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Atención Primaria.

Vol. 28. Núm. 3. Julio-agosto 2001 L. Prieto y X. Badia.–Cuestionarios de salud: concepto y metodología

CUESTIONARIOS EN ATENCIÓN PRIMARIA

Cuestionarios de salud: concepto y metodología


L. Prietoa,b,c y X. Badiaa
aUnitatde Recerca en Resultats en Salut. Servei d´Epidemiologia Clinica i Salut Publica. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Barcelona. bFacultat de Psicologia i Ciències de l´Educació Blanquerna. Universitat Ramon Llull. Barcelona. cClassification,
Assessment, Surveys and Terminology (CAS). World Health Organization. Ginebra. Suiza.

Introducción diaria, tales como el autocuidado existentes, su contenido, sus ca-


o el desplazamiento), la función racterísticas y su propósito3,6.
En la actualidad se reconoce de social (relaciones con los demás y Estos cuestionarios de evaluación
forma generalizada que el impac- participación en actividades so- de la CVRS a los que nos referi-
to que las enfermedades tienen ciales), la percepción del estado mos se utilizan cada vez más en
sobre los pacientes no puede ser de salud general, el dolor o la sa- ensayos clínicos multicéntricos,
descrito en su totalidad por medi- tisfacción con la vida. estudios epidemiológicos o en la
das objetivas de la salud como En los últimos 20 años se han de- práctica clínica cotidiana7,8. Las
pueden ser la extensión de un tu- sarrollado infinidad de instru- ventajas que se derivan de la eva-
mor, el resultado de una biopsia o mentos en forma de cuestionario luación estandarizada de los as-
la medición de la tensión arterial. destinados a la medición de la pectos más subjetivos relaciona-
La consideración de otros facto- CVRS2,3. Algunos de estos instru- dos con la salud son diversas, pe-
res, que podríamos calificar como mentos (p. ej., EQ-5D, SF-36, SIP, ro también los inconvenientes
subjetivos, tales como el dolor, la NHP) pueden considerarse gené- ligados a la medición de conceptos
capacidad funcional o el bienestar ricos3, ya que evalúan de forma intangibles, latentes y no obser-
emocional, se consideran impres- general aspectos relacionados con vables en todos los casos. La nece-
cindibles a la hora de evaluar de la salud física, mental y social, y sidad de una adecuada interpre-
forma global el estado de salud de pueden ser utilizados por tanto tación de los resultados propor-
las personas1. De este reconoci- para comparar enfermedades y cionados por dichos instrumentos,
miento surge un área de investi- tratamientos. Otros instrumen- así como la capacidad de los usua-
gación conocida como «calidad de tos, definidos como específicos3,4, rios potenciales para seleccionar
vida relacionada con la salud» diseñados para medir la CVRS en el instrumento que optimice sus
(CVRS). una enfermedad o grupo de enfer- intereses es ahora más grande
La evaluación CVRS se ha con- medades concreto, complementan que nunca. En este sentido, hay
vertido en un importante objetivo e incluso sustituyen los resulta- que resaltar que el correcto uso de
a tener en cuenta en el transcur- dos proporcionados por los cues- los instrumentos de medición
so de cualquier investigación clí- tionarios genéricos. En cualquier de la CVRS pasa necesariamente
nica. A pesar de ello, el término caso, y si bien esta dicotomía pue- por la comprensión del proceso
CVRS se utiliza a menudo de for- de ser útil para la clasificación de metodológico subyacente a su
ma vaga y sin una definición cla- los instrumentos de evaluación construcción y funcionamiento.
ra. Esto no resulta sorprendente, de la CVRS, no hay que olvidar El objetivo del presente artículo
dada la amplia naturaleza de un que existen otros instrumentos o es, por tanto, introducir al profe-
concepto que incluye, entre otros, cuestionarios de salud que no ne- sional de la atención primaria
aspectos relacionados con la fun- cesariamente entran dentro de (AP) lego en la materia en el co-
ción física (entendida como la ca- esta definición; la oferta es diver- nocimiento de los aspectos con-
pacidad para llevar a cabo las ac- sa4: existen instrumentos diseña- ceptuales y metodológicos básicos
tividades más comunes de la vida dos para evaluar exclusivamente que determinan el funcionamien-
un único aspecto relacionado con to de los cuestionarios de evalua-
la CVRS (p. ej., dolor, depresión) o ción de la CVRS.
Correspondencia: Dr. Luis Prieto. instrumentos en los que el propio
World Health Organization. Classification,
Assessment and Survey Group (CAS). Global paciente identifica y valora los as- El proceso psicométrico
Programme on Evidence for Health Policy (GPE). pectos más importantes para defi-
Avenue Appia 20. CH-1211 Geneva 27.
Switzerland. nir su calidad de vida5. Existen Los cuestionarios de medida de la
Correo electrónico: prietol@who.int referencias bibliográficas que dan CVRS proporcionan invariable-
(Aten Primaria 2001; 28: 201-209) buena cuenta de los instrumentos mente una puntuación (o puntua-

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tenida?, o dicho de otro modo, ¿da-


Medida das las mismas condiciones, ob-
tendrá el paciente la misma pun-
tuación/posición sobre la línea?, y
_ Variable +
en segundo lugar, ¿es válida la es-
timación obtenida?, es decir, ¿es
realmente una medida del dolor
Figura 1. La idea de medida. que presenta esa persona o es fru-
to de otra variable diferente (p.
ej., la ansiedad que presente el
paciente en cuestión)?
El proceso de medición subyacen-
te a la descripción que acabamos
Escalamiento de realizar se representa de forma
Suceso (s) Puntuación
observable(s) observada esquemática en la figura 2. Este
proceso, o manera de operar, se de-
nomina habitualmente «proceso
psicométrico»11. La razón para
Fiabilidad emplear dicha expresión es sim-
ple: los fundamentos de la medi-
ción de la salud a través de cues-
tionarios no son más que una he-
rencia de la metodología utilizada
en psicología para la medición de
otros fenómenos psicológicos (de
Validez Puntuación ahí el nombre de la disciplina de-
Constructo dicada a tal fin: psicometría), tales
verdadera
como la inteligencia o la persona-
lidad, que al igual que los fenóme-
nos implicados en la definición de
la salud tienen un carácter total-
Figura 2. El proceso psicométrico. mente subjetivo9-11.
A continuación se verá con más
detalle cuáles son los elementos
ciones) para cada uno de los pa- representa la idea de dolor y su del esquema propuesto.
cientes a los que se aplican. Esta intensidad: cuanto más a la dere-
puntuación, expresada en unas cha de la línea, más dolor, cuanto Constructo
unidades siempre arbitrarias (p. más a la izquierda, menos dolor.
ej., de 0 a 100 puntos), pretende Cuando administramos a un pa- Como ya se ha apuntado anterior-
ser una medida de aquella carac- ciente un cuestionario que evalúa mente, el objeto de cualquier me-
terística que está siendo eva- el dolor que presenta, nuestra in- dición es siempre una variable9.
luada. tención fundamental es estimar Cuando dicha variable es abstrac-
La idea, abstracta sin duda, de su posición sobre la línea implica- ta y latente, en lugar de concreta
qué es una medida requiere la da por dicho cuestionario. y observable, ésta se denomina
idea, también abstracta, de una Para poder hacer esto, en la prác- «constructo»10. Tal variable es, de
variable en la cual situar dicha tica deberemos disponer de un forma literal, «algo» artificial-
medida9. Si la variable se visuali- cuestionario que defina la línea, mente «construido», «algo» defini-
za como una línea, la medida pue- así como de un sistema que nos do de forma teórica por su posible
de ser representada como un pun- permita transformar las respues- utilidad practica. Un constructo
to sobre esa misma línea. Esta re- tas de los pacientes en el cuestio- es un concepto hipotético cuya
lación entre la idea de medida y nario en un punto sobre ella9,10. existencia nunca podrá ser abso-
su variable se representa en la fi- Solventado este primer problema, lutamente confirmada.
gura 1. se plantean dos cuestiones adicio- El establecimiento de cualquier
Tómese como ejemplo de variable nales relacionadas con el estable- teoría implica la conceptualiza-
el dolor. Por propia experiencia, se cimiento de cualquier medida, sea ción de una serie de constructos,
sabe que el dolor puede variar en cual sea su naturaleza: en primer el desarrollo de medidas de esos
intensidad. La línea de la figura 1 lugar, ¿es fiable la estimación ob- constructos y la determinación de

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las relaciones funcionales entre den medir. Las respuestas de los cuestionario (los pacientes) y el
las medidas obtenidas9-11. pacientes a las preguntas o afir- sistema de números reales. Re-
Los diferentes aspectos incluidos maciones que éstos formulan re- cuérdese que el sistema de núme-
en la definición de CVRS son pre- presentan la concreción observa- ros reales está comprendido por el
cisamente constructos: la función ble del constructo que está siendo 0 y todos los demás valores numé-
física, la función social o el dolor evaluado12. Los posibles sucesos ricos, tanto enteros como decima-
antes mencionados no son más observables que definen el cons- les, situados entre menos infinito
que representaciones teóricas de tructo son prácticamente infini- y más infinito10. No es una coinci-
conceptos intangibles e inobser- tos, por lo que podemos conside- dencia que el sistema de números
vables directamente. La metodo- rar que el contenido final del reales pueda ser representado
logía que nos ocupa nos permitirá cuestionario no es más que una gráficamente mediante una línea
desarrollar medidas específicas muestra representativa de todos que, a su vez, puede ser infinita-
para esos constructos, que a su aquellos sucesos (léase preguntas mente dividida en segmentos más
vez nos permitirán responder a o afirmaciones) que podrían defi- y más pequeños. Cada valor en el
preguntas que implican a varios nir el constructo de interés. Por sistema de números reales tiene
de esos constructos (p. ej., ¿en qué esta razón, es habitual encontrar una única localización (un punto)
medida se ven afectadas las acti- que el contenido de diferentes sobre esa línea.
vidades sociales de una persona cuestionarios que pretender eva- Imagínese que se tiene una serie
cuando presenta dolor?). luar el mismo concepto no es de varillas que claramente difie-
idéntico. ren en longitud. Fácilmente se po-
Suceso(s) observable(s) Con el ánimo de estandarizar al drían establecer diferentes proce-
máximo la medición, las respues- dimientos para asignar un valor
Antes de que se pueda llevar a ca- tas a las preguntas de los cuestio- numérico real a cada uno de ellos.
bo la medición de un constructo, narios de CVRS se encuentran Por ejemplo, se podrían ordenar
es necesario establecer alguna re- habitualmente limitadas y con un las varillas de menor a mayor lon-
gla de correspondencia entre di- formato fijo. Si bien el formato gitud y asignar un número a cada
cho constructo teórico y ciertos puede ser muy diverso13, las op- una de ellas en función de su posi-
sucesos observables que resulten ciones de respuesta dicotómicas ción: a la más corta se le puede
ser legítimos indicadores de és- (p. ej., sí/no; verdadero/falso...) y asignar el número 1, a la siguiente
te11. Para medir el «dolor» de un politómicas (p. ej., siempre/fre- más larga el numero 2 y así suce-
paciente, el investigador tendrá cuentemente/a veces/raras ve- sivamente. Podríamos también fá-
primero que especificar cuáles ces/nunca; ningún dolor/muy po- cilmente comparar las varillas con
son los sucesos observables que co/un poco/moderado/mucho/mu- una unidad estándar como es el
indican la presencia o ausencia de chísimo...) son las más frecuentes. centímetro y asignar a cada varilla
tal concepto, tendrá por tanto que números basados en su longitud
establecer una definición operati- Escalamiento y puntuación «en centímetros». En ambos casos
va del dolor. observada se habría completado la tarea de
En el área que nos ocupa, la defi- escalamiento con las varillas y ob-
nición operativa tomará forma de Dado que el cuestionario contiene tenido una «puntuación observa-
preguntas o afirmaciones en un los sucesos observables necesa- da» para cada una de ellas.
cuestionario estandarizado en el rios para la definición del cons- Si bien la tarea del escalamiento
que todos los pacientes deberán tructo a medir, el siguiente paso puede parecer obvia cuando se
responder de la misma forma. en el proceso psicométrico consis- manejan conceptos que se podrí-
Así, por ejemplo, las respuestas tirá en la determinación de un an definir como «del mundo físi-
positivas (p. ej., ante dos opciones sistema que permita transformar co», no lo es tanto cuando nos en-
de respuesta posibles: «Sí» y «No») las respuestas de los pacientes al frentamos con constructos abs-
de un paciente a afirmaciones ta- cuestionario en un punto sobre la tractos como los que definen la
les como: «Tengo dolor por las no- línea imaginaria que éste define. CVRS.
ches», «Tengo dolor al subir y ba- El «sistema» o procedimiento a La determinación de una unidad
jar escaleras» o «Tengo dolor al seguir para alcanzar este propósi- estándar de comparación para
cambiar de postura» supondrán to se denomina escalamiento (sca- convertir las respuestas de los pa-
una confirmación de la presencia ling)9-11. cientes a un cuestionario en una
de cierta magnitud del constructo Cualquier procedimiento de esca- puntuación observada resulta
«dolor» en dicho paciente. lamiento implicará el estableci- prácticamente imposible. Por esta
El contenido de los cuestionarios miento de un vínculo de corres- razón, se han tenido que plantear
de CVRS supone la definición pondencia entre los elementos estrategias de escalamiento alter-
operativa de aquello que preten- que están siendo evaluados por el nativas fundamentadas en teo-

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TABLA 1. Respuestas de 10 pacientes (P1-P10) a 4 ítems (I4) sobre el dolor


cambiar de postura», «Tengo dolor
I1 I2 I3 I4 Suma Puntuación 0-100 al caminar».
P1 1 1 1 1 4 100 El primer paso en la obtención de
P2 0 1 1 1 3 75 una puntuación observada para
P3 1 1 1 1 4 100
cada uno de los pacientes consiste
en asignar un valor numérico a
P4 1 1 0 1 3 75
cada una de las posibles respues-
P5 0 0 0 0 0 0
tas. Suponiendo que las respues-
P6 1 0 1 0 2 50 tas, afirmativas o negativas, pue-
P7 1 1 0 0 2 50 den considerarse como sucesos
P8 1 0 1 1 3 75 observables que confirman la pre-
P9 1 1 1 1 4 100 sencia/ausencia de dolor, asignar
P10 0 1 0 0 1 25 los números 1 al «Sí» y 0 al «No»
Ítems parece razonable.
I1. Tengo dolor por las noches Sí No
En la tabla 1 se muestra, por
ejemplo, que el paciente 1 (P1) ha
I2. Tengo dolor al subir y bajar escaleras Sí No
respondido con un «Sí» a las
I3. Tengo dolor al cambiar de postura Sí No 4 afirmaciones, mientras que el
I4. Tengo dolor al caminar Sí No paciente 5 ha respondido con un
«No» a todas ellas. La suma de
las puntuaciones se muestra en
la columna 6. La figura 3a repre-
a) senta la posición que cada uno de
los pacientes ocuparía sobre la lí-
1 2 3 4 nea que representa la variable
evaluada. Es importante desta-
– + Dolor car que los números utilizados
P5 P10 P6 P2 P1 para representar las posiciones
P7 P4 P3 de las personas son totalmente
P8 P9
arbitrarios y relativos (el valor 0
no representa en este caso la au-
b)
sencia «absoluta» de dolor): la
puntuación observada obtenida
puede ser transformada de forma
0 25 50 75 100
lineal sin que se produzca ningu-
na diferencia sustantiva en los
– + Dolor resultados obtenidos, aparte cla-
P5 P10 P6 P2 P1 ro está del cambio en las unida-
P7 P4 P3
P8 P9 des de medida (p. ej., la suma de
las puntuaciones de la tabla 1 ha
sido transformada a una escala
Figura 3. Localización de los 10 pacientes (P1-P10) de la tabla 1 sobre la línea de 0-100 puntos: véase tabla 1,
de medida implicada por los 4 ítems de dolor. columna 7 y fig. 3b). Los valores
asignados a las opciones de res-
puesta también podrían ser mo-
rías matemáticas de mayor o me- bastante aproximada del «punto» dificados sin mayores consecuen-
nor complejidad. La teoría conoci- que el paciente ocupa sobre la lí- cias (el lector puede comprobar
da como «teoría clásica de los nea que define dicho cuestionario. por sí mismo que la posición de
tests» (TCT)10 aporta una solu- La tabla 1 muestra un ejemplo hi- las personas sobre la línea resul-
ción para la obtención de la pun- potético con las respuestas pro- ta invariante al sustituir los va-
tuación observada en un cuestio- porcionadas por 10 pacientes (P1- lores 1 [sí] y 0 [no] por cualquier
nario, que si bien puede parecer P10) a un cuestionario de dolor otro par de números que manten-
simple resuelve de forma elegan- que contiene 4 afirmaciones con gan las mismas propiedades ordi-
te el problema planteado: la suma opciones de respuesta dicotómi- nales [1 > 0]).
de las respuestas otorgadas a los cas: «Sí/No»: «Tengo dolor por las La mayoría de los cuestionarios
ítems que componen el cuestiona- noches», «Tengo dolor al subir y de medida de la CVRS utilizan la
rio resulta ser una estimación bajar escaleras», «Tengo dolor al TCT como base para el escala-

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miento de sus respuestas y para méricos en un único índice. La de- de expresar mediante la siguiente
la obtención de una puntuación cisión que llevará a los autores de formulación:
observada. Paradójicamente, los un cuestionario a proponer una
supuestos que subyacen a la TCT puntuación observada con forma- X=V±E
han sido muy discutidos, especial- to de índice, perfil o ambos, es ar-
mente aquellos referentes a la bitraria y se basará en la natura- en donde X representa la puntua-
adecuación de la construcción de leza atribuida al objeto de medida ción observada en el cuestionario;
escalas continuas de medida (co- del instrumento20. La decisión V, la puntuación verdadera, y E,
mo la definida en la figura 3), a puede ser polémica, ya que dife- el error aleatorio.
partir de variables de naturaleza rentes autores pueden considerar La idea es común a cualquier otro
claramente categórica (p. ej., las un mismo objeto como uni o mul- proceso de medida o evaluación.
opciones de respuestas «Sí/No»). tidimensional, dependiendo del Supóngase que un médico sospe-
Diversos modelos de escalamien- punto de vista empleado. Así, pa- cha que su paciente presenta un
to han sido planteados como solu- ra algunos autores es legítimo trastorno en el hígado. Para con-
ción alternativa a la TCT. Entre proporcionar una única puntua- firmar o descartar su hipótesis, el
estos modelos destaca el propues- ción para el concepto «salud», médico ordena una prueba de la-
to por el matemático danés Georg mientras que otros consideran ne- boratorio (p. ej., un análisis enzi-
Rasch, quien en 196014 definió cesario desgranar los resultados mático). Se considerará el resul-
una nueva metodología para esca- en diferentes puntuaciones, una tado de la prueba como una medi-
lar las respuestas a los ítems de para cada «constructo» subyacen- ción de la variable «presentar o no
un cuestionario a partir del uso te a la idea de «salud». presentar el trastorno». Cualquie-
de la función logística. Este nuevo La discusión surge precisamente ra de los dos valores, positivo (1 =
modelo, el modelo de Rasch, tiene ante la reconocida necesidad de lo presenta) o negativo (0 = no lo
sus fundamentos en una teoría que toda medida sea unidimen- presenta), que dicha variable pue-
psicométrica conocida como «teo- sional. Es imposible hacer una de- de tomar será la «puntuación ob-
ría de la respuesta al ítem» finición de la línea de medida an- servada» de esa medida para ese
(TRI)15. Sus defensores indican tes descrita en más de una di- paciente. Es obvio que para la va-
que los supuestos de la TRI per- mensión. Es obvio que se puede riable biológica implicada en ese
miten corregir los problemas rela- medir el peso y la altura de un in- caso el paciente sí tiene una pun-
cionados con la continuidad de las dividuo y combinar la informa- tuación verdadera absoluta: posi-
escalas definidas a partir de da- ción para obtener una nueva me- tivo (1) o negativo (0). A pesar de
tos categóricos. En la actualidad dida que pueda ser útil en la prac- que existe tal puntuación verda-
son ya diversos los instrumentos tica (p. ej., el índice de masa dera para el paciente, es posible
de CVRS que, de una u otra ma- corporal [IMC]), pero también es que se produzca un error en el
nera, empiezan a incorporar esta obvio que no se puede medir «de método de medida de dicha varia-
nueva metodología4,16-19. una sola vez» el IMC, precisamen- ble. Este error, seguramente pe-
Antes de finalizar este apartado, te por su carácter bidimensional. queño, obedecerá a una multipli-
es importante destacar que, inde- A pesar de que existen técnicas cidad de causas difíciles de prede-
pendientemente de la técnica de (p. ej., análisis factorial21) que cir y controlar, de ahí que se
escalamiento empleada, los cues- permiten una aproximación em- defina como error aleatorio. Debi-
tionarios de CVRS pueden pro- pírica a la respuesta más adecua- do al error aleatorio, es posible
porcionar una única puntuación da: unidimensionalidad o multidi- que la prueba de laboratorio utili-
observada (se les suele denomi- mensionalidad de los sucesos zada para detectar el trastorno
nar «índices» en tal caso), o tam- observables incluidos en un cues- pueda producir resultados incluso
bién diversas puntuaciones, una tionario22,23, la decisión final no diferentes cuando ésta se repite
para cada uno de los diferentes es siempre fácil de tomar. en el mismo paciente. En cual-
constructos evaluados por el ins- quier caso, lo que más interesa
trumento (se habla entonces de Puntuación verdadera resaltar es que, sea cual sea el re-
«perfiles», dado que las diferentes sultado de la prueba, siempre
puntuaciones obtenidas propor- La esencia del proceso psicométri- existirá una puntuación verdade-
cionan algo así como un perfil del co que se está describiendo radica ra absoluta, totalmente indepen-
estado de salud del paciente)3,6. en el supuesto de que cualquier diente del resultado de la misma.
En algunas ocasiones los perfiles puntuación observada en un cues- A diferencia de lo que ocurre en el
pueden convertirse también en tionario es el resultado de combi- caso de variables físicas o biológi-
una única puntuación mediante nar dos componentes hipotéticos: cas, la puntuación verdadera en un
algún algoritmo que permita com- una puntuación verdadera y un cuestionario de CVRS es un con-
binar los diferentes valores nu- error aleatorio9-11. La idea se pue- cepto estadístico y no una puntua-

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ción realmente verdadera en el las puntuaciones observadas ob- ciente de fiabilidad (CF), a partir
sentido más absoluto de la defini- tenidas para un grupo de pacien- de la correlación entre las pun-
ción10. Imagínese que es posible tes con lo que serían sus puntua- tuaciones observadas en las 2 ad-
administrar un cuestionario a un ciones verdaderas? Cuanta mayor ministraciones paralelas (test y
paciente infinitas veces de forma sea la discrepancia, mayor será el retest) del instrumento9,10.
consecutiva, evitando de algún mo- error aleatorio presente en la ob- El CF puede oscilar entre 0 y 1:
do que en cada nueva ocasión re- servación realizada, y viceversa, cuanto mayor es su valor, mayor
cuerde las respuestas ofrecidas en cuanto más se parezcan la pun- será la asociación entre las pun-
la ocasión anterior. Obviamente las tuación observada X y la puntua- tuaciones observadas y las verda-
puntuaciones observadas obteni- ción verdadera V, menor será el deras, menor error aleatorio, y
das para cada una de esas repeti- error (E) contenido por X (recuér- por tanto mayor fiabilidad de la
ciones fluctuarán debido a errores, dese que se ha definido que X = V medición realizada. Un valor del
que consideraremos aleatorios co- ± E)9,10. CF ≥ 0,7 será el mínimo requisito
mo en el caso del primer ejemplo. Un posible índice de la magnitud exigible a cualquier cuestionario
Dada la aleatoriedad de los erro- de esta asociación sería la correla- que pretenda evaluar la CVRS de
res, las puntuaciones observadas ción entre ambas puntuaciones. forma fiable. Un CF de 0,7 supone
se distribuirán de forma normal. De ahí que el coeficiente de corre- que la puntuación observada
La media de esa distribución será lación que expresa el grado de coincide en un 70% con la pun-
sin duda la puntuación que mejor asociación entre las puntuaciones tuación verdadera de los indivi-
representa el estado del paciente. observadas y las puntuaciones duos evaluados, mientras que un
Por tanto, y tratando de evitar verdaderas se conozca como índice 30% de la misma se debe a erro-
cualquier formulación más crípti- de fiabilidad (ρXV)10. Desgraciada- res aleatorios de medida. Para de-
ca, se puede decir que la puntua- mente esta expresión sigue sin te- terminados usos de los instru-
ción verdadera para un paciente ner gran utilidad: las puntuacio- mentos de CVRS (p. ej., decisiones
en un cuestionario de CVRS se in- nes verdaderas no son directa- en pacientes individuales a partir
terpreta como el promedio de to- mente observables y no podemos de sus puntuaciones), el valor mí-
das sus puntuaciones observadas tener a los pacientes respondien- nimo exigible para el CF será por
a lo largo de una serie infinita de do infinitamente al cuestionario supuesto mayor. Valores entre 0,9
administraciones repetidas del para disponer de todas las pun- y 0,95 se pueden considerar ópti-
mismo cuestionario10. Dada la tuaciones observadas. mos, ya que implican únicamente
abstracción del término, es evi- Sin embargo, resulta plausible entre un 10% y un 5% de error en
dente que la puntuación verdade- imaginar la administración repe- la medida24.
ra de una persona en un cuestio- tida del cuestionario a un grupo Habrá muchas situaciones en las
nario de CVRS no podrá llegar a de pacientes en dos ocasiones di- que administrar una segunda vez
ser determinada nunca de forma ferentes. Cuando el cuestionario el cuestionario de CVRS no será
empírica. En cualquier caso, la cumple unos requisitos matemá- posible o recomendable. En aque-
consideración de tal concepto (así ticos descritos por la antes men- llos casos en los que, por ejemplo,
como el de error aleatorio) será cionada TCT9,10, es posible esta- el constructo evaluado experi-
útil para establecer las estrate- blecer una correspondencia direc- mente variaciones sustanciales
gias necesarias para determinar ta entre ρXV, la correlación entre entre el test y el retest, el CF, ba-
una de las propiedades funda- puntuaciones observadas y verda- jo sin lugar a dudas, no será fruto
mentales de cualquier instrumen- deras, y ρXX’, la correlación entre de una pobre fiabilidad del cues-
to de medida: la fiabilidad. las puntuaciones observadas en tionario, sino reflejo del cambio
2 administraciones paralelas, o producido en el constructo entre
Fiabilidad dicho de otro modo, entre el test y ambas administraciones. En tales
el retest del instrumento en cues- circunstancias el usuario del
Por lo anteriormente expuesto, tión. Los requisitos matemáticos cuestionario de CVRS estará inte-
está claro que el usuario de cual- asumidos por la TCT implican resado en determinar la relación
quier cuestionario de CVRS sólo que cada paciente tendrá la mis- entre las puntuaciones observa-
puede conocer las puntuaciones ma puntuación verdadera para das y verdaderas en única admi-
observadas para el mismo, a pe- cada una de las administraciones nistración del instrumento.
sar de que seguramente estaría paralelas del cuestionario y que Los procedimientos diseñados pa-
más interesado en conocer las la variancia del error aleatorio ra estimar la fiabilidad a partir
puntuaciones verdaderas para el sea también equivalente en am- de una única administración del
mismo. bas administraciones. Estableci- cuestionario se conocen, de forma
Surge así una importante pre- dos estos supuestos, se define un general, como métodos de análisis
gunta: ¿cuán relacionadas están indicador, conocido como coefi- de la consistencia interna del ins-

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trumento9,10. Destacan dos tipos las puntuaciones de un cuestiona- terio adecuado para realizar com-
de estimaciones diferentes: la ob- rio se refiere a la utilidad de las paraciones con el cuestionario
tenida mediante la prueba de las inferencias que de estas puntua- evaluado. Es habitual utilizar es-
dos mitades10 y el coeficiente alfa ciones se pueden extraer9. ¿Mide ta aproximación para validar
de Cronbach10,25. realmente el cuestionario lo que aquellos cuestionarios desarrolla-
La prueba de las dos mitades con- pretende medir? Establecer un dos con la intención de sustituir o
siste en dividir el cuestionario ad- proceso de validación del instru- realizar funciones similares a
ministrado a los pacientes en dos mento será necesario para res- otros cuestionarios ya existentes.
partes, A y B (p. ej., aleatoriamen- ponder a esta pregunta. El razonamiento es sencillo: si el
te, asignando los ítems pares a El concepto «validación» hace re- nuevo cuestionario evalúa «lo mis-
una mitad y los impares a la ferencia al proceso mediante el mo» que el cuestionario ya exis-
otra); seguidamente se puntúan cual se recoge evidencia empírica tente (el nuevo cuestionario puede
las dos mitades de forma separa- que dé apoyo al uso de las pun- ser más corto, o recoger nuevos as-
da para cada paciente y se calcu- tuaciones observadas para una pectos de la CVRS no considera-
la el coeficiente de correlación de propuesta determinada10. Tradi- dos en el «antiguo»), la asociación
Pearson (rAB) entre ambas series cionalmente se consideran tres entre las puntuaciones obtenidas
de puntuaciones. El CF para el aproximaciones diferentes en el por ambos instrumentos en los
instrumento se obtiene finalmen- proceso de validación: validación mismos pacientes tiene que ser
te mediante la siguiente fórmula: de contenido, de criterio y de cons- elevada.
2rAB/1 + rAB10. tructo9-11. La determinación de la validez de
La mayor limitación de la prueba El establecimiento de la validez constructo de un cuestionario
de las dos mitades es que la utili- del contenido de un cuestionario de CVRS resulta aplicable siem-
zación de métodos diferentes para supone determinar si realmente pre que el usuario desea extraer
dividir el cuestionario en dos par- las preguntas o afirmaciones que inferencias que no pueden ser
tes puede producir también dife- éste formula representan la con- adecuadamente representadas
rentes estimaciones del coeficien- creción observable del constructo por un simple criterio o completa-
te de fiabilidad. El calculo del co- que está siendo evaluado. Típica- mente evaluadas a partir de su
eficiente alfa de Cronbach resuelve mente se lleva a cabo mediante la contenido. La validación de cons-
estos problemas. El coeficiente al- colaboración de expertos en el tructo supone realizar una serie
fa25, que puede tomar valores en- área que se pretende evaluar. Es- de estudios empíricos que pongan
tre 0 y 1, se calcula a partir de la tos expertos examinan el conteni- a prueba hipótesis específicas so-
matriz de covariancias de las res- do del instrumento y juzgan has- bre cómo los pacientes que difie-
puestas a los ítems del cuestiona- ta qué punto es representativo de ren en el constructo de interés, lo
rio. Una valor próximo a 1 indica aquello que se pretende medir. hacen a su vez en otras variables
una alta homogeneidad o consis- La validación de criterio, conocida relacionadas. Si bien los procedi-
tencia en las respuestas propor- también como determinación de la mientos para la validación de
cionadas a dichos ítems. Una ele- validez predictiva, supone un es- constructo de un cuestionario son
vada consistencia interna en las tudio de la relación entre las pun- múltiples, a menudo se emplean
respuestas a sus ítems es conside- tuaciones observadas en el cues- técnicas de diferenciación de gru-
rada prueba suficiente de la ele- tionario y un criterio externo que pos conocidos, el análisis factorial
vada fiabilidad del instrumento. define adecuadamente y de forma o el análisis de la matriz multi-
independiente aquello que se pre- rrasgo-multimétodo9-11,20. La lógi-
Validez tende medir con el instrumento. ca subyacente a todos los métodos
Una vez el criterio ha sido deter- es, en cualquier caso, muy similar
Se acaba de ver que mediante la minado, la validez de la predicción y se basa en el establecimiento hi-
recogida de datos empíricos es po- se determina a partir del coefi- potético de las relaciones existen-
sible determinar hasta qué punto ciente de correlación entre las tes entre el constructo de interés y
los resultados obtenidos por un puntuaciones del cuestionario y otras variables relacionadas con
cuestionario de medida de la los valores del criterio. El tamaño el mismo. Por ejemplo, para el ca-
CVRS son estables y reproduci- de la correlación se emplea como so de la técnica de diferenciación
bles. indicador directo de la validez de de grupos conocidos, sería más
Antes de confiar plenamente en el criterio del instrumento en cues- que razonable establecer la si-
instrumento y utilizarlo en la tión. Los mayores problemas de guiente hipótesis: los pacientes
práctica se deberá, sin embargo, esta aproximación radican en la con artritis reumatoide presentan
comprobar una última caracterís- determinación de un criterio apro- más dolor que las personas «sa-
tica crucial del mismo: su vali- piado. Habitualmente es difícil en- nas» de la población general. La
dez20. El concepto de «validez» de contrar en el área de CVRS un cri- hipótesis establece claramente la

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Atención Primaria.
Vol. 28. Núm. 3. Julio-agosto 2001 L. Prieto y X. Badia.–Cuestionarios de salud: concepto y metodología

7. Badia X, Carne X. La evaluación de la


correspondencia entre el construc- tuaciones proporcionadas por di- calidad de vida en el contexto de los
to dolor y la variable «ser o no ser chos cuestionarios. ensayos clínicos. Med Clin (Barc)
paciente con artritis reumatoide». A pesar de que las consideracio- 1998; 110: 550-556.
Una manera de determinar la va- nes expuestas son las básicas que 8. Badia X, Guerra L, Garcia M, Pod-
lidez del cuestionario de dolor uti- cualquier usuario debería tener zamczer D. La evaluación de la cali-
lizado como ejemplo en la tabla 1 en cuenta a la hora de juzgar la dad de vida en los pacientes con in-
consistiría en administrar las pre- adecuación de un cuestionario de feccion por el VIH y sida. Med Clin
guntas del mismo a 2 grupos de CVRS en cualquier circunstancia, (Barc) 1999; 112: 739-744.
personas: «pacientes con artritis» existen otros aspectos adicionales 9. Nunnally JC, Bernstein IH. Psycho-
metric theory (3.a ed.). Nueva York:
y «no pacientes»; si el cuestionario que también deberían ser consi-
Mcgraw-Hill, 1994.
mide lo que tiene que medir, dolor, derados al evaluar de forma 10. Crocker L, Algina J. Introduction to
y la hipótesis no es incorrecta exhaustiva este tipo de instru- classical and modern test theory. Fort
(ciertamente improbable en este mentos20. Cuestiones como la Worth: Harcourt Brace Jovanovich,
caso), los pacientes con artritis sensibilidad del instrumento para 1986.
tienen que mostrar mayores pun- detectar cambios en la CVRS clí- 11. Suen HK. Principles of test theories.
tuaciones (mayor dolor por tanto) nicamente (y no sólo estadística- New Jersey: LEA, 1990.
que los no pacientes. De no ser así, mente) significativos26, o la ade- 12. Patrick DL, Erikson P. Health status
de no haber diferencias significa- cuación de la traducción y/o adap- and health policy: quality of life in
tivas entre las puntuaciones de tación del cuestionario en el caso health care evaluation and resource
allocation. Nueva York: Oxford Uni-
ambos grupos, se dirá que el cues- de que originalmente fuera desa-
versity Press, 1993.
tionario no es válido para medir rrollado en otro idioma y/o cultu- 13. Prieto L. La elaboración de un cues-
dolor, o que la hipótesis no es co- ra27 deberían ser foco de atención, tionario. FMC 2000; 7: 138-146.
rrecta. Dado que todas las formas no sólo del investigador experto 14. Rasch G. Probabilistic models for so-
de validación (contenido, criterio y en la materia, sino también del me intelligence and attainment tests.
constructo) implican de una u otra usuario más modesto simplemen- Chicago: Mesa Press, 1993. (Original
manera el establecimiento de hi- te interesado en la interpretación Edition, The Danish Institute For
pótesis a priori sobre las relacio- de las puntuaciones observadas Educational Research, 1960.)
nes entre las puntuaciones obser- obtenidas por sus pacientes en un 15. Hambleton RK, Swaminathan H, Ro-
vadas y terceras variables, algu- cuestionario de CVRS. gers HJ. Fundamentals of item res-
ponse theory. Newbury Park: Sage
nos autores han argumentado que
Pub., 1991.
únicamente existe una única for- 16. Haley SM, McHorney CA, Ware JE Jr.
ma de validez: la validez de cons- Evaluation of the MOS SF-36 physi-
tructo9,10. Bibliografía cal functioning scale (PF-10): I. Uni-
En cualquier caso, el proceso de 1. Leplege A, Hunt S. The problem of dimensionality and reproducibility of
validación, sea de la naturaleza quality of life in medicine. JAMA the Rasch item scale. J Clin Epide-
que sea, es continuo y no puntual. 1997; 278: 47-50. miol 1994; 47: 671-684.
La existencia de una sola prueba 2. Patrick DL, Bergner M. Measurement 17. Prieto L, Alonso J, Ferrer M, Antó JM.
de evidencia de validez del instru- of health status in the 1990s. Ann Rev Are results of the SF-36 Health Sur-
mento no suele considerarse sufi- Public Health 1990; 11: 165-183. vey and the Nottingham Health Pro-
3. Mcdowell I, Newell C. Measuring he- file similar?: a comparison in COPD
ciente20. Cada nueva ocasión en
alth: a guide to rating scales and patients. J Clin Epidemiol 1997; 50:
la que el instrumento es utilizado 463-473.
questionnaires (2.a ed.). Nueva York:
supone una nueva oportunidad 18. McHorney CA, Haley SM, Ware JE.
Oxford University Press, 1996.
para poner a prueba las expecta- 4. Badia X, Prieto L, Roset M, Díez-Pé- Evaluation of the MOS SF-36 Physical
tivas que sobre él se tienen. rez A. Desarrollo del cuestionario cli- Functioning Scale (PF-10): II. Compa-
nico ecos-16 para la evaluación de la rison of relative precision using Likert
Una ultima consideración calidad de vida en pacientes con osteo- and Rasch Scoring Methods. J Clin
porosis. Med Clin (Barc) 2000; 114 Epidemiol 1997; 50: 451-461.
Con la validación del instrumento (Supl 3): 68-75. 19. Prieto L, Alonso J, Lamarca R, Wright
se cierra el proceso psicométrico 5. McGee H, Hannah M, O’Boyle CA, BD. Rasch measurement for reducing
descrito en la figura 2 y el proce- Hickey A, O’Malley K, Joyce CRB. As- the ítems of The Nottingham Health
sessing the quality of life of the indi- Profile. J Outcomes Measurement
so subyacente a la medición de la 1998; 2: 285-301.
viduals: the SEIQOL with a healthy
CVRS a través de cuestionarios. 20. Streiner DL, Norman GR. Health me-
and gastroenterology unit population.
Como se indicaba en la introduc- Psychol Med 1991; 21: 749-759. asurement scales. A practical guide to
ción, la comprensión de la meto- 6. Badia X, Salamero M, Alonso J. La their development and use. Oxford:
dología implicada en el proceso medida de la salud. Guia de escalas Oxford University Press, 1989.
facilitará, sin duda, el uso y la in- de medición en español. Barcelona: 21. Gorsuch RL. Factor analysis (2.a ed.).
terpretación correcta de las pun- EDIMAC, 1999. Hillsdale: LEA, 1983.

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Atención Primaria.
Vol. 28. Núm. 3. Julio-agosto 2001 L. Prieto y X. Badia.–Cuestionarios de salud: concepto y metodología

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se patients. Psychol Assess 1990; 2: ce: are available health status sur- recommendations. J Clin Epidemiol
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