Está en la página 1de 10

EAP Diciembre 1943 N° 77 Año VII

Algunos aspectos generales del problema urbano de Lima

por el Arqto. Fernando Belaunde Terry

L a última Ciudad de los Reyes con más de cuatro siglos de historia urbana se ha
desarrollado tan caprichosamente como la mayoría de las principales ciudades de
Sud América y no llena en la actualidad, en forma satisfactoria, por errores u
omisiones acumulados año tras año, las funciones de proporcionar vivienda
adecuada, ofrecer lugares de recreo y coordinar los lugares de habitación con los
sitios de trabajo, dejando, por consiguiente, mucho que desear en su sistema vial
de transportes. Estas cuatro funciones principales: Vivienda, Recreo, Trabajo y
Transporte establecen un orden que puede servirnos de pauta para estudiar, a
vuelo de pájaro y sin pretensiones de infalibles diagnosticadores de los males
urbanos, los problemas principales de Lima. Nos ayudarán a hacer más compresivo
este sencillo comentario los gráficos o cuadros elaborados por algunos alumnos de
Urbanismo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, bajo la dirección
del autor de estas líneas y a base de datos estadísticos de la Dirección del Ramo y
del Boletín Municipal de Lima . Citaremos también párrafos de la Circular que el
Departamento de la Vivienda del Ministerio de Salud Pública ha enviado a los
diversos órganos de propaganda del país sobre este vital problema.

VIVIENDA

El desarrollo sorprendente de las nuevas urbanizaciones tiende a darnos la errónea


impresión de que el problema de la vivienda está bien encaminado.
Desgraciadamente esos desarrollos urbanos recientes no benefician sino a un
sector minoritario de la población, ocupando, en cambio, enormes extensiones de
terreno. EL cuadro N° 1 nos indica el total de la población de Lima y Balnearios
como 522,897 habitantes de los cuales 378,420, o sea poco más del 72 %, viven en
el Cercado, el Rímac y La Victoria. Este alto porcentaje de la población, no obtiene,
pues, beneficio alguno en cuanto a la vivienda, de los adelantos que la iniciativa
privada ha logrado, en gran parte con fines de especulación, al lotizar diversos
fundos cercanos. No queremos restar méritos a quienes hayan tenido participación
en tan interesante actividad que, evidentemente realza a nuestra capital, pero
debemos anotar que el problema dela vivienda no se ha aliviado con ello sino en su
aspecto menos grave, desde el punto de vista social. Del 28% restante que vive en
los Balnearios y Distritos probablemente la mitad habita barrios insalubres de
Surquillo, Barranco, Chorrillos y las Magdalenas. Las nueva urbanizaciones sólo
resuelven pues, el problema del sector más afortunado, sin derramar su beneficios
sobre un 80% a un 86% de nuestra población.

El gráfico N° 2, que es un mapa de densidad e Lima, hecho a base de la


demarcación adoptada para fines del Censo de 1940, nos muestra las zonas de
mayor densidad, que se encuentra dentro de un radio de un kilómetro de la Plaza de
Armas. Existe cierta discrepancia entres este mapa y el gráfico N° 3 que muestra
las densidades de los diversos Distritos de Lima, hecho a base de datos del Boletín
Municipal. Se explica esta diferencia por el hecho de que el Censo no se llevó a
cabo por Distritos permanentes, sino por zonas establecidas especialmente para
ese fin. En todo caso ambos gráficos indican las zonas de mayor densidad dentro
del radio que hemos citado, tomando como centro nuestra Plaza Mayor.

No es necesario extenderse sobre el deficiente estado de la vivienda en esa zona de


mayor densidad ni sobre los defectos de orden urbanístico en su trazo virreinal.
Como las familias acaudaladas se han ido trasladando paulatinamente a las
nuevas urbanizaciones, ese sector está habitado principalmente por gentes de
modesta condición económica y por familias de la clase media. Los mejores
locales han sido acaparados por establecimientos de comercio, almacenes,
depósitos o fábricas, convirtiéndose las fincas más deterioradas en casas de
vecindad donde, en incómoda convivencia, habita una gran parte de nuestra
población trabajadora.

La zona de La Victoria responde a un plan más racional y moderno en cuanto a


amplitud y mantenimiento de las vías públicas pero es eficiente en lo que se refiere
a la edificación, que sigue guiada en nuestra capital por el absurdo complejo de
“utilizar el terreno” en vez e inspirarse en el concepto más sensato de utilizar el aire
y la luz.

La capacidad de pago de alquileres es un factor que muchos desconocen y por ello


los proyectos en pequeña escala de vivienda popular no afectan a menudo al sector
más necesitado. Tomemos de una Memoria de la Dirección de Estadística los datos
sobre el monto de alquileres, que deben ser un punto de partida en cualquier intento
sincero de resolver el problema:

“a) De las 106,577 familias que, según el Censo de 1940 integran la población de la
ciudad de Lima, 86,018 habitan en igual número de viviendas alquiladas, las que por
razón de la merced conductiva mensual se distribuyen en la siguiente forma:

Casas

Hasta

S/.

10, 16,169

18.80%

De

"

11
a

20

24,448

28.42%

"

"

21

30

9,815

11.41%

"

"

31

50

7,985

9.28%

"

"

51

70

3,938

4.57%
"

"

71

100

4,077

4.74%

"

"

101

150

3,096

3,60%

Más de

151

2,284

2,66%

No declarado

14,206

16.52%

b) A juzgar por el monto del alquiler posiblemente los cuatro primeros grupos están
integrados por las viviendas cuyas condiciones higiénicas son las menos
favorables. Ellas presentan el 67.91%. A su vez, las viviendas que no tienen más de
3 habitaciones son de 74,394, sea el 69.79% del total de viviendas. Porcentaje este
muy similar a aquel que corresponde a las viviendas cuyo alquiler mensual no
excede de S/. 50.00 y que, ponderándolo, arroja S/o. 34.96%. Este dato permite
estimar en S/. 175.00 el salario familiar y promedio de dicho sector de población.”
Este cuadro de porcentajes el que debe guiar la selección de tipos y cantidades de
viviendas a construirse, con miras a aliviar el problema. Se trata, por cierto, de una
interesante consigna a los arquitectos: cómo proporcionar vivienda higiénica,
confortable y espaciosa haciendo el servicio de intereses a base de esos
arrendamientos tan bajos, sobre todo en los primeros grupos, que son los más
numeroso. No será imposible encontrar una solución, pero habrá que hacer uso de
los más ingeniosos recursos en el diseño y a la más celosa y estricta organización
del proceso de edificación para evitar cualquier desperdicio. Del acierto en la
selección del “partido” arquitectónico que, a nuestro juicio y para este medio, es la
casa colectiva que no pase de tres pisos depende, en gran parte, el éxito de la
empresa.

En otra ciudades la situación es la siguiente:

En el Callao: pagan, de 10 a 50 soles oro: 6,814 viviendas , con un 84% (sobre el


total alquilado); y, entre 51 hasta más de 150 soles oro (y no declarada): 1,306
viviendas , con sólo un 16% sobre el total de viviendas alquiladas, que es de 8,120.

En Piura: sobre un total de 1,433 viviendas alquiladas , el 65%, son de 10 a 50 soles


oro; y, sólo el 35% son de 51 a más de 150 soles oro.

En Chiclayo: sobre el gran total de 3,758 viviendas alquiladas : el 90% pagan un


alquiler entre 10 y 50 soles oro; y sólo, el 10%, entre 51 y más de 150 soles oro.

En Trujillo: sobre un total de 4,864 viviendas alquiladas (el 80% pagan una merced
conductiva de 10 a 50 soles oro; y, sólo el 20% entre 51 a 150 soles oro.

En Ica: sobre un total 2,496 casas alquiladas, el 72% pagan entre 10 y 50 soles oro;
y, el 28%, entre 51 a más de 150 soles oro.

En Arequipa: de 8,739 viviendas alquiladas , el 91% pagan entre 10 a 50 soles oro; y


sólo el 9% entre 51 a 150 y más soles oro.

En el Cuzco: sobre un total de 7,152 viviendas alquiladas , el 94% pagan entre 10 y


50 soles oro; y, sólo el 6%, de 51 a 150 y más soles oro; y

En Tacna: de 1,660 viviendas alquiladas , el 74% pagana de 10 a 50 soles oro; y, el


26%, entre 51 a 150 y más soles oro.

Según los datos que suministra la Dirección de Estadística que orienta y organiza
hábilmente el doctor Alberto Arca Parró, la condiciones higiénicas de la vivienda en
Lima son deplorables. (Ver gráfico 4, sección izquierda, abajo). 18,096 viviendas
carecen de servicio de agua; 23,201 no tiene desagüe y 51,796 carecen de
instalación eléctrica sobre un total de las 106,577 viviendas censadas en 1940.

La Inspección de la Vivienda, en el Ministerio de Salud Pública, señala que las


casas antihigiénicas, suelen provocar en otros países, las siguientes lamentables
consecuencias para toda una nación.
• el 63% por ciento de los casos de tuberculosis.

• el 57 por ciento de las sumas se gastan en Asistencia Social Pública;

• el 26 por ciento de los casos que exigen el auxilio de las autoridades de sanidad; y,

• el 57 por ciento de cuestiones de orden criminal.

Y podemos confirmar en parte esta afirmación por cuanto nuestro Gráfico Sanitario
N° 5 nos muestra que la inmensa mayoría de defunciones por enfermedades
infecto-contagiosas se deben a la Tuberculosis, la enfermedad de la vivienda
insalubre. Las deficiencias alimenticias, que comparten con la casa antihigiénica
este trágico balance, se derivan también parte el incumplimiento de ciertos
principios básicos del urbanismo en virtud de los cuales debe asignarse a cada
aglomeración urbana un área de granjas y terrenos de sembrío de pan llevar
relacionada al número de habitantes, sin perjuicio de tomar en cuenta otros
factores agrícolas en el caso de grandes ciudades que se abastecen en diversas
fuentes de producción nacionales y extranjeras.

Agravan el problema sanitario el primitivo sistema de alcantarillado de la capital,


que arroja aguas negras sobre terrenos de cultivo y hortalizas.

RECREO

El Recreo es la función urbana que Lima desconoce casi por completo. Es verdad
que en las zonas de reciente desarrollo se han salvado algunas áreas verdes como
el Parque de la Reserva y el Campo de Marte, que constituyen dos pulmones muy
importantes para cierta zona privilegiada de la capital; es igualmente exacto que el
Reglamento de Urbanizaciones en vigencia establece normas estrictas para la
preservación de cierto porcentaje de área libres, pero es también evidente que la
inmensa mayoría de los pobladores de nuestra capital no se benefician con estos
adelantos encomiables.

¿A qué parques acuden en sus horas de esparcimiento los habitantes de las zonas
densamente pobladas de los cuarteles 1º., 2º. 3º y 4º.? ¿Adónde envían esas
familias pobres a sus hijos? La respuestas a estas preguntas habla muy mal de
nuestro urbanismo limeño. Los padres, apiñados en los bares, y los niños jugando
en estrechas calzadas, espirando aire viciado y expuestos a toda clase de peligros
son una prueba latente de nuestra indiferencia social, de nuestra culpable
negligencia.

En cuanto a la explotación de nuestra ribera para fines de recreo podemos anotar


que muy poco se ha hecho para llevar a la clases más necesitadas las excelencias
del baño de mar. Es justo mencionar la honrosa excepción de la Playa de Agua
Dulce, fruto exclusivo del esfuerzo inteligente de hombre de visión. Pero el Callao,
nuestro primer puerto, sólo dispone de la Playa de Chucuito, en su precario estado
natural, sin la intervención de la mano del hombre para hacerla más cómoda y
atrayente, y recibe peligrosas descargas de desagües que todos lo años son la
causa de muchísimos casos de tifoidea y fiebres intestinales.
Ya que se van generalizando las vacaciones del empleado y del obrero es necesario
que se pongan en valor todos los sitios de la región limeña susceptibles de atraer al
trabajador en sus días de reposo a fin de darle una oportunidad de recobrar fuerzas,
energía y alud. Pocos beneficios pueden esperarse de la vacación del obrero si ha
de pasarla en los insalubres barrios donde reside permanentemente.

Si observamos el grafico N° 6, referente a meteorología, veremos cuán deficiente es


el asolamiento de Lima en los meses de invierno. La zona del valle de Lima
beneficiada por un asolamiento continuo en esa estación reclama también centros
de esparcimiento al alcance del hombre de modestos recursos, en los sitios de
menor costo y menos lejanos de la capital.

TRABAJO

Los lugares de trabajo no guardan en nuestra capital una relación adecuada con los
sitios donde viven los trabajadores. Recientemente se ha intensificado la
construcción industrial en la Avenida Argentina. Grandes fábricas que estaban
situadas en otros barrios han trasladado sus instalaciones a esa vía esencialmente
industrial. Pero nadie se ha ocupado de hacer núcleos de viviendas adonde se
pueda alojar a los trabajadores que diariamente deben hacer cuatro largos viajes
hacia y desde el hogar.

Hay quienes interpretan la zonificación como la necesidad de asignar un solo lugar


para cada función, lo que no es exacto porque dentro de cada función pueden
existir muchas subdivisiones indispensables. Tal es el caso de la industria. La
industria es susceptible de subdividirse de acuerdo con sus necesidades. Si todas
nuestras fábricas se fuesen a trasladar a la Avenida Argentina, nuestra población
laboriosa se pasaría el día entero recorriendo la ciudad en todas direcciones.

La zona de la Avenida Argentina es apropiada para cierta clase de industria, pero


existen actividades manufactureras de otra índole susceptibles de desarrollarse en
diversos lugares.

La huída del empleado hacia las zonas suburbanas menos costosas, que a veces
son las más lejanas, ha sido en cierto modo descartada. Debe estudiarse la
construcción de grandes conjuntos inmuebles de Departamentos, con adecuadas
áreas libres, para dar el empleado ua vivienda confortable, higiénica, que no está
lejana de su oficina. Con ello se lograría ahorro considerable de tiempo y dinero.

TRANSPORTE

Puede vislumbrarse el problema de transporte que va a crearse por esta errónea


política de trasladar las fábricas sin construir vivienda cercana. Grandes cantidades
e dinero y de energía son derrochadas de esta manera, y con ello pierde la industria,
el obrero y la colectividad. Las ciudades donde se ha intentado resolver el problema
de la vivienda en gran escala han comenzado por hacer una encuesta urbana para
tener datos precisos sobre el lugar de trabajo y de vivienda de la población, sobre
los recorridos necesarios y el costo en pasajes con relación a los salarios
percibidos. A base de esos hechos reales se ha podido determinar sabiamente la
ubicación de la vivienda futura. No han intervenido esos caprichos y pálpitos que
están entre nosotros detrás de casi todas las decisiones urbanas fundamentales.

En Lima debe estudiarse concienzudamente un desarrollo de vías expresas,


interrumpidas, que lleven rápidamente a los barrios centrales a esa gran población
de empelados y hombres de negocios que habitan los alrededores. Esto implica la
introducción en diversos lugares estratégicos de cruces a diferente nivel. Sería
realmente criminal tolerar que en el inevitable desarrollo de Lima se permitiese que
las sucesivas vías de circunvalación fuesen cruzando a un mismo nivel las avenida
del Callao.

El encuentro de esta avenidas de circunvalación con las vías radiales es un


problema que hay que resolver cuidadosamente. Pronto va a mutilarse la Avenida
Limatambo con un cruce que dejará cada año una larga lista de víctimas o que
implicará, en caso de ser controlado con medidas policiales, pérdida de tiempo que,
acumulada, sería condenable derroche de energías para quienes ingresen a la
capital por dicha carretera.

La línea del tranvía a Miraflores ha sido cruzada por varias veces a un mismo nivel
por un incontrolado desbordamiento urbano. En el cruce entre Miraflores y Surquillo
se suceden los accidentes fatales con alarmante frecuencia.

El estacionamiento de autos es otro problema de tráfico que se ha dejado a su


suerte. Se han propuesto soluciones muy acertadas como la de crear patios
centrales en las manzanas, pero nadie las ha tomado en cuenta. La ampliación de
las Avenidas de Tacna y Abancay esta proporcionando un mayor espacio para
estacionamiento, y hay que felicitarse de ello, pero su efecto no se deja sentir con la
intensidad necesaria en el corazón de la ciudad.

Nuestro criterio individualista tiende a separarlo todo, a hacer pequeños pocos en


vez de pocos muchos. Y el Urbanismo moderno aconseja precisamente el
agrupamiento, la conveniente zonificación de ciertas actividades similares.
Tómese, por ejemplo, el caso de la Ciudad Universitaria. La Escuela de Ingenieros o
quiere integrarla porque es autónoma y se va por su cuenta y riesgo a la carretera a
Ancón a instalar sus áulas; a la tan cacareada Casa el Estudiante se le reservan
distintos lugares, excepto el que le corresponde en la Ciudad Universitaria. Y así en
vez de sumar se resta, y nuestro disperso estudiantado sufre las dificultades del
transporte dividido en múltiples engranajes de funcionamiento malo y pasa el día
absorbido por las preocupaciones de la compleja vida urbana. Aunque la Ciudad
Universitaria sea un proyecto a desarrollarse en muchos años es de imperiosa
necesidad que las primeras Escuelas que dispongan de fondos para construcción
de locales vayan a ocupar el emplazamiento que les señale un plan regulador, en
los terrenos que deben designarse para dicha finalidad, adonde irían
sucesivamente otras Facultades y se formaría, paulatinamente, un centro
universitario grandioso con vías de comunicación importantes, que convergerían
hacia él, poniendo su comercio, bibliotecas, restaurantes, campos deportivos, etc.,
al servicio de todo el estudiantado superior.
Quienes ven un enigma en los graves problemas de tráfico de Lima que mediten un
poco sobre puntos y encontrarán en ellos el origen de todo nuestro desorden.

CONCLUSIÓN

Por todo lo dicho se desprende la urgente necesidad de que abordemos seriamente


el problema urbano de Lima, elaborando un Plan Regulador con todos los
elementos que tan magna empresa requiera. Su costo resultará insignificante al
lado de las ventajas de todo orden que vendrán a beneficiar a nuestra ciudad y a
sus habitantes. Así lo exige no sólo la conveniencia más elementales de la
colectividad, sino el decoro de nuestro país cuya capital debe mantenerse a la
altura de sus halagüeñas tradiciones.

Gráfico N°1

POBLACIÓN DE LA GRAN LIMA

Se aprecia en este gráfico que de los 522,897 habitantes de la Gran Lima


(excluyendo el Callao) el 50% viven en el Cercado. Si se agrega el porcentaje
correspondiente al Rímac y La Victoria se ve que el 72% de nuestra población vive
en la ciudad propiamente dicha.- Dib. C. Salinas V.

Gráfico N° 2

PLANO DE DENSIDAD DE LA GRAN LIMA SEGÚN LA DEMARCACIÓN CENSAL DE


1940

El curso del Río Rímac, la línea de la costa, las Avenidas a Callao y la insinuación de
la Avenida Arequipa orientarán al lector. Se sugiere en el gráfico también las
ubicaciones respectivas de las Plazas de Armas y San Martín. A ambos lados del
eje establecido por estas dos plazas se indican, en negro, las zonas de mayor
densidad según la demarcación especial establecida para los fines de la realización
del último censo. Esto arroja una densidad máxima de 224 habitantes por hectárea.
El gráfico de densidad N° 3 que también aparece en estas páginas indica una
densidad mayor, que llega a 442 habitantes por hectárea en el sector del Distrito IV.
La discrepancia en cuanto a cantidades puede explicarse debido al diferente
criterio en la demarcación de áreas en ambos casos. Estas cifras son excesivas si
se tiene en cuenta su enorme porcentaje de área edificada en relación a áreas libres
para absorber este volumen de población. En la teórica “Ciudad Contemporánea” de
Le Corbusier se llega algunas veces a grandes densidades de 300 habitantes por
hectárea en la zona residencial, pero esto es a base de la edificación hacia arriba,
dejando el del 48% al 85% del terreno como área libre, y del 15% al 52% como área
edificada. En tales condiciones la densidad considerable no tiene peligros de
insalubridad y se justifica por el deseo de lograr la ciudad compacta, que es uno de
los objetivos del urbanista europeo.

De las zonas dibujadas en negro, con la máxima densidad se pasa gradualmente a


achurados más ligeros que corresponden respectivamente a 180, 100, 50, 20 y 10
habitantes por hectárea.- Dibujo de Carlos Bullón F.
Gráfico N° 3

DENSIDAD DE LIMA POR DISTRITOS

Se aprecia en este gráfico qu4e son los Distritos 4°, 6° y 3° los que tienen mayor
densidad de población. EL mapa de densidad de Lima, según la demarcación
censal acusa una discrepancia en cuanto a las cifras, debido seguramente a
diferencia de criterio para adjudicar las áreas. En todo caso ambos gráficos
muestran las zonas de mayor densidad dentro de un radio de 1 km. De la Palza de
Armas.- Dib. De L. Salazar R.

Gráfico N° 4

DE LOS ALQUILERES

Parte alta: Las tres primeras líneas, con símbolos que representan 1,000 unidades
de cada una, indican el número de viviendas alquiladas por las que se paga hasta
S/. 30 mensuales. Las cinco siguientes, que van en disminución, representan los
alquileres de S/. 30 a S/. 150. La última está constituída por las viviendas cuyos
alquileres no han sido declarados.- Dib. R. Bolaños P.

Gráfico N° 5

DEFUNCIONES POR ENFERMEDADES INFECTO-CONTAGIOSAS

Este gráfico corresponde únicamente al segundo de 1942 y muestra el gran número


de defunciones que se producen por la tuberculosis, la enfermedad de la vivienda
insalubre y de la mala alimentación, dos problemas que en el urbanismo bien
orientado puede remediar, en gran parte. Cada símbolo representa 50 unidades.-
Dib. De J. C. Ruiz S.

Gráfico N° 6

ASOLAMIENTO DE LIMA

En cada círculo la parte blanca representa las horas del sol por década. Se observa
que en los meses de Junio, Julio, Agosto y Setiembre el Sol casi no se deja ver. De
Junio a Setiembre hay un promedio de 9 horas de sol por década, o sea menos de
un ahora diaria.- Dib. De F. Bonifaz S.

También podría gustarte