Tema 2: El proceso de composición textual

Componer un texto es distribuir las partes de un todo discursivo (ya se trate de un informe,
un artículo, un ensayo, una carta, una noticia, un reportaje, una participación en un foro
virtual académico…) en un orden tal que puedan constituir un sentido claro y completo.
Así, la composición es una adecuada planeación con base en el buen manejo del código
lingüístico, para producir textos coherentes y significativos que generen resonancia en el
lector.

Exploremos entonces, de manera breve, las fases esenciales en el proceso de escritura. Esto
es particularmente importante, puesto que aumenta nuestra conciencia acerca del proceso
de producción de ideas, su organización y textualización, y nos convierte en redactores más
eficientes.

Para sintetizar el proceso de composición textual, citemos en extenso a Peronard (2006),

quien nos explica que

Todo intento por escribir un texto pre-requiere que el futuro autor se sitúe en una situación
retórica en la que se distinguen tres momentos: tema (acerca de qué voy a escribir),
audiencia (a quién se lo voy a escribir) y propósito (para qué se lo voy a escribir). Una vez
teniendo esto en claro, es necesario el acopio de ideas para desarrollar el tema que pretende
comunicar, sea evocándolas de su memoria, sea buscándolas en otras fuentes, y finalmente
busque maneras de organizarlas. Cómo lo escribiré (textualización) y con qué cuidado lo
haré (revisión) dependerá de los tres factores contextuales mencionados anteriormente.
Ciertamente, estas actividades no deben entenderse, necesariamente, como secuenciales
pues, a menudo, las ideas se van agregando a medida que uno escribe y la revisión puede
llevar a una reorganización de ellas. (Peronard, 2006, p. 11)
Tabla 1

Ejemplos de marcadores discursivos según su función

1. El objetivo principal de
2. Se trata de un texto que
3. Con respecto a
4. Por lo que se refiere a
Introducción o inicio de un tema
5. Otro punto es
nuevo 6. En cuanto a
7. En relación con
8. Acerca de

1. De entrada
2. Ante todo
3. Antes que nada
4. Para empezar
5. Luego
Orden 6. Después
7. Al final
8. Para terminar
9. En primer lugar
10. En último término

1. Por un lado
2. Por otra parte
3. En cambio
4. Sin embargo
Distinguir
5. No obstante
6. Ahora bien
7. Por el contrario

1. Además
2. Luego
3. Después
Continuar sobre el mismo punto 4. Asimismo
5. Así
6. Así pues

Enfatizar 1. Ciertamente
2. Es más
3. Como si fuera poco
4. Es decir
5. En otras palabras
6. Dicho de otra manera
7. Como se ha dicho
8. Vale la pena decir
 9. Hay que hacer notar
10. Lo más importante
11. La idea central es
12. Hay que destacar
13. Hay que tener en cuenta que
14. Sea
15. Esto es
16. En efecto

1. Por ejemplo
2. En particular
3. En el caso de
4. A saber
Detallar
5. Así
6. Baste
7. Como botón de muestra

1. En síntesis
2. En resumen
3. En suma
4. En conclusión
5. Para finalizar
Resumir 6. Así pues
7. En definitiva
8. En conjunto
9. En pocas palabras
10. Recogiendo lo más importante

1. Antes
2. Ahora mismo
3. Anteriormente
4. Poco antes
5. Al mismo tiempo
6. Simultáneamente
7. En el mismo momento
Indicar tiempo
8. Entonces
9. Después
10. Más tarde
11. Más adelante
12. A continuación
13. Acto seguido

Indicar causa 1. Porque

2. Visto que
3. A causa de
4. Por razón de
5. Con motivo de
 6. Ya que
7. Puesto que
8. Pues
9. Dado que
10. Considerando que
11. Teniendo en cuenta que

1. En consecuencia
2. Por consiguiente
3. Por tanto
4. Así que
5. De modo que
Indicar consecuencia 6. Por lo cual
7. Razón por la cual
8. Por esto
9. Pues
10. Con que

1. Siempre que
2. En caso de que
3. Si
Indicar condición
4. Siempre y cuando
5. Con tal de que

1. Pero
2. Inversamente
3. A pesar de
4. En cambio
5. Antes bien
6. No obstante
Indicar oposición o contraste 7. Ahora bien
8. Por el contrario
9. Con todo
10. Por el contrario
11. Sin embargo
12. De todas maneras

1. Aunque
2. Si bien
Indicar objeción 3. Por más que
4. Aun + gerundio

Adición 1. Y
2. También
3. Además
4. Más
5. Aún
 6. Agregando a lo anterior

Fuente: Cassany, D. (1999). La cocina de la escritura (pp. 155-157).

Por otra parte, una de las claves del buen estilo es la invisibilidad. Esto quiere decir que las
“bisagras” que unen frases y párrafos deben ser muy sutiles, oportunas y precisas, para que
no se produzcan ruidos molestos ni bloqueos, ni se trasmita una falsa imagen de cohesión
cuando el lector se pasea por la prosa.

Expresiones como: sin embargo, toda vez, de otra parte, además, así... actúan como
“bisagras” o “soldaduras” que unen o hilan el discurso. Muchas veces estas locuciones
adverbiales y conjuntivas se usan sin mucho criterio, creando una falsa imagen de unidad.
Por ello, es conveniente emplearlas solo para mostrar una relación que de otra manera no
sería clara (Díaz, 1995, p, 44). De ahí la importancia de releer el texto una vez terminado
para detectar si hay un ‘además’ o un ‘entretanto’ o ‘por un lado’ que no quieran decir de
modo exacto que hay algo además o que sucedió otro hecho mientras tanto o si hay por una
parte y no hay por otra.