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Los tipos literarios

El tipo literario se refiere a una clasificación de los personajes en función de los rasgos y roles que
dicho personaje comparte con otros actantes que pertenecen a cierta tradición literaria, ya sean
narraciones de ficción o realidad ficcionada en no importa qué medio y soporte: relato oral, teatro,
novela, cómic, cine, radio, televisión... Si los tipos psicológicos (sanguíneo, colérico, melancólico…),
los tomamos de la psicología, estas clasificaciones han sido establecidas por la teoría y la
perceptiva literaria o por los propios escritores en sus trabajos de reflexión sobre el proceso de
escritura. Por eso, existen muchas tipologías. Varían según consideremos los periodos históricos,
los géneros, los estilos y los medios de expresión. Los personajes tipos de la comedia romana, por
ejemplo, eran: el viejo, el joven, la joven, el esclavo, el parásito, el soldado, etcétera. En la
comedia española del Siglo de Oro, los tipos eran: la dama, el galán, el rey, el gracioso, la criada, el
padre...

Aquí vamos a recordar la tipología que Jesús Ramos y Joan Marimón han establecido a partir del
cine, es decir, vamos enumerar los personajes tipos más frecuentes en el audiovisual, si bien
muchos de ellos derivan de una tradición literaria muy asentada, ya sea procedente del mito, el
teatro, el cuento o la novela.[1] Aunque no existe una relación directa entre tipo literario y función
(sujeto, objeto, oponente, etc.), pues, por poner un ejemplo, un tipo literario puede ser en un
relato el protagonista y en otro el ayudante, si que podemos decir que, en líneas generales, la
enumeración que sigue cubre todas las funciones relacionadas directamente con el triangulo de la
acción en el modelo actancial. En concreto, los tipos 1 a 7 ocupan la función de sujeto; el 8 es
objeto; del 9 al 11 son tipos de oponentes; del 12 al 16 tenemos ayudantes; y los tipos 17 y 18
podrían intervenir en varias funciones.

1. El buen ladrón. Es el personaje que roba a los ricos para dárselo a los pobres. Otras veces
reparte algunas de sus ganancias con los más necesitados o es un ladrón de guante blanco que
nunca causa daño. Este tipo aparece en Robin de los bosques (The Adventures of Robin Hood,
1938), El halcón y la flecha (The Flame and the Arrow, 1950), Rufufú (1958) o Rob Roy (1995). Es
una forma de antihéroe.

2. El buen salvaje. Encarna los principios filosóficos de Rousseau. Ejemplos conocidos son las
películas de Tarzán, Nanook el esquimal (1921), Pedro en Heidi o el cazador de Dersu Uzala (1975).

3. El marginado. Puede ser un vagabundo, un rebelde u otra persona que vive al margen de las
normas, como los protagonistas de Easy Rider (1969). Es otra forma de antihéroe.
4. El pícaro, el gracioso, el payaso. Son distintas variantes de un tipo de personaje tramposo,
travieso, anárquico y astuto que nos hace reír, como el personaje de Charles Chaplin o el Guido de
La vida es bella (1997). También puede ser ayudante.

5. El sabio despistado. Es muy inteligente, pero muy torpe en su vida emocional o en los asuntos
prácticos. Por ejemplo, el personaje de Gary Grand (1904-1986) en La fiera de mi niña (Bringing up
Baby, 1938) y el personaje de Jerry Lewis (1926-) en El profesor chiflado (The Nutty Profesor,
1963).

6. El loco. Son los personajes que sufren trastornos mentales (ver entrada psicopatologías).
Pueden ser protagonistas o antagonistas. En el primer caso suelen estar entre el genio y el
demente, como en El loco del pelo rojo (Lust for Life, 1956), Shine. El resplandor de un genio
(Shine, 1996) o Hannibal (2001).

7. La amazona. Es la heroína. Encarna el mito que nosotros identificábamos con Diana o Artemisa,
esto es, la mujer fuerte e independiente que lucha con las mismas armas que los hombres, como
Lara Croft en Tomb Raider (2001) o Alice (Milla Jovovich) en la serie Resident Evil.

8. La novia deseada. Corresponde a lo que suele llamarse el interés romántico o interés amoroso
del protagonista.

9. El malvado. Es el antagonista o villano que busca hacer el mal, como Valmont en Las amistades
peligrosas (Danguerous Liaisons, 1988) o el personaje que hace Robert Mitchum (1917-1997) en La
noche del cazador (The Night of the Hunter, 1955).

10. El brujo maléfico. Utiliza sus fuerzas oscuras contra el protagonista o contra la humanidad,
como Fu-Manchú, el brujo oriental que ha protagonizado toda una serie de películas.

11. La mujer fatal. También remite a un mito. Es la mujer destructiva que lleva a la ruina a los
hombres. Aparece sobre todo en el cine negro, como Matty Walker en Fuego en el cuerpo (Body
Heat, 1981) o los papeles de Glenn Close (1947-) en Atracción fatal (Fatal Attaction, 1987) y de
Sharon Stone (1958) en Instinto básico (Basic Instinct, 1992).

12. La mujer benefactora. Es un personaje femenino que ayuda al protagonista desempeñando


dentro de la historia los papeles de esposa fiel, madre o anciana dulce. Un ejemplo sería el papel
de Lilian Gish (1893-1993) en la mencionada La noche del cazador.

13. El ángel bienhechor. Es un personaje protector y benefactor del protagonista, como el


personaje de Q en las películas de James Bond.
14. El mago. Es una segunda variante del anterior. Este personaje tiene poderes sobre la
naturaleza y las personas que utiliza para hacer el bien. Puede ser un sacerdote, un druida, un
alquimista... Por ejemplo, Gandalf en El señor de los anillos. La comunidad del anillo (The Lord of
the Rings: The Fellowship of the Ring, 2001), los profesores con los que estudia Harry Potter o
Clarens en ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, 1946).

15. El hada. Otra variante, esta vez más típica de los cuentos infantiles, como Campanilla en Peter
Pan (1953), May Poppins (1964) o las hadas de Pinocho (1940), La Cenicienta (Cinderella, 1950) y
La bella durmiente (The Sleeping Beauty, 1958).

16.El genio. Cuarta variante de ayudante con poderes extraordinarios. Normalmente, al ser
liberado por el protagonista, se pone a su servicio, como en Aladdin (1992). Puede adoptar la
forma de duende, pitufo, gnomo, elfo, enano, espíritu del aire, etcétera. Todas estas variantes se
oponen al tipo de brujo maléfico.

17. El freak

. Frankenstein, Quasimodo, Cyrano de Bergerac o Eduardo Manostijeras son ejemplos de este tipo,
caracterizado por la deformación física: enanos, gigantes, tullidos... Aparece, sobre todo, en el cine
fantástico y de terror, como en La parada de los monstruos (Freaks, 1932), pero también en otros
géneros, como en El hombre elefante (The Elephant Man, 1980).

18. La bestia. Es, en cierto modo, una variante es la anterior, solo que aquí el monstruo es un
animal, como en King Kong (1933 y 2005) o Tiburón (Jaws, 1975). También cabe este personaje en
otros géneros y con otras funciones, como en La bella y la bestia (The Beauty and the Beast, 1991)
y Monstruos SA (Monsters, INC, 2001). Entre este tipo y el anterior están el vampiro y el hombre
lobo.

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