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Macroeconomía

La macroeconomía estudia el funcionamiento global de la economía como conjunto integrado,


para así poder explicar la evolución de los agregados económicos.

Cuando hablamos de conjunto integrado, nos referimos al estudio de las variables económicas
agregadas. De ahí, que al final de la definición, señalemos como objetivo explicar los ‘agregados
económicos’. La producción de una empresa sería un valor individual. Sin embargo, el PIB sería
un valor agregado (incluye la producción total del país expresado en su moneda).

Entre los ejemplos más destacados de variables macroeconómicas, nos encontramos: el nivel de
precios, el desempleo, la balanza de pagos o el crecimiento económico.

¿Para qué sirve la macroeconomía?


La macroeconomía es útil porque nos permite analizar la mejor forma de conseguir los objetivos
económicos de un país. La política económica es la herramienta que tienen los gobiernos para
alcanzar esos objetivos. Objetivos como, por ejemplo, conseguir la estabilidad en los
preproduccion crecimiento económico, fomentar el empleo y mantener una balanza de pagos
sostenible y equilibrada.

Los datos utilizados para el análisis macroeconómico se derivan de la observación y de la


estadística. De este modo, si se quiere analizar el comportamiento de los precios desde un punto
de vista macroeconómico, se realiza un promedio de todos los precios de los bienes y servicios
que conforman la economía de un país o región, obteniendo el nivel general de los precios
mencionados. Por otra parte, si se desea estudiar el desempleo, se tendrán que obtener aquellas
características comunes a las distintas industrias y definir las medidas que permitirán reducir la
tasa de paro a lo largo del conjunto de la economía.

La macroeconomía estudia la ley de oferta y demanda desde un punto de vista agregado, es decir,
la oferta agregada de bienes y servicios de un país y la demanda agregada, como el consumo total
de un país.

La macroeconomía es una de las ramas en que se divide la teoría económica. La otra es la


microeconomía, que analiza el comportamiento económico de las personas, familias y empresas.

Segmentos de la macroeconomía
Bajo este contexto, es importante identificar las cuestiones principales de las que se ocupa la
macroeconomía:

El crecimiento económico a largo plazo: Es decir, el ritmo al que se incrementa la producción de


bienes y servicios durante un periodo determinado. Resulta relevante prestar atención a los
factores que inciden en la velocidad con la que asciende dicha economía. Ya que, de este modo, se
podrá aumentar el nivel de vida de la población.
La productividad: El crecimiento de la economía depende en gran medida de los avances en la
productividad generada por su población activa. Además, la productividad también estará
determinada por el índice de progreso técnico en el que se encuentre.
Los ciclos económicos: La macroeconomía analiza las razones por las que la economía
experimenta estos movimientos oscilatorios alrededor de una tendencia concreta. En
consecuencia, estudia también sus repercusiones en el PIB.
El desempleo: La macroeconomía también aborda situaciones en las que la tasa de paro puede
variar drásticamente de un periodo a otro dentro del mismo país. O, en línea con esto, las medidas
de política económica que pueden aplicarse para reducir el desempleo.
La inflación: También se encarga de determinar los componentes que inciden en el incremento de
los precios relativos de los bienes y servicios que se producen en un país. Es decir, de decidir
cómo se calcula la inflación y qué consecuencias tiene para la economía. Asimismo, también
estudia la deflación, que ocurre cuando los precios se reducen de forma generalizada, ocupa el
capítulo siguiente a estudiar.
Las cuentas públicas: El peso del sector público en las economías suele ser elevado. Por tanto, el
análisis del comportamiento del estado y su influencia sobre la economía son decisivos. Es más,
desde la perspectiva de la macroeconomía, se presta atención especial al estudio del déficit o
superávit público y a la evolución de la deuda pública.

La microeconomía es la parte que se encarga del comportamiento de cada agente económico,


individuos, como pueden ser las familias, las empresas o los trabajadores. Considera las
decisiones que toma cada uno para cumplir ciertos objetivos propios. Los elementos básicos en los
que se centra el análisis microeconómico son los bienes, los precios, los mercados y los agentes
económicos. En ella se analiza de forma exhaustiva leyes como la oferta y la demanda.

Diferencias entre macroeconomía y Microeconomía.


 La macroeconomía busca una perspectiva general y la microeconomía una perspectiva
individual.
 La macroeconomía, estudia actores económicos globales, cómo un país, y la
microeconomía a un consumidor.
 Las variables utilizadas son muy distintas, por ejemplo en macroeconomía el PBI observa
la producción total de un país y en microeconomía la cantidad producida por una sola
empresa.
 Hay situaciones que afectan a la macroeconomía y no a la microeconomía, y viceversa.
Por ejemplo, un nuevo modelo de auto muy barato afectará a las variables
microeconómicas pero no a las macroeconómicas.
 Aunque sean muy diferentes, no son totalmente independientes y necesitamos de ambas
para comprender la economía.

¿Qué es el proceso productivo?


El proceso de producción de una empresa es un conjunto de operaciones que son necesarias para
llevar a cabo la transformación y elaboración de un producto o el diseño de un servicio.

El proceso de transformación de los materiales en productos finales es un proceso que debe ser
estudiado y planificado previamente, pues de él dependerá la calidad final de nuestros productos,
así como los recursos y costes precisos para su realización.

Durante el proceso de modificación de los materiales, dichos insumos van sufriendo


modificaciones constantes hasta que finalmente se consigue el producto final. Por tanto, en una
empresa productiva, entran una serie de elementos, conocidos como factores que, tras pasar un
proceso de transformación, se convierten en elementos de salida, o lo comúnmente conocido como
productos.

Dicho proceso productivo, aparte de convertir esos elementos o materias primas en un producto
final preparado para su comercialización, aporta e incrementa el valor del elemento en sí. Por
ejemplo, tenemos harina, levadura, sal y agua. En sí, éstas son materias primas de muy bajo valor.
Sin embargo, tras pasar un proceso elaborado de transformación, se convierten en pan, un
producto final preparado para su comercialización al consumidor, que tiene un valor más elevado
que las materias primas que lo componen.

A través del proceso productivo, las empresas transforman una serie de elementos o materias
primas para convertirlos finalmente en productos destinados a su venta a los consumidores.

El proceso de producción de una empresa es una de las fases más importantes por las que pasa un
producto. Es muy importante que calculemos los tiempos necesarios y sepamos planificarlos de la
manera adecuada. De esta forma, podremos hacer buenas previsiones de producción,
comercialización y distribución del producto. Además, nos servirá para para realizar un mejor
control del inventario, puesto que iremos calculando en función de la demanda, la cantidad de
producto que necesitamos y, por ende, cuántas materias primas serán necesarias a lo largo del
tiempo.

Uno de los principales objetivos de la empresa es reducir los costes de este proceso productivo.
Conforme la empresa aumenta su capacidad de producción, los costes productivos disminuyen, lo
que permite a la empresa jugar a la baja con el precio final del producto. Cuanto más eficiente es
una empresa a nivel productivo, más optimizará el empleo de recursos, lo cual se convierte
finalmente en una ganancia tanto para la empresa como para el cliente. Una gana más, el otro paga
menos.

Etapas del proceso productivo


A continuación, detallamos las diferentes fases del proceso productivo de una empresa:

Diseño del proceso. Antes que nada, el equipo hace una sesión de brainstorming para definir
cómo va a presentarse y comercializarse el producto. Con todas las ideas sobre la mesa, se van
elaborando bocetos y diseños hasta que, finalmente, se consigue y decide el definitivo, el que
será ofertado en el mercado.
Producción. En esta etapa se transforman las materias primas hasta que se obtiene el producto
o servicio final.
Distribución de productos. Fase en la que se coloca el producto o servicio en el mercado. El
método de distribución de los productos puede hacerse de diversas maneras. La empresa
escogerá aquella que vaya más acorde a su filosofía y tipo de producto. Podrá decidir, por
ejemplo, entre distribuirla entre comercios mayoristas o minoristas, a través de publicidad en
los diferentes medios de comunicación, etc.

EL HORIZONTE TEMPORAL
Los modelos económicos son representaciones del mundo real que explican las conductas
significativas y omiten los detalles que carecen de relevancia. A través de ellos, incorporando
relaciones matemáticas y gráficos, se representa la compleja conducta de los agentes económicos
de un país.

La macroeconomía se organiza en torno a tres modelos o perspectivas de horizonte temporal:

a) El largo plazo, que se centra en el crecimiento de la capacidad productiva, en base a la


acumulación del capital físico y mejora del potencial humano, junto con el nivel de la tecnología.
Es el modelo de crecimiento económico, en el que la tasa de ahorro juega un papel importante.
b) El medio plazo, con el capital físico, el potencial humano y la tecnología relativamente fijos,
que determinan la capacidad productiva, llamado también “producción potencial”. Por tanto, es
una determinada instantánea del largo plazo. Influyen las perturbaciones temporales y los precios
son fijados por la demanda.
c) El corto plazo, en el que los cambios de la demanda condicionan la utilización de la
capacidad instalada y, por tanto, el nivel de PIB y de empleo, con los precios relativamente fijos.
Este es el período en que actúa de modo más eficaz la política macroeconómica.

El período que abarca cada horizonte resulta difícil de determinar, pero es evidente que, si
consideramos un plazo de décadas, lo más importante será la tasa de crecimiento anual del PIB y,
en cambio, si tenemos en cuenta sólo unos meses, es la demanda la que determina la situación de
la economía. Así, las medidas de consolidación fiscal, disminuyendo la demanda interna (consumo
e inversión), han reducido en un período muy breve la producción y elevado el desempleo.

Eficiencia técnica

LA EFICIENCIA TÉCNICA nos indica que no se están desaprovechando recursos. Una técnica
será eficiente técnicamente si produce más productos con los mismos recursos. También lo será si
produce los mismos productos con menos recursos.

Para conocer si una técnica es más eficiente técnicamente que otra podemos aplicar 3 principios.
La técnica A produce más cantidad de productos que B con los mismos recursos. Al aplicar el
principio 1, vemos que A es más eficiente que B.

La técnica A produce la misma cantidad de


productos que la C pero utiliza menos
recursos (mismas máquinas, pero
menos trabajadores). Al aplicar el
principio 2, vemos que A es más eficiente
que C
¿Y qué pasa con la técnica D? Produce lo
mismo (1000) pero utiliza más trabajadores
(2), aunque menos máquinas (1). En este
caso no podemos descartarla porque desde el punto de vista técnico no podemos decir que sea
mejor tener 2 trabajadores o una máquina. Aplicamos el principio 3 y no podemos decir que A sea
mejor que D.

Pero seguro que se te ha ocurrido la manera de saber si es mejor tener 2 trabajadores o 1 máquina.
¿Cuánto vale cada trabajador y cada máquina? Exacto, necesitamos entonces conocer la eficiencia
económica.

Eficiencia económica

La eficiencia técnica nos ha dicho que técnicas no suponen un despilfarro de recursos. Sin
embargo, hemos visto que no podemos elegir entre las técnicas A o D. Una utiliza más
trabajadores y otras más máquinas. Pero una empresa siempre va a elegir aquella técnica de
producción que sea más barata. Por tanto, necesitamos saber cuánto nos costaría producir con cada
técnica.

Lo que necesitamos en la eficiencia económica es conocer el precio de los factores productivos.


De esta manera al multiplicar la cantidad de factores utilizados por su precio sabremos el coste
total de cada técnica.

LA EFICIENCIA ECONÓMICA nos indica el coste de cada técnica de producción. Una técnica
será eficiente económicamente si produce lo mismo con menos costes. También será más eficiente
si produce más con los mismos coste

¿Tengo que calcular el coste de cada técnica?

No, si una técnica NO era eficiente técnicamente es que estaba despilfarrando recursos y por tanto
usan más factores productivos y SIEMPRE va a ser más caro.

Si suponemos que cada trabajador cuesta 10 euros la hora, y cada máquina cuesta 5 euros,
podemos calcular el coste de cada técnica.

Calculando los costes totales de cada técnica deducimos que la empresa escogerá la tecnología A
para llevar su proceso productivo, ya que además de ser eficiente técnicamente lo es
económicamente. De las cuatro es la que supone un menor coste para la empresa.

Por tanto, podemos resumir:

Producción a corto plazo


El corto plazo se considera el período de tiempo durante el cual los costes fijos todavía son fijos,
lo que significa que si tienes una fábrica, tienes que hacer lo posible con ella, porque no se puede
ni vender, ni agrandar, ni alquilar: no se puede modificar. El capital también se considera fijo, lo
que significa que, en el corto plazo, solo se pueden modificar los costes variables, siendo la mano
de obra el coste variable más común.
Produccion a corto plazoSi nos fijamos en los
gráficos adyacentes, vemos cómo la productividad marginal (en azul claro, gráfico inferior)
disminuye con cada unidad adicional de trabajo, a raíz de la ley de los rendimientos decrecientes.
Los dos diagramas nos permiten distinguir entre tres fases, que se caracterizan por el punto de
inflexión que marca la ley de los rendimientos decrecientes. En el primer diagrama, vemos cómo
la producción aumenta exponencialmente con cada unidad adicional de trabajo, hasta un punto en
el que las unidades adicionales comienzan a ofrecer
cada vez menos a cambio. En el segundo diagrama,
vemos también la productividad media, para definir
aún más en detalle a qué nivel hay que producir.

En la fase I, la productividad media y marginal


aumentan con cada unidad adicional, que en el primer
diagrama corresponde al tramo hasta el punto de
inflexión. La fase I termina en el margen extensivo (u
óptimo técnico), siendo este la línea que divide las
fases I y II. Fase II es donde idealmente deberíamos
estar. La productividad media disminuye con cada
unidad adicional, pero la productividad marginal sigue
siendo positiva. La línea que separa las fases II y III se
llama el margen intensivo (o máximo técnico), a partir
del cual habrá demasiados factores de producción
variables (trabajo) para el nivel de factor de
producción fijo (capital). Cuando la productividad
marginal se vuelve negativa, entramos en la fase III, y
deberíamos considerar reducir la mano de obra.
También podemos ver que, en el nivel óptimo, la productividad media y marginal coinciden.

Todo esto está relacionado con la elasticidad producto, que es la diferencia en la cantidad que se
produce como resultado de un cambio en el nivel de factores de producción. Obviamente, en la
fase I, un aumento de una unidad de mano de obra produciría un retorno mucho mayor en los
niveles de producción que en si mismo: εL> 1. En la fase II, 1> εL> 0, y en la fase III, 0> εL.

Algebraicamente, la elasticidad producto se puede definir como:

Debe tenerse en cuenta que la elasticidad producto para un factor de producción (en este caso la
mano de obra, L) es la primera mitad de la elasticidad de escala, que a su vez nos da los
rendimientos a escala.

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