5 Caminando Contra Corriente PDF

Sede Medellín
Julio - diciembre de 2018

Revista de Estudiantes de Ciencia Política
AINKAA
Volumen 2 - Nº 4 / e-ISSN: 2590-7832
Facultad de Ciencias Humanas y Económicas

Revista de Estudiantes de Ciencia Política - Imagen final
Universidad de Antioquia
AINKAA Revista de Estudiantes de Ciencia Política / Edición 1 / Enero - junio de 2017

Cristian Mateo Montoya Aguirre
corriente: resistir
al neoliberalismo
87
Caminando contra
William Alexander Aguirre Antolínez

AINKAA
Revista de Estudiantes de Ciencia Política / Volumen 2 - Nº 4 / Julio - diciembre de 2018
AINKAA Revista de Estudiantes de Ciencia Política / Edición 1 / Enero - junio de 2017

NKAA
ncia Política / Edición 1 / Enero - junio de 2017
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Política / Volumen 2 - Nº 4 / Julio - diciembre de 2018

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AINKAA
Caminando contra
corriente: resistir al
neoliberalismo
Cristian Mateo Montoya Aguirre1
Resumen
Basado en los planteamientos de Dussel (1998), Chul Han (2014), y Mazzeo (2009), en el
presente escrito se busca resolver la pregunta ¿cómo resistir al neoliberalismo? Para obtener
esta respuesta, se hace un breve recuento de las técnicas de dominación psicopolíticas que
usa el modelo neoliberal para someter a los individuos. A lo largo de este recorrido, van
apareciendo algunas formas de resistencia al neoliberalismo entre las que se encuentra la
memoria, la comunidad y la ética crítica propuesta por Dussel (1998).
Palabras Clave: Neoliberalismo, Resistencia, Comunidad, Psicopolítica.
1. Estudiante de Psicología de la Universidad de Antioquia, mma0525@hotmail.com.

90 Introducción nos basan su realización en la satisfacción
En la primera parte del artículo, se presen- de deseos íntimos y de carácter individual,
Caminando contra corriente: resistir al neoliberalismo
tarán algunas de las estrategias que utiliza ocasionando que se mire al otro como una
el modelo neoliberal para lograr que las herramienta o un medio “desechable” que
personas asuman un estilo de vida basado es usado para lograr un cometido perso-
en la competencia y en la autosatisfacción. nal o como alguien con quien se tiene que
Así mismo, se enuncia una primera forma competir, pues ese otro también está en
tentativa de resistencia individual al neoli- busca de su autorrealización individual.
beralismo. Ésta propuesta da pie a nuevos
interrogantes a los cuales se trata de dar
respuesta partiendo de lo planteado por Estrategias de
Vázquez (2002). En la segunda parte del
escrito, se proponen algunas formas de re-
dominación
sistencia al modelo hegemónico, pero en La estrategia que usa el neoliberalismo
este caso resistencias colectivas, para dar para imponer su lógica de interacción con
fuerza teórica a esta pretensión se recurre los otros y el mundo exterior, Chul Han
a autores como Dussel (1998), Chul Han (2014), la denomina Psicopolítica. Des-
(2014) y Mazzeo (2009). de los primeros años de escolaridad, escu-
El modelo neoliberal según lo des- chamos con gran insistencia la invitación a
taca Puello-Socarrás (2013), además de ser emprendedores, a ser empresarios de sí
ser la fase superior del capitalismo histó- mismo, existiendo incluso cursos escolares
rico, en lo que respecta a la expansión de donde se nos “enseña” a lograr tan anhelado
mercados que conocemos en la actualidad objetivo. No es raro encontrar en todas las
como globalización, es también la fase su- esquinas carteles y publicidad que nos invi-
perior del sistema en un sentido cualita- tan a asumir esta actitud emprendedora, que
tivo. En el neoliberalismo se constatan de a primera vista parece ser tan “encantadora”
manera agudizada la explotación econó- para las personas y más aún en un contexto
mica, la dominación política, la opresión donde la fragilidad del ser humano se hace
social y la alienación ideológica; que son cada vez más aguda. Esta fragilidad se evi-
características propias de la reproducción dencia en la flexibilización de las relaciones
y acumulación insaciable de capital. laborales, donde se pierden los derechos que

Resulta importante resaltar que el los trabajadores habían conquistado a través
neoliberalismo, más que un modelo eco- de varias décadas de lucha; provocando con
nómico y político, se impone a los indivi- esto, relaciones de servidumbre e inestabi-
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duos como una forma de vida, en la que se lidad a la hora de satisfacer las condiciones
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ensimisma al sujeto en la mera búsqueda materiales de existencia (Gil, 2014: 288).

de su satisfacción personal. Béjar (s.f), re- Pero acaso y respecto al emprendimiento,
curre a Sennett y Lasch, para dar cuenta de como dice un viejo adagio popular, “¿de eso
la forma cómo actualmente los seres huma- tan bueno si dan tanto?”.
Chul Han (2014), da una respuesta que tanto se hace apología y de la que nos 91
contundente al interrogante que se hizo an- sentimos tan orgullosos, no es más que

teriormente, todo este discurso de empren- una democracia parlamentaria y burgue-
dimiento y de ser empresarios de sí mismo, sa, donde quienes gobiernan son los per-
no son más que estrategias de dominación tenecientes a una elite política (Eagleton,
del neoliberalismo para que las personas se 2011: 193). Palacio (1978), de manera
auto-sometan a un sistema de explotación. profética, teniendo en cuenta la época en
Ya no es necesario un patrón tirano y dés- la que lo escribió, describe de manera cer-
pota para explotar a la clase trabajadora y a tera la psicopolítica neoliberal:
la sociedad en general. En el siglo XXI son
las mismas personas quienes se someten a […] transitamos a una dictadura universal
sistemas de explotación, ya que en ese afán con apariencia democrática, a una cárcel
de sobrevivir y de ser sus propios jefes se sin muros de la cual los prisioneros no po-
han hecho acreedores de múltiples facturas drán ni soñar en evadirse, a una esclavitud
de créditos que le han otorgado muy ama- donde, gracias al sistema generalizado de
blemente los bancos para que cumplan sus consumo, al soma —a droga “perfecta”
“sueños”, y el no cumplir con estas obliga- que no tiene ningún efecto negativo sobre
ciones puede llevar a que tengan una mala las personas— y al condicionamiento ge-
reputación. Esto en la época de la dictadu- neral, ellos estarán agradecidos de su situa-
ra de la transparencia, como la llama Chul ción de siervos. (pág. 5)
Han (2014), donde la información circula
de manera indiscriminada, puede resultar Todo aquel que no cumpla con lo que el
realmente dañino para su proyecto de vida neoliberalismo, a través de la dominación
y más aún para su historial crediticio, que psíquica nos impone, pierde su buena re-
es el único medio que tiene la clase popular putación. A raíz de esto y como primera in-
para obtener los bienes de consumo; esta vitación a resistir a las políticas neoliberales
mala reputación se traduce en perder esa de dominación e individualización, y basa-
supuesta libertad de la que tanto se habla do en lo propuesto por Chul Han (2014),
en la era neoliberal. hago un llamado para que nos hagamos
Se habla de democracia y de liber- acreedores de una mala y si es posible, una
tad como los grandes logros de la época pésima reputación.

moderna, ignorando totalmente que cada Ante lo señalado anteriormente,
vez somos personas más autómatas, que surgen nuevos interrogantes ¿es acaso su-
estamos al servicio del capital y del con- ficiente tener una mala reputación para
sumismo, donde el otro se convierte en resistir al neoliberalismo?, ¿es posible

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mercancía. Esa falsa libertad de la que se subvertir las lógicas neoliberales por me-
habla, no es más que una nueva esclavitud, dio de esta forma de resistencia? o ¿con-
la esclavitud al consumo desmedido y sal- trario a ser una resistencia resulta siendo
vaje de mercancías y, esa democracia a la una forma más de individualización? Para

92 tratar de responder a estos interrogantes, que como se mencionó en párrafos an-
tomaré lo señalado por Vázquez (2002), teriores el autor denomina psicopolítica.
en el último capítulo del libro Tras la Auto- Contrario a esto, Vázquez (2002) afirma
estima. Allí el autor, basándose en los plan- que la cultura “psi” ha existido desde me-
teamientos de Nicolás Rose, da cuenta de diados del siglo XIX, e incluso podemos
una nueva forma de abordar al gobierno encontrarlo tanto en formas de gobierno
neoliberal y al empresario de “si mismo” liberales como no liberales, ejemplos de la
enmarcado dentro de este modelo de go- expresión de esta forma de gubernamen-
bernabilidad. Contrario a lo planteado por talidad es posible encontrarla en el mana-
Chul Han (2014), Vázquez (2002) afirma gement que las multinacionales empleaban
que la cultura “psi” no ha sido creada por durante la guerra fría, en la creación de
el Estado para la dominación de los indi- campos de concentración, entre otras. To-
viduos, sino que son aquellos encargados mando como verdaderos los postulados
de dirigir las conductas, los que se han de Rose, la psicopolítica no es algo nove-
adaptado a las nuevas formas de indivi- doso del neoliberalismo, por lo tanto es
duos que buscan modos de auto gestio- dudoso que limitarse a obtener una mala
narse y de guiar sus propias vidas, que es reputación como forma de resistencia a
la manera cómo se comportan los indivi- este resulte efectivo, y aún más si se hace
duos en el liberalismo actual. Es decir, el de manera desarticulada.
neoliberalismo se ha reinventado partien- De acuerdo a lo expuesto hasta el
do de las conductas y expresiones de los momento, la psicopolítica es una forma
sujetos, por lo tanto el hecho de asumir la de dominación y de alienación que usa
mala reputación como forma de resisten- el neoliberalismo para que los individuos
cia individual y aislada puede dar lugar a asuman ellos mismos las responsabilida-
nuevas formas de existencia neoliberales, des que en el pasado le correspondía solu-
como sucede con las mal llamadas subcul- cionar al Estado y a los patrones, quitando
turas urbanas, que pretenden oponerse a así el carácter reivindicativo y emancipa-
la normalidad, pero es el mercado el que dor a los proletarios y a las clases popu-
les ofrece esas posibilidades. lares. Con base a esto Chul Han (2014)
Los planteamientos de Rose ex- afirma que actualmente las injusticias no
puestos por Vázquez (2002) “chocan” de dan lugar a revoluciones sino a depre-
nuevo con Chul Han al hacer referencia sivos, pues se culpan a sí mismos de lo
al periodo de surgimiento de la cultu- que pasa. Algunos genealogistas no están
ra “psi”. Chul Han afirma que esta es la muy de acuerdo con estos presupuestos,
forma como se expresa el capitalismo ac- pues ellos consideran que los psicólogos
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tualmente y que surge en el momento en y managers no sirven propiamente para

que se pasa de un modo de dominación legitimar la explotación capitalista como
de los sujetos a partir de la biopolítica, a lo señala Chul Han (2014), sino que cum-
un modo de control de carácter psíquico, plen un papel positivo, pues a través de

estos se ha logrado que la subjetividad del son el común denominador, nos encon- 93
empleado, anteriormente considerado un tramos aún con un gobierno disciplinario

obstáculo que era necesario normalizar y que ejerce el poder por medio de la fuerza,
oprimir para que cumpliera su jornada la- atacando a aquellos sectores que resisten a
boral., ahora, gracias a la cultura “psi” se sus imposiciones o incluso como sucede
logre que el empleado se alinee con las en el Meta, Caquetá, Nariño y otros de-
necesidades y aspiraciones de la empresa, partamentos del país, donde la respuesta a
con la economía nacional e incluso con los campesinos sembradores de coca, que
la lógica mundial de circulación capitalista defienden sus medios de subsistencia, es
(Vázquez, 2002: 225). la persecución y el asesinato.
A partir de lo expuesto en los pá-
rrafos anteriores se puede observar que
muchas veces algunos genealogistas y en Resistir al
especial Rose, legitiman la explotación y
la dominación del hombre por el mismo
neoliberalismo
hombre con algunos de sus postulados. Si Además de esa desaparición física, frente a
nos acercamos detalladamente al funcio- la indiferencia de las personas ante los ac-
namiento de la sociedad actual, es posible tos de barbarie y las estrategias del Estado
afirmar que sí hay un predominio de la por ocultar este tipo de hechos, se corre el
cultura “psi” y lo podemos evidenciar a riesgo de que la vulnerabilidad histórica de
diario en los medios de comunicación y aquellos que han sido explotados, asesina-
en las múltiples ofertas de intervenciones dos, torturados, expropiados de sus tierras
y libros de autoayuda con los cuales se pre- o medios de subsistencia, desaparezca del
tende sumergirnos en la lógica neoliberal, presente (Butler, 2017: 21).
haciéndonos creer que somos sujetos li- Es por este motivo que reivindico a
bres. Sin embargo, no podemos negar lo la memoria como segunda forma de resis-
planteado por Rose al señalar que las me- tir al modelo hegemónico y opresor. Una
didas de dominación disciplinarias no han memoria que no esté condicionada por
desaparecido totalmente y que en algunos las políticas de memoria nostálgica, pues
casos se llevan a cabo actos de violencia sí consideramos el pasado como el único
represivos en contra de algunas comuni- lugar donde se pueden cumplir nuestros

dades que son minorías y que aún no han sueños, el presente puede convertirse en
logrado —o en muchos casos estas no lo un lugar donde abundan los sujetos pasi-
han permitido— ser incorporadas en la vos, tal como se evidencia hoy en día. Esta
lógicas de la cultura “psi”. En estos casos memoria debe estar condicionada por las
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se vuelve al control estatal por medio de la necesidades y luchas históricas que hacen
fuerza (Vázquez, 2002: 234). Un ejemplo evidente la obligación de un relanzamien-
de esto lo encontramos en Colombia, un to del proyecto emancipador en América
país en el que la desigualdad y la represión Latina. Mazzeo (2009) nos recuerda la in-
94 vitación de Mariátegui a mezclar la utopía dio colectivo, Dussel (1998) plantea que la
con el proyecto histórico y la tradición con ética es una cuestión fundamental, pero no
la revolución, desechando las expresiones la ética burguesa y liberal bajo la cual basa
nostálgicas y superficiales de la memoria. sus trabajos Smith, sino una ética crítica que
Continuando con la exposición de la está basada los siguientes principios.
resistencia al neoliberalismo, me referiré El primer principio parte de la idea
a la comunidad y a las prácticas colectivas que el sistema actual asesina personas y se
como tercer medio para resistir a él. Los contradice, por esto “producir, reproducir
críticos del neoliberalismo hacen apología y desarrollar la vida humana en comu-
al trabajo colectivo y comunitario como nidad con pretensión de universalidad”
una forma de resistir a este, incluso Marx y (Dussel, 1998: 4). Es importante repro-
Engels en el siglo XIX sin que surgiera aún ducir la vida, pero ¿quién decide la ma-
el modelo neoliberal tal como lo vivimos nera cómo es reproducida la vida?, bajo
hoy, nos dan pistas para la resistencia en la esta pregunta surge el segundo postulado
Ideología Alemana: “Solamente dentro de ético, que se funda en un principio de-
la comunidad con otros, todo individuo mocrático en el cual ningún caudillo o
tiene los medios necesarios para desarrollar líder puede decidir o reemplazar la res-
sus dotes en todos los sentidos; solamen- ponsabilidad comunitaria o popular de
te dentro de la comunidad es posible, por las personas ,“no es válido aquello en lo
tanto, la libertad personal” (Marx y Engels, que yo no he participado simétricamente”
1970 citados por Chul Han, 2014: 14). (Dussel, 1998: 4). El tercer principio es
Sin embargo, hay que ser cuidadosos de factibilidad, “no puede ser algo bueno
al hacer esta afirmación y al plantear cual si no es posible” (Dussel, 1998: 4). Acá
es el objetivo que se desea lograr con esa el autor se refiere al hecho que si un acto
construcción de comunidad, pues existe es posible según la razón instrumental y
una línea delgada entre una comunidad real cumple con los dos principios anteriores,
y un grupo de personas que aprovechando entonces es válido porque hubo participa-
sus condiciones materiales favorables se han ción colectiva y es verdadero porque cum-
aislado de un mundo poco agradable en el ple con la preservación de la vida, así este
cual no se sentían satisfechos. Cuando suce- acto se convierte en algo justo. Bajo estos
de esto, no se está resistiendo a nada, todo principios debe funcionar una comunidad
lo contrario, se sigue reproduciendo el mo- o colectivo que pretende resistir al neoli-
delo neoliberal, pues estas personas se han beralismo, pues va en contra de la ética
olvidado tanto de la necesidad de un cam- neoliberal que se basa en convertir todo
bio estructural como de los otros que aún en mercancía y competencia.

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siguen siendo gobernados, limitándose así Como se ha mencionado anterior-

a la consecución de bienestar para el peque- mente, en la actualidad la vida comienza a
ño grupo de náufragos. Ante esto y ante una ser poco realizable y se mantiene una lu-
humanidad que al parecer va hacia el suici- cha constante por la supervivencia propia,
a costa de pasar por encima del otro. Es Referencias 95
así como la ética que nos plantea Dussel Bejar, H. (s.f). Autonomía y dependen-

(1998) no es aquella que se fundamenta cia: la tensión de la intimidad. REIS,
en los valores tradicionales, ni en la subje- págs. 69-90.
tividad individual, ni en particularidades Butler, J. (2017). Vulnerabilidad corporal,
culturales. Dichos principios éticos deben coalición y la política de la calle. Nómadas,
ser totalmente universales e inevitables, núm. 46, págs. 13- 29.
permitiendo así que pueda desarrollarse Chul Han, B. (2014). Psicolítica. Barcelo-
la vida en comunidad que se pretende. na: Herder Editorial S.L.
Cuando se ha logrado construir un Dussel, E. (1998). La resistencia ética al neoli-
sistema comunitario que cumple con to- beralismo. Conferencia, págs. 1-7.
dos los principios planteados por Dussel, Eagleton, T. (2011). Por qué Marx tenía razón.
es decir que reproduce la vida, existe una Barcelona: Ediciones Península.
participación democrática de todos y es Gil, S. (2014). Ontología de la precarie-
viable o factible; se pasa a un segundo mo- dad en Judith Butler. Repensar la vida
mento de la ética, que es la consolidación en común. Éndoxa: Series Filosóficas, núm.
de una ética crítica, donde se es conscien- 34, págs. 287-302.
te de la realidad y se cuenta con la capa- Marx, C y Engels, F. (1970). La Ideología Ale-
cidad de oponerse al neoliberalismo. Al mana. Barcelona: Ediciones Grijalbo, S.A.
darse estas condiciones, las personas que Mazzeo, M. (2009). Invitación al descubri-
sufren los efectos negativos del modelo miento. José Carlos Mariátegui y el socialismo
hegemónico y son conscientes de ello, se en nuestra América. Buenos Aires: Edito-
convierten en víctimas que se reúnen para rial El Colectivo.
que surjan los movimientos sociales y una Palacio, R. (1978). Introducción. En A.
resistencia al sistema, que va creando una Huxley, Un mundo feliz (pp. 5- 8). Ciu-
legitimidad propia en contra de esa legiti- dad de México: Grupo Editorial Tauro.
midad hegemónica existente. Puello-Socarrás, J. (2013). Ocho tesis
Basado en lo ya expuesto y a modo sobre el neoliberalismo. Revista Espacio
de conclusión, hago un llamado a los Crítico, núm. 18, págs. 4-21.
miembros de los diferentes movimientos Smith, A. (1776). La riqueza de las na-
sociales, ambientalistas, animalistas, femi- ciones. Editor digital: Titivillus.

nistas, proletarios y demás organizaciones Vázquez, F. (2002). Tras la autoestima, variacio-
que defienden la vida digna, a reunirnos nes sobre el yo expresivo en la modernidad tardía.
alrededor de nuestra condición de vícti- San Sebastián: Tercera Prensa.
mas, para que partiendo siempre desde

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una ética crítica, hagamos una oposición

eficaz a un sistema económico y político
que amenaza con extinguirnos.
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y acumulación insaciable de capital. laborales, donde se pierden los derechos que

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siguen siendo gobernados, limitándose así Como se ha mencionado anterior-

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