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♡ Carta de un bebe a Dios antes de nacer ♡

Cuenta una leyenda que un niño estaba por nacer y un día le dijo a Dios:

Dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré tan pequeño e
indefenso como soy yo?

Dios le contestó: entre muchos ángeles escogí a uno para ti que te está
esperando...él te cuidará.

Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser
feliz.

Un ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás mi amor y serás feliz.

¿Cómo entender cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que


hablan los hombres?

Un ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con
mucho cariño y paciencia te enseñará a hablar.

¿Y, qué haré cuando tenga que hablar contigo?

Un ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.

He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?

Tu ángel te defenderá a costa de su propia vida.

Pero estaré triste porque no te veré más.

Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi


presencia, aunque yo estaré siempre a tu lado.

En ese instante una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces
terrestres...y el niño presuroso repetía suavemente: Dios mío, ya me voy, dime su
nombre ¿Cómo se llama mi ángel?

Dios contestó:

Su nombre no importa, tu solo le dirás: "mamá"


La Mamá más mala del mundo
Yo tuve la Mamá más mala de todo el mundo.

Mientras que los niños no tenían que desayunar, yo tenía que comer cereal,
huevos y pan tostado.

Cuando los demás tomaban refrescos y dulces para el almuerzo, yo tenía que
comer un sándwich y un licuado.

Mi Madre siempre insistía en saber en dónde estábamos, también tenía que saber
quiénes eran nuestros amigos y lo que estábamos haciendo.

Insistía en que si decíamos que íbamos a tardar una hora, solamente nos
tardaríamos una hora.

Me da vergüenza admitirlo, pero hasta tuvo el descaro de romper las leyes contra
el trabajo de menores. Hizo que laváramos trastos, tendiéramos camas, y
aprendiéramos a cocinar, a planchar y muchas cosas igualmente crueles.

Hasta creo que se quedaba despierta en la noche pensando en las cosas que
podría obligarnos a hacer. Siempre insistía en que dijéramos la verdad.

Y cuando llegamos a la adolescencia nuestra vida se volvió aún más miserable.

Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo. Nos avergonzaba
hasta el extremo, obligando a nuestros amigos a llegar a la puerta para preguntar
por nosotros.

Mi Madre fue un completo fracaso. Ninguno de nosotros ha sido arrestado. Cada


uno de mis hermanos ha servido en una misión y también a nuestro país, y ¿a
quién debemos culpar? Tienen razón: a nuestra Madre.

Vean de todo lo que nos hemos perdido. Nunca hemos podido participar en una
manifestación, en actos violentos y miles de cosas más que hicieron nuestros
amigos.

Ello nos hizo convertirnos en adultos educados y honestos, trabajadores,


responsables. Y saben algo, tomando esa referencia, yo estoy tratando de educar
a mis hijos de la misma manera.

Y le doy gracias a Dios por haberme dado a “LA MAMÁ MÁS MALA DEL
MUNDO”.
Antes de ser Mamá
Antes de ser Mamá; yo comía mi comida caliente, mi ropa lucía planchada y limpia
todo el día, podía sostener largas y tranquilas conversaciones telefónicas.

Antes de ser Mamá; me dormía tan tarde como quería y jamás me preocupaban
las desvelas, cepillaba y cuidaba mi pelo; lucía uñas largas y hermosas, mi casa
estaba limpia y en orden, no tenía que brincar juguetes olvidados por todos lados.

Antes de ser Mamá; no me apuraba si alguna de mis plantas era venenosa ni


pensaba lo peligroso de las escaleras o las esquinas de mis muebles; no dejaba
tiempo de consultas mensuales con el médico ni consideraba si quiera la palabra
vacuna.

Antes de ser Mamá; no tenía que limpiar comida del piso ni lavar huellas de
pequeños deditos marcados en los vidrios; dormía toda la noche y los fines de
semana eran totalmente relajados.

Antes de ser Mamá; no me entristecían los gritos de los niños en la consulta


médica, no tuve jamás que detener con lágrimas en mis ojos una piernita que
sería inyectada.

Antes de ser Mamá; yo nunca sentí un nudo en la garganta al mirar a través de


unos ojos llorosos y una carita sucia, no conocía la felicidad total con solo recibir
una mirada, no pasaba horas mirando la inocencia dormir en una cuna.

Antes de ser Mamá; nunca sentí que mi corazón se rompiera en un millón de


pedazos al no poder calmar el dolor de un niño; nunca supe que algo tan pequeño
podía afectar tanto a mi mundo.

Antes de ser Mamá; yo no conocía el sentimiento que provoca tener mi corazón


fuera de mi cuerpo, yo no sabía qué tan especial me sentiría al alimentar a un
bebé hambriento ni sabía de esa cercanía inmensa entre una Madre y su hijo.

Antes de ser Mamá; no imaginaba tanta calidez, tanta dulzura, tanto amor; no
imaginaba lo grande y lo maravilloso que sería, no imaginaba la satisfacción de
ser Mamá, no sabía que yo era capaz de sentir tanto y hoy no imagino mi vida sin
esa pequeña sonrisa pícara y traviesa, sin esa huella de chocolate en la pared, sin
ese olor a pureza, sin escuchar de unos pequeños labios esa palabra breve e
inmensa a la vez: Mamá

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