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1.1.

Método deductivo
Cuando el asunto estudiado procede de lo general a lo
particular. El profesor presenta conceptos, principios o
definiciones o afirmaciones de las que se van extrayendo
conclusiones y consecuencias, o se examinan casos
particulares sobre la base de las afirmaciones generales
presentadas. Si se parte de un principio, por ejemplo el de
Arquímedes, en primer lugar se enuncia el principio y
posteriormente se enumeran o exponen ejemplos de
flotación…
Los métodos deductivos son los que tradicionalmente más
se utilizan en la enseñanza. Sin embargo, no se debe olvidar
que para el aprendizaje de estrategias cognoscitivas,
creación o síntesis conceptual, son los menos adecuados.
Recordemos que en el aprendizaje propuesto desde el
comienzo de este texto, se aboga por métodos
experimentales y participativos.
El método deductivo es muy válido cuando los conceptos,
definiciones, fórmulas o leyes y principios ya están muy
asimilados por el alumno, pues a partir de ellos se generan
las ‘deducciones’. Evita trabajo y ahorra tiempo.
1.2. Método inductivo
Cuando el asunto estudiado se presenta por medio de
casos particulares, sugiriéndose que se descubra el principio
general que los rige. Es el método, activo por excelencia, que
ha dado lugar a la mayoría de descubrimientos científicos. Se
basa en la experiencia, en la participación, en los hechos y
posibilita en gran medida la generalización y un
razonamiento globalizado.
El método inductivo es el ideal para lograr principios, y a
partir de ellos utilizar el método deductivo. Normalmente en
las aulas se hace al revés. Si seguimos con el ejemplo
iniciado más arriba del principio de Arquímedes, en este
caso, de los ejemplos pasamos a la ‘inducción’ del principio,
es decir, de lo particular a lo general. De hecho, fue la forma
de razonar de Arquímedes cuando descubrió su principio.
4.2. Método activo
Cuando se cuenta con la participación del alumno y el
mismo método y sus actividades son las que logran la
motivación del alumno. Todas las técnicas de enseñanza
pueden convertirse en activas mientras el profesor se
convierte en el orientador del aprendizaje.
 
5.1. Método globalizado
Cuando a partir de un centro de interés, las clases se
desarrollan abarcando un grupo de áreas, asignaturas o
temas de acuerdo con las necesidades. Lo importante no son
las asignaturas sino el tema que se trata. Cuando son varios
los profesores que rotan o apoyan en su especialidad se
denomina Interdisciplinar.
En su momento, en este mismo texto, se explica
minuciosamente la estrategia trasversal y las posibilidades
de uso en las aulas.

METODODOS INNOVADORES
Gamificación
Posiblemente es el concepto más escuchado. También se conoce
como ‘ludificación’, ya que su principio fundamental es  incorporar
la estructura del juego como medio de aprendizaje.  La
gamificación utiliza, concretamente, la mecánica de los juegos, y
la extrapola al entorno de la educación, generando algunas
ventajas significativas, como el compromiso y el deseo de
superación. Esto se consigue en parte por vincular el aprendizaje
a una experiencia positiva al igual que ocurre jugando.

Así, como sucede en un espacio lúdico, el estudio se convierte en


una sucesión de desafíos, insignias, retos, escaladas o metas en
lo que se conoce como las ‘técnicas mecánicas’. Además, se usan
las ‘técnicas dinámicas’ referidas a la motivación del alumno,
incorporando conceptos como el estatus, la insignia, el logro o la
competición. Como explica el profesor de educación
especial Celestino Arteta , autor de Educación Tecnológica , “se
trata de una nueva y poderosa estrategia para influir y motivar a
grupos de personas a través de técnicas para animar a las
personas a realizar tareas que normalmente se consideran
aburridas”.

Flipped classroom
También llamada ‘clase invertida’, es una propuesta muy influida
por el crecimiento de las TIC y por la cantidad de recursos que
estas nos aportan. La idea es hacer uso de sus ventajas
para estudiar fuera de clase y venir al aula con los conceptos
medio aprendidos para absorberlos mediante ejercicios prácticos
y dentro de dinámicas más grupales. Sería una secuencia en tres
pasos:

1. Antes de la clase y desde casa se leen los temas y preparan


para poder participar en las actividades del aula.
2. Se ponen en práctica y en común las teorías aprendidas
junto con el docente, que da feedback constante a través de
ejercicios interactivos y guiados.
3. Se extiende el aprendizaje a la vida real.

En la Flipped Classroom sucede todo al revés que en el método


tradicional. El profesor deja de ser un mero transmisor de
contenidos didácticos y se convierte en un facilitador del
aprendizaje de sus alumnos, en una solución mucho más
dinámica y haciéndose uso de una base tecnológica. Así lo
explica Fernando Posada Prieto, Asesor en Tecnologías
Educativas del Centro del Profesorado de Lanzarote y autor
en CanalTic .

Aprendizaje por proyectos (ABP)


Esta metodología proviene del inglés Project Based Learning
(PBL) y con ella podemos ahorrarnos los libros de texto, ya que
los contenidos del aprendizaje serán múltiples y a medida de las
necesidades del alumno.

Se trata, en líneas generales, de aprender a partir de la ejecución


de un proyecto y de las necesidades que éste vaya albergando
para su consecución. Es una forma de trabajo muy práctica y que
se lleva a cabo tanto en el aula como fuera de ésta. Tiene la
ventaja de fomentar el trabajo en equipo y de enseñar a los
niños a investigar, responsabilizándose de su propio aprendizaje.
A pesar de la autonomía que tienen los niños, su experiencia está
guiada en todo momento por los profesores.
Aprendizaje cooperativo
Conocido también como ‘aprendizaje entre iguales’, parte de la
siguiente premisa elaborada por Slavin y Calderón en el año
2000: “El mejor maestro de un niño, es otro niño”. Por esta razón,
en el aprendizaje cooperativo  se facilita la capacitación en
equipo. Podría decirse, pues, que es contrario a lo que sucede en
el aprendizaje individual, en el que uno es responsable de lo que
estudia y hace, y opuesto al aprendizaje competitivo, en el que
cada niño procura ir por delante de los demás. En el aprendizaje
cooperativo, por decirlo de alguna manera, “mi avance depende
del avance de los demás”.vEsta manera de aprender tiene una
serie de ventajas para el niño. Por sólo citar unas pocas:

 Les enseña a trabajar en equipo y la interacción.


 Fomenta la diversidad y la solidaridad, en la medida en que
los niños más avanzados tienen que ayudar a sus
compañeros.
 Desarrolla la responsabilidad individual y la grupal.

Educación emocional
Hoy en día nadie duda de la importancia de las emociones a la
hora de aprender. Es así hasta el punto de considerarse tan
importantes como los aspectos cognitivos. Las emociones influyen
de la siguiente manera: pueden interferir en el aprendizaje cuando
son negativas, y por ello hay que aprender a gestionarlas  a
través de técnicas como el   mindfulness , cada vez más
utilizado. En cambio, cuando son positivas, favorecen la retención
de conocimientos y las relaciones personales de cooperación y
ayuda.

La inteligencia emocional nos ayuda también a desarrollar la


empatía o capacidad de ponernos en el lugar del otro, algo
esencial para desenvolverse bien en la vida adulta y
profesional. “El desarrollo completo de la empatía implicará el
comprender al otro, sentir y actuar”, explica la experta Anna
Carpena .

Otros principios empleados en la innovación educativa son


los siguientes:
El Aprendizaje Ubícuo  es el que se produce en todo momento y
a partir del entorno, aunque generalmente se refiere a la
integración del aprendizaje y la tecnología, como explica el
profesor e investigador de la Universidad Politécnica Ángel
Fidalgo.

Fidalgo también explica el modo en que se puede aplicar


la Inteligencia colectiva en el aula partiendo de que el grupo
tiene la capacidad de generar una inteligencia potencial muy
superior a la que desarrolle cualquiera de sus componentes de
forma individual. Este precepto puede aplicarse al aula,  “por ser
un grupo y compartir un objetivo común”.

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