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Facultad de Psicología.
Práctica 1
3027-16-11745
Aunque las entrevistas pueden tener diferentes propósitos para los cuales se
requieren técnicas específicas, la dinámica de todas ellas está basada en un
conjunto base de fuerzas psicológicas que hay que considerar para lograr una
buena entrevista.
Muchos entrevistadores buenos lo hacen intuitivamente, porque “funciona”
para el caso, apoyándose en una simpatía natural e interés por la gente. Y
claro que eso es base para una primera entrevista, generar la empatía, pues
de esa manera el
paciente o cliente
entrara en aire
confidencial.
Sin embargo, la habilidad de entrevistar bien no es sólo un don; se requieren
conocimientos: para hablar, escuchar y comprender.
Los entrevistadores simpáticos por naturaleza pueden convertirse en mejores
entrevistadores, y los tímidos, arrogantes, o ineptos obtener una preparación
razonable al estudiar la forma de aplicar métodos derivados de comprender y
emplear las bases psicológicas de las relaciones de la entrevista.
Están involucrados muchos aspectos de la psicología social, la personalidad,
motivación y procesamiento de información. Este conjunto de conocimientos no
llega a ser lo que podríamos llamar una “teoría de la entrevista”, pero es
bastante más que una serie de indicaciones.
La entrevista Psicológica va más allá de una simple conversación entre dos
sujetos, en esta se pretende ofrecer un cambio en el comportamiento del sujeto
o bien recabar información para las próximas sesiones.
Establecer entonces:
Alianza
Empatía
terapéutica
Confidencialidad
Una entrevista difiere de una conferencia, una plática, un cuestionamiento en
masa, y una conversación ordinaria o una discusión, en que es una
conversación dirigida y preparada con el fin expreso de obtener información. El
rol del entrevistador es obtenerla. Si los roles se revierten, el entrevistado está
conduciendo la entrevista.