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Comunicación de masas, gustos populares y

acción social organizada*

Paul Félix Lazarsfeld y Robert King Merton

Los problemas que suscitan la atención del hombre


cambian, no al azar, sino de acuerdo, en su mayor parte,
con las variantes demanda de la sociedad y la economía.
Si un grupo de personas como los que han escrito los ca-
Sociólogo norteamericano de origen vienes, Lazarsfeld nació pítulos de este libro se hubiese reunido hace una genera-
en 1901. De amplia formación matemática, psicológica y ción, con toda probabilidad el tema discutido hubiera sido
física, es reconocido por todos como uno de los grandes pio- completamente distinto. El trabajo en la edad infantil, el
neros de la mass communication research. Fue profesor de sufragio femenino o las pensiones de los jubilados hubie-
Sociología de la Universidad de Columbia, presidente de la ran captado, tal vez, la atención de un grupo como éste,
American Association for Public Opinión Research y direc- pero no, desde luego, los problemas de los medios de co-
tor del Bureau of Applied Social Research. En la actualidad municación de masas. Como indica toda una legión de
es responsable del Comité de Desarrollo en la Investigación recientes conferencias, libros y artículos, el papel de la
de dicha asociación. radio, la prensa y el film en la sociedad se ha convertido
en un problema interesante para muchos y en fuente de
Sociólogo norteamericano, Merton nació en el año 1910. reflexión para algunos. Estas variaciones de las preocu-
Profesor de Sociología en la Universidad de Columbia y uno paciones sociales parecen ser el producto de varias ten-
de los primeros especialistas en persuasión de masas y efec- dencias.
tos de los mass-media. Su investigación se distingue por el
enfoque crítico y la perspectiva ética con que interpreta los
efectos de los media y de la nueva cultura. Preocupación social con respecto a los «mass-media»

Muchos están alarmados por la ubicidad y el poder


potencial de los mass-media. Se ha llegado a escribir, por
ejemplo, que «el poder de la radio sólo puede ser compa-
rado con el poder de la bomba atómica». Se admite en
general que los mass-media constituyen un poderoso ins-
trumento que puede ser utilizado para bien o para mal y
Publicado originalmente con el título «Mass Communication, Po-
que, en ausencia de los controles adecuados, la segunda
pular Taste and Organized Social Action», en Lyman Bryson (ed.), The posibilidad es, en conjunto, más verosímil. Y es que estos
Communication of Ideas, Institute for Religious and Social Studies, medios son los de la propaganda, y los norteamericanos le
Nueva York; Harper & Row, Nueva York, 1948. Reeditado en Wilbur tienen peculiar temor al poder de la propaganda. Como
Schramm(ed.)(1954). nos dijo el observador británico William Empson: «Creen
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en la propaganda más apasionadamente que nosotros, y ción Nacional de Fabricantes— no puede ser liquidada ni
la propaganda moderna es una máquina científica, por lo internada en campos de concentración. Quienes desearían
que a ellos les parece obvio que un hombre normal no controlar las opiniones y creencias de nuestra sociedad
podrá resistirse a ella. Todo esto produce una curiosa ac- recurren menos a la fuerza física y más a la persuasión
titud, que puede calificarse de infantil, con respecto a todo masiva. El programa de radio y el anuncio institucional
aquel que pueda estar haciendo propaganda: "¡No dejéis ocupan el lugar de la intimidación y de la coerción. La
que ese hombre se acerque a mí! ¡No permitáis que me manifiesta preocupación por las funciones de los mass-
tiente, porque si lo hace es seguro que caeré"!». media se basa en parte en la observación válida según la
La ubicuidad de los mass-media conduce a muchos, cual tales medios han asumido la labor de lograr que los
fácilmente, a una creencia casi mágica en su enorme po- públicos masivos se amolden al statu quo social y econó-
der. Pero hay otra base (y probablemente más real) para mico.
una amplia preocupación con respecto al papel social de Una tercera fuente de extendida preocupación por el
los mass-media, una base que tiene que ver con los tipos papel social de los mass-media se encuentra en sus efectos
variables de control social ejercidos por poderosos grupos asumidos en la cultura popular y los gustos estéticos de
de intereses en la sociedad. Cada vez más, los principales sus audiencias. Se arguye que, en la medida en que el ta-
grupos de poder, entre los cuales el negocio organizado maño de estas audiencias se ha incrementado, el nivel de
ocupa el lugar más espectacular, han adoptado técnicas gusto estético se ha deteriorado, y se teme que los mass-
para la manipulación de públicos de masas a través de la media nutran deliberadamente estos gustos vulgarizados,
propaganda, en lugar de utilizar los medios de control contribuyendo con ello a su ulterior deterioro.
más directos. Las organizaciones industriales ya no obli- Parece probable que éstos constituyan los tres ele-
gan a niños de ocho años a cuidar la máquina catorce ho- mentos orgánicamente relacionados de nuestra gran preo-
ras diarias; emprenden complicados programas de «rela- cupación por los medios de comunicación de masas. Mu-
ciones públicas». Publican amplios e impresionantes chos temen, ante todo, la omnipresencia y el poder poten-
anuncios en los periódicos de la nación, patrocinan nu- cial de estos medios, y ya hemos sugerido que hay en ello
merosos programas de radio y, por consejo de los expertos un cierto temor indiscriminado a un duende abstracto,
en relaciones públicas, organizan concursos, crean insti- fruto de una posición social de inseguridad y de la fragi-
tuciones de asistencia pública y apoyan causas benéficas. lidad de los valores que se profesan. La propaganda parece
El poder económico parece haber reducido la explotación amenazadora.
directa y haberse vuelto hacia un tipo más sutil de explo- Hay, en segundo lugar, una preocupación por los efec-
tación psicológica, logrado en gran parte mediante la di- tos reales de los mass-media sobre sus enormes audiencias,
seminación de propaganda a través de los mass-media. en particular la posición de que el persistente asalto de
Este cambio en la estructura del control social merece estos medios puede conducir a la rendición incondicional
un examen a fondo. Las sociedades complejas están so- de las facultades críticas y a un conformismo irracional.
metidas a diversas formas de control organizado. Hitler, Finalmente, existe el peligro de que estos instrumen-
por ejemplo, empleó las más visibles y directas de ellas: tos de comunicación técnicamente avanzados constituyan
la violencia organizada y la coerción masiva. En Estados una amplia avenida para el deterioro de los gustos estéti-
Unidos, la coerción directa ha sido reducida a un mínimo. cos y las pautas culturales populares. Como hemos suge-
Si la gente no adopta las creencias y actitudes recomen- rido, existe sobrado motivo de preocupación acerca de es-
dadas por algún grupo de poder —por ejemplo, la Asocia- tos efectos sociales inmediatos de los mass-media.
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Una revisión del estado actual del conocimiento Estas preguntas, claro está, sólo pueden ser discutidas en
acerca del papel social de los mass-media y sus efectos términos más o menos especulativos, ya que no es posible
sobre la comunidad norteamericana contemporánea es ninguna experimentación o estudio comparativo rigu-
una tarea ingrata, puesto que el conocimiento científico roso. Las comparaciones con otras sociedades carentes de
en esta materia es impresionantemente escaso. Se podrá estos mass-media serán demasiado toscas para aportar re-
hacer poco más que explorar la naturaleza de los proble- sultados decisivos, y las comparaciones con épocas ante-
mas con métodos que, en el curso de varias décadas, aca- riores en la sociedad norteamericana implicarían asercio-
barán por facilitar el conocimiento que buscamos. Aunque nes a ojo, más bien que demostraciones precisas. En tal
éste no sea más que un preámbulo alentador, nos es útil caso, es evidente la conveniencia de la brevedad: las opi-
para evaluar la investigación y las conclusiones tentativas niones deben ser expuestas con cautela. En nuestra opi-
de quienes estamos abocados profesionalmente al estudio nión, el papel social desempeñado por la misma existencia
de los mass-media. Un reconocimiento explorativo suge- de los mass-media ha sido, en general, sobreestimado. ¿En
rirá lo que sabemos y lo que necesitamos saber, y locali- qué se funda este juicio?
zará los puntos estratégicos que requieran ulterior estu- Es indudable que los mass-media llegan a audiencias
dio. enormes. Unos 45 millones de norteamericanos van al cine
Buscar «los efectos» de los mass-media en la sociedad cada semana, la tirada diaria de periódicos en Estados
equivale a exponer un problema mal definido. Es necesa- Unidos es de unos 54 millones, 46 millones de hogares
rio distinguir tres facetas del problema y considerar cada cuentan con televisión, y en estos hogares el norteameri-
una de ellas por separado. Planteémonos primero lo que cano medio contempla el televisor unas tres horas diarias.
sabemos acerca de los efectos de la existencia de tales me- Son cifras (recuérdese que se trata de 1948. N. del E.) for-
dios en nuestra sociedad. Después, examinemos los efectos midables, pero se trata, meramente, de cifras de suminis-
de la particular estructura norteameriana de propiedad, tro y consumo, no de cifras que registren los efectos de los
estructura que difiere apreciablemente de la existente en mass-media. Sólo señalan lo que hace la gente, no el im-
los demás lugares, y el funcionamiento de los mass-media pacto social y psicológico de los medios de comunicación.
en ella. Y finalmente, consideremos aquel aspecto del pro- Saber el número de horas que la gente tiene la radio en-
blema que más directamente incide en las políticas y tác- cendida no da indicación alguna acerca del efecto que
ticas que rigen el uso de tales medios con fines sociales ejerce sobre quienes la oyen. El conocimiento de los datos
precisos: nuestro conocimiento respecto a los efectos de de consumo en el campo de los mass-media dista de ser
los contenidos concretos diseminados a través de los mass- una demostración de su efecto neto sobre conducta, acti-
media. tud y perspectiva.
Como ya hemos dicho, no podemos recurrir a com-
parar la sociedad norteamericana contemporánea con las
sociedades sin mass-media, pero en cambio, sí podemos
El papel social de la maquinaría de los «mass-media» comparar el efecto social de los mass-media con el del au-
tomóvil, por ejemplo. Es probable que la invención del
¿Qué papel se les puede asignar a los mass-media en automóvil y la evolución de éste hasta convertirse en un
virtud del hecho de su existencia? ¿Cuáles son las impli- artículo de consumo masivo haya tenido un efecto mucho
caciones de un Hollywood, de una Radio City y de una mayor en la sociedad que la invención de la radio y la
empresa como Time-Life-Fortune para nuestra sociedad? conversión de ésta en un medio de comunicación de ma-
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sas. Consideremos los complejos sociales en los que el au- pos del tiempo libre, de la educación popular y la seguri-
tomóvil ha entrado. Su misma existencia ha ejercido pre- dad social fue librada con la esperanza de que, una vez
sión para la creación de carreteras enormemente mejora- exenta de trabas aherrojantes, la gente se valdría de los
das y, con éstas, la movilidad ha aumentado extraordina- principales productos culturales de nuestra sociedad,
riamente. Las características de las aglomeraciones me- como Shakespeare, Beethoven o tal vez Kant, pero en
tropolitanas han quedado significativamente afectadas cambio se ha vuelto hacia Faith Baldwin, Johny Mercer o
por el automóvil, y es obvio que las invenciones que am- Edgar Guest.
plían el radio de movimiento y acción ejercen mayor in- Muchos se sienten despojados de su premio. Es una
fluencia sobre la perspectiva social y la vida cotidiana que situación similar a la primera experiencia de un joven en
los inventos que procuran canales para las ideas, ideas que el difícil campo de los amoríos primerizos. Profunda-
pueden ser evitadas por ausencia, desviadas por resisten- mente impresionado por los encantos de su predilecta,
cia y transformadas por asimilación. ahorra durante semanas y finalmente consigue regalarle
Concedido, por un momento, que los mass-media de- un lindo brazalete. Ella lo considera «simplemente di-
sempeñan un papel relativamente menor en la formación vino», y seguidamente procede a salir con otro chico para
de nuestra sociedad, ¿por qué son objeto de tan gran preo- exhibir su nuevo adorno. Nuestras luchas sociales han
cupación y crítica popular? ¿Por qué tantos se inquietan conseguido un desenlace parecido. Durante generaciones,
por los «problemas» de la radio, del cine y de la prensa, y se ha luchado para dar a la gente más tiempo libre, y ahora
tan pocos lo hacen por los problemas de, por ejemplo, el lo consume con la Columbia Broadcasting System, en vez
automóvil y el avión? Además de las fuentes de esta preo- de hacerlo con la Columbia University.
cupación antes citadas, existe una base psicológica in- Por poco que esta sensación de traición pueda pesar
consciente para la preocupación, base que procede de un en las actitudes prevalecientes respecto a los mass-media,
contexto socio-histórico. debemos señalar de nuevo que la sola presencia de estos
Son muchos los que hacen de los mass-media blanco medios puede que no afecte a nuestra sociedad tan profun-
para una crítica hostil porque ellos mismos se sienten bur- damente como en general se cree.
lados por el giro de los acontecimientos.
Los cambios sociales atribuibles a los «movimientos
reformistas» pueden ser lentos y leves, pero se acumulan.
Los hechos de superficie son harto conocidos. La semana Algunas funciones sociales de los «mass-media»
de sesenta horas ha dado paso a la de cuarenta. El trabajo
de los niños ha sido progresivamente eliminado. Con to- Al proseguir nuestro examen del papel social que cabe
das sus deficiencias, la enseñanza gratuita para todos ha adjudicar a los mass-media en virtud de su «mera existen-
sido poco a poco institucionalizada. Estas y otras mejoras cia», temporalmente nos abstraemos de la estructura so-
constituyen una serie de victorias reformistas. Y en la ac- cial en la que los medios de comunicación encuentran su
tualidad la gente dispone de más tiempo de ocio y, eviden- puesto. No consideramos, por ejemplo, los diversos efectos
temente, mayor acceso al legado cultural. ¿Y qué uso hace de los mass-media bajo los variables sistemas de propie-
de este tiempo no hipotecado y que con tanto esfuerzo ha dad y control, un importante factor estructural que a con-
ido ganando? Escuchan la radio y van al cine. Parece como tinuación comentaremos.
si de algún modo estos mass-media hubieran arrebatado a Es indudable que los mass-media atienden a muchas
los reformadores los frutos de sus victorias. La lucha en funciones sociales que bien podrían convertirse en el ob-
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jeto de una investigación continuada. Acerca de tales fun-
ciones, vamos a señalar sólo tres. reflejan prestigio sobre la persona que facilita el testimo-
nio. Notifican públicamente que el extenso y poderoso
mundo de los negocios considera a tal persona como po-
La función otorgadora de «status» seedora de una reputación lo bastante alta como para que
su opinión pese entre muchos. En una palabra, su testi-
Los mass-media confieren categoría, status, a cuestio- monio es una testificación para su propio status. Las acti-
nes públicas, personas, organizaciones y movimientos so- vidades de esta sociedad de mutua admiración pueden lle-
ciales. gar a ser tan ilógicas como efectivas. Al parecer, las au-
La experiencia corriente, así como la investigación, diencias de los mass-media suscriben la creencia circular:
atestiguan que el prestigio social de personas o de políti- « Si realmente pesas, estarás en el centro de la atención de
cas sociales queda realzado cuando éstas exigen una aten- las masas, y si ocupas el centro de la atención de las masas,
ción favorable en los mass-media. En muchos sectores, por seguro que en realidad debes ser persona de peso».
ejemplo, el apoyo a un candidato político o a una política Esta función otorgada de status entra pues en la ac-
pública por parte del Times es considerada como impor- ción social organizada legitimizando políticas, personas y
tante, y este apoyo es juzgado como un señalado activo en grupos selectos que reciben el apoyo de los mass-media.
favor del candidato o de la política. ¿Por qué? Tendremos ocasión de señalar la detallada operación de
Para algunos, las opiniones del editorial del Times re- esta función en relación con las condiciones que imponen
presentan el juicio considerado de un grupo de expertos, la máxima utilización de los mass-media para determina-
por lo que exigen el respeto de los profanos. Pero éste es dos fines sociales. De momento, tras haber considerado la
tan sólo un elemento en la función otorgadora de status de función «otorgadora de status», consideraremos una se-
los mass-media, ya que este efecto prestigiador concurre gunda función: la aplicación forzosa de normas sociales a
en aquellos que, por causas diversas, reciben atención en través de los mass-media.
los medios de comunicación, al margen de todo apoyo de
índole editorial.
Los mass-media dan prestigio y realzan la autoridad La compulsión de normas sociales
de individuos y grupos al legitimizar su status. El recono-
cimiento por parte de prensa, radio, revistas o noticiarios Frases tales como «el poder de la prensa» (y otros
cinematográgicos testifica que uno ha llegado, que uno mass-media) o «el vivo resplandor de la publicidad» se
tiene la importancia suficiente como para destacar entre refieren presumiblemente a esta función. Los mass-media
las grandes masas anónimas, que la conducta y las opinio- pueden iniciar una acción social «exponiendo» condicio-
nes de tal persona son lo suficientemente significativas nes distintas respecto a lo establecido por la moral pú-
como para requerir la atención pública. La operación de blica. Sin embargo, no hay que suponer prematuramente
esta función otorgadora de prestigio puede ser presen- que esta pauta consista simplemente en la difusión de tales
ciada con la mayor viveza en la pauta de testimonios pu- desviaciones. Algo podemos aprender al respecto a partir
blicitarios en favor de un producto, por parte de «personas de las observaciones de Malinowski entre los isleños de
destacadas». En amplios círculos de la población (aunque Trobriand, donde, según él nos explica, no se emprende
no en ciertas capas sociales selectas), estos testimonios no ninguna acción social organizada con respecto a una con-
sólo realzan el renombre del producto sino que además ducta desviada de la norma social, a no ser que haya anun-
cio público de la desviación. No se trata simplemente de
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«dar a conocer» los hechos a los individuos del grupo. Mu- lo que ha sido privadamente tolerado. Por ejemplo, los
chos pueden conocer privadamente tales desviaciones mass-media pueden introducir severas tensiones en la
—por ejemplo, el incesto entre los nativos de Trobriand, «cortés discriminación étnica» al llamar la atención del
así como la corrupción política o en los negocios, la pros- público sobre aquellas prácticas que no se ajusten a las
titución o el juego entre nosotros— pero sin haber hecho normas de la no discriminación. A veces, los medios de
presión en favor de una acción pública. Pero una vez he- comunicación pueden organizar actividades de difusión
chas públicas las desviaciones en la conducta, ello crea en forma de «cruzada».
tensiones entre lo «privadamente tolerable» y lo «públi- El estudio de esta especie de cruzadas de los mass-
camente reconocible».
media puede contestar preguntas básicas acerca de la re-
Al parecer, el mecanismo de exposición pública fun- lación de éstos con la acción social organizada. Es esencial
ciona más o menos como sigue. Muchas normas sociales saber, por ejemplo, hasta qué punto la cruzada facilita un
se revelan inconvenientes para individuos de la sociedad. foco organizativo para individuos de hecho no organiza-
Van en contra de la satisfacción de deseos e impulsos. dos. La cruzada puede operar diversamente entre los va-
Puesto que muchos consideran agobiantes estas normas, rios sectores de la población. En ciertos casos, su principal
existe un cierto margen de benevolencia en su aplicación, efecto puede no ser tanto el de excitar a unos ciudadanos
tanto de cara a uno mismo como a los demás, de donde la indiferentes como el de alarmar a los culpables, lleván-
aparición de conducta desviada y tolerancia privada res- dolos a medidas extremas que a su vez alienan al electo-
pecto de tales desviaciones. Pero esto sólo puede continuar rado. La publicidad puede embarazar al malhechor hasta
mientras uno no se encuentre en una situación en la que el punto de ponerlo en fuga, como ocurrió por ejemplo con
deba adoptar una actitud pública en favor de las normas algunos autores del fraude electoral del Tweed Ring des-
o contra ellas. Hacer públicos los hechos, el reconoci- pués de ser puestos en la picota por el New York Times.
miento forzoso en miembros del grupo de que estas des- Cabe también que los promotores de la corrupción temie-
viaciones han tenido lugar, requiere que cada individuo ran a la cruzada sólo por el efecto que, según previeron,
asuma una postura. Entonces, éste o bien debe alinearse podría tener sobre el electorado. Así, con una apreciación
con los inconformistas, proclamando con ello su repudio extraordinariamente realista de la conducta de su distrito
de las normas del grupo y aseverando así que también él electoral en lo referente a comunicaciones, Boss Tweed se
se encuentra fuera de la estructura moral, o bien debe, quejó de los mordaces dibujos de Thomas Nast en el Har-
sean cuales fueren sus predilecciones particulares, ajus- per's Weekly, con las siguientes palabras: «No me impor-
tarse a ésta apoyando la norma. La publicidad cierra el tan un pepino los artículos de su periódico, ya que mis
hueco entre «actitudesprivadas» y «moralidadpública». La volantes no saben leer, pero no pueden dejar de ver esos
publicidad ejerce presión en pro de una moralidad única malditos dibujos».
más bien que dual, al impedir la evasión continua. Exige Tales campañas pueden afectar directamente al pú-
reafirmación pública y aplicación (aunque sea esporá- blico. Pueden centrar la atención de unos ciudadanos
dica) de la norma social.
hasta ese momento aletargados, indiferentes a fuerza de
En una sociedad de masas, esta función de la exposi- familiaridad con la corrupción reinante, sobre unas cuan-
ción pública es institucionalizada en los mass-media de la tas cuestiones drásticamente simplificadas. Como ob-
comunicación. Prensa, radio y periódicos exponen al pú- NLTVÓ al respecto Lawrence Lowell, las complejidades ge-
blico desviaciones harto conocidas y, como norma, esta neralmente inhiben las acciones de masas. Las cuestiones
exposición fuerza un cierto grado de acción pública contra públicas deben ser definidas en simples alternativas, en
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MORAGAS, Sociología II
términos de blanco y negro, para permitir una acción pú- pasado muy desapercibida. Al menos, ha recibido muy po-
blica organizada. Y la presentación de simples alternati- cos comentarios explíticos y, al parecer, no ha sido siste-
vas es una de las principales funciones de la cruzada, si máticamente utilizada para promover objetivos planifi-
bien ésta puede abarcar también otros mecanismos. Aun- cados. Cabe darle la denominación de disfunción narcoti-
que un gobierno municipal no tenga sus trapos totalmente zante de los mass-media, y calificarla de disfuncional en
limpios, rara vez es totalmente corrupto. Algunos miem- vez de funcional porque a la compleja sociedad moderna
bros escrupulosos de la administración y de la esfera ju- no le interesa tener grandes masas de la población políti-
dicial suelen verse mezclados con sus colegas carentes de camente apáticas e inertes. ¿Cómo funciona este meca-
principios. La campaña puede reforzar la mano de los ele- nismo no planificado?
mentos rectos en el Gobierno, forzar la mano del indife- Estudios sueltos han mostrado que una proporción
rente y debilitar la mano del corrupto. Finalmente, bien creciente del tiempo de los norteamericanos se dedica a
puede ser que una cruzada con éxito ejemplifique un pro- los productos de los mass-media. Con distintas variaciones
ceso circular, autónomo, en el que la preocupación del en diferentes regiones y entre diferentes capas sociales, el
medio de comunicación de masas por el interés público caudal de los medios de comunicación es de presumir que
coincida con su propio interés. La cruzada triunfante permite al norteamericano del siglo xx «estar al corriente
puede realzar el poder y el prestigio del medio, dándole de lo que ocurre en el mundo». Sin embargo, este vasto
un carácter más formidable en posteriores cruzadas que, suministro de comunicaciones puede suscitar tan sólo una
de tener éxito, puedan acrecentar todavía más este poder preocupación superficial por los problemas de la socie-
y este prestigio. dad, y esta superficialidad, a menudo, enmascarar una
Cualquiera que sea la respuesta a estas cuestiones, apatía masiva.
está claro que los mass-media sirven para reafirmar nor- La exposición a este flujo de información puede servir
mas sociales al exponer desviaciones respecto a tales nor- para narcotizar más bien que para dinamizar al lector o
mas ante la opinión pública. El estudio de la gama parti- al oyente medio. A medida que aumenta el tiempo dedi-
cular de normas así reafirmadas facilitaría un claro índice cado a la lectura y a la escucha, decrece el disponible para
de la extensión con la que estos medios tratan problemas la acción organizada. El individuo lee relatos sobre cues-
periféricos o centrales de la estructura de nuestra socie- I iones y problemas y puede comentar incluso líneas alter-
dad. nativas de acción, pero esta conexión, harto intelectuali-
/.ada y harto remota, con la acción social organizada no es
activada. El ciudadano interesado e informado puede fe-
La disfunción narcotizante licitarse a sí mismo por su alto nivel de interés e infor-
mación, y dejar de ver que se ha abstenido en lo referente
Los operadores de los mass-media conocen, desde u decisión y acción. En resumidas cuentas, toma su con-
luego, las funciones de otorgación de status y de reafir- lucto secundario con el mundo de la realidad política, su
mación de normas sociales. Al igual que otros mecanismos lectura, escucha y pensamiento, como una prestación
sociales y psicológicos, estas funciones se prestan a diver- ajena. Llega a confundir el saber acerca de los problemas
sas formas de aplicación. Su conocimiento es poder, y el del día con el hacer algo al respecto. Su conciencia social
poder puede ser utilizado para intereses especiales o para MC mantiene impoluta. Se preocupa. Está informado, y
el interés general. llene toda clase de ideas acerca de lo que debiera hacerse,
Una tercera consecuencia social de los mass-media ha pero después de haber cenado, después de haber escu-
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chado sus programas favoritos de la radio y tras haber de revistas ni el radioyente, ni, en gran parte, el lector de
leído el segundo periódico del día, es hora ya de acostarse. periódicos quien sostiene la empresa, sino el anunciante.
En este aspecto peculiar, las comunicaciones de ma- Las grandes firmas comerciales financian la producción y
sas pueden ser incluidas entre los más respetables y efi- la distribución de los mass-media y, en general, quien paga
cientes de los narcóticos sociales. Pueden ser tan plena- la orquesta es también quien escoge lo que ésta ha de to-
mente efectivos como para impedir que el adicto reco- car.
nozca su propia enfermedad.
Es evidente que los mass-media han elevado el nivel
de información de amplios sectores de población, pero,
muy al margen de la intención, cabe que las dosis crecien- Conformismo social
tes de comunicaciones de masas puedan estar transfor-
mando inadvertidamente las energías de muchos que pa- Puesto que los mass-media son sustentados por gran-
san de la participación activa al conocimiento pasivo. des complejos del mundo de los negocios enclavados en el
Apenas se puede dudar de la incidencia de esta disfun- actual sistema social y económico, los medios contribuyen
ción narcotizante, pero la extensión con la que actúa está al mantenimiento de este sistema. Esta contribución no
por determinar. La investigación de este problema per- aparece simplemente en el anuncio del producto del pa-
siste como una de las muchas tareas a las que todavía se trocinador, sino más bien por la presencia en relatos de
enfrenta el estudioso de las comunicaciones de masas. revistas, programas de radio y columnas de diarios, de
algún elemento de información, algún elemento de apro-
bación de la actual estructura de la sociedad; esta reafir-
Estructura de la propiedad y control de los mación continuada del orden establecido subraya el deber
«mass-media» de aceptarlo.
En la medida en que los medios de comunicación de
Hasta el momento hemos considerado los mass-media masas han tenido una influencia sobre sus audiencias,
al margen de su vinculación a una particular estructura ésta no sólo se ha revelado en lo que se dice, sino, más
social y económica. Pero es evidente que los efectos socia- significativamente, en lo que no se dice, ya que estos me-
les de los medios variarán al variar el sistema de propie- tí ios no sólo siguen afirmando el statu quo sino que además
dad o pertenencia y de control. Por tanto, considerar los dejan de suscitar preguntas esenciales acerca de la estruc-
efectos sociales de los mass-media norteamericanos equi- tura de la sociedad. En consecuencia, al llevar hacia el
vale tan sólo a tratar los efectos de estos medios como conformismo y al facilitar muy poca base para una esti-
empresas de propiedad privada y bajo una administración mación crítica de la sociedad, los mass-media bajo patro-
orientada hacia el beneficio. Es sabido que esta circuns- cinio comercial restringen, indirecta pero efectivamente,
tancia no es inherente a la naturaleza tecnológica de los oí desarrollo convincente de una visión genuinamente crí-
mass-media. En Inglaterra, por ejemplo, y ello sin hablar tica.
de Rusia, la radio está, para todo fin y propósito, contro- No es que no tengamos en cuenta el ocasional artículo
lada y operada por el gobierno, del que es propiedad. o programa radiado con intensión crítica, pero estas ex-
La estructura del control es totalmente distinta en Es- cepciones son tan escasas que se pierden en el avasallador
tados Unidos. Su característica primordial proviene del torrente de los materiales conformistas...
hecho de que, salvo las películas y los libros, no es el lector Puesto que nuestros mass-media comercialmente pa-
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trocinados promueven una obediencia inconsciente a imprentas, las emisoras de radio y los estudios cinemato-
nuestra estructura social, no cabe confiar en ellos para que gráficos. Las columnas de crítica abundan en este tipo de
elaboren cambios, aunque se trate de cambios ínfimos, en quejas.
esa estructura. Es posible reseñar ciertas evoluciones en En cierto modo, esto no requiere ulterior discusión.
el aspecto contrario, pero bajo una minuciosa inspección, Es lógico que las mujeres acosadas a diario, durante tres
resultan ilusorias. Un grupo comunitario puede pedir al o cuatro horas, por una docena de seriales radiofónicos
productor de un programa de la radio que inserte en éste consecutivos, todos ellos del mismo corte lamentable, ex-
el tema de las actitudes raciales tolerantes. De juzgar el hiban una penosa carencia de juicio estético. Y esta im-
productor que el tema no ofrece riesgo, que no antagoni- presión se ve reforzada por el contenido de las «revistas
zará a ninguna parte sustancial de su audiencia, puede del corazón», por la deprimente abundancia de films stan-
acceder, pero a la primera indicación de que se trata de dard repletos de héroes, heroínas y villanos que actúan en
un tema peligroso, capaz de alienar a clientes potenciales, una atmósfera fabricada con sexo, pecado y éxitos.
se negará, o pronto abandonará el experimento. Los ob- Ahora bien, si no somos capaces de localizar estas
jetivos sociales son abandonados por los medios comer- pautas en términos históricos y sociológicos, ¿nos encon-
cializados cuando chocan con los intereses económicos. traremos confusamente entregados a condenar sin com-
Unas pequeñas muestras de opiniones «progresistas» tie- prensión, realizando una crítica sólida pero en su mayor
nen muy leve importancia ya que sólo son incluidas por parte irrelevante? ¿Cuál es el status histórico de este nivel,
aquiescencia de los patrocinadores y únicamente con la notoriamente bajo, del gusto popular? ¿Son los míseros
condición de que sean lo bastante aceptables como para vestigios de pautas que en otro tiempo fueron mucho más
no alienar a ninguna parte apreciable de la audiencia. La altas? ¿Son en su mayor parte, valores recién nacidos sin
presión económica alienta el conformismo a través de la relación con las pautas más elevadas de las que supues-
omisión de las cuestiones polémicas. tamente han descendido, o son un ínfimo sustituto que
cierra el paso al desarrollo de modelos superiores y a la
expresión de una alta finalidad estética?
Si hemos de considerar los gustos estéticos en su ubi-
Impacto sobre el gusto popular cación social, debemos reconocer que la audiencia efec-
tiva para las artes ha experimentado una transformación
Puesto que la mayor parte de nuestra radio, nuestro histórica. Hace unos siglos, esta audiencia quedaba ma-
cine y nuestras revistas, así como una parte considerable yoritariamente limitada a una élite aristocrática. Eran re-
de nuestros libros y periódicos, están destinadas al «entre- lativamente pocos quienes sabían leer, y muy pocos quie-
tenimiento», es obligado considerar el impacto de los nes disponían de medios para comprar libros, para ir al
mass-media sobre el gusto popular. teatro o para viajar a los centros urbanos de las artes. Tan
De preguntar al norteamericano medio con cierta pre- sólo una pequeñísima fracción, posiblemente no más del
tensión de cultura literaria o estética, si las comunicacio- uno al dos por ciento de la población, componía el público
nes de masas han tenido algún efecto sobre el gusto po- electivo para las artes. Estos pocos afortunados cultiva-
pular, nos contestaría sin duda con un «sí» rotundo. Es ban sus gustos estéticos, y su exigencia selectiva dejó su
más, citando ejemplos en abundancia, insistiría en que los huella en forma de unas pautas artísticas relativamente
gustos estéticos e intelectuales han sido degradados por el ultas.
flujo de triviales productos estereotipados surgidos de las Con la amplia difusión de la educación popular y con
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la aparición de las nuevas técnicas de la comunicación de
masas, se desarrolló un mercado enormemente ampliado tigación disciplinada. Uno desearía saber, por ejemplo, si
para las artes. Ciertas formas de música, teatro y litera- los mass-media han despojado a la élite intelectual y artís-
tura llegan hoy, virtualmente, a todos los componentes de tica de las formas artísticas que de otro modo le hubieran
nuestra sociedad. Por esto, desde luego, hablamos de me- sido accesibles. Y esto implica investigar la presión ejer-
dios de comunicación de masas y de arte de masas. Y las cida por la audiencia de los mass-media sobre los indivi-
grandes audiencias de los mass-media, aunque en su gran duos creativos para amoldarlos a los gustos de las masas.
mayoría alfabetizadas, no poseen una elevada cultura; de En toda época han existido escritores mercenarios, pero
hecho, una mitad de la población ha dejado su educación sería importante averiguar si la electrificación de las artes
organizada al abandonar la escuela elemental. suministra corriente para una proporción mucho mayor
Con el ascenso de la educación popular se ha produ- de mortecinas luces literarias. Y ante todo sería esencial
cido un declive similar en el gusto popular. Un gran nú- determinar si los mass-media y los gustos de las masas
mero de personas han adquirido lo que cabría denominar están necesariamente vinculados en un círculo vicioso de
«alfabetización formal», es decir, capacidad para leer, pautas en pleno deterioro o si una acción apropiada por
para captar significados toscos y superficiales, y una co- parte de los directores de los mass-media podría iniciar un
rrelativa incapacidad para una total comprensión de lo círculo virtuoso de gustos que mejorasen acumulativa-
que leen. En otras palabras, se ha creado una zanja pro- mente entre sus audiencias. Dicho de manera más con-
funda entre alfabetización y comprensión. La gente lee creta: ¿están atrapados los realizadores de los mass-media
más pero comprende menos. Leen más personas, pero son comercializados en una situación en la que, cualquiera
proporcionalmente menos las que asimilan críticamente sean sus preferencias privadas, no pueden elevar radical-
lo que leen. mente las pautas estéticas de sus productos?
Nuestra formulación del problema debería ser llana. Debería indicarse, de paso, que es mucho lo que queda
Es desorientador hablar simplemente del decilve de los por aprender en lo referente a pautas apropiadas para el
gustos estéticos. Las audiencias de masas probablemente arte de masas. Es posible que unas normas concretas para
abarcan un mayor número de personas con un nivel esté- lormas artísticas producidas por un reducido grupo de ta-
tico culto, pero éstas son absorbidas por las grandes masas lentos creativos para una audiencia reducida y selecta no
que constituyen la nueva e incontrolada audiencia para sean aplicables a las formas de arte producidas por una
las artes. En tanto que ayer la élite constituía virtual- Industria gigantesca para la población en general. Los co-
mienzos de la investigación sobre este problema son sufi-
mente la totalidad de la audiencia, hoy es una fracción cientemente sugestivos como para merecer estudios más
diminuta del todo. Por consiguiente, el nivel medio de las profundos.
pautas estéticas y los gustos de las audiencias ha bajado, Los experimentos esporádicos, y por consiguiente no
pese a que los gustos de ciertos sectores de la población
indudablemente han ascendido y el total de personas ex- eoncluyentes, de elevar niveles, han topado con profunda
puestas al contenido de los medios de comunicación ha resistencia por parte de las audiencias de masas. En al-
aumentado enormemente. gunas ocasiones, las redes de radiodifusión han tratado de
Pero este análisis no contesta directamente a la pre- implantar un serial con un programa de música clásica, o
gunta acerca de los efectos de los mass-media sobre el comedias estereotipadas por discusiones sobre cuestiones
gusto del público, una cuestión tan compleja como inex- públicas. En general, la gente a la que se suponía benefi-
plorada. La respuesta sólo puede proceder de una inves- ciada por esta reforma programática se ha negado, sim-
plemente, a dejarse beneficiar. Han dejado de escuchar.
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La audiencia se ha empequeñecido. Los investigadores
I a la misma existencia de los mass-media y llegamos a la
han mostrado, por ejemplo, que los programas radiados conclusión de que se puede haber exagerado en este punto.
de música clásica tienden a conservar más bien que a A este respecto, sin embargo, señalamos varias consecuen-
crear interés en la música clásica y que los nuevos intere- cias de la existencia de los mass-media: su función otor-
ses que surgen son típicamente superficiales. En su ma- gadora de status, su función de inducir a la aplicación de
yoría, los oyentes de estos programas han adquirido pre- normas sociales, y su disfunción narcotizante. Segundo,
viamente interés por la música clásica, y los pocos cuyo indicamos los constreñimientos puestos por una estruc-
interés es iniciado por los programas se ven movidos por tura de propiedad comercializada y de control sobre los
composiciones melódicas y piensan en la música clásica mass-media como agencias de crítica social y como por-
exclusivamente en función de Tchaikovsky, Rimski-Kor- tadores de altos valores estéticos.
sakov o Dvorak. Pasamos ahora al tercer y último aspecto del papel
Las soluciones propuestas para estos problemas son social de los mass-media: las posibilidades de utilizarlos
más bien fruto de la fe que del conocimiento. La mejora para avanzar hacia los objetivos sociales previstos.
de los gustos masivos a través de la mejora en los produc-
tos artísticos de tipo masivo no es una cuestión tan simple
como nos gustaría imaginar. Cabe en lo posible, desde
luego, que no se haya realizado un esfuerzo a fondo. Me-
diante un triunfo de la imaginación sobre la actual orga- Propaganda para objetivos sociales
nización de los mass-media, cabe concebir una censura ri-
gurosa sobre todos los medios de modo que no se permi- La cuestión final tal vez ofrezca un interés más directo
tiese en imprenta, en el éter o en cine nada que no fuese para el lector que las otras comentadas hasta ahora. Re-
«lo mejor que haya sido pensado o dicho en el mundo», presenta para nosotros una especie de desafío puesto que
pero la posibilidad de que un cambio radical en la apor- facilita los medios para resolver la paradoja aparente a la
tación de arte para las masas remodelase a su debido que nos hemos referido: la que surge de la aserción de que
tiempo los gustos de las audiencias masivas sigue siendo el significado de la propia existencia de los mass-media ha
materia de pura especulación. Se necesitan décadas de sido exagerado y las múltiples indicaciones sobre las in-
experimentación e investigación. Hoy en día, es muy poco fluencias que ejercen los medios sobre sus audiencias.
lo que sabemos acerca de los métodos para mejorar los ¿Cuáles son las condiciones para el uso efectivo de los
gustos estéticos, y nos consta que algunos de los métodos mass-media en lo que cabría denominar «propaganda
sugeridos son inefectivos. Contamos con abundantes an- para objetivos sociales», por ejemplo, la promoción de re-
tecedentes de fracasos y, de reanudarse esta discusión laciones de raza no discriminatorias, las reformas educa-
dentro de 30 años, tal vez pudiésemos aportar con la tivas, o las actitudes positivas con respecto al trabajo or-
misma confianza nuestros conocimientos sobre logros po- ganizado? La investigación indica que, como mínimo, una
sitivos. de las tres condiciones debe ser satisfecha si esta propa-
Llegados a este punto, podemos hacer una pausa para ganda ha de resultar efectiva. Estas condiciones pueden
contemplar el camino que hemos recorrido. Como intro- ser designadas brevemente como: 1) monopolización, 2)
ducción, consideramos la amplia preocupación por el lu- canalización antes que cambio de los valores básicos, y 3)
gar que ocupan los mass-media en nuestra sociedad. A con- contacto suplementario cara a cara. Cada una de estas
tinuación, examinamos primero el papel social atribuible condiciones merece un comentario.
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Monopolización Esta imagen de un ídolo popular hubiera tenido una
repercusión mucho menor de haber estado sometida a
Esta situación se da cuando hay poca o ninguna opo- contrapropaganda. Esta neutralización ocurre, por ejem-
sición en los mass-media a la difusión de valores, políticas plo, como resultado de las campañas preelectorales por
o imágenes públicas. Es decir, la monopolización de los parte de republicanos y demócratas. En general, como ha
mass-media tiene lugar en ausencia de contrapropaganda. demostrado un estudio reciente, la propaganda emitida
En este sentido restringido, la monopolización de los por cada uno de estos partidos neutraliza los efectos de la
mass-media se encuentra en diversas circunstancias. Co- propaganda del otro. Si ambos partidos omitieran por
rresponde, desde luego, a la estructura política de la socie- completo sus campañas a través de los mass-media, es
dad autoritaria, donde el acceso a los medios de comuni- muy probable que el efecto neto fuese una reproducción
cación está totalmente cerrado a quienes se oponen a la de la actual distribución de votos.
ideología oficial. La evidencia sugiere que este monopolio Esta pauta general ha sido descrita por Kenneth
desempeñó su papel permitiendo a los nazis mantener su Burke en su obra Altitudes toward History: «Los hombres
control sobre el pueblo alemán. de negocios compiten entre sí tratando de ensalzar cada
Pero esta misma situación es aproximada en otros sis- uno su artículo de modo más persuasivo que sus rivales,
temas sociales. Durante la guerra, por ejemplo, el go- en tanto que los políticos compiten calumniando a la opo-
bierno de Estados Unidos utilizó la radio, con cierto éxito, sición. Cuando se suma todo, se obtiene un total de abso-
para promover y mantener una identificación con el es- luta alabanza por parte de los negocios y un total de ab-
fuerzo bélico. La efectividad de estos esfuerzos para edi- soluta calumnia en lo que se refiere a política».
ficar la moral debióse en gran parte a la ausencia, virtual- En la medida en que las opuestas propagandas polí-
mente total, de la contrapropaganda. ticas en los mass-media estén equilibradas, el efecto neto
Surgn situaciones similares en el mundo de la pro- es negligible. En cambio, la monopolización virtual de los
paganda comercial. Los mass-media crean ídolos popula- medios para unos objetivos sociales dados producirá efec-
res. La imagen pública de la animadora de radio Ka te tos evidentes en las audiencias.
Smith, por ejemplo, es descrita por Merton (1949) como
una mujer de insuperable comprensión hacia las mujeres
norteamericanas, una guía y tutora espiritual, y una pa-
triota cuyas opiniones en los asuntos públicos debían ser Canalización
tomadas muy en serio. Unida a las virtudes cardinales
norteamericanas, la imagen pública de Kate Smith no se La creencia en el enorme poder de las comunicaciones
encuentra sometida, en aspecto alguno, a la contrapropa- de masas parece brotar de casos afortunados de propa-
ganda. No se trata de que no tenga competidores en el ganda monopolística o de la publicidad. Sin embargo, el
mercado de la publicidad por radio, pero no hay ninguno salto desde la eficacia del anuncio a la supuesta eficacia
que se dedique sistemáticamente a cuestionar lo que ella de la propaganda que apunta a actitudes profundamente
haya dicho. En consecuencia, una animadora soltera que arraigadas y conductas implicadas en el ego es tan inse-
tiene unos ingresos anuales de seis cifras puede ser con- guro como peligroso. Anunciar es una actividad dirigida
templada por millones de mujeres norteamericanas como generalmente a la canalización de pautas de comporta-
una madre de familia, gran trabajadora y conocedora de miento o actitudes preexistentes; rara vez trata de instalar
la receta para vivir con mil quinientos dólares al año. nuevas actitudes o de crear pautas de conducta significa-
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tivamente nuevas. «Anunciar cuesta» porque general-
mente trata una simple situación psicológica. Para los
norteamericanos familiarizados en el uso de un cepillo
para los dientes, poca diferencia representa, relativa-
mente, la marca de cepillo que empleen. Una vez estable-
cida la pauta general de conducta o la actitud genérica,
I suministro central de propaganda (Coughlin con sus dis-
cursos a través de una red de ámbito nacional), la distri-
bución coordinada de periódicos y folletos, y las discusio-
nes cara a cara localmente organizadas entre grupos re-
lativamente pequeños constituyeron un conjunto de re-
fuerzo recíproco por parte de mass-media y de relaciones
ésta puede ser canalizada en una u otra dirección. La re- personales que permitió un éxito espectacular.
sistencia es muy leve. Sin embargo, la propaganda masiva Los especialistas en movimientos de masas han re-
suele enfrentarse a una situación más compleja. Puede pudiado la opinión de que la propaganda masiva en sí y
buscar objetivos que topen con actitudes subyacentes. de por sí cree o mantenga el movimiento. El nazismo no
Puede tratar de reformar más bien que de canalizar los alcanzó su breve momento de hegemonía mediante la cap-
actuales sistemas de valores. Y puede que los éxitos de la tura de los medios de comunicación de masas. Los medios
publicidad sólo reflejen los fracasos de la propaganda. desempeñaron un papel secundario al complementar la
Gran parte de la propaganda actual, destinada a la aboli- violencia organizada, la distribución organizada de re-
ción de prejuicios étnicos y raciales muy hondos, por compensas a la conformidad, y los centros organizados de
ejemplo, no parece haber tenido una gran efectividad. adoctrinamiento local. La Unión Soviética ha hecho tam-
Los medios de comunicación de masas, pues, han sido bién un uso impresionante de los mass-media para adoc-
utilizados efectivamente para canalizar actitudes básicas, trinar a poblaciones enormes con las ideologías apropia-
pero hay muy pocas pruebas de que hayan servido para das, pero los organizadores del adoctrinamiento cuidaron
cambiar estas actitudes. de que los mass-media no actuasen por sí solos. «Esquinas
rojas», «cabanas de lectura» y «centros de escucha» cons-
tituían puntos de reunión en los que grupos de ciudadanos
eran expuestos en común a los medios. Los 55.000 clubs y
Complementación salas de lectura instalados en 1933 permitieron a las élites
ideológicas locales comentar con los lectores corrientes el
La propaganda masiva que no es ni monopolística ni contenido de lo que éstos leían. La relativa escasez de apa-
canalizante en su carácter puede, sin embargo, resultar ratos de radio en los hogares facilitó también la escucha
efectiva si satisface una tercera condición: la complemen- en grupo y las discusiones colectivas sobre los temas es-
tación a través de contactos cara a cara. cuchados.
Un caso ilustrará la relación entre mass-media e in- En estos casos, la maquinaria de la persuasión masiva
fluencias cara a cara. El aparente éxito propagandístico incluyó el contacto cara a cara en organizaciones locales
conseguido hace unos años por el padre Coughlin no pa- como un anexo a los mass-media. La respuesta individual
rece, una vez inspeccionado, haber resultado primordial- privada a los materiales presentados a través de los ca-
mente del contenido propagandístico de sus charlas por nales de comunicación de masas fue considerada inade-
radio. Fue, más bien, el producto de esas charlas propa- cuada para transformar la exposición a la propaganda en
gandísticas centralizadas y de extensas organizaciones lo- efectividad propagandística. En una sociedad como la
cales que dispusieron que sus miembros las escucharan, nuestra, en la que el patrón de burocratización todavía no
siguiéndolas con discuciones entre sí acerca de las opinio- ha llegado a estar tan implantado o, por lo menos, tan
nes sociales por él expresadas. Esta combinación de un claramente cristalizado, se ha observado, asimismo, que

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los mass-media muestran su máxima efectividad en con- sociales básicas implican algo más que una mera canali-
junción con los centros locales de contacto cara a cara zación de actitudes básicas preexistentes, ya que exigen,
organizado. más bien, cambios sustanciales en actitud y comporta-
Varios factores contribuyen a la mayor efectividad de miento. Finalmente, por la más obvia de las razones, la
esta reunión de medios de comunicación de masas y con- estrecha colaboración de mass-media y centros localmente
tacto personal directo. Está bien claro que las discusiones organizados para un contacto cara a cara, rara vez ha sido
locales sirven para reforzar el contenido de la propaganda conseguida en grupos que luchan por un cambio social
de masas. Esta confirmación mutua produce un «efecto de planificado. Tales programas son caros, y son precisa-
afianzamiento». Segundo, la centralización de las decisio- mente tales grupos los que pocas veces disponen de los
nes aligera las responsabilidades de los subalternos en su cuantiosos recursos necesarios para estos caros progra-
tarea con los movimientos populares: los subalternos no mas. Generalmente, los grupos progresistas situados en
han de lanzar el contenido propagandístico por sí mismos; los bordes de la estructura del poder no poseen los amplios
sólo han de pilotar a los conversos en potencia hacia la medios financieros de los grupos bien establecidos en el
radio donde se está exponiendo la doctrina. Tercero, la centro.
aparición de un representante del movimiento en una red Como resultado de esta situación de tres vertientes, el
de ámbito nacional, o su mención en la prensa del país, papel actual de los medios queda limitado, en su mayor
sirve para simbolizar la legitimidad y la importancia del parte, a las preocupaciones sociales periféricas y los me-
movimiento. No es una empresa impotente o inconse- dios de comunicación no muestran el grado de poder so-
cuente. Los mass-media, como hemos visto, confieren sta- cial que corrientemente les es atribuido.
tus, y el status del movimiento nacional se refleja en el de Al mismo tiempo, y en virtud de la actual organiza-
las células locales, consolidando con ello las decisiones ción de la propiedad comercial y el control de los mass-
tentativas de sus miembros. En esta distribución mutua, media, éstos han servido para cimentar la estructura de
el organizador local asegura una audiencia para el porta- nuestra sociedad. El sistema de mercado se aproxima a un
voz nacional, y el portavoz nacional da validez al status virtual «monopolio psicológico» de los mass-media. Los
del organizador local. anuncios comerciales en la radio y los periódicos funcio-
Este breve resumen de las situaciones en las que los nan, desde luego, en un contexto que ha recibido la deno-
mass-media consiguen su máximo efecto propagandístico minación de sistema de libre empresa. Además, el mundo
puede resolver la aparente contradicción que se presentó del comercio se ocupa primordialmente de canalizar más
al iniciar nuestro comentario. Los mass-media demues- bien que de cambiar radicalmente actitudes básicas; sólo
tran ser más efectivos cuando operan en una situación de trata de crear preferencias por una marca de producto en
virtual «monopolio psicológico», o cuando el objetivo con- vez de otra. Los contactos cara a cara con aquellos que
siste en canalizar más que en modificar unas actitudes han sido socializados en nuestra cultura sirven, principal-
básicas, o cuando actúan conjuntamente con unos contac- mente, para reforzar las pautas culturales prevalecientes.
tos cara a cara. Por consiguiente, las mismas condiciones que procu-
Pero estas tres condiciones rara vez son satisfechas ran la máxima efectividad a los medios de comunicación
conjuntamente en la propaganda en pro de objetivos so- de masas funcionan en pos del mantenimiento de las es-
ciales. En la medida en que la monopolización de la aten- tructuras sociales y culturales existentes, y no en busca de
ción es rara, las propagandas opuestas entre sí gozan de cambios en las mismas.
libre juego en una democracia, y en general las cuestiones
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