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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


DERECHO CIVIL SUCESIONES
TJC-1253 SECCIÓN MB01TOP

LA SUCESION TESTAMENTARIA, SUCESION LEGITIMA Y EL DERECHO A


ACRECER.

Alumna:
Daniela Armas.
Exp: CJP-162-00347
Profesora:
Wilmar Cuárez.

Cabudare; marzo de 2020.


INTRODUCCIÓN
El patrimonio que uno adquiere durante el tiempo de vida puede ser
transmitido a otra u otras personas ya sea una transmisión entre vivos, o por
causa de muerte. En el caso de las transmisiones de patrimonio mortis causa,
tenemos la institución de las sucesiones, que, según el artículo 807 de nuestro
Código Civil, estas pueden deferirse por Ley o por testamento. La sucesión
mortis causa es la que únicamente se produce por causa de muerte y consiste
en la transmisión a una o varias personas vivas de todo el patrimonio dejado
por otra que ha muerto.
El derecho sucesoral nace de la necesidad que tiene el hombre de transmitir
el patrimonio que adquirió durante toda su vida a otra persona al momento del
fallecimiento, para que esta se haga cargo de dicho patrimonio y este no quede
a la deriva, pero este acto que ocurre como consecuencia jurídica de la muerte
de una persona debe ser regulado. El derecho sucesoral venezolano se
encuentra regulado por el Código Civil, el cual contiene todas las disposiciones
legales sobre la materia, y en este trabajo, se desarrollará específicamente lo
relativo a la sucesión testamentaria, la institución del heredero y el legado, la
sucesión necesaria, la legítima, y el derecho a acrecer.

CALIGRAMAS:
TEMA 9: La Sucesión testamentaria. Concepto. Capacidad para testar y recibir
por testamento. El Testamento, concepto, características, condiciones y
requisitos del testamento. Clases y formas del testamento. Contenido del
testamento, validez del testamento. La institución del heredero. El legado.
Concepto, sujetos y objetos del legado, clases, modalidades, pago, revocatoria
e ineficacia de los legados.
Este tema está desarrollado en los caligramas 1 (cruz), 2 (casa) y 3 (Ratón)
TEMA 10: La sucesión necesaria. La legítima. Concepto. Naturaleza jurídica.
Herederos legitimarios. Derechos del legitimario

Este tema está desarrollado en el caligrama 4 (martillo)


TEMA 11 El Derecho de Acrecer. Concepto, fundamento, causas, requisitos,
efectos. Exclusión.
Este tema está desarrollado en el caligrama 5 (gato)

TEMA 9
1
2

3
TEMA 10
TEMA 11
CONCLUSIÓN

Como consideraciones finales, podemos decir que la sucesión testamentaria


es aquella que proviene de la manifestación de la última voluntad de una
persona capaz, en la que dispone para después de su muerte, de la totalidad o
de parte de su patrimonio, mediante un testamento, el cual a su vez es un acto
jurídico individual, unilateral, libre, solemne y de última voluntad. Para que una
persona pueda suceder mediante testamento, no debe incurrir en ninguna
causal de incapacidad que establezca el Código Civil, y puede suceder a título
universal, siendo denominado heredero, o a título particular, siendo nominado
legatario.

Cabe mencionar que quien expresa su última voluntad mediante el


testamento, puede disponer libremente de su patrimonio, respetando siempre
la porción legítima del mismo, es decir, la porción del patrimonio que
corresponde a la sucesión necesaria, la cual está destinada a los
descendientes, ascendientes o cónyuge sobreviviente que no haya obtenido
separación jurídica de bienes.

Por último, en los casos en los que una persona que esté incluida dentro de
una herencia o disposición testamentaria y no pueda aceptarla, sus
coherederos o colegatarios tienen el derecho a que esa porción del patrimonio
del de cujus que queda vacante, le sea acreditada a la porción que estos van a
recibir, denominándose esta institución, derecho de acrecer.
ANALISIS DE SENTENCIA

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. AA20-C-2010-000515

Magistrado Ponente: L.A.O.H.

En el juicio de nulidad de testamento, incoado ante el Juzgado Segundo de


Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del estado Miranda, por los ciudadanos G.M. MEZA OLIVARES, O.R.
MEZA OLIVARES, A.C. MEZA OLIVARES, L.J. MEZA OLIVARES, A.M.O. y
KELVIS RAÚL MEZA OLIVARES, representados por los profesionales del
derecho abogados G.V.C. y R.A.Q.V., contra el ciudadano O.M.O.,
representados judicialmente por los abogados Ailyde M.G. y M.Á.P.; el Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y del
Adolescente de la misma circunscripción judicial, con sede en Los Teques, en
fecha 10 de junio de 2010, dictó sentencia declarando sin lugar el recurso de
apelación interpuesto por la parte actora, confirmó la decisión apelada que
declaró sin lugar la demanda y condenó en costas a la parte demandante.

Contra la preindicada sentencia los accionantes anunciaron recurso


extraordinario de casación, el cual fue admitido y oportunamente formalizado.
Hubo impugnación.

Cumplidos los trámites de sustanciación y reasignada la ponencia en fecha 20


de enero de 2011, al Magistrado que con tal carácter suscribe el presente fallo,
con fundamento en el artículo 53 del Reglamento Interno de este máximo
Tribunal; la Sala pasa a dictar la correspondiente decisión previa las
consideraciones siguientes:
RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

ÚNICA

Señala el formalizante:

“…Al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,


denuncio la infracción por la recurrida del artículo 243 en su ordinal
5° del Código de Procedimiento Civil, al haber incurrido en el Vicio de
Inmotivación, haciéndose posible como consecuencia de la infracción de esta
norma, la sanción de nulidad que establece el artículo 244 ibídem.

De la lectura exhaustiva de la recurrida, no puede evidenciarse ni mucho


menos colegir la decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la
pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, por lo cual se le
otorga la razón al demandado, apoyado en una contestación, vicio de nulidad,
sin probanza alguna, ya que el a-quem, considero el escrito de pruebas
presentado por la parte demandada, como inexistente; y además, no motiva la
valoración de las pruebas aportadas por nosotros al proceso (…)

Como se sabe, la sentencia está compuesta por tres partes fundamentales a


saber:

…omissis…

Pero es el caso, ciudadanos Magistrados, que la recurrida para declarar sin


lugar la demandada, se apoyó únicamente en la contestación viciada, dada por
el demandado, cuya valoración obedeció al siguiente silogismo jurídico:

…Ahora bien, el asunto fundamental a decidir es lo relativo a la validez o


nulidad del testamento cerrado otorgado por el finado P.A.M., ante la Oficina
Subalterna de Registro del Municipio Autónomo T.L., S.B. y La Democracia de
la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, en fecha 11 de noviembre de
1999, bajo el N° 02, Protocolo Cuarto del Cuarto Trimestre (…), observándose
en el libelo de la demanda que la representación judicial de la parte actora
manifestó que su mandante A.M.O., aunque siendo hija reconocida del
causante al igual sus hermanos, fue instituida como legataria, dándosele la
condición de extraña, toda vez que se le instituyó como legataria por los
cuidados y atenciones con respecto al Causante, siendo en realidad una
heredera, menoscabando con dicha distribución, la legítima que por Ley
corresponde a los herederos legitimarios, además alegó vicios por error en la
causa que tuvo el testador al instituir heredero legatario en forma ventajosa con
respecto a los demás coherederos al demandado O.M.O., resultando inciertos
los motivos del causante en las disposiciones testamentarias, quien fue víctima
de manipulación por parte del demandante, a lo cual agregó que el difunto
padecía de arterioesclerosis y que existen en el testamento vicios de voluntad
que acarrean su nulidad, argumentos que, de acuerdo al acervo probatorio que
fuera examinado anteriormente, no fueron acreditados en el juicio y así se
decide

Para luego, concluir en lo siguiente:

…En este caso considera quien decide que se han observado las
solemnidades a que se refiere la norma mencionada y así se declara.

El artículo 833 del Código Civil define el testamento como un acto revocable


por el cual una persona dispone para después de su muerte de la totalidad o
de parte de su patrimonio, o hace alguna ordenación, según las reglas
establecidas por la ley.

Se entiende entonces por sucesión testamentaria o testada, aquella en que la


vocación sucesoria es determinada por la voluntad del causante, con las
únicas limitaciones que pueden surgir de disposiciones precisas de la ley.
El derecho de testar no debe confundirse con la libertad absoluta en las
disposiciones testamentarias, pues la mayoría de los Códigos Civiles la limitan
partiendo del sano propósito de proteger los intereses de los llamados
herederos legitimarios.

Esas limitaciones que afectan la facultad de testar, son las solemnidades


previstas en los artículos 849 al 881 del Código Civil, así:

…Omissis…

De la lectura exhaustiva del libelo de demanda, observa quien juzga que la


parte accionante por mediación de su apoderado judicial el abogado G.V.C.,
fundamentó su pretensión en el hecho de que la ciudadana A.M.O., aunque
siendo hija reconocida del causante al igual sus hermanos, fue instituida como
legataria, dándosele la condición de extraña, toda vez que se le instituyó como
legataria por los cuidados y atenciones con respecto al causante, siendo en
realidad una heredera, menoscabando con dicha distribución, la legítima que
por Ley corresponde a los herederos legitimarios, además alegó vicios por
error en la causa que tuvo el testador al instituir heredero legatario en forma
ventajosa con respecto a los demás coherederos al demandado O.M.O..

En este sentido, el artículo 888 del Código Civil, establece lo siguiente:

…Omissis…

Aplicando el contenido de esta norma, para quien decide los argumentos


invocados por los demandantes concernientes a que la legítima de la
ciudadana A.M.O., así como del resto de los actores debido a la distribución
contenida en el testamento cuya nulidad se demanda sufrió menoscabo, es
decir que se afectó, no puede ser invocada, toda vez que, sólo podría generar
la acción por reducción (sic) de disposiciones testamentarias, lo cual no fue la
planteado en este juicio, y en consecuencia no forma parte de la controversia.
Y así se declara

Como se evidencia de los extractos transcritos up (sic) supra, la recurrida


omitió la motivación expresa, positiva y precisa con arreglo a las pretensiones
deducidas y a las excepciones o defensas opuestas, por mandato del artículo
243.5 del Código de Procedimiento Civil, le corresponde efectuar, siendo
propicio invocar el criterio de esta sala, según la cual la motivación de la
sentencia, es fundamental del dispositivo.

Por consiguiente, como quiera que la recurrida se limito a enunciar sus


argumentos que lo llevaron a decidir en contra de las pretensiones de la parte
Actora, sin invocar cuales excepciones o defensas fueran opuestas a dichas
pretensiones, omitiendo en forma absoluta el análisis que la condujera a la
respectiva conclusión, cual es el deber imperativo que por mandato de la Ley le
corresponde, es evidente entonces el Vicio de Inmotivación de la Sentencia, en
la que incurrió, y por ende, conforme a lo dispuesto en los
artículos 243.5 y 244 ambos del Código de Procedimiento Civil, solicito la
nulidad de la recurrida”. (Subrayado del texto)

Para decidir la Sala observa:

El formalizante denuncia el vicio de inmotivación, aduciendo entre otras cosas


que la sentencia recurrida “…se limito a enunciar sus argumentos que lo
llevaron a decidir en contra de las pretensiones de la parte Actora, sin invocar
cuales excepciones o defensas fueran opuestas a dichas pretensiones,
omitiendo en forma absoluta el análisis que la condujera a la respectiva
conclusión…”.
Advierte esta Sala que el vicio de inmotivación de la sentencia se configura,
cuando el juzgador no expresa los motivos de hecho y de derecho en los
cuales sustenta su fallo, es decir cuando la sentencia no contiene el
razonamiento jurídico seguido por el juez para establecer su dispositivo y este
vicio sólo se conforma cuando existe una falta absoluta de motivos; cuando los
motivos son vagos, generales, inocuos, ilógicos o absurdos, que impiden
conocer el criterio jurídico al que arribó el juez para dictar su decisión; cuando
los motivos se destruyen los unos a los otros por contradicciones graves e
irreconciliables; y por último, cuando los motivos dados por el sentenciador son
falsos.

La recurrida en su parte motiva señaló:

“…Pasa la Alzada de seguidas a decidir el fondo de la controversia:

En el caso que nos ocupa, la parte demandante fundamentó la acción en los


artículos 406, 837 ordinal 3°, 896, 1.150 y 1.209 del Código Civil que dicen:
406: “Después de la muerte de una persona sus actos no podrán impugnarse
por defecto de sus facultades intelectuales, sino cuando la interdicción se
hubiere promovido antes de su muerte, o cuando la prueba de la enajenación
mental resulta del acto mismo que se impugne”. 837 ordinal 3°: “Son incapaces
para testar … 3°) Los que no estén en su juicio al hacer el testamento”. 1.150:
“La violencia empleada contra el que ha contraído la obligación es causa de
anulabilidad, aún cuando haya sido ejercida por una persona distinta de aquélla
en cuyo provecho se ha celebrado la convención”. 1.209: “Cumplida la
obligación se retrotrae al día en que la obligación ha sido contraída a menos
que los efectos de la obligación o su resolución deban ser referidos a un tiempo
diferente, por voluntad de las partes o por la naturaleza del acto”.

Ahora bien, el asunto fundamental a decidir es lo relativo a la validez o nulidad


del testamento cerrado otorgado por el finado P.A.M., ante la Oficina
Subalterna de Registro del Municipio Autónomo T.L., S.B. y La Democracia de
la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, en fecha 11 de noviembre de
1999, bajo el No. 02, Protocolo Cuarto del Cuarto Trimestre, y posteriormente
presentado para su apertura y lectura, en fecha 19 de enero de 2.001, apertura
y leído en fecha 02 de febrero de 2.0001, según Actas Nros 1 y 2,
respectivamente, levantadas por el precitado Despacho, en fecha 16 de febrero
de 2.0001, y protocolizado por ante la misma Oficina de Registro Subalterno,
en fecha 17 de abril de 2.001, bajo el No. 01, folios 1 al 14 del Protocolo
Cuarto, Tomo Primero, Segundo Trimestre del año citado, observándose en el
libelo de demanda que la representación judicial de la parte actora manifestó
que su mandante A.M.O., aunque siendo hija reconocida del Causante al igual
sus hermanos, fue instituida como legataria, dándosele la condición de extraña,
toda vez que se le instituyó como legataria por los cuidados y atenciones con
respecto al Causante, siendo en realidad una heredera, menoscabando con
dicha distribución, la legitima que por la Ley corresponde a los herederos
legitimarios, además alegó vicios por error en la causa que tuvo el testador al
instituir heredero legatario en forma ventajosa con respecto a los demás
coherederos al demandado O.M.O., resultando inciertos los motivos del
causante en las disposiciones testamentarias, quien fue víctima de
manipulación por parte del demandante, a lo cual agregó que el difunto
padecía de arteroesclerosis y que existen en el testamento vicios de voluntad
que acarrean su nulidad, argumentos que, de acuerdo al acervo probatorio que
fuera examinado anteriormente, no fueron acreditados en el juicio y así se
decide.

Por otra parte, es conveniente examinar las disposiciones legales que regulan
el otorgamiento del estamento cerrado.

El artículo 851 del Código Civil, señala que:


Es testamento cerrado aquel en que se cumplen las formalidades establecidas
en el artículo 857

Artículo 857: “En el testamento cerrado deberán observarse las solemnidades


siguientes:

1. - El papel en que esté escrito el testamento, o por lo menos el que le


sirva de cubierta, estará cerrado y sellado de manera que el testamento
no pueda extraerse sin ruptura o alteraciones del pliego, o se hará cerrar
y sellar de esa misma manera en presencia del Registrador y de tres
testigos.

2. - El testador, al hacer la entrega, declarará en presencia de los testigos


que el contenido de aquel pliego es su testamento.

3. - El testador expresará si el testamento está o no escrito y firmado por


él, si no lo firmó porque no pudo, lo declarará en el acto de la entrega.

4. - El Registrador dará fe de la presentación y entrega con expresión de


las formalidades requeridas en los números 1°, 2° y 3° todo lo cual hará
constar encima del testamento o de su cubierta y firmará también el
testador y todos los testigos.

5. - Si el testador no pudiere firmar en el acto en que hace la entrega, el


Registrador hará también constar en la cubierta esta circunstancia, y
firmará a ruego del testador la persona que éste designe en el mismo
acto, la cual será distinta a los testigos instrumentales.”

En este caso considera quien decide que se han observado las solemnidades a
que se refiere la norma mencionada y así se declara.
El artículo 833 del Código Civil define el testamento como un acto revocable
por el cual una persona dispone para después de su muerte de la totalidad o
de parte de su patrimonio, o hace alguna ordenación, según las reglas
establecidas por la ley”.

Se entiende entonces por sucesión testamentaria o testada, aquella en que la


vocación sucesoria es determinada por la voluntad del causante, con las únicas
limitaciones que pueden surgir de disposiciones precisas de la Ley.

El derecho de testar no debe confundirse con la libertad absoluta en las


disposiciones testamentarias, pues la mayoría de los Códigos Civiles la limitan
partiendo del sano propósito de proteger los intereses de los llamados
herederos legitimarios.

Esas limitaciones que afectan la facultad para testar, son las solemnidades
previstas en lo artículos del 849 al 881 del Código Civil, así:

1. La legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad


a los descendientes, a los ascendentes y al cónyuge sobreviviente que
no esté separado legalmente de bienes, así mismo el testador no puede
someter la legítima a ninguna carga ni condición.

2. La Capacidad tanto para disponer como para recibir por testamento, y


los incapaces para testar. (Artículo 836-837 del Código Civil).

De la lectura exhaustiva del libelo de demanda, observa quien juzga que la


parte accionante por mediación de su apoderado judicial el abogado G.V.C.,
fundamentó su pretensión en el hecho de que la ciudadana A.M.O., aunque
siendo hija reconocida del causante al igual sus hermanos, fue instituida como
legataria, dándosele la condición de extraña, toda vez que se le instituyó como
legataria por los cuidados y atenciones con respecto al Causante, siendo en
realidad una heredera, menoscabando con dicha distribución, la legitima que
por la Ley corresponde a los herederos legitimarios, además alegó vicios por
error en la causa que tuvo el testador al instituir heredero legatario en forma
ventajosa con respecto a los demás coherederos al demandado O.M.O..

En ese sentido, el artículo 888 del Código Civil, establece lo siguiente:

Las disposiciones testamentarias que excedan de la porción disponible, se


reducirán a dicha porción en la época en que se abra la sucesión. La acción
para pedir esta reducción prescribe a los cinco años

Aplicando el contenido de esta norma, para quien decide los argumentos


invocados por los demandantes concernientes a que la legitima de la
ciudadana A.M.O., así como del resto de los actores debido a la distribución
contenida en el testamento cuya nulidad se demanda sufrió menoscabo, es
decir que se afectó, no puede ser invocada, toda vez que, sólo podría generar
la acción por reducción de disposiciones testamentarias, lo cual no fue la
planteado en este juicio, y en consecuencia no forma parte de la controversia.
Y así se declara.

Por otra parte, en relación al vicio de fondo alegado por la parte actora, que no
es otro que, la lesión de sus legítimas, para esta Alzada, no constituye una
causal de nulidad de fondo del acto impugnado.

Al respecto, el artículo 898 del Código Civil, dispone lo siguiente:

Es nula toda disposición:

1° Que instituya heredero o legatario a una persona incierta, hasta el punto de


no podérsela determinar.

2° Que se haga a favor de una persona incierta, cuya designación se


encomiende a un tercero; pero será válida la disposición a título particular a
favor de una persona a quien haya de elegir un tercero entre varias
determinadas por el testador, o pertenecientes a familias o a cuerpos morales
designados por él.

3° Que deje al heredero o a un tercero libre facultad de determinar el objeto de


un legado. Se exceptúan los legados que se ordenen a título de remuneración
por servicios prestados al testador en su última enfermedad

De lo expuesto concluye quien decide, que la nulidad del testamento no puede


ser invocada bajo un supuesto de lesión en la cuota legítima de los herederos,
lo cual como ya se señaló, sólo podrá generar la acción de reducción de las
disposiciones testamentarias, prevista en el artículo 888 del Código Civil, y al
no ejercer la parte actora dicha acción, como se evidencia de la simple lectura
del libelo de demanda, toda vez que la acción ejercida es de nulidad absoluta
de testamento, con fundamento en causales distintas a las previstas en el
artículo 898 eiusdem, puesto que la fundamentó en una supuesta lesión en la
cuota legítima de los herederos del causante. En consecuencia, quien decide
declara que No Ha Lugar a la acción de Nulidad de Testamento incoada por los
herederos del ciudadano P.A.M. contra el ciudadano O.M.O. y así decide (…)

Del extracto transcrito de la recurrida, observa esta Sala que la juez de alzada
motivo suficientemente las razones por las cuales en su opinión la acción de
nulidad de testamento era improcedente, al considerar que en ningún momento
hubo una violación a la cuota legítima y que en todo caso, la acción procedente
era por reducción de disposiciones testamentarias. Independientemente de la
calificación que la sentenciadora haya dado a la acción a seguir y si la misma
es la idónea, sus argumentos fueron suficientemente motivados, por lo cual,
yerra el formalizante al calificar de inmotivada la decisión bajo el argumento de
que no se consideraron las excepciones opuestas por la parte demandada, que
en todo caso, de ser así, configuraría el vicio de incongruencia y bajo ninguna
circunstancia tendría legitimidad el actor para denunciar tal infracción.

Por las razones que anteceden, la Sala desestima la presente denuncia por
inmotivación. Así se establece.

RECURSO POR INFRACCION DE LEY

-I-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento


Civil en concordancia con el artículo 320 eiusdem, el formalizante denuncia la
infracción en la recurrida de los artículos 12, 509, 137, 187 y 362 del mismo
texto procesal, lo cual, en su opinión, acarrea la nulidad prevista en el artículo
244 eiusdem.

Como fundamento de su denuncia expresó:

En efecto, el vicio de que adolece la recurrida, es el denominado por la doctrina


y jurisprudencia de esta Sala, como Falta de aplicación de la norma,
consistente en el supuesto jurídico de que, es cuando el juzgador se niega a
aplicar la norma a una relación jurídica que está bajo su alcance,…

En el respectivo escrito de informe, consignado en la oportunidad prevista para


ello, a tenor de lo dispuesto en el artículo 517 del Código de Procedimiento
Civil, se denunció entre otras cosas, el quebrantamiento de los artículos 137 y
187 eiusdem, que conllevaría a la consecuente aplicación del artículo 362
eiusdem…

…Omissis…

La denuncia anterior, consiste en que si bien es cierto, que puede calificarse


como las de “denunciables en casación” , no es menos cierto que, el
pronunciamiento respecto de ésta, resultaba de vital determinación en la suerte
del proceso, pues, la recurrida procede injustificadamente a tener como cierta
la presentación del escrito de contestación de demanda, no corriendo con la
misma suerte el escrito de pruebas del demandado, lo que trajo como
consecuencia que se pudiera delimitar incorrectamente la carga de la prueba y
a su vez, se declarara sin lugar el recurso subjetivo de apelación ejercido por
mí, con la consecuente declaratoria sin lugar de la demanda…

…Omissis…

Volviendo al eje central de la denuncia, cual es el hecho de la falta de


aplicación de la norma en que incurrió la recurrida, respecto de mí alegato de
quebrantamiento de los artículos 137, 187 y 362 del Código de Procedimiento
Civil, debo indicar que el supuesto escrito de contestación de demanda
cuestionado, debió correr la misma suerte del escrito de pruebas presentado
por la parte demandada, debiendo el A-quem (sic) reponer la causa al estado
de declarar la confesión ficta, ya que de las normas trasgredidas, se puede
evidenciar que la firma del abogado asistente, es un requisito esencial (orden
público) para actuar como asistencia ante cualquier Tribunal de la República, y
no un visado del documento como ocurrió en éste caso, ó que los funcionarios
del Tribunal conocieran al abogado que visaba el documento, por lo que el Ad-
quem, debió limitarse a los argumentos y probanzas aportadas a los autos, y
no a sacar conjeturas o situaciones que no están contempladas en las normas
infringidas, porque la contestación de cualquier demanda, no debe equipararse
a una simple formalidad o actuación no esencial, de conformidad con los
artículo 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
por lo que puede y debe en éste caso en concreto, declarándose la confesión
ficta, ya que dicho acto de la contestación de la demanda, es el que traba la
litis y fija los términos en que quedara el controvertido. Por todo lo expuesto
con anterioridad, al no haber contestación de la demandada y escrito de
pruebas por inexistentes, se debió declarar la consecuencia jurídica de la
confesión ficta.

De tal manea que, la recurrida omitió aplicar la norma jurídica aplicable al caso
en cuestión, configurándose de esta manera la falta de aplicación de la norma,
que conllevará a la declaratoria de nulidad de la sentencia y así solicito sea
declarado

. (Subrayado del texto)

Para decidir la Sala observa:

El formalizante delata en primer término la infracción de los


artículos 12 y 509 del Código de Procedimiento Civil, que atendiendo a la
doctrina reiterada de la Sala está referido al silencio de prueba, sin que de la
lectura de la denuncia se evidencie fundamentación alguna al respecto. De
igual manera, tal como indica haberlo hecho en la oportunidad de presentar los
informes, denuncia la falta de aplicación –supone esta Sala, pues el
formalizante no lo indica- de los artículos 137, 187 y 362 del mismo Código,
argumentando que el juez debió declarar la confesión ficta de la parte
demandada ya que el escrito de contestación de la demanda solo se
encontraba firmado por el demandado, sin que conste la rúbrica del abogado
que debió asistirlo, y que por lo tanto, dicho escrito debió correr la misma
suerte que el escrito de pruebas presentado por la accionada, el cual fue
considerado inexistente ya que no estaba firmado ni por el demandado ni por
su abogado asistente. Señala igualmente que al haber apreciado el citado
escrito de contestación eso trajo como consecuencia que se pudiera delimitar
incorrectamente la carga de la prueba y a su vez declarar sin lugar el recurso
subjetivo de apelación ejercido.
A los efectos de resolver lo delatado por el formalizante, estima necesario la
Sala transcribir parte de la sentencia recurrida, la cual señaló a este respecto lo
siguiente:

“CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

PUNTO PREVIO:

…Omissis…

INFORMES DE LAS PARTES:

Mediante escrito presentado ante esta Alzada en fecha 18 de mayo de 2010, la


representación judicial de la parte actora, luego de resumir los hechos
controvertidos y efectuar una breve narrativa de la secuela del juicio, entre
otras cosas solicitó fuese declarada la confesión ficta del demandado, toda vez
que tanto el escrito de contestación a la demanda como el escrito de pruebas
que presentó el primero carece de firma del abogado asistente y el segundo de
la firma del demandado.

Alegó además que el Tribunal de la causa declaró válidas tales actuaciones


estando viciadas y en consecuencia, solicitó se declare su nulidad y la
reposición de la causa al estado de que se declare la confesión ficta del
demandado…

…Omissis…

Ahora bien, con respecto al escrito de pruebas la Alzada se remite al


pronunciamiento anterior y pasa a decidir sobre el escrito de contestación a la
demanda cursante a los folios del 18 al 23 de la pieza II.

Sostuvo el apoderado judicial de la parte actora abogado G.V.C., que la


recurrida está viciada de nulidad y en consecuencia deben corregirse en esta
Alzada las anomalías cometidas por el A-quo., reponiendo la causa al estado
de que se declare la confesión ficta del demandado, por cuanto no se puede
tener como hecha la contestación.

Teniendo en cuenta los términos en que ha quedado trabada la litis, debe quien
decide, referirse al principio de no formalismos en el proceso, a la luz del
derecho a la tutela judicial efectiva, y a tal efecto formula las siguientes
consideraciones:

La justicia constituye uno de los fines propios del Estado Venezolano, conforme
lo estatuye el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, fin que se realiza a través del proceso, como su instrumento
fundamental.

El propio Texto Constitucional se ha encargado de desarrollar las garantías y


principios que deben imperar en todo proceso, dentro de las cuales se
encuentran la garantía de una justicia “sin formalismos o reposiciones inútiles”
o la del no sacrificio de la justicia por “la omisión de formalidades no
esenciales”, previstas expresamente en sus artículos 26 y 257.

De allí que, por mandato constitucional, el principio de la informalidad del


proceso se constituye en una de sus características esenciales.

A la par del derecho del justiciable a obtener un pronunciamiento de fondo, el


propio ordenamiento jurídico ha establecido una serie de formalidades que
pueden concluir con la terminación anormal del proceso, ya que el juez puede
constatar que la irregularidad formal se erige como un obstáculo para su
prosecución.

Así, el juez puede constatar el incumplimiento de alguna formalidad y


desestimar o inadmitir la pretensión de alguna de las partes, sin que ello se
traduzca, en principio, en una violación al derecho a la tutela judicial efectiva,
ya que esas formalidades han sido establecidas como una protección de la
integridad objetiva del procedimiento.

Pero no todo incumplimiento de alguna formalidad puede conducir a la


desestimación o inadmisión de la pretensión, ya que para ello el juez debe
previamente analizar: a) la finalidad legítima que pretende lograse en el
proceso con esa formalidad; b) constatar que esté legalmente establecida, c)
que no exista posibilidad de convalidarla; d) que exista proporcionalidad entre
la consecuencia jurídica de su incumplimiento y el rechazo de la pretensión.

Solamente cuando el juez haya verificado que no se cumplan con los


elementos antes descritos es que debe contraponer el incumplimiento de la
formalidad con el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva,
específicamente de acceso a la justicia, para desechar o inadmitir la pretensión
del justiciable y en caso de dudas interpretarse a favor del accionante, ello en
cumplimiento del principio del pro actione.

Resulta pertinente citar sentencia del Tribunal Constitucional Español Nº


90/1983 del 7 de noviembre de 1983, que precisó:

Ya que constitucionalmente no son admisibles aquellos obstáculos que pueden


estimarse excesivos, que sean producto de un innecesario formalismo y que no
se compaginen con el derecho a la justicia o que no aparezcan justiciados y
proporcionados conforme a las finalidades para las que se establecen, que
deben ser, en todo caso, adecuadas al espíritu constitucional, siendo en
definitiva el juicio de razonabilidad y proporcionalidad el que resulta
transcendente

De allí que para poder desestimar o inadmitir la pretensión del justiciable tenga
que analizarse los elementos descritos en párrafos anteriores, para luego
determinar si esos eran formalismos intrascendentes o no esenciales, caso en
el cual el proceso debe seguir, o por el contrario si esos formalismos era
trascendentes o esenciales, caso en el cual, puede terminarse el proceso
anticipadamente.

Precisado lo anterior, se observa que el caso de autos resulta entonces


desproporcionado y excesivamente formalista que por el hecho de no firmar el
abogado asistente al pie del escrito de contestación de la demanda, se declare
su inexistencia y se reponga la causa al estado de declarar la confesión ficta
del demandado, anulando todo un proceso donde hubo cuestiones previas,
contestación, pruebas, sentencia de primera instancia y apelación, sin que la
falta de la firma de la abogada asistente al pie del escrito de contestación,
hubiese sido en modo alguno advertido y cuestionado, más aun cuando la
firma de la abogada asistente aparece en la parte superior izquierda de dicho
escrito, sobre un sello húmedo que la identifica como “DRA. AILYDE M.G.
INPREABOGADO Nº 10.275...”, por lo que el juez y las partes conocían a
plenitud la identidad de la referida profesional del derecho, motivo por el cual el
A-quo actuó ajustado a derecho al dar tácitamente por valido el escrito de
contestación de la demanda presentado por el demandado O.M.O. asistido por
la abogada AILYDE M.G., y así se declara...”.

Del extracto de la recurrida observa esta Sala que el juez de alzada realizó un
análisis jurídico a los fines de dilucidar la petición de confesión ficta de la parte
demandada, y por ende, no aplicable el efecto que conlleva su declaratoria.

Al respecto concluyó -y con ello está de acuerdo esta Sala- que resulta
desproporcionado y excesivamente formalista que por el hecho de no firmar el
abogado asistente al pie del escrito de contestación de la demanda, se declare
su inexistencia y se reponga la causa al estado de declarar la confesión ficta
del demandado, anulando todo un proceso en el que se opusieron cuestiones
previas, hubo contestación, pruebas, sentencia de primera instancia y
apelación, sin que la falta de la firma de la abogada asistente al pie del escrito
de contestación hubiese sido en modo alguno advertido o cuestionado, más
aún, cuando la firma de la abogada asistente aparece en la parte superior
izquierda de dicho escrito, por lo que el juez y las partes conocían a plenitud la
identidad de la referida profesional del derecho, motivo por el cual el a quo
actuó ajustado a derecho al dar por válido el escrito de contestación de la
demanda presentado por el demandado O.M.O. asistido por la abogado
AILYDE GUTIERREZ.

Sobre el principio pro actione bajo el cual la sentencia recurrida sustentó su


pronunciamiento, esta Sala se ha pronunciado entre otras en sentencia N° 357
del 10 de agosto de 2010, expediente 2010-139, en la que quedó expresado lo
siguiente:

“…En este sentido cabe señalar, lo que ha expresado la Sala Constitucional de


este Tribunal Supremo de Justicia, en torno al conocido principio pro actione:

“...Igualmente, debe destacarse que el alcance del principio pro actione, debe
entenderse como que las condiciones y requisitos de acceso a la justicia no
deben imposibilitar o frustrar injustificadamente el ejercicio de la acción a través
de la cual se deduce la pretensión, toda vez que “(…) el propio derecho a la
tutela judicial efectiva garantiza la posibilidad de ejercicio eficiente de los
medios de defensa, así como una interpretación de los mecanismos procesales
relativos a la admisibilidad que favorezca el acceso a los ciudadanos a los
órganos de justicia”

(...omissis...)

Esta Sala debe destacar que, el derecho a la defensa y al debido proceso, en


lo particular, en lo referente a la tutela judicial efectiva y al principio pro actione,
son elementos de rango constitucional que prevalecen y desplazan otros
fundamentos de rango legal, como son, en este caso, el invocado por la Sala
Político Administrativa con respecto a la seguridad jurídica a través de la
estabilidad de los actos administrativos. No puede imponerse un principio
relacionado con la efectividad de los proveimientos dictados por la
Administración, si con ello se impide por vía de interpretación, el acceso de los
particulares para ejercer los medios de defensa ante los tribunales de la
República; valores de expresa delimitación y protección constitucionales que
no pueden disminuirse, se insiste, por interpretación de preceptos legales.

(Vid. Sentencia Nº 1.064 del 19 de septiembre de 2000, caso: C.A. Cervecería


Regional, y fallo N° 165 del 23 de marzo de 2010, Sala Constitucional,
expediente N° 2008-1347, revisión incoada por SAKURA MOTORS C.A.)

...En efecto, esta Sala ha señalado que el principio pro actione forma parte del
núcleo esencial de los derechos fundamentales a la tutela judicial eficaz y al
debido proceso.

Así, se encuentra que la Sala, en decisión Nº 2229 del 20 de septiembre de


2002, estableció lo siguiente:

La Corte Primera de lo Contencioso Administrativo ha debido juzgar pro


actionae, según los lineamientos de la interpretación de esta Sala acerca del
alcance del derecho de acceso a la jurisdicción, y apreciar, como último
eslabón de la cadena de conductas lesivas, la omisión en la que habría
incurrido la Administración en su respuesta, del 18 de mayo de 2001, al último
requerimiento de las Administradas –sin que con ello prejuzgue la Sala acerca
de la procedencia de la demanda al respecto- a partir del cual, y hasta la
interposición del amparo, no se produjo la caducidad.

Así, el criterio que fue vertido por la Corte Primera de lo Contencioso


Administrativo en la sentencia que está sometida a revisión, obvió una
interpretación que realizó esta Sala en el marco del principio pro actionae, el
cual impone la exigencia de la interpretación de los requisitos de admisibilidad
de las demandas en el sentido que más favorezca el derecho de acceso a la
jurisdicción que establece el artículo 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, con lo cual incurrió en omisión de la aplicación de la
norma constitucional en cuestión y así se declara. Por tal razón, se declara que
ha lugar a la solicitud de revisión que se examina y analiza y, en consecuencia,
se anula el fallo que el mencionado tribunal dictó el 6 de noviembre de 2001, y
se ordena que se pronuncie una nueva decisión, en segunda instancia, en el
proceso de amparo que se inició con ocasión de la demanda de amparo
constitucional que intentaron Pesajes del Puerto C.A. y Transporte Alca C.A.

El alcance del principio pro actione (a favor de la acción) ha sido objeto de un


sistemático tratamiento por parte de esta Sala. La conclusión que se puede
extraer de las decisiones que han considerado el tema, es que las condiciones
y requisitos de acceso a la justicia no deben imposibilitar o frustrar
injustificadamente el ejercicio de la acción a través de la cual se deduce la
pretensión, toda vez que “el propio derecho a la tutela judicial efectiva garantiza
la posibilidad de ejercicio eficiente de los medios de defensa, así como una
interpretación de los mecanismos procesales relativos a la admisibilidad que
favorezca el acceso a los ciudadanos a los órganos de justicia” (S.S.C. Nº
1.064 del 19.09.00).

Esta Sala ha señalado que el derecho al debido proceso comprende el acceso


a la justicia, al juzgamiento con las debidas garantías y a la ejecución del fallo;
al respecto, estableció lo siguiente:

Por otra parte, este Tribunal Superior de Justicia, en sentencia del 8 de agosto
de 2000 dictada por la Sala Político-Administrativa, ha precisado que el
derecho al debido proceso (artículo 49 de la Constitución de 1999) es un
derecho complejo que encierra un conjunto de garantías que se traducen en
una diversidad de derechos para el procesado entre los que figuran el derecho
a acceder a la justicia, a ser oído, a la articulación de un proceso debido, de
acceso a los recursos legalmente establecidos, a un tribunal competente,
independiente e imparcial, a obtener una resolución de fondo fundada en
derecho, a un proceso sin dilaciones indebidas, a la ejecución de las
sentencias, entre otros que se vienen configurando en la jurisprudencia. Todos
estos derechos se desprenden de la interpretación de los ocho ordinales que
consagra el artículo 49 de la Carta Fundamental. (Sentencia Nº 1.614 del
29.08.01).

(Cfr. Fallo N° 97 del 2 de marzo de 2005, expediente N° 2003-2290, caso:


Revisión constitucional incoada por el BANCO INDUSTRIAL DE VENEZUELA
C.A.)

De donde se desprende palmariamente y sin lugar a dudas, que en aplicación


del principio pro actione, (a favor de la acción), las condiciones y requisitos de
acceso a la justicia no deben imposibilitar o frustrar injustificadamente el
ejercicio de la acción a través de la cual se deduce la pretensión, dado que
debe prevalecer una interpretación de los mecanismos procesales relativos a la
admisibilidad que favorezca el acceso a los ciudadanos a los órganos de
justicia…”

Por otra parte sorprende a esta Sala que en la delación anterior, el fundamento
principal invocado por el formalizante radica en la falta de pronunciamiento
sobre las excepciones opuestas por el demandado en su contestación, lo que
en opinión del recurrente constituyó el vicio de inmotivación. Ello lleva a
preguntarse si ¿tales excepciones debieron ser examinadas o por el contrario
el escrito que las contiene es inexistente?

Lo anterior constituye una evidente contradicción en los argumentos esbozados


por el formalizante, los cuales carecen de sustento alguno pues la sentencia
recurrida en relación a la confesión ficta solicitada no solo actuó conforme a la
doctrina que sobre el particular tiene establecida esta Sala de Casación Civil,
apegada a la doctrina constitucional, sino que aunado a ello, el
pronunciamiento de la alzada va dirigido a señalar que la pretensión de los
actores no era la correcta, lo cual, constituye una conclusión a la que la juez de
la recurrida arribó sin tomar en consideración las excepciones expresadas en la
contestación de la demanda.

En razón de lo anterior, estima la Sala que la sentencia recurrida no infringió


por falta de aplicación las disposiciones legales indicadas en el encabezado de
la presente denuncia. Así se decide.

-II-

De conformidad con lo establecido en el ordinal 2° del artículo 313 del Código


de Procedimiento Civil, el formalizante denuncia la infracción de los artículos 12
y 509 eiusdem, bajo la siguiente fundamentación:

…Conforme al artículo 12 procedimental, el Juez debe atenerse a lo alegado y


probado en autos, siendo que la promoción de las pruebas instrumentales,
conformados por: la copia certificada del documento inserto en el Registro
Subalterno de los Municipios Autónomos T.L., La Democracia y S.B. delE.M.
(…) y la copia certificada de documento protocolizado ante la Oficina
Subalterna de Registro de los Municipios Autónomos T.L. (…); el A-quem, (sic)
les otorga valor probatorio de conformidad con lo previsto en el artículo
1.357 del Código Civil, con relación a la titularidad y demás características del
inmueble, en cuanto al primer documento; a la permuta realizada por el
Testador y la ciudadana N.G. deE., en cuanto al segundo documento; y a la
adquisición que hiciera el Testador del Inmueble permutado, de la ciudadana
N.G. deE., en cuanto al tercer y último documento.

Ahora bien, ciudadanos Magistrados, del estudio de los instrumentos antes


señalados, la alzada recurrida obvió un punto importantísimo que fuera
alegado en el libelo de demanda y probado con dichos documentos en el lapso
probatorio correspondiente, que la superficie alegada por el testador, en el
documento objeto de impugnación (testamento) relacionado con el inmueble
ubicado en la calle miranda con cruce con la calle O.Á. de la población de
Ocumare del Tuy del estado Miranda, distinguido con el N° 5, de acuerdo a la
tradición legal antes precitada, tiene una superficie de NOVECIENTOS
SETENTA Y OCHO METROS CUADRADOS CON SETENTA Y CINCO
DECIMETROS CUDRADOS ( 978,75 mts2) aproximadamente y no de
SEISCIENTOS SETENTA Y CINCO METROS CUADRADOS (675 mts2)
aproximadamente, como lo indica el testamento, lo que quiere decir
ciudadanos magistrados en primer término: que el Testador desconocía la
superficie del inmueble; en segundo término: que el testamento, no ordenó
hacer el testador o en tercer término: que el testador no estaba en capacidad
de saber ni siquiera, cual era la superficie de su propiedad; circunstancias
todas éstas, que el Sentenciador Recurrido, ni siquiera valoró como indicios de
que el testador, no estaba en sus plenas condiciones intelectuales para testar,
de conformidad con el artículo 510 del Código de Procedimiento Civil.

Aunada al error de valoración de las pruebas instrumentales antes señaladas,


debo señalar que el A-quem (sic) al analizar la copia certificada del expediente
distinguido con el N° 99-8870, emitida por el Tribunal Segundo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Miranda, relacionada con el juicio de Interdicción interpuesto por los
ciudadanos A.C., L.J. Y O.R. MEZA OLIVARES en contra del ciudadano
P.A.M., la valora de conformidad con el artículo 1.357 del Código Civil en
concordancia con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, aduciendo
que luego de su lectura y análisis quien decide considera que su contenido no
acredita el hecho para la cual fue promovida, toda vez que no contiene
pronunciamiento alguno del órgano jurisdiccional de donde se abrió el
procedimiento de Interdicción y así se declara; incurriendo nuevamente en un
error de valoración de la prueba, ya que el propio texto del artículo
406 del Código Civil se establece que: (…) (Subrayado y resaltado de la Sala)

…Omissis…

Es el caso, ciudadanos Magistrados, que en el caso bajo estudio, se configuran


los dos (2) supuestos jurídicos, ya que el testador antes de su muerte, se le
había interpuesto una acción de Interdicción Civil y aunado a ello, de los
mismos hechos que se ventilan en esta causa, se puede desprender que no se
encontraba en su pleno juicio, para el momento del otorgamiento del
testamento cerrado, por lo que se opina la falta de capacidad del testador para
testar, sin necesidad de que exista un pronunciamiento expreso del Tribunal
que conociera de la acción de Interdicción, porque así expresamente lo prevé
la norma.

Igualmente, ciudadanos Magistrados, al A-quem (sic) analizar y juzgar las


copias certificadas de los documentos protocolizado ante la Oficina Subalterna
de Registro de Los Municipios Autónomos T.L. (…) les otorga valor de
conformidad con el artículo 1.357 del Código civil, como demostrativa de que
el demandado O.M.O., actuando como apoderado del ciudadano P.A.M.,
vendió al ciudadano T. deM.C., partes de uno de los inmuebles distribuidos en
el testamento que ha sido objeto de nulidad y así se declara. Incurriendo
nuevamente, en el vicio de errónea valoración de la prueba, ya que al
concatenar las pruebas instrumentales antes indicadas, con la prueba de
informe requerida al SENIAT, cuyas resultas cursan del folios 194 y siguientes,
de la pieza II del expediente, mediante la cual se remite copia certificadas del
expediente administrativo de la sucesión P.A.M. y que fuera valorada de
conformidad con el artículo 1.357 del Código civil, en concordancia con
el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil, por tratarse de un
documento administrativo, que encuadra dentro de la categoría de documento
público que hace plena fe de su conocimiento mientras no sea declarado falso,
no solamente se aprecio como demostrativa de la cualidad de los
demandantes y del demandado como los herederos del causante, ciudadano
P.A.M. con vocación hereditaria y derechos sobre el acervo de los bienes
quedantes su fallecimiento, como lo expresa el sentenciador recurrido, sino
que también debió evidenciar que para el momento que el demandado O.M.O.,
presentara la supuesta declaración de herencia del testador; únicamente
declara los bienes testados en el testamento impugnado, sin declarar ni
siquiera un centavo con relación al producto de la renta de los inmuebles
(locales comerciales) que venía administrando, por lo que debió tomarse como
un indicio, la mala fe y supuesta buena gestión administrativa del heredero
testamentaria, que fuera alega en el libelo de la demanda.

Al sentenciador A-quem, (sic) analizar y juzgar las pruebas instrumentales


compuestas por los avisos de cobro, expedidos por la Dirección Municipal de
Hacienda del Municipio Autónomo T.L., (…) los Estados de cuentas de los
inmuebles, expedidos por la Dirección Municipal de Catastro del Municipio
Autónomo T.L. delE.M.; y el acta y recibos de pago de Hidrocapital, obvio
claramente la motivación de su valoración…

Por lo que al juzgar dichos instrumentos, debió el A-quem (sic) con relación a
los argumentos esgrimidos en el libelo de demanda, con relación a que el
demandado O.M.O. nunca llevo una buena administración de los bienes del
testador y que por lo tanto, no le había dado cumplimiento a las obligaciones
resolutoria del testamento y que éste testamento, se otorgó bajo la creencia de
supuestos falsos, que se hacían ver al testador.

No obstante lo anterior, a tenor de lo establecido en el artículo 509 eiusdem, y


la más amplia jurisprudencia de ésta honorable Sala de Casación Civil (…) es
deber del Juez realizar un detenido estudio sobre la prueba aportada, siendo
que en el sub examine, la recurrida no efectuó un análisis correcto del valor
probatorio de las diferentes pruebas promovidas por la parte actora durante el
debate probatorio, que le permitiera llegar a conclusiones o convicciones
mediante un análisis lógico, porque de lo contrario hubiera declarado con lugar
la Apelación y la Acción propuesta, decretándose la impugnación del
testamento cuestionado (…)

…Omissis…

Todos los argumentos esgrimidos con anterioridad, demuestran que las


pruebas tienen conexión, lo que hace que cada prueba concatenada con las
otras pruebas, pudieran llevar al Juzgador a conseguir señales, sospechas,
vestigios, huellas e indicios que conformen un contexto, omitiendo
absolutamente el A-quem, (sic) el sentido de las pruebas debidamente
promovidas y evacuadas por mí, además de omitir completamente el análisis
probatorio correcto que se encuentra obligado a realizar, de cada una de las
pruebas. (Resaltado y subrayado de la Sala)

El sentenciador de la recurrida, vulneró con ello las normas contenidas en los


denunciados artículos 12 y 509 del Código de Procedimiento Civil, al no
realizar el correcto análisis generalizado de todas las pruebas en su conjunto,
lo cual ocasiona la imposibilidad de reproducir los hechos que fueron probados
específicamente por cada uno de ellas, causando como consecuencia directa
el Silencio de Prueba, deviniendo en una dispositiva alejada de la verdad, de
modo que, comprobada la infracción por esta Sala, solicito se declare con lugar
el recurso de casación ejercido.

(Subrayado del texto)

Para decidir la Sala observa:

Bajo una delación por silencio de prueba, el formalizante señala que “…las
pruebas tienen conexión, lo que hace que cada prueba concatenada con las
otras pruebas, pudieran llevar al Juzgador a conseguir señales, sospechas,
vestigios, huellas e indicios que conformen un contexto, omitiendo
absolutamente el A-quem, (sic) el sentido de las pruebas debidamente
promovidas y evacuadas por mí, además de omitir completamente el análisis
probatorio correcto…”.

En relación al vicio de silencio de pruebas, esta Sala de Casación Civil, en el


Recurso de Casación signado con el N° 272, de fecha 13 de julio de 2010,
expediente N° 10-045, en el caso de M.F.A.G. contra L.E. deA. y Otros, señaló
lo siguiente:

“…Con relación al vicio de silencio de pruebas, esta Sala ha establecido,


mediante sentencia Nº 235 de fecha 4 de mayo de 2009, (caso: J.G.B. contra
V.P. y otra), lo siguiente:

…Es criterio reiterado de esta Sala que el vicio de silencio de pruebas se


produce cuando el sentenciador ignora por completo el medio probatorio, o
hace mención de él pero no expresa su mérito probatorio, pues el
representante del órgano jurisdiccional está en la obligación de valorar todas y
cada una de las pruebas presentadas por las partes con independencia de
quien la promovió…

. (Negritas de la cita).

En atención al precedente jurisprudencial antes transcrito, el vicio de silencio


de pruebas se configura, cuando el juzgador no toma en cuenta en lo absoluto,
algún medio probatorio sometido a su consideración por las partes, o cuando
aún haciendo mención sobre éste, no expresa su mérito o valor, no obstante
que la ley adjetiva que rige la materia lo constriñe a ofrecer un análisis y
pronunciamiento al respecto.

Precisado lo anterior, resulta propicio hacer mención, a los requisitos que debe
cumplir una denuncia que pretenda delatar el vicio de silencio de pruebas. Al
respecto, esta Sala mediante sentencia Nº 211, de fecha 21 de marzo de 2006,
(caso: Farmacia Atabán s.r.l., contra Caja de Ahorros de los Bomberos
Metropolitanos de Caracas), estableció lo siguiente:

…por constituir un error de juzgamiento, el recurso de casación sólo procede si


la infracción es determinante en el dispositivo del fallo, lo que en relación con el
silencio de prueba tiene que ver con la importancia de la misma en la suerte de
la controversia, pues si el medio probatorio es ineficaz por alguna razón de
derecho, la denuncia deberá ser declarada improcedente.

(Sentencia de fecha 4 de abril de 2001, caso: E.R. c/ Pacca Cumanacoa).

…Omissis…

Por otra parte, el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, denunciado


por los formalizantes como infringido, dispone textualmente lo siguiente:

Los jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas se hayan producido,
aun aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de
convicción, expresándose siempre cuál sea el criterio del Juez respecto de ella.

Respecto a la citada norma jurídica, la Sala en decisión Nº 007, de fecha 16 de


enero de 2009, en el juicio incoado por C.P.B. contra M.A.P.O., reiterando la
decisión de fecha 5 de abril de 2001, caso: E.R. contra Pacca Cumanacoa,
estableció lo siguiente:

...el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, constituye una obligación


para el jurisdicente necesaria para establecer su criterio valorativo de las
pruebas incorporadas en el expediente con relación a los hechos. Esta es una
de las modalidades previstas en el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil, que permite a la Sala examinar las actas procesales y extenderse al
establecimiento y apreciación de los hechos y de las pruebas…
. (Negritas de la cita).

Establecidos los parámetros doctrinales en lo que respecta al silencio de


pruebas, es de hacer notar que el mencionado vicio se presenta cuando el
sentenciador omite total o parcialmente el análisis de las pruebas, o cuando a
pesar de mencionarlas, no expresa su mérito probatorio, por lo que el vicio de
silencio de prueba está condicionado a la influencia que pueda tener el examen
de la prueba en el dispositivo de la sentencia.

Ahora bien, de la transcripción de la denuncia observa la Sala que el


formalizante confunde el vicio de silencio de prueba con el valor probatorio que
le ha dado el juez a los medios promovidos, lo que sin duda contraría los
parámetros que de manera pacífica y reiterada ha señalado esta Sala con
relación a la forma en que debe fundamentarse la denuncia por errores de
juzgamiento relacionados con el error y el establecimiento de los hechos y las
pruebas.

Del propio texto de la denuncia bajo estudio, se desprende que las pruebas a
que hace referencia el formalizante fueron analizadas y valoradas por el Juez
de alzada y que el motivo de su delación es la disconformidad con la valoración
que le dio el juez de alzada a las mismas, razón por la cual este razonamiento
hace llegar a la conclusión a esta Sala que el Juez Superior no infringió
el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, porque mencionó, analizó y
valoró las pruebas presentadas, lo que conlleva a que la presente denuncia
sea declarada improcedente. Así se decide.

DECISIÓN

Por las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia de la


República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando
Justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley, declara SIN
LUGAR el recurso de casación anunciado y formalizado por la parte
demandante, contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del estado Miranda, Los Teques, en fecha 10 de junio
de 2010.

Se condena en costas del recurso de casación a la parte demandante


recurrente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente al tribunal de la causa,


Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de
la Circunscripción Judicial del estado Miranda. Particípese esta remisión al
Juzgado Superior de origen de conformidad con lo establecido en el artículo
326 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los tres (3) días del mes de
mayo de dos mil once. Años: 201º de la Independencia y 152º de la
Federación.

Presidenta de la Sala (…)

COMENTARIO:

En esta sentencia se puede observar, que la parte demandante solicitaba la


nulidad de un testamento cerrado, por cuanto el de cujus, en dicha disposición
testamentaria, otorgó a la parte demandada, la cual es también descendiente,
parte de su patrimonio, por lo que, siendo ya heredera, al revelarse lo
dispuesto en el testamento cerrado pasó a ser legataria. Hecho que, la parte
demandada consideró como una vulneración a la porción legítima del
patrimonio del de cujus, a la cual ella también tenía derecho por ser
descendiente del causante. La parte demandada alegó incapacidad por parte
del testador al momento de la manifestación de la última voluntad de este, pero
el Juez no las encontró suficientes por lo cual declaró la demanda sin lugar,
ratificando también esta decisión el tribunal de segunda instancia, y la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia.

Se considera que en el caso de que el sucesor legitimario considere que la


porción del patrimonio del de cujus que le corresponde está siendo vulnerada,
este debe intentar la acción de reducción en las sucesiones.

REFERENCIAS

Código Civil de la República de Venezuela. Gaceta Oficial, 2.990, Julio, 26,


1982

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