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y la Historia Parlamentaria
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Las Cortes de Cádiz
y la Historia Parlamentaria
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Los diputados ante la Justicia (1820-1823)*
Introducción
Con la finalidad de garantizar la independencia de los diputados, el reglamento de régi-
men interno de las Cortes de Cádiz regulaba la existencia de un fuero privilegiado para el
enjuiciamiento de los parlamentarios1. Esta disposición reconocía expresamente el carácter
inviolable de los procuradores2, contemplando la creación de un órgano ad hoc encargado
de conocer las causas civiles y criminales sustanciadas contra cualquiera de los representan-
tes de la Nación3. Este Tribunal de Cortes adquirió reconocimiento constitucional en el ar-
tículo 128 del texto fundamental de 1812 y ejerció sus funciones durante la etapa gaditana
y el periodo liberal del Trienio4.
* El presente estudio se enmarca dentro del proyecto de investigación financiado por el Ministerio de
Ciencia e Innovación DER 2010-17927.
1 El primer reglamento de régimen interno que reguló el funcionamiento de las Cortes en nuestro país
está fechado el 24 de noviembre de 1810. Un ejemplar impreso de esta normativa puede verse en la Bi-
blioteca del Congreso de los Diputados con la siguiente referencia: Reglamento para el Gobierno interior de
las Cortes, Cádiz, 1810, Signatura CD 24.423-12.
2 El conocido decreto de 24 de septiembre de 1810 declaraba que las personas de los diputados eran
inviolables y que contra los mismos no se podía intentar acción por ninguna autoridad o persona parti-
cular, salvo en los términos establecidos en el reglamento de las Cortes, FERNÁNDEZ MARTIN, M., Derecho
parlamentario español, Vol. II, Madrid, 1885, p. 104.
3 Art. 4 y 6, Capítulo IV, Reglamento, 24-XI-1810, en Reglamentos (Del Congreso de los Diputados y de las
Cortes), Madrid, 1977, p. 12.
4 Con la promulgación de la Constitución de 1837 desapareció la jurisdicción privilegiada para los dipu-
tados y se introdujo el mecanismo del suplicatorio, BARÓ PAZOS, J., «Hacia la consolidación del régimen
824 JOSÉ ANTONIO PÉREZ JUAN
cesos12. En respuesta a esta cuestión las Cortes conformaron una comisión mixta, integrada
por diputados de las comisiones parlamentarias de imprenta y régimen interno, encargada
de redactar una normativa sobre este particular13. Unas semanas más tarde se presentaba al
pleno un proyecto de decreto sobre el modo de juzgar a los diputados por abusos de liber-
tad de imprenta14. La propuesta, fundaba en el artículo 128 de la constitución española de
1812, se justificaba en la necesidad de conservar la vigencia de la jurisdicción parlamentaria
como garantía de independencia y salvaguarda de la Nación española15.
El proyecto, con un total de doce preceptos, era sometido a segunda lectura el 16 de
mayo de 1821, iniciándose el debate sobre el articulado unos días más tarde16. En términos
generales, el proceso se articula en torno a la normativa vigente en materia de imprenta,
estableciendo peculiaridades propias para el caso de que el imputado fuera un diputado17.
¿Cuáles eran esas especialidades?
Antes de entrar en ellas y sin ánimo exhaustivo, resulta necesario señalar cómo se tra-
mitaban los delitos de imprenta18. Conocida la denuncia de un escrito, el Ayuntamiento
competente convocaba al Jurado de acusación con el fin de que se pronunciara sobre si
había o no lugar a la formación de causa19. En caso negativo procedía el archivo de la causa.
12 «Aprobada el acta, el Sr. Tapia hizo la siguiente indicación: Que declaren las Cortes si de los delitos
que comenta los diputados por abusos de la libertad de imprenta han de conocer los jueces de hecho,
sacada la suerte por los ayuntamientos, o si cuando ocurra algún caso de esta naturaleza se han de sacar
del seno mismo del Congreso los dos jurados que previene la ley para que califiquen el escrito, y después
el Tribunal de Cortes aplique la pena, según parece más conforme al artículo 128 de la Constitución. Leí-
do este a petición del mismo Señor Tapia, dijo ser bien claro que la ley constitucional quiso poner a los
diputados en una absoluta independencia de los tribunales, previniendo que fuesen juzgados por indi-
viduos del mismo congreso, lo cual no podría verificarse si los jueces de hecho, sacados a la suerte de los
ayuntamientos, hubiesen de conocer de los delitos que por medio de la imprenta comenta los diputados,
pues en tal caso quedan sometidos a la decisión ó fallo de dichos jueces de hecho, pudiendo ser presos y
castigados en virtud de la calificación de estos. En consecuencia opinaba que siendo lo dicho contrario al
artículo constitucional que se había leído, y pudiendo producir en lo sucesivo graves inconvenientes, se
sacasen por suerte de los mismos individuos del Congreso los jurados que hubiesen de clasificar cualquier
impreso de un diputado que fuese denunciado con arreglo a la ley. Admitida a discusión la propuesta, se
mandó pasar á las dos comisiones reunidas de Reglamento interior de Cortes y de Libertad de imprenta»,
Diario de Sesiones de Cortes (en adelante DSC), sesión extraordinaria del 16 de marzo de 1820, publicado
en Gaceta de Madrid, núm. 77, domingo, 18 de marzo de 1820.
13 Integraban esta comisión los diputados Tapia; Sancho; Muñoz Torrero; Arrieta; Vadillo; García Page, To-
reno; Navarro; Martínez de la Rosa y Martel, Adición al Reglamento interior de Cortes sobre el modo de juzgar
a los señores diputados en las causas de libertad de imprenta, Madrid, 1821. Un ejemplar de esta publicación
puede consultarse en la Biblioteca del Congreso de los Diputados, signatura D. 1291-192.
14 El texto del proyecto era conocido por las Cortes en sesión de 5 de mayo de 1821, ACD, Legajo 130,
núm. 46.
15 «Las comisiones reunidas de Libertad de imprenta y de Reglamento han meditado detenidamente la
indicación del Sr. Diputado Tapia, relativa a que declaren las Cortes si los delitos que cometan los Dipu-
tados por abuso de libertad de imprenta han de conocer los jueces de hecho designados para los demás
ciudadanos, ó si han de sacarse á la suerte del seno mismo del Congreso», ACD, Legajo 130, núm. 46.
Asimismo, vid. DSC, núm. 67, 5 de mayo de 1821.
16 DSC, núm. 84, sesión de 22 de mayo de 1821.
17 Art. 1, decreto XXXVII, 7 de junio de 1821, Reglas para el procedimiento en los delitos de los Diputados
por abuso de libertad de imprenta.
18 En estas fechas el marco legal vigente en la materia era el decreto LV, 22-X-1820, Reglamento acerca
de la libertad de imprenta.
19 PÉREZ JUAN, «Legal Framework for the Jury in the Firts Spanish Constitutionalism», p. 125.
LOS DIPUTADOS ANTE LA JUSTICIA (1820-1823) 827
dad del fuero parlamentario pues, a tenor del artículo 128 de la Constitución gaditana, los
diputados no podían ser juzgados por ningún tribunal ordinario «sino por sus iguales, ó
por pares»26. Al respecto se afirmaba que dicha garantía procesal se establecía para asegurar
la inviolabilidad de los procuradores y que la misma era dada «no en beneficio de sus per-
sonas, sino de la Nación»27.
Una vez recibida en las Cortes la notificación, el presidente, en sesión secreta, sacaría por
suerte nueve diputados a efectos de constituir el Jurado de acusación. Los parlamentarios
designados jueces de hecho debían prestar el preceptivo juramento antes de retirarse a deli-
berar si «había o no lugar a la formación de causa». En el segundo supuesto, el expediente
era devuelto al Ayuntamiento al objeto de su archivo28. En el primero, el presidente de las
Cortes debía convocar al Jurado de calificación. Para ello se realizaba un nuevo sorteo, en
esta ocasión, en sesión pública, para designar a los doce diputados que desempeñarían el
oficio de juez de hecho en esta causa. Realizado el escrutinio se notificaba a las partes para
que, de acuerdo con la legislación vigente en materia de imprenta, pudieran recusar a siete
de los diputados electos29. Resulta este punto cuando menos curioso pues en los debates
parlamentarios se exigió también la posibilidad de recusar a los miembros del Jurado de
acusación, facultad no contemplada en la legislación de imprenta para la jurisdicción ordi-
naria. La propuesta fue rechazada al no encontrase argumentos suficientes que justificaran
la concesión a los diputados de este nuevo privilegio procesal30. Recusados alguno o alguno
de los doce jueces de hecho, el presidente del Tribunal de Cortes debía notificarlo al pleno
de la Cámara para que se procediera a un nuevo sorteo31. Completado el número, los doce
jueces de hecho eran emplazados a juicio, donde, antes de constituirse el Jurado, debían
prestar el preceptivo juramento. A continuación, se celebraba la vista en sesión pública, ob-
servándose «todas las formalidades» prescritas en la legislación de imprenta. En este caso,
el presidente del Tribunal tenía encomendadas las mismas atribuciones que en los procesos
positivo del Jurado de acusación y averiguado por el juez de primera instancia que el autor
era un diputado, debía remitirse todo el expediente al presidente de las Cortes a fin de que
continuara el procedimiento38.
No gustó esta propuesta a un sector del Hemiciclo. El hecho de que un parlamentario pu-
diera ser juzgado por un Jurado popular común y que un juez ordinario estuviera facultado para
ordenar la prisión de un diputado o la imposición de una multa o caución era considerado como
una vulneración de la inviolabilidad parlamentaria y, por tanto, contrario al artículo 128 del tex-
to fundamental gaditano39. La cuestión fue ampliamente debatida en el seno de las Cortes. La
comisión redactora del texto defendió su propuesta al considerar que el diputado que publicaba
sin identificarse estaba renunciando expresamente a su fuero privilegiado40. Los detractores de
la medida, entre los que se encontraba Juan Romero Alpuente, argumentaron que la inviolabili-
dad parlamentaria amparada en la Constitución no era un derecho de los procuradores a título
particular, sino una garantía para la Nación, circunstancia por la cual el parlamentario no podía
disponer libremente de esta prerrogativa. En este sentido, se solicitaba la retirada del texto pro-
puesto y la elaboración de un nuevo artículo en la que se indicara que «en caso de que comen-
zando a conocer un tribunal ordinario descubriese ser el reo un Diputado, debe remitirlo todo
al Tribunal de Cortes para los efectos que haya lugar»41. Finalmente, la petición fue atendida y,
a finales del mes de mayo, se presentaba otra redacción de este precepto en el sentido señalado
por el procurador turolense42. El cuatro de junio era aprobado el nuevo artículo en el pleno de las
Cortes43. En esta misma sesión se conocía otra propuesta del diputado Tapia en la que solicitaba,
38 Art. 5, proyecto de decreto «Sobre el modo de juzgar a los Diputados por abusos de Libertad de im-
prenta».
39 A título ilustrativo traemos las palabras del diputado Victoria: «A lo dicho por el Sr. Romero Alpuente
añado que según este artículo se deja la prisión de un Diputado de Córtes al arbitrio de otro juzgado que
el señalado por la Constitución; porque en declarando el Jurado haber lugar á la formación de causa, el tri-
bunal de Cortes tendrá que declarar la prisión del Diputado. Así, ó se ha de precisar a los Diputados á que
no escriban sino poniendo su nombre en el escrito, ó ha de preceder á la prisión una declaración de las
Córtes de que há lugar a la formación de causa. Quisiera que la comisión se hiciese cargo de este reparo,
para que la prisión de un Diputado de Córtes no pendiese del arbitrio de un juzgado extraño de su fuero»,
DSC, núm. 84, sesión de 22 de mayo de 1821.
40 «El Sr. TAPIA: La comisión tuvo presentes esas dificultades, pero atendiendo á que el mismo Diputado
ocultaba su nombre, lo sujetó al juzgado ordinario», DSC, núm. 84, sesión de 22 de mayo de 1821.
41 «El Sr. ROMERO ALPUENTE: Señor, hablando del caso en que constase que un Diputado era autor de
un escrito, se ha dicho que debía calificarse dicho escrito por el Tribunal de Cortes, en virtud de un fuero
que la Constitución á los Diputados, no es un obsequio de sus personas, sino de la Nación, a fin de que
tengan esta segunda garantía de su inviolabilidad, y que puedan manifestar sus opiniones con toda fran-
queza, sin miedo de ser perseguidos por ninguna autoridad ni otro tribunal que el suyo (el subrayado es
nuestro)», DSC, núm. 84, sesión de 22 de mayo de 1821.
42 ACD, Legajo 130, núm. 46 Minuta presentando reformado el art.º 5º del Proyecto de decreto de Libertad
de imprenta.
43 DSC, núm. 97, sesión de 4 de junio de 1821. El texto definitivo quedó redactado en los siguientes
términos: «Declarado en el caso de que habla el artículo anterior que há lugar a la formación de causa, y
averiguado por el juez de primera instancia que el autor es un Diputado, pasará el juez todo lo actuado
con el impreso, por conducto de la Secretaría de Gracia y Justicia, al Presidente de las Cortes, y éste proce-
derá con arreglo á lo que se previene en el art. 2º, á fin de que se verifique el sorteo de los Diputados para
sacar los nueve jueces de hecho que han de declarar si há ó no lugar á la formación de causa; siguiéndose
después todos los trámites prevenidos en este decreto para el caso en que se publique el escrito bajo el
nombre del Diputado», Art. 5, decreto XXXVII, de 7 de junio de 1821.
LOS DIPUTADOS ANTE LA JUSTICIA (1820-1823) 831
44 La proposición se presentó en los siguientes términos: «El Presidente de las Córtes cuando éstas se ha-
llen reunidas, y el de la diputación permanente en el intervalo de una á otra legislatura, ejercerán respec-
tivamente el oficio de conciliador, asociándose con otros dos Diputados que harán de hombres buenos,
para terminar por medio de conciliación, y en los casos que ésta se admite según la ley, todas las diferen-
cias en que tengan parte los Diputados a Córtes», DSC, núm. 97, sesión de 4 de junio de 1821.
45 DSC, núm. 101, sesión de 8 de junio de 1821. El texto sería finalmente rubricado el 14 de junio. La
minuta original puede consultarse en ACD, Legajo 130, núm. 46.
46 PÉREZ JUAN, «Notas sobre el Tribunal de Cortes en el Trienio Liberal», p. 192.
47 Esta documentación ha sido completada con la sección general y elecciones de este mismo Archivo.
Además, ha sido necesario escudriñar las sesiones secretas de Cortes, el propio Diario de la Cámara y la
prensa escrita de la época. Con toda esta información ha sido posible reconstruir alguno de los procesos
tramitados ante el Tribunal de Cortes en materia de imprenta.
48 Entre los legajos analizados destaca, igualmente, la causa sustanciada contra José Moreno de Guerra
por un artículo publicado en el Diario gaditano de 21 de septiembre de 1821. Este proceso se inició como
consecuencia de la denuncia interpuesta por José Duval, en nombre y representación del cónsul de Espa-
ña en Gibraltar, Juan González de Rivas. El acta del Jurado de acusación reza en estos términos: «Al Sr. Pre-
sidente del Tribunal de Cortes= El Sor. Presidente de la Diputación permanente de Cortes me pasó en 17
del que rige para los efectos prescritos en la ley de 7 de junio último un oficio que le dirigió el Sr Secretario
del Despacho de Gra. y Justicia con el expediente remitido a este por el Alcalde 1º Constitucional de Cádiz
sobre la denuncia que presentó en su juzgado D. José Duval, en nombre de D. Juan González de Rivas
cónsul de España en Gibraltar, del artículo comunicado inserto en el Diario gaditano de 21 de septiembre
último nº 362 por injurioso y ofensivo gravemente a la persona y honor de sus poderdante; cuyo artículo
aparece firmado por el Sr. D. José Moreno de Guerra, diputado de cortes por la provincia de Córdoba.
Reunidos en consecuencia los Diputados de las mismas en la sesión secreta del día de ayer, se procedió
al sorteo de los nueve jueces de hecho que previene la ley verificado, y celebrado acto continuo el juicio
después de haber prestado el correspondiente juramento y examinado el impreso denunciado han de-
clarado los referidos jueces «que ha lugar a la formación de causa» según resulta del acuerdo extendido
al pie del recurso del D. José Duval y en libro de actas de jurados de las Cortes. En su virtud, conforme al
artículo 12 de la citada ley, paso a manos de V.S. el expediente original para los fines prescritos en aquel=
Dios & Madrid, 19 de noviembre de 1821= Francisco Martínez de la Rosa», ACD, Papeles reservados de
Fernando VII, Tomo 46, folio 121, r-v.
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dor de rentas de Cazalla decidió acudir en amparo ante las autoridades competentes por las
acusaciones vertidas contra su persona en el libelo titulado «D. Manuel López Cepero, di-
putado en Cortes a los españoles fascinados por las imposturas de D. Lorenzo Zamora».
Al estar implicado en la causa un parlamentario, y de conformidad con el tantas veces
citado decreto de 7 de junio de 1821, el juez de la capital hispalense, Luis Ortiz de Zúñiga57,
elevó el expediente a las Cortes. En esta ocasión, al no encontrase reunido el pleno, el asun-
to fue remitido a la Diputación permanente cuyo presidente convocó a sus compañeros y
a los procuradores residentes en la capital o en los municipios más próximos a ella para la
realización del sorteo de los nueve jueces de hecho que debían conocer el asunto58. El 29
de agosto en el palacio de las Cortes tenía lugar el escrutinio, no obstante, el juramento y
constitución del Jurado de acusación tuvo que demorarse hasta el 3 de septiembre «por la
ausencia de alguno de los señores sorteados»59. A las 11 de la mañana del día señalado, y
una vez cumplidos todos los trámites prescritos en la legislación vigente, el Jurado decla-
raba haber lugar a la formación de causa. Acto seguido la documentación era remitida al
presidente del Tribunal de Cortes para que continuara su tramitación60. A partir de este
momento desconocemos cuál fue la sustanciación exacta del proceso. Sin embargo, lo cier-
to es que, el 19 de noviembre de 1821, el Tribunal de Cortes daba por concluso el asunto
al dictar un auto en el que se hacían extensivos a él los efectos de un acto de conciliación
rubricado meses atrás en el que los interesados desistían de sus pretensiones61. La resolución
del Tribunal parlamentario se redactó en los siguientes términos:
de octubre de 1821.
57 GÓMEZ RIVERO, R., Los jueces del Trienio Liberal, Madrid, 2006.
58 ACD, Papeles reservados de Fernando VII, Tomo 46, folio 81r. Asimismo, Actas de la Diputación per-
manente, sesión de 18 de agosto de 1821. El periódico El Universal daba cuenta sus páginas del inicio
del proceso. Decía: «En virtud de aviso convocatorio del Sr. Presidente de la diputación permanente de
Córtes, se han reunido en la mañana de este día en el salón de sesiones los señores los señores diputados
residentes en esta capital y en los pueblos distantes de ella una jornada, para nombrar los nueve jueces de
hecho, que en virtud de los artículos adicionales á la ley de libertad de imprenta deben entender sobre la
denuncia de un papel impreso en Sevilla, y de que parece ser responsable el Sr. D. Manuel López Cepero,
diputado por aquella provincia. Habiéndose encantarado los nombres de los señores diputados presen-
tes se sacaron por suerte los espresados nueve jueces de hecho, que se reunirán para declarar si hay o no
lugar á la formación de causa cuando sean citados por el Sr. Presidente de la Diputación permanente», El
Universal, núm. 242, 30 de agosto de 1821, pág. 3.
59 El oficio citando a los diputados agraciados con la suerte de juez de hecho se redactó en los siguientes
términos: «Al Sor. Diputado D. = Habiéndose procedido en este día al sorteo entre los Sres. Diputados de
los nueve jueces de hecho que han de declarar si ha o no lugar a la formación de causa en vista del ex-
pediente de denuncia del impreso titulado «D. Manuel López Cerero, diputado en Cortes, á los españoles
fascinados por las imposturas de D. Lorenzo Zamora» según anuncié a V.S. en mis oficios de 20 del mes
actual, ha tocado a V.S. por suerte el ser uno de los dichos nuevo jueces, y debiendo reunirse á desempe-
ñar sus funciones el lunes 3 del próximo setiembre, lo aviso a V.S. para su inteligencia y a fin de que se sirva
concurrir al palacio de las Cortes a las 11 de la mañana= Dios & Madrid, 29 de agosto de 1821= José María
Calatrava, presidente», ACD, Papeles reservados de Fernando VII, Tomo 46, folio 79 r.
60 ACD, Papeles reservados de Fernando VII, Tomo 46, folio 81v. En aquellas fechas desempeñaba la presi-
dencia del Tribunal el diputado Echevarría, PÉREZ JUAN, «Notas sobre el Tribunal de Cortes en el Trienio
Liberal», p. 201.
61 Actas de la Diputación permanente, sesión de 21 de noviembre de 1821.
834 JOSÉ ANTONIO PÉREZ JUAN
62 El auto fue dictado por la Sala primera del Tribunal de Cortes con la asistencia del fiscal y los diputados
Echevarría; Cosío; Marcial; López y Michelena, ACD, Papeles reservados de Fernando VII, Tomo 46, folio 126r.
Una copia de este auto aparece publicada en el periódico El Universal, núm. 340, jueves, 6 de diciembre
de 1821.
63 «Renuncio solemnemente al derecho que tengo para repetir contra ellos y obligarles al resarcimien-
to de los perjuicios que me han causado. Les perdono pues, contentándome con suplicarles que en lo
sucesivo sean más amantes y observadores de las leyes», El Universal, núm. 340, jueves, 6 de diciembre
de 1821. No gustaron estas palabras a Justo García de la Mata, alcalde constitucional de Sevilla, quien
en El Universal núm. 59 del jueves 28 de febrero de 1822 escribió un amplio memorial en descargo de su
actuación.
LOS DIPUTADOS ANTE LA JUSTICIA (1820-1823) 835
ANEXO
Análisis comparado del texto del proyecto presentado a las Cortes
y redacción definitiva del decreto
Proyecto 64 Decreto 65
Art. 1º. En los delitos que cometan los Idem
Diputados por abusos de libertad de imprenta, se
procederá según los trámites prescritos en la ley de
12 de Noviembre de 1820, relativa á esta materia,
con las modificaciones siguientes.
Art. 5º. Declarado en el caso de que habla Art. 5º. Declarado en el caso de que habla
el artículo anterior, qué ha lugar a la formación de el artículo anterior que há lugar a la formación de
causa, y averiguado por el juez de primera causa, y averiguado por el juez de primera
instancia que el autor es un Diputado, pasará el instancia que el autor es un Diputado, pasará el
juez todo lo actuado con el impreso, cuya venta juez todo lo actuado con el impreso, por conducto
habrá mandado suspender, al Presidente de las de la Secretaría de Gracia y Justicia, al Presidente
Córtes, quien lo entregará al presidente del de las Cortes, y éste procederá con arreglo á lo
Tribunal de las mismas, para que éste proceda á la que se previene en el art. 2º, á fin de que se
prisión del Diputado responsable en los casos de verifique el sorteo de los Diputados para sacar los
que trata el art. 51 de la expresada ley de 12 de nueve jueces de hecho que han de declarar si há ó
Art. 10. La Sala primera del Tribunal de Art. 10. La Sala segunda del Tribunal de
Córtes conocerá de las apelaciones que se Córtes conocerá de las apelaciones que se
interpongan en estos juicios, con arreglo á lo interpongan en estos juicios, con arreglo á lo
dispuesto en los artículos 75, 76 y 77 de la ley de dispuesto en los artículos 75, 76 y 77 de la ley de
12 de Noviembre. 12 de Noviembre.