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El rol del psicólogo en el ámbito

jurídico
La labor del psicólogo en el ámbito jurídico ha recibido
diversas denominaciones a lo largo de los años, entre ellas
cabe destacar: Psicología Jurídica, del Derecho, Forense,
Judicial, Criminológica, ... Esta diversidad en su terminología
denota tanto una cierta ambivalencia, como una amplia gama
de posibilidades de desarrollo. Hoy en día el término más
extendido es el de Psicología Jurídica, aunque siguen
utilizándose el resto de las denominaciones, dependiendo en
cada caso tanto del autor como del contenido de lo tratado.
Dado el auge de este ámbito, en este artículo de
PsicologíaOnline, hablaremos del rol del psicólogo en el
ámbito jurídico.
Se podría definir la Psicología Jurídica como: "la aplicación de
la ciencia y profesión de la psicología a las cuestiones y
temas legales".
El desarrollo de la psicología jurídica
Evolución internacional
Haciendo un poco de historia sobre el desarrollo de las
relaciones entre Psicología y Derecho, se distinguen cuatro
etapas.
En la primera, desde comienzos del siglo hasta los años 30,
destacan los trabajos pioneros de Stern, Binet y Münsterberg
sobre los procesos psicológicos del testimonio.
Münsterberg, en su libro On the Witness Stand, de 1907,
propuso la utilización de un Test de Asociación de Palabras
que ayudara a establecer la culpabilidad o no de los
acusados, lo que le valió durísimos ataques entre los juristas.
Y a partir de los años 70 puede contemplarse el "boom" de
la Psicología Jurídica, notándose un notable incremento en
el número de publicaciones sobre la materia; el interés crece
sobre todo en el área del Derecho Penal y en el de Selección
y Decisión de los Jurados.
Hay un elemento clave sucedido en Estados Unidos en 1962:
el caso Jenkins versus EEUU. El testimonio sobre la
enfermedad mental esquizofrénica de un sujeto inculpado,
elaborado por tres psicólogos peritos, fue rechazado en
primera instancia por los Tribunales. Junto a ello la
Asociación Psiquiátrica Americana elevó su protesta en forma
y su oposición a la admisión del psicólogo como perito. En el
recurso de casación se admitió la pericia psicológica que
se comprobó acertada.
Desde ese momento el rechazo del psicólogo como experto
en su campo de especialización es considerado como un
error.
En esta misma línea puede que se considere la pericial
psicológica en el caso del "Juego del Rol" (1997) como un
hito en España en defensa de la peritación de los
psicólogos frente a otros profesionales de salud mental.
Desarrollo en España
El primer elemento histórico digno de mención no aparece
hasta 1932 cuando Emilio Mira y López publica el "Manual
de Psicología Jurídica" donde esboza lo que él intuye que
puede ser el futuro de la psicología en esta parcela.
Pero hasta la década de los 70 no aparecen los dos primeros
precursores de este área: Por una parte la denominada
Escuela de Barcelona de Psicología Jurídica, donde los
trabajos de Ramón Bayés, Muñoz Sabaté y Munné Matamala
(1980) que con su recopilación de trabajos aparecidos en
años anteriores, bajo el epígrafe de Introducción a la
Psicología Jurídica, influyeron notablemente en los psicólogos
forenses del momento.
Siendo el otro elemento clave para el desarrollo de esta
disciplina en España, el efecto de arrastre que consiguió la
Psicología Penitenciara sobre los demás aspectos de la
Psicología Jurídica. Los psicólogos empezaron a trabajar
dentro del ámbito penitenciario a principios de los años 70,
siendo los primeros que empezaron a interesar tanto a las
universidades como a otras instituciones sobre la labor de
estos profesionales en el ámbito judicial.
Ya en la década de los 80 el Colegio de Psicólogos ha
servido también como potenciador y difusor de esta disciplina.
En este sentido cabe destacar los esfuerzos de la Delegación
de Madrid que en 1985 promovió el estudio para la
elaboración de un Catálogo de Documentos en Psicología
Jurídica, cuya primera edición saldría a la calle en Enero de
1986. Así mismo esta Delegación propulsó la creación de la
Sección de Psicología Jurídica en 1987, que entre otras
actividades se dedicó a la difusión de esta rama de la
Psicología, y a formar a profesionales en los diferentes
aspectos que engloba.
Como dificultades de consolidación de esta disciplina Munné
(1996) señala que a pesar de que en nuestro país estamos
asistiendo a una notable expansión de la Psicología
Jurídica este proceso es más cuantitativo que
cualitativo, en el sentido de que el crecimiento que ello
supone apenas se produce a expensas de la potencialidad de
la materia. Es decir, el mundo del derecho continua
permaneciendo casi impasible ante este proceso, como
ejemplo de ello nos seguimos encontrando que las puertas de
las facultades de Derecho continúan siendo poco permeables
a la Psicología Jurídica. En general estamos presenciando un
fuerte desarrollo de las intervenciones periciales ante los
tribunales por parte de psicólogos, pero sin embargo no
encontramos un desarrollo similar de otras áreas de
intervención del psicólogo en el ámbito del derecho.
Campos de actuación del Psicólogo
Jurídico
2.1.- Investigación Criminológica:
En esta área las líneas generales de investigación han estado
centradas en estudios como los de Variables de Personalidad
y dentro de ellas las descritas por Eysenck; las escalas de
Socialización y la Búsqueda de Sensaciones; las Variables
Cognitivas, como la orientación, los valores, y las habilidades
cognitivas de solución de problemas. etc
2.2.- Psicología Policial y de las Fuerzas
Armadas:
Los temas que se abordan dentro de estas organizaciones,
habitualmente, son los de formación de estos colectivos,
selección, organización y relaciones con la comunidad.
La intervención psicológica en este área en los países
anglosajones ha estado centrada en el estudio de
motivaciones, rasgos de personalidad, habilidades exigidas al
buen policía, atribución de responsabilidad a los delincuentes,
percepciones de la sociedad, estereotipos sobre minorías,
etc.
2.3.- Victimología:
En contraste a la atención recibida por el causante del
delito, la víctima queda desamparada ante las
consecuencias del daño causado, reclamándose la
necesidad de promover programas de asistencia y
compensación a las víctimas.
En España el interés primordial por este campo se ha
centrado en dos colectivos fundamentalmente: la infancia
maltratada, apareciendo sociedades para su estudio y
prevención y el maltrato de la mujer, siendo en los últimos
años un tema muy actual, con continuas noticias en todos los
medios de comunicación.
Las funciones del psicólogo en este área serían la atención,
evaluación, tratamiento y seguimiento de víctimas en sus
diferentes grados; y el estudio, planificación y prevención en
grupos de riesgo y campañas divulgativas a la población
general.
2.4.- Estudios académicos: Psicología
Judicial (Testimonio y Jurado):
En la aplicación de la Psicología Judicial el psicólogo trabaja
en la valoración de los jurados, así como investigando los
procesos de toma de decisión, influencia social, etc.
Otro campo donde han surgido numerosos estudios ha sido el
del Testimonio, este es el conjunto de conocimientos que
basados en los resultados de las investigaciones de los
campos de la Psicología Experimental y la Psicología Social
intentan determinar la calidad (exactitud y credibilidad) de los
testimonios que sobre los delitos, accidentes o sucesos
cotidianos, prestan los testigos presenciales.
Estos ámbitos son los que más desarrollo académico han
tenido y mayor número de investigaciones han realizado, al
contar con el impulso y respaldo del mundo universitario.
2.5.- Servicios Sociales:
Dentro de este área no hay que olvidar la labor que
desempeñan los psicólogos que trabajan en los Servicios
Sociales de las Comunidades Autónomas, que desde 1987
tienen atribuidas todas las competencias referidas a la
protección y tutela de los menores en situación de desamparo
o peligro, promoviendo los expedientes relativos a
Acogimiento y Adopción de Menores. Así mismo tienen
encomendada la labor de llevar a la práctica el Proyecto
Educativo que el Juzgado de Menores haya estimado
oportuno para los Menores de Reforma, cuyos expedientes
tramita.
2.6.- Psicología Penitenciaria:
Ha sido la pionera en este campo y comprende la actuación
del psicólogo dentro de las instituciones penitenciarias
desarrollando las labores de clasificación de los internos en
módulos concretos, progresiones y regresiones de grado,
estudio de la concesión de los permisos penitenciarios de
salida, de los indultos, etc. También se ocupan de la
organización general del centro, estudiar el clima social,
realizar tratamientos grupales e individuales, etc.
2.7.- Mediación:
La mediación es una alternativa a la forma tradicional de
acudir a la justicia en busca de solución. La solución no
viene dada del exterior, sino que la realizan las propias partes
en conflicto con la ayuda de un tercero imparcial, el mediador,
que trata de ayudarles para que éstas consigan acuerdos
consensuados que les permitan una salida pacífica a la
situación conflictiva. La base de esta nueva técnica está en
una manera de entender las relaciones individuo-sociedad
distinta, sustentada por la autodeterminación y la
responsabilidad que conducen a un comportamiento
cooperativo y pacífico.
En la actualidad esta técnica se utiliza en conflictos diversos:
laborales, penales, civiles, comerciales, administrativos,
intervención policial, toma de decisiones en organizaciones,
etc. En España, la mediación se ha desarrollado en el ámbito
familiar fundamentalmente.
2.8.- Psicología aplicada a los Tribunales:
La Psicología Aplicada a los Tribunales o Psicología Forense
se refiere a aquellas actividades que el Psicólogo puede
realizar en el "FORO".
J. Urra (93) define la Psicología Forense como la ciencia que
enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de la
Psicología ante las preguntas de la Justicia, y coopera en
todo momento con la Administración de Justicia, actuando en
el foro (tribunal), mejorando el ejercicio del Derecho.
Podemos considerar que en este terreno es donde los
psicólogos españoles han alcanzado un mayor
reconocimiento, primero gracias a su labor como peritos
desde el ámbito privado y segundo como trabajadores en
plantilla de la Administración de Justicia con destino en los
Juzgados de Menores, de Familia, de Vigilancia Penitenciaria
y en las Clínicas Médico-Forense.
La labor como peritos está regulada en el campo civil en
la Ley de Enjuiciamiento Civil por los artículos 335 al 352, y
en el ámbito penal en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en
los artículos 456 al 485.
Los peritos son terceras personas con conocimientos
especializados llamados al proceso para aportar un saber
especial que el Juez al ser un especialista en la Ley no tiene
porque poseer, necesario para la percepción y apreciación de
hechos que no podrían captarse sin tal saber especial.
El psicólogo en derecho de familia
La ley 30/81, de 7 de Julio, introdujo en el Código Civil un
instrumento auxiliar del enjuiciamiento, el "dictamen de
especialistas", en relación con las medidas a adoptar sobre
cuidado y educación de los hijos, señalando que "el Juez de
oficio o a petición de los interesados, podrá recabar el
dictamen de especialistas".
Los casos más comunes sobre los que vamos a tener que
realizar una evaluación psicológica en derecho de familia son:
la atribución de la Guarda y Custodia y el Diseño del Régimen
de Visitas más adecuado al caso que se estudia.
Un informe pericial para un tribunal de familia consiste en la
opinión de un experto sobre qué medida será la mejor
para un niño en caso de separarse sus padres, o al menos
cuál será la menos perjudicial para su desarrollo y equilibrio
psicosocial.
Las relaciones padres-hijos pueden pasar desde la
normalidad, si los padres tienen clara la separación y existe
diálogo como padres, hasta el rechazo total de los hijos hacia
el no custodio, si el nivel de rivalidad y hostilidad entre los
padres es alto e implican a los hijos.

El psicólogo en el campo penal


La petición de intervención como perito en el campo penal,
puede llegar al psicólogo desde cualquiera de los órganos
jurisdiccionales competentes: Juzgados de Instrucción, de
lo Penal, Audiencias Provinciales, etc.
En Derecho Penal se pueden distinguir dos grupos sobre los
que puede versar la pericial. El primero es el grupo de los
imputados o infractores. El segundo grupo, progresivamente
importante, es el de víctimas del supuesto delito.
En el primero se nos pueden demandar de forma simplista
un "examen psicológico" o bien de forma más
elaborada "perfil de personalidad", "si existe
psicopatología en su psiquismo", "deterioro mental",
"toxicomanía y afectación de su personalidad", y en caso
de imputados la pregunta siempre va a ir dirigida a "¿se
encuentran afectadas las bases psicológicas de su
imputabilidad, es decir conoce la realidad y es libre para
actuar conforme a ese conocimiento?".
En cuanto a las víctimas de delitos se suele pedir que
valoremos su estado emocional actual en relación con el
supuesto delito, secuelas que hayan podido quedarle en el
orden emocional y pronóstico en la evolución de estas
secuelas. En los casos de menores involucrados en abusos
sexuales se suele solicitar al perito psicólogo su capacidad
para testificar, la credibilidad de su testimonio y las secuelas
psicosociales derivadas del delito.

El psicólogo en la jurisdicción de
menores
Como antecedente de la intervención del psicólogo en los
Juzgados de Menores, hay que señalar que en la Ley de
1948 se recogía las funciones del psicólogo en su artículo 73.
A finales de la década de los 80 comienzan a transformarse
los antiguos Tribunales Tutelares de Menores en los actuales
Juzgados de Menores, asistidos por un juez de carrera, a
partir de este año comienzan a cubrirse las plazas de los
Equipos Técnicos de los Juzgados de Menores compuestos
por Psicólogos, Trabajadores Sociales y Educadores.
En la Ley Orgánica 4/1992 se reconoce legalmente las
funciones que los Equipos Técnicos habían estado
desarrollando en los últimos años, siendo preceptivo el
informe del equipo, sobre la situación psicológica,
educativa y familiar del menor, así como su entorno social y
en general sobre cualquier otra circunstancia que pueda
haber influido en el hecho que se le atribuye, extendiéndose
su intervención a las distintas fases del proceso.
Y con la entrada en vigor de la ley Orgánica 5/2000,
reguladora de la responsabilidad penal de los menores se ha
potenciado la intervención del Equipo Técnico.

El psicólogo en el juzgado de
vigilancia penitenciaria
Las tareas de los psicólogos en este órgano judicial serán las
de emitir informes previos a la resolución de recursos de
permisos, grados y pronóstico favorable de reinserción
social en expedientes de libertad condicional, así como
dictámenes previos a los informes que periódicamente ha de
emitir el Juez dirigidos al Tribunal sentenciador para el
seguimiento de la ejecución de medidas de seguridad.
Normalmente al psicólogo se le pide informe sobre los
internos que han cometido delitos graves o muy
graves, agresiones sexuales y homicidios o asesinatos,
sobre todo por alarma social y los efectos que produciría la
comisión de nuevos delitos,
La razón que justificaría la existencia de profesionales
adscritos al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria es dotar a
este de un equipo de asesoramiento propio, autónomo e
independiente que informe sobre la situación del interno, no
teniendo que tener otro contacto con el penado como lo
tendrá que tener el psicólogo penitenciario que trabajará en
su evaluación y tratamiento.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online
no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar
un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.
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