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  Descendiendo de Jerusalén a Jericó

( 30) “Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de
ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.”:

Fue asaltado por ladrones, cosa bastante frecuente en esos tiempos, aprovechándose de la soledad
del paraje. No dice que ese hombre siquiera se defendió, sencillamente le mal hirieron, robándole, y
abandonándole tirado allí mismo.

El sacerdote

“31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo”:

Los secerdotesTenían tres deberes esenciales que cumplir:

 El servicio en el santuario.
 La enseñanza de la Ley al pueblo.
 Consultar a Jehová por el pueblo.

Por lo tanto eran mediadores entre Dios y Su pueblo.

Ahí tenemos el pésimo ejemplo de un hombre que se suponía encargado de parte de Dios para tener
compasión y amor hacia los demás, haciendo todo lo contrario a su llamamiento y oficio.

El levita
“32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.”:

Los levitas provenían de la tribu de Leví, pero no eran descendientes de Aarón, que también lo era.
Los levitas ayudaban a los sacerdotes en las labores del templo.

Posiblemente, los dos religiosos tenían prisa en llegar a casa porque estaban cansados de ministrar
en el templo y querían descansar; cosa muy legítima.

Ese judío herido, necesitaba en ese momento ayuda práctica, que cada uno de ellos pudiera haberle
brindado, pero se la negaron, porque no estaba en sus prioridades el hacerlo.

A veces nuestras prioridades personales no van de acuerdo con la llamada a actuar en amor.

El samaritano
33 “Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia”:

En primer lugar, Jesús no quiere decirnos aquí que todos los sacerdotes y levitas eran malos y que
todos los samaritanos eran buenos. Jesús nos da aquí un ejemplo especial para entender una
verdad importante, y es esta:

“De quien menos se podía esperar – de un extranjero samaritano – llegó la ayuda para un judío”
No era usual que un samaritano anduviera por ese camino, porque se arriesgaba, no sólo a ser
atacado por ladrones, sino también a ser tratado con hostilidad por parte de otros viajeros,
presumiblemente judíos.

El samaritano también iba por el mismo camino, también vio al herido, pero a diferencia de los otros
dos, éste se conmovió y actuó en consecuencia. Además, actuó no sólo conforme a su bondadoso
sentimiento, sino conforme a la Palabra de Dios:

(Proverbios 25: 21) “Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, 
 y si tuviere sed, dale de beber agua”

Los cuidados del samaritano


34 “y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo
llevó al mesón, y cuidó de él.”:

Pero lejos de mostrarse hostil, el samaritano obró como un cristiano debiera obrar; hizo todo lo que
estaba en su mano hacer:

“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de
la fe.” (Gálatas 6: 10)

Es probable que la mayoría de viajeros llevaran aceite y vino en pequeñas cantidades, como especie
de primeros auxilios – como hoy en día cuando salimos de viaje llevamos un botiquín- El vino era
antiséptico y el aceite ayudaba a mitigar y sanar heridas.

No sólo el samaritano le hizo los primeros auxilios, sino que después de haber vendado sus heridas,
lo montó en su propia cabalgadura (y por tanto él fue a pie), y lo llevó al hospital (en este caso a un
mesón), cuidando de él.

El samaritano hizo la obra completa


35 “Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que
gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.”:

El día en que ya debía partir, el samaritano pagó con anticipación al mesonero, porque le dio dos
denarios, posiblemente mucho más de lo que iba ser el costo real. No obstante, estaba dispuesto a
pagar más si era necesario

Dos denarios era el salario de dos días de trabajo.

4. La pregunta de obvia respuesta, hecha a la persona correcta

36 “¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los
ladrones?”:

37 “Él dijo: El que usó de misericordia con él.”

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