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-Teoría Gramatical IV / IPA – Octubre 2019.

Prof.: Alberto Picón


 2do Parcial/ Ensayo de Oraciones Adverbiales Impropias: Causales

Título:
La insospechada quijotada de la enunciación

Nombre de autor: Leandro Rodríguez Vega (Literatura , Plan 86)


C.I. : 2.881.772-2

Introducción
Teniendo en cuenta que nos ocuparemos de las oraciones adverbiales impropias,
para desarrollar esta exposición se torna menester el clarificar previamente algunos
conceptos. Mientras que Alarcos1 define dichas estructuras como “oracionales degradas
o transpuestas” según el caso (sustantivas, adjetivas y adverbiales, por la categoría de la
palabra que podría sustituirlas), que conforman las oraciones complejas; Guillermo
Rojo en Cláusulas y oraciones2 se refiere a oraciones subordinadas, pero establece una
salvedad tanto para las Condicionales y las Causales al reconocer la dificultad de hablar
de una principal y de una subordinada. De todas formas, prefiero el concepto de
subordinadas ya que señala más correctamente su carácter dependiente (sintáctica, pero
semántica sobre todo) de la oración principal. La subordinada adverbial, sacada del
amparo y sentido que le brinda la principal pierde toda lógica, su razón de ser se diluye
así en el discurso. Postura similar es la que sostiene la NGLE al plantear el concepto de
interdependencia (Rojo hace alusión a la interordinación, tomado de establecer un
paralelo entre coordinación y subordinación, adscribiendo el término a la teoría
sintáctica), en tanto que ninguno de los términos en éstas construcciones puede ser
sustituido sin afectar en algo su significado o su gramaticalidad incluso. Así también,
Rojo se centra en la función que desempeña no tanto en su carácter sustituible, pero
continuaremos el criterio de la sustitución para diferenciar a las adverbiales propias de
las impropias.
Y por último, en esta breve digresión previa, veamos la denominación que
utiliza la NGLE3, llamando a las estructuras que nos ocupan como Oraciones
Subordinadas, y al ser la subordinada la que condiciona su tipo específico, las
llamaremos en más: Oraciones Subordinadas Adverbiales, gradación conceptual que
parece la más apropiada.
Teniendo en cuenta que dichas estructuras se basan en el criterio de la
sustitución (de adverbios para nuestro caso), y dada la existencia de subordinadas que
no admiten ser sustituidas por adverbios de modo, tiempo, lugar o cantidad, sino que
por su carácter más complejo en cuanto a la enunciación, es que se establece la división
entre Adverbiales propias por un lado y las impropias por otro. Las impropias entonces
son aquellas que carecen de sustituto que mantenga la función adverbial, criterio que
por otra parte parece reduccionista pero es el utilizado por las Gramáticas tanto
modernas como las tradicionales, e incluso hasta resulta interesante y paradójico su otra
denominación, No Adverbiales en lugar de “impropias”. Éstas, incluyen variables que
refieren al sentido causal, condicional, final, o concesivo, también como recurso
argumentativo o ya para justificar, comparar y también en expresiones de deseo o de
congratulación. Vemos entonces la complejidad de dichas estructuras, que lindan con
1
Alarcos LLorach, Emilio, Gramática de la Lengua Española, Espasa Calpe S.A., Madrid, 1994.
2
https://gramatica.usc.es/~grojo/Publicaciones/Clausulas_oraciones.pdf
3
RAE, Nueva Gramática de la Lengua, Espasa, Madrid, 2010.
aspectos inferenciales propios del discurso, por tanto ambiguas e interpretables en
muchos casos como deja claro la NGLE que apaña dicha fluctuación.
Las Oraciones subordinadas Adverbiales Impropias se dividen a su vez en:
condicionales, concesivas, causales y finales.

En este esbozo ensayístico me ocuparé de las formas adverbiales impropias


causales, por cuanto serán aquellas que determinan la razón, la causa, el efecto o el
motivo que justifica o desarrolla aquello que se plantea en la oración principal, siendo
aún más específico, por la razón o motivo que desarrolla al verbo principal. Se
presentan introducidas por nexos (que inducen hacia una
especificación/justificación/explicación), divididos a su vez en conjunciones (porque,
pues, como) y locuciones conjuntivas (ya que, puesto que, dado que, en vista de que,
habida cuenta de que, en cuanto que, tanto…como, etc) que como señala la NGLE se
asimilan en su mayoría a los marcadores del discurso, en particular al grupo de los
conectores consecutivos. El uso del nexo porque es el más extendido prototípicamente
en las Adverbiales Causales.

Aspectos discutibles
Veremos algunas cuestiones particulares que plantea la NGLE por un lado y
Alarcos por otro. Tanto aquellas que manifiestan enfoques similares como en las
divergencias conceptuales o que atañen al paradigma. Entre las similitudes, se da el caso
de la consideración por afinidades que se establece entre las adverbiales causales y las
finales, que siendo iguales ambas estructuras sintácticamente a pesar de ser diferentes
sus sentidos, su intención o su especificidad. Siendo a priori, dichas estructuras
gramaticales de fácil determinación, se asemejan en cambio a un iceberg, en cuanto a
aquello que se ve no alcanza a visualizar el todo. En los ejemplos que utiliza la NGLE
queda muy clara la proximidad entre una y otra forma adverbial impropia, que veremos
en su momento.

Especificidades de las Adverbiales Causales y el símil con las finales.

Al mirar en detalle a dichas estructuras vemos que se problematizan. Esto lleva a


que las Gramáticas en cuestión (tanto la NGLE como en Alarcos), encuentren sutilezas
semánticas para establecer diferencias al seno de estas construcciones. Así es el caso del
ejemplo dado por la NGLE cuando diferencia entre # Se quedaron en casa porque hacía
frío y # Se quedaron en casa para no pasar frío, veamos.

# Se quedaron en casa porque hacía frío (46.1, NGLE), considerada como causal ya
que determina la causa (hacía frío) que justifica o desarrolla la oración principal (Se
quedaron en casa), conectadas a través del nexo porque, que da inicio a la subordinada
adverbial.
Dicho ejemplo es contrastado con otro, que a primera instancia resulta muy similar y
próximo:
# Se quedaron en casa para no pasar frío (46.1,NGLE), que introduce la finalidad o el
propósito de quedarse en la casa debido al frío, por tanto sería el caso de una oración
subordinada adverbial final, siendo éstas las que poseen un sentido de finalidad que se
reconoce en los nexos a, para o en las locuciones para que y a que como las más
utilizadas, que “expresan el propósito de las acciones o de los sucesos, noción que no
está desvinculada del concepto de causa” como refiere en el apartado 46.1 de la NGLE
donde se indican las características generales de dichas construcciones. El uso del para
induce a interpretar la finalidad de quedarse en la casa, y aquí aparece una distinción tan
fina, puntillosa y sutil que agrega la NGLE que desdobla tanto a la enunciación,
haciendo ancho al lenguaje y cual si fuera un artificio minimalista que termina por
potenciar las connotaciones de la lengua (una vez que lo invisible se torna visible, de
allí en más se vuelve ineludible), e incluye la noción de propósito al no pasar frío como
causa de la situación. Así entonces distingue entre finalidad y propósito, conceptos que
son sinónimos pero en los que la NGLE explora para identificar o dar cuenta de la
complejidad, de la frontera dúctil en esta categoría tan compleja. Nótese la semejanza
semántica entre los nexos utilizados en los ejemplos mencionados, porque y para.
Para precisar el uso diferencial entre uno y otro ejemplo, la NGLE recurre a la
tradición gramatical al establecer que la información aportada por las subordinadas
causales es anterior al que designa el verbo subordinante (siendo aquel que se ubica a
partir del nexo adverbial, porque hacía frío para el primer ejemplo), por tanto tiene
carácter “retrospectivo” (46.1.1, NGLE), es decir que la causa de que hiciera frío
preexiste o es anterior a la decisión de quedarse en la casa. En cambio el contenido
manifiesto por las adverbiales finales es tradicionalmente considerado como
“prospectivo”, en tanto el suceso o finalidad que anuncia la subordinada es posterior al
expresado por el verbo de la oración principal. Así como sucede en el segundo ejemplo
#Se quedaron en casa para no pasar frío.
De todos modos la NGLE estudia el caso en que entre las causales y las finales
se produce una complementariedad como cuando se coordinan entre sí, así sucede en:
# “… porque llevaban documentación argentina y para que no perdiesen los pasajes
que…” (tomado de País[Esp.] 1/11/1980) caso referido en apartado 46.1.1b.

La delimitación causal como tarea errática


Alarcos en cambio, problematiza más el aspecto sintáctico y funcional al interior
de las adverbiales causales, cuando establece la distinción entre una “oración
degradada” que alude a la causa y una oración transpuesta que alude al motivo. Es decir
que para definir y delimitar el ámbito de las adverbiales causales, utiliza el uso del
transpositor porque, para establecer la diferencia entre causa y motivo. Esta manera de
abordar a las estructuras causales evidencia un modo tangencial por contraste con otras,
para abordar dichas construcciones. Veamos los ejemplos que utiliza:
# Está enfermo porque ha llevado una mala vida, y # Está enfermo porque tiene mal
aspecto (Alarcos, p.456), que a pesar de presentar la misma estructura sintáctica, son
diferentes sus sentidos asignados, tanto desde la intencionalidad como desde la
recepción. Pero le quita al que transpuesto el aporte del sentido causal y se lo otorga al
verbo transpuesto en la forma del indicativo o del condicionado, siendo el sentido causal
el sugerido. Ahora, si tomamos el ejemplo que toma de Bello [“Calla y ten paciencia;
que día vendrá en que verás por vista de ojos cuán honrosa cosa es andar en este
ejercicio.” (Cervantes, p.120)] 4, el cual utiliza para afirmar dicho concepto, tomado de
un parlamento donde Don Quijote le señala a Sancho la importancia de la caballería
andante, y dado que el discurso tiene una intencionalidad didáctica-moralizante, se
vuelve evidente el sentido causal o explicativo dado en la intencionalidad del hablante
de la ficción, aspecto que Alarcos no toma en cuenta. Pero entonces, debemos establecer
un par de puntualizaciones que objetan a dicho ejemplo o al menos le ponen en
predicamento. Primeramente, que el lenguaje utilizado por el personaje, es ya un
artificio arcaizante esgrimido hábilmente por el autor para acrecentar la parodia de las
novelas caballerescas, amén del español atávico propio del SXVII. Y la segunda, es que
4
Cervantes Saavedra, Miguel de, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Mestas Ediciones,
Madrid, 2000.-
la causalidad se justifica teniendo en cuenta las referencias antes mencionadas respecto
a dicho discurso en particular. Sin mencionar la puntuación que antecede al transpositor
que, que en la trascripción de Alarcos lo cita con coma y es un punto y coma en
realidad, lo que ahonda aún más la declinación melódica y puesto el tono
condescendiente que - sin dejar de ser cariñoso del Quijote hacia el bueno de Sancho-
produce la cadencia que posibilita entonces un nuevo sentido sugerido, habilitando así
al sentido causal cuando por sus propios ojos, Sancho entienda los motivos y las razones
que hacen a la caballería andante.
Pero volvamos a la frontera difusa que evidencia la delimitación de las
adverbiales causales, en tanto aquello que las caracteriza y define en un principio,
también pueden funcionar para las adverbiales finales. La NGLE incluye las
construcciones por y porque, en tanto que típicamente utilizadas por las adverbiales
causales, aunque “pueden” tener valor final como se señala en el apartado 46.1.1b . Esta
ambigüedad que habilita el “pueden” es característica de la lógica de la NGLE, que
evita la sentencia gramatical por la pluralidad interpretativa. El ejemplo que utiliza (# El
anís lo acepto, porque no diga usted que es un desaire), es válido, y también sirve como
ejemplo de la pluralidad referencial del corpus con se nutre dicha gramática, ya que
parece un ejemplo más asociado al lenguaje coloquial de determinadas regiones
latinoamericanas como se señala al comienzo a modo de prólogo y alcance en los
registros de,
“…las variantes gramaticales que se consideran propias de la lengua estándar en el mundo
hispanohablante, atendiendo preferentemente a los registros formales, pero reflejando también
fenómenos característicos de la lengua coloquial” (apartado 1.1.2b, NGLE).

Esta ambivalencia tanto para un tipo de construcciones como para otras,


evidencia el difuso segmento, el delicado hábitat en que se definen y prosperan las
adverbiales causales, en cuya frontera mixta convive latente la posibilidad de otras
estructuras, como vimos en la relación existente entre las causales y las finales. Incluso
el propio Alarcos, no profundiza demasiado en la delimitación del ámbito específico de
las adverbiales causales y prefiere una consideración más somera en cuanto a las
oraciones con sentido causal y allí engloba, las oraciones transpuestas de sentido causal
(como ya vimos), incluye también a las oraciones que son introducidas por pues pero lo
indica como la sobrevivencia de ciertos arcaísmos propios de la lengua, o el uso del ya
que al evocar un sentido causal que primitivamente tenía un uso temporal producido por
el ya como adverbio de tiempo, así del temporal paso al uso causal en la actualidad.
también en la utilización del puesto que, caso este de locuciones causales que señalan
tanto la NGLE y como Alarcos . Pero si bien Alarcos parece tomar en cuenta el uso (al
menos en su intención manifiesta) de dichas construcciones se basa en su existencia
estructural que a partir de diversas combinaciones producen sentido causal, pero sin
profundizar demasiado en lo que hace específicamente a las adverbiales.

Ámbitos entre la NGLE y Alarcos


La NGLE ensancha las posibilidades que ofrecen las estructuras que nos ocupan,
al incorporar el concepto macro de “construcciones causales”, por ejemplo cuando
incluye la conjunción sino (que se vería asociada a una objeción y por tanto
perteneciente a las Adverbiales Concesivas), si bien es una conjunción de tipo
contrastivo, cumple también la función casual al explicitar aún más la subordinada
como plantea el ejemplo:
# No lo hizo porque le gustara, sino porque la obligaron (tomado de las causales
internas al predicado, NGLE, 46.3.3). Donde la conjunción sino está incrementando o
especificando la causa de la oración principal, agregando por contraste una razón más
precisa a la causa de por qué no lo hizo.
El uso de esta conjunción, podría entrar dentro de la categoría de las Causales
Explicativas, que generalmente van precedidas de una pausa y por ser consideradas
como recurso argumentativo los cuales omiten un supuesto implícito, para este caso
sería # … , sino que no lo hizo porque la obligaron, donde en negrita aparece el término
elidido y va precedido por la pausa, estableciéndose a su vez como Causales de la
Enunciación.
También dentro de las construcciones causales la NGLE incluye: las causales
aditivas, las causales argumentativas, separa las internas de las externas, diferencia las
causales del enunciado de las de la enunciación (dentro de las distinciones sintácticas y
tiene un apartado para estudiar el caso de las encabezadas por una preposición en el uso
del por como lo frecuente), y así varios otros casos más específicos. En cambio como en
Alarcos el estudio de las oraciones causales es meramente sintáctico y escueto por otra
parte, no alcanza a profundizar en la innumerable complejidad que representan para la
NGLE, las construcciones causales, que ni siquiera las agotan, pero evidencia la
intención de problematizarlas, agregándole nuevas perspectivas, tanto para los casos del
discurso coloquial más propio de la oralidad como en la intencionalidad enunciativa del
texto.

Uso didáctico y estudio del caso


En vista que es l Literatura la disciplina que me compete, me apoyaré en un
fragmento del “Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes
Saavedra (se estudia en el programa de 5to de secundaria), donde me enfocaría en
acercar al alumno a los usos y las variaciones diacrónicas del castellano y a cómo
determinada intencionalidad discursiva se mantiene a pesar del desuso de ciertas
construcciones discursivas. Estudio que sin llegar a ser un manual lingüístico,
pretenderá aproximar al alumno a ciertos saberes.
Entonces, basado en el siguiente fragmento:
…y, de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano
de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas intrincadas razones suyas le
parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de
desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito:… (Cervantes, p.35).

Así, una vez señalado y subrayado el nexo porque, podemos pasar a determinar
su función dentro de la estructura gramatical. Vemos entonces que con el porque se
inicia un sentido diferente ( por medio de la conjunción “y” coordina dos elementos de
igual función, que no pueden ser sustituidos por alguno de los adverbios siendo
entonces unas construcciones Impropias) donde se da a entender el motivo o la causa de
por qué le parecían los libros de Feliciano de Silva tan bien compuestos. Destaca
entonces el narrador, la calidad de la prosa por un lado y las “intrincadas razones suyas
le parecían de perlas” (en alusión a algo divino o suntuoso) en alusión al modo que
escribía aquel autor, por medio de una expresión más sacada del lenguaje coloquial que
del literario propiamente, que incluso parece estar en desuso actualmente. Utilizaría ese
dicho o expresión, para evidenciar las variaciones que se presentan en la lengua con el
paso del tiempo. Por tanto, el uso del porque como nexo que habilita el sentido causal
desde la conjunción porque que permite un uso explicativo que se justifica por
considerarlo correcto o adecuado a lo expresado en la oración principal, por tanto
estamos ante una construcción causal explicativa según la NGLE. Por otra parte está
precedida de una coma, para dar mayor énfasis a la explicación de los motivos que
esgrime el narrador sobre las preferencias literarias del personaje. También resulta
interesante el uso del como, que representa una comparativa por cuanto que establece
una comparación entre dos términos, recurso muy utilizado al estudio de la Literatura.

Consideraciones finales

Se desprende de lo dicho, la proximidad categorial entre las construcciones (por


un término más genérico) causales y las finales, que entienden tanto desde el planteo de
Alarcos como el de la NGLE, que si bien hacen uso de casos diferentes, ambos
coinciden en las semejanzas tanto sintácticas como semánticas de unas y otras. Quizá
también influya en este aspecto, cierta imposibilidad demarcatoria entre las causales y
las finales, creemos que por las muchas coincidencias sería imperioso un criterio que las
defina de forma aún más precisa.
Por otra parte, como hemos visto se hacen evidentes las diferencias de enfoque
entre Ambas gramáticas. Por un lado, la concepción integral que caracteriza y
manifiesta desde el vamos la NGLE, por cuanto que incorpora la intención enunciativa
del enunciador como su valor semántico y estructural, sin dejar de lado la variabilidad
lingüística del español en sus diversos contextos de habla. Por otro lado, tenemos a
Alarcos que no toma en cuenta dichas variables, y su estudio se ve reducido hacia la
función estructural sintáctica, como pusimos en evidencia al estudiar el ejemplo que cita
de Bello de la prosa cervantina.
Pero hemos de resaltar la utilización de una referencialidad diacrónica de la
lengua que en Alarcos es muy pertinente. Así lo hace cuando explícita la evolución de
ciertas conjunciones como en el pues, o el puesto que, estableciendo cierto derrotero
dialógico entre el pasado y la actualidad.
Audaz es el planteo de la NGLE en muchos casos, como al incorporar la
conjunción sino para dar cuenta de un ejemplo más de construcciones causales en tanto
comportamientos diversos. Su intención solapada pero eficaz, parece ser la derrumbar
preconceptos, en cuanto a concepción previa, caso por ejemplo del uso del sino que
parecería más propio de las concesivas.
A partir del uso didáctico del fragmento seleccionado de Cervantes, se torna
evidente, que a lo funcional léxico es necesario incluirle la intencionalidad locutiva,
pero además el valor contextual de la lengua en su contexto de enunciación. Las
construcciones léxicas, no pueden ser escindidas del uso, del momento en que se
produjeron dichos actos de habla, y entendiendo primeramente a la Literatura como
hecho comunicacional.

Bibliografía

- Alarcos LLorach, Emilio, Gramática de la Lengua Española, Espasa Calpe S.A.,


Madrid, 1994.-

- Cervantes Saavedra, Miguel de, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la


Mancha, Mestas Ediciones, Madrid, 2000.-
- RAE, Nueva Gramática de la Lengua, Espasa, Madrid, 2010.-

Enlaces Web
https://gramatica.usc.es/~grojo/Publicaciones/Clausulas_oraciones.pdf

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