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Las causas para la hipertrofia patológica pueden ser por causa mecánica o
sobrecarga (lo más frecuente), hormonal (de crecimiento, tiroides), genética o
secundaria a estimulación específica (inflamación, infecciones, tóxicos,
neoplasia). La sobrecarga puede ser de presión o sistólica (por afectar esa
parte del ciclo cardíaco) y, de volumen -mal llamada diastólica-, porque no sólo
actúa en la diástole sino que afecta todo el ciclo cardíaco. La única sobrecarga
diastólica como tal es el balón de contrapulsación aórtica.
La sobrecarga de presión al actuar sólo en una parte del ciclo cardíaco, induce
cambios ciertamente distintos a la sobrecarga de volumen. Desde el punto de
vista de ultraestructura, se ha documentado que existe una mayor proporción
de discos intercalares que permite no sólo una mayor sujeción de fibras, así
como mayor número de mitocondrias de menor tamaño, lo que explica algunos
cambios en comportamiento metabólico y electrofisiológico. Existen vías de
señalamiento que convergen en componentes específicos de la maquinaria
intracelular para incrementar las proteínas contráctiles dentro de la sarcómera,
como los factores de transcripción de acetiltransferasas y deacetilasas que
modifican la fosforilación.
La cardiomiopatía hipertrófica se debe a un desbalance entre síntesis y
degradación de proteínas contráctiles. La vida promedio de las proteínas
contráctiles es de 5 a 7 días, de tal forma que el corazón del humano adulto
puede regenerar sus
proteínas entre 3 a 4
semanas. La remodelación
de la longitud de la
sarcómera en respuesta al
estrés mecánico es
modulada por enzimas del
tipo de las cinasas. 1
En contraste, las
sobrecargas de volumen
inducen cambios menos
drásticos en la
ultraestructura, ya que el
estrés parietal es menor y
Ilustración- Marín A.. Hipertrofia ventricular izquierda. Parte I. mimetiza más a la hipertrofia
2016 fisiológica. Cuando la
sobrecarga volumétrica pura
es extrema, la contractilidad disminuye al elongarse demasiado la fibra y se
pierde el fenómeno de Starling.
El corazón es el encargado de aumentar la presión sanguínea a través del
incremento del volumen de sangre eyectada hacia las arterias. Para lograrlo
debe incrementarse el tamaño de los ventrículos, y crece el volumen sanguíneo
acumulado en diástole. Lo cual se traduce en un ascenso de la fuerza de
contracción muscular. Esto sucede en un corazón aparentemente sano. Es
necesario mencionar que el aumento del tamaño de los miocitos, y no así de su
número, se traduce en la Hipertrofia Ventricular Izquierda (HVI) y esta no se
acompaña de un aumento de la vascularización ni del riego sanguíneo. A las
disfunciones diastólicas y sistólicas que acompañan a la HVI, existe la
compresión de las arterias coronarias, y las alteraciones del sistema de
conducción del corazón.
Ser un paciente hipertenso, es portar una condición fuertemente asociada a la
aparición de modificaciones estructurales adaptativas, como la Hipertrofia
Cardiaca, que al pasar el tiempo transforman la histo-arquitectura
macroscópica y microscópica del músculo cardíaco a causa de las cargas
mantenidas en sístole, diástole o en ambas que conllevan una modificación
hemodinámica del corazón. Por lo tanto, si bien en un principio la dilatación del
corazón e inicio de la remodelación miocárdica es compensatorio, se
transforma en uno de los puntos de partida para que el miocardio a medida que
se dilata, comienza a fallar como bomba eyectora. 2
2. Discusiones
3. Conclusiones
4. Bibliografía
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5. (Discusión Luis Pisfil) Gierthmuehlen M, Plachta D, Zentner J. Implant-
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