgo nutricional, o en el intento cétera.
de evitar su aparición, cuando haya que plantearse la posibi- Proporcionar una herramienta que permita la auditoría,
lidad de administrar soporte nutricional. la revaloración, la evaluación de la eficacia del soporte
nutricional y la comparación de los resultados entre pa-
VALORACIÓN NUTRICIONAL cientes y centros.
A menudo es la propia enfermedad el origen de la desnu-
Los principales objetivos que deben plantearse al realizar trición, pero algunos pacientes pierden peso durante la hos-
una valoración nutricional son: pitalización preoperatoria, por períodos de ayuno relacionados
Identificar los pacientes que presentan riesgo nutricio- con la realización de exploraciones complementarias o en el
nal, mediante herramientas (índices) que permitan for- postoperatorio, por retraso en la reintroducción de la dieta
mular la indicación de soporte nutricional. oral o por la aparición de complicaciones. Por ello será fun-
Cuantificación de dicho riesgo («grado de desnutri- damental, además de la correcta evaluación inicial del estado
ción»). Por ejemplo, pérdidas de peso menores al 5%, nutricional del paciente, su monitorización durante el proceso
incluso en períodos cortos de tiempo, raramente se aso- evolutivo para la detección precoz de criterios de necesidad
cian a deterioro funcional o a empeoramiento del pro- de soporte nutricional.
4 SECCIÓN I. GENERALIDADES
Tabla 1.1
ÍNDICES PRONÓSTICOS POPULARIZADOS PARA LA VALORACIÓN NUTRICIONAL PREOPERATORIA, DISEÑADOS A PARTIR
DE MODELOS MATEMÁTICOS MULTIVARIANTES
Índice Variables utilizadas
Prognostic Nutritional Risk (PNI) Albúmina plasmática, pliegue tricipital, transferrina plasmática, sensibilidad
(Mullen et al. 1979) cutánea retardada
Instant Nutritional Assessment (INA) Albúmina plasmática, recuento linfocitario
(Seltzer et al., 1979)
Nutrition Risk Index (NRI) Pérdida de peso, albúmina plasmática
(Buzby et al., 1988)
Tabla 1.2
NUTRITIONAL RISK SCREENING (NRS, 2002) I
FASE 1 (MUESTREO INICIAL)
1. IMC < 20,5
2. Pérdida de peso en los últimos 3 meses
3. Disminución de la ingesta habitual diaria en la última semana
4. Enfermedad grave (p. ej., ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos)
Si existe la presencia de cualquiera de los 4 criterios anteriores, se sigue con la siguiente fase (muestreo final). En caso contrario,
se revalorará esta fase a intervalos de 1 semana
6 SECCIÓN I. GENERALIDADES
8 SECCIÓN I. GENERALIDADES
Tabla 1.4
ECUACIONES UTILIZADAS PARA LA ESTIMACIÓN
DE LOS REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS EN EL PACIENTE
QUIRÚRGICO
Requerimientos
Estimación en base a (kcal no proteicas/
kg peso/día)
–
alteraciones metabólicas con graves consecuencias clínicas
(síndrome de realimentación).
Para el cálculo del gasto metabólico, utilizaremos el valor
obtenido de la estimación del gasto metabólico en reposo y
aplicaremos el factor de corrección por hipermetabolismo.
A modo de ejemplo, en una paciente de 65 kg, no obesa,
que presenta infección intraabdominal grave postoperatoria, es-
timaríamos 25 kcal multiplicadas por 70 kg de peso (1.750 kcal
no proteicas), corregidas con un incremento por factor de hi-
permetabolismo del 15% (2.100 kcal no proteicas).
En el caso del paciente crítico (infección grave con ven-
tilación mecánica, inestabilidad hemodinámica), y de forma
orientativa, no se recomienda la administración de cantidades
– superiores a 2.000 kcal no proteicas, por la tendencia a la apa-
rición de complicaciones infecciosas y metabólicas asociadas
a la sobrealimentación. También deberemos hacer valer el jui-
Figura 1.6. Algoritmo de decisión para la instauración de soporte cio clínico en cada caso.
nutricional postoperatorio en cirugía urgente. NRS 2002: Nutritional
Risk Screening; preOP: preoperatorio; postOP: postoperatorio.
Proporción de carbohidratos y lípidos
En estudios mediante técnicas de calorimetría indirecta
Desde un punto de vista práctico, podemos realizar la es- en pacientes sépticos graves y politraumáticos, la administra-
timación a partir del peso del paciente (25 kcal no proteicas/kg ción equilibrada de carbohidratos y lípidos optimiza el balance
de peso ideal/día) sin que se produzca una desviación signi- nitrogenado. Si bien la proporción de carbohidratos:lípidos
ficativa de las estimaciones obtenidas mediante los otros mé- de 60:40 es la más habitualmente utilizada, en casos en los
todos. Cuando se trate de un paciente obeso (IMC > 30%), que el control de glucemias es difícil o cuando se busca mi-
nimizar la producción de CO2, la proporción de lípidos se
si se utiliza el peso actual en lugar del ideal para el cálculo se
puede incrementar hasta un 50:50. En caso de que se utilice
debe disminuir el factor utilizado (20 kcal/kg/día), y en caso
la vía parenteral, no se deben administrar cantidades superiores
de pacientes muy delgados (IMC < 20%) se debe aumentar a 2 g de lípidos/kg de peso/día, pues la aparición de hipertri-
el factor (30 kcal/kg/día). En los pacientes muy delgados que gliceridemia es frecuente. La aparición de alteraciones de la
presentan caquexia o bien desnutrición severa, debemos ser biología hepática se describe asociada, en ocasiones, a la ad-
cautos y evitar la sobrealimentación; la administración de ministración de lípidos por vía parenteral. Se recomienda dis-
grandes cantidades de sustratos energéticos, con especial aten- minuir o suspender la infusión de lípidos cuando se obtienen
ción en el caso de utilizar la vía parenteral, puede desencadenar cifras persistentes de trigliceridemia superiores a 500 mg/dL.
10 SECCIÓN I. GENERALIDADES
de paciente intervenido por sepsis intraabdominal), con pre- tación de oligoelementos y vitaminas sí será necesaria en aque-
sencia importante de edemas clínicos y estabilidad desde el llos pacientes que reciban nutrición parenteral a largo plazo,
punto de vista hemodinámico, nuestra actitud terapéutica y en aquellos pacientes que presenten desnutrición crónica
deberá dirigirse a conseguir balances negativos de forma pro- severa (Tablas 1.6 y 1.7). Aquellas circunstancias que obliguen
gresiva. Si el paciente recibe nutrición parenteral, se reducirá a una reposición de las reservas corporales de vitaminas y oli-
el volumen de la misma y se minimizará o eliminará su con- goelementos en un plazo de tiempo relativamente corto (p.
tenido en sodio. Se intentará ajustar la proporción de calorías ej., soporte nutricional preoperatorio en paciente con desnu-
a favor de los lípidos para disminuir el efecto favorecedor de trición crónica severa), obligarán a la administración de dos
la retención hidrosalina que tienen los carbohidratos. Si el a tres veces las recomendaciones diarias por un período de va-
paciente tiene una función renal conservada, se puede admi- rios días, para luego seguir con las recomendaciones diarias.
nistrar furosemida a dosis bajas (10 mg cada 8-12 horas) hasta La estrecha monitorización bioquímica en estos casos no es
obtener diuresis entre 3.000-4.000 mL diarias, sin sobrepasar imprescindible, a menos que se sospeche la presencia de sin-
dichas cifras. Un balance negativo de 1.000-1.500 mL diarios tomatología atribuible a déficit de alguno de ellos.
durante 4-5 días, se acompañará inequívocamente de recu-
peración de las concentraciones séricas de albúmina y de una ADMINISTRACIÓN: VÍA ENTERAL
progresiva rehabilitación del paciente. Deberemos monitorizar O PARENTERAL
la natremia y la función renal. En presencia de edemas, na-
tremias con valores inferiores a la normalidad (en el rango de La administración de los sustratos pueden ser por vía en-
130-135 mEq/L), se deben interpretar como tolerables en el teral o parenteral. En la actualidad consideramos la adminis-
contexto de un paciente con exceso de sodio corporal y, por tración por vía enteral como la opción electiva por ser más
lo tanto, estará contraindicada la administración de suple- fisiológica, relativamente barata y bien tolerada por los pa-
mentos de sodio para corregir las cifras de natremia. cientes. Sin embargo, el papel de ambas vías ha ido cambiando
Durante el soporte nutricional, en general, la administra- durante los últimos cuarenta años. Inicialmente, fue la vía
ción de otros electrolitos (potasio, fosfato y magnesio) debe parenteral la que se consideró como el soporte nutricional es-
ser equilibrada, y puede requerir variaciones en las cantidades tándar; posteriormente se consolidó el concepto de que la nu-
a administrar según la situación clínica (Tabla 1.5). trición por vía enteral protegía y promovía la función intestinal
y la estructura anatómica de la superficie mucosa intestinal,
Vitaminas y oligoelementos prevenía la aparición de translocación bacteriana y era más
barata, convirtiéndose en el modo de soporte nutricional es-
Han suscitado atención recientemente las propiedades an- tándar en clínica. Además, la nutrición parenteral empezó a
tioxidantes que presentan algunas vitaminas y oligoelementos considerarse como un tratamiento «peligroso».
(vitaminas E, A, C, zinc o selenio), por su capacidad de reac- Existe aún hoy la creencia popular de que la administración
cionar directamente con radicales libres y contribuir así al es- de los nutrientes por vía enteral, «a toda costa» en ocasiones,
tatus antioxidante. La evidencia científica actual no permite consigue inequívocamente una mejor recuperación y una
recomendar su uso a corto plazo como antioxidantes en el menor incidencia de complicaciones sépticas que si se utiliza
postoperatorio, y su suplementación cuando se utiliza nutri- la vía parenteral. La inducción de atrofia de vellosidades o de
ción enteral u oral no es necesaria. En general, la suplemen- fenómenos de translocación bacteriana asociada a la admi-
Tabla 1.5
REQUERIMIENTOS DE ELECTROLITOS
Tabla 1.6
DÉFICIT DE OLIGOELEMENTOS Y REQUERIMIENTOS I
Nutriente Función Carencia Dosis diaria*
Zinc Presente en metaloenzimas Dermatitis periorificial 2,5-5 mg
Necesario para la síntesis de ADN Alopecia Aumentar si
y ARN Alteraciones inmunitarias pérdidas
Alteración de la síntesis proteica digestivas
y de la cicatrización
Cobre Absorción y transporte de hierro Anomalías hematológicas 0,3-0,5 mg
Síntesis de Hb Anomalías óseas Aumentar si
Metabolismo del colágeno diarreas
Metabolismo del SNC
Cromo Papel en el metabolismo de Adelgazamiento 10-15 μg
carbohidratos y favorece la acción Neuropatía periférica
de la insulina Intolerancia a la glucosa
Selenio Componente de la glutatioperoxidasa Miocardiopatía 20-60 μg
Dolores musculares
Manganeso Desarrollo SNC y óseo Anomalías en cartílago 60-100 μg
* Valores recomendados por la Food and Drug Administration americana para nutrición parenteral de larga duración.
12 SECCIÓN I. GENERALIDADES
Nutrición enteral
Los catéteres-aguja de yeyunostomía insertados durante
un procedimiento quirúrgico abdominal o los catéteres na-
soyeyunales, son considerados el acceso estándar para la ad-
– ministración de nutrición enteral. La utilización de sonda na-
sogástrica (la punta de la sonda queda en posición prepilórica)
obliga a la monitorización estricta del residuo gástrico, por el
alto riesgo de aspiración. Además, la aparición de íleo paralítico
postoperatorio suele afectar especialmente al vaciamiento gás-
trico. Existen dispositivos comercializados que tienen doble
luz, una cuya punta quedaría en posición gástrica (descom-
presión) y la otra en posición postpilórica. La experiencia con
el uso de este tipo de sondas ha permitido, por ejemplo, la
descompresión gástrica y la alimentación enteral yeyunal si-
multáneas en pacientes con pancreatitis grave. Cuando se
prevé que la necesidad de administrar nutrición enteral se va
– a prolongar más allá de las cuatro semanas, se debe considerar
la posibilidad de colocar un catéter de gastrostomía percutáneo
mediante técnica endoscópica, teniendo en cuenta que la ma-
yoría de estos dispositivos deja situada la punta del catéter en
posición prepilórica.
Los preparados comercializados para nutrición enteral
Figura 1.7. Algoritmo de decisión para la elección de la vía de adminis-
tración de soporte nutricional. NE: nutrición enteral; NP: nutrición parenteral.
habitualmente utilizados suelen tener una relación volumen:
calorías de 1 mL: 1 kcal, 20% de las calorías en forma de pro-
teínas y 30% en forma de lípidos. Son preparados denomi-
presentan una osmolaridad muy elevada, el acceso estándar nados poliméricos, porque contienen proteínas homogenei-
zadas completas y carbohidratos complejos. Existen preparados
utilizado es el catéter venoso central con la punta del mismo
con restricción hidrosalina, con una mayor concentración ca-
posicionada en la vena cava superior. Se utilizan bombas de
lórica por volumen.
infusión para mantener una velocidad de administración cons- Las denominadas dietas oligoméricas elementales se utilizan
tante durante todo el día. en casos en que la función intestinal está comprometida. Son
Los riesgos inherentes a la técnica de colocación del catéter preparados que presentan algún grado de predigestión, con
venoso central, especialmente en el caso de los accesos sub- la finalidad de optimizar su absorción. Contienen proteínas
clavios y yugulares, obligan a un conocimiento exquisito de en forma de aminoácidos u oligopéptidos y carbohidratos en
la técnica de inserción percutánea, ya sea mediante referencias forma de oligosacáridos. Por otro lado, son hiperosmolares,
anatómicas o bien, más recientemente, mediante la utilización pudiendo producir diarrea.
Tabla 1.8
COMPLICACIONES TÉCNICAS DESCRITAS DURANTE LA ADMINISTRACIÓN DE SOPORTE NUTRICIONAL POR VÍA PARENTERAL
O ENTERAL RELACIONADAS CON LOS SISTEMAS DE INFUSIÓN
I
PARENTERAL: CATÉTER VENOSO CENTRAL
Signo de alarma Causa
Aceleración brusca de la infusión Desconexión de la línea
Humedecimiento del apósito Rotura o salida del catéter
Retardo en la infusión o su detención Obstrucción o acodadura del catéter III
Edema del brazo Trombosis venosa
Irregularidad del goteo Malposición de la punta del catéter
Otalgia Malposición de la punta (yugular)
Dolor cervical, de nuca Infusión demasiado rápida
Dolor torácico o disnea Tromboembolismo pulmonar, embolia aérea, neumotórax,
perforación de grandes vasos, taponamiento cardíaco
ENTERAL: CATÉTER-YEYUNOSTOMÍA O SONDA NASOYEYUNAL
Signo de alarma Causa
Aceleración brusca de la infusión Desconexión de la línea
Humedecimiento del apósito Rotura o salida del catéter
Retardo en la infusión o su detención Obstrucción o acodadura del catéter
Dolor-distensión abdominal Malposición de la punta del catéter-yeyunostomía (peritoneo)
Infusión demasiado rápida
Síndrome compartimental abdominal
Neumatosis/necrosis intestinal
14 SECCIÓN I. GENERALIDADES
Tabla 1.9
COMPLICACIONES METABÓLICAS FRECUENTES
Puesto que es en estos pacientes en los que con frecuencia rrolla alteraciones bioquímicas de la función hepática queda
está indicada la administración de nutrición parenteral, a esquematizada en la figura 1.8.
veces resulta imposible distinguir la alteración producida
por el propio proceso de base de la causada por la propia MONITORIZACIÓN DEL SOPORTE
nutrición.
En muchas ocasiones, la nutrición parenteral contribuye
NUTRICIONAL
o exacerba la disfunción hepática, en lugar de desencadenar La monitorización pretende determinar si la respuesta
su aparición. Es más evidente la relación entre la nutrición al soporte nutricional en el caso del paciente desnutrido
parenteral prolongada y la aparición de litiasis biliar. La inci- es adecuada, pero también observar los parámetros que per-
dencia de aparición de barro biliar o colelitiasis en controles mitan identificar la aparición de complicaciones metabólicas
ecográficos en pacientes con nutrición parenteral aumenta a para poder corregirlas. La exploración clínica diaria del pa-
medida que se prolonga el tratamiento, llegando a ser del ciente permite apreciar la aparición o resolución progresiva
100% de casos a las 6-10 semanas. La pérdida del «estímulo de edemas persistentes, la aparición de signos clínicos de
entérico» desencadenaría estasis biliar, que al prolongarse fa- deshidratación, la constatación de la capacidad de deam-
vorecería la aparición de barro biliar y litiasis. Se han propuesto bulación del paciente y la recuperación de la fuerza y la
diversas maniobras, tanto nutricionales como farmacológicas, función muscular. Las gráficas de balances de líquidos que
para minimizar la estasis biliar: administración de colecisto- registra enfermería y la determinación del peso diario
quinina exógena o estimulación de su liberación endógena, del paciente son fundamentales para un seguimiento ade-
mediante la aplicación periódica de cantidades importantes cuado de los balances de fluidos. La monitorización de
de aminoácidos o mediante el suministro de pequeñas can- diferentes parámetros bioquímicos se realizará con la
tidades de nutrición enteral. Nuestra propuesta de conducta frecuencia adecuada a la situación clínica del paciente (Ta-
a seguir ante un paciente con nutrición parenteral que desa- bla 1.10).
INMUNONUTRICIÓN
La utilización de suplementos con arginina, glutamina,
ácidos grasos omega-3 y nucleótidos pretende modular de
forma favorable la respuesta inflamatoria e inmune excesivas
que se observan en el paciente quirúrgico. A este tipo de su-
plementación se le atribuye la capacidad potencial de mejorar
el pronóstico del paciente quirúrgico, disminuir la incidencia
de complicaciones y reducir la estancia hospitalaria. El resul-
–
tado de su utilización en el paciente quirúrgico es hoy en día
un tema de debate. Los resultados negativos de algunos estu-
dios, la aparición de empeoramiento del pronóstico con la
utilización de arginina en paciente de cuidados intensivos sép-
tico grave y la sombra de los conflictos de intereses que sub-
yacen al patrocinio de la industria de gran parte de los trabajos
publicados, hacen que no podamos recomendar su utilización
sistemática en la actualidad.
16 SECCIÓN I. GENERALIDADES
Tabla 1.10
MONITORIZACIÓN BIOQUÍMICA DURANTE LA ADMINISTRACIÓN DE SOPORTE NUTRICIONAL EN DIFERENTES SITUACIONES
CLÍNICAS
clínico no es infrecuente en los pacientes quirúrgicos graves renteral nutrition: a randomized clinical trial of water and sodium restriction.
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