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LEGITIMACIÒN.

CONCEPTO.

Es la posición habilitante para formular la pretensión (legitimación activa) o


para que contra una persona se formule (legitimación pasiva), en
condiciones de ser examinada por el juez en cuanto el fondo y pueda
procederse a la estimación o desestimación de la pretensión misma que se
regula por normas procesales.

Es la facultad o derecho atribuido a una persona para reclamar alguna


cosa, cosa habiendo una especial relación entre el objeto afectado y la
persona que reclama activamente por el lado activo legítimo y la que es
receptora de dicha reclamación. Legítimo pasivo las partes implicadas en
un juicio como partes que actuaran por legitimación activa o pasiva, según
en qué lado se encuentren, dicho objeto afectado en sede judicial es
llamado Objeto Litigioso. Por lo tanto la legitimación debe ser acreditada
especialmente en cuanto al demandante se refiere.

Las personas que jurídicamente deben figurar como sujetos activo y pasivo
de la relación jurídica procesal en determinado proceso, en la doctrina a la
legitimación también se le conocen como legitimación en la causa o
legitimatio ad causam.

La legitimidad ad causam según couture, es la titularidad del derecho, es


decir una condición requerida para una sentencia favorable. La legitimación
es la que tiene toda parte material está íntimamente vinculada con la
capacidad de goce.

La legitimación ad causam puede ser:


ACTIVA: Es la facultad para iniciar un proceso, corresponde al demandante
o actor ya los que posteridad intervenga en su causa; se refiere a la aptitud
que permite al poseedor exigir el pago del título o transmitirlo válidamente a
otra persona.

PASIVA: Es la aptitud que permite al deudor quedar liberado de su


obligación, si paga al poseedor legitimado, aun cuando este no sea el titular
de derecho, se refiere a la situación de aquel sujeto de derecho en contra
del cual se quiere enderezar el proceso.
La legitimación está vinculada, en principio con la relación jurídico material;
de esa cuenta se puede afirmar que los sujetos de la relación jurídico
procesal deben ser los sujetos de la relación jurídico material.

Según se puede afirmar que si un sujeto posee capacidad jurídica procesal


(capacidad para ser parte) y capacidad de obrar procesal (capacidad
procesal), está en condiciones de incoar un proceso o de defenderse de él,
haciendo uso de su facultad de promover un proceso, y el demandado el de
usar la bilateralidad de la acción.

Prieto Castro recomienda salirse del proceso y buscar en la relación


jurídico material, quiénes son los sujetos que por su relación respecto del
mismo están facultados a ejercitar la pretensión y a defenderse como parte
activa y parte pasiva respectivamente, en principio, directamente vinculada
con la titularidad de la relación jurídico material.

En particular la legitimación derivada y la extraordinaria, cuando el que


incoa el proceso no afirme su titularidad de una obligación, sino porque
dicha titularidad la tiene uno solo de ellos o la otorga la ley.

La expresión legitimare, que significa, probar o justificar la verdad de una


cosa o la cualidad de una persona podemos recalcar que la legitimación es
el vínculo, motivo o nexo que une al actor con el demandado, debe de
entender de esta forma que el sujeto de derecho en relación con
determinado supuesto normativo que lo autoriza a adoptar determinada
conducta.

Es una autorización conferida por la ley, la aptitud o la capacidad para


exigir o para cumplir la obligación mencionada en el título.

Por medio de esta se pretende dar a sentido a aquellos supuestos en lo que


las leyes permiten que quien no es sujeto de una relación jurídica material
se convierta en parte del proceso, pidiendo la actuación del derecho
objetivo en un caso concreto.
CLASES DE LEGITIMACIÓN.

LEGITIMACIÓN ORDINARIA:

Corresponde al titular de la situación jurídica sustancial que se deduce en


juicio. Sólo él puede pedir y obtener la tutela jurídica demandada
(legitimación activa), frente a otro sujeto al que se afirma titular del deber u
obligación correlativos (legitimación pasiva).

LEGITIMACIÓN ORDINARIA:

Las partes que comparecen en el proceso afirmando el actor, que él y el


demandado son los sujetos originarios del derecho subjetivo y de la
obligación, aquellos respecto de los cuales nació inicialmente la relación
jurídica.

LEGITIMACION DERIVADA:

El actor afirmara que una de las partes o las dos comparecen en el proceso
siendo titular de un derecho subjetivo o de una obligación que
originariamente pertenecía a otra persona, habiéndosele transmitido de
modo singular o universal.

LEGITIMACION EXTRAORDINARIA:

La posición habilitante para formular la pretensión no la da la referencia


directa o indirecta a una relación jurídico material sino es atribuida por la ley
procesal.

NATURALEZA JURIDICA.

La doctrina se divide en dos grupos.

1. La legitimidad es un presupuesto procesal (de la acción o de la


demanda). El demandado puede no hacerle valer como excepción, en
todo caso el juez debe conocerlo de oficio.

En términos generales, se entiende por presupuesto procesal las


condiciones que se requieren para que la relación jurídica procesal
nazca, se desenvuelva y culmine con una sentencia de méritos. Su
ausencia produce un fallo inhibitorio que no hace tránsito a una cosa
juzgada. Los presupuestos procesales son los requisitos necesarios
para que pueda constituirse un proceso válido, o una relación procesal
válida.

2. La legitimación es un presupuesto de la pretensión para la


sentencia de fondo. La legitimación la que determina quién debe o
puede demandar y a quien se debe o se puede demandar, en
consecuencia es un presupuesto de la pretensión para la sentencia de
fondo, debe analizarse por el juez.

3. Consecuencia de su naturaleza jurídica. Afirma que la legitimación es


un presupuesto procesal o un presupuesto de la pretensión para la
sentencia de fondo, no es relevante. Por el contrario si afirmamos que
es un presupuesto de la pretensión para la sentencia de fondo deberá
analizarse por un juez.

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