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Inmaculada León Santana

Universidad de La Laguna

Capítulo del libro “Corazones Inteligen-


tes”(2002). Ed por P. Fernández-Berrocal
y N. Ramos. Barcelona: Karirós.
La aspiración máxima cuando Es posible que los datos que he tenido
que seleccionar resulten insuficientes. O quizás
uno ya puede despegarse de la madre y empezar
no sean los más representativos. O quizás es
su andadura como personita, es alcanzar la in-
posible que yo no acierte a exponerlos como me
dependencia, y que lo dejen a uno hacer y sentir
gustaría. En cualquier caso, tengo la convicción
por sí mismo. El problema en la siguiente fase
de que el tema del estudio de las emociones es
es conseguir el dominio y el control de las emo-
uno de los más apasionantes que aborda actu-
ciones e impulsos. Finalmente en la tercera fase
almente la Psicología. Y no sólo por su interés
(sin que necesariamente se hayan conseguido
académico, sino, porque como ya he dicho, es de
superar las anteriores), surge la cuestión de la
los que mayor trascendencia pueden tener para
identidad, simplemente (y casi nada) el entender
el enriquecimiento de las personas.
nuestras emociones y aceptarlas sin fingimien-
En aras de ese objetivo, de cómo podemos
tos. En esta última fase quiero situar mi plant-
utilizar el conocimiento de las emociones para
eamiento. En la de entender algunas cuestiones
un mejor conocimiento personal, y qué aporta-
sobre la lógica de funcionamiento de nuestras
ciones puede hacer la Psicología en este sentido
emociones que nos permita utilizarlas como vía
voy a articular esta presentación en torno a tres
de autoconocimiento.
puntos:
Si bien durante muchos años la Psi-
cología se ha alimentado del sentido común para
indagar en las emociones, en estos momentos,
1. En la primera parte quiero hacer una
reflexión sobre porqué las emociones son una
está en condiciones de comenzar a devolver ese fuente de sabiduría;
préstamo. Intentando extrapolar sus datos de
investigación a la vida cotidiana, creo que la
Psicología puede hacer aportaciones útiles que 2. En una segunda parte quiero presen-
ayuden a la mayoría de las personas a desentra- tarles diversos procedimientos y evidencias de
ñar la complejidad con que casi siempre se vive investigación sobre aspectos que caracterizan el
la experiencia emocional. Y ese es mi objetivo en funcionamiento de nuestro Sistema Emocional
esta exposición. (en adelante S.E.), y que resultan útiles para en-
tender parte de su trama.

3. Y finalmente, en una tercera parte,


intentaré hacer una valoración de los datos pre-
sentados, intentando mostrar su aplicación en el
manejo cotidiano de las emociones.

{ 2 }
1...Porqué las emociones
son una fuente
de sabiduría.
oce”, y que ha inspirado el título de este capítulo,
Es bastante común la creencia creo que explica muy bien esta forma misteriosa
de que de las dos formas de responder al mun- en que actúan las emociones.
do, la de la pasión y la de la razón, es la de esta Hay una situación experimental relatada
última, la de la razón, la más evolucionada, la por Gazzaniga 1en su trabajo con sujetos con el
que nos permite explicar y predecir, y también cerebro dividido que me parece guarda cierto
comportarnos de forma civilizada. La emoción, paralelismo con lo que estoy explicando. A estos
por contra, ha residido siempre en algún sitio en sujetos se les proyectaban órdenes impresas sólo
las antípodas de ese cerebro racional, muy vin- al hemisferio derecho, que entiende pero no sabe
culada a las reacciones corporales, y sin que en comunicar con palabras lo que ha entendido. Al
muchas ocasiones podamos entender su razón hemisferio izquierdo, donde reside el habla, no
de ser y su forma de operar. En esa dicotomía llegaba ninguna información. La orden que se
razón-emoción, la emoción ha sido, sin duda, la presentaba era una orden sencilla como “cami-
menos comprendida y la que se llevado peores na”. En este caso la respuesta del paciente era
calificaciones. normalmente empujar la silla y disponerse a
Su carácter primitivo no le ha dado muy abandonar la zona donde se realizaban las prue-
buena prensa en el mundo “civilizado”. Tam- bas. Cuando se le preguntaba a dónde iba, una
poco, por su forma imperante de expresarse, se respuesta habitual, según Gazzaniga, era: “voy
han revelado como nuestros mejores aliados a la a tomar algo”. El sujeto no conocía con el cerebro
hora de presentarnos y responder a las exigen- izquierdo, que era el que tenía que dar una expli-
cias sociales como personas adultas y maduras. cación, el móvil del movimiento. Sobre la marcha
Con frecuencia son ellas las que nos traicionan tenía que afrontar la tarea de explicar ese com-
en esas circunstancias, ya que para operar no portamiento e improvisar algo razonable.
siempre requieren de nuestro consentimiento, Nuestro cerebro racional y nuestro
más bien, son algo que nos sucede sin que lo pla- cerebro emocional también a veces se compor-
neemos. tan, como aquí, como dos mentes distintas. En
Efectivamente todos sabemos por expe- ocasiones, el S.E. actúa tomando la iniciativa
riencia propia que en ocasiones nuestras “cora- acorde con sus propias evaluaciones y anticipán-
zonadas”, nuestras intuiciones, sentimientos, dose con una respuesta que luego va a generar
deseos o impulsos irracionales, pesan más que una responsabilidad y un compromiso de expli-
nuestras lógicas razones. A éstas, en muchas cación a nuestra mente más racional.
ocasiones sólo les está reservada la engorrosa Un análisis funcionalista de las cosas (es
tarea (creyendo que comprenden) de tener que decir si algo existe, existe por algo), nos lleva al
buscar luego argumentos para justificarnos planteamiento de que alguna labor importante
ante el mundo, y también ante nosotros mismos, deben tener encomendada las emociones para
por el camino tomado. Podríamos decir que las que tengan esa ascendencia y ese peso sobre
emociones tienen su propia agenda, y que no nuestro pensamiento y nuestra conducta.
siempre nos dan las razones por las que actúan. En efecto, esa capacidad para influir y
Esa tan traída y llevada frase de Pascal de que controlarnos no parece algo casual y gratuito.
“el corazón tiene razones que la razón descon- Todo el que se haya leído el libro La Inteligencia

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Emocional2, por citar un libro bastante conoci- nes es amplificar o intensificar nuestros moti-
do, habrá visto una exposición clara de la uti- vos y nuestras experiencias, de tal manera que
lidad biológica que tienen nuestras emociones. se conviertan en una señal de que una situación
Ellas nos permiten sobrevivir: el miedo nos pro- es muy significativa o relevante. Así, todo acon-
tege de los peligros; la rabia nos hace enfren- tecimiento que nos produzca una emoción o sen-
tar obstáculos o luchar por nuestro territorio; la timiento es una clave que nos está revelando la
tristeza hace que nos repleguemos en situacio- importancia que en algún sentido tienen esos
nes poco ventajosas para nosotros para no ex- hechos para nosotros.
ponernos o malgastar recursos; el asco hace que Esencialmente nuestras emociones po-
nos apartemos de elementos nocivos o peligrosos nen de manifiesto dos o tres cuestiones muy
para el organismo; el apego en los niños hace básicas que los seres humanos (también los
que se mantengan cerca de sus progenitores evi- animales superiores) queremos proteger. Suel-
tando así correr peligros. Con ser mucho, y ser en tener que ver con la supervivencia física (la
casi todo en la garantía de nuestra superviven- salud), con nuestra imagen social (sentirse eval-
cia, en el objetivo de esta exposición, que es dar uado o posicionado socialmente), o con cuestio-
claves para nuestro autoconocimiento, vamos a nes vinculatorias (sentirse seguro, con vínculos
centrarnos en otra utilidad de las emociones de de pego, respaldados afectivamente). En casi to-
sentido más psicológico, más allá de estas fun- das nuestras actividades cotidianas van a estar
ciones biológicas. comprometidas (cuando se nos ayuda o no, si se
nos evita, si se nos quiere, si se nos juzga, si
no somos tratados con justicia, etc.) van a estar
1.1...Algunas funciones comprometidas una o varias de estas coordena-
“psicológicas” de las das fundamentales.
No siempre le va a gustar a uno lo que
emociones siente en estas situaciones, e incluso expresarlo
puede que no sea adaptativo, pero lo que sí es
indudable es que cualquiera de nuestros sen-
Podríamos decir que el S.E. es timientos nos está señalando algún punto de
el que se encarga de vigilar y evaluar constan- vulnerabilidad.
temente cómo van nuestros asuntos e intereses. Fundamentalmente, dado que en nuestro
Su misión es escudriñar continuamente el am- mundo desarrollado las demandas de superviven-
biente para detectar todas aquellas situaciones cia física están muy cubiertas (excepto en situa-
en que pueda estarse librando alguna cuestión ciones por enfermedad o gran pobreza), nuestro
de relevancia para nosotros. Detecta los peligros S.E. ocupa gran parte del tiempo en chequear
y las oportunidades del ambiente antes de que el estado de nuestras relaciones (¿Cuántas horas
nosotros nos hayamos percatado. de nuestro pensamiento las dedicamos a revisar
También conoce, más allá de lo que nuestros encuentros con los demás?). Es decir,
nosotros mismos nos reconocemos, nuestras si en nuestras interacciones se está librando
necesidades, nuestras debilidades, nuestros de- algo sobre nuestra aceptación o rechazo, o sobre
seos o nuestras metas. Su valoración del mundo nuestra posición. Los resultados de esas evalua-
se va a hacer en relación con esos parámetros, y ciones nos predispondrán luego a sentir, pensar,
en función de ellos se decidirá la medida en que o actuar de una forma determinada.
los eventos van a afectarnos. Posteriormente, En ese sentido, estar en contacto con
las emociones harán de mensajeros o servicio de nuestras emociones va a permitirnos ser consci-
correos de este S.E., sobre los distintos subsiste- ente de nuestras fuentes de preocupación y hacer
mas del organismo a los que movilizarán para algo para afrontarlas. Cuando uno experimenta
dar una respuesta adecuada. En ese sentido las emociones desagradables, eso significa que hay
emociones son las que reflejan con su acción (y algo que no está bien, algo a lo que debe prestar
nos dan la oportunidad de descubrirlo si aun no atención. Descifrar lo mensajes de nuestras re-
lo sabíamos) la importancia que comportan los acciones es una oportunidad que se nos brinda
sucesos del mundo para nosotros. Ellas nos in- para resolver cuestiones con nosotros mismos o
forman sobre cómo van nuestros asuntos y su con las personas que tenemos alrededor, y que
estado de satisfacción, o en otras palabras, sobre quizás estén requiriendo alguna solución.
las cosas que nos afectan y las que no. Al final intentaremos volver sobre este
En ese sentido, la función de las emocio- tema y hablar un poco más sobre cómo podem-

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os integrar de forma inteligente la información todavía un tema del que nos defendemos, a veces
que las emociones nos aportan. Y también sobre simplemente utilizando el prejuicio racional de
cómo podemos utilizarlas como guías para ori- poca evidencia científica, o de que eso es meterse
entar la acción. en terreno del Psicoanálisis.
Sin embargo, a estas alturas de la inves-
tigación parece que hay que aceptar la eviden-
2.- Procedimientos y evi- cia de que muchos de nuestros procesos emocio-
dencias de investigación nales son implícitos o inconscientes, pudiendo
influir en el pensamiento y la conducta sin que
tengamos conciencia de ellos. Y esta suposición
Lo que ahora quiero es mostrarles ha recibido un amplio apoyo empírico, al menos
de tres campos:
diversos procedimientos y evidencias de inves-
tigación, sobre el funcionamiento de algunos - Del estudio de sujetos normales
microprocesos de difícil acceso mediante la in- - Del estudio de animales
trospección, y cuyo conocimiento nos ayudará a - Del estudio de sujetos con daño neurológico
entender un poco mejor cómo operan nuestras
emociones. Presentaré evidencia en relación a
tres cuestiones:
2.1.1.- Evidencia proce-
- En primer lugar, sobre la independencia del dente de sujetos normales
S.E. con respecto a la conciencia. Es decir, que
no se necesita de la identificación de un estímulo
para que se produzca una respuesta emocional. Uno de los primeros estudios que puso
- En segundo lugar, sobre la actuación de deter- de manifiesto el carácter inconsciente de los me-
minados microprocesos que hacen efectiva la canismos emocionales fue un estudio del año
función de vigilancia del S.E. 19513. Sus autores condicionaron la respuesta
- En tercer lugar, sobre la actuación de otros me- eléctrica de la piel a un conjunto de sílabas sin
canismos que nos protegen de la información sentido. Cada sílaba era asociada a un shock
negativa elaborada en nuestro S.E. eléctrico que, entre otros efectos “emocionales”,
produce la alteración de la respuesta eléctrica
de la piel. Posteriormente las sílabas condicio-
2.1.- Nuestro Sistema nadas, y otras que no, iban siendo mostradas
Emocional no necesita de en una pantalla, muy rápidamente, y por debajo
del umbral de reconocimiento. A pesar de que
la conciencia los sujetos fallaban en reconocer verbalmente las
sílabas, mostraban, sin embargo, una mayor re-
spuesta electrodérmica ante las que habían sido
La mayoría de las personas no ten- previamente condicionadas.
emos problemas para aceptar que gran parte de El mismo efecto se encontró cuando
nuestra actividad cognitiva es no consciente y después de condicionar nombres de ciudades és-
automática. Por ejemplo, cómo calculamos la tas se presentaban por un oído al que la persona
velocidad a la que conducir dependiendo de la debía desatender porque debía prestar atención
distancia del coche que tenemos delante, cómo al mensaje que se le presentaba por el otro oído.
recuperamos una información en la memoria a A pesar de que la persona no recordaba al final
largo plazo, cómo seleccionamos una construc- haber oído los nombres de las ciudades, la pre-
ción sintáctica o unas palabras para expresar sentación de estos generó, no obstante, un incre-
una idea, etc.. Por lo que se refiere a las emo- mento de la respuesta electrodérmica 4.
ciones, sin embargo, su dimensión inconsciente, También se han conseguido respuestas
como reacciones que no llegamos a percibir, y emocionales trabajando con estímulos de ara-
que pueden poner de manifiesto motivaciones ñas y serpientes de forma subliminal5. Prim-
distintas de las que queremos presentar, que eramente se les creó a un grupo de sujetos un
incluso, en ocasiones, se revelan a los otros an- miedo condicionado a las arañas y a otro grupo
tes que a nosotros mismos, o producidas por a las serpientes. Una vez establecido el condic-
estímulos que permanecen inaccesibles, sigue ionamiento, es decir el miedo, se les presentaba
generando curiosidad en lo general, pero recelo de forma subliminal el estímulo crítico mezclado
en lo personal. El del inconsciente emocional es con los otros estímulos como setas o flores. Los

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investigadores comprobaron que los sujetos a datos?. Esta pregunta fue la que inquietó a un
los que se les condicionó un miedo a las arañas neurocientífico llamado LeDoux, y que ha hecho
mostraron una mayor respuesta electrodérmica, una de las aportaciones más interesantes a la
específicamente cuando eran expuestos a arañas. comprensión de los procesos inconscientes im-
Lo mismo pasó con los que se les creó un miedo plicados en la emoción. Desalentado por la inca-
a las serpientes. Es decir, que aunque los suje- pacidad de entender el sustrato neurológico de
tos eran incapaces de discriminar los estímulos las emociones en los seres humanos mediante
conscientemente, mostraban una respuesta de las técnicas existentes trató de averiguar estos
miedo ante éstos. “misterios” experimentando con animales. De su
Es más, no sólo se puede poner de mani- investigación hablamos en el siguiente aparta-
fiesto el miedo a estos estímulos presentados do.
subliminalmente, sino que incluso se puede ad-
quirir el miedo a un estímulo asociado a algo
negativo, sin que los sujetos tengan concien- 2.1.2.- Evidencia proce-
cia de haber estado expuestos a ese estímulo en
condiciones aversivas6. Esto podría explicar al- dente de animales
gunos de los casos en que la persona que teme
a un estímulo, sin embargo, no tiene recuerdo
explícito de haber tenido una mala experiencia
LeDoux y sus colaboradores10 hici-
eron lo siguiente: enseñaron a una rata a temer
con dicho estímulo. a un sonido mediante un condicionamiento con
También algunos estudios han evidencia- un shock eléctrico. Finalmente cada vez que la
do que se pueden preferir estímulos a los que ya rata oía el sonido ya se le generaban las mismas
se ha estado expuesto previamente, aunque no se respuestas emocionales que ante el shock. El
tenga conciencia de esas exposiciones. Es lo que sonido (como estimulación sensorial que es) para
se ha llamado el efecto de mera exposición, y ha ser procesado, va del sentido correspondiente (el
sido encontrado tanto con estímulos no signifi- oído en este caso) al tálamo. El tálamo es como la
cativos7 (figuras geométricas) como con caras.8 primera estación. Desde allí es enviado a la cor-
Igualmente cuando se presentan caras felices de teza sensorial (en este caso corteza auditiva) que
forma subliminal, previo a la exposición de otros es donde se interpretará. Para que se produzca
estímulos, esto aumenta la preferencia afectiva la respuesta emocional, tal como puede verse en
por esos estímulos expuestos con las caras feli- la Figura 1, la información debe luego llegar
ces.9 a un centro en el cerebro identificado como la
Todos estos resultados no dejan de resul- amígdala, que es el procesador emocional. Y es
tar un tanto paradójicos, porque de acuerdo con desde la amígdala desde donde se proyecta la re-
nuestro sentido común, para reaccionar ante spuesta emocional, tal y como puede verse en la
algo, primero sería preciso tener conocimiento Figura adjunta.
de que ese estímulo
está ahí. ¿Cómo pu-
edo yo reaccionar
ante un sonido que
no oigo o ante una
imagen que nunca
he visto, que es lo
que, en definitiva,
vienen a decir estos

Figura 1.- Represent-


ación de la doble ruta,
que explica sólo el pro-
cesamiento automático
de los estímulos emocio-
nales o también su rep-
resentación consciente
(adaptado de LeDoux,
1996; Nota 10).

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Intentando comprobar si era necesario
que los estímulos hicieran la ruta consciente
2.1.3.- Evidencia proce-
(tálamo-corteza), es decir que la rata “supiera” dente de sujetos con daño
del sonido para responder con una conducta de
miedo, cortaron esta conexión del tálamo a la neurológico
corteza (ilustrado en la Fig. por la línea que cor-
ta esta ruta). Efectivamente la rata quedó “sor-
da”: cuando se le aplicaban sonidos de diferentes Otro considerable cuerpo de
intensidades, la rata no se inmutaba. Finalmente investigación en personas con daño neurológico
le aplicaron el sonido condicionado, y en este ilustra procesos similares de independencia de
caso la rata sí respondió con una conducta de las emociones de la conciencia.
miedo. ¿Cómo era posible si estaba sorda?. La Los pacientes con daño bilateral en el
razón estaba en que los investigadores le habían hipocampo (y que por tanto no pueden guardar
cortado las conexiones del tálamo a la corteza in- registro de memoria de los estímulos presenta-
terrumpiendo la ruta “consciente”, sin embargo dos), si tienen la amígdala intacta, van a generar
no habían considerado la acción de una ruta se- respuestas condicionadas a aquellos estímulos
cundaria que va del tálamo a la amígdala (la ruta que se les hacen emocionales, incluso cuando no
“inconsciente”). Ahora sabemos que las partes reconocen haberlos visto previamente.11
más simples de los estímulos van mediante una Los pacientes de Korsakoff que también
sola sinapsis (rapidez máxima) desde el tálamo experimentan déficits en la memoria explícita,
a la amígdala, donde se hace un análisis de los igualmente expresan juicios afectivos hacia es-
aspectos que pudieran tener una connotación tímulos que les han sido presentados como posi-
emocional por si hay que dar una respuesta in- tivos o negativos. Por ejemplo, a un grupo de
mediata. Antes de que llegue la información por estos pacientes se les presentaron dos fotos de
la ruta ortodoxa y más larga de la corteza, la personas, cada una asociada con una biografía
amígdala ya ha sido informada y ha respondido que la calificaba como buena o mala. A los quince
emocionalmente. días se les hizo una prueba de memoria y record-
El descubrimiento de esta ruta explica la aban la fotografía pero no podían recordar nada
existencia de procesamiento emocional y respu- de la biografía de cada una. Sin embargo, el 78%
esta automática sin conciencia. Sería el que es- tenían una puntuación más favorable hacia la
taría operando en el caso, por ejemplo, de que un persona que se les presentó como “buena” que
estímulo haya sido presentado en condiciones hacia la “mala”.12
sensoriales desfavorables que no permiten que También los pacientes con prosopagno-
alcance el procesamiento cortical, o en el caso de sia, que han perdido la capacidad para reconocer
material doloroso que tiene impedida una inter- las caras familiares (al menos conscientemente)
pretación emocional consciente, o en el caso de no obstante muestran distinta respuesta electro-
lesiones que impiden el procesamiento vía racio- dérmica ante caras familiares y no familiares. 13
nal. Otros casos que también ilustran el pro-
Como dice el propio LeDoux “el hecho de cesamiento emocional ajeno a la conciencia es el
que el aprendizaje emocional dependa de vías que de los pacientes que tienen el cerebro dividido14
no entran en el neocórtex es fascinante porque y que no pueden saber con un hemisferio lo que
sugiere que las respuestas emocionales pueden capta el otro. Sin embargo, sí pueden decir con
producirse, sin la participación de los mecanis- el hemisferio izquierdo (que es el que dispone
mos cerebrales superiores de procesamiento, del habla y la conciencia) si un estímulo que se
que se suponen responsables del pensamiento, el le presenta al hemisferio derecho es emocional
razonamiento y la conciencia”.10 o no, aun cuando no puedan decir lo que han
visto. Por ejemplo cuando el hemisferio derecho
ve la palabra “madre” el hemisferio izquierdo es
incapaz de reconocer y nombrar esa palabra pre-
sentada al hemisferio derecho, sin embargo la
califica como “buena”. Cuando el lado derecho ve
la palabra “diablo”, el izquierdo la califica como
“mala”. Según lo que experimentaba el hemis-
ferio izquierdo, las emociones conscientes eran
producidas por estímulos que el paciente afirma-
ba no haber visto nunca

{ 7 }
Esta es sólo un muestra de las decenas de un conjunto de flores que una flor entre un con-
estudios que han puesto de manifiesto el caráct- junto de arañas.16
er independiente del funcionamiento del S.E. En otra de estas tareas las personas de-
con respecto a la conciencia. ben detectar un estímulo que se presenta en
condiciones de difícil percepción. Por ejemplo,
en una investigación utilizando esta tarea 17, las
2.2.- La actuación de mi- personas debían oír y repetir un conjunto de pa-
croprocesos que hacen labras que eran presentadas sobre un fondo mu-
sical. Inicialmente las palabras se presentaron a
efectiva la función de vigi- un volumen muy bajo lo que dificultaba su per-
cepción. Gradualmente se fue incrementando su
lancia del S.E. volumen hasta hacerse perfectamente audibles.
La mitad de los participantes en el mo-
El siguiente aspecto, característico de la mento de la prueba estaban especialmente sen-
emoción, sobre el que quería también mostrar al- sibilizados con el tema médico a causa de una
gunas evidencias de investigación, afina un poco operación quirúrgica a la que iba a ser sometido
más que el anterior, ya que entra en algunos mi- un familiar próximamente. La otra mitad era
croprocesos independientes de nuestra voluntad un grupo de personas normales que hacían de
y, en ocasiones de nuestra conciencia, y que son grupo control. Mientras que en las condiciones
los que permiten que la emoción cumpla con esa de óptima audición los dos grupos detectaron el
función de evaluar de forma ininterrumpida y mismo tipo de palabras, en los niveles de difícil
automática el ambiente. Ellos nos van a mostrar audición los participantes con ansiedad detec-
cómo se lleva a cabo esa misión de estar vigi- taron más palabras relacionadas con medicina
lante ante cualquier cuestión que sea relevante (v.g. inyección, dolor, operación) que otras simi-
a nuestras necesidades o preocupaciones. El pro- lares fonéticamente (v.g. ingestión, color, orde-
ceso más estudiado es el que se ha llamado sesgo nación).
atencional. Estos resultados nos permiten verificar
El sesgo atencional consiste en la tenden- que, efectivamente, las personas con ansiedad
cia automática a dirigir la atención, de forma incrementan su sensibilidad a los estímulos rel-
preferente, hacia estímulos que pueden repre- acionados con la amenaza causante de su ansie-
sentar un peligro o amenaza potencial. Para es- dad, a diferencia de los sujetos sin ansiedad.
tudiar este sesgo se ha trabajado con personas Otra tarea muy sugerente llamada de
normales, pero sobre todo ha resultado muy útil decisión léxica muestra cómo la percepción sub-
el estudio de personas con fobias o ansiedad. El liminal de una palabra facilita la tarea de deci-
material que se ha utilizado son palabras o imá- dir, cuando esta palabra se le presenta posteri-
genes con diferente contenido emocional relativo ormente, si esa palabra pertenece al léxico o
a amenazas de tipo físico social o evaluativo, de- no. En uno de los estudios en que se utilizó esta
pendiendo del tipo de ansiedad que muestren las tarea18 se trabajó con estudiantes ansiosos que
personas con las que se trabaje. estaban bajo situación de estrés por examen. A
Para el estudio de este campo se han los sujetos se les presentaba o bien una palabra
ideado tareas o procedimientos muy ingeniosos amenazante (v.g. suspenso) o bien una palabra
que, de forma efectiva, han permitido encontrar neutral (v.g. sombrero) precediendo a lo que
pruebas sobre esa tendencia de la atención a di- podía ser la misma palabra amenazante o bien
rigirse hacia aquellas cosas que nos preocupan. un conjunto de sílabas. Los sujetos simplemente
En una de estas tareas, a la persona se tenían que decir si esta última presentación
le presenta una diapositiva con un conjunto de constituía una palabra del léxico o no. Lo que
estímulos iguales, repetidos, de entre los cuales se medía era el tiempo que la persona tardaba
debe detectar uno que es diferente. Por ejemplo en decidir si se trataba de una palabra o no, ya
entre un conjunto de caras neutrales encontrar que esto se toma como un indicador del grado
una cara agresiva o una cara de tristeza. Las per- de activación que tiene esa palabra y por tanto
sonas somos más rápidas detectando las caras de la posible influencia que haya tenido el es-
agresivas que cualquier otro tipo de rostros15. tímulo presentado previamente. Por su parte, el
Lo mismo ocurre si se ha de buscar una araña o estímulo que se presentaba previamente podía
una serpiente entre una matriz de flores o setas. estar enmascarado y no ser visto por los sujetos,
Se es más rápido encontrando una araña entre o ser percibido conscientemente. Los resultados
fueron diferentes en ambos casos

{ 8 }
Tabla 1.- Tiempo de decisión léxica sobre la palabra amenazante (v.g. suspenso) dependiendo de que
estuviera precedida por una palabra neutral o por la misma palabra amenazante, y de que fuera
percibida conscientemente o no.

No percibido conscientemente Percibido conscientemente


Est anterior Neutral > tpo* < tpo*
(sombrero)
Est anterior Amenazante < tpo* > tpo*
(suspenso)
Tpo. de decisión sobre si ***suspenso *** es una palabra o no

Tal como puede verse en la Tabla 1 los alumnos, Este fenómeno es lo que Wegner20 ha
ansiosos y en situación de estrés por examen, llamado los proceso irónicos del control mental.
fueron más rápidos decidiendo sobre la palabra Estos procesos suponen sesgos opuestos hacia y
amenazante cuando ésta estaba precedida por la en contra de las amenazas, según opere el nivel
misma palabra amenazante que se había presen- inconsciente o consciente, respectivamente. Lo
tado enmascarada, que cuando la precedía una que parece derivarse de su dinámica, es que la
palabra neutra. Es decir la presentación previa activación inconsciente de la ansiedad se aparea
activa la palabra y facilita la decisión. Y hasta con la negación defensiva del estímulo consci-
aquí nada de particular. Esto sería lo que cabría entemente.
esperar: una palabra antecedente siempre ac- Este mismo autor, trabajando con ma-
tivará a la siguiente si esta está relacionada, o terial sexual, ha comprobado que los esfuerzos
es la misma. Lo sorprendente ocurrió cuando el conscientes por suprimir un pensamiento lle-
mismo estímulo ansiógeno antecedente aparecía van, por un lado a procesos conscientes encami-
ahora de forma consciente. nados a parar el pensamiento cuando comienza
Los alumnos bajo estrés por examen a entrar en la conciencia, y por otro lado, a un
leían más lento la palabra amenazante si había proceso automático de búsqueda encaminado
sido ya precedida por esta palabra presentada de a detectarlo. Paradójicamente, este proceso au-
forma consciente, lo cual quiere decir que si la tomático mantiene el pensamiento activado, y
persona se “daba cuenta” surgía una tendencia a los sujetos a los que se instruye para suprimir el
evitar las palabras relacionadas con el examen. pensamiento, permanecen psicofisiológicamente
Otros estudios trabajando con otras tareas tam- excitados incluso cuando el pensamiento está
bién han obtenido datos similares19. fuera de la conciencia.
Lo que se deriva de estos resultados, es También en el campo de las actitudes ra-
que se da un sesgo atencional automático hacia ciales se han observado efectos diametralmente
la amenaza en las personas con ansiedad. Sin opuestos según los niveles de conciencia. Mien-
embargo, cuando es posible el reconocimiento tras que los autoinformes conscientes muestran
consciente de la aversividad del estímulo, estas actitudes no xenófobas hacia grupos raciales mi-
personas pueden tratar de evitar su procesa- noritarios, las actitudes implícitas medidas por
miento. Un mecanismo que nos previene de lo procedimientos indirectos revelan una discrep-
desagradable se dispara y nos protege de la in- ancia en este sentido21.
formación que se origina en nuestro S.E. Parece Una evidencia más directa sobre la regu-
que en ocasiones, el procesamiento inconsciente lación inconsciente de los afectos viene de estu-
y consciente operan en dirección contraria sobre dios sobre los estilos afectivos obsesionados con
los mismos estímulos. mantener sentimientos o pensamientos desa-
Esta combinación durante la ansiedad, gradables fuera de la conciencia.22 Tal es el caso
de un incremento generalizado de la sensibili- de las investigaciones sobre estilos de afronta-
dad inconsciente a la amenaza y lo que parece miento represivo, o sobre los estilos de evitación
una negación selectiva de lo amenazante cuando o minimización del apego, o sobre la salud men-
se permite la percepción consciente, sugiere un tal ilusoria (es decir, informar de niveles bajos de
fenómeno similar a la represión donde a la in- afecto negativo mientras muestran altos niveles
formación amenazante se le niega el acceso a la de afecto negativo implícito). Los resultados de
conciencia. estos trabajos demuestran no sólo que los pro-

{ 9 }
cesos de regulación de los afectos ocurren fuera para admitir sus sentimientos de miedo, así que
de la conciencia, sino que influyen en un rango cuando tienen miedo muestran enfado. La may-
amplio de conductas, desde la inhibición de la or parte de los sentimientos de enfado enmascar-
memoria de experiencias negativas infantiles a an sentimientos subyacentes de impotencia. A
problemas de salud. menudo, el enfado es una emoción defensiva, es
En la vida real, en muchas situaciones una forma de bloquear el dolor. También en otras
de interacción social, gestos faciales de otra per- ocasiones sirve para borrar los sentimientos de
sona, de frialdad, por ejemplo, que pueden du- inferioridad o los de culpa. En vez de sentirse
rar milisegundos, ejercen su efecto de desper- culpable o sin valía, se critica a la otra persona,
tarnos incertidumbre o sumisión. Las personas como por ejemplo ocurre en las peleas de pareja
podemos sentir temor en esas situaciones, ya o en las relaciones padre-hijos. 23
que nuestros mecanismos automáticos pueden Sin embargo, a nuestro favor hay que
haber captado esos estímulos, pero sin que lleg- decir, que la mayor parte del trabajo que hace
uemos a identificar conscientemente qué ocurre, posible la distorsión de la información o la trans-
por lo imperceptible del gesto o por nuestros formación de nuestras emociones básicas en
propios mecanismos de evitación del dolor. Y así, otras “políticamente más correctas” se realiza
uno puede atribuir erróneamente la sombra de sin que seamos conscientes de ello. En realidad
preocupación que nos invade al tópico de la con- somos meros destinatarios pasivos de la versión
versación, o algún otro factor, sin reparar en los de la realidad que tienen a bien ofrecernos esos
gestos de dominancia que nos ha transmitido la mecanismos que nos protegen del dolor, y casi
cara de la otra persona. siempre es más fácil advertir esta clase de ma-
Así, mientras que por un lado nuestro nipulaciones en los demás que en uno mismo.
S.E. busca y registra los estímulos que son rel- En su libro El punto ciego24, que trata
evantes para la adaptación, y por tanto afectiva- sobre los mecanismos de evitación de la verdad,
mente salientes, por el otro los mecanismos de Daniel Goleman defiende la tesis de que la mane-
regulación de los afectos negativos apartan la ra en que transformamos las cosas para alejar
atención de estos estados y de las cogniciones la ansiedad de nosotros, modelan una manera
que los generan. de ser. Es decir, que nuestras estrategias de-
Saber todo esto parece que nos exige fensivas favoritas hablan casi tanto de nosotros
monitorizar de cerca nuestros afectos y sus como nuestros miedos favoritos, por decirlo de
mecanismos de compensación, para compro- algún modo. Lo más fácil cuando nos acecha el
bar si nuestras mejores intenciones raciales se dolor es abandonarnos a los mecanismos que
corresponden con otros comportamientos, si en el pasado se mostraron útiles para tranquil-
nuestro distanciamiento explícito viene respal- izarnos. Y cada uno hemos encontrado nuestros
dado por nuestras sensaciones más intimas, o mecanismos para lidiar con el sufrimiento. En
si aquello que decimos despreciar, más allá de ese sentido, cómo somos tiene mucho que ver
eso, lo que verdaderamente nos provoca es mu- con los modos que desarrollamos para manejar
cha curiosidad. Ambas reacciones emocionales y la realidad, para tranquilizarnos, con los mo-
la información que nos ofrecen son igualmente dos de mostrar aparente seguridad, o hasta con
interesantes. Una nos va a mostrar nuestras vul- los modos de ser amables o agresivos. Y cuanto
nerabilidades ante estímulos que comportan una más vulnerabilidades tengamos mayor será la
amenaza, y la otra, la relacionada con la repre- tendencia a recurrir a maniobras evasivas para
sión, nos va a indicar la dificultad para integrar tratar de mitigar la ansiedad.
con nuestra propia imagen (social o personal) la Y en medio de todo esto ¿dónde podemos
información negativa. Es decir, que tan intere- encontrar quizás una señal objetiva, la materia
sante como descubrir qué nos afecta, es descu- prima más genuina de nuestros sentimientos,
brir cómo nos protegemos de ello, que incluso algún referente fundamental más allá de esos
puede ser con otra emoción más aceptable social- mecanismos de evitación o de toma de concien-
mente. Por ejemplo, desde alguna visión de la cia?. Yo creo (y no sólo yo) que una buena vía es
Psicoterapia se afirma que, con frecuencia, las aprender a identificar e interpretar las señales
mujeres que han crecido escuchando que no de- del cuerpo. Esta idea fue ya expresada hace más
ben mostrarse agresivas, suelen llorar, cuando de un siglo por William James, y forma parte de
en el fondo lo que están es enfadadas. Por su par- una tradición conocida en la Psicología. La idea
te, los hombres que han crecido escuchando que básica, es que las respuestas corporales son la
tienen que ser fuertes, encuentran dificultades esencia de la emoción, y son elicitadas más o me-

{ 10 }
nos de forma independiente de los subsiguien- personal sufre en este sentido un gran caos, ya
tes análisis mentales que las influyen. Reci- que no son capaces de “sentir” el futuro en tér-
entemente un neurobiólogo llamado Antonio minos de bueno o malo para sus vidas.
Damasio25 ha relanzado esta idea presentando En una situación controlada, de labora-
el modelo más interesante sobre la importancia torio, a este tipo de sujetos se le comprometió en
de las señales somáticas. De acuerdo con Dam- un juego de cartas, con el que se trataba de imi-
asio, el cuerpo va a ser siempre el primero en tar decisiones de la vida real. El sujeto tenía ante
emitir una opinión sobre el encaje o la falta de sí cuatro barajas boca abajo y debía ir levantando
encaje entre una situación que se presenta y cartas. Dos de las barajas eran “malas” o engaño-
nuestra naturaleza. Sobre la base de esa referen- sas. Tenían siempre premios sustanciosos, pero
cia fundamental que el cuerpo nos proporciona de cuando en cuando requerían un desembolso
se construyen luego muestras emociones y sen- muy importante, de tal forma que si el sujeto se
timientos. En ese sentido, las reacciones del cu- dejaba llevar por su elección acababa en la ban-
erpo son el contenido mismo de la emoción, el carrota. Las otras dos ofrecían siempre premios
referente o la vara de medir en el que se basan pequeños, pero también pérdidas pequeñas. Era
nuestras alegrías y nuestras penas. difícil hasta no haber jugado mucho descubrir la
Damasio presenta evidencia neuropsi- lógica implícita en las cuatro barajas. En contra
cológica que apoya esta afirmación de que los de lo que hacían los sujetos normales, los suje-
estados corporales están en el origen de los sen- tos con lesión prefrontal se dejaban guiar por
timientos. Son pacientes en los que aparecen los refuerzos y castigos inmediatos, pero estos
destruidas aquellas zonas donde se localizan las no les creaban ninguna conexión somática que
valoraciones del cuerpo a las situaciones vivi- después los previniera de tomar posturas arries-
das. Estos pacientes tenían dificultades en sentir gadas. Con relación a sus resultados, al medirles
emociones ante situaciones que exigían repre- la conductancia eléctrica se pudo comprobar, que
sentarse un daño. Así, por ejemplo no generaron los sujetos con la lesión prefrontal respondían
ningún tipo de conductancia dérmica ante esce- igual que los sujetos normales a las situaciones
nas de dolor que se les presentaron en diaposi- de ganancia y pérdida. Pero cuando al rato de
tivas (heridas, cadáveres, desastres, etc.). Los juego los sujetos normales iban a elegir una car-
pacientes afirmaban reconocer exactamente lo ta de la baraja mala se generaba una respuesta
que estaban viendo, pero también afirmaban que de conductancia dérmica, y su magnitud aumen-
no les producía el sentimiento que debía esper- taba a medida que el juego continuaba. El cere-
arse ante esas situaciones. Lo que distingue el bro estaba aprendiendo a predecir lo que era una
saber algo de sentir algo es que nuestro cuerpo carta mala y estaba “marcándola” antes de darle
se pronuncie produciendo una señal agradable la vuelta. En cambio los sujetos con lesión pre-
o desagradable, indicativa de que esa situación frontal no mostraban ningún tipo de respuesta
es significativa para nosotros en algún sentido. anticipatoria. La hipótesis más plausible es que
Las señales del cuerpo actúan como intuiciones hay una estima secreta en función de la propor-
que nos orientan sobre la bondad o no de lo que ción de la frecuencia de estados somáticos malos
estamos viviendo. y buenos experimentados. Ayudado por esta cla-
Damasio toma esos datos a favor de su sificación automática, al sujeto se le ayudaría a
hipótesis de que “la esencia de un sentimien- pensar en el probable carácter malo o bueno de
to no es una cualidad mental, subjetiva, escur- cada baraja. Es decir, sería guiado por una teoría
ridiza, sino más bien la percepción directa de un sobre el juego construida a partir de las sensa-
lenguaje específico: el del cuerpo”. ciones del cuerpo. Podemos entonces decir, que
Y es más, desde el momento en que las los marcadores somáticos funcionan a modo de
valoraciones de nuestro cuerpo forman parte intuiciones que nos guían en una dirección.
esencial de los sentimientos y estos lo son de la En este mismo sentido, también otros
toma de decisiones, las sensaciones corporales autores26 han comprobado cómo un grupo de
también van a participar en la cadena de opera- personas eran capaces de adivinar o predecir en
ciones que lleva a la toma de decisiones. Dama- qué momento se les aplicaría un shock, cuando
sio presenta algunas evidencias en este sentido: tenían como único indicio la presentación sub-
los pacientes que no disponen de las señales del liminal (y por tanto inconsciente) de una ima-
cuerpo por una lesión en el lóbulo frontal no uti- gen que previamente se había condicionado a
lizan la guía que ofrecen estas señales a la hora ese shock. Las reacciones que se producían en
de planificar racionalmente su futuro. Su vida el cuerpo, aun cuando no se percibía la imagen

{ 11 }
que las producía, le servían de clave a la persona
para predecir la presencia inminente del shock.
3.- ¿Cómo podemos utili-
En algunas ocasiones de la vida diaria zar todo lo anterior en el
uno tiene sensaciones de engaño, de amenaza,
de censura por parte de otra persona que no se manejo de nuestras emo-
pueden argumentar con nada concreto y razon-
able, pero que sin embargo nos inquietan, nos al- ciones?
teran o nos ponen a la defensiva. Es ese “presen-
timiento” del que se habla coloquialmente, o que
otros llaman “sexto sentido”. La explicación a Ya sabemos que la asignación de sig-
estos fenómenos, es que se da un procesamiento nificado afectivo a un estímulo puede tener lugar
previo no consciente que afecta el procesamiento sin que seamos conscientes. Del mismo modo al-
mental posterior. gunas veces también podemos ser inconscientes
A menudo, esas pruebas del “sexto sen- de la reacción corporal que ese significado emo-
tido”, con tan poco fundamento, sólo nos sirven cional nos ha producido. Y en esto existe una
a nosotros. No parecen tener la entidad o la le- gran variabilidad interindividual, que no sólo se
gitimidad para reprocharle a alguien algo, de debe a factores genéticos, sino también a la aten-
lo que, en ocasiones, puede que ni siquiera sea ción que el cuerpo y sus sensaciones hayan reci-
consciente como emisor. Sin embargo nuestro bido durante la infancia y la adolescencia27. Ya
S.E., tomando como referencia las experiencias sabemos que vivimos en una sociedad en la que
de nuestra vida, que puede que en ocasiones ni el cuerpo interno o visceral no recibe demasiada
nosotros mismos recordemos, evalúa la situ- atención y es habitual encontrar personas en las
ación y nos hace llegar la “sensación” de que en que su vida consciente acaece en una esfera bas-
el pasado esas señales siempre vinieron segui- tante alejada del cuerpo y de sus vivencias. Es
das de consecuencias negativas. frecuente encontrar una verdadera desconexión
El cuerpo nos va a dar en cada momen- y en casos extremos una auténtica disociación
to su opinión sobre si se da un ajuste o no con entre las vivencias psíquicas y las sensaciones
nuestro sistema básico de necesidades y prefer- corporales.
encias. Dice Damasio que cuando a una situación También es posible que se produzca una
que está considerando nuestro S.E. se le asocia situación intermedia. Que aunque el carácter
un resultado futuro malo “por fugazmente que afectivo de un determinado estímulo no llegue a
sea, experimentamos un sentimiento desagrad- acceder a la conciencia, sí que lo hagan las reper-
able en las entrañas”. cusiones somáticas del mismo: las palpitaciones,
La utilización que hagamos de esa infor- la sudoración o las sensaciones viscerales. En es-
mación, o las deformaciones y negaciones que le tos casos intermedios, la sensación corporal nos
apliquemos es otra cuestión. Sobre ello hablare- indica que algo, más o menos importante para
mos en el siguiente apartado, donde trascendi- nosotros, está sucediendo, aunque no lo haya-
endo un poco del nivel básico de los datos expu- mos registrado previamente y no comprenda-
estos hasta ahora, queremos considerar algunas mos a primera vista de qué se trata. Nos propor-
aplicaciones que podemos encontrarles para la ciona una pista, una oportunidad para intentar
vida cotidiana. Esto es, cómo podemos rentabi- averiguar la causa de ese malestar o de esa sen-
lizarlos para un manejo más constructivo de sación corporal e identificar de dónde procede.
nuestras emociones y de la información que el- Esa irritabilidad, ese desorden o inqui-
las nos envían. etud que nos deja una situación es la indicación
que se necesita para buscar internamente lo que
nos ha molestado. Entonces precisamos focal-
izarnos y hacernos preguntas. A menudo cuan-
do formulamos la hipótesis correcta, nuestro cu-
erpo nos hace partícipes de que hemos acertado,
de que ahí está lo que nos produce dolor. Y per-
seguir a través de nuestras reacciones aquello
que nos inquieta o nos perturba es útil. Nos per-
mite saber un poco más de nosotros.
Por ejemplo, cuando algo de otra per-
sona nos molesta ¿Qué nos está diciendo acerca
de nosotros el que eso nos haga sufrir?. Cuando

{ 12 }
a uno no le gusta algo de alguien, eso podría donos llevar en la elección, por otras más super-
darnos información de que esa persona puede ficiales, o que nos apremian más, o por recursos
tener un defecto en ese punto. Pero también cada aparentes más valorados socialmente. En este
persona que nos disgusta nos dice algo sobre caso el sufrimiento estaría en nosotros y aparece
nosotros, o sobre algún problema que podemos porque nos resistimos al dolor del análisis, y por
tener por resolver. Porque en bastante medida es tanto, no estamos en la conciencia de nuestro
cierto esa frase de que “no vemos a las personas sentir más auténtico, y no le estamos ofreciendo
sólo como son, sino también como somos”. Y con- las respuesta que éste nos exige.
ocer lo que produce en nosotros una alteración Quizás alguien opine que no es bueno es-
es conocernos un poco más, y con buen sentido, tar siempre en la verdad al precio del corazón, es
darnos herramientas para mejorar. Con suerte, decir ser siempre sinceros. Pero quizás podamos
podemos hasta aprender a sacar partido de esas ir jugando con la verdad. Y si bien ante estímu-
situaciones siguiendo la recomendación de Mar- los intensos, o en un primer impacto emocional,
cel Proust, para quien “todo el arte de vivir con- es bueno utilizar mecanismos de desviación de
siste en aprender de aquellos individuos de los la atención, o de evitación, que nos sirven para
cuales sufrimos”. mitigar lo desagradable y enfrentarnos a la situ-
En resumen, aceptar sentir nuestros es- ación, hay que soportar un poco de dolor e ir
tados emocionales nos da la posibilidad de saber aceptando la situación.
qué nos afecta, y hasta quizás porqué, y también No podemos estar siempre como el bor-
revisar los mecanismos complementarios que racho que buscaba la llave perdida a la luz de la
desarrollamos para protegernos y mantenernos farola. Cuando alguien le preguntó: “pero dónde
alejados de ellos. No permitirnos sentirlos nos la perdió exactamente?”, éste le contestó, “no, un
obliga a ser sufridores pasivos de los criterios de poco más allá, pero busco aquí porque es dónde
nuestro S.E. y de los subsiguientes mecanismos hay luz”. Quizás tengamos que en ocasiones
de evitación. Es el mensaje que transmitía la aventurarnos un poco y adentrarnos en cierta
película American Beauty, donde cada persona, oscuridad, para poder conocernos mejor y recon-
alienada de sus propias necesidades, vivía escon- ocer con más acierto las demandas que nos son
dida detrás de una mentira, y sólo aquel que con propias.
mucha valentía decide romper el juego de man- Si finalmente decidimos aceptar nuestros
tener una imagen tiene la oportunidad de vivir sentimientos podemos usarlos como guía para
una vida más cerca de sus intereses. buscar vías de acción. La experiencia de la emo-
Si una idea se nos hace dolorosa es porque ción, por sí misma, no nos va a conducir a una
de algo nos avisa. No nos empeñemos todo el acción más sabia. Ellas sólo son sólo un movi-
tiempo en mantenerla lejos, porque eso nos vaya lizador. Lo que marca la diferencia, es el sen-
a exigir renunciar a cosas o dar otro rumbo a la tido que le damos a esa experiencia emocional.
vida. Al contrario, el dolor es el aviso que nos da Resulta necesario permitirle a nuestra emoción
la vida de que por ahí no está nuestra felicidad. que informe a nuestra mente racional. En ese
Cuanto más tardemos en darle cancha a esa idea sentido son una luz, pero debe ser nuestra razón
y en aceptar lo que ello supone más tiempo tar- la que ponga a la emoción en perspectiva y pro-
daremos en darnos otras oportunidades. Fi- ponga una acción razonada, inteligente. Una vez
nalmente hay gente que termina causándose y que tenemos una emoción, necesitamos pensar
causando mucho sufrimiento porque no acepta acerca de ella y decidir qué hacer, si seguir ha-
un dolor. Aprender a vivir con el dolor es posible cia aquello a lo que nos incita, es decir, dejarnos
que nos libere de situaciones de verdadero suf- llevar por su mandato irracional, o cambiar de
rimiento. dirección, transformarla, y presentarla de forma
Hay personas, por ejemplo, que acaban aceptable.
frustradas, desengañadas o completamente es- En definitiva, la cuestión consistiría en
cépticas de las relaciones porque éstas siempre integrar el pensamiento y la emoción: lograr que
le terminan mal. ¿Podría ser que el origen de la emoción no se imponga, pero tampoco obstru-
esos fracasos no esté sólo en la relación, sino en irla, ahogarla, para que nos pueda servir de guía
la elección misma?. Una pauta errónea de selec- o nos haga conscientes de cosas que necesitamos
ción puede llevar a sentirnos atraídos o iniciar cambiar.
amistades con personas, que a la larga, están en-
frentadas con nuestras verdaderas necesidades.
Necesidades que quizás no conocemos, deján-

{ 13 }
1 un experto, esté interesado en el substrato biológico de las
Necesidad de búsqueda de explicaciones del hemisferio iz- emociones: LeDoux, J. (1996). El cerebro emocional. Barce-
quierdo a lo ejecutado por el hemisferio derecho en sujetos lona: Ariel/Planeta.
con el cerebro dividido: Gazzaniga (1985). El cerebro social.
Madrid: Alianza. 11
Reactividad emocional en ausencia de recuerdo en pacientes
2 con lesión hipocámpica: Bechara , A Tranel, D. y Damasio,
Sobre la utilidad biológica de las emociones: Goleman, D. A.R. y otros (1995). Double dissociation of conditioning and
(1996). La inteligencia emocional. Barcelona: Kairós. declarative knowledge relative to the amygdala and hippo-
campus in humans. Science, 269, 1115-1118.
3
Respuesta condicionada a sílabas presentadas subliminal- 12
mente: Lazarus, R. S. y McCleary, R.A. (1951). Automatic Reactividad emocional en ausencia de recuerdo en pacientes
discrimination without awareness: a study of subception. con el síndrome de Korsakoff: Johnson, M.K., Kim, J.K. y
Psychological Review, 58, 113-122. Risse, G. (1995). Do alcoholic korsakoff’s syndrome patients
acquiere affective reactions?. Journal of Experimental Psy-
4 chology: Learning, Memory and Cognition, 11, 22-36.
Respuesta condicionada a nombres de ciudades no atendi-
dos: Dawson, M. E y Schell, A. M. (1982). Electrodermal re- 13
sponses to attended and nonattended significant stimuli dur- Reactividad emocional en ausencia de recuerdo en pacientes
ing dichotic listening. Journal of Experimental Psychology: con prosopagnosia: Bruyer, R. (1991). Covert face recogni-
Human Perception and Performance, 8, 315-324. tion in prosopagnosia. A review: Brain and Cognition, 15,
223-235.
5
Respuesta condicionada a estímulos presentados de forma 14
enmascarada: Öhman, A. y Soares, J.F. (1994). Unconscious Le Doux (1996): ver Nota 10
anxiety: Phobic responses to masked stimuli. Journal of Ab-
normal Psychology, 103, 231-240. 15
La ventaja de las caras agresivas frente a otros estímulos:
6 Öhman, A., Lundqvist, D. y Esteves, F. (en prensa). The face
Adquisición de miedos sin conciencia de exposición a esos in the crowd revisited: a threat advantage with schematic
estímulos: Öhman, A. (1999). Distinguishing unconscious stimuli. Journal of Personality and Social Psychology.
from conscious emotional processes: Methodological consid-
erations and theoretical implications. En T. Dalgleish y M. 16
Power (Eds.), Handbook of Cognition and Emotion. Chich- La ventaja de las serpientes y arañas frente a otros estímu-
ester: Wiley los: Öhman, A., Flykt, A. Y Esteves, F. (en prensa). Emotion
drives attention: detecting the snake in the grass. Journal of
7 Experimental Psychology: General.
Desarrollo de preferencia por estímulos no significativos por
el mero hecho de estar expuesto a ellos: Kunst-Wilson, W.R. y 17
Zajonc, R.B. (1980). Affective discrimination of stimuli that Sesgo atencional hacia estímulos aversivos: Parkinson y
cannot be recognized. Science, 120, 1045-1052. Rachman (1981). Intrusive thoughts: the effect of an uncon-
trived stress. Advances in Behaviour Research Therapy, 3,
8 11-118.
Idem anterior pero con caras: Bornstein, R.F., Leóne, D.R. y
Galley, D.J. (1987). The generalizability of subliminal mere 18
expossure effects: Influence of stimuli perceived without El papel de la conciencia en la evitación de estímulos aver-
awareness on social behavior. Journal of Personality and So- sivos: McLeod, C. y Locke, V. (en prensa). Diferentiating au-
cial Psychology, 53, 1070-1079. tomatic from strategic patterns of anxiety linked encoding
selectivity using a dual priming methodology. Behaviour,
9 Research and Therapy
Preferencia por estímulos precedidos de caras felices: Mur-
phy, S.T., Monahan, J.L. y Zajonc, R. (1995). Additivity of 19
nonconscious affect: combined effects of priming and expo- El papel de la conciencia en la evitación de estímulos aver-
sure. Journal of Personality and Social Psychology, 69, 589- sivos: McLeod, C. y Rutherford, E.M. (1992). Anxiety and
602. the selective processing of emotional information: mediating
roles of awareness, trait and state variables, and personal
10 relevance of stimulus materials. Behaviour Research and
LeDoux es uno de los neurocientíficos más relevantes en el Therapy, 30, 479-491.
estudio actual de las emociones. En su libro, de una forma
accesible, hace un fascinante recorrido histórico por todas 20
las investigaciones propias y de su equipo, así como de otros Acciones opuestas de los mecanismos conscientes e inconsci-
investigadores interesados en los circuitos y mecanismos entes: Wegner, D. (1994). Ironic processes of mental control.
cerebrales de las emociones. En él además habla de los dé- Psychological Review, 101, 34-52
ficits subyacentes a las fobias, sobre los mecanismos que
explican la memoria y el olvido emocional en relación con 21
eventos traumáticos, sobre la capacidad del neocórtex de Diferencia entre actitudes raciales implícitas y explícitas:
regular la activación emocional, etc. Un libro, en definitiva Fazio, R., Jackson, J.R., Dunton, B. y Williams, C.J. (1995).
muy recomendable para todo aquel que, sin necesidad de ser Variability in automatic activation as an unobtrusive mea-

{ 14 }
sure of racial attitudes: a bona fide pipeline?. Journal of Per-
sonality and Social Psychology, 69, 1013- 1027

22
Revisión de aquellos estudios que manejan procesamiento
implícito de estímulos emocionales y reconocimiento explí-
cito de las reacciones que ocasionan: Westen, D. (1999). Psy-
chodynamic theory and technique in relation to research on
cognition and emotion: mutual implications. En T. Dalgleish
y M. Power (Eds), Handbook of Cognition and Emotion.
Chichester: Wiley.

23
Visión muy recomendable para quien esté interesado en un
autoanálisis de las emociones: Greenberg, L. (2000). Emocio-
nes: una guía interna. Bilbao: Descleé de Brouwer.

24
En este trabajo se ofrece una visión muy interesante de los
mecanismos de evitación de las emociones negativas: Gole-
man, D. (1985). El punto ciego. Barcelona: Plaza Janés.

25
Desde una visión amena, apasionante y rigurosa, Damasio
reflexiona y presenta evidencia experimental sobre la estre-
cha relación entre las reacciones del cuerpo y las emociones
y de éstas con la toma de: Damasio, A. (1994). El error de
Descartes. Barcelona: Crítica

26
Las reacciones del cuerpo como guía para la predicción de un
resultado aversivo: Öhman, A. y Soares, J. (1998). Emotion-
al conditioning to masked stimuli: expectancies for aversive
outcomes following non-recognized fear-relevant stimuli.
Journal of Experimental Psychology.

27
Una revisión esencialmente basada en la teoría de Damasio
sobre la relación entre cuerpo-emoción y toma de decisiones:
Simon, V.M. (1997). La participación emocional en la toma de
decisiones. Psicothema, 9 (2), 365-376.

{ 15 }

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