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Selección de preguntas y respuestas para

preparar tu entrevista de trabajo


1. Háblame sobre ti

Debes ser capaz de resumir en cinco o diez minutos a lo mucho los


hitos más importantes de tu carrera profesional, intercalando algunas
informaciones personales. No es el momento de disfrutar hablando de ti,
sino de explicarle al entrevistador lo acertado que ha estado al
seleccionarte para una entrevista y mantenerlo en esa idea. Lo que en
realidad quiere saber la persona que te ha hecho la pregunta está
relacionado con tu madurez y tu autenticidad.

2. ¿Cuáles son tus fortalezas y tus debilidades?

Al responder sobre tus fortalezas o tus debilidades, debes elegir no más


de tres y explicar una acción en la que, gracias a ello, saliste adelante.
En el caso de las debilidades, deberás explicar cómo la contrarrestas.
Por favor, no digas que eres demasiado perfeccionista (buscando una
característica con dos caras); los entrevistadores están aburridos de
escuchar esta respuesta.

3. ¿Qué dirían tu jefe o tus compañeros de trabajo de ti?

Quizás te la hagan o quizás no; sin embargo, en cualquier caso, es muy


interesante que la lleves preparada, porque responder honestamente lo
que se te ocurra en ese momento puede estar influenciado por las
últimas horas que hayas pasado en la oficina. Lo mejor es realizar el
ejercicio de reflexionar y preparar una respuesta sincera enfocada en lo
positivo.

4. ¿Dónde te ves dentro de cinco años?

Para responder esta pregunta, debes intentar ser realista, pero a la vez
mostrar un poco de ambición, aunque no de manera desmesurada. Si te
interesa mucho el puesto, una buena respuesta es confirmar que te ves
en esa empresa (o una similar), ejerciendo funciones de mayor
responsabilidad o más completas.

5. Cuéntame un ejemplo de una situación complicada que hayas


vivido y cómo la resolviste

Con esta pregunta, se pretende medir la reacción del candidato ante


circunstancias difíciles. Para responder, utiliza el método STAR
(Situaciones, Tarea, Acción y Resultados). Define una situación, qué
tareas afectaba, qué acciones tomaste y qué resultados obtuviste. Si en
tu carrera profesional no has tenido la experiencia de enfrentarte a una
situación difícil, lo mejor es que se lo digas al entrevistador y expliques tu
experiencia ante una situación similar en otros aspectos de tu vida.

6. ¿Qué podrías contarme acerca de nuestra compañía?

Jamás te presentes a una entrevista sin haber estudiado bien a fondo la


compañía que te va a entrevistar, tal y como lo aconsejamos en nuestro
artículo Cómo empezar a buscar trabajo . El primer lugar en donde debes
mirar es en la página de empresas de CompuTrabajo. Allí, obtendrás
información sobre la fuerza de la marca empleadora de la compañía, y lo
que opinan las personas que trabajan o han trabajado en la compañía.
Es importante que investigues punto por punto  la compañía por dos
motivos: para ver si te interesa trabajar en esta y porque mediante esta
pregunta lo que quieren averiguar es cuánto interés tienes en las cosas
que para ti deberían ser importantes.

7. ¿Por qué consideras que esta puede ser una buena


oportunidad para ti?

Para responder esta pregunta, debes tener a mano nuestra lista de


fortalezas. Deberás responder de manera tal que resulte evidente por
qué contratarte es una buena oportunidad para ellos, a la vez que
señales cuáles son los aspectos por los que te interesa formar parte de
su equipo laboral.

8. ¿Cuál sería tu puesto ideal?

Esta sí que es una pregunta trampa. Si realmente estás interesado en


el puesto que te ofrecen, eso es lo que debes responder. La empresa no
te está preguntando por tus sueños o tus aspiraciones, sino quiere
saber si te consideras capaz y si te ilusiona formar parte de su equipo. Si
respondes con un puesto diferente al que te están ofertando, lo primero
que se pregunta el entrevistador es: “¿Entonces por qué estamos aquí
perdiendo el tiempo?”. A nadie le gusta ser el segundo plato en una
cena.

Tener una entrevista te sitúa en el primer escalón de los elegibles. Por lo


tanto, es imprescindible que la prepares bien. Pueden hacer otras
muchas preguntas generales y otras más específicas relacionadas con el
cargo específico que se desarrollará. Un consejo más: evita las
respuestas típicas que puedes encontrar en Internet. Por el contrario,
crea tu propia historia, la que te diferenciará de los demás candidatos. Sé
honesto y escucha bien la pregunta antes de responder. ¡No
olvides preparar tus propias preguntas  para el entrevistador!
Y resulta que te llaman o te llega un mail preguntándote cuándo puedes
acercarte para concretar una entrevista. No hay cómo negarlo: es un
momento de alegría, donde el corazón se te sale del pecho y no sabes
para dónde mirar y contarle a alguien que están reconociendo tu talento.
No obstante, pasada la euforia inicial llegan los nervios, y más aún si la
llamada proviene de la postulación que más te interesaba. A continuación
te doy una serie de consejos con la que podrás neutralizar perfectamente
cada una de tus inquietudes. No fallan, créeme.

La llamada es la confirmación de que el trabajo previo que realizaste


para buscar empleo lo hiciste bien. Por lo tanto, ya estás listo para
preparar igual de bien el siguiente paso: la entrevista.

La primera entrevista consta de cuatro o cinco partes, dependiendo de


la empresa, y hay que entrenarlas con la misma intensidad e
importancia:

 El resumen de tu currículum 
 La descripción del puesto por parte del entrevistador
 Las preguntas que te van a hacer
 El test psicotécnico, si lo hay
 Informaciones de cierre y despedida

Preparar la primera entrevista de trabajo: consejos


1. Practica el resumen de tu trayectoria profesional

No te enredes. Ándate a lo seguro y simplifica. Nos encanta hablar de


nosotros mismos y el que diga que no, miente. Así que, aunque pueda
parecer que esta es la parte más sencilla, es una de las más importantes.
En efecto, practica lo que vas a contar de modo que cumpla con estas
características:

1. Que no dure más de 10 minutos, si es que tienes una larga


experiencia; si no, déjalo resumido en cinco minutos.
2. Menciona todos los aspectos que estén puestos en la oferta de
empleo como requisitos, o al menos los más relevantes o en los que
hayas tenido éxito.
3. Transmite pasión, pero no seas prepotente ni des pena. Busca el
equilibrio.
4. Cuando creas que ya lo conseguiste, ensaya y cuéntaselo a
alguien tomándote el tiempo que demoras.

2. ¡Sé puntual!
Mejor que esperes tú y no que te esperen a ti. A nadie le gusta esperar, y
si haces esperar al entrevistador vas a empezar con un punto negativo
con respecto a los otros candidatos entrevistados. En serio, no eres su
única opción.

3. Vamos con la presencia física

 Vístete de acuerdo al puesto que vas a pretender. Es decir, no


vayas vestido como un gerente general si el puesto es de
administrativo. Un truco: busca en Google imágenes de la empresa y
mira cómo van vestidos los trabajadores.
 Asegúrate de masticar un dulce de menta o un chicle antes de la
entrevista. Nunca está de más, sobre todo si fumas.

4. Nunca llegues a una entrevista con las manos vacías

¿En serio crees que no te van a brindar ninguna información interesante


que quieras anotar? Es mejor siempre llevar un lápiz y una pequeña
libreta y, ¿por qué no un Tablet? Es importante que tomes notas también
para rellenar, después, la casilla correspondiente a tu lista de
seguimiento.

5. Prepara las respuestas a las posibles preguntas difíciles

Hay un sinfín de preguntas que te puede realizar el entrevistador, unas


más habituales y otras más raras. Revisa en el artículo cómo responder a
las habituales. Para las raras, busca siempre la solución más sencilla.

6. Infórmate previamente sobre la empresa

Eso te ayudará también para el siguiente punto. No hay nada que


demuestre más interés en un puesto de trabajo que si conoces la 
empresa, su trayectoria y sus novedades o proyectos más recientes. No
hay excusas para hacer esto porque resulta demasiado cómodo:
consulta en Internet y también en la zona de empresa  de CompuTrabajo.
¡Si es tan fácil! Hasta puedes investigar sobre la persona que te va a
entrevistar y así tener una idea previa sobre alguien que, mal que mal, es
una persona igual que tú.

7. Una sonrisa

Cuando sonríes creas de inmediato un ambiente mejor, donde la


predisposición es positiva. Le harás más fácil el día al entrevistador, y
cuesta decirle que no a alguien que te hace ese regalo. Por otro lado, a
nadie le gusta contratar o tener que trabajar con una persona
malhumorada o amargada o que se cree superior.
8. Lleva preparadas tus propias preguntas

¿No se te ocurre qué preguntar? Puedes interesarte por los planes


futuros de la empresa, dejando ver en la pregunta que te has informado
sobre el lugar. De este modo, puedes preguntar sobre el puesto de
trabajo o por la tarea más importante que te tocará llevar a cabo en los
primeros sesenta días. A su vez, puedes interesarte también acerca de
cuánto tiempo lleva tu entrevistador en la empresa y qué es lo que más le
gusta de trabajar en ella, etcétera. También, procura darle importancia a
los siguientes pasos dentro del proceso de selección.

9. Durante la entrevista, controla el lenguaje no verbal: el tuyo y el


de tu interlocutor

Gran parte del éxito de la entrevista es consecuencia de la comunicación


no verbal: tus gestos, tus miradas, la posición de tu cuerpo, la
entonación, las pausas, entre otros elementos. Y por supuesto, lo que
hemos comentado anteriormente: la vestimenta y el grado de higiene
personal. Tendrás que prestar atención a cosas como: mantener el
contacto visual, una postura correcta en la silla, prestar atención a todo lo
que dice el entrevistador, escuchar, no interrumpir, mantener la calma,
etcétera.

En el caso de que no estés seguro de qué hacer con las manos, sujeta el
lápiz. Estas habilidades de comunicación no verbal, también las puedes
practicar en tu casa, con alguien de confianza, y grabarte con el celular
para veas por tu propia cuenta qué imagen generas en los demás.

10.Al llegar a casa, mándale un mail agradeciendo la entrevista


que tuviste

Agradéceles su tiempo y recuérdales tu interés en la vacante que


ofrecen.

Si ya trabajaste todos estos aspectos no dudes, porque quiere decir


que tus nervios están controlados. Sin embargo, si aún sientes
inquietud, realiza alguna técnica de relajación basada en la respiración;
se ve un poco chistoso, pero es muy efectivo si lo has ensayado. Prueba
y verás.

Para verificar si has seguido punto por punto los consejos, déjame
hacerte una pregunta: “¿Cómo meterías a una jirafa en el
refrigerador?” :-)Piensa en la respuesta más sencilla…

Respuesta: “Primero abro el refrigerador y después meto la jirafa


adentro”. ¡Ese nivel de sencillez!

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