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Dolores Romero López CEd.

)
PENSAMIENTO CRíTICO / PENSAMIENTO UTÓPICO
(Grupo de Investigación LEETHI)

155

NACIONES LITERARIAS

tt,;>,

J. Lambert
H. Bhabha
J.-C. Mainer
.M. Espagne
A. Marino
F. Fanon
B. McGuirk
T. Franco Carvalhal
R.D. Pope
1. Hutcheon
U. Schoning
J. Jurt

SERVICIO DE
PUBLICACIONES ANTHROPOS
~------_._-----~-------- - _._._----_.

NACIONES literarias I Dolores Romero López, ed.ición y Gnlpo de


Investigación LEETHI. - Rubí (Barcelona) : Antbropos Editorial;
Maddd: Servicio de Publicaciones de la Editorial Complutense, 2006
364 p. ; 20 cm. - (Pensamiento Crítico I Pensamiento Utópico; 155)

Bibliografias
ISBN 84-7658-779-1

1. Literatura - Historia y crítica Teoría, etc. 2. Nacionalisll1o y literatura


I. Romero López, Dolores, ed. n. Grupo de Investigación LEETHI (Madrid) .
III. Servicio de Publicaciones de la Editorial Complutense (Madrid) IV. Colección Para Amelia, Asun, Miriam, M. a José, Montse,
82.09:323.17 Joaquín y M. a Ángeles por sus siempre certeras palabras.

Primera edición: 2006

© Dolores Romero López, 2006


© Anthropos Editorial, 2006
Edita: Anthropos Editorial. Rubí (Barcelona)
www.anthropos-editorial.com
En coedición con el Servicio de Publicaciones de la Editorial
Complutense de Madrid
ISBN: 84-7658-779-1
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1989 (1973).
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OBSERVACIONES SOBRE LA PROBLEMÁTICA
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STEINER, G., Lenguaje y si'tencio, Barcelona, Gedisa, 1990. Literatura, nacionalidad e internacionalidad son tres concep-
TAYLOR, Ch., El multiculturalismo y la política del reconocimiento, tra- tos habituales tanto en el lenguaje coloquial como en el acadé-
ducción de M. Utrilla de Neira, prólogo de A. Gutmann, México, mico, en alemán al igual que en otros idiomas. Sin embargo,
Fondo de Cultura Económica, 2001 (1993). este hecho no implica obligatoriamente que sus significados sean
WELLEK, R., A. WARREN, Teoría literaria, Madrid, Gredos, 1966. evidentes y claros, lo cual tiene, por un lado, ciertamente sus
WOOD, G., Historia de la literatura gay, Madrid, Akal, 2001. causas y, por otro, presenta un cometido para la teoría literaria.
ZIZEK, S., «Multiculturalismo, o la lógica cultural del capitalismo mul-
tinacional», en Jameson y Zizek, Estudios culturales. Reflexiones
En consecuencia, el nombre del Centro especial de investiga-
sobre el multiculturalismo, Buenos Aires, Paidós, 1998. ción 529 (Sonderforschungsbereich 529) Internacionalidad de las
literaturas nacionales! podía entenderse como programático, so-
bre todo, por cuanto designaba una problemática necesitada de
clarificación. Una problemática que aborda conceptos y funda-
mentos teórico-literarios y que surge tan pronto como se renun-
cia a dar por sentada la evidencia de la nacionalidad o de la in-
ternacionalidad de las literaturas, tan habitual en la reflexión
teórica sobre la literatura desde sus comienzos. Así, tradicional-
mente las filologías nacionales se ocupan de las literaturas na-
cionales y elaboran historias de la literatura desde una perspec-
tiva nacional. Sin embargo, junto a ellas estaba y está la
perspectiva internacional, tal y como se presenta en la Literatu-
ra Comparada, la tematología o el estudio de f-uentes. Ambas

" Texto revisado por el autor. Su primera publicación es del año 2000, "Die
Internationalitat nationaler Literaturen. Bemerkungen zur Problematik und ein
Vorschlag», en Udo Schoning (ed.), Intemationalitlit nationaler Literaturen, Got-
tingen, Wallenstein Verlag, pp. 9-43. La traducción ha sido realizada por Mi··
riam Llamas (Universidad Complutense de Madrid).
1. Las reflexiones y tesis presentadas aquí remiten en parte a los trabajos
surgidos en dicho Centro especial de investigación, especialmente a la "Intro-
ducción» en Schoning (ed.), Intemationalitüt.

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perspectivas teórico-literarias son deorigen romántic02 y, en cual lógico de nación que el concepto empírico-analítico esté también
quier caso, ambas están de alguna manera justificadas. En cam- caduco? Y ¿se debe renunciar en consecuencia a una diferencia-o
bio, no es posible hacerlas compatibles sin problemas, como se ción de la producción literaria mundial según el concepto de
muestra en el hecho de que perduran la una.contígua a la otra nación? Y, ¿qué debe y con qué argumento aparecer en el lugar de
más que unidas la una con la otra. 3 Con todo, lo que sí tienen e~ dicha diferenciación? ¿El concepto de sistema o el de campo?6 En
común ambas es el problema básico definitorio mencionado al todo caso continuaría existiendo el problema de la delimitación y
principio, dicho de otro modo: el déficit existente en este asunto. de la transgresión de las fronteras. 7
Sin embargo, esta carencia no se refiere en ningún momento La palabra «nación» tal y como apareció en la Edad Media
sólo a la clasificación necesaria del objeto de estudio, cuya deli- tiene poco que ver con la comprensión moderna del concepto.
mitación, como es sabido, no está carente de dificultad,4 sino Existe, sin embargo~ aquí también la posibilidad de que la cosa,
que atañe además a las posibilidades conceptuales a la hora de si bien no acuñada, sí que estuviera presente antes del concepto
ocuparse de dicho objeto de estudio. por lo menos en forma embrionaria. Lo cierto es, por otra parte,
Es evidente que <<internacionalidad» presupone «nacionalidad» que la literatura medieval en lengua popular fue de una impor-
y «nacionalidad» es unal'.derivación de «nacional» y que con ello tancia constitutiva para la idea de la literatura naciona1. 8
ambas perspectivas presuponen un concepto de nación. Lo mis- Por ello la literatura tuvo gran relevancia desde el comienzo
mo es válido para derivaciones más recientes (que señalan la viru- para el desarrollo de la idea moderna de nación. Y como quiera
lencia del problema) con multi-, proto-, supra- , in/ya·· o trans- . que se definiera nación, la literatura estaba implicada al menos
Las dificultades de una definición de nación se deben, como se de forma implícita, dado que, en las diferentes formas de utiliza-
sabe, sobre todo gracias a los historiadores y politólogos, por un ción o definiciones a lo largo de la historia, han jugado siempre
lado, a la variedad de sus formas de aparición histórica y, por otro, un papel destacado como factores de construcción nacional con-
sin duda también a que la utilización moderna del concepto está ceptos como lengua, cultura, comunicación o conciencia colec-
estrechamente unida al nacionalismos de la Edad Moderna, tal y tiva. La literatura está efectivamente en relación directa con to-
como surgió en el paso del siglo XVIII al XIX en el mundo occiden- dos estos conceptos, lo cual explica en parte por qué la literatura
tal. De tal forma que desde entonces existe un componente analí- - de forma muy diferente a la música, por ejemplo- ha sido
tico-empírico del concepto y otro programático-ideológico. Pero, relacionada con la nación más que otras artes.
¿implica el necesario abandono de un concepto programático-ideo- La referencia es explícita en el concepto de «literatura nacio-
nal», que permite hablar de literaturas en plural, diferenciando,
2. La consideración comparativa precientífica de las literaturas es más anti- tal y como está extendido especialmente en el ámbito de habla
gua. Piénsese en Quintiliano, Scaliger, Du Bellay o en la Querelle des anciens et alemana desde el siglo XIX. 9 El concepto sugiere en este caso de
des modernes.
forma eficaz que la literatura es una función de la nación, lo que
3. El punto de vista nacional en la historiografía literaria aparece, sobre
todo, en Alem ania, pero también en Italia, por ejemplo, con De Sanctis. En
Francia, sin embargo, Charles de VilIers y Madame de Stael junto con A.w. 6. Ambos conceptos experimentan actualm ente un cierto boom dentro de la
Schlegel contribuyeron a difundir las ideas del Romanticismo temprano ale- teoría literaria, lo que, por un lado, se debe tanto a su capacidad de resistencia
mán y de esta forma, también, a que surgiera la Literatura Comparada. Pero, semántica como, por otro, a la posibilidad gracias a ellos de postular la integra-
en general, y a menudo bajo una influencia alemana m ás tardía, dominó el ción de las propias explicaciones en una teoría más amplia. Desde el punto de
punto de vista nacional hasta mediados del siglo XX en una teoría literaria que vista h eurístico hay que tener en cuenta que tal postulado no implica ninguna
se mteresa, sobre todo, por la génesis de la obra de arte, cuyo significado abso- confimlación recíproca.
luto se explica a partir de sus condiciones de producción. 7. Véase con referencia a los conceptos de Weltliteratuy (<<literatura mun-
4. ,En relación con la tradición investigadora que se somete aquí a revisión, diah), «literatura europea», «literatura nacional" y «literatura regiona],,: Jor-
se sItúa en el centro de nuestra atención lo que se entiende por literatura desde dan, «Grenzen .. . ».
el punto de vista estrictamente filológico y estético. 8. Compárese el ejemplo en Schoning, «Epos».
5. La palabra se entiende aquí en toda su extensión de significado que abar- 9. Piénsese simplemente en todas las historias de la literatura que aparecen
ca desde la conciencia nacional hasta su exceso. en el ámbito de habla alemana desde el siglo XIX con la referencia al concepto

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era por entonces muy deseable, debido a la creciente prioridad
viven en Alemania pero escriben en italiano? ¿Tenemos en ~talia
necesaria que adquirió la nación y eS hoy, sin embargo, por el
una literatura nacional o algunas (cuántas) literaturas regIo~a­
mismo motivo igualmente cuestionable. y entre tanto también
puede darse por demostrado que la teoría litermia que estableció les? Y, ¿es Suiza un país con una literatura ~acional en v~nas
ese punto de vista era en sí misma una función de aquelnaciona_ lenguas o se reúnen allí varias literat~ras nacIO~ales? Y q~e de-
lismo que desde el siglo XIX fomentó tanto la creación y la cohe- cir de las literaturas en España, BélgIca o el Canbe, de la lItera-
sión de los Estados nacionales como de las filologías nacionales: tura árabe, hispanoamericana o francófona, de autores q:le han
La filología moderna institucionalizada surgió en el siglo XIX cambiado el país y la lengua, como Joseph Conrad, Eugene 10-
junto con el Estado nacional, a cuya constmcción contribuyó nesco Manes Sperber o Milan Kundera, o de aquellos que han
proveyendo a los Estados nacionales de literaturas nacionales. 10 escrit~ en varias lenguas, como Vicente Huidobro, Yvan Goll,
Una mirada a la realidad histórica desvela la insuficiencia del Samuel Beckett, Hans Arp, quien también se llamaba Jean~,
concepto así como su carácter ideológico. Por ejemplo, si consi- y Jorge Semprún, que se llama ~emp:un a la francesa. P~ra VI~­
deramos la literatura francesa de la Edad Media - que es, ~omo lumbrar finalmente la internacIOnalIdad del merc~do literano
es sabido, un punto central de interés de la romanística de habla moderno basta el ejemplo de un Umberto Eco, qUIen desde Il
alemana desde el siglo x]J\t=- se muestra que todo lo que fue es- no me della rosa es verdaderamente un autor de bestselle:s de
crito en francés, no necesariamente fue escrito dentro de los lí- importancia mundial: después de que presentar~. en la Fen.a del
mites de aquel ámbito que hoy llamamos Francia y que lo que Libro de Frankfurt en 1994 su última novela, L lsala del gwrna
allí fue escrito, no siempre fue escrito en francés. Antes bien hay prima, se pusieron a trabajar traductores en todo ,el m~~do . 12
en ese ámbito (como también en el de las actuales Inglaten-a, Por ello hay que recordar que los lectores, y aun mas los au-
Italia, España o Próximo Oriente) una literatura en lengua po- tores, tan pronto como han tenido otras posibilidades, nunc~ se
pular en dialectos franceses o provenzales que se recibió en oca- han limitado a la lectura de una única literatura, como qUl~~a
siones mucho más allá de sus fronteras. Una literatura de la cual que fuera definida: todo lo contrario. Por u~ lado, la. recepClOn
sólo una parte, aquélla en francés central y relacionada con el de Walter Scott es claramente un fenómeno mternaclOnal, .de la
reino, puede ser considerada como germen de una literatura misma fonna que todas las obras pertenecientes a la Welthtera-
nacional. Junto a ella, sin embargo, existe una literatura en latín tur se han convertido en internacionales. Por otro lado, los des-
que es exactamente tan supranacional como su lengua, la cual tacados ejemplos de un Borges, un Gide o un Larbaud demues-
era escrita y leída por intelectuales europeos. JI Igualmente cues- tran cómo los autores hacen referencia en sus obras a otros textos
tionables son otros casos actuales: ¿existe una literatura alema- de diferente origen; cómo desde la Weltliteratur se hace referen-
na, o existen varias literaturas alemanas en Alemania en la épo- cia a pretextos que dotan de sentido inte~extual. 13 P~ro ya en la
ca de los dos Estados alemanes, en Austria y en Suiza? ¿Si hay Antigüedad romana existía interés por la hteratura gnega y tam-
más de una dónde se puede inscribir a autores como Joseph
Roth o Elias Canetti? ¿Cómo debe considerarse a autores que 12. La editorial me escribió el 20 de enero de 1995 diciendo que_se habí~n
vendido los derechos para los siguientes países: EE.UU., Gran Bretana,. Espana
en el título. E n Francia, por ejemplo, el concepto no juega un papel compara- (castellano y catalán), Países Bajos, Alemania, Brasil, Portugal" Finla~dIa , Dma-
marca, Suecia, Grecia, Hungría, República Checa, Corea, Rumama, Japon, !alwan,
ble, mucho más importante es en este caso el concepto de société corno punto
Polonia, Israel, Noruega, Turquía, Bulgaria; y con RUSIa, Eslovema, Tunez, la
de referencia para la literatura, aunque desde Bonald se incluye la referencia -si
República de Eslovaquia y la India se estaba ante el cle:re ~e1 acuerdo.
bien entendida a menudo de otra manera- mediante el concepto expression,
compárese con Schóning, Literatur, pp. 43 y ss., 124 y ss., 218 y ss. 13. Tanto la Estética de la Recepción corno la m~estJgaclón de la mtertextua-
lidad ya lo tienen en cuenta. Una rustOlicidad de la lIteratura basada en el acto. ~e
10. Esta actividad histórico-literaria no estaba limitada a la propia literatu-
leer es el fundamento de la Estética de la Recepción. El ~s~ecto de la RecepclOn
ra, corno es sabido, y estaba extendida en diferentes países en diferente medida
y se llevaba a cabo también de forma diferente. fue elaborado por H.R. JauB desde 1970 corno método hIstonco-hterano (Lzte~a­
turgeschichte). Más tarde, trasladado a procesos internacionales, tlene en con:un
11. Lo cual no significa, sin embargo, que, respecto a la producción y recep-
ción, espacio y lugar sean insignificantes. con la investigación de la intertextualidad que las fronteras literanas son mas o
menos ignoradas y con ello el problema del cruce de fronteras.

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b~én en la Ed~d Me~a eurol~e~ hubo. lin intercambio. literario. (que
aun no. se ha Investlgado. suficIentemente).!4 Y la literatura france.. sentacio.nes generales de las historias de la literatura, más o. me-
s~, que cu~nta co.m.o especialmente nacio.nal,es en realidad espe- nos consecuentemente. 16 Y las ideas de originalidad y progreso,
CIalmente InternaCIOnal tal y co.mo. se do.cumenta también una y así como co.nceptos sociológico.S y analogías con la bio.lo.gía, sir-
o.tra vez en numerosas mo.no.grafías: 1) po.r lo. que se refiere a la vieron para encontrar los hechos y teoremas que eran necesa-
de~endencia manifiesta y deseada respecto. de la literatura clásica ' rio.s para una historia de la literatura nacio.nal. Y dado. que ésta
antIgua, s?~re to.do., en la Alta Edad Media, en el Renacimiento. y tuvo. su origen en Alemania, pero. luego. surtió particularmente
~n el ClaSICISmo.; 2) en cuanto. a la elabo.ración a partir de o.tras efecto en Italia, se puede suponer en ella una relación con el
lIteraturas, en particular de la italiana, españo.la, inglesa yalema- fenómeno., que Plessner dio en llamar, de la <<nación tardía» .
~a; 3) po.r lo. que se refiere a la asimilación de la misma en o.tras Por otro lado, hay que señalar que tanto la Teoría Literariay
hte~aturas desde la Edad Media hasta hoy, lo. cual, po.r ejemplo., en la Literatura Comparada tradicional de corte americano o. fran-
ItalIa fue en tal medida determinante que Gramsci veía la literatu.. cés!7 como la historia comparada alemana de temas, materias y
ra italiana hasta el siglo. XX co.mo. un fenómeno del provincialismo. motivos siguen siendo. en el fo.ndo igualmente n acionales, por-
~ancés. 1 S Realmente el desarrollo. literario. en Francia y Alemania que comparten una serie de ideas preconcebidas de la historio-
so.lo. se puede entender en gran medida a partir de ese estar uno. grafía literaria nacional, aunque extraigan en ocasiones conclu-
con otro. o. enfrente del otro que muestra la histOlia de ambo.s siones supranacionales. Por ello a menudo la investigación de
países, y esto. mismo. es válido. para o.tras literaturas. fuentes e influencias o. las co.mparaciones literarias co.nducen a
Debe mencionarse aquí, al m eno.s tangencialmente, que el cine, o.bservaciones que están lejo.s de ser exactas o de representar
que comparado co.n la literatura es un medio nuevo., es interna- una explicación real. Por lo que se refiere a la investigación de
cional de múltiples maneras casi desde sus comienzo.s. En este fuentes, esto se debe en la mayoría de los casos al hecho de que
sentido.. es interesante un caso relativamente temprano., no. sólo. en ella hay una tendencia destructiva, mientras siga unida a la
por su Internacio.nalidad, sino. también por su intennedialidad idea de la obra de arte original. En cuanto. a los co.nceptos de
co.mo. es el de Der blaue E ngel (El ángel azul), co.mo es sabido un~ influencia y comparación a menudo ocurre que, por un lado,
versión cinematográfica de la novela Professor Unrat (El profesor sólo permiten diagnosticar similitudes y, por otro lado., la com-
B~sur~) de Heinrich Mann, que fue ro.dada en 1929 y 1930 bajo la parabilidad no existe realmente de antemano, cuando el tertium
d~recClón de Joseph vo.n Sternberg, lID americano. de o.rigen aus- comparationis sólo es un engaño verbal, que surge mediante la
tnaco., a la vez en lengua inglesa y alemana en lo.s estudio.s de la similitud de la denominación pese a una diferencia objetiva. Es
U~A en Babelsberg, c~n, MarIene Dietrich co.mo. actriz principal, sabido, por nombrar sólo este caso, que el Romanticismo fran-
qUlen luego. se co.nvertma en Ho.l1yw.o.o.d en una estrelll mundial. cés se asemeja al alemán tan poco como el Clasicismo alemán al
De la pro.fusión de ejemplo.s se deduce que no. hay recesaría- [Tancés y que tanto la Iphigénie de Racine como. la de Goethe han
m ente una identificación entre etnia, pueblo, nación, Estado, de entenderse como obras de su época, debiendo tener en cuen-
~ultura" comunida~ lingüística o literaria, co.mo sugi~re cierta ta la ¡ftgenia de Eurípides. Finalmente, se puede constatar res-
Ideol.ogm desde el SIglo. XIX. A pesar de ello., las situacio.nes que pecto a la investigación de tópicos literarios, fundada po.rErnst
atestIguan 10 co.ntrario. han sido. y so.n ignoradas en las repre- Robert Curtius, que la misma surgió por una voluntad humanis-
ta en lo.s años tras la Segunda Guerra Mundial de documentar la
14. S~ hace referenci~.aquí, más allá de los problemas histórico-textuales y de unidad de Occidente, 10 que consecuentemente llevó a la mera
n:ansmISlón, a la complejIdad de las especiales condiciones de transferencia me-
die;ales.: la probl~mática del pen~grinaje de manuscritos, de la traducción y del
pohglotlsmo m edle;ales, así como el posible interés del público por literatura de 16. Lo que se encuentra sobre autores que no cuentan dentro de la corres-
p~oce~encJa ext:anJera. Preguntas, en definitiva, que no se formulan a una me- pondiente literatura tratada se limita, por regla general, a los comentarios so-
d¡eva!¡st;ca arrmgada en la idea del original y de la estética de producción. bre documentación de fuentes, historia de temas .Y motivos o a menudo repre-
15. C,ramsCl, Letteratura, p. 64. senta sólo una reminiscencia del saber general.
17. Véase Espagne, «Komparatistik» .

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elaboración de fistas a costa de una supresión cada vez mayor de No obstante, términos como «nacional» o «internacional» no
lo histórico. 18 . son importantes para la Estética de la Recepción de JauE y, por
. .Además de la con~tat~ción. de q~e en la mayoría de las expo- tanto, el problema de la transferencia tampoco aparece. A pesar
SICIOnes generales hIstónco-lIteranas prevalece la perspect' de ello, es cierto que la Estética de la Recepción fue aplicada
nacional, deudora de un concepto ideológico de explicación hI~~ rápidamente a las relaciones literarias internacionales y que se
, . d b . d lS
encuentra también en el comienzo de la investigación sobre la
tonca, e e partIrse e la idea de que no se hace justicia al dise _.
rrir histórico l~terario, si se ignoran las relaciones entre literat~_ transferencia. Pero también es cierto que el concepto de Recep-
ras. Pero confrontados con la internacionalidad fáctica de 1 ción ha perdido, frente a la intención histórico-literaria del prin-
literatura, los conceptos habituales de la historiografía literari: cipio, sus fundamentos histórico-h ermenéuticos, en el juego de
muestran además muchos problemas teórico-literarios por n relaciones posmoderno de las llamadas ideas subj etivistas, plu-
hablar incluso de aporías. Todo ello no afecta sólo a la cíasifica~ ralistas y deconstructivistas, pero en todo caso anticientíficas.
ción literaria, sino también a las posibilidades de interpretación Sin embargo, después de que la Estética de la Recepción fuera
las cuales están directamente relacionadas con aquélla. Así fren- separada de la historia de la literatura, dado que el concepto de
te a una teoría literaria qUIll> explica la obra liter~ria sólo desde Recepción podía designar cualquier tipo de comprensión, sin
sus condiciones de aparición espaciales, temporales, lingüísti- que ésta se distinguiera de la mala interpretación; después de
cas y sociales, debe permitirse la pregunta: ¿por qué una obra que además se propagara la aceptación de la multiplicidad de
li~eraria también ha tenido efecto allí donde no ha surgido? y significado de la literatura, que no es algo nuevo en absoluto; y
VIceversa, una teoría literaria que parte de que esas condiciones de que todo esfuerzo por el afianzamiento de hechos se viera
de aparición son irrelevantes para la comprensión y efecto de abandonado ante el prejuicio contra el Positivismo; después de
una obra, debe dar cabida a la pregunta: ¿por qué la obra particu- que además el problema de la literariedad se viera a menudo
lar ha surgido en su lugar y en su tiempo así y no de otra mane- como puramente formal o cuantitativo, pero en todo caso inde-
ra?, y si r ealmente siempre es lo mismo lo que parece igual.19 pendiente del contexto cultural histórico y, de esta forma, la pre-
La Estética de la Recepción ha marcado el camino para reco- gunta por el significado de la literatura también se hubiera vuel-
nocer la relevancia histórica de una obra por sus consecuencias to carente de sentido; tras todo esto, parece que ha llegado la
literarias. Muchas obras se caracterizan, en cambio, precisamente hora de retomar de forma renovada y constructiva el problema
por el hecho de que han sido recibidas traspasando las fronteras de la historicidad de la literatura tanto en la práctica como en la
lingüísticas y literarias. El querer determinar su historicidad sólo teoría, en lugar de la progresiva deconstrucción de la teoría lite-
en el ámbito literario nacional equivaldría por ello a ignorar par- raria y en lugar de la filosofia literaria especulativa.
tes e.senc~ales de lo sucedido, precisamente debido al concepto En el marco de estos esfuerzos por una historia de la literatu-
de hIstona, tal y como de hecho es habitual en las descripciones ra, debe examinarse el modelo de la literatura nacional que vie-
generales historiográfico-literarias . ne del siglo XlX , confrontándolo sobre una base filológico-empí-
rica con la internacionalidad de la literatura. Sin embargo, no
18. Lo dicho se perfila aún más claramente en los estudios de retórica de puede ello consistir ni en una constatación de cómo fue en reali-
corte compilador que continuaron esta tendencia. dad, ni tampoco en una colección sin matizar del mayor número
19. Bachmann-Medick refleja en «Multikultur» posiciones críticas emergen-
tes. E ntre ellas es especialmen te digno de atención el problema del «tercer es- de detalles posibles. En la era de las bases de datos hay que su-
paCl.o» (p. 278 Y ss.), que presupone claramente otros dos espacios -aunque de brayar lo que ya era válido para los ficheros: la investigación
un tIpO completamente dlstmto-- de los que se diferencia menos espacialmente h istórico -literaria no tiene como objetivo el amontonamiento
que estructuralmente; lo que significa, sin embargo, que los modelos de análisis
de datos empíricos, sino que crea hechos discursivos de relevan-
e interpretación convencionales no se pueden trasladar sin más a ese espacio,
cuya, estructura se ha estudiado, además, hasta ahora, más teóricamente que cia histórica. Y aunque el conocimiento de la historia se modifi-
emplncamente. que con la experiencia histórica, no puede derivarse, no obstan-

312 313
te, de ese hecho la renuncia .a toda comprensión y aclaración nes cambiantes de la literatura. A lo cual se añade la pregunta
porque de lo contrario sabríamos cada vez más y entenderíamo~ metodológica de cómo se relacionan el conocim iento primario y
cada vez menos. Si, en efecto, una ciencia ci"ea saber y no sabe secundario o, con otras palabras, las historias de la literatura
qué hacer con él, entonces n o sorprende que nadie más se intere- «interna» Y «externa» .22
se por ese saber. Renunciar a la interpretación es, al igual que la Superada ya la búsqueda de fuentes y de influencias recibidas
arbitrariedad de interpretación, muestra de insignificancia. o dadas, y más allá de la simple aseveración de paralelismos y
En la conversación con Eckermann del 31 de enero de 1827 analogías o de recepciones abstractas en diferentes literaturas, ha
Goethe oponía sugestivamente en una toma de postura, desvir~ llegado la hora de un análisis de la internacionalidad de las litera-
tuada en el discurrir histórico posterior, el concepto de Weltlite- turas nacionales validado empíricamente y fundado filológicamen-
ratur al de literatura nacional: «Nationalliteratur will jetzt nicht te. Los campos de estudio son la(s) literatura(s) de llegada y la(s)
viel sagen, die Epoche der Weltliteratur ¡st an der Zeit, und jeder de partida así como las transferencias que se dan entre ambas,
muJ3, jetzt dazu wirken, diese Epoche zu beschleunigen (Hoy en que básicamente pueden ser sincrónicas o diacrónicas. En cual-
día literatura nacional no significa gran cosa, es tiempo pm;a la quier caso, el análisis tiene que ver con las con diciones y conse-
era de la literatura mundial y todo el mundo debe contribl{ir a cuencias de las transferencias entre la(s) literatura(s) de partida,
acelerar su llegada) » .20 De á~uí puede derivarse la pregunta de si posiblemente la(s) cultura(s) intermediaria(s) y la(s) literatura(s)
el concepto de Weltliteratul' puede ser relevante ahora para la de llegada; con los contenidos de la transferencia, con su selección
teoría literaria y cómo, y se puede llegar a la conclusión de que y transformación, con las formas, medios y caminos d e la transfe-
-a diferencia de una comprensión de tipo acumulativo o selec- rencia, así como con los individuos y unidades sociales implica-
tivo de Weltliteratur- el concepto comunicativo, que ya era pre- das en él. Con ello no se trata sólo del significado de una obra o de
dominante en Goethe, podría convertirse en fructífero para nues- sus elementos en la cultura de par tida, sino también en la cultura
tros propósitos, si ese concepto se aplica de forma apropiada de llegada y de todo aquello que pueda aclarar las diferencias y
para romper el aislamiento nacional-literario de la teoría litera- similitudes entre ambas.
ria , puesto que propone u na historicidad de la literatura, que se Enlazando con la situación de la investigación teórico-litera-
basa en el acto de lectura en u n marco internacional,21 ria actual, hay que partir primero, de forma pragmática, de que
E n este sentido ha de averiguarse cómo será una historiogra- existe algo así como nacionalidad en el sentido de literatura pro-
fía literar ia liberada de la mitificación nacional, que sea de pers- pia. 23 La hipótesis es: la internacionalidad literaria se constituye
pectiva internacional o que al m enos tenga debidamente en cuenta
la perspectiva internacional. En relación con ello ha de aclararse 22. En este sentido son interesantes las reflexiones y manifestaciones de
para la comprensión de la h istoria de la literatura si la literatura Bourdieu en Regles ; porque mientras se podía decir hasta ahora casi categórica-
misma es el objeto fundamental de la comprensión histórica que mente que lo que interesa de la literatura al sociólogo es lo social y, sin embar-
go, el teórico de la literatura se interesa por lo literario, se puede reconocer en
se pretende alcanzar mediante la interpretación de textos, de tal él un esfuerzo por relacionar de forma aclaratoria conocimientos del ámbito
forma que la historicidad de la literatura aparece como conexión literario con otros sociológicos. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que, por
histórico-hermenéutica de textos, que exige de explicaciones con- un lado, todo campo literario, al igual que toda obra aliística, es un caso en sí
mismo y que, por otro, es evidente que las obras de arte pueden tener también
textuales-relacionales; o si el contexto (posiblem ente también los
significado fuera del campo en el que han surgido.
contextos) debe ser, si no el único objeto de conocimiento, por lo 23. Esta hipótesis se sustenta mediante premisas de teorías de la comunica-
m enos sí el primero, de tal forma que la historia de la literatura ción y del discurso, a través de conocimientos sociológico-literarios, incluyen-
tiene como objetivo la representación de los marcos de condicio- do los trabajos teóricos y prácticos sobre el campo literario de P. Bourdieu y
otros, mediante la comprobación de tradiciones formales y de contenido limi-
tadas, como las que representan, por ejemplo, los términos teórico-literarios
20. Johann Peter Eckermann, Gesprdche mil Goethe in den letzten Jahren «regla», «serie» o «canon», o mediante lo que en la traductología es denomi-
seines Lebens, editado por Regine Otto, Munich 1988, p. 198. nado «impronta de la literatura de llegada » o «adaptación a la literatura de
21. Véase Schóning, «Weltliteratur». llegada» . Agradezco a Armin Paul Frank el concepto de «literatura propia», que

314 315
mediante la interconexión en red y la interconexión en red sur- tra contribución genuinamente teórico-literaria para la solución
ge m~diante la transferer:cia; nacio~al es, entonces, aquello que interdisciplinaria del problema?
necesIta de la transferencIa para ser mternacional. Evidentemen_ Los historiadores o los politólogos proporcionan por su par-
te el problema definitorio se deja de esta maner~ sólo de lado te un concepto de nación que, aunque perfilado de formas dife-
sigue existiendo. Pero no afecta sólo a la teoría literaria, aunque ~ rentes, en todo caso está históricamente unido a la formación de
a é~ta de. modo es.pecial. Nos p:eguntamos entonces: ¿qué es y en . las naciones europeas. Las literaturas nacionales en relación con
que sentIdo una lIteratura nacIOnal o qué es nacional en una lite- este concepto serían un fenómeno europeo limitado temporal-
ratura?; ¿existen literaturas u obras literarias que en este sentido mente. Teniendo en cuenta la circunstancia de que la m ayoría de
no son nacionales? ¿Son los fenómenos registrados en el marco las obras de la producción literaria mundial no pertenecen a las
nacional propios o exclusivos o se pueden encontrar igualmente literaturas que pueden subordinarse al concepto de nación, sur-
en otros marcos nacionales?; ¿son, por ello, como consecuencia ge para el teórico de la literatura la pregunta de cómo clasificar,
de un intercambio que atraviesa el marco nacional, internaciona_ en resumidas cuentas, la literatura mundial.
les, o bien multi-, trans- o supranacionales? É,stas conllevan otras Junto al concepto unido a la historia tenemos otro abierto,
preguntas sobre las condici2pes respectivas y generales de la na- abstraído de las formas históricas de aparición, por ejemplo la
cionalidad, inter-, multi-, trans- o supranacionalidad. 24 definición de Anderson de nación como imagined community
La cuestión de lo que antes se podía entender por nación y lo (comunidad imaginada) .25 Si ésta es, efectivamente, una defini-
que se puede entender hoy es objeto de estudio de varias disci- ción, entonces suscita al menos la pregunta de si se puede traba-
plinas de la ciencia de la cultura, cuya cooperación es por ello jar con ella y cómo. Sin duda la propuesta de Anderson ofrece al
necesaria. La cooperación requiere, además de las correspon- investigador sobre literatura la posibilidad de analizar lo que
dientes competencias de las disciplinas y del respeto por ellas, aportan las obras literarias respecto al desarrollo de una nación,26
una visión clara tanto de lo general como también de lo particu.. dando por supuesto que sabe de qué comunidad y de qué lite-
lar específico de la disciplina y, precisamente, tanto por lo que
respecta a la presentación del problema como a la solución del 25 . Ésta es la fórmula especialmente eficaz tomada del título; Anderson,
Communities, p. 15, habla de <<Ímagined polítical community" [« com unidad
mismo. Pero la teoría literaria es una disciplina notoriamente política imaginada,,]. La propuesta de Anderson tiene la desventaj a propia de
indisciplinada, y la misión investigadora es de tipo teórico-lite- cualquier denominador común para la relación de lo específico con lo general;
rario. En la problemática histórica de la disciplina ella misma tiene la ventaja de concebir «nación" como una de esas fórmulas vacías efica-
remite a los peligros que aparecen cuando el teórico de la litera- ces y en la eficacia práctica correspondiente como resultado de Wl proceso
discursivo. Sin embargo, el concepto de «nación" podría compartir esos rasgos
tura se entiende a sí mismo como alguien que presta servicios con otros conceptos. En relación con esto se remite aquí a las actas de congreso
interdisciplinarios o como actor político-social. Con ello están de Bues y Rexheuser (ed.), Nationes, cuyas contribuciones docum entan de la
relacionadas dos preguntas de actualidad: ¿qué ayuda podemos mejor forma el estado del problema en la investigación de la construcción na-
cional en E uropa. También h a de considerarse lo que escribe M. Werner en
esperar realmente desde otras disciplinas para la solución del «MaBstab», p. 28 y ss. : «Diese Nationalkulturen sind nicht nur intellektuelle
problema genuinamente teórico-literario y cuál puede ser nues- Konstrukte, sondern auch in vielfacher Weise an institutionel!e Realita.ten ge-
bunden. (Estas culturas nacionales no son sólo constructos intelectuales sino
que están también en múltiples formas unidas a realidades institucionales)>> .
anula la entidad literaria de la unión apriorística a un concepto de «naCÍón",
26. Seeba, «Germany», p. 354, define, partiendo de Anderson, Gel!ner y
pero que permite muy bien referirse a un concepto de literatura nacional enten.
Hobsbawm, la literatura nacional de forma tipológico-funcional: «National lí-
dido de la forma que sea, como también a entidades literarias de otro tipo.
terature, then, can be defined as the body of canonized texts into which a nation's
24. Hablo en lo s ucesivo en la mayoría de los casos de internacionalidad
collective sense of imagined history is believed to be inscribed in images that
literari a simplificando y resumiendo. Aunque en realidad h abría que acla-
evoke historical continuity and social unity. National literature provides, in mostly
rar primero los diferentes conceptos o matices de conceptos. No obstante,
fictional terms, the cultural tradition which is ideally shared by al! m embers of
como quiera que se definan los conceptos, separando los unos de los otros,
the imagined community. (Literatura nacional, entonces, puede ser definida
si no se quiere quedar lim itado a la historia de la literatura «externa" de Jo
como el cuerpo de textos canonizados en los que se cree que el sentido colectivo
que se trata es de reconocer rasgos textuales con ayuda de esos conc~ptos.
de historia imaginada de una nación está inscrito en imágenes que evocan la

316 317
de un arte que tiene una dimensión semántica y que utiliza
raturas pertenecientes a dla se trata en concreto, Pero, por mas ,
urales para una comunlCaclOn " de caracter
' est't'
e ICO,
lado, no parece posible unir mediante esa función todo lo queun lengua S nat <. ' .. f'
historia de la lIteratura misma es en gran parte un eno-
escribe y lee en una comunidad y, por otro lado, la internacion:~
La . 1
'ntercultural obJ'etivo y subjetivo y precIsamente o es en
meno l , , d l' , 1
lidad de la literatura no es tampoco precisamente comprensible la medida en que la literatura y el hIstonado~ e Iteratura o
mediante esa determinación funcional, Por tanto, ¿tiene sentido son, Porque, por un lado, no es exagerado afirmar que ~ode ..
clasificar la producción literaria mundial con ayuda de diého i ;"
s hablar de inter culturalidad literaria desde que hay h tera-
concepto tan abierto? Presuntamente no es este el caso, No pa- :~~s y contactos interculturales y, por ~tro la~o, ~abemos que
rece, en cualquier caso, que se haya ganado apenas algo, y qui- la historia de la literatura tiene una dImenslOn mtercult.ural
zás incluso se pierde algo, cuando se sustituye el concepto de desde sus comienzos en la Antigüedad, tal y como s~ ~a Slem-
literatura nacional por el de litera tu re ofan imagined comm 1mity cuando el observador pertenece a una cultura dIstmta a la
pre '1' . h' "
(literatura de una comunidad imaginada), ¿No sería lo más indi- del objeto de su observación, Pero la teona , lteran~ Istonca
cado partir de la realidad cultural de la comunidad literaria de es resultado de la toma de conciencia de la dIferenCIa cultural:
comunicación correspondiente? Porque de esta manera se abri- en el siglo XVIII se descubrió en Europa que,las culturas so~
rían perspectivas interpFetativas relacionales, que tienen como diferentes según espacio y tiempo. Desde el sl~lo XIX se c~nsl­
objetivo la comprensión misma de la literatura, dera que las culturas están condicionadas sOClalmente. En la
Lo dicho implica: 1) internacionalidad de la literatura presu- misma época emerge un pensamiento político que alcanz~ su
pone nacionalidad de la literatura; 2) internacionalidad de la li- momento álgido en el siglo XX y que une las cult,ur~s, a la Idea
teratura presupone interconexión en red; 3) interconexión en del pueblo autóctono, que se define unas veces hIston~~mente
red depende respectivamente de personas, medios de comunica- y otras étnicamente, Y que ~dopta l~ forma de la, naClOn e~ el
ción e instituciones como instancias intermediarias; 4) interco- Estado moderno. Pero si eXIsten vanas culturas, mdependIen-
nexión en red es con ello más que un simple problema literario; temente de si pertenecen o no a la misma tradición, pued~n
representa un problema intercultural. darse entre ellas relaciones interculturales sincrónicas o ~Ia­
Por ello, propongo entender por literatura nacional un con- crónicas, Esto origina por una parte el historicismo romántlco
cepto clasificador que vincula las literaturas particulares (o litera- y por otra, la exigencia de intercambio intercultural, como la
29
turas propias), partiendo de sus rasgos constitutivos como clite- defendía, por ejemplo, Madame de Stael.
rios diferenciadores elementales, al concepto de cultura,27 a través El concepto de interculturalidad (como otros conceptos ~m­
del concepto de obra de arte lingüística, y esto quiere decir tam- parentados) presupone una comprensión de cultura: PartIen-
bién a través de los conceptos de lengua y de comunicación. La do de E. Cassirer, según el cual los seres humanos vIve~ en, l~
internacionalidad literaria sería con ello un caso de interculturali- cultura como en un «Welt der Bedeutungen (mundo de sIgrufI-
dad28 y, sin duda, un caso especial: por un lado, debido a que la cados» >,30 y apoyado en la sociología del conocimiento y en la
historia de la literatura puede seguirse a lo largo de mucho tiem- teoría de la comunicación, propongo definir cultura como ,un
po y, por otro, porque la literatura (como también el cine) perte- sistema socio-semántico, que se distingue en primer térmmo
nece a aquellas producciones culturales que se pueden transferir de sistemas equivalentes por la diferenciación del código, Se
relativamente de manera fácil. Por lo demás, plantean los proble- trata, sobre todo, de una diferenciación lingüística, al menos
en las sociedades desarrolladas conocidas, Sin embargo, t~nt?
continuidad histórica y la unidad social, La literatura nacional proporciona, en
las preguntas centrales sobre la génesis sociocultural, de1ll1.~I­
términos principalmente ficcionales, la tradición cultural que es compartida viduo como sobre la génesis individual de la cultura SIguen sm
idealmente por todos los miembros de la comunidad imaginada)>>,
27, Para Gellner, Natiol1S, p. 37, por el conh'ario, cultura es ,'a necessary sha' -;;~~éase Schoning, «Einleitung», en SchoJÚng, Seemann (eds.), Madame.
red medium (un medio compartido necesario)" en la construcción de nación.
28. Véase sobre esta cuestión Schoning, «Notion». 30. Logik, p, 75.

319
318
· . '

respuestaY Sea como sea, el papel mediador del lenguaje en persona o grupo importante de la cultura de lle~a~a recibe una
todas sus formas de aparición, parece ser esencial en este senti- obra literaria de la cultura de partida en lengua ongrnal. Se puede
do. Por lo tanto, una cultura es puesta en práctica por una co- pensar, por ejemplo, en la francofonía en el pasado y en el presen-
munidad lingüística y de vida, que es suficient~mente homogé- te o en la filología de lenguas extranjeras. En todos estos casos de
nea y suficientemente diferente de otras y que no necesita relación directa se trata de una especie de participación en la cul-
traducciones para que sus miembros se entiendan entre ellos .. tura ajena, que puede ejercer influencia en la cultura de llegada y
Esta comunidad es llamada sociedad cuando se habla de su es- también en su literatura. Cuando, por el contrario, se trata de la
lado en un momento histórico dado. De todas formas, se puede recepción en form a de una traducción, hay que hablar de comu-
participar en cierto grado de ella, sin ser miembro, mediante la nicación literaria indirecta, ya que la traducción literaria repre-
dominación de su código y el conocimiento de sus discursos. senta un acto de transformación entre dos lenguas literarias que
Por ello es posible pensar en pertenencias dobles. 32 es realizado por un intermediario. 34
Existe Interculturalidad literaria cuando se da una transfe- Ejemplos de una relación diacrónica de culturas habría en el
rencia literaria o un contacto literario entre culturas, cuyas Humanismo europeo o en el redescubrimiento de la Edad Me-
diferencias se muestran, P,Rr un lado, en el u so de códigos de dia en la época del Romanticismo. Por el contrario, los centros
comunicación distintos y en la diferenciación de sus discursos y, culturales como Sicilia, Toledo, Praga, Trieste o Hollywood, así
por otro lado, son el resultado de una distancia temporal, espa- como la novela magrebí o caribeña en lengua francesa o la re-
cial o social. Las culturas construyen de esta forma unidades, cepción internacional de Walter Scott representan casos diver-
que se pueden describir como horizontes más o menos separa- sos de sincronía. Actualmente parece como si el significado del
dos unos de otros en el espacio, en el tiempo y socialmente, y que aspecto sincrónico fuera cada vez mayor en un mundo que, des-
se caracterizan por una diferencia de sus códigos y discursos. de el punto de vista comunicativo, es cada vez más pequeño, y la
Cuando hay una coincidencia en el espacio, tiene que haber investigación intercultural de la literatura tiene esta circunstan-
una distancia temporal para argumentar la diferencia lingüísti- cia en cuenta, muy probablemente está inspirada también por
ca, mientras una distancia temporal mínima es suficiente en el ella. Sin embargo, con el nouveau roman se pone en evidencia
caso de que la diferencia lingüística se deba a la distancia espa- cómo se pueden entrecruzar en realidad el aspecto sincró.nico'y
cial. La diferencia lingüística puede corresponderse también, sin el diacrónico: aunque sea parte integrante esencial de la hlstona
embargo, con una distancia sociaP3 de la literatura francesa, tiene como condición previa los expe-
Relaciones literarias interculturales las hay no sólo diacróni- rimentos narrativos de un Faulkner, un Kafka o un Joyce. Al
cas y sincrónicas, sino también directas e indirectas. Se puede mismo tiempo tuvo éxito internacional e influyó, sobre todo, en
hablar de una relación directa entre dos culturas, cuando una la novela nueva de los años sesenta y setenta en Latinoamérica.
Por tanto, existe en este caso sincronía y diacronía, y además en
31. Los conceptos de campo y, sobre todo, de habitus de Bourdieu represen- un contexto tanto nacional como internacional. La existencia de
tan un constructo epistemológico intermediario cuya peculiaridad sociológica esos dos contextos, que son importantes en igual medida para la
se corresponde con la primacía de lo social. Los centros de disciplinas biocien- producción y para la r ecepción, parece ser una característica de
tíficas ofrecen nuevos conocimientos a los que parece concederse cada vez mayor
validez tras la experienci a con los esfu erzos de las ciencias sociales, los cuales la literatura moderna que nadie menosprecia.
se orientan a una modificación de su objeto de investigación establecida pre- Los siguientes tipos de transferencia intercultural de litera-
científi camente y de tipo práctico o se ocupan de éste sólo teóricamente. tura son importantes: 1) transferencia entre culturas que están
32. Las culturas crean identidades en el contacto con y contra y ofrecen la más separadas espacialmente que temporalmente (por ejemplo:
posibilidad de la identificación. En ello juega un papel importante la literatura.
Sin embargo, se puede ser a la vez francés, alsaciano y judío, y al mismo tiempo la recepción de una novela sudamericana contemporánea en
participar en la cultura alemana y estudiar la cultura de la Antigüedad griega.
33. Aunque ésta puede presentar también como, por ejemplo, en el caso del 34. Fra nk, Turk, Obersetzu ng.
latín m edieval , varias dimensiones lingüísticas y espaciales.

321
320
· Francia); 2) la transferencia entre culturas que '1 ' se les puede añadir otros como: parentesco cultural (por ejem-
tadas temporalmente (por ejemplo: la recepció~o/ esté]Xi apar- plo: el de las culturas románicas) o similitudes culturales, para-
de e hrétien de Troyes en la Francia di ' 'l· e una novela lelismos, e incluso homologías (que se muestran en casos parti-
t f -" eSlgoXIXOXX)'3)1
rans el encla entre culturas cIue está!l sepal"
, e a d as t anto es,- ' a1
culares como, por ejemplo, en las culturas europeas), mientras
com? temporalmente (por ejemplo: la recepción de la e paCla la unión cultural (por ejemplo, la que se da en Italia desde el
de G~lgamesh en la Alemania del siglo XIX o del xx), 4) 1 pope~a , siglo XIX) produce una nueva cultura,
renCIa Si los horizontes culturales se pueden caracterizar por la dife-
t ( entre, culturas,
1 que están apart'ldas
e
soc', l ' _a transte-
Id mente una --d
o ras por eJemp o: las relaciones de intercambio lI't " _' s e rencia de su s códigos y discursos Y si el intercambio entre hori-·
culturas d' 1 ul · erano entre zontes culturales es un problema de ese mismo código y de los
f ,~e , leva es y c turas de lenguas vernáculas)' 5) 1 t
erenc~~ mdlrecta entre culturas que se efectúa por :Ued~ ~ans- 36
discursos, entonces el análisis del discurs0 representa un méto-
r~c~fCl~n ,~na de o varias transferencias anteriores (por e' e la do para la comprensión de las culturas Y sus relaciones de inter-
p o, a reCe?ClOn de una novela inglesa en la Alemani . J~m­ cambio, El constructo del hOlizonte cultural ha de concebirse de
XVIII a traves de las traducciones fTancesas), a del SIglo forma estructurada: la base material de la comunidad de vida y
Las culturas entre las que"'existe transferencia o co t . lingüística es, visto de forma ideal, una comunidad de discurso,
den estar en relación de la siguiente torrna unas con otras' n acto pue-
pued Los discursos están formados temáticamente Y en referencia al
representar grandes esp~cios culturales (por ejemplo: l~ cult en ámbito vital-por ejemplo: científico-naturales, m édicos, socio-
~ur~pea) re~~so (po: ejemplo: las relaciones culturales e:r~: lógicos, políticos, jurídicos- Y efectuados en distintos tipos de
realización, por ejemplo: científica, periodística, privada o artísti-
mopa
que s " y Amenca), En una comunidad sincrónl' ca d
e cu1turas
on mas o menos mdependientes políticam ente pued ' ca, Distintos horizontes culturales no tienen por qué mostrar los
caer en una cultura el papel de la cultura domina~te lo e rei a mismos contenidos Yórdenes, Hay homologías Ydiferencias tan-
pulede llevar hasta la hegemonía cultural (por eJ'empl; la dcul to temporales como sustanciales, funcionales Yestructurales,37
cu tura frances, a en 1a I~:<.uropa d e los siglos XVII y XVIII), También e a Es importante partir de aquí, por que, aparte de los presu-
puede puestos materiales, el intercambio intercultural (como por cier-
(é t expandIrse ' una cultura sometiendo a otr-a !) 01 1't'lcamente
s e es, por ejemplo, el caso en el colonialismo antiguo y d to también el intracultural) sólo es imaginable como intercam-
no) , Para caracterizar las diferentes formas de las relaci mo ~r­ bio discursivo que, por supuesto, puede unir tipos de realización
tercultura~es y los tipos de cultura correspondientes, pu~~:s ~~~ distintos Y concernir tanto a formaciones discursivas diferentes
blarse, anál. ogamente a los fenómenos histórico-lingüI'stI' . como homólogas, Esto significa que el contacto intercultural Y
os
l P acompañ d .' d .
an, e, a strato, sustrato y superestrato cultural 35 cos que la transferencia intercultural de referencias temáticas diferentes
_' ero se deben tener en cuenta también fenómenos del si ui~n­ son posibles tanto mediante las publicaciones científicas Y pe-
te tIpO: el de la emancipación cultural (por ejemplo: la ~e las riodísticas como mediante una novela.
c~lturas e;lropeas después del siglo XVIII respecto del poder re- En tanto en cuanto se basa en las diferencias lingüístico-lite-
v~o frances), el de la disociación cultural (por ejemplo' l~ d rarias, la interculturalidad en el ámbito de la literatura es un
EE,UU, de Inglaterra), el de la asociación cultural (por ej~m lo~
la qu) se prod~ce con las literaturas seguidoras de modelos ~n~ 36, Utilizo el término «discurso» porque abarca la relación histórica de tema,
pensamiento, lengua y habla como decible Y pensable, y el término «análisis»
ces~~ o ei fen~m(eno comparable tipológicamente de la identifi- porque permite un acceso h eurístico a dicha relación, Con ello no se le imprime
caclO;l ~u tura como ocurre en las ideas originarias humanísti- a «discurso» un carácter de suceso ni se excluye su contextualización, pero sí
co-claslCas o en las romántico-medievales) " A est ,os f. /
enomenos que se legitima la parcialidad de este tipo de aproximación, que hace posible
una interpretación relacional hermenéutica _ también con la inclusión de los
presupuestos sociales,
35, El, caso interesante de una romamzaClón
termann " lo representa Galliern de Bo- 37, Sobre la problemática véanse las importantes reflexiones en Werner,
«Asymmetrien» ,

323
322
caso especial de comunicación literaria. Tanto si se recibe la obra
original como una traducción; es. conveniehte recordar la fór- e hay una ganancia y una pérdida y en el horizonte cultural de
mula: Quidquid recipitur, recipitur ad mbdilm recipientis .38 Por pr
Ile ada, a cuya construcclOn. , contn.b uye, se convierte
.,. en
. otro.
.
ello es importante que aquel que analiza las relaciones intercul_ Pe;o de esta relación resulta claramente u~a dma~llc::~s~:~;~
turales sea consciente del hecho de que también' él pertenece a Ha de subrayarse que el concepto de la mtercu tur a. .fi
un horizonte cultural, sea éste uno de los analizados o un terce- un campo de investigación; no describe un método. Est~ slgm -
ro. Lo que es evidente es que él, como historiador, necesita for- ca que la investigación intercult:lral e.n el ámbito de la htera~~ra
zosa y necesariamente una distancia temporal respecto a las re- e a los métodos teórico-lIteranos ya probados y pue d y
laciones literarias interculturales que quiere comprender. Al recurrintegrarlos en su concepto, en tan t o en cuanto no ,
debe haya
. e-
pensar en los condicionamientos de su comprensión, crea una sarrollado su propio m étodo. Entre los métodos que est~n on.en-
distancia hermenéutica, es decir, el horizonte cultural conside- tados haCIa . ac1arar elslgm
· ·ficado de las obras de . arte
. hteranas,
rado se convierte en otro horizonte. La teoría literaria henne- el método sociológico sigue siendo en general hmItado y esto es
néutica, que considera la semántica histórica como fundamento sí por un lado, porque encuentra las preguntas y respues t as
de la investigación histórico-literaria, se muestra contra todo aól~ en el horizonte de producción de la obr~
de arte y, por otr~
relativismo subjetivo y contrll"toda arbitrariedad de significado. ~ do porque sólo llega a una sociología de la hteratu~a com~ara
De h echo, el pensamiento de la alteridad presupone a la vez t~va ~ pone los resultados de la investigación en vanos h?nzon-
una relación en el todo común, de 10 contrario lo otro no sería tes ¿ulturales en relación unos con otros. Por el contrano, u~a
comprensible en absoluto. Si se reconoce en la distancia herme- teoría literaria intercultural que más allá de e~o. se apoya e~o~
néutica una diferencia hermenéutica, entonces lo establecido antropología puede considerar las literaturas aJo sus aSd~e ,
como diferente en el otro pasa a convertirse en ajeno. La actitud . al es, bajO o.sus
multi- o interculturales y umvers " aspectos lacro-
tiene
respecto al otro puede ser tanto reflexiva como ingenua. El re- nicos y sincrónicos. Ya que si el método soclOlogl.CO, que ro
ceptor ingenuo encuentra, cuando observa 10 otro, de nuevo sólo en absoluto que partir forzosamente de la identlda~ de ~s con-
10 que conoce por propia visión; el receptor reflexivo, sin embar- ce tos de nación y sociedad, es apropiado para. ac arar o q~e
go, tiene un concepto del otro y descubre en él cosas comunes y P, d ·· do socialmente 39 es decir, las vanables en la hlS-
ajenas. Existe, por tanto, 10 ajeno objetivamente y subjetivamen_ esta con IClOna " d 1 ntropo-
toria de la literatura mundial, un metodo apoya o en a ~ ,
te en sujección temporal. En la obra de arte literaria 10 ajeno
puede ser de tipo material, moral, lingüístico o estético. logía puede aclarar lo que está c~ndicionado a~:~~~~;;~~:~~~
te es decir las constantes de la lIteratura mun la .
métodos n~ se excluyen sino que se complementan, e~act~~en­
Pero antes - y, sobre todo, en la época del universalismo-
pocas veces había un interés real por las diferencias culturales.
te igual que la universalidad en el arte no excluye su hlstoncldad
Hay que señalar que en Europa desde el siglo XVIII se ha produ-
cido un cambio constante en este sentido, de tal forma que la
observación de las otras culturas finalmente produce un concep-
- _.....
°rr
39, Al sociólogo P. dB
mo o el
dieu d b 1 ' rito de haber superado el misticis-
~:Io: e:;li:~vos tanto individualistas como so-
' l'ento relacional y consecuente-
to del otro y con ello ha originado la idea de alteridad. Desde ' mecamClsmo
b fi' o edel
os mode
mo 1o d e conOClm
ciológlcos en ene. Cl ' 1 de haber demostrado Gon sus
entonces el reconocimiento y elaboración de lo ajeno representa mente histórico de I~ t~ona de ó::~!:o'r;;ducción literaria está unida a pre-
un problema que se incrementa con la distancia espacial y tem- colaboradores de forma ejemplar c
'al
P bl si no podrán h acer su entrada
cretas Parece cuestiona e , al
poral. Sin embargo, ninguna transferencia es un proceso neu- supuestos SOCl es con , d' . I h' ótesis de homologías funclOn es y
sociologismos viejo~ o nuevos me ~::e~áf:as económicas -casi por la puerta
tral, todo 10 contrario: cambia su objeto de tal manera que siem- estructurales o medIante una sene , , dhieren actualmente a Bourdieu,
' M h t bajos teórico- lIteranos se a
de atras, uc os ra " ólo a una adopción del concepto de campo
lo cual, sin embargo, se hmlta adhvec.,~s s do no se trata de una simple m oda,
38, Si la fórmula tiene que valer como máxima histórica, no tiene sentido al d ' I oluntad de a eSlon - cuan d
comprenderla de modo subjetivo, se trata mucho más de reconocer en modus señ an o aSl a v . l' eración propuesta por Bour ieu,
el condicionamiento histórico del proceso de recepción, Pero esto no se corresponde con a coop t» no se utilizan aquí en el sentido
40, Los conceptos «vanable» y «constan e . _.'
de una oposición absoluta o universal, S1110 de forma lelatlva,
324
325
" te cultural de partida, del objeto proc~-
ral se ocupa del ~onzon d 1 canal de la transferencia, del hon-
y, por tanto, han de entenderse ambas tanto por sí mismas como dente de ese honzo~te: e ob' eto en ese horizonte. Dentro de
en sus relaciones entre ellas. . del
zonte cultural de llegada Y ¿ida de llegada, que se pueden
En el centro de la investigación sobre interculturalidad está los horizontes culturales de pa Y s en el sentido de Bour-
., . l ' .' , mente como campo
el concepto de transferencia; ya que la conexiónintercultural en descnblr SOClO oglca . eden comprender en su
red o la internacionalidad literaria se realizan mediante la trans- dieu en su autonomía r~latIVla y se pu s los grupos y las insti-
ferencia. Pero, ¿qué es lo que se debe entender por transferencia' dinámica,44 h ay que analIzar a.s persona ,
. l' d s o concermdas.
intercultural? La composición misma de la palabra insinúa la tuciones lmp!Ca a f ' deben explicarse las cues-
superación de una frontera, que en el ámbito cultural marca lo Respecto al objeto de la t~ans -erencdla la posición en el discurso
.a al dlscurso Y e d 1
que está separado espacial, temporal o socialmente. 41 Mientras tiones de la pertenenCl l . _ d partida como para el e a.
' te de la cu tUl a e 1
los contactos culturales no tienen por qué tener o llevar necesa- tanto para elhonzon ·1 pecto material como e
. . d uenta tanto e as
riamente a resultados, que son difíciles d e reconocer y de definir, de llegada, temen o en c" d los hallazgos conduce a preguntas
las transferencias culturales se diferencian de los simples con- 'd 1'"
1 eo OglCO.
LacomparaclOn 1 e d . buscar una respuesta.
tactos en que son más concretas y muestran un objeto de trans- . '
preclsas a rmz e d' las cua es se pue f e ' .uegan u n papel a mves-
.
ferencia. 42 La interculturalidad se convierte, en este sentido, en Respecto al canal de l~ t~ans t::n~~a {engua e imagen) y, por
un rasgo textual y juega como tal un papel cuando la interpreta- tigar, por una pm-te, el COdlgO ( e~ódico, revista , libro).45 Por
ción tiene como objetivo comprender cómo y por qué un texto, otra, el medio (persona, cart,a, ~ ata de una traducción46 o no.
así, tal y como se presenta en forma y contenido, ha podido apa- ello ha de tenerse en cu~nta.sl s~ r " mplicados o concernidos
recer y producir efecto. Las personas, grupoS e mstltuClones 1
El siguiente modelo propuesto de análisis de la transferencia ,-- --.- -- ' 1 ' clusión de un tercer-1lonzo '- nte mediador se
literaria reduce la frecuente complejidad de las interconexiones ampliaciones como, por ejemplo, ~lm delo se orienta, tal y como se reconoce
pueden concebir sin problemas, E mo , ación integra el concepto de la trans-
culturales para el propósito del análisis a una perspectiva bilate- umc
fa'cilmente , al modelo' d básico de la codrr: , s y' de análisis de la traducción, tal
ral. 43Según este modelo el estudio de la transferencia intercultu- lítico- IScurSIVO
ferencia así como meto os ana d 1 ráctica en el Centro espeCIal e mves 19a-
, d' t'
corno fue desarrollado y lleva , ~ a ,a P, 'QIn árese los tomos de la colecClón
41. Por tanto, prefiero reservar el concepto de transferencia para los proce-
~ión 309 de Gotinga La traduc:wn ltleraÚb~~et:ungsforschung»), Agradezco,las
Gottinger Beitrage zur In ternatJOnalen K t Mueller-Vollmer, Véase tambIén,
sos interculturales, que han de distinguirse de los procesos de mediación in-
: ugerencias sobre el análisis del dIsc;:;S°l: ~~llmer Irrnscher (eds,), Translating
traculturales, puesto que las m ediaciones intraculturales conllevan visiblemen- , l1tO a su estudio «Gn Ger.maflY» ' ue er- hi? ' Véase también Fohrmann,
te otros problemas, Sobre el concepto de frontera: Jordan, «Grenzen»: Wolfgang JU II Ubersetzen-Wo n, »,
Schmale, «Das Wahrnehmungsmuster "Grenze" in franzosischen Blicken auf Literatures, Mueller-Vo mer, ", o Nennen (ed.) Diskurs,
Mu '·lleI' (eds) Diskurstheone, aSI com , l ' I'CO liter ario como muestra,
"Deutschland" » , en Hopel (ed,), Deutschlandbilder, pp, 173-182; Roberto Sima- ., . ' d 1 axioma SOCIO og - f
44, p, Bourdieu ha precIsa o e , 'entos articulares y, por ello, no tran~ e-
nowski, «Einleitung: Zum Problem kultureller Grenzziehung», en Turk, Schul-
sobre todo, el estudio de los acont~:~~ediad¿s del siglo XIX, Véase BourdlCu,
ze, Simanowski (eds,), Kulturelle Grenzziehungen, pp, 8-60,
ribles sin reservas, en la ~rancJa Feld Aunque siguen abiertas las pregun-
42, Parece necesario que en el caso del objeto de la transferencia se trate de un
"Conditions» y Regles, aSl como JUlt, 'veniente aplicación a otras relacIo-
elemento cultural concreto de relevancia suficiente, que se manifiesta en el hori-
zonte cultural receptor, En este sentido es interesante la diferenciación propuesta tas Sobre la posible , l'
transfenbIhdad y la con t a cuestión de la posible transfe-
'mo para nues r " I
nes literarias partrcu ares, aSl co ,1" 'laciones literarias JI1ternacJOna es,
por W, Schmale, «Einleitung: Das Konzept "Kulturtransfer" und das 16, Jahrhun- as
ribilidad y aplicación conve:~J1ente/ B r~, eu a la investigación de la transfe-
dert. Einige theoretische Grundlagen», en Schmale (ed,), Kulturtransfer, pp, 41-
tendemos a unir el planteamlento e t o~~o Ide campoS globales al menos para
61: «En consecuencia, transferencia cultural significa la transferencia de estruc-
tu remas y culturemas entre culturas definidas semióticamente» (p, 47), rencia, es decj¡~ a presci~~r del,~o~s ~~n embargo, existe la aceptación de qu~
nuestro espacio tempora e ana ~~" se, " wncia de la globalizacI6n eXIgen e
43, El modelo quiere simplemente hacer patente la problemática del análisis estudios que tienen que ver con a con .,. . ,
de la transferencia literaria y trazar el marco categorial determinado por el esta-
constructo de campos globales, , da " "so particular ampliar y diferenClar
do de la investigación correspondiente, El modelo se basa en una concepción de 45 , Aquí es posible y necesano en ca A

la historia de la literahlra como parte de una historia general, e intenta unir ' nte (hasta Internet), ,
categorías ideales y materiales de la historia de la literatura al considerar la me- más d eta11a d ame " Schóni' lg "PramISSen;},
46. Sobre la problemátIca vease ' ,
diación entre literatura y realidad institucionalmente, incluyendo sus condicio-
n es lingüísticas, Estructura un proceso de transferencia bilateral, para el cual las 327

326
l':
tanto del lado de partida como de! de llegada pueden conc b' l'
de , .. ' . ense !.I
e lorma mas preCIsa medIante los Ccill<::eptos de Pym . '
,.
e 47 El . . . . reseau y cos con todos y con todo (como, por ejemplo, en sociedades com-
regz:n . concepto réseau plantea la pregunta sobre el cont t plejas y heterogéneas culturalmente). Por consiguiente, las iden-
so cal l" 'fi
1 y su re aClOn espeCI ca con e! otro horizonte corres
exo
d' . l' d . . pon- tidades culturales pueden ser regionales o específicas de un gru-
Iente Imp ~ca o en la transferencIa, así como cón e! objeto de la po o de un estrato, de tal forma que las sociedades se asemejan a
~ransferencIa, con e! canal y con el discurso. El concepto ré .' mosaicos culturales y la cuestión de la cohesión cultural de una
I~terroga sobr~, objetiv?s implícitos y explícitos de la transf:::~ sociedad se plantea como pregunta sobre la intersección cultu-
CIa. Por extenSlOn, graCIas a estos análisis se pueden descubrir los ral. Sin embargo, parece discutible si tiene sentido hablar de
fundamentos para las modificaciones de! objeto detenninadas por una cultura sin un concepto de sustancia diferenciadora.
la transferencia, como las que pueden estar condicionadas por el No toda comunidad multicultural es una comunidad de co-
canal o por e! contexto cultural de llegada. 48 Además se pll d municación y vida y en comunidades multiculturales, por ejem-
bl 1 din' . , e en
est~, ecer a. amIca del proceso de transferencia y de la modifi- plo, que se han desarrollado de tal forma que se pueden consta-
caClOn del objeto: ¿se .trata más bien de una dinámica de partida, tar, como indica M. Espagne, imbrications o métissages culturels, 49
de una de transf~rencIa o d~o una de entrada? La interpretación de el concepto de la frontera no tiene ya sentido}, en consecuencia,
esto~ halla~gos t~ene comol!(jbjetivo, en último tém1ino, mostrar tampoco e! concepto de la transferencia. 50 Este es e! caso de la
las lmeas dire~tnces de la transferencia en el marco de los intere- hibridación cultural, aunque, sin embargo, e! hibridismo hacia
ses:, expectatIvas, requisitos y consecuencias dentro de los do
afuera puede convertirse en un rasgo creador de unidad, como
honzontes implicados y las líneas directrices de la transferenci; muestra el ejemplo de Malta.
en el marco de las. w~1~ciones del canal. Con ello aparece plantea- Además la multiculturalidad puede consistir sólo en conden-
do e! problema hlstoncamente importante de las culturas domi- saciones o en verdaderos centros dentro de una cultura (donde,
nantes y de los discursos dominantes y finalmente puede inferir- sin embargo, pueden funcionar como estaciones de relevo de
se, de los casos particulares, cuándo y bajo qué condiciones
transferencias), a no ser que a causa de superposiciones y entre-
generales se produce, en suma, una transferencia intercultural. cruzamientos culturales se formen nuevos contextos culturales,
El model~ de análisis se basa en la definición de trabajo desa- que pueden estar vinculados a lo local o tener un carácter trans-
rroll~da antenonnente de cultura y horizontes culturales como co- nacional, cuando no incluso global, y representar unidades su-
mUl1ldades de comunicación y vida, y excluye cuestiones como pranacionales. Junto al caso especial de la isla de Malta piénsese
las de los s~bsistemas culturales de tipo local o social y la de la en concentraciones o centros como Sicilia y Toledo en la Edad
h~terogen~Idad cultural, así como también el problema de las Media, Lyon en el siglo XVI, Praga y Trieste en el siglo XIX así
dIferentes Identidades culturales, ya que se trata en primer lugar
como Hollywood en el siglo xx. Además, puede pensarse en re-
d~ poder comprender transferencias y contactos entre culturas des como la Iglesia católica y las universidades desde la Edad
dIferentes. Esto presupone necesariamente la idea de la frontera
Media hasta hoy, o en La République mondiale des lettres de P.
y o~e la transg:esión de la frontera, que, por cierto, podría tam- Casanova y la llamada global village de nuestros días. En este
bIen desempenar un pape! ahí donde no todos se sienten idénti- ámbito han de tenerse en cuenta, además, personalidades que
pueden denominarse interculturales debido a sus actividades
. 47: Pym, In ternationalité y «Les Notions de "réseau" el "régime" en relations mediadoras entre culturas o que como, por ejemplo, Ramón Llull
lIttéralres mtematlOnales>:, en Association Noésis Ced.), L'Internationalité, pp. 5-18.
, 48. La umdad comu?lcauva de contenido y forma constitutiva para el signi- o Erasmo de Rotterdam, actúan entre centros culturales y redes.
ficado Xla ~nter~retaclOn de la obra de arte literaria se rompe mediante cada
o

r~cepclOn literana, la cual crea una nueva unidad comunicativa de forma y ~Introduction», en Espagne, lransferts, pp. 1-15. Para el concepto "Über-
slgmficado. De tal manera que la recepción tanto puede estar orientada parcial- schneidungssituationen» C«Situaciones de interferencia») véase Layes, Gundfor-
m ente unas veces m ás bien a la forma como otras más bien al contenido tal men, pp. 19-20. . ,
como se hace evidente en el caso de la traducción literaria. ' y 50. Para más información véase Udo Schómng «A propos de l analyse de
l'interculturalité littéraire», en Espagne Ced.), Russie.
328
329
den ser objeto de investigaciones Yrepre~entaci~nes:itóri~~~~
Sin embargo, me parece importante diferenciar centros y re- 4) Cuando los resultados de varios estudlos del tlpo e ~s es
dos en los tres puntos anteriores están fundamenta os con
des interculturales de simples lügares de encuentro o contactos
za número suficiente de ejemplos, se puede separar por com-
interculturales. Los encuentros y contactos interculturales son algo
así como la condición previa para los centros y redes intercultura_ ;~ración 10 general de lo particular en cada caso Y preguntar
les, que muestran en sí mismos una intensidad mayor de las rela-
por;~~~:~~e hay que señalar que los estudios de la ~ransfe­
ciones interculturales y sus consecuencias. Tanto si participanlUla renda de los c~ntros y redes interculturales pueden arr~Ja~nu~-
o más culturas de partida, las relaciones conducen en estos casos
a unidades culturales especiales de cierta estabilidad y de produc- luz 'sobre lo que, en suma, llamamos .«c,:lt~ra» . ~e ,~c o, ~
tividad cultural propia. Si se trata, además, de productividad lite- v:flexión intercultural en general en las dlsClplu:as clentlfi~o-c~l
raria se ve implicada la teoría literaria. Sirvan como ejemplos la :urales h a adquirido en las últimas décadas una lmporta:cl~ ca t~
cultura copta y la poesía mozárabe, especialmente las jarchas, o ma or ero, sin embargo, ha de constatarse que to aVIa .es
las literaturas francófonas fuera de Francia. ;::die~te ~na historia de la liter.atura int~rcul:ura~? ~~::a~~~~~
Si bien estos centros o redes son «lugar de producción y re- ria de los problemas de las relaclOnes de mtercam 10 1 .
cepción» de lo, literatura, también plantean de forma manifiesta
problemas y preguntas, cuya solución y respuesta están más allá
de las perspectivas literarias nacionales, pero también van más BibliografíaS 1
allá, al menos parcialmente, de las posibilidades de la investiga-
ción de la transferencia. Según el estudio sociobiográfico se tra- ALTER, P., Nationalismus, Do7~mente zur Geschichte und Gegenwart eines
ta de problemas y preguntas que muestran, en vista de la unidad Phiinomens, Mun.ich , Züneh, 19;4 .. Reflections on the Origin and
relativa y la autonomía de esos centros y redes, por un lado, as- ANDERSON, B., Imagme d Commum les.
pectos intraculturales y, por otro, extraculturales. Hay cuatro Spread of ~~~~;;Z:¡) ~~~~;~~t~:!~Íité littéraire. Actes Noésis JI.
perspectivas de trabajo que tienen esto en cuenta: 1) La perspec- ASSOCIATlON " ., P m Billere, Calaceite, 1988.
Textes recuetl/¡s p~ A~~~ku!tu; oder kulturelle Differenzen? Neue
tiva intracultural. Tiene como objetivo un análisis que contem- BACHMANN-MEDICK, ., ". u 1 " d Übersetzung in postkolonialer
pla las condiciones previas y la función, así como una descrip- Konzepte von WelthterahtUI un M diek (ed) Kultur als Text. Die
ción de la estructura, de los factores, de las mediaciones y Perspektive» en D. Bae mann- e " .¡:, F lJurt 1996
's'che Wende in der Literaturwissenscha,t, ran u , ,
resultados en un centro o red cultural a estudiar, con el objetivo anth ropo¡Ogl
también vigente aquí de entender cómo y por qué una obra lite- pp.?62-296. (' e Literature, A CriticalIntroduction, Oxford, 19~3.
raria puede surgir y surtir efecto, así, tal y como se presenta en BASSNETT,S., Com~ara IV d" 1 p ro blem del' empirischen KultUIwlS-
BAUSINGER, H., " Frr: m e ads b . h AkademiederWissensehaften
cuanto a forma y contenido. Esto incluye la tarea de profundizar h ft» enBerlm-Bran en urg¡.se e ft ) ( d)
sens~ . a ' . h Akademie der Wissenseha en e. ,
en los fenómenos interculturales como rasgos textuales. 2) La (antlguamente PreuP.,¡se e , 275-296.
perspectiva extracultural. Tiene como objetivo un análisis y des- Berichte und Abhandh:ng¡en, v~~ . . Ber~'s;~~~~~~ft und Praxis,
1;
cripción que tiene en cuenta las condiciones previas y la función BENEKE, J . (ed .), Inten<u tura!la In
de las relaciones concernientes a la literatura y constitutivas para Hildesheim, 2005" (J' und kollektive Identiti.i.t. Studien
los textos de un centro o red cultural con la (s) cultura(s) circun- BERDING, H. (ed.), NatlOdnaZeskBZe¡w¡u/sem Bewu(Jtseins in der Neuzeit,
zur Entwlcklung es o e ( lven
dantes, así como con otros centros y redes dentro y fuera de Frankfurt, 1994.
esa(s) cUltura(s), especialmente con las culturas que aparecen
en el centro o red a estudiar. En este caso puede jugar un papel la ----" , ,[ t lente se han recogido tftu"
51. La bibliografia no es exhaustIva; p~e er~~:;¡ colectivas se ha tomado el
investigación de la transferencia cuando hay transferencia lite- los de la literatura más reciente -y para as o
raria. 3) En tanto en cuanto todo centro cultural y toda red cul·· título del libro.
tural, con la literatura que le pertenece, tiene una historia, pue-
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