Introducción La lectura es, además de un placer, un acto sumamente beneficioso para nuestro cerebro, ya que aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía y representa un ejercicio útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas. Leer produce modificaciones en la anatomía cerebral, favoreciendo las conexiones nerviosas, ya que aumenta notablemente la actividad cerebral, especialmente en el hemisferio izquierdo. Cuando leemos una palabra aislada, se estimulan numerosas zonas del cerebro y cuando tratamos de comprender un texto, nuestro cerebro completa los datos del mismo con la propia experiencia e imaginación. Al leer, somos capaces de recrear situaciones, escenas, rostros o estados emocionales con toda fidelidad, y al hacerlo se estimulan zonas del cerebro similares a las que se activarían si realizáramos ésas mismas acciones en nuestra vida real. Cuando leemos se activan procesos cognitivos que enriquecen la mente. Algunos estudios vinculan la lectura, incluso, al incremento de la felicidad. Cuando se lee un libro, una historia paralela nos acompaña –como una especie de sombra-ficción que alimenta nuestras vivencias. Leer, sobre todo literatura, nos permite reconocernos en la mente de un otro, en este caso el escritor, provocando un sentirte acompañado que, además de las bondades anímicas que ello implica, fortalece nuestra propia identidad. En este trabajo se plantean las cifras arrojadas por diferentes encuestas elaboradas por diferentes entidades federales, tales como INEGI, entre otras donde destacan diferentes periódicos de nuestro país; en donde nos informan sobre cómo es que en nuestro país se aprovecha la lectura a lo largo del mismo englobados a porcentajes. México ha sido culturalmente un país alejado de la lectura. Hace un siglo registraba aproximadamente 82% de analfabetismo, y hoy esta cifra ha disminuido a 6.9%. Pero esto no ha empujado el consumo de lectura, y aún no hemos forjado este hábito. Justo cuando México se alfabetizaba, la televisión había perneado la vida recreativa de los mexicanos en dimensiones extremas: hoy, a pesar de que la mitad de la población vive en pobreza, 95% de los hogares tienen televisión. Según cifras de la UNESCO, México es el penúltimo lugar en consumo de lectura de 108 países, en promedio el mexicano consume menos de tres libros al año y dedica tres horas a la semana a la lectura extraescolar –en comparación con Alemania que lee alrededor de doce. Lectura en México El promedio de libros leídos en México por la población adulta en el último año fue de 3.8 ejemplares, de acuerdo con los resultados más recientes del módulo de lectura (MOLEC) levantado por el INEGI en los primeros 20 días de noviembre del año pasado. La cantidad de libros leídos durante los últimos 12 meses en promedio por la población adulta ha fluctuado de 3.9 en mayo de 2015, a 3.7 ejemplares en agosto pasado. En febrero del 2014 se empezó a divulgar el MOLEC, pero hasta la entrega de mayo de ese mismo año se incluyó el dato de libros leídos por adulto mayor de 18 años. El año pasado, se presentó la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura, impulsada por la actual Secretaria de Cultura del gobierno federal, en la que el dato subió: 5.3 libros leídos en promedio, dividido entre 3.5 leídos por gusto y 1.8 por necesidad. Sin embargo, apenas en febrero pasado, el instituto Nacional de Estadística, Geografía e informática (INEGI) dio a conocer una cifra distinta: 3.8 libros en promedio. El año pasado se ofrecieron conclusiones alegres alrededor de la primera Encuesta Nacional sobre Consumo de Medios Digitales y Lectura, en la que se arrojó que ocho de cada 10 jóvenes si les gusta leer, cicno de cada 10 recurren al libro impreso para leer literatura. En México se lee mucho, según esa perspectiva. Números sobre la lectura en México: Según la Encuesta Nacional de Lectura 2012, sólo 4 de cada 10 personas en México leen. El promedio de libros leídos al año, por mexicano, es de 2.9. A 60% de los jóvenes sus padres les inculcaron el hábito de la lectura, mientras que a 80% de los mayores de 56 años, no. 63.8% de los encuestados no tenían hábitos de lectura en su infancia. 48% de los jóvenes nunca han visitado una biblioteca. 42 % de la población dedica su tiempo libre a ver televisión y sólo 12 % prefiere leer. 43 % de la población requiere servicio optométrico. Según el INEGI, aunque los mexicanos leen poco, sorprendentemente gastan el doble en libros que en bebidas alcohólicas. La lectura es un hábito, una tecnología milenaria y un placer para los gusanos de biblioteca que puede ayudarnos en muchas otras áreas de nuestra vida. Para muchas personas la lectura es un hábito, como lavarse los dientes, sacar a pasear al perro, saludar a tus vecinos o comer. Sin embargo, la lectura también puede ser vista como una tecnología, una tecnología del conocimiento, del entretenimiento y de la comunicación. Para otras personas, la lectura es simplemente un placer. De acuerdo con un estudio del Pew Research Center analizado por la compañía de lentes de contacto FeelGood y retomado por el sitio Electric Literature, muchas personas tienen la capacidad de leer, pero no a todas les gusta. A muchos les apasiona la lectura de un buen libro, a otros les interesa la información que pueden extraer de éstos y algunos más sólo leen por diversión y entretenimiento. Según el estudio, 26% de las personas que leen sólo lo hacen porque disfrutan el aprendizaje y descubrir nueva información; mientras que 15% lo hace para escapar de la realidad y sumergirse en mundos imaginarios que les permiten a ellos desarrollar también su imaginación. Conclusión Para muchas personas hablar de libros es sinónimo de alejamiento, soledad, tristeza, vejez y a veces hasta de aburrimiento, es por ello que en algunas ocasiones nos encontramos a las librerías, las presentaciones de libros y las ferias del libro frías y casi vacías; cuando debería de ser todo lo contrario, ya que estaríamos cultivando el hábito de leer. El tema de la producción de libros y de los hábitos de lectura en nuestro país siempre ha sido de interés y debate, pero pocos sabemos que nuestro país es el mayor productor de libros en América Latina y que su calidad es tan alta que editamos y exportamos libros de texto que leen los niños de Argentina, Chile y Colombia, entre otros países., pero es muy triste el saber que nuestro mismo país no lee ni el 10% de esos libros. El hábito de la lectura debe apoyarse en el gusto –y este debe inculcarse tanto en el hogar como en la escuela. Para que se geste, la sociedad debe concebir la experiencia de leer como una actividad enriquecedora. Leer es un disfrute, no un castigo o una obligación. Leer libera y amplía la perspectiva. Leer engrandece y promueve la imaginación. Leer refuerza la identidad tanto individual como colectiva. Para leer sólo hay un camino, leer. Así que leamos. Bibliografía (linkografia) http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/letras/2016/04/16/mexico-lee-38- libros-al-ano-indica-encuesta-de-inegi https://www.eleconomista.com.mx/politica/9-datos-sobre-la-lectura-en-el-mundo- incluido-Mexico-20161126-0022.html http://www.milenio.com/cultura/FunLectura-INEGI-Lectores_Mexico- Promedio_libros-Secretaria_de_Cultura_0_727127616.html