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Este artículo argumenta que el burka es humillante y amenazador para las mujeres y sociedades libres. El autor apoya la decisión de Francia de prohibir el uso del burka en lugares públicos y critica que España no haya tomado medidas similares. También critica la hipocresía de los grupos feministas que no protestan contra el uso obligatorio del burka. El autor concluye que permitir el uso del burka en España es un insulto a los valores de igualdad, cultura y leyes del país.
Descripción original:
Un artículo donde Alfonso Ussía nos habla y nos da conocer sobre un tema que
Este artículo argumenta que el burka es humillante y amenazador para las mujeres y sociedades libres. El autor apoya la decisión de Francia de prohibir el uso del burka en lugares públicos y critica que España no haya tomado medidas similares. También critica la hipocresía de los grupos feministas que no protestan contra el uso obligatorio del burka. El autor concluye que permitir el uso del burka en España es un insulto a los valores de igualdad, cultura y leyes del país.
Este artículo argumenta que el burka es humillante y amenazador para las mujeres y sociedades libres. El autor apoya la decisión de Francia de prohibir el uso del burka en lugares públicos y critica que España no haya tomado medidas similares. También critica la hipocresía de los grupos feministas que no protestan contra el uso obligatorio del burka. El autor concluye que permitir el uso del burka en España es un insulto a los valores de igualdad, cultura y leyes del país.
De: "jose rico camacho" <jricocamacho@hotmail.com> Ver detalles del contacto Para: destinatarios no revelados
Date: Sun, 7 Feb 2010 19:14:55 +0100
From: TIIBAL@telefonica.net Subject: Reenv: Artículo de Alfonso Ussía
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Burka. Por Alfonso Ussía
El burka no es sólo repugnante. Es humillante y delictivo. Y amenazador. Algunas naciones más libres y avanzadas que la nuestra se han apercibido de ello. En Francia, hay una firme decisión de prohibirlo. Su uso en la vía pública conllevará una sanción de setecientos euros. Otros países como Italia, Luxemburgo, Holanda y Bélgica han oficializado su veto. En España no.
A Bibiana Aído le parece muy bonito que las
mujeres de los musulmanes oculten su rostro en muestra de sumisión y obediencia a sus maridos. En una sociedad libre no se puede salir a la calle enmascarado. El juez Gómez Bermúdez supo imponerse en un juicio a una testigo que se negaba a enseñar su rostro. Las Fuerzas de Seguridad del Estado lo tendrían crudo, pero aquí somos todos iguales, y no hay motivo para permitir a los que viven en la Edad Media el beneficio de un privilegio que se nos niega a los que lo hacemos en el siglo XXI. Mucho hay en esta permisión estúpida y buenista de laicismo barato.
En Europa se permite la construcción de
centenares de mezquitas, y en los países dominados por el fanatismo musulmán, están prohibidas las iglesias cristianas. Algún día, muy pronto, pagará Europa su tolerancia majadera. Detrás de estas benevolencias está la ciega irresponsabilidad, el esnobismo de aparentar más libertad que la libertad misma, siempre sujeta a unas leyes que ordenan su funcionamiento.
Y las feministas profesionales mudas. Para ellas,
el burka es sinónimo de tolerancia y modernidad. Protestan por un par de tetas en un anuncio y callan ante la humillación de una norma que impide a la mujer mostrar su rostro.
Le sobra razón al Cardenal Miroslav Vik,
Arzobispo de Praga, cuando afirma que la renuncia a defender las raíces cristianas en Europa nos está llevando a una imparable islamización. A ellos no les importan nuestras tradiciones, y menos aún, nuestras leyes. Les importan las suyas y no esconden su objetivo de imposición. Un burka en una calle de Madrid es un insulto.
Un insulto a la igualdad del hombre y la mujer,
un insulto a nuestra Constitución, un insulto a nuestra educación y un insulto a nuestra cultura. Si quieren tapar a sus mujeres, que se queden en su tierra. Si quieren lapidar a sus mujeres, que lo hagan en sus pueblos. En unos años van a obligar a los cocheros de Sevilla a cambiar sus caballos por dromedarios. Modernidad y alianza de civilizaciones. O Europa, y España en ella y con ella, reacciona ante el reto del Islam, o dejaremos a nuestros nietos una civilización marcada por la intransigencia, la violencia y el enfrentamiento. Dueños son los musulmanes de sus burkas, sus piedras y sus sogas. Pero en sus países. Aquí las leyes son las mismas para todos, y el que no las cumple, delinque.