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1.

LO FUNDAMENTAL
2. LA COMUNA

La comuna significa una sociedad alternativa.... un pequeño oasis en el desierto del


mundo. Entra cada vez más en armonía. Vive tu vida con devoción, alerta, dándote cuenta,
despierto. Permite que tu pequeño arroyo confluya con otros pequeños arroyos dentro de
un gran río, camino al océano.

Una sangha, una comuna, es la hermandad de todos aquellos discípulos y devotos que se
han reunido en torno a un Buda. Es la hermandad de las abejas que han llegado para el
florecimiento del Buda.

El Loto Blanco
p. 29

Cada Buda crea una comuna... La comuna significa su campo energético, la comuna
significa aquellas personas que se han unido a él, la comuna significa una sociedad
alternativa... un pequeño oasis en el desierto del mundo... en el cual la vida se vive con una
gestalt totalmente distinta, con una visión totalmente distinta, con una meta totalmente
distinta; un lugar donde la vida se vive con propósito y con significado, donde la vida se
vive con devoción, alerta, dándote cuenta, despierto; donde la vida no es meramente
accidental; donde la vida comienza a ser cada vez más un crecimiento hacia una
determinada dirección, hacia un determinado destino, donde la vida ya no es más un
despojo a la deriva.

El Libro de la Sabiduría
Vol. 2, p. 28
En la comuna de un Buda todos tienen individualidad, nadie tiene personalidad. Nadie es
egoísta, pero todos tienen su singularidad; cada uno contribuye con la comuna en su propio
y singular modo. Y todos son respetados por todos, más allá de la actividad que realizan;
existe un inmenso respeto por el individuo...

Hay poetas, pintores famosos, muy conocidos autores que han publicado mucho, y que
pueden estar haciendo zapatos o simplemente trabajando en el taller de carpintería o
realizando algún trabajo manual en el jardín, porque una cosa está absolutamente clara: que
no hay diferencia por tu trabajo, tu individualidad está intacta en todas partes. Tu trabajo no
te confiere una posición más alta, ni crea ninguna jerarquía. Cada uno trabaja a su manera,
con todo su corazón.

Yo Soy Eso
pp. 343-344

Un lugar donde ves a los principiantes, donde ves a la gente que ha ido un poco más allá
que los principiantes, a la gente que casi ha llegado a la mitad del viaje, a la gente que ha
ido más allá de la mitad, a la gente que está casi alcanzando la meta; y, por lo menos, a un
maestro que la ha alcanzado. Es un lugar donde puedes ver el espectro completo de las
etapas espirituales, donde puedes ver el viaje completo. Da coraje. Sabes que no te estás
moviendo en un callejón sin salida, que no te estás moviendo en la oscuridad, que no te
estás moviendo hacia cierto tipo de ilusión o alucinación, que tus esfuerzos traerán
resultados. Puedes ver los resultados por todos lados.

El Secreto
pp. 156-161

Y todo este experimento es para traer al mundo una especie de `buddhidad`. Esta
comunidad no es una comuna corriente, es un experimento para provocar a Dios...

Estoy intentando crear un espacio donde Dios pueda descender cada vez más. Esta
comunidad será una conexión. El mundo ha perdido la conexión. Dios ya no es más una
realidad. Por lo que a este siglo respecta, Nietzsche está en lo cierto al proclamar que Dios
está muerto. La conexión se ha quebrado...

La comuna es un experimento para crear el puente. Entra cada vez más en armonía. Junta
tus energías. Y recuerda: un arroyo pequeño no puede alcanzar el océano; se perderá en
algún lugar, se halla tan lejos... Se perderá en algún desierto, en alguna tierra yerma. Pero si
muchos arroyos pequeños confluyen en uno, se convierten en el Ganges. Entonces podrá
alcanzar el océano...

Los Sufis: El Pueblo del Sendero


Vol. 2, pp. 318-322
3. LA ILUMINACIÓN

Abandona toda ambición para ser el primero en iluminarte. No existe la iluminación


individual. todos los individuos son parte de la totalidad.

Buda llegó a las puertas del cielo. Por supuesto, la gente estaba allí esperando. Abrieron la
puerta, le dieron la bienvenida, pero él volvió su espalda a la puerta y miró al mundo
millones de almas en el mismo sendero, luchando en la desgracia, en la angustia,
esforzándose por llegar a estas puertas celestiales y a la felicidad suprema.

Un guardián de la puerta dijo: `Entra, por favor, hemos estado esperándote`.

Y Buda dijo: `Cómo puedo entrar, cuando otros no han llegado? No me parece el momento
adecuado. ¿Cómo puedo ingresar, cuando la totalidad aún no ha ingresado? Tendré que
esperar. Es como si mi mano hubiese alcanzado la puerta y mis pies no hubiesen llegado
aún. Tendré que esperar. Simplemente la mano no puede entrar sola`.

Se dice en esta hermosa historia que Buda todavía está esperando. Tiene que esperar nadie
es una isla, formamos un continente, estamos juntos. Puedo haber caminado algo más
adelante que ustedes, pero no puedo separarme. Y ahora lo sé profundamente, ahora no es
una historia para mí los estoy esperando. Ahora no es simplemente una parábola, ahora sé
que no existe la iluminación individual. Los individuos pueden caminar un poco más
adelante, eso es todo, pero permanecen unidos con la totalidad.

Tantra: La Comprensión Suprema


pp. 130-131
4. LA ENTREGA

Si quieres obtener el máximo beneficio de cualquier situación, tienes que estar totalmente
comprometido. Esto te dará la llave:

Bodhidharma se iluminó en la India y buscó un discípulo, pero no pudo hallar ninguno.


Entonces tuvo que ir a China... El tenía la llave. Estaba envejeciendo y no podía encontrar
un sucesor adecuado...

Durante nueve años esperó en una cueva, solamente esperó... mirando la pared. Estaba
creando una gran fuerza magnética. Estaba intentando llamar a aquél que sería capaz de
seguir adelante con su tradición. Y había dicho: `Cuando llegue la persona adecuada, sólo
entonces la enfrentaré. De no ser así, continuaré mirando mi pared`.

Entonces, un día llegó la persona adecuada. Se paró detrás de él... Este hombre, que había
llegado, no dijo nada. Sólo esperó, esperó pacientemente... y se encontraron dos silencios.
Y luego, al día siguiente, temprano por la mañana, el recién llegado cortó de raíz una de sus
manos, se la presentó a Bodhidharma y dijo: `Vuélvete hacia mí o lo próximo que cortaré
será mi cabeza!`

Bodhidharma se volvió inmediatamente. Tenía que volverse. Durante nueve años no había
mirado a nadie. Dijo: `Entonces, has venido... porque un discípulo es sólo aquel que está
dispuesto a entregar su cabeza.

Estos son relatos simbólicos. La mano significa: `Te doy mi acción a ti, úsame`. La mano
significa: `Estoy listo para convertirme en tu mensajero. Llevaré cualquier cosa que desees
llevar. Me darás cualquier cosa que hayas venido a darme`. La mano sencillamente
significa: `Mi acción, a partir de este momento, es tuya. No seré un hacedor por mi propia
cuenta. Ahora solamente haré lo que tú me digas. Esta es mi mano`.

No se trata de que haya realmente cortado su mano de raíz. Eso habría sido estúpido. Y
luego dijo: `Vuélvete hacia mí o cortaré mi cabeza!... ésto es entrega.

Bodhidharma se volvió, miró al interior de los ojos de este hombre, y la clave fue
transferida. No se habló una sola palabra, no era necesario. Se convirtió en el sucesor. El
Zen ha permanecido como una tradición viva.

La Sabiduría de las Arenas


Vol. 2, pp. 148-150
5. EL ACCIDENTE SUPREMO

Sé auténtico en tu búsqueda; haz todo lo que puedas por ella. Es la sed por conocer lo
original detrás del reflejo, lo que te hace digno del `accidente supremo`.

Chiyono iba de un monasterio a otro tomando sannyas, para hacerse monja. Pero aún los
grandes maestros la rechazaban, porque era tan hermosa... los monjes se habrían olvidado
de Dios y de todo. Entonces, no hallando ningún camino, ella quemó su rostro, llenó de
cicatrices toda su cara. Y entonces se acercó a un maestro. El no podía siquiera reconocer si
era un hombre o una mujer. Fue entonces aceptada como monja.

Ella estaba tan preparada. Su búsqueda era auténtica. Era digna del accidente, se lo había
ganado. Estudió, meditó durante treinta, cuarenta años continuamente. De pronto, una
noche ...

Estaba mirando la luna reflejada en el balde de agua que llevaba. Hasta los reflejos son
hermosos, porque reflejan la belleza absoluta. Un auténtico buscador puede ver que el
reflejo es tan bello, hay tal música en él, que de él surge el deseo de conocer la fuente.

Mientras caminaba iba mirando la luna llena que se reflejaba en el balde de agua.

De pronto, las tiras de bambú que sostenían el balde se rompieron y el balde se deshizo.

El agua se derramó, el reflejo de la luna desapareció y Chiyono se iluminó.

Luego escribió este poema:


Por este camino y por este otro
intenté mantener unido al balde,
esperando que el frágil bambú
nunca se rompiera.

Súbitamente el fondo se desprendió.


Ya no más agua,
ya no más la luna en el agua,
Sólo el vacío en mi mano.

La iluminación es como un accidente. Pero no me malentiendas, no estoy diciéndote que no


hagas nada para llegar a ella. Si no haces nada, ni siquiera el accidente sucederá. Sólo le
sucede a aquellos que han trabajado mucho para ella, pero nunca ocurre por lo que ellos
hacen, y nunca ocurre sin lo que ellos hacen. Todas tus meditaciones simplemente crearán
una propensión al accidente, una invitación, nada más que eso.

Prepárate para el accidente, para lo desconocido, dispuesto, aguardando, receptivo. Sin la


invitación el invitado nunca vendrá.

Sin Agua, Sin Luna


pp. 1-19
6. LA CODICIA

Date cuenta de tu mente y de su codicia y falta de confianza. Con el darse cuenta surge la
oportunidad para que la codicia se transforme.

Narada, el gran místico indio, se dirigía a ver a Dios. Tocando su veena, atravesó un bosque
y se encontró con un muy anciano sabio, sentado bajo un árbol.

El anciano sabio dijo: `Por favor, hazle a Dios una pregunta de mi parte. He estado
realizando todo tipo de esfuerzos durante tres vidas, ¿cuánto más es ahora necesario?
¿Cuándo tengrá lugar mi liberación?`

Narada rió y dijo: `Está bien`.

Prosiguiendo su camino halló debajo de otro árbol a un joven bailando y cantando con su
ektara. Bromeando Nadara le preguntó: `¿Querrías tú también hacerle alguna pregunta a
Dios?`

El joven no respondió. Continuó bailando como si no hubiera escuchado nada.

Después de unos pocos días Narada regresó. Le dijo al anciano: `Le pregunté a Dios. Dijo
que tres vidas más`.

El anciano estaba furioso. Arrojó su collar y sus escrituras. Dijo, `Esto es totalmente
injusto! Tres vidas más!`.
Narada caminó hacia el joven, que se hallaba nuevamente bailando y le dijo: `Aunque no lo
preguntaste, yo le pregunté a Dios acerca de ti. Pero ahora temo decírtelo o no. Habiendo
visto la ira del anciano comienzo a dudar`.

El joven no dijo nada; continuó bailando. Narada le dijo: `Cuando le pregunté, Dios dijo:
`Dile al joven que deberá nacer tantas veces como existen hojas en el árbol debajo del cual
él baila`.

Y el joven comenzó a bailar aún más extáticamente. Dijo: `¿Tan Rápido?` Hay tantos
árboles en el mundo y tantas hojas... ¿sólo ésto? Cuando veas a Dios la próxima vez,
agradécele`.

Y se cuenta que el joven fue liberado en ese preciso momento. Si la confianza es tan total,
el tiempo no es necesario. Si no existe la confianza, entonces ni siquiera tres vidas serán
suficientes. Y mi sensación es que el anciano debe aún hallarse por ahí todavía hoy.
Semejante mente no puede liberarse. Semejante mente es el infierno.

El Perfecto Maestro
Vol. 2, pp. 287-289
7. MÁS ALLÁ DE LA CODICIA

Lleva tu `darte cuenta` en una dirección positiva hacia la confianza de que todo lo que nos
es dado es totalmente bueno, y con esta confianza permítete a ti mismo danzar en gratitud.

Narada, el gran místico indio, se dirigía a ver a Dios. Tocando su veena, atravesó un bosque
y se encontró con un muy anciano sabio, sentado bajo un árbol.

El anciano sabio dijo: `Por favor, hazle a Dios una pregunta de mi parte. He estado
realizando todo tipo de esfuerzos durante tres vidas, ¿cuánto más es ahora necesario?
¿Cuándo tengrá lugar mi liberación?`

Narada rió y dijo: `Está bien`.

Prosiguiendo su camino halló debajo de otro árbol a un joven bailando y cantando con su
ektara. Bromeando Nadara le preguntó: `¿Querrías tú también hacerle alguna pregunta a
Dios?`

El joven no respondió. Continuó bailando como si no hubiera escuchado nada.

Después de unos pocos días Narada regresó. Le dijo al anciano: `Le pregunté a Dios. Dijo
que tres vidas más`.

El anciano estaba furioso. Arrojó su collar y sus escrituras. Dijo, `Esto es totalmente
injusto! Tres vidas más!`.
Narada caminó hacia el joven, que se hallaba nuevamente bailando y le dijo: `Aunque no lo
preguntaste, yo le pregunté a Dios acerca de ti. Pero ahora temo decírtelo o no. Habiendo
visto la ira del anciano comienzo a dudar`.

El joven no dijo nada; continuó bailando. Narada le dijo: `Cuando le pregunté, Dios dijo:
`Dile al joven que deberá nacer tantas veces como existen hojas en el árbol debajo del cual
él baila`.

Y el joven comenzó a bailar aún más extáticamente. Dijo: `¿Tan Rápido?` Hay tantos
árboles en el mundo y tantas hojas... ¿sólo ésto? Cuando veas a Dios la próxima vez,
agradécele`.

Y se cuenta que el joven fue liberado en ese preciso momento. Si la confianza es tan total,
el tiempo no es necesario. Si no existe la confianza, entonces ni siquiera tres vidas serán
suficientes. Y mi sensación es que el anciano debe aún hallarse por ahí todavía hoy.
Semejante mente no puede liberarse. Semejante mente es el infierno.

El Perfecto Maestro
Vol. 2, pp. 287-289
8. EL APRENDIZAJE

Permite que cada situación de tu vida te enseñe.

Cuando el gran místico sufi, Hasan, estaba muriendo, alguien le preguntó: `Hasan, ¿quién
fue tu maestro`? Hasan respondió: `tuve miles de maestros. Si sólo mencionara sus nombres
me llevaría meses, años, y ya es demasiado tarde. Pero ciertamente te hablaré sobre tres
maestros.

`Uno era un ladrón. Una vez me perdí en el desierto y cuando llegué a una aldea, era tarde y
todo estaba cerrado. Pero finalmente encontré a un hombre que estaba intentando hacer un
agujero en la pared de una casa. Le pregunté dónde podía pasar la noche y él dijo: `A esta
hora de la noche será difícil, pero puedes quedarte conmigo, si puedes quedarte con un
ladrón`. `Y el hombre era tan hermoso que me quedé un mes. y todas las noches él
acostumbraba decirme: "Ahora me voy a trabajar. Descansa y reza". Al regresar yo le
preguntaba: "¿Conseguiste algo?". El solía decir: " Esta noche, no. Pero mañana intentaré
nuevamente, si Dios quiere..." Nunca estaba desesperanzado, siempre estaba feliz. `Cuando,
durante años y años, medité y medité y nada sucedió, muchas veces hubo momentos en que
me sentí tan desesperado, tan desesperanzado, que pensé en terminar con todo este sin
sentido. Y súbitamente me acordaba del ladrón que decía cada noche: "Si Dios quiere,
mañana sucederá". `Y mi segundo maestro fue un perro. Me dirigía al río, sediento, y un
perro se acercó. También estaba sediento. Miró dentro del río, vio allí a otro perro su propia
imagen y se asustó. Ladró y se alejó corriendo, pero su sed era tan grande que volvió.
Finalmente, a pesar de su temor, simplemente saltó al agua y la imagen desapareció. Y supe
que había recibido un mensaje de Dios: uno debe saltar a pesar de todos los miedos. `Y el
tercer maestro fue un niño pequeño. Entré en un pueblo y un niño estaba llevando una vela
encendida. Iba a la mezquita para poner allí la vela. `Sólo en broma le pregunté al niño:
"¿Tú mismo has encendido la vela?". El dijo: "Si, señor". Y le pregunté: "Hubo un
momento en que la vela no estuvo encendida, luego hubo un momento en que la vela
estuvo encendida ¿puedes mostrarme la fuente de la cual surgió la luz? `Y el niño rió,
apagó la vela de un soplo, y dijo: "Ahora has visto cómo ha desaparecido la luz. ¿Dónde se
ha ido, dime? `Mi ego se hizo añicos, todo mi conocimiento se hizo añicos. Y en ese
momento sentí mi propia estupidez. Desde entonces he abandonado todos mis
conocimientos`.

Es verdad que no tuve ningún maestro. Eso no significa que no fui un discípulo acepté a
toda la existencia como mi Maestro. Mi aprendizaje fue un compromiso mayor que el tuyo.
Confié en las nubes, los árboles... Confié en la existencia como tal. No tuve Maestro porque
tuve millones de Maestros, aprendí de todas las fuentes posibles.

Ser un discípulo es una obligación en el camino. ¿Qué significa ser un discípulo? Significa
tener la capacidad para aprender, estar disponible para el aprendizaje, ser vulnerable a la
existencia. Con un maestro comienzas a prender cómo aprender... lentamente, lentamente
entras en armonía; y lentamente, lentamente ves el momento en que del mismo modo
estarás en armonía con la totalidad de la existencia.

El Maestro es una pileta de natación donde puedes aprender a nadar. Una vez que has
aprendido, todos los océanos serán tuyos.

El Secreto de los Secretos


Vol. 1, pp. 184-188
9. EL MAYOR DE LOS MILAGROS

Un recordatorio para no enredarse con fenómenos psíquicos, ataques de felicidad


suprema, milagros. No los tomes como indicaciones de que has llegado a ninguna parte.
No existe lugar alguno al cual llegar. Sólo sé como de costumbre y goza.

Se cuenta de Rinzai: Uno de sus discípulos se hallaba hablando con el discípulo de otro
Maestro religioso, el cual dijo: `Nuestro Maestro es un hombre de milagros. Puede hacer
cualquier cosa que desees. He visto muchos milagros que ha hecho, yo mismo he sido
testigo. ¿Qué es lo grandioso acerca de tu Maestro? ¿Qué milagros puede hacer?`

Y el discípulo de Rinzai dijo: `El mayor de los milagros que puede hacer mi Maestro es el
no hacer milagros`.

Medita sobre esto: `El mayor de los milagros que puede hacer mi Maestro es el no hacer
milagros`. Cuando comienzan a suceder los poderes milagrosos, sólo los débiles los
ejercerán. El más fuerte no los ejercerá, porque sabe que se trata de otra trampa.
Nuevamente el mundo intenta tirarlo hacia atrás.

Esta es la penúltima trampa. Si puedes evitar las energías psíquicas, silenciosamente, como
un testigo, si puedes pasar al lado de ellas sin ser atrapado, sin que te aprisionen, sólo
entonces llegarás a casa. Es un gran engaño.

Sufis: El Pueblo del Sendero


Vol. 1, pp. 287-288
10. EL VALOR

No intentes probar tu valor y reducirte a una mercadería. Recuerda, la mayor experiencia


de la vida se obtiene no por lo que haces, sino a través del amor, a través de la meditación.

Lao Tsé se hallaba viajando con sus discípulos, cuando llegaron a un bosque donde cientos
de leñadores estaban cortando árboles. El bosque entero había sido casi totalmente cortado,
salvo por un gran árbol, con miles de ramas. Era tan grande que diez mil personas podían
sentarse bajo su sombra.

Lao Tsé pidió a sus discípulos que fueran y preguntaran porqué este árbol no había sido
cortado. Fueron y preguntaron a los leñadores y ellos dijeron: `Este árbol no sirve para
nada. No se puede sacar nada de él porque cada una de las ramas está llena de nudos, nada
es recto. No se puede usar para combustible porque el humo es peligroso para la vista. Este
árbol no sirve para nada, por eso no lo hemos cortado`.

Los discípulos volvieron y le contaron a Lao Tsé. El rió y dijo: `Sean como este árbol. Si
son útiles, serán cortados y se convertirán en muebles para la casa de alguien. Si son
hermosos, serán vendidos en el mercado, se convertirán en una mercancía. Sean como este
árbol, no sirvan para nada... y entonces crecerán y llegarán a ser grandes y vastos, y miles
de personas hallarán sombra debajo de ustedes`.

Lao Tsé posee una lógica totalmente diferente a la tuya. Dice: Sé el último. Muévete en el
mundo como si no estuvieras. No seas competitivo, no intentes probar tu valor, no hay
necesidad. Permanece inútil y goza.
Tao: Los Tres Tesoros
Vol. 1, pp. 69-71

Medimos a la gente por su utilidad. Y no quiero decir que no hagamos nada útil, haz cosas
útiles, pero recuerda que la real y más grande experiencia de la vida y del éxtasis surge del
hacer lo inútil. Surge a través de la poesía, de la pintura, del amor, de la meditación. La
mayor alegría te colma sólo cuando eres capaz de hacer algo que no puede reducirse a una
mercadería. Es un movimiento hacia adentro, intrínseco, surge de la actividad.

Entonces, si te sientes inútil, no te preocupes. Usaré tu inutilidad también. Haré de ti un


inmenso árbol con frondoso follaje. Y la gente que realiza actividades útiles, ellos algunas
veces necesitarán descansar en tu sombra.

La Sabiduría de las Arenas


Vol. 2, pp. 308-309, 311-312
11. SER COMÚN

Simplemente ser común resulta un milagro. El no anhelar ser alguien es un milagro.


Permite que la naturaleza siga su curso, déjala.

Sucedió en una oportunidad que Bankei, un Maestro Zen, estaba trabajando en su jardín.
Llegó un buscador y le preguntó a Bankei: `Jardinero, ¿dónde está el Maestro? Bankei rió y
dijo: `Por esa puerta, adentro hallarás al Maestro`. Bankei entró por una puerta lateral y se
sentó en la única silla, en el centro del salón. Cuando el buscador se acostumbró a la
oscuridad y lo vió, le ordenó abandonar inmediatamente la silla del Maestro. Bankei se
sentó en el piso y dijo: `Ahora no hallarás al Maestro en la silla, porque yo soy el Maestro`.

Al hombre le resulto muy difícil ver que un gran Maestro pudiera ser tan común. Se fue... y
perdió.

Se hallaba Bankei un día, predicando tranquilamente a sus seguidores, cuando su prédica


fue interrumpida por un sacerdote de otra secta. Esta secta creía en el poder de los milagros.

El sacerdote se jactó de que el fundador de su religón podía pararse en una orilla del río con
un pincel en su mano y escribir un nombre sagrado sobre un pedazo de papel que sostenía
un asistente en la orilla opuesta del río. Luego preguntó: `¿Qué milagros puedes tú hacer?`.
Bankei respondió: `Sólo uno: cuando tengo hambre, como y cuando tengo sed, bebo`,

El milagro único, el milagro imposible, es simplemente ser común. El anhelo de la mente es


ser extraordinaria. El ego ansía reconocimiento. Y éste es un milagro cuando aceptas tu
nadiedad, cuando puedes ser simplemente tan común como cualquier otra persona, cuando
no pides reconocimiento, cuando puedes existir como si no estuvieras existiendo. El poder
nunca es espiritual. La gente que hace milagros no es espiritual en ningún sentido, sólo está
difundiendo la magia en nombre de la religión, lo cual es muy peligroso.

Tu mente dirá: `¿Qué tipo de milagro es éste, cuando estoy hambriento, como; cuando
estoy somnoliento, duermo`. Cuando no tienes hambre, cuando el estómago está lleno, la
mente dice: `Sigue comiendo, la comida es deliciosa`. Tu mente interfiere.

Bankei está diciendo: `Fluyo con la naturaleza. Cualquier cosa que sienta todo mi ser, la
hago. No existe ninguna mente fragmentaria que lo manipula`.

Yo también conozco sólo un milagro: dejar que la naturaleza siga su curso, permitírselo.

Raices y Alas
pp. 212-221
12. LA RECEPTIVIDAD

Es tiempo de detener la agresiva búsqueda de respuestas. Vacíate totalmente, vuélvete


receptivo a toda la existencia. Simplemente relájate, espera y disfruta.

Un profesor de filosofía fue al Maestro Zen Nan-In y le preguntó acerca de Dios, la


meditación y muchas cosas por el estilo. El Maestro lo escuchó silenciosamente y luego le
dijo: `Te ves cansado. Has escalado esta alta montaña, has llegado de un remoto lugar.
Déjame que primero te sirva té`. El profesor esperó. Hervía con preguntas, pero mientras
cantaba el samovar y el aroma del té se difundía, el Maestro dijo: `Espera, no estés tan
apurado. Quizás, hasta tomando el té pueden contestarse tus preguntas`.

El profesor empezó a preguntarse si su viaje no habría sido en vano. `Este hombre parece
loco, ¿cómo puede contestarse mi pregunta sobre Dios tomando té?. Pero también estaba
cansado y sería bueno tomar una taza de té antes de descender de la montaña.

El Maestro trajo la pava, vertió té en la taza y el té comenzó a inundar el plato, pero él


continuó vertiéndolo. Luego el plato también se llenó. Sólo una gota más y el té habría
comenzado a caer al piso. El profesor dijo: `Deténgase, ¡qué está haciendo! ¿no vé que la
taza está llena, que el pato está lleno?`

Y Nan-In dijo: `Esa es la precisa situación en la que te hallas. Tu mente está tan llena de
preguntas que aún si respondo, no tienes lugar para alojar las respuestas. Y te digo, desde
que entraste en esta casa, tus preguntas inundan todo el lugar. Esta pequeña choza está llena
de tus preguntas. Regresa, vacía tu taza y luego ven. Primero haz un poco de espacio dentro
de ti`.
Has venido a una persona aún más peligrosa que Nan-In, porque para mí una taza vacía no
será suficiente. La taza debe romperse íntegramente. Aún vacía, si estás allí, entonces estás
lleno. Sólo cuando dejes de ser, el té podrá fluir dentro de tu ser. Sólo si no eres, realmente
no habrá necesidad de volcar té dentro de ti. Cuando no eres, toda la existencia comienza a
volcarse, desde todas las dimensiones, desde todas las direcciones.

Raíces y Alas
p. 3
13. EL ABANDONO DEL CONOCIMIENTO

Estás preparado para abandonar la falsedad, para abandonar el conocimiento prestado e


ingresar en tu sabiduría, en tu propia comprensión.

Naropa era un gran estudioso, un gran erudito. Este relato sucedió antes que él se iluminara.
Se cuenta que era el vice-canciller de una gran universidad, con diez mil discípulos propios.
Un día se encontraba sentado, rodeado por sus discípulos. En torno de él se hallaban
desparramados miles de textos sagrados, muy antiguos y raros.

De pronto se quedó dormido y tuvo una visión. Es tan significativa que llamarla un sueño
no sería justo, fue una visión.

Vio a una anciana, horrible y fea. Era tal su fealdad que Naropa comenzó a temblar en su
sueño... Ella le preguntó: `Naropa, ¿qué haces?`. El dijo: `Estoy estudiando`.

`Qué estás estudiando?`, preguntó la anciana.

El dijo: `Filosofía, religión, epistemología, lengua, lógica...` La anciana le preguntó: `¿Las


entiendes?` Naropa dijo: `...Sí, las entiendo`.

La anciana preguntó nuevamente: `¿Entiendes las palabras o el sentido?` y sus ojos eran tan
penetrantes que era imposible mentirle... delante de sus ojos Naropa se sentí totalmente
desnudo, transparente...

Dijo: `Entiendo las palabras`.


La mujer comenzó a bailar y a reir... y su fealdad se transformó. Una belleza sutil comenzó
a surgir de su ser.

Naropa pensó: `La he hecho tan feliz, ¿por qué no hacerla un poco más feliz?` Entonces
añadió: `Sí, y también entiendo el sentido`. La mujer dejó de reir, dejó de bailar. Comenzó
a lamentarse y a llorar y toda su fealdad volvió a aparecer, mil veces peor. Naropa
preguntó: `¿Por qué?

La mujer dijo: `Estaba contenta porque un gran estudioso como tú no mentía. Pero ahora
lloro porque me has mentido. Sé, y tú sabes, que no entiendes el sentido`.

La visión desapareció y Naropa se transformó. Abandonó la universidad, nunca más tocó


un texto sagrado en toda su vida. Entendió...

Un hombre de sabiduría, un hombre de entendimiento, tiene una frescura que lo rodea, una
vida fragante, totalmente distinta a la de un erudito, a la de un hombre de conocimiento. El
que entiende el sentido se vuelve hermoso, el que sólo entiende las palabras se vuelve feo.
Y la mujer era sólo una proyección del interior de Naropa, de su propio ser, que se volvía
feo por el conocimiento.

Naropa comenzó su búsqueda. Los textos sagrados ya no sirven, ahora se necesita un


Maestro vivo.

Yoga: El Alfa y El Omega


Vol. 5, pp. 51-53
14. LA CONFIANZA

Cuando tienes una profunda confianza, esa calidad de confianza transforma tu vida, sean
cuales fueren las circunstancias.

Cuando Milarepa se dirigió a su Maestro en el Tibet, era tan humilde, tan puro, tan
auténtico, que los demás discípulos se pusieron celosos de él. Era seguro que él sería el
sucesor, entonces intentaron matarlo.

Milarepa era muy, muy confiado. Cierto día los demás discípulos le dijeron: `Si tú
realmente crees en el Maestro, ¿puedes saltar desde ese acantilado? Si tienes confianza,
entonces no hay más que decir, nada malo sucederá`. Y Milarepa saltó sin vacilar un
momento.

Los discípulos corrieron abajo... el acantilado tenía casi tres mil pies de profundidad.
Fueron abajo para encontrar los huesos desparramados, pero él se hallaba sentado en la
posición de loto, inmensamente feliz. Abrió sus ojos y dijo: `Tienen razón, la confianza
salva`.

Creyeron que se trataba de alguna coincidencia, de modo que cuando un día se incendió
una casa, le dijeron: Si amas al Maestro y tienes confianza en él, puedes ir dentro del
fuego`. El se apresuró para salvar a la mujer y al niño que habían quedado dentro. El
incendio era demasiado grande y ellos esperaban que muriera, pero no se quemó en
absoluto. Y se volvió más radiante debido a la confianza.
Un día en que se hallaban de viaje, debían atravesar un río y le dijeron: `No necesitas ir en
el bote. Tienes tanta confianza que puedes caminar sobre el agua`. Y caminó.

Esta fue la primera vez que el Maestro lo vio. El Maestro dijo: `¿Qué haces? Es imposible`.
Y Milarepa dijo: `Lo hago por tu poder, Maestro`. Entonces el Maestro pensó: `Si mi
nombre y mi poder pueden hacer esto para un hombre ignorante y estúpido... probaré
hacerlo yo mismo. Entonces probó y se ahogó. Nunca más se supo nada de él después de
esto.

Si tú tienes plena confianza aún cuando tu Maestro no esté iluminado, puedes revolucionar
tu vida. Y lo contrario es también cierto: aún un Maestro iluminado puede no ser ninguna
ayuda. Depende enteramente de ti.

El Amado
Vol. 1, pp. 126-127
15. LA VULNERABILIDAD

Recuerda confiar que con un Maestro cualquier situación, en cualquier momento puede
usarse para despertarte. No te protejas. Sé inseguro, sé vulnerable, entrégate y deposita tu
confianza en tu Maestro.

El Maestro japonés Ekido era muy severo y sus discípulos le tenían miedo. Un día un
discípulo se hallaba dando la hora en el gong del templo. Repentinamente erró el golpe, al
mirar a una hermosa muchacha que cruzaba las puertas del templo. El discípulo estaba
perdido. Ya no estaba más allí. Se convirtió en deseo; con su mente comenzó a seguir a la
muchacha, entró en un sueño...

En ese momento el Maestro, que se hallaba de pie detrás de él, le golpeó la cabeza muy
fuerte con el bastón, tan fuerte que cayó y murió. En Japón, una de las tradiciones más
antiguas era que cuando un discípulo se acercaba a un Maestro, le decía: `Mi vida y mi
muerte, ambas son tuyas. Si quieres matarme, puedes hacerlo`, luego lo firmaba, dándoselo
por escrito. A pesar de esta tradición, la gente comenzó a condenar a Ekido. Sin embargo la
tradición de Ekido se convirtió en una de las más significativas del Japón. Diez de sus
discípulos alcanzaron la iluminación, un número poco frecuente.

Y después que murió este discípulo, Ekido siguió como si nada hubiera ocurrido. Siempre
que alguien le preguntaba sobre el discípulo, él reía. Nunca dijo que algo hubiera andado
mal, o que sólo fue un accidente, reía. Debido a lo que ocurría en su interior, este discípulo
logró algo. Su cuerpo cayó, pero dentro él se volvió alerta. El deseo desapareció, el sueño
desapareció, todo cayó con su cuerpo, hecho pedazos. En ese estado de alerta murió. Y si tú
puedes unir el estado de alerta y la muerte, te has iluminado.
Ekido utilizó el momento de la muerte tan hermosamente, y el discípulo llegó. Era un gran
artista, un gran Maestro.

Fíjate en este relato y quizás pienses que el Maestro mató a su discípulo. No es eso lo que
sucedió. El discípulo iba a morir de todos modos y el Maestro lo sabía. Esto no se dice en el
relato. No puede decirse, pero es así como ocurrió. De no ser así, no era necesario que el
Maestro estuviera de pie detrás del discípulo mientras golpeaba el gong, que era una cosa
de todos los días, un simple ritual cotidiano... ¿no tenía Ekido nada más importante que
hacer?

En ese momento no había nada más importante: la muerte del discípulo debía ser utilizada.
Pero éste es un secreto íntimo y yo no podría defender a Ekido ante una corte de justicia.
Un Maestro mira profundamente dentro de ti; conoce el momento exacto de tu muerte. Y, si
te has entregado, la muerte puede ser usada.

Siempre que leo esta historia me pregunto porqué sólo diez discípulos alcanzaron la
iluminación más tarde; este hombre podría haber iluminado a muchos. Los demás deben
haberse protegido.

Tu protección es tu pérdida. Cerca de un Maestro sé inseguro, porque él es tu seguridad.


Exponte al peligro. Los Maestros sólo están interesados en iluminarte totalmente... pero se
necesita una gran disposición. Se necesita madurez y entrega.

Raíces y Alas
16. LA IMITACIÓN

Fíjate si estás imitando a otros. Con la imitación, la semilla de la autenticidad dentro de ti


permanece muerta. Con la espada del darte cuenta cercena esta imitación de raíz, por más
doloroso que resulte. El sufrimiento tiene que ir muy profundo, pero mediante la sacudida
emergerá tu ser, tu propia autenticidad.

El Maestro Zen Gutei tenía la costumbre de levantar su dedo siempre que explicaba una
pregunta sobre Zen. Un discípulo muy joven comenzó a imitarlo y siempre que alguien
preguntaba al discípulo sobre qué había estado hablando el Maestro, el joven levantaba su
dedo.

Esto llegó a oídos de Gutei y cuando un día vio al joven haciéndolo, lo tomó, sacó un
cuchillo, le cortó el dedo y lo tiró. Mientras el joven, corriendo y gritando se alejaba, Gutei
gritó: `¡Detente!`.

El joven se detuvo, giró y miró a su Maestro a través de sus lágrimas. Gutei estaba
levantando su propio dedo. El joven, por costumbre, comenzó a levantar su dedo también...
y cuando se dio cuenta de que no estaba allí, se inclinó. En ese instante se iluminó.

Los Maestros nunca hacen nada innecesariamente, ni siquiera levantar un dedo... Gutei no
siempre levantaba un dedo, sólo cuando explicaba una pregunta sobre Zen. ¿Por qué?...

Todos tus problemas aparecen cuando estás fragmentado, porque eres una desunidad, un
caos, no una armonía. ¿Y qué es la meditación? Nada más que alcanzar la unidad. Las
explicaciones de Gutei eran secundarias; el simple dedo levantado era lo elemental. Estaba
diciendo: `Sean uno. Y todos sus problemas serán resueltos`.

El joven comenzó a imitarlo. Pues bien, la imitación no puede llevarte a ninguna parte. La
imitación significa que el ideal viene desde afuera, no es algo que está ocurriendo dentro de
ti. Tienes una semilla dentro de ti, si imitas a los otros, esa semilla permanecerá muerta.

La imitación debe cortarse severamente. El dedo es sólo simbólico. El joven debe ser
sacudido con mucha severidad, y el sufrimiento debe ir hasta la misma raíz de su ser.

Un momento muy intenso de darte cuenta, un gran tormento... Gutei gritó: `¡Detente!`. En
el momento de detenerse, ya no había más dolor... Simplemente por costumbre, cuando el
Maestro levanta su dedo, el joven levanta el suyo, que ya no está allí. Y por primera vez se
da cuenta de que él no es el cuerpo, él es el darse cuenta, el ser consciente. Es un alma, y el
cuerpo es sólo la casa.

Eres la luz de adentro; no la lámpara, sino la llama.

Sin Agua, Sin Luna


pp. 104-122
17. DARSE CUENTA

Toda vez que percibas que estás actuando inconscientemente, detente. No seas un robot.
No actúes desde el ego. Toma una taza de té, despiértate, y luego actúa dándote cuenta.

El té es un símbolo Zen que significa darse cuenta, porque el té te pone más alerta, te hace
darte cuenta. El té fue inventado por los budistas, y ellos usaron el té durante siglos para
ayudarlos en la meditación. Y el té es útil.

Cuenta la historia que Bodhidharma se hallaba meditando en una montaña de China


llamada `Ta`. De ese `Ta` surge el nombre `té`. El nombre de esa montaña puede
pronunciarse `Ta` o `Cha`, por ello en la India el té se llama `chai` o `cha`.

Bodhidharma estaba meditando, realmente era un gran meditador. Le gustaba meditar


durante dieciocho horas, pero era difícil. Una y otra vez lo invadía el sueño y una y otra vez
sus párpados caían. Entonces cortó y tiró sus párpados. Ahora ya no había posibilidad de
cerrar sus ojos.

La historia es hermosa. Esos párpados se convirtieron en las primeras semillas de té y una


planta creció de ellas. Bodhidharma preparó el primer té del mundo de estas plantas y se
sorprendió al comprobar que al tomar estas hojas y beberlas en infusión, podía permanecer
alerta durante períodos más prolongados. De modo que durante siglos el pueblo Zen ha
estado tomando té, y el té se ha convertido en algo muy sagrado.

El Pasto Crece Por Sí Mismo


pp. 272-273
18. LA MEDITACIÓN

Presta atención a todo. No existe nada `grande` ni nada `pequeño`. Todo es divino. Puedes
hallar a Dios en todas partes.

Un discípulo que había estado practicando durante algún tiempo fue a ver a Ikkyu. Llovía,
y al entrar, dejó sus zapatos y su paraguas afuera. Después de presentarle sus respetos,
Ikkyu le preguntó en qué lado de sus zapatos había dejado su paraguas.

Pero, ¿qué tipo de pregunta...? Uno espera que los Maestros pregunten sobre Dios, sobre la
elevación kundalini, sobre la apertura de chakras, sobre luces que aparecen en nuestra
cabeza. Pero Ikkyu hizo una pregunta muy sencilla. ¿Qué tienen que ver los zapatos y los
paraguas con la espiritualidad?

Pero hay algo enormemente valioso en ello; la pregunta tiene significado. El discípulo no
podía recordar. ¿Quién recuerda dónde puso sus zapatos y sobre el lado en que puso su
paraguas?

Esto bastó; el discípulo fue rechazado. Ikkyu dijo: `Entonces ve y medita durante siete años
más`. `¡Siete años!`, dijo el discípulo. `¿Sólo por esta pequeña falla?`. `Las fallas no son ni
grandes ni pequeñas`, dijo Ikkyu. `Aún no vives de modo meditativo, eso es todo`.

No hagas ninguna diferencia entre las cosas, que esto es trivial y que esto es muy espiritual.
Presta atención, sé cuidadoso, y todo se vuelve espiritual.
Si no prestas atención, si no eres cuidadoso, todo se volverá no-espiritual. La espiritualidad
es impartida por ti, es tu obsequio al mundo. Cuando un Maestro como Ikkyu toca su
paraguas, el paraguas es tan divino como cualquier otra cosa puede serlo. La energía
meditativa es alquímica; va transformando lo más bajo en lo más elevado. Pela una naranja
como si dirigieras una sinfonía, y estarás más y más cerca. Cuanto más meditativo te hagas,
más podrás ver a Dios en todas partes. En la cima suprema, todo es divino.

Tómalo con Calma


Vol. 2, pp. 488-491
19. CONCENTRÁNDOSE

Permanece centrado. No permitas que te manipulen las opiniones de los demás ni sus
intentos de empujarte aquí o allá. No caigas en los niveles de los demás.

Sucedió una vez, en los días de Buda, que una de las prostitutas más famosas y hermosas se
enamoró de un monje budista, un mendigo... Le pidió que fuera a su casa y se quedara
cuatro meses, durante la estación de las lluvias, cuando los monjes budistas detienen su
travesía. El monje dijo: `Tendré que preguntarle al Maestro. Si lo permite, vendré`.

Los otros monjes estaban celosos. Cuando el joven monje fue a Buda y le hizo el pedido,
muchos lo escucharon. Se pusieron todos de pie y dijeron: `Esto está mal. Aún el haber
permitido que esa mujer tocara tus pies estuvo mal, porque Buda ha dicho: `No toques a
ninguna mujer, no permitas que ninguna mujer te toque`. Has violado la regla... ¡y ahora
pides quedarte con la mujer cuatro meses!`.

Pero Buda dijo: `Les he dicho que no tocaran a ninguna mujer, ni que ninguna mujer los
tocara, porque no están todavía centrados. Para este hombre esa regla no es más aplicable.
Lo he estado observando, no pertenece más a la multitud`. Y le dijo al monje: `Sí, puedes
hacerlo`.

Bueno, esto era demasiado. Nunca antes se había hecho. Todos los discípulos estaban muy
enojados, y durante meses circularon miles de chismes exagerando lo que ocurría en la casa
de Amrapelli, que el monje ya no era más monje, que había sucumbido.
Después de cuatro meses, cuando el monje regresó seguido por Amrapelli, Buda los miró y
dijo: `Mujer, ¿tienes algo que decirme?`.

Dijo ella: `He venido para ser iniciada por ti. Intenté distraer a tu discípulo, fracasé. Esta es
mi primera derrota. Siempre tuve éxito con los hombres, pero a él no pude distraerlo, ni un
poquito. Un gran deseo ha surgido en mí también. ¿Cómo puedo alcanzar este centro?
`Vivió conmigo, bailé delante de él, canté para él, intenté atraerlo de mil maneras, pero
siempre permaneció él mismo. Ni por un solo momento pude ver confusión en su mente o
deseo en sus ojos. Intenté convertirlo, pero él me ha convertido a mí y sin decir una sola
palabra. El no me trajo aquí, yo vine sola. Conocí por primera vez qué es la dignidad.
Quisiera aprender el arte`. Y ella se convirtió en discípula de Buda.

Siempre camina solo... no hay forma de poder empujarlo en éste o aquél sentido.
Permanece absolutamente él mismo, totalmente centrado, totalmente arraigado en su propio
ser. Cuando uno ha conocido el turiya, el cuarto estado, entonces no hay más distracciones,
uno puede vivir en cualquier parte.

No intentes cambiar las circunstancias de tu vida, intenta cambiar tus actitudes. Utiliza la
situación exterior para cambiar el estado interior. Cambiar la situación no es un gran
cambio, te estás engañando a ti mismo y al mundo.

La verdadera religión consiste en cambiar el estado de conciencia. Busca lo más elevado.


Cuando hayas conocido los alcances más elevados de tu energía, los más bajos comienzan a
marchitarse espontáneamente. Esa es la verdadera religión.

El Sol Sale por la Tarde


pp. 213-216
20. LA COMPRENSIÓN

Comprende que lo que ves en otros es aquello que tú mismo llevas. Tus juicios son, en
realidad, reflexiones sobre lo que es reprimido o rechazado dentro de ti.

Dos monjes Zen estaban cruzando un río. Se encontraron con una joven y hermosa mujer
que también deseaba cruzar, pero que tenía miedo. Entonces uno de los dos monjes la tomó
sobre sus hombros y la llevó a la otra orilla. El otro monje estaba furioso. No dijo nada,
pero hervía en su interior. ¡Esto estaba prohibido! Un monje budista no debe tocar a una
mujer, y este monje no sólo la había tocado, la había llevado sobre sus hombros. Pasaron
muchas millas. Cuando llegaron al monasterio, y estaban entrando, el furibundo monje se
volvió al primero y dijo: `Mira, tendré que hablar con el Maestro sobre esto, tendré que
informarlo. Está prohibido`.

El primer monje dijo: `¿De qué hablas? ¿Qué está prohibido?` `¿Te has olvidado?`,
preguntó el segundo. `Llevaste a esa joven y hermosa mujer sobre tus hombros`.

El primer monje rió y dijo: `Sí, la llevé, pero la dejé en el río, millas atrás. ¿Tú la llevas
todavía?`.

Tu interior reprimido, rechazado, arrojado al sótano también sigue reflejándose en tus


acciones. Incluso, a menudo cuando evitas algo, entonces también, en este evitar se muestra
tu comprensión.

La Disciplina de la Trascendencia
Vol. 4, p. 220
21. DAR

Ahora es el tiempo de abrirse, de dejar de ser mezquino, de dar lo mejor que tú puedas y lo
mejor que tú tienes, de desparramar la abundancia de tu amor, de tu corazón.

¿Te acuerdas de María Magdalena? Me parece a mí que ella fue la única verdadera
seguidora de Jesús. Su autenticidad era inmensa. Un día vino y volcó sobre los pies de
Jesús un perfume muy, muy valioso. Judas estaba allí y no perdió la oportunidad. Dijo:
`Mira, deberías haberla prevenido. Esto es un desperdicio. El aceite era tan valioso... podría
haberse vendido. La gente muere de hambre, y este perfume es tan caro ¿por qué
desperdiciarlo?`.

Parece lógico, pero ¿qué dice Jesús?. Lo que Jesús dice es muy ilógico. Dice: `Los pobres
siempre estarán allí; cuando yo no esté, puedes encargarte de ellos. Tú no entiendes el
corazón de esta mujer. Déjala que vuelque el perfume, caro o no caro, eso es irrelevante.
Puedo ver un gran sentimiento emergiendo de su corazón. Esto es una oración... No puedo
perturbar su oración`.

Jesús comprendió que María Magdalena poseía una gran belleza en su corazón. Jesús no
está contemplando el perfume, está contemplando el corazón de la mujer.

Zen: El Camino de la Paradoja


Vol. 3, pp. 312
La Sabiduría de las Arenas
Vol. 1, pp. 265-266
22. LA INOCENCIA

El corazón puede hablarle a la roca... el supremo amor revela ese misterio. Vuélvete loco
desde tu corazón.

De haber vivido en nuestra época, San Francisco de Asís ciertamente estaría en un


manicomio. Hablándole a los árboles, diciéndole al almendro: `Hermano, ¿cómo estás?`, de
haber estado aquí, lo habrían encerrado. `Hermano, cántame acerca de Dios`, le dirá al
almendro. Y no sólo eso, él oye la canción que canta el almendro. ¡Está loco! ¡Necesita
tratamiento!

Habla al río y a los peces, y proclama que los peces le responden. Habla a las piedras y a las
rocas. ¿Es necesaria más evidencia que pruebe su locura? Está loco. ¿Pero no te gustaría
estar loco como San Francisco de Asís? Sólo piensa: la capacidad de oir cantar al almendro,
y el corazón que siente a los árboles como hermanos y hermanas, el corazón que puede
hablarle a la roca, el corazón que ve a Dios en todas partes, todo alrededor, en todas
formas...

Debe ser un corazón de absoluto amor; el amor absoluto te revela ese misterio. Pero para la
mente lógica, por supuesto, estas cosas son tonterías.

Para mí son éstas las únicas cosas significativas. Vuélvete loco, si puedes, vuélvete loco
desde el corazón.

Antigua Música en los Pinos


p. 171
23. LA ORACIÓN

No interfieras con el amor y la oración de otra persona. Abandona la idea de que sabes
cómo amar o rezar. Sólo respeta el hecho de que para otra gente, cualquiera sea el modo
en que amen o recen, será perfecto para ellos.

Moisés se encontró un día con un hombre que oraba, pero pronunciaba una oración tan
absurda que Moisés se detuvo. Y no sólo era absurda, sino que además insultaba a Dios. El
hombre decía: `Dios, permíteme acercarme a ti, y prometo que limpiaré tu cuerpo cuando
esté sucio. Si tienes piojos, te los quitaré. Y soy un buen zapatero, te haré zapatos perfectos.
Señor, nadie te cuida... Yo te cuidaré. Cuando estés enfermo, te serviré y traeré tu remedio.
Y también soy un buen cocinero`.

Moisés gritó: `¡Basta! Basta con estos disparates. ¿Qué dices? ¿Que Dios tiene piojos en su
cuerpo? ¿Que sus ropas están sucias y que tú las limpiarás? ¿Y tú serás su cocinero? ¿De
quien has aprendido esta oración? El hombre dijo: `No la he aprendido en ninguna parte.
Soy un hombre muy pobre e ignorante, y sé que no sé rezar. La he inventado... y éstas son
las cosas que conozco. Los piojos me incomodan mucho, entonces también deben
incomodarlo a Dios. Y algunas veces la comida que como no es buena, y me duele el
estómago. Dios también debe sufrir a veces. Es sólo mi propia experiencia la que se ha
transformado en mi oración. Pero si conoces la oración correcta, por favor enséñamela`.

Entonces Moisés le enseño la oración correcta. El hombre se inclinó ante Moisés, le


agradeció con lágrimas de profunda gratitud. Se fue, y Moisés estaba muy contento porque
creía haber hecho una muy buena acción. Miró al cielo para ver qué era lo que Dios
pensaba al respecto.
¡Y Dios estaba muy enojado! Dijo: `Te he enviado allí para que acerques a la gente a mí,
pero ahora acabas de apartar a uno de mis mayores amantes. Ahora esta `oración correcta`
que le has enseñado no será una oración en absoluto, porque la oración nada tiene que ver
con la ley, es Amor. El amor es una ley en sí mismo, no necesita de ninguna otra ley`.

Y con el amor ocurre la gracia. Y con el amor, la verdad. Recuerda: si puedes entender la
verdad, la verdad libera. Y no existe ninguna otra liberación.

Sígueme
Vol. 1, pp. 25-28
24. MAL USO DEL PODER

Cuando usas el poder, debes tener profundo respeto y amor por los demás y por la
totalidad de la existencia. No interfieras con la vida de la otra persona desde tus ideas
intelectuales. Si tienes poder, no manipules a los demás, úsalo creativamente.

Ramakrishna tenía un discípulo, Vivekananda, y había en el ashram un hombre muy


sencillo e inocente, cuyo nombre era Kalu.

Kalu había convertido su habitación en un templo. En la India, cualquier piedra puede


convertirse en un dios, de modo que Kalu poseía trescientos dioses en su pequeña
habitación. Vivekananda siempre le decía: `Arroja a esos dioses al Ganges. Esto es una
tontería, el dios está dentro`. Pero Kalu decía: `Amo a estas piedras. Son hermosas. Me las
ha dado el Ganges. ¿Cómo voy a arrojarlas nuevamente ahora?. No, no puedo`.

El día en que Vivekananda alcanzó su primer satori, con la primera ola de poder, tuvo la
idea... sólo para divertirse proyectó una idea dentro de la mente de Kalu: `Kalu, lleva ahora
a todos tus dioses y arrójalos al Ganges`. Ramakrishna se hallaba sentado afuera. Vio todo
este juego. Debe haber visto cómo se proyectaba el pensamiento, pero esperó. Entonces
salió Kalu con un gran atado; llevaba a todos los dioses en un enorme bolso. Ramakrishna
lo detuvo y le dijo: `Espera, ¿adonde te diriges?`.

Kalu respondió: `Se me ha ocurrido la idea que esto es estúpido. Arrojaré todos los dioses
al río`.
Dijo Ramakrishna: `Espera`. Y llamó a Vivekananda. Ramakrishna le gritó muy enojado:
`¿Es ésta tu manera de usar tu poder?`. Y le dijo a Kalu: `Ve a tu habitación, vuelve a
colocar a tus dioses en sus lugares. Esta idea no es tuya, es de Vivekananda`. Kalu admitió
que el pensamiento le había resultado extraño, como si le hubiera poseído, como si lo
hubiera golpeado desde afuera`. Ramakrishna estaba tan enojado con Vivekananda que le
dijo: `Ahora yo guardaré tu llave. No tendrás más satoris... sólo recibirás esta llave tres días
antes que mueras.

Y así es como sucedió. Durante años lloró y lloró, pero no pudo tener otro satori. Lo intentó
mucho. Cuando Ramakrishna agonizaba él le dijo: `Devuélveme la llave`. Pero
Ramakrishna respondió:

`No, porque pareces peligroso. Semejante poder no puede usarse de esa manera. Espera.
Todavía no eres suficientemente puro. Continúa llorando y meditando`.

Y exactamente tres días antes de que Vivekananda muriera tuvo otro satori. Supo entonces
que había llegado el momento de su muerte.

Los Sufis: El Pueblo del Sendero


Vol. 1, pp. 290-292
25. LO PRÁCTICO

No quedes hechizado o atrapado por aquello que te muestra tu propia divinidad interna.
En cambio permanece en la pista, en el sendero hacia la divinidad.

He sabido de dos hombres que una vez se perdieron en un bosque en una noche muy
oscura. Era un bosque peligroso, lleno de animales salvajes, muy denso, rodeado de
oscuridad.

Uno de los hombres era un filósofo y el otro un místico un hombre de duda y un hombre de
fe.

Súbitamente hubo una tormenta, el estallido de truenos y grandes relámpagos. En ese


instante de los relámpagos, el filósofo miró al cielo y el místico miró el sendero.

Te pierdes en un bosque más denso que el del cuento. La noche es más oscura. Algunas
veces resplandece un relámpago. Mira el sendero.

Un Chuang Tsé es un relámpago, un Buda es un relámpago. Yo soy un relámpago.

No me mires, mira el sendero. Si me miras, ya has perdido... porque el relámpago sólo dura
un segundo. Este segundo es raro, mientras que la eternidad penetra el tiempo; es tan sólo
como el relámpago. Si miras al relámpago, si miras a un Buda y un Buda es hermoso, el
rostro fascina, los ojos son magnéticos si miras a un Buda, has perdido el camino. Mira el
camino... sigue el sendero.
El Bote Vacío
pp. 127-128
26. LA COMPARACIÓN

Para recordarte que eres necesario. Nadie es más elevado y nadie es más bajo, nadie es
superior y nadie es inferior. Todo encaja con todo.

Un samurai, un guerrero muy orgulloso, cierto día fue a ver a un Maestro Zen. El samurai
era muy famoso, pero mirando al Maestro, mirando la belleza del Maestro y la gracia del
momento, de pronto se sintió inferior.

Le dijo al Maestro: `¿Por qué me siento inferior? Sólo un momento atrás todo estaba bien.
Al entrar en tu sala, súbitamente me sentí inferior. Nunca antes sentí algo así. He
enfrentado la muerte muchas veces y nunca he sentido temor alguno, ¿por qué me siento
ahora atemorizado?`.

El Maestro le dijo: `Espera. Cuando todos se hayan ido, te contestaré`. Todo el día la gente
continuó llegando para ver al Maestro y el samurai comenzó a sentirse cada vez más
cansado con la espera. Para la tarde, la habitación estaba vacía, y el samurai dijo: `¿Puedes
ahora responderme?`. El Maestro le dijo: `Ven afuera`.

Era una noche de luna llena, la luna se asomaba en el horizonte y él dijo: `Mira estos
árboles. Este árbol que se eleva hasta el cielo y este pequeño a su lado. Ambos han existido
por años junto a mi ventana y nunca ha habido ningún problema. El árbol más pequeño
nunca le ha dicho al grande `¿por qué me siento inferior a ti?`. Este árbol es pequeño y
aquél es grande, ¿por qué es que jamás he escuchado ningún murmullo al respecto?

El samurai dijo: `Porque no pueden compararse`.


El Maestro replicó: `Entonces no necesitas preguntarme. Conoces la respuesta`.

Cuando no comparas, toda inferioridad y toda superioridad desaparecen. Luego eres,


simplemente estás allí. Un pequeño arbusto o un árbol alto y grande, no tiene importancia,
eres tú mismo. Se necesita una brizna de pasto tanto como la más grande de las estrellas. El
sonido de un cucú es tan necesario como cualquier Buda. El mundo sería menos rico si
desapareciera el cucú. Sólo mira a tu alrededor. Todo es necesario y todo encaja con todo.
Es una unidad orgánica; nadie es más alto y nadie es más bajo; nadie es superior y nadie es
inferior. Cada uno es incomparablemente único. Tú eres necesario. Si no puedes sentir esto
en mi presencia, ¿dónde lo sentirás?

Todos los días me inclino ante ti sólo para recordarte que eres perfecto, que no careces de
nada, que ya estás allí. No es necesario hacer un solo paso, todo está como debería. Esto es
conciencia religiosa.

El Sol Sale por la Tarde


pp. 130-131
27. EL JUICIO

El juicio significa un estado mental rancio. Y la mente siempre quiere juicios, porque el
estar en proceso resulta ser siempre peligroso e incómodo. Sé muy, muy valiente, no dejes
de crecer, vive el momento, sólo quédate en el fluir de la vida.

Esta historia sucedió en los días de Lao Tsé, en China, y a Lao Tsé le gustaba mucho:

Había un anciano en una aldea. Era muy pobre, pero aún los reyes estaban celosos de él,
porque poseía un hermoso caballo blanco... Los reyes le ofrecieron fabulosos precios por el
caballo, pero el anciano les respondía: `Este caballo no es un caballo para mí, es una
persona. ¿Y cómo podría vender a una persona, a un amigo?` El hombre era pobre, pero
nunca vendió el caballo.

Una mañana encontró que el caballo no estaba en el establo. El pueblo entro se congregó y
le dijeron: `¡Anciano estúpido! sabíamos que algún día te robarían el caballo. Habría sido
mejor venderlo. ¡Qué mala suerte!`

El anciano habló: `No se atrevan a decir eso. Sólo digan que el caballo no está en el establo.
Este es el hecho; todo el resto es un juicio. Si se trata de mala suerte o de una bendición, lo
ignoro, porque esto es sólo un fragmento. ¿Quién sabe qué sucederá luego?`

La gente se rió del anciano. Siempre habían creído que estaba un poco loco. Pero después
de quince días, una noche, repentinamente, retornó el caballo. No lo habían robado, se
había escapado al bosque. Y no sólo eso, trajo también una docena de caballos salvajes con
él.
Nuevamente los aldeanos se congregaron y le dijeron: `Anciano, estabas en lo cierto. Esto
no fue mala suerte; de hecho, ha resultado una bendición`. El anciano les respondió:
`Nuevamente están yendo demasiado lejos. Sólo digan que el caballo ha regresado... ¿quién
sabe si es o no una bendición?, es sólo un fragmento. Ustedes leen sólo una palabra en una
oración, ¿cómo pueden juzgar el libro entero?

Esta vez los aldeanos no pudieron decir demasiado pero, en el fondo, sabían que estaba
equivocado. Habían venido doce hermosos caballos...

El anciano tenía un solo hijo, que comenzó a adiestrar a los caballos salvajes. Apenas una
semana después, cayó de un caballo y se quebró las dos piernas. La gente de la aldea se
reunió nuevamente y nuevamente emitieron su juicio. Dijeron: `Otra vez estabas en lo
cierto, fue mala suerte. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas, y él era tu único
sustento en tu vejez. Ahora estás más pobre que nunca`.

Les dijo el anciano: `Están obsesionados con los juicios; no vayan tan lejos. Sólo digan que
mi hijo se ha roto sus piernas. Nadie sabe si esto es mala suerte o una bendición. La vida
viene en fragmentos y nunca a ti se te da más`.

Sucedió que después de unas pocas semanas el país entró en guerra y todos los jóvenes
varones de la aldea fueron obligados a entrar en el ejército. Unicamente se quedó el hijo del
anciano, porque estaba lisiado. El pueblo entero se lamentaba y lloraba porque era una
batalla perdida y sabían que la mayoría de esos jóvenes nunca regresarían. Fueron al
anciano y le dijeron: `Anciano, nuevamente tenías razón, ésto ha sido una bendición.
Quizás tu hijo esté lisiado, pero todavía está contigo. Nuestros hijos se han ido para
siempre`.

Nuevamente les respondió el anciano: `Ustedes siguen y siguen haciendo juicios. ¡Nadie
sabe! Sólo digan que sus hijos han sido obligados a ingresar en el ejército y que mi hijo no
ha sido obligado. Pero sólo Dios, el total, sabe si se trata de mala suerte o de una
bendición`.

No juzgues, de otro modo nunca serás uno con la totalidad. Con los fragmentos te
obsesionarás, con las pequeñas cosas querrás llegar a conclusiones. Una vez que juzgas,
detienes el crecimiento. El juicio significa un estado mental rancio. Y la mente siempre
quiere juicios, porque el estar en proceso resulta ser siempre peligroso e incómodo.

En realidad, el viaje no termina nunca. Un camino termina, otro empieza; una puerta se
cierra, otra se abre. Alcanzas una cima, siempre habrá allí una cima más alta. Dios es un
camino infinito. Sólo los valientes que no se preocupan por la meta y que se contentan con
el viaje, con vivir el momento y crecer a partir de él, sólo ellos serán capaces de caminar
con la totalidad.

Hasta que Mueras


pp. 36-40
28. LA AUTOACEPTACIÓN

No puedes ser otro más que el que eres. Por lo tanto descansa. La existencia te necesita
como eres.

He oído: Un rey fue a su jardín y halló árboles, arbustos y flores marchitos y muriendo.

El roble le dijo que se moría porque no podía ser alto como el pino. Volvió al pino, lo halló
caído porque no podía dar uvas como la vid. Y la vid se moría porque no podía florecer
como la rosa.

Entonces encontró una planta, la trinitaria, floreciendo y más fresca que nunca. Al
preguntarle, recibió esta réplica: `Dí por sentado que cuando me plantaste querías una
trinitaria. Si hubieras querido un roble, una vid o una rosa, los hubieras plantado. Entonces
pensé: ya que no puedo ser nada más que lo que soy, intentaré serlo de la mejor manera que
pueda`.

¡Estás aquí porque esta existencia te necesita como eres! De otro modo otra persona estaría
aquí. Estás cumpliendo algo, algo muy esencial, algo muy fundamental, tal como eres.

¿Por qué deberías convertirte en un Buda? Si Dios hubiera querido otro Buda, habría
producido tantos como hubiera necesitado. Produjo uno solo y eso bastó. Desde entonces
no ha producido otro Buda u otro Cristo. En cambio te ha creado a ti. Sólo piensa sobre el
respeto que el universo te ha conferido. Tú has sido elegido, ni Buda, ni Cristo, ni Krishna.
El trabajo de ellos está hecho, han contribuido con su fragancia a la existencia. Ahora tú
estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. Sólo puedes ser
tú mismo... no hay posibilidad de que seas ninguna otra persona. Puedes disfrutarlo y
florecer o puedes marchitarte si lo condenas.

Tómalo con Calma


Vol. 2, pp 101-103
29. EL AGRADECIMIENTO

Cuando tu corazón está lleno de gratitud, cualquier puerta que aparece cerrada puede ser
una apertura para una bendición aún mayor.

Muy pocas mujeres han alcanzado lo esencial del Zen. Rengetsu es una de esas raras
mujeres.

Ella estaba en un peregrinaje y llegó a un pueblo al atardecer. Pidió alojamiento por la


noche, pero los pobladores le cerraron sus puertas en la cara. Debe haber habido budistas
tradicionales en este pueblo y ellos no permitieron que esta mujer Zen se quedara allí. La
arrojaron fuera del pueblo.

Era una noche fría y la anciana estaba sin alojamiento y con hambre. Tuvo que hacer que
un cerezo de los campos le sirviera de abrigo. Hacía realmente mucho frío no podía dormir
bien. Y también era peligroso por los animales salvajes y otras cosas.

A medianoche despertó con mucho frío y vio en el cielo nocturno de primavera los capullos
totalmente abiertos del cerezo, riéndose de la brumosa luna. Fascinada por esta belleza, se
levantó e hizo una reverencia en dirección al pueblo. `Por su bondad al no darme
alojamiento, me hallé debajo de estos capullos en la noche de esta luna brumosa`.

Con inmensa gratitud agradeció a aquellas personas que le negaron alojamiento. De otro
modo ella hubiera estado durmiendo debajo de un techo común y corriente y se hubiera
perdido esa bendición esos capullos del cerezo y esos murmullos con la luna brumosa y ese
silencio de la noche, ese absoluto silencio de la noche.
No estaba enojada, lo aceptaba. No sólo lo aceptaba, sino que le daba la bienvenida. Se
sentía agradecida.

La vida es inmensa, y en cada momento llega con mil y un regalos para ti. Pero te hallas tan
comprometido, preocupado, con tu mente anhelante, estás tan lleno de tus pensamientos,
que rechazas todos estos presentes. Dios llega, tú sigues rechazando.

Un hombre se convierte en un Buda en el momento en que acepta todo lo que le trae la vida
con gratitud.

Zen: El Camino de la Paradoja


Vol. 3, pp. 179-180
30. LA MUERTE / LO QUE NUNCA MUERE

Lleva tu atención a mirar dentro de ti aquéllo que nunca muere. Estás ahora listo para
soltar lo que se ha muerto o se ha ido. Olvídate de intentar traerlo de vuelta y no tomes su
partida como algo personal.

Los milagros de Buda son totalmente diferentes de los de Jesús. Una mujer va a Buda: su
niño está muerto y ella se lamenta y llora, y es viuda y nunca podrá tener otro hijo. Su
único hijo está muerto y él constituía todo su amor y su atención.

Pero ¿qué hizo Buda? Buda le sonrió y dijo: `Sólo ve al pueblo y busca unas cuantas
semillas de mostaza de una casa donde nadie haya jamás muerto`. La mujer se fue
rápidamente al pueblo y fue de casa en casa. Y en todas le decían: `Podemos darte tantas
semillas de mostaza como desees, pero no podemos cumplir tu condición, porque mucha
gente ha muerto en nuestra casa`. Una y otra vez ocurría lo mismo. Sin embargo ella seguía
abrigando esperanzas. `Quizás, quién sabe, puede haber alguna casa en algún lugar, que no
ha conocido la muerte`. Caminó y caminó durante todo el día. Hacia la tarde, una gran luz
de comprensión le sobrevino: `La muerte es una parte de la vida. Ocurre. No es algo
personal. No es una calamidad personal que me ha ocurrido a mí`. Con esa comprensión se
dirigió a Buda. El le preguntó: `¿Dónde están las semillas de mostaza?` Y ella sonrió, cayó
a los pies de él y le dijo: `Iníciame. Quisiera conocer aquéllo que nunca muere. No pido que
me regresen a mi hijo, porque aún cuando me lo dieran, él moriría nuevamente. Enséñame
algo, de modo que pueda conocer dentro de mí misma lo que nunca muere`.

La Sabiduría de las Arenas


Vol. 1, pp. 103-104
31. LA ACEPTACIÓN

Acepta la vida como es. Goza, sin ninguna razón.

En una aldea donde vivía Hakuin, el gran Maestro Zen, llegó un día una muchacha
embarazada. Su padre la amenazó para que confesara el nombre de su amante y finalmente,
para escapar del castigo, ella le dijo que había sido Hakuin.

El padre no dijo nada más, pero al llegar el momento en que nació la criatura,
inmediatamente la llevó a Hakuin y la arrojó ante él. `Parece ser que éste es tu hijo`, le dijo,
y soltó una ola de insultos y comentarios despectivos por lo sucedido.

El Maestro Zen sólo dijo: `Oh, ¿de veras?` y tomó al bebé en sus brazos. A partir de
entonces, a todas partes que iba llevaba a la criatura, envuelto en la manga de su andrajosa
túnica. En los días de lluvia y en las noches de tormenta salía a mendigar leche de las casas
vecinas. Muchos de sus discípulos, considerándolo caído, le dieron la espalda y lo
abandonaron. Y Hakuin no pronunció una sola palabra.

Entretanto la madre se dio cuenta que no podía tolerar la agonía de estar separada de su
hijo. Confesó el nombre del padre verdadero y su propio padre corrió a Hakuin y se postró
ante él, suplicándole una y otra vez que lo perdonara.

Hakuin solamente dijo: `Oh, ¿de veras?` y le devolvió la criatura.

Esto es la aceptación. Esto es tathata. Cualquier cosa que traiga la vida está bien,
absolutamente bien. Esta es la cualidad semejante a la del espejo: nada está bien, nada está
mal, todo es divino. Acepta la vida como es. Aceptándola, desaparecen los deseos,
desaparecen las tensiones, desaparece el descontento. Aceptándola tal como es, uno
comienza a sentir mucho gozo y por ningún motivo en especial.

Cuando la alegría tiene un motivo, no durará mucho. Cuando la alegría no tiene motivo
alguno, durará para siempre.

Zen: El Camino de la Paradoja


Vol. 3, pp. 175-176
32. MÁS ALLÁ DE LA PEQUEÑA FAMILIA

Eres parte de la totalidad, perteneces a la existencia. No permitas que el apego a una parte
te impida entrar en la totalidad más grande.

Hay una historia acerca de Jesús que es muy misteriosa, lo hace ver a Jesús muy duro.

Se hallaba hablándole a una multitud y alguien le dijo: `Jesús, tu madre te está esperando
afuera, pero la multitud es tan grande que ella no puede entrar, y quiere verte`.

Respondió Jesús: `Nadie es mi madre`.

Y en otra ocasión, cuando Jesús era un niño y su padre y su madre habían llegado al gran
templo de los judíos para el festival anual, Jesús se separó de ellos. Lo buscaron y buscaron
y recién por la tarde, cuando ya estaban muy afligidos y preocupados, pudieron hallarlo.
Estaba sentado con unos estudiosos era sólo un niño intercambiando ideas con ellos sobre
lo desconocido. Su padre se acercó a él y le dijo: `Jesús, ¿qué estás haciendo aquí?, hemos
estado preocupados por ti todo el día`.

Jesús le respondió: `No se preocupen por mí. Estaba tratando asunto de mi padre`.

José le dijo: `Yo soy tu padre... ¿y qué clase de asuntos estabas tratando? ¡Soy un
carpintero!` y Jesús replicó: `Mi padre está en el cielo, tú no eres mi padre`.

De la misma manera que una criatura tiene que abandonar el cuerpo de la madre, así
también, algún día, mentalmente, tiene que salir del vientre de su padre y de su madre. No
sólo física, sino también mentalmente; no sólo mental, sino también espiritualmente. Y
cuando el niño nace espiritualmente, está completamente fuera del pasado, ha roto con él
por entero, sólo entonces por primera vez se convierte en un ser, en una realidad
independiente. Antes de ésto, sólo era una parte de la madre o del padre o de la familia,
pero nunca era él mismo.

Sin Agua, Sin Luna


pp. 173-179

Si te has enamorado de una familia, debes ir más allá de ese amor. De otro modo ese mismo
amor, ese mismo apego, no te permitirá entrar en la totalidad más grande.

Sígueme
Vol. 2, p. 122
33. EL RENACIMIENTO / MOMENTO A MOMENTO

Aún en una situación en la cual tus sentimientos están absolutamente justificados y tú


sientes que estás totalmente en lo cierto aún entonces debes estar abierto a la posibilidad
de algo más allá de todo lo que hayas jamás conocido. Salta fuera de la experiencia
pasada dentro de una dimensión absolutamente nueva.

Cuando Buda se iluminó, lo primero que hizo fue regresar a su familia, para que pudieran
ver lo que le había sucedido... es natural que él recordara a todos aquellos que había amado
antes.

Pero su esposa, Yasodhara, estaba muy enojada, y eso también es natural y humano. De
pronto, una noche, este hombre había escapado, ni siquiera diciéndole que se iba... Y la
herida era profunda. Y te sorprenderá el hecho de que la herida no fuera porque Gautama
Siddharta la hubiera dejado ése no era el problema. Ella había amado a este hombre tan
tremendamente que si él hubiese querido irse al bosque para su búsqueda interior, ella se lo
hubiera permitido. La herida se debió a que él no le dijo nada, no confió en ella ésa fue la
herida, ¿ves la diferencia?. No era una mujer común. Esto era lo que le dolía: ¿`Porqué él
no pudo creer en mí...?`

Y cuando él llegó, naturalmente, ella estaba enojada. Tuvo un arranque de ira. Le dijo:
`¿Porqué no me dijiste? No te lo hubiera impedido, y tú me conoces me conoces
perfectamente bien. Hemos vivido muchos años juntos. ¿Alguna vez te había impedido que
hicieras algo? Te amaba tan intensa y profundamente... No me hubiera convertido en una
barrera para tu búsqueda.
¿Porqué no me dijiste?`.

Se lo preguntó una y otra vez. Y luego, en su furia, llamó a su hijo. Cuando Buda se había
ido, su hijo sólo tenía un mes de vida. Ahora tenía doce años y estaba constantemente
preguntando: `¿Dónde está mi padre? ¿Quién es mi padre?`.

Ella llamó al niño y le dijo: `Rahul, éste es tu padre. Escapó como un cobarde. Este hombre
te dio a luz a ti. Ahora pídele tu herencia`. Ella se estaba burlando, porque Buda era ahora
un mendigo. ¿Qué herencia?

¿Qué tenía?...

¿Y sabes qué hizo Buda? Inició al niño en los sannyas. Le dio su platillo para mendigar y
dijo: `He venido en realidad para ésto. He encontrado y quisiera también que mi hijo
encontrara. Y Yasodhara, termina con esta cólera. No tiene sentido ahora, porque el hombre
con el que estás enojada ya no es más. He muerto y he renacido. Puedo entender tu furia,
pero el hombre que te dejó esa noche ya no es más. ¡Mírame de nuevo!`.

Aunque sus ojos estaban llenos de lágrimas, ella miró... y reconoció. Y todo su enojo
desapareció. Cayó a los pies de Buda y le pidió que la iniciara, y se convirtió en su
sannyasin.

El Maestro Perfecto
Vol. 2, pp. 208-210
El Libro de los Secretos
Vol. 5, pp. 197-200
34. LA FURIA

Cuando sientas furia, no se la arrojes a otra persona, ni tampoco la reprimas. Es un


hermoso fenómeno, que puede transformarse en un sentido positivo.

Un estudiante de Zen fue a Bankei y le dijo: `Maestro, tengo un carácter ingobernable.


¿Cómo puedo curármelo?`. `Muéstrame este carácter, parece fascinante`, le dijo Bankei.
`No lo tengo ahora, por eso no puedo mostrártelo`, dijo el estudiante. `Bien, entonces
tráemelo cuando lo tengas`, dijo Bankei. `Pero no puedo traerlo justamente cuando lo
tengo`, protestó el estudiante.

`Aparece inesperadamente, y seguramente lo perdería antes de poder alcanzártelo a ti`. `En


ese caso, no puede ser parte de tu verdadera naturaleza`, dijo Bankei. Si lo fuera, me lo
podrías mostrar en cualquier momento. Cuando naciste no lo tenías, entonces debe haberte
venido desde el exterior. Sugiero que toda vez que se apodere de ti, te golpées con un palo
hasta que el mal genio no pueda soportarlo y se vaya`.

La próxima vez que te sientas enfurecido, ve y corre siete veces alrededor de la casa, y
luego siéntate debajo de un árbol y observa dónde se ha ido la furia. No la has reprimido,
no la has controlado, no se la has arrojado a otra persona...

La cólera es sólo un vómito mental... No hay necesidad de arrojarlo encima de nadie...


Trota por un rato, o toma una almohada y golpéala hasta que tus manos y dientes estén
relajados.
En la transformación nunca controlas, sólo te vuelves más alerta. La furia está sucediendo
es un hermoso fenómeno es simplemente como la electricidad en las nubes...

Aún cuando esté ocurriendo la furia, si repentinamente te vuelves consciente de ella,


desaparece. ¡Inténtalo! Precisamente en la mitad, cuando estás muy acalorado y quisieras
asesinar de pronto date cuenta y sentirás que algo ha cambiado: un cambio de velocidades
dentro de ti, puedes sentir el clic. Algo ha cambiado, tu ser interior se ha relajado. Puede
llevarle tiempo relajarse a tu capa externa, pero el ser interno ya se ha relajado. La
cooperación se ha roto... ahora no estás identificado. Al cuerpo le llevará un rato enfriarse,
pero en la profundidad del centro todo está frío... Cuando te has enfriado, puedes disfrutar
el mundo entero. Cuando estás acalorado, estás perdido, te identificas, te confundes tanto...
¿cómo puedes disfrutarlo?

Esto puede sonar paradójico, pero te lo digo: sólo un Buda disfruta este mundo.

Y Llovieron Flores
pp. 50-72
35. EL DOMINIO DE LOS ESTADOS DE ÁNIMO

Ya sea que estés feliz o infeliz, recuerda: `Esto también pasará`. Esta clave te permitirá
convertirte en el dueño de tus estados de ánimo en lugar de ser su víctima.

Un gran rey que había contratado muchos sabios, se sentía frustrado con sus riquezas. Un
país cercano, un país más poderoso que el suyo, se preparaba para atacar. El rey tenía
miedo de la muerte, de la derrota, de la desesperación, de la vejez. Entonces llamó a sus
sabios y les dijo: `No sé porqué, pero debo encontrar cierto anillo... uno que me pondrá
alegre cuando esté infeliz y al mismo tiempo, si estoy feliz y lo miro, me pondrá triste`.

Estaba pidiendo una llave, una llave con la cual pudiese abrir dos puertas: la puerta de la
felicidad y la puerta de la desdicha. ¿Qué les pedía? Pedía el dominio de sus estados de
ánimo. Decía que quería volverse el dueño de sus estados de ánimo, no quería ser más la
víctima de ellos.

Los sabios hicieron consultas entre ellos pero no pudieron llegar a ninguna conclusión.
Finalmente fueron a un místico Sufi y le pidieron su consejo. El Sufi sólo se sacó un anillo
del dedo y se los dio diciéndoles: `Hay una condición. Dénselo al rey, pero díganle que sólo
debe mirar debajo de la piedra cuando todo esté perdido, cuando la confusión sea total, la
agonía perfecta y cuando él se sienta absolutamente impotente. De otra manera perderá el
mensaje`.

El rey guardó el anillo. Al poco tiempo comenzó la guerra con el reino vecino y tal como se
suponía, la situación rápidamente se tornó en su contra.
Su país estaba perdido, huía del reino sólo para salvar su vida. El enemigo lo seguía, podía
oir los caballos de sus perseguidores... y su caballo murió. Siguió corriendo a pie hasta que
llegó a un punto sin retorno. Sólo había un abismo. En el último momento recordó el anillo.
Lo abrió, miró debajo de la piedra y allí estaba el mensaje, que decía: `Esto también
pasará`.

Hasta que Mueras


pp. 192-204
36. LAS PUERTAS DEL INFIERNO

Recuerda que en cada momento tú tienes la elección de estar en el cielo o en el infierno. Si


no eres consciente estás en el infierno. Depende de ti.

Hakuin, el Maestro Zen, es una de las raras flores. Un guerrero fue a él, un samurai, un gran
soldado, y le preguntó: `¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? Si el infierno y el cielo
existen, ¿dónde están las puertas? ¿Por dónde entro?

Era un guerrero simple. Los guerreros siempre son simples, sin astucia en sus mentes, ni
aritmética. Sólo conocen dos cosas: la vida y la muerte. No había venido a aprender
ninguna doctrina; quería saber dónde estaban las puertas, así podría evitar el infierno y
entrar en el cielo. Y Hakuin le respondió en una manera que sólo podía comprender un
guerrero.

Hakuin le dijo: `¿Quién eres?` El guerrero respondió: `Soy un samurai`.

Produce mucho orgullo ser un samurai en el Japón. Significa ser un guerrero perfecto, un
hombre que no vacilará un sólo instante en dar su vida. Dijo: `Soy un samurai, soy un líder
de samurais. Aún el emperador me debe respeto`.

Hakuin rió y le dijo: `¿Tú, un samurai? ¡Pareces un mendigo!`

Su orgullo estaba herido. El samurai olvidó para qué había venido. Desenvainó su espada y
estuvo a punto de matar a Hakuin.
Entonces Hakuin rió y le dijo: `Esta es la puerta del infierno. Con esta espada, esta ira, este
ego, acá se abre la puerta`.

Esto es lo que un guerrero puede entender. El samurai entendió inmediatamente. Volvió a


poner la espada en su vaina... y Hakuin dijo: `Acá se abren las puertas del cielo`.

El infierno y el cielo están dentro de ti. Ambas puertas están dentro de ti. Cuando te
conduces inconscientemente, allí está la puerta del infierno; cuando estás alerta y
consciente, allí está la puerta del cielo. La mente es el cielo, la mente es el infierno, y la
mente tiene la capacidad de convertirse en ambos. Pero la gente continúa creyendo que
todo se halla en algún lugar afuera... El cielo y el infierno no están al final de la vida, están
aquí y ahora. A cada momento se abre la puerta... en un solo instante puedes ir del infierno
al cielo, del cielo al infierno.

Raíces y Alas
pp. 82-98
37. LAS PUERTAS DEL CIELO

Cuando estás consciente estás en el cielo. Permanece despierto, alerta, consciente.


Nuevamente, depende de ti.

Hakuin, el Maestro Zen, es una de las raras flores. Un guerrero fue a él, un samurai, un gran
soldado, y le preguntó: `¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? Si el infierno y el cielo
existen, ¿dónde están las puertas? ¿Por dónde entro?

Era un guerrero simple. Los guerreros siempre son simples, sin astucia en sus mentes, ni
aritmética. Sólo conocen dos cosas: la vida y la muerte. No había venido a aprender
ninguna doctrina; quería saber dónde estaban las puertas, así podría evitar el infierno y
entrar en el cielo. Y Hakuin le respondió en una manera que sólo podía comprender un
guerrero.

Hakuin le dijo: `¿Quién eres?` El guerrero respondió: `Soy un samurai`. Produce mucho
orgullo ser un samurai en el Japón. Significa ser un guerrero perfecto, un hombre que no
vacilará un sólo instante en dar su vida. Dijo: `Soy un samurai, soy un líder de samurais.
Aún el emperador me debe respeto`.

Hakuin rió y le dijo: `¿Tú, un samurai? ¡Pareces un mendigo!` Su orgullo estaba herido. El
samurai olvidó para qué había venido. Desenvainó su espada y estuvo a punto de matar a
Hakuin. Entonces Hakuin rió y le dijo: `Esta es la puerta del infierno. Con esta espada, esta
ira, este ego, acá se abre la puerta`.
Esto es lo que un guerrero puede entender. El samurai entendió inmediatamente. Volvió a
poner la espada en su vaina... y Hakuin dijo: `Acá se abren las puertas del cielo`.

El infierno y el cielo están dentro de ti. Ambas puertas están dentro de ti. Cuando te
conduces inconscientemente, allí está la puerta del infierno; cuando estás alerta y
consciente, allí está la puerta del cielo.

La mente es el cielo, la mente es el infierno, y la mente tiene la capacidad de convertirse en


ambos. Pero la gente continúa creyendo que todo se halla en algún lugar afuera... El cielo y
el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento se abre la
puerta... en un solo instante puedes ir del infierno al cielo, del cielo al infierno.

Raíces y Alas
pp. 82-98
38. LA TRANSFORMACIÓN

Sólo prueba el ejercicio de Atisha. Trae todos los sufrimientos del mundo a tu corazón y
vuelca bendiciones hacia afuera. Trae resultados inmediatos. Pruébalo hoy y verás.

El método dice: comienza a ser compasivo. Y el método es: Cuando inspiras, piensas que
estás absorbiendo todas las desgracias de las gentes del mundo, toda la oscuridad, toda la
negatividad. Todo el infierno que existe en todas partes, tú lo estás inspirando. Y déjalo que
sea absorbido en tu corazón. Cuando inhalas, estás absorbiendo todas las desgracias y los
sufrimientos de todos los seres del mundo pasados, presentes y futuros. Y cuando exhalas,
estás sacando afuera toda la alegría que posees, toda tu felicidad, todas las bendiciones que
tienes. Exhala, vuélcate a la existencia.

Este es el método de la compasión: bebe todos los sufrimientos y vuelca afuera todas las
bendiciones y te sorprenderás si lo haces. En el mismo momento en que llevas dentro de ti
todos los sufrimientos del mundo, dejan de ser sufrimientos. El corazón inmediatamente
transforma la energía. El corazón es una fuerza transformadora: bebe desgracias y se
transformarán en alegría... luego vuélcala afuera.

Una vez que has aprendido que tu corazón puede hacer esta magia, este milagro, desearás
hacerlo una y otra vez. Inténtalo. Es uno de los métodos más prácticos y sencillos y trae
resultados inmediatos. Pruébalo hoy y verás.

El Libro de la Sabiduría
Vol. 1, pp. 21-22
39. LA CREATIVIDAD

Deja de usar tu locura, tu negatividad, tu destructividad, contra ti mismo y contra los


demás. Eso es fácil, hasta un chico puede destruir. Vuélvete hacia algo dentro de ti que es
totalmente desconocido. Esto requiere muchísimo coraje, muchísima fuerza. Permítete
expresar tu creatividad.

Esta es una historia que se cuenta sobre Buda:

Había un hombre que estaba casi loco, un asesino loco. Había hecho la promesa de que
mataría a mil personas, nada menos que eso, porque la sociedad no lo había tratado bien. Se
vengaría matando a mil personas. Y de cada persona asesinada se llevaría un dedo y haría
un rosario para colgar en su cuello, un rosario de mil dedos. Debido a esta promesa lo
llamaban Angulimala: el hombre con un rosario de dedos.

Había matado a novecientos noventa y nueve personas. En cualquier lugar en que la gente
se enteraba que Angulimala estaba cerca, nadie se movía, el tránsito se detenía. Y luego se
le hizo muy difícil encontrar ese último hombre, y sólo necesitaba un hombre más para
cumplir su promesa.

Buda se hallaba en un bosque cercano y la gente de las aldeas fue a él y le dijo: `¡No
vayas!" Angulimala está ahí, el asesino loco. No lo piensa dos veces, sólo mata. No va a
tener en cuenta el hecho de que tú seas un Buda. ¡No vayas por ahí! Hay otro camino...`

Pero Buda dijo: `Si yo no voy, ¿entonces quién irá?... El es un hombre, me necesita. Tengo
que arriesgarme, o me matará o yo lo mataré`. Buda fue. Aún sus discípulos más próximos
que habían dicho que permanecerían junto a él hasta el final, comenzaron a quedarse detrás.
¡Esto era peligroso!

De modo que cuando Buda llegó a la colina donde se hallaba Angulimala sentado sobre una
roca, no había nadie detrás de él, estaba solo, todos los discípulos habían desaparecido.
Angulimala miró a este hombre inocente, semejante a un chico, tan hermoso que aún él, un
asesino, sintió compasión por él. Pensó: `Este hombre no parece darse cuenta de que estoy
aquí, nadie viene por este camino`. Y entonces pensó: `No es bueno matar a este hombre.
Lo dejaré, puedo encontrar a otro`.

Le gritó a Buda: `¡Regresa! Detente allí y regresa. No dés otro paso. Soy Angulimala, y
éstos son novecientos noventa y nueve dedos y necesito otro dedo más. Aún si viene mi
madre por aquí la mataré y cumpliré mi promesa. No te acerques, soy peligroso. Y no soy
un creyente en la religión... tú puedes ser un buen monje, quizás un gran santo, pero a mí no
me interesa. Tu dedo vale tanto como el de cualquier otra persona. No des un solo paso más
o te mataré. ¡Detente!` Pero Buda seguía acercándose. Entonces Angulimala pensó: `O este
hombre es sordo o está loco`. Nuevamente gritó: `¡Detente! No te muevas`.

Buda le dijo: `Me detuve hace mucho tiempo. No me estoy moviendo, Angulimala, tú te
estás moviendo. No hay ninguna meta para mí... y cuando no hay motivación, ¿cómo puede
producirse el movimiento? Tú te estás moviendo, y yo te digo a ti: ¡tú detente!`

Angulimala comenzó a reírse. `Eres realmente un tonto o estás loco`, le dijo. `No sé qué
tipo de hombre eres`.

Buda se acercó más y le dijo: `He oído que necesitas un dedo más. Por lo que a este cuerpo
respecta, mi meta ya está cumplida, este cuerpo ya no sirve. Puedes usarlo, puedes cumplir
tu promesa. Corta mi dedo y corta mi cabeza. He venido a propósito, porque es ésta la
última oportunidad de usar mi cuerpo de algún modo`.

Angulimala le dijo: `Creí que yo era el único loco por aquí. Y no intentes nada, aún puedo
matarte`.

Buda le dijo: `Antes de matarme, cumple un pedido sólo el deseo de un hombre antes de
morir: corta una rama de este árbol`. Angulimala golpeó su espada contra el árbol y una
gran rama se desplomó. Entonces Buda le dijo: `Sólo una cosa más: únela nuevamente al
árbol`. Angulimala le dijo: `Ahora sé perfectamente que estás loco. Puedo cortar pero no
puedo unir`.

Entonces Buda comenzó a reírse y le dijo: `Cuando sólo puedes destruir y no puedes crear...
no deberías destruir, porque la destrucción la pueden hacer los niños, no hay ninguna
valentía en ello... Un niño puede cortar esta rama, pero para unirla es necesario un Maestro.
Y si ni siquiera puedes unir una rama al árbol, ¿qué hay de las cabezas humanas? ¿Alguna
vez lo pensaste?`
Angulimala cerró los ojos y le dijo: `Llévame por ese camino`. Y se cuenta que en ese
momento alcanzó la iluminación.

Una persona que tiene la energía para volverse loco, también tiene la energía para ser un
iluminado; es la misma energía, sólo la dirección ha cambiado. Si no puedes ser creativo, la
energía se volverá destructiva.

La Semilla de Mostaza
pp. 137-142
40. LA TOTALIDAD

Mira para adentro y ve si estás entero. Las tijeras son como la mente. Cortan, dividen. La
aguja es como el amor: junta, repara lo que está roto. Abre tu corazón al amor, y el amor
te hará uno y entero.

Se cuenta sobre la vida de un gran místico Sufi, Farid, que un rey fue a verlo. Le llevó un
regalo: un hermoso par de tijeras de oro, con diamantes incrustados, muy valioso, muy
original, algo único. Trajo estas tijeras para obsequiárselas a Farid. Tocó los pies de Farid y
le dio las tijeras. Farid las tomó, las miró y se las devolvió al rey diciéndole: "Señor,
muchas, muchísimas gracias por el regalo que has traído. Es algo hermoso, pero
completamente inútil para mí. Será mejor si me puedes obsequiar una aguja. No necesito
tijeras, una aguja me servirá".

El rey dijo: "No entiendo. Si necesitas una aguja, necesitarás también tijeras".

Farid dijo: "No necesito tijeras porque las tijeras separan las cosas al cortarlas. En cambio,
sí necesito una aguja, porque la aguja junta las cosas. Yo enseño acerca del amor. Toda mi
enseñanza se basa en el amor, juntar cosas, enseñar a la gente acerca de la comunión.
Necesito una aguja para juntar a la gente. Las tijeras son inútiles, cortan, desconectan. La
próxima vez que vengas, una simple aguja será suficiente".

Unio Mystica
Vol. 2, pp. 217-218
41. EL FRACASO

Cuando intentas hacer lo que haces solo, separado de la totalidad, fracasas. El éxito está
dentro de Dios y con Dios.

Hablo con mi amante interno y le digo: ¿Por qué este apuro? Sentimos que hay una clase de
espíritu que ama a los pájaros, a los animales y a las hormigas, quizás el mismo que te dio
un resplandor en el vientre de tu madre. ¿Es lógico que ahora andes por ahí completamente
huérfano? La verdad es que tú mismo te alejaste y decidiste irte a la oscuridad solo. Ahora
estás enmarañado con otros, y te has olvidado lo que alguna vez supiste. Y por ésto todo lo
que haces tiene alguna rara falla.

¿No lo observaste en tu propia vida? Todo lo que haces sigue fracasando. Todavía no le ves
la vuelta, piensas que no lo hiciste como debería haber sido hecho.

Entonces intentas con otro proyecto y fracasas de nuevo. Piensas que tu habilidad no es
suficiente y aprendes esa habilidad y fracasas de nuevo.

Entonces piensas: "El mundo está en contra mío" o "Yo soy víctima de los celos de la
gente". Sigues encontrando explicaciones de por qué fracasas, pero nunca das con el real
motivo de tu fracaso.

Kabir dice: "El fracaso significa: tú menos Dios. Tú como tú no eres la real causa del
fracaso. El éxito está dentro de Dios y con Dios.
Siente el espíritu cósmico, el Tao la ley que prevalece y abarca la existencia total de la que
naciste y a la que un día volverás.

La Revolución
pp. 150, 177-179
42. LA PREOCUPACIÓN / LA ANSIEDAD

Cuando estás separado y tienes objetivos propios hay tanta tensión que tu "darte cuenta"
es limitado y te cierras. Simplemente entrégate, permite que la existencia te lleve.

Escuché acerca de una vieja mujer que viajaba en un colectivo. Estaba ansiosa, temblando y
continuamente le preguntaba al conductor qué parada era.

El que estaba sentado a su lado le dijo: "Relájate, no te preocupes. El conductor seguirá


anunciando qué parada es y, si estás demasiado preocupada, yo incluso puedo llamar al
conductor. Puedes decirle dónde quieres bajarte y él lo recordará. Y ahora ¡relájate!

Llamó al conductor y la mujer dijo: "Por favor recuerde: no quiero pasarme. Necesito llegar
adonde voy con urgencia".

El conductor dijo: "Okay, lo anotaré". Aunque no me lo hubiese pedido, yo lo anunciaré,


pero de todos modos voy a tomar nota y vendré especialmente cuando lleguemos a su
parada. No se preocupe. Ahora dígame ¿dónde quiere bajarse?".

La mujer transpirando y temblando, muy tensa le dijo: "Gracias. Tome nota. Necesito
bajarme en la terminal".

Tu conciencia se achica más y más cuando estás tenso. Te cierras, y se hace más y más
difícil recordar en esta tensión, en esta ansiedad. El ego significa tensión, llevar una carga
de ansiedad innecesariamente.
Si vas a la terminal, ¿porqué te preocupas? ¿Cómo podrías pasarte? En el momento que
descansas, en el momento que te relajas, sabes que la existencia ya está en movimiento en
dirección a los picos más altos ¡y tú eres parte de eso! No necesitas tener ambiciones por
separado.

Esto es entregarse, relajarse, dejar de tener objetivos privados, dejando de lado la mente
que quiere lograr cosas, todas las proyecciones del ego. Este es todo el secreto de la
iluminación: sucede en un estado de profundo descanso.

Guida Spirituale
pp. 302-303
43. LA MENTE

Estar listo para asumir responsabilidad por la creación de la propia tristeza, alegría, lo
positivo, lo negativo, el infierno o el cielo. Cuando se entiende esta responsabilidad y se la
acepta, las cosas empiezan a cambiar. Ábrete a una nueva posibilidad.

Hay una parábola famosa:

Una vez un hombre estaba viajando y entró al paraíso por error. En el concepto indio del
paraíso, hay árboles que conceden los deseos. Simplemente te sientas bajo uno de estos
árboles, deseas cualquier cosa e inmediatamente se cumple no hay espacio alguno entre el
deseo y su cumplimiento.

El hombre estaba cansado, así que se durmió bajo un árbol dador de deseos. Cuando
despertó, tenía hambre, entonces dijo: "¡Tengo tanta hambre! Ojalá pudiera tener algo de
comida". E inmediatamente apareció la comida de la nada simplemente flotando en el aire,
una comida deliciosa.

Tenía tanta hambre que no prestó atención de dónde había venido la comida. Cuando tienes
hambre, no estás para filosofías.

Inmediatamente empezó a comer y la comida estaba tan deliciosa! Una vez que su hambre
estuvo saciada, miró a su alrededor.
Ahora se sentía satisfecho. Otro pensamiento surgió en él: "Si tan sólo pudiera tomar algo!"
Y por ahora no hay ninguna prohibición en el paraíso, de modo que de inmediato apareció
un vino estupendo.

Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra
del árbol, comenzó a preguntarse: "Qué está pasando? ¿Estoy soñando o hay fantasmas que
están jugándome una broma?" Y aparecieron fantasmas feroces, horribles, nauseabundos.
Comenzó a temblar y pensó: "Seguro que me matan!" Y lo mataron.

Esta es una antigua parábola, de inmensa significación. Tu mente es un árbol dador de


deseos: pienses lo que pienses, tarde o temprano se verá cumplido. A veces, la brecha es tan
grande que te olvidas por completo que lo deseaste, de modo que no puedes reconocer la
fuente. Pero si observas profundamente, hallarás que todos tus pensamientos te están
creando a ti y a tu vida. Crean tu infierno, crean tu cielo. Crean tu desgracia y tu alegría, lo
negativo y lo positivo...

Cada uno es aquí un mago. Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de
sí mismo... y luego es atrapado. La araña misma es atrapada en su propia tela.

No hay nadie que te torture excepto tú mismo. Y cuando se comprende ésto, las cosas
comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, transformar tu infierno en cielo; sólo
se trata de pintarlo con una visión diferente... Toda la responsabilidad es tuya.

Y entonces surge una nueva posibilidad: puedes dejar de crear el mundo. No hay necesidad
de crear ni en el cielo ni en el infierno, no hay ninguna necesidad de crear nada. El creador
puede descansar, jubilarse. Y la jubilación de la mente es la meditación.

Con Tranquilidad
Vol. 2, pp. 176-179
44. EL DESEO

Es tiempo de que dejes de buscar fuera de ti aquéllo que te hará feliz. Mira adentro.

Existe una historia Sufi muy famosa: Un emperador salía de su palacio para su caminata
matutina, cuando se encontró con un mendigo. Le preguntó al mendigo: `¿Qué quieres?` El
mendigo rió y dijo: `Preguntas como si pudieses cumplir mi deseo`.

El rey se ofendió. Dijo: `Por supuesto que puedo cumplir tu deseo. ¿Cuál es? Sólo dímelo`.

Y el mendigo dijo: `Piénsalo dos veces antes de prometer algo`. El mendigo no era un
mendigo común, era el Maestro de la vida pasada del Emperador. Y en esa vida le había
prometido: `Vendré e intentaré despertarte de tu próxima vida. Te has perdido esta vida,
pero vendré de nuevo`. Pero el rey se había olvidado por completo. ¿Quién recuerda sus
vidas pasadas? De modo que insistió: `Cumpliré cualquier deseo que pidas. Soy un
emperador muy poderoso. ¿Qué puedes tú desear que yo no pueda darte?

El mendigo le dijo: `Es un deseo muy sencillo. ¿Ves esta vasija para mendigar? ¿Puedes
llenarla con algo?

El Emperador le dijo: `¡Por supuesto!` Llamó a uno de sus visires y le dijo: `Llena con
dinero la vasija de este hombre`. El visir salió y volvió con algo de dinero, que volcó en la
vasija... al instante el dinero desapareció. Y volcó más y más, y en cuanto volcaba un poco,
desaparecía. Y la vasija permanecía siempre vacía.
El palacio entero se reunió. Pronto el rumor atravesó la capital y una gigantesca multitud se
concentró. Estaba en juego el prestigio del emperador. Le dijo a sus visires: `Si se pierde el
reino entero, estoy dispuesto a perderlo, pero no puedo ser derrotado por este mendigo`.
Diamantes, perlas y esmeraldas... sus tesoros se vaciaban. La vasija del mendigo parecía no
tener fondo. Todo lo que se colocaba dentro, todo, inmediatamente desparecía, dejaba de
existir. Finalmente se hizo tarde y la gente se hallaba de pie en completo silencio. El rey
cayó a los pies del mendigo y admitió su derrota. Le dijo: `Sólo dime una cosa. Has salido
victorioso, pero antes de irte, sólo satisface mi curiosidad. ¿De qué está hecha esta vasija
para mendigar?`

El mendigo se rió y dijo: `Está hecha de la mente humana. No hay secretos.... sólo está
hecha del deseo humano...`.

Esta comprensión transforma la vida. Ve hacia un deseo ¿cuál es su mecanismo?. Primero


hay una gran excitación, gran suspenso, aventura. Sientes que algo va a suceder, estás al
borde de ello. Y luego tienes el auto, tienes el yate, tienes la casa, tienes la mujer... y de
pronto todo vuelve a carecer de sentido.

¿Qué sucede? Tu mente lo ha desmaterializado. El auto se halla estacionado en la calle,


pero ya no hay más excitación. La excitación existía sólo para obtenerlo... tanto te
embriagaste con el deseo, que te olvidaste de tu nada interna. Ahora, una vez cumplido el
deseo el auto afuera, la mujer en la cama, el dinero en tu cuenta corriente nuevamente la
excitación desaparece. Nuevamente está allí el vacío, listo para devorarte. Nuevamente
debes crear otro deseo para escaparte de este abismo que bosteza.

Es así como nos movemos, de un deseo a otro. Es así como seguimos siendo mendigos. Tu
vida entera lo demuestra una y otra vez: todo deseo frustra. Y cuando se consigue el
objetivo, necesitarás otro deseo.

El día que entiendas que el deseo como tal fracasará, vendrá el momento de cambio en tu
vida.

El otro viaje es hacia adentro. Muévete hacia adentro, vuelve a casa.

Zen: El Camino de la Paradoja


Vol. 2, pp. 208-220
45. LA POSTERGACIÓN

Observa la inutilidad de perseguir logros en el futuro y date cuenta de que no se necesita


nada más. No postergues.

Diógenes, el místico griego, es uno de los raros florecimientos de la conciencia humana.


Cuando Alejandro Magno se hallaba camino a la India, se encontró con Diógenes en su
ruta.

Era una mañana de invierno, soplaba una fresca brisa, y Diógenes se hallaba acostado en la
orilla del río, sobre la arena, tomando sol desnudo... era un hermoso hombre. Cuando existe
un alma hermosa, surge una belleza que no es de este mundo.

Alejandro no podía creer la gracia de este hombre. Estaba pasmado, y le dijo: `Caballero...`
nunca antes había dicho caballero a nadie en su vida `Caballero, estoy inmensamente
impactado por tu ser, y quisiera hacer algo para ti. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?`

Diógenes dijo: `Sólo párate un poco más allá, porque me estás tapando el sol, nada más. No
necesito otra cosa`.

Alejandro le dijo: `Si tengo otra oportunidad de venir a la tierra, le pediré a Dios que, en
vez de hacerme nuevamente Alejandro, me haga Diógenes`.

Diógenes rió y le dijo: `¿Quién te lo está impidiendo ahora? ¿Adónde vas? Durante meses
he visto ejércitos moviéndose... ¿Adónde vas? ¿Y para qué?` Y Alejandro le dijo: `Voy a la
India a conquistar el mundo entero`. `Y luego, ¿qué vas a hacer?, le preguntó Diógenes.
Alejandro le contestó: `Luego descansaré`.

Diógenes rió nuevamente y le dijo: `Estás loco. Yo estoy descansando ahora. No he


conquistado el mundo, no veo la necesidad de ello. Si al final quieres descansar, ¿por qué
no ahora? ¿Quién te ha dicho que antes de descansar tienes que conquistar el mundo? Y te
digo: si no descansas ahora, no descansarás nunca. Nunca serás capaz de conquistar el
mundo... morirás a mitad de camino. Todos morimos a mitad de camino`.

Alejandro le dijo que lo tendría en cuenta y le agradeció, pero en ese momento no podía
detenerse. Y murió a mitad de camino. Nunca volvió a su hogar nuevamente, murió en el
camino.

Una extraña historia se ha venido contando durante siglos: dice que Diógenes también
murió ese mismo día. Y se encontraron en su camino a Dios, cruzando el río. Alejandro
estaba unos pocos pasos adelante, cuando oyó a alguien detrás de él... se volvió y vio que
era Diógenes, el mismo hombre hermoso. Se sorprendió y sintió vergüenza. Intentando
ocultarla, le dijo: `De modo que volvemos a encontrarnos, el emperador y el mendigo`.

Y Diógenes le dijo: `Es verdad. Pero no estás entendiendo, no sabes quién es el mendigo y
quién es el emperador. Como yo he vivido mi vida plenamente, la he gozado, puedo
enfrentar a Dios. Tú no podrás enfrentarlo, porque puedo verlo: ni siquiera puedes
enfrentarme a mí, no puedes mirarme a los ojos. Toda tu vida ha sido en vano`.

Con Tranquilidad
Vol. 1, pp. 136-139
46. INDAGAR / EXPLORAR / BUSCAR

¡Estás en grave peligro! En cualquier momento puedes estar amando, riendo, vivo puedes
accidentalmente encontrar a Dios.

Este es un hermoso cuento de Rabindranath Tagore: Estuve buscando a Dios durante miles
de vidas. Lo ví... a veces muy lejos... Me apuré... cuando hube llegado allí, él se había ido
más lejos. Esto siguió y siguió. Pero finalmente llegué a una puerta, y en la puerta había un
cartel: `Esta es la casa donde vive Dios`

Dice Rabindranath: por primera vez me preocupé. Me inquieté mucho. Temblando, subí las
escaleras. Estaba a punto de golpear la puerta, y súbitamente, en un instante, ví...

Si golpeo la puerta y Dios abre, ¿luego qué? Luego, todo ha terminado: mis viajes, mis
peregrinajes, mis grandes aventuras, mi filosofía, mi poesía, todo el anhelo de mi corazón.
Todo habrá terminado. ¡Sería un suicidio! Comprendiendo, dice Rabindranath, me quité los
zapatos de los pies... porque al bajar las escaleras podría hacer algún ruido... Y desde el
momento en que llegué al pie de las escaleras, corrí. Y no he mirado hacia atrás desde
entonces. He estado corriendo y corriendo durante miles de años.

Todavía estoy buscando a Dios, aunque sé ahora dónde vive. De modo que todo lo que
debo hacer es evitar el lugar, y puedo seguir buscándolo en cualquier otra parte. Pero debo
evitar esa casa... esa casa me obsesiona. La recuerdo perfectamente. Si por casualidad entro
accidentalmente en esa casa, entonces todo habrá terminado.
El Ganso está Afuera
pp. 283-284
47. LA ESPERANZA

No te pierdas en la trampa de la esperanza. No quedes atrapado en la idea de que la ayuda


vendrá desde fuera de ti mismo. El otro no va a satisfacerte. La satisfacción está dentro de
nosotros.

Supe acerca de un cazador que se perdió en la jungla. Durante tres días no pudo encontrar a
nadie a quien preguntarle el camino para salir, y cada vez entraba en una sensación de
mayor pánico. Tres días sin comida y de constante miedo a los animales salvajes. Durante
tres días no había podido dormir; se había quedado despierto, sentado sobre algún árbol,
temeroso de que lo pudieran atacar. Había serpientes, leones, animales salvajes... Temprano
en la mañana del cuarto día, vio a un hombre sentado debajo de un árbol. Imagínense su
alegría. Corrió hacia él, lo abrazó y ambos se sintieron muy felices.

Luego, uno le preguntó al otro: `¿Por qué estabas inmóvil?`

El primero dijo: `Estaba perdido y esperaba encontrar a alguien`. Y el segundo dijo: `Yo
también estoy perdido y esperando a alguien. Pero si ambos estamos perdidos... entonces el
éxtasis fue en vano. ¡Ahora estamos perdidos los dos juntos!`

Guida Spirituale
pp. 216-217
48. EL DESAFÍO

Un poco de lucha es imprescindible. Nos enriquecemos con las tormentas los relámpagos,
los truenos y la tristeza como así también con la alegría y la felicidad.

Me contaron una antigua parábola debe ser muy antigua porque Dios solía vivir en la tierra
en esos días...

Un día llegó un hombre, un viejo granjero, y le dijo: `Mira, tú puedes ser Dios y puedes
haber creado el mundo, pero debo decirte algo: no eres un granjero. Ni siquiera sabes el abc
del trabajo en la granja. Tienes algo para aprender`.

Dios dijo: `¿Qué me aconsejas?`

El granjero contestó: `Sólo dame un año de tiempo y déjame todas las cosas a mí, y verás
qué ocurre. ¡Ya no quedará pobreza!`

Dios estaba dispuesto a ello y le dio un año al granjero. Naturalmente, el granjero pidió lo
mejor, sólo tuvo pensamientos de lo mejor nada de truenos, ni fuertes vientos, ni peligros
para los cultivos. Todo confortable, acogedor y él estaba muy contento. El trigo crecía tan
alto... Cuando quería sol, había sol, cuando quería lluvia, había lluvia, y tanta como
necesitaba. Ese año todo estuvo bien, matemáticamente bien. El trigo crecía tan alto...

El granjero iba a Dios y le decía: `Mira, esta vez los cultivos serán tales, que por diez años,
aún si la gente no trabaja, habrá suficiente comida`. Pero cuando se cosecharon los cultivos,
las espigas estaban vacías. El granjero estaba sorprendido. Le preguntó a Dios: `¿Qué pasó?
¿Qué salió mal?`

Dios le dijo: `Porque no hubo desafío, porque no hubo conflicto ni fricción, porque evitaste
todo lo malo, el trigo quedó impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Se necesitan
tormentas, truenos, relámpagos. Movilizan el alma dentro del trigo`.

Esta parábola es de inmenso valor. Si sólo estás feliz, la felicidad perderá todo su
significado. Será como si alguien escribe con tiza blanca sobre una pared blanca. Puede
seguir escribiendo, pero nadie podrá jamás leerlo. La noche es tan necesaria como el día. Y
los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto llamo comprensión.
Y lentamente, cuanto más ves el ritmo de la vida, el ritmo de la dualidad y de la polaridad,
dejas de preguntar, dejas de elegir. ¡Entonces has descubierto el secreto!

Vive con este secreto y te sorprenderás de pronto: ¡qué grandioso es el regalo de la vida!
¡Cuánto te es dado a cada momento! Pero has estado viviendo de tus expectativas, de tus
diminutos y triviales deseos y porque las cosas no se adecuaban a tus deseos, te sentías
desgraciado.

Cuando sigues la naturaleza de las cosas, no se arroja ninguna sombra. Aún la tristeza es
luminosa en ese instante. No es que la tristeza no vendrá. Ella vendrá, pero no será tu
enemiga. Te convertirás en su amigo, porque verás su necesidad. Podrás ver su gracia y
podrás ver porqué está allí y porqué es necesaria. Y sin ella serás menos, no más.

El Maestro Perfecto
Vol. 2, pp. 207-311
49. EL AMOR

Recuerda no acaparar tu amor o calcularlo. No seas avaro, perderás todo. En cambio,


deja que tu amor florezca y compártelo, ofrécelo, déjalo crecer.

Un gran rey tenía tres hijos y quería elegir a uno para ser su heredero. Era muy difícil,
porque los tres eran muy inteligentes, muy valientes y eran trillizos todos de la misma edad
de modo que no había forma de decidir. Entonces preguntó a un gran sabio y el sabio le
sugirió una idea.

El rey fue a su casa y le pidió a sus tres hijos que vinieran. Le dio a cada uno una bolsa con
semillas de flores y les dijo que él se iba a un peregrinaje religioso. `Me tomará unos pocos
años, uno, dos, tres, quizás más, y ésta es una especie de prueba para ustedes. Tendrán que
devolverme estas semillas cuando regrese. Y aquél que mejor las proteja se convertirá en
mi heredero`. Y partió a su peregrinaje.

El primer hijo pensó: `¿Qué debería hacer con estas semillas?`. Las guardó en una caja de
seguridad de hierro, porque al regresar su padre, debería devolverlas como las había
recibido.

El segundo hijo pensó: `Si las guardo como hizo mi hermano, morirán. Y una semilla
muerta no es una semilla`. De modo que fue al mercado, vendió las semillas y guardó el
dinero. Y pensó: `Cuando mi padre regrese iré al mercado, compraré semillas nuevas y le
devolveré semillas mejores que las primeras`.
Pero el tercero fue al jardín y arrojó las semillas por todas partes. Después de tres años,
cuando el padre regresó, el primer hijo abrió su caja fuerte. Todas las semillas estaban
muertas, apestaban, y el padre le dijo: `¡Qué! ¿Son éstas las semillas que te dí? Tenían la
posibilidad de florecer y dar un hermoso perfume, y estas semillas apestan`. ¡Estas no son
mis semillas!`.

El hijo insistió en que eran las mismas semillas, y el padre le dijo: `Eres un materialista`.

El segundo hijo corrió al mercado, compró semillas, volvió a la casa y se las presentó a su
padre. El padre dijo: `Pero no son las mismas. Tu idea fue mejor que la de mi primer hijo,
pero todavía no eres tan capaz como yo quisiera. Eres un calculador`.

Fue al tercero, con gran esperanza y también con temor: `¿Qué has hecho?`. Y el tercer hijo
lo llevó al jardín y allí había millones de plantas creciendo, millones de flores por todas
partes. Y el hijo dijo: `Estas son las semillas que me diste. En cuanto estén listas, juntaré las
semillas y te las devolveré`. Y el padre contestó: `Tú eres mi heredero. Es así como
deberíamos actuar con las semillas`.

El acaparador no comprenderá la vida y la mente calculadora también se la perderá. Sólo la


mente creativa puede entenderla. Esa es la belleza de las flores, no pueden ser acaparadas.
Representan a Dios: Dios no puede ser acaparado. Representan el amor: el amor no puede
ser acaparado.

No es sólo una casualidad el que la flor haya permanecido como símbolo del amor a través
de los tiempos, en todos los países, para todas las sociedades. El amor es como una flor:
cuando comienza a florecer dentro de ti, tienes que compartirlo, tienes que dar. Y cuanto
más das, más crece el amor. Si sigues dando, llegará el día en que te convertirás en una
fuente infinita y constante de amor.

Zen: El Camino de la Paradoja


Vol. 2, pp. 43-45
50. LA COMPASIÓN

La compasión es no tener un corazón que sangra lleno de conmiseración por otros. La


compasión es tal profundidad de amor, que uno está dispuesto a hacer todo lo necesario
para posibilitar el `darse cuenta` en una situación.

Permítanme recordarles una situación que aconteció en vida de Jesús. El tomó un látigo y
entró en el gran Templo de Jerusalén. ¿Un látigo en la mano de Jesús?. Esto es el
significado de lo que Buda ha dicho: `Una mano ilesa puede manipular veneno`. Sí, Jesús
puede manipular un látigo, y no hay ningún problema: el látigo no puede subyugarlo.
Permanece alerta: así es su conciencia .

El gran Templo de Jerusalén se había convertido en un lugar de ladrones; un sutil robo se


llevaba a cabo. Había cambiadores de dinero dentro del templo y estaban explotando al país
entero.

Jesús entró solo al templo y dio vuelta sus puestos los puestos de los cambiadores arrojó su
dinero y creó tal alboroto, que todos escaparon fuera del templo. Había muchos y Jesús
estaba solo, pero estaba tan furioso, tan colérico...

Bueno, éste ha sido un problema para los cristianos. ¿Cómo explicarlo?, porque todos sus
esfuerzos son para probar que Jesús es una paloma, un símbolo de paz. ¿Cómo pudo tomar
un látigo en sus manos? ¿Cómo pudo enojarse tanto, enfurecerse tanto, que dio vuelta las
mesas de los cambiadores de dinero y los arrojó fuera del templo? Su energía debe haber
estado tan tormentosa, que no pudieron enfrentarlo. Los sacerdotes y los mercaderes y los
cambiadores de dinero, todos escaparon, gritando: `¡Este hombre se ha vuelto loco!`.
Los cristianos evitan esta historia. No hay necesidad de evitarla, si comprendes este sutra de
Buda:

Porque una mano ilesa puede manipular el veneno Ningún daño le ocurre al inocente.

Jesús es absolutamente inocente. No es violento, no es destructivo, es su compasión, su


amor. El látigo en su mano es el látigo en las manos del amor.

El Libro de los Libros


Vol. 4, Discurso 15º
51. EL CORAJE

Esto es para recordarte que una vez que has pisado el camino para hallar a Dios, no hay
retorno. Esto implica un inmenso coraje.

Una vez, temprano a la mañana, Jesús fue a un lago. Un pescador acababa de arrojar su red,
el sol apenas se asomaba en el horizonte. Jesús puso su mano sobre el hombro del pescador
y el pescador lo miró. Por un instante no se pronunció palabra entre ellos. Jesús sólo lo
miró a los ojos: el hombre se enamoró. Algo sucedió.

Jesús le dijo: `¿Cuánto más desperdiciarás tu vida pescando? Ven conmigo. Te mostraré el
camino para que pesques a Dios`.

El hombre debe haber tenido gran coraje. Arrojó su red al lago y siguió a Jesús sin hacer
una sola pregunta.

Cuando estaban fuera de la ciudad, se acercó un hombre corriendo y le dijo al pescador:


`¿Adónde vas? ¿Te has vuelto loco?, vuelve a casa. Tu padre, que estaba enfermo, ha
muerto, y tenemos que encargarnos de sus últimos ritos y rituales`.

Por primera vez el pescador le habló a Jesús. Le dijo: `¿Puedo ir a mi casa sólo por tres días
para cumplir con mis obligaciones de hijo con mi difunto padre?`

Jesús le contestó: `No te preocupes. Hay tantas personas muertas en la ciudad, ellas se
encargarán. Los muertos enterrarán a los muertos. Tú ven conmigo. Y si vienes conmigo,
entonces no hay regreso`.
Y el hombre lo siguió.

Tao: La Puerta Dorada


Vol. 1, pp. 236-237
52. EL ARREPENTIMIENTO

Date cuenta de que aún cuando cometes un error, éso también puede ser una oportunidad.
Cuando te des cuenta de que has ido contra tu propia verdad y has comprometido lo que
sientes en tu corazón, permite que las lágrimas fluyan muy profundamente en ti y ellas
podrán ser una transformación.

Ningún otro hombre es comparable con Al-Hillaj Mansoor en la tradición Sufi. Mucha
gente en el pasado ha sido asesinada por las así llamadas `personas religiosas`.

Jesús fue simplemente crucificado, pero Mansoor fue cortado en pedazos. Fue crucificado y
primero le cortaron las piernas mientras estaba vivo, luego las manos. Luego le cortaron la
lengua y después le sacaron los ojos, y él aún estaba vivo. Después le cortaron el cuello.

¿Y qué crimen había cometido Mansoor? Su único crimen fue decir: `¡Ana`l Hak!`, que
significa: `Soy la verdad, soy Dios`. En la India lo habrían adorado durante siglos, pero los
mahometanos no podían tolerarlo. Cien mil personas se habían concentrado para arrojarle
piedras a Mansoor para ridiculizarlo. Mansoor reía. Cuando le cortaron los pies, tomó la
sangre en sus manos.... y alguien le preguntó qué estaba haciendo. Mansoor dijo: `¿Cómo
puedes lavarte las manos con agua?, porque los crímenes que cometes con tu sangre,
pecados que cometes con tu sangre, sólo la sangre puede purificarlos. Estoy purificando
mis manos, me estoy preparando para la oración`.

Cuando comenzaron a cortarle las manos, él dijo: `Espera, Déjame rezar ahora, porque
cuando mis manos ya no estén, será difícil`. Entonces miró al cielo y le dijo a Dios: `¡No
puedes engañarme! Te puedo ver en todas las personas aquí presentes. ¿Has venido como el
asesino? ¿Como el enemigo? No puedes engañarme. En cualquier forma que vengas, te
reconoceré, porque te he reconocido dentro de mí`.

La gente le arrojaba piedras y barro, ridiculizándolo, y Mansoor reía y sonreía. Pero de


pronto comenzó a llorar... porque Shibli, su amigo, su discípulo, le había arrojado una rosa.

Nuevamente la gente se sintió intrigada y nuevamente preguntaron por qué. Mansoor


contestó: `La gente que está arrojando piedras no sabe lo que está haciendo. Pero Shibli
sabe, tiene que saber. Para él será difícil obtener

perdón de Dios`. Después, cuando le preguntaron a Shibli porqué había arrojado la rosa, él
dijo: `Tenía miedo de la multitud. Si no arrojaba nada, temía que se pusieran violentos
conmigo. No podía arrojar piedras porque Mansoor era inocente, pero tampoco pude reunir
coraje para no arrojar nada. La flor sólo fue una manera de transar. Y Mansoor lloró por mi
temor, por mi cobardía`. Las lágrimas de Mansoor cambiaron a Shibli completamente,
fueron una transformación para él. Le llevó por lo menos doce años de deambular como un
vagabundo, como un mendigo, siempre llorando en una desconsolada angustia. Se
arrepintió de su vida entera. Solía decir: `He asesinado a Mansoor. Nadie más fue
responsable, pero yo podría haber comprendido, podría haberlo salvado, pero transé con la
multitud; le arrojé una flor a ese hombre`.

El arrepentimiento puede convertirse en un fenómeno muy profundo dentro de ti, si


comprendes la responsabilidad. Entonces, incluso algo muy pequeño, si llega hasta el fondo
de tus raíces, si las lágrimas no vienen sólo de tus ojos, sino de cada célula de tu cuerpo,
puede convertirse en una transformación.

Esto es lo que un Maestro, sólo un gran Maestro puede hacer. Un Maestro estando vivo,
mientras agoniza o aún ya muerto continúa usando cada oportunidad para transformar a la
gente.

Hasta que Mueras


pp. 218-222
53. EL JUEGO

Recuerda: todo lo que hagas es un juego. Juega tu parte. Si es una pelea, pelea.
Permanece centrado. No hay necesidad de estar serio. ¡Sólo juega!

La guerra tenía que empezar. Ambos ejércitos se hallaban frente a frente, sólo esperando
que dieran la señal para empezar a matarse entre sí. Arjuna, viendo a los millones de
personas, se sintió algo agitado. Pensó: `Esto es estúpido. Sólo por el reino, sólo por ser
rey, matar a millones de personas, no lo vale`.

Este pensamiento era tan penetrante, que abandonó su famosa reverencia y le dijo a Krishna
Krishna era su conductor, su auriga: `Dá vuelta el carro de guerra. Llévame a la jungla y
déjame ahí. Quiero renunciar al mundo. Ya no quiero más este reino y no quiero pelear`.
Krishna discutió con él y lo convenció de que esa era su obligación, de que estaba siendo
un cobarde, de que ésto era un escapismo. Y finalmente lo hizo pelear...

Le dijo a Arjuna: `Esta decidido por Dios. La guerra tendrá lugar, es inevitable. Aún si
escapas, alguien tendrá que tomar tu lugar, pero la guerra tendrá lugar. De modo que no te
preocupes, sólo eres un pretexto. Tú no estás matando a estas personas. Dios ya ha decidido
que deben morir y ellas deben morir para salvar la religión. Deben morir por el bien de la
paz. Debes hacerlo ¡es tu obligación!.

Y le dio grandes argumentos. Le dijo: `Cuando matas a una persona, sólo matas su cuerpo.
El alma no muere, el alma es eterna. ¿Entonces por qué preocuparse? Nacerá de nuevo,
tendrá otro cuerpo, de hecho, un cuerpo nuevo. Te llevas un modelo viejo y él obtendrá un
modelo nuevo, porque el alma es eterna`.
Guida Spirituale
pp. 228-229

Esto es lo que Krishna intenta decirle a Arjuna: `No te preocupes por el juego. ¡Juega! Si es
tu parte la de jugar al guerrero y pelear esta guerra, pelea. Sólo permanece en tu centro y
continúa observando que ésto es un juego. Y nadie debe ser serio al respecto`.

Con Krishna es un juego. Promete un día y se olvida al día siguiente. Está realmente
liberado, su liberación es perfecta, sin fallas... porque sabe que todo es un juego. Cuando
todo es un juego y todo es un sueño, ¿entonces por qué preocuparnos? El no está
preocupado. Lo juega y permanece desapegado.

El Camino del Amor


pp. 135-136
54. EL OBJETIVO ÚNICO

El erudito tiene que ir a lo vital. El plástico tiene que ir a lo real.

Saraha es el fundador del Tantra así como Bodhidharma es el fundador del Zen.

Si yo tuviera que contar con mis dedos, cinco de los factores de la humanidad, sería uno de
ellos.

Saraha nació en Vidarbha, en Maharashtra, muy cerca de Poona. Era hijo de un brahmin
erudito que estaba en la corte del rey Mahapala... El rey estaba dispuesto a dar su propia
hija a Saraha, pero Saraha quería renunciar, quería ser sannyasin. El se hizo discípulo de Sri
Kirti, un budista. Lo primero que Sri Kirti le dijo a Saraha fue que dejara todos los vedas,
que dejara atrás toda su sabiduría.

Los años pasaron y Saraha se transformó en un gran meditante. Un día, cuando estaba
meditando, tuvo la visión de una mujer que estaba en el mercado, que iba a ser su verdadera
maestra. Sri Kirti lo había puesto justo en el camino, pero la verdadera enseñanza iba a
venir de una mujer. Entonces le dijo a Sri Kirti: `Tú has limpiado mi pizarra, ahora estoy
listo para hacer la otra mitad de mi trabajo`. Y partió con las bendiciones de Kirti, que
estaba feliz.

Encontró a la mujer de su visión en el mercado. Ella estaba haciendo un arco. Se dedicaba a


hacer arcos. Era una mujer de clase baja, de casta baja. Para Saraha, que era un brahmin
erudito que había pertenecido a la corte del rey, ir a una mujer que se dedicaba a hacer
arcos, era simbólico. El erudito tiene que ir a lo vital, el plástico tiene que ir a lo real.
Vio a esta mujer, una mujer joven, llena de vida, radiante de vida, que estaba cortando el
eje del arco, totalmente absorbida en lo que estaba haciendo. El inmediatamente sintió algo
extraordinario en su presencia... estaba absolutamente abstraída en su acción.

Saraha la miró atentamente. Una vez que el arco estuvo listo, la mujer cerrando un ojo y
abriendo el otro, asumió la postura de estar apuntando a un objetivo invisible, a un blanco
invisible...

Y algo sucedió, algo como una comunión. En ese preciso momento, el significado espiritual
de lo que ella estaba haciendo, se le representó a Saraha. El no la vio por mirar a la derecha,
ni por mirar a la izquierda. El había escuchado tantas veces, él había oído, pensado,
discutido con otros acerca de ésto: que estar en el centro es lo correcto, y ahora por primera
vez, lo vio en acción y estaba tan absolutamente abstraída, tan totalmente en la acción, que
comprendió claramente este mensaje budista: ser total en la acción es estar totalmente libre
en la acción. Sé total y serás libre. La belleza, la luminosidad de la mujer vino por su total
abstracción. Por primera vez él entendió que la meditación no era sentarse por un tiempo
especial y repetir un mantra; tampoco ir a la iglesia o al templo o a la mezquita, sino estar
con vida, continuar haciendo cosas triviales, pero con tal abstracción, que la profundidad es
revelada en cada acción. El lo podía sentir, incluso lo podría haber tocado...

Saraha se transformó en un tantrika bajo la guía de la mujer arquera, un discípulo y un


maestro. Es un romance de amor del alma. Saraha había encontrado su compañera del alma.
Ellos encontraron un amor tremendo, un amor grande, que rara vez sucede en la tierra. Ella
le enseñó Tantra... Saraha primero tuvo que dejar los vedas, las escrituras, el conocimiento.
Ahora dejó incluso la meditación. Ahora la celebración era su estilo de vida total.

Saraha y la mujer que hacía arcos fueron a un campo de cremación y vivieron juntos. Vivir
en un campo de cremación y celebrar, vivir dónde sólo la muerte ocurre y vivir felices. Si
tú puedes ser feliz, si tú puedes celebrar allí, entonces la felicidad radiante ocurre en ti.
Ahora es incondicional. El juego entró en el ser de Saraha y a través del juego, la verdadera
religión nació.

La Visión Tantra
Vol. 1, pp. 5-20
55. EL SEXO

Deja que el sexo sea el primer paso, pero no el último.

Cuando dos amantes se encuentran en un orgasmo sexual profundo, se funden uno en el


otro. Entonces la mujer ya no es más una mujer, el hombre ya no es más un hombre. Se
transforman justamente como el círculo ying-yang, alcanzando uno al otro, encontrándose
uno con el otro, fundiéndose, olvidándose sus propias identidades.

Por eso es que el amor es tan hermoso. Este estado se llama mudra y el estado final de
orgasmo con la totalidad se llama mahamudra, el gran orgasmo.

El orgasmo es un estado donde tu cuerpo ya no se siente como materia, vibra como energía,
electricidad. Vibra tan profundamente desde su base, que tú te olvidas completamente que
es una cosa material. Se transforma en un fenómeno eléctrico, y es un fenómeno eléctrico.

Y de a poco, si se aman y se rinden uno al otro, se entregan a este momento de pulsación,


de ser energía, y no están asustados...

Cuando el cuerpo pierde sus límites, cuando el cuerpo se transforma en una cosa vaporosa,
cuando se evapora sustancialmente y solamente queda la energía, un cuerpo sutil,
encuentras que es como si tú no fueras... Sólo en un amor intenso y profundo puede uno
llegar a ésto. El amor es como la muerte: te mueres mientras piensas que eres un cuerpo, te
mueres mientras estés preocupado con tu imagen material, te mueres como un cuerpo y te
transformas en energía, en energía vital.
Y cuando los amantes comienzan a vibrar a un ritmo, los latidos de sus corazones y sus
cuerpos se unen y entran en armonía... ya no son dos. Ahora son un círculo y vibran juntos,
pulsan juntos. Sus corazones ya no están separados, los latidos de sus corazones no están
separados; se transforman en una melodía, en una armonía. Es la más hermosa música
posible, todas las otras músicas palidecen comparadas con ésto.

Cuando lo mismo sucede, no con otra persona, sino con toda la existencia, ésto es
mahamudra. Esto es el gran orgasmo.

Tantra: La Comprensión Suprema


pp. 20-135
56. LA DEVOCIÓN

Entra totalmente en la intensidad profunda del amor, tanto como sea posible, permite que
sea una apertura en ti mismo hacia lo divino, permite que tus energías femeninas
florezcan.

Meera, una gran mística de la India, era una devota loca, una bhakta, en amor y éxtasis
tremendo con Dios. Era una reina, pero comenzó a bailar en las calles. La familia la
desconoció y trató de envenenarla, porque ella era una desgracia para la familia real.

Era una de las regiones más tradicionales de la India, Rajasthan, donde por muchos siglos
nadie había visto las caras de las mujeres, que siempre las llevaban cubiertas. En aquellos
días, en ese ambiente tan estúpido, la reina comenzó a bailar en las calles. Las multitudes se
congregaban y ella estaba tan compenetrada, que el sari se le caía y su cara entonces
quedaba expuesta, sus manos quedaban expuestas. La familia obviamente estaba muy
perturbada.

Pero ella cantaba cantos hermosos, los más hermosos que jamás hubieran cantado en todo
el mundo, porque provenían de su corazón, eran muy espontáneos.

Ella le dijo a su marido: `No sigas creyendo que tú eres mi marido; mi marido es Krishna.
Tú sólo eres un pobre sustituto`. El rey se enojó mucho, y la expulsó del reino. Meera se
fue a Mathura, el lugar de donde era Krishna. Donde hay uno de los templos más grandes
de Krishna.
El sacerdote principal del templo había tomado el voto de que no miraría a una mujer en
toda su vida y por 30 años no lo había hecho. No se le permitía la entrada al templo a
ninguna mujer.

Cuano Meera llegó allí, bailó en las puertas del templo y los guardias quedaron tan
encantados que se olvidaron de prohibirle la entrada. Y así ella entró al templo: fue la
primera mujer en entrar al templo en 30 años. El sacerdote principal estaba adorando a
Krishna. Cuando él vio a Meera, no podía creer lo que veía. Fuera de sí, le gritó: `¡Sal de
aquí, mujer, sal de aquí! ¿No sabes que no está permitida la entrada a ninguna mujer?`

Meera se rió y dijo: `Por lo que yo sé, excepto Dios, todas son mujeres, ¡tú también!
Después de 30 años de adorar a Krishna, ¿todavía te crees que eres hombre?`

Esto abrió los ojos del sacerdote principal, quien se inclinó ante Meera y dijo: `Jamás nadie
me había dicho nada semejante, pero yo puedo ver y puedo sentir que ésta es la verdad`.

En el pico más alto, si éstas en el camino del amor o de la meditación, tú te vuelves


femenino.

El Libro de los Libros


Vol. 5, pp. 255-257

El amor de Meera es el amor de un ser humano perfecto. Ella no tiene necesidades, ella no
quiere nada de Krishna, ella simplemente sigue dando. Tiene una canción para cantar y
canta, tiene una danza para bailar y baila. No tiene nada para obtener, solamente dá y por
eso ella recibe el ciento por uno de lo que dá, pero eso es otra cosa.

Si quieres transformarte en Meera, primero tienes que estar satisfecho en cuanto a las
necesidades de amor humano. De otro modo tu Krishna será sólo tu imaginación, sólo una
proyección de un deseo reprimido.

Recuerda la limitación de los seres humanos y recuerda tus limitaciones. Y cualquiera sea
la clase de amor posible, ve por él. No persigas lo imposible, sino te perderás aún lo
posible. Vé por lo posible, que lo posible se termine, que tu ser salga realizado, y entonces
lo imposible también podrá suceder. Te has hecho capaz de eso.

Primero transita las alegrías del amor humano y las desgracias del amor humano y déjate
madurar.

Sufis: La Gente en el Camino


Vol. 2, pp. 87-88
57. LA INTELIGENCIA

Usa tu inteligencia para buscar las cosas donde estén en vez de donde no están, aunque
esté oscuro, mira adentro..

Una noche la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle. Frente a su choza se
congregaron muchos vecinos que vieron a la vieja mujer, y le dijeron: `¿Qué pasa? ¿Qué
estás buscando?` Ella dijo: `Perdí mi aguja`. Y entonces comenzaron a ayudarla.

Después a alguien se le ocurrió preguntar: `Rabiya, la calle es grande y está cayendo la


noche, dentro de poco no habrá más luz y una aguja es algo tan pequeño... ¿nos podrías
decir exactamente dónde cayó?`

Rabiya dijo: `La aguja cayó adentro de mi choza`. Entonces los vecinos dijeron: `Te
volviste loca; si la aguja cayó adentro de tu casa ¿por qué estás buscando aquí?`.

Y ella contestó: `Porque aquí hay luz y adentro de la casa no hay luz`. Alguien dijo: `Aún si
aquí hay luz ¿cómo vamos a encontrar una aguja si no es aquí donde se perdió? Lo correcto
sería llevar la luz dentro de la casa, para que puedas encontrar la aguja`.

Y Rabiya rió: `Ustedes son tan inteligentes para éstas pequeñas cosas. ¿Cuándo van a usar
vuestra inteligencia para la búsqueda de la vida interior? He visto a todos vosotros buscar
por afuera y sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia, que lo que ustedes
están buscando se perdió adentro. ¡Usen vuestra inteligencia! ¿Por qué están buscando la
dicha en la vida exterior? ¿La han perdido allí?
Se quedaron pasmados y Rabiya desapareció dentro de su casa.

Sufis: El Pueblo del Sendero


Vol. 1, pp. 283-285
58. EL TRABAJO

¡No evadas tu responsabilidad! Mantente intensamente vivo en el trabajo que hagas y


continúa haciendo todo lo humanamente posible; al mismo tiempo, no crees tensión.
permanece no frustrado, confía y permite que tu hacer se transforme en oración, sin apego
por el resultado.

Un Maestro estaba viajando con uno de sus discípulos. El discípulo tenía a su cargo el
cuidado del camello. Volvieron a la noche, cansados, a un caravanserai. Era
responsabilidad del discípulo atar el camello, pero no se preocupó y lo dejó afuera.
Simplemente le rezó a Dios: `Cuida el camello`, y se durmió.

A la mañana, el camello no estaba, lo robaron o se perdió, algo pasó. El Maestro preguntó:


`¿Dónde está el camello?`.

Y el discípulo dijo: `No sé, pregúntale a Dios. Yo estaba demasiado cansado y le dije a
Allah que cuidara el camello, así que no sé qué pasó. No soy responsable porque le dije a
Allah, y se lo dije muy claramente. Eso es lo que tú enseñas: "Confía en Allah", y yo
confié`.

El Maestro dijo: `Confía en Allah, pero ata tu camello primero, porque Allah no tiene otras
manos que las tuyas`.

Si Dios desea atar el camello, tendrá que usar las manos de alguien, ya que no tiene manos
para atar tu camello. El mejor camino, el más fácil y el más corto es usar tus manos. Ata el
camello y luego confía en Allah. Haz todo lo que puedas. Eso no asegura el resultado, no es
ninguna garantía. Entonces haz lo que puedas y luego cualquier cosa que suceda, acéptala.
Este es el significado de atar el camello: hacer todo lo que te sea posible, no evadir tu
responsabilidad; luego, si no pasa nada o algo sale mal, confía en Allah...

Es muy fácil confiar en Allah y ser haragán. Es muy fácil no confiar en Allah y ser una
persona de acción. Ser el tercer tipo de hombre es más difícil: confiar en Allah y al mismo
tiempo seguir siendo una persona de acción. Entonces tú eres sólo el instrumento. Dios es
el que verdaderamente hace, tú sólo eres un instrumento en sus manos.

Una persona religiosa es la que continúa haciendo todo lo humanamente posible, pero no
crea tensión por eso. Entonces hacer es una clase de oración, con ningún deseo para que el
resultado sea de alguna manera determinada. Entonces no hay frustración. La fe te ayudará
a permanecer sin frustración, y atar el camello te ayudará a permanecer vivo, intensamente
vivo.

La Sabiduría de las Arenas


Vol. 1, pp. 70-72
59. VEN, VEN Y AÚN SIGUE VINIENDO

No importa en qué estado estés. No importa quién viene. El Maestro siempre está.

Esta es una oración hermosa de Jalaluddin Rumi, uno de los más grandes Maestros Sufis
que ha existido. Llévala a tu corazón.

Ven, ven, quienquiera que seas, vagabundo, adorador, amante del aprender, no importa.

La nuestra no es una caravana de la desesperación. Ven, aunque hayas roto tu promesa mil
veces. Ven, ven y aún sigue viniendo.

El Maestro es un anfitrión. Los Maestros verdaderos nunca rechazan a nadie, no.

Si vas bajo un árbol frondoso, cansado de tu viaje y del sol abrasador en tu camino, ¿el
árbol te rechaza, no te dá refugio, no te cobija...? Esto no sucede. El árbol está allí, listo
para cobijarte, para brindarte su sombra, sus frutos, sus flores, su fragancia.

Si yo le digo a alguien: `Primero vete y una vez que seas merecedor de recibir sannyas,
vuelve a mí...`, es como si fueras al médico y él dijera: `Mi condición para que te dé el
remedio es que sólo te lo daré cuando estés sano. Nunca gasto mis medicinas en gente
enferma`.

No importa quién viene. El Maestro está listo.


Ven, Ven y Sigue Viniendo
pp. 5-8
60. LA RISA

La risa es una fuerza tan transformadora que nada más es necesario. Si cambias tu tristeza
por celebración, entonces también serás capaz de cambiar tu muerte por resurrección.

Me han contado sobre tres místicos chinos. Nadie conoce sus nombres. Se los conocía sólo
como Los Tres Santos Reidores, porque nunca hacían ninguna otra cosa, solamente reían.
Solían ir de una ciudad a otra, pararse en el mercado y largarse una buena carcajada
visceral.

Estas tres personas eran realmente hermosas, riendo y con sus vientres agitándose. Era
como un contagio, todo el mercado comenzaba a reir... Durante unos pocos segundos un
nuevo mundo se abría.

Viajaban por toda China sólo ayudando a que la gente se riera. Gente triste, gente enojada,
gente codiciosa, gente celosa: todos comenzaban a reir con ellos. Y mucha gente captó la
clave: podemos transformarnos.

Sucedió entonces, en un pueblo, que falleció uno de los tres. Los pobladores dijeron:
`Ahora habrá problemas. Su amigo ha muerto y deben llorarlo`, pero los dos estaban
bailando, riendo y celebrando la muerte.

La gente del pueblo dijo: `Esto es demasiado. Estos no son modales. Cuando muere un
hombre es profano reír y bailar`.
Entonces, los dos hombres dijeron: `No saben lo que ha sucedido. Nosotros tres
pensábamos quién de los tres moriría primero. Este hombre ha ganado, estamos derrotados.
Nos reímos con él toda la vida ¿cómo podríamos despedirlo de otra manera? Debemos reír,
debemos disfrutar, debemos celebrar.` `Esta es la única despedida posible para un hombre
que ha reído toda su vida. Y si no reímos, él se reirá de nosotros y pensará: `¡Tontos! ¿De
modo que de nuevo han caído en la trampa? No pensamos que esté muerto. ¿Cómo puede
morir la risa, cómo puede morir la vida?`.

Luego debían incinerar el cuerpo y la gente del pueblo dijo: `Lo bañaremos como lo
prescribe el ritual`. Pero aquellos dos amigos dijeron: `No, nuestro amigo ha dicho que no
hagamos ningún ritual y no cambiemos su ropa ni lo bañemos. Sólo que lo pongamos como
está en la pira crematoria; por lo tanto, tenemos que seguir sus instrucciones`.

Y entonces, de pronto, sucedió algo muy importante. Cuando el cuerpo fue colocado sobre
la pira, ese anciano hombre hizo su último truco. Había escondido muchos fuegos de
artificio debajo de sus ropas y repentinamente hubo ¡diwali!. Entonces el pueblo entero
comenzó a bailar. No era la muerte, era la nueva vida, una resurrección. Toda muerte abre
una nueva puerta. Si cambias tu tristeza por celebración, entonces tú también serás capaz de
cambiar tu muerte por resurrección. Aprende este arte mientras haya tiempo.

Yoga: El Alfa y El Omega

http://www.satyam.com.ar/osho/NeoTarot/Muestra.php

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