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de lo RURAL a lo URBANO, de Henry Lefebvre

AUTOR:
Nombre: Henry Lefebvre
NOMBRAMIENTOS ACADÉMICOS
NOMBRAMIENTOS INSTITUCIONALES
INVESTIGACIÓN:
LIBROS:
ARTÍCULOS:

ACTIVIDAD EDITORIAL y EVALUACIÓN de la INVESTIGACIÓN:


CONFERENCIAS y PANELES:

MEDIOS de COMUNICACIÓN:
IDIOMAS:

AFILIACIÓN

CONTEXTO HISTÓRICO:

SÍNTESIS:

RESUMEN:
Cáp. 1: Problemas de Sociología Rural:

El estudio de una aglomeración rural, en cualquier país, da a conocer en su estudio, equilibrios


más sutiles de lo que podría esperarse encontrarse a priori: proporciones entre la extensión de las
tierras de labores agrícolas, distribución de los bosques y pastos, entre los grupos de integrantes
humanos y no humanos que subsisten de su pedazo de tierra. En este estudio, estos campesinos
demuestran una consciencia, como lo dice el autor, pero lo llamaríamos mejor; trascendencia,
aquella originalidad difícil de captar y más difícil todavía de definir.
Una nueva agricultura, de tipo capitalista, aparece según el autor, y encuentra en sus teóricos que
la investigan, sus ideólogos: los fisiócratas 1. Pero hay que esperar el final de lo que la historia
llaman, quizá con algo de exageración, la «revolución agrícola del siglo XVIII; la revolución
industrial de la economía, o sea el predominio naciente de la industria sobre la agricultura, y de la
ciudad sobre el campo, para que los ideólogos descubran en ella misma y por ella misma la
realidad campesina.

El autor se pregunta ¿Por qué Le Play se interesó por los campesinos, las comunidades familiares
y rurales? Y Según este, porque en ellas se descubían virtudes, o valores morales: la estabilidad,
la obediencia, y la resignación. Lo dice explícitamente, sin ni siquiera pararse a reconocer que
estos valores «morales» son al mismo tiempo y especialmente valores políticos, según Lefrebve.
En los países en que se ha investigado esto, según éste, son Francia y Estados Unidos, en donde
la sociología rural se ha convertido recientemente en ciencia especializada, y hasta en una rama
de la sociología general, siendo enseñada en las universidades. Este puesto privilegiado se
explica, quizás por los graves problemas planteados por la agricultura americana. No obstante, la
aportación de los enormes tratados de Sociología Rural no está siempre en proporción a su
amplitud. En lo concerniente a la comunidad rural -el pueblo-. En la URSS el estudio de la
realidad campesina está necesariamente unido al intento de transformar esta realidad. Es decir, a
la teoría económica y política. La sociología rural tiene, sin embargo, su objeto propio: el análisis
de las tradiciones locales o nacionales aún vigentes. La sociología rural estudia las condiciones
concretas de la vida campesina, los sistemas de cultivos elaborados por la evolución histórica y
que la agrobiología vuelve parcialmente a considerar, como la alternación de ellos, o los
policultivos. La comunidad rural se mantiene, y se defiende ante los intentos de acabarla. En su
<<lucha>>, parece desaparecer o más bien se reconstituye bajo modos de producción muy
diferentes: esclavista feudal, capitalista, o llamada socialista. Persiste, más o menos viva, ya sea
en ascensión o en su disolución, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días; ciertamente
no extraña a las vicisitudes de la historia y las transformaciones económicas, políticas; pero ahora
cargada con vida e historia propias. Sin lugar a dudas constituye pues una forma de comunidad
muy importante, tal y como es la familia, o la nación, y se transforman, se desarrollan o

1
Afirmaban la existencia de una ley natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico
estaría asegurado sin la intervención del Estado.
desaparecen en condiciones determinadas ante el nivel de las fuerzas productivas y el modo de
producción de su país.
El autor saca a colación dos términos importantes, a saber: Propiedad colectiva y propiedad
indivisa. Las explicaré una a una. Propiedad Colectiva. Designaban una organización social en la
cual no quedaría ya de por si apropiación privada. El régimen social del llamado clan, basado en
la recogida de alimentos silvestres y en la caza y la pesca, se acercaría en el pasado de nuestra
historia a este límite. Pero las palabras <<propiedad colectiva>> designan también el derecho
eminente que se reservan ciertos tipos de comunidad, dejando a sus grupos primarios –que son
entendidos como familias o pueblos- el goce, uso, usufructo y posesión útil de los suelos. Las
palabras «propiedad indivisa, designan, al contrario, la parte del suelo que no es, o no ha sido
todavía atribuida a los llamados grupos primarios, cuando ya la propiedad privada se ha
estabilizado. La indivisión coexiste, pues, con la propiedad privada, a pesar de existir entre estos
dos términos un gran y profundo conflicto.
Respecto lo que se entiende por comunidad rural, -o campesina-, el autor lo define como una
agrupación social que organizaba, según modalidades históricamente determinadas, un conjunto
de familias fijadas al suelo. Estos grupos primarios poseen por una parte bienes colectivos o
indivisos, y por otra, bienes privados, según relaciones variables; pero siempre histórica y
localmente determinadas.
Deducimos, y en eso estamos con el autor de acuerdo pues, que la comunidad rural no tiene nada
de inmutable o eterna. En ciertas condiciones desapareció o desaparecerá. Quizá desaparezca
completamente: en las formas industrializadas de la agricultura (la gran granja capitalista, o, con
una estructura económica y social totalmente distinta. En suma, el autor de este artículo del libro
pone a considerar el estudio histórico-sociológico de la comunidad campesina como uno de los
hilos conductores a seguir en la complejidad de los hechos humanos.
Hoy día la vida campesina carece de autonomía. No puede evolucionar de acuerdo con leyes
propias: se relaciona de muchas maneras con la economía general, la vida nacional, la vida
urbana. la tecnología moderna... Sin embargo, el estudio de esta rica y compleja realidad en el
pasado y en el presente, se encuentra sin cesar ante la existencia o la prolongación de una
formación original: la comunidad rural. ¿Qué son hoy casi todos nuestros pueblos, excepción
hecha de las tendencias recientes? ¡Comunidades en plena disolución!, según el autor. Este breve
estudio ha establecido, o al menos sugerido, la posibilidad de una teoría explicativa de esta
formación original, reconstituyendo y poniendo en eslabones de pensamiento sus momentos
sucesivos; pero sin separarlos de la historia general y de la vida social. Si es cierto que la
comunidad campesina puede renacer en la actualidad, en función de exigencias modernas y sobre
bases modernas, nada más interesante que este renacimiento; quizá de este resurgir pueda surgir
un sentido nuevo de la Tierra.

Cáp. 2: Clases Sociales en la Sociedad Rural:


Este artículo se basa en la región Toscana2. La estructura agraria de Toscana nos muestra la
enorme influencia de la ciudad en el campo, como centro económico y político. Florencia, Siena,
Pisa, Lucca, Pistoia, han modelado absolutamente los campos que las rodean. A partir del siglo
XIII, la antigua aristocracia terrateniente de origen feudal y la nueva aristocracia urbana, de
origen mercantil y banquero, reorganizan sus dominios rurales. Con el dominio señorial, la
productividad no podía aumentar, no teniendo el trabajador ningún interés; en cuanto a los
siervos, o bien pagaban en especies o en rentas fijadas en dinero, dependientes de hecho de las
fluctuaciones del mercado o de la moneda. Los terratenientes deseaban evitar la seguridad de las
rentas, que habría podido traer consigo la liberación del campesino y la constitución de una clase
predominante de pequeños propietarios. Con la aparcería, el campesino llegaba a ser libre,
concesionario perpetuo y heredero de la explotación; lo que para nada le gustaba al dueño de la
tierra. Ergo, o en consecuencia, la aparcería 3 se hubiera podido evolucionar hacia una explotación
de tipo capitalista; tal y como sería la granja 4. Es la evolución seguida, corno sabemos, en el
Norte de Italia en la Francia septentrional, donde la aparcería ha desaparecido prácticamente, En
Toscana, al contrario, la detención del desarrollo de las ciudades, llevó consigo su estancamiento
y que se mantuviera en el tiempo la aparcería.
Sólo el granjero que paga una renta del suelo fija, y en dinero, según el autor puede acumular
capital, invertirlo productivamente, y beneficiarse en parte de sus inversiones. Desde hace varios
2
Perteneciente a Italia, este estado en la actualidad produce, aunque su importancia decae, la agricultura aún
contribuye a la economía de la región. En las zonas de tierra adentro de la región se cultivan los cereales, las patatas,
las aceitunas y las uvas usadas para elaborar vino. Las zonas pantanosas, bonificadas, producen actualmente
hortalizas, arroz, tabaco, remolacha y girasoles. En:
http://circa.europa.eu/irc/dsis/regportraits/info/data/en/ite1_geo.htm
3
Que es aquel contrato de tipo asociativo por el cual el propietario de una finca rústica encarga a una persona física
la explotación agrícola de dicha finca a cambio de un porcentaje de la cosecha.
4
es un terreno rural en el cual se ejerce la agricultura o la cría de ganado, ya sea este menor o mayor. Una granja
incluye las diversas estructuras, dedicada a la producción y gestión de alimentos (producción
de hortalizas, granos o ganado), fibras y, cada vez más, combustible. Es la base en la producción de alimentos.
siglos, ningún impulso económico proveniente del campo o de la ciudad ha logrado modificar la
estructura agraria de Toscana. Se ha conservado como era en la época de las comunas 5, de los
señoríos urbanos. Algo para resaltar, es lo que el autor señala: “la concentración agraria de tipo
feudal o semifeudal ha sido llevada al máximo en la provincia del Grosseto, vecina del Lacio.
Los grandes agricultores poseen aquí el 45,4 % de la tierra y los pequeños campesinos (de 1 a 10
ha.) solamente el 10,2 %, aunque éstos componen más del 90 % del total de propietarios” 6. Los
aparceros, por el contrario, representan el 60 % de la población dedicada a la agricultura. En
Toscana, la naturaleza ambigua de su vida económica se refleja en su vida social y psicológica.
Los campesinos son a la vez empresarios y trabajadores. En tanto que empresarios disponen de
un cierto capital (su parte de ganado vivo o muerto) y sirven al mercado parte de su producción.
Dependen, pues, del mercado y de sus fluctuaciones, y tienden a un cierto mercantilismo que los
distingue del típico obrero agrícola. Pero al mismo tiempo son trabajadores dependientes de un·
patrón: el terrateniente y su representante. Entre los jefes de factoría y los aparceros surgen
conflictos constantemente, tanto a causa de la dirección como por la valoración y reparto de los
productos. La mezzadria7 no es una explotación autónoma, una empresa independiente; lo cual
distingue fundamentalmente al aparcero del pequeño campesino (propietario).
Encontramos, pues, en Toscana una clase de obreros agrícolas, una de pequeños propietarios, una
de aparceros, y otra de terratenientes -propietarios medianos y grandes propietarios-. Entre todas
ellas, los obreros agrícolas según el autor parece crecer, mantenerse y defenderse. Los pequeños
propietarios vegetan. Los terratenientes, desde hace tiempo, no son más que una clase parasitaria
ajena a la producción, según el autor.
Pero los campesinos no se dejan, protestan de formas algo… interesantes. Los aparceros 8 y sus
organizaciones llevan una acción a la vez revolucionaria y rigurosamente legal dirigida contra la
vieja clase de los terratenientes; es decir la medieval. Por ello se dan formas muy curiosas de
protesta, por ejemplo la huelga al revés (sciopero al reversi). Los bracciami9 que se unen a la
huelga llegan por la fuerza a las tierras de los propietarios que se niegan a abonarlas.

5
Se refiere a la Italia medieval, específicamente.
6
Pág. 41 En: Lefrebvre, Henry (1973) de lo Rural a lo Urbano. Barcelona, España: Editorial Península Cuarta
Edición.
7
o mediería, que es un contrato agrícola de asociación en el cual el propietario de tierras (llamado concedente)
aporta una finca rural y un agricultor (llamado mediero) aporta su trabajo y herramientas, se dividen, generalmente
en partes iguales, el producto y las utilidades de la finca trabajada.
8
Persona que se dedica a explotar un terreno agrícola o una instalación ganadera mediante un contrato de aparcería.
9
O recolectores.
Paradójicamente y en contra de los propietarios, directores o sus agentes, los obreros realizan su
trabajo y después exigen su salario. En la huelga al revés, los obreros trabajan en contra de la
voluntad del patrón; y su trabajo aumenta la productividad del suelo. Los conflictos con el
terrateniente llegaron al punto más álgido en mayo de 1950. El prefecto no pudo actuar contra el
comité, al encontrarse éste dentro de la más estricta legalidad, y propuso arbitrar el conflicto
nombrando una comisión paritaria10 o encargada de examinar y valorar los trabajos realizados. El
comité, aunque juzgando esta proposición como un retroceso en relación a la actual legalidad en
que se encontraba, aceptó tanto la protesta, así como así como la legalidad y hasta los puntos que
exigían.
Según el autor, una posible solución a este impasse, es la teoría de las aportaciones, que según el
autor es aquella, a saber:
tiende a contabilizar de una manera más exacta el funcionamiento de la
mezzadria, contando las mejoras realizadas por el terrateniente y el
aparcero respectivamente. El valor tanto del suelo como de los edificios es
calculado empíricamente, según el valor de mercado de los bienes base. Se
calculan de la misma manera las aportaciones en ganado vivo o muerto, el
trabajo del aparcero, de la famiglia colonica, y de la recolección.
(Lefrebve, 1973. Pág. 53)
Para los actores en este conflicto de intereses, los aparceros se consideran preparados para asumir
la dirección técnica de las empresas, pero la prima de dirección, es algo inaceptable e
inadmisible. En cuanto a los propietarios, encuentran monstruosamente negativo para sus
finanzas el cálculo de jornadas de trabajo y el pago a los colonos según la jornada legal de ocho
horas, p.e. De por sí, el análisis de este artículo, aunque sea específicamente de la Toscana, es tan
concluyente, como generalizable para el estudio de la zona rural y sus integrantes o clanes
pertenecientes a ellos.

Cáp. 3. Perspectivas de la Sociología Rural:


En el anterior artículo, se hablaba que Estados Unidos había impuesto esta cátedra. El autor de
este artículo, aduce o inicia en el artículo Problèmes de Sociologie rurale, La Communauté

10
Se entiende como Paritario, un órgano central en relación con la administración, la gestión y la aplicación del
convenio colectivo; pero también puede convertirse, si el convenio así lo dispone, en sujeto negociador, lo que
amplía sus competencias como País y otorga más relevancia a su intervención.
paysanne el problèmes historico-sociologiques. vol. VI, 1949. Ya, el campo y su realidad se decía
que no debía ser apartada, esta realidad ha sido largo tiempo ignorada, en particular “cuando
dominaba cuantitativa y cualitativamente la vida social”11.
En Francia, en el siglo XIX, según el autor la constitución del mercado nacional fuerza llevar a
cabo una remodelación de la estructura agraria: concentración dc la propiedad rural, la
comercialización y especialización dc la producción agrícola. Los diferentes países, en especial la
norteamericana, plantea reformas agrícolas, en Francia, quienes piensan n el tema rural han sido
los historiadores y geógrafos quienes iniciaron el estudio de la realidad campesina. En tiempo en
que escribe Lefrebvre, -y se podría decir que ahora- los estudios hechos deben ser
reconsiderados, concretizados e integrados con la sociología puede aportar, concebida como
estudio de la totalidad del proceso social y sus leyes. Una doble complejidad caracteriza a lo rural, la
horizontal y la vertical.
Complejidad Horizontal: en Estados Unidos surge el capitalismo agrario, acompañado de una
mecanización muy avanzada del trabajo de la tierra. El <<propietario>> de la tierra o agricultor
capitalista, quien tiene mecanismos y maquinarias perfeccionadas, puede pasar al menos la mitad
del año en la ciudad, venir en época de cosecha y contratar mano de obra temporal.
Complejidad Vertical: Por otro lado, en África del Norte, donde el nomadismo y el
seminomadismo todavía está, conviven o se yuxtaponen en vecindad con la técnica más
perfeccionada. En el mundo rural, más claramente aún que en el artesano, nada ha desaparecido
por entero; cuando se habla de técnicas y tecnologías milenarias.
Como se menciona antes en el resumen del cáp. anterior, aparte que toda universidad tiene su
cátedra de Sociología Rural; ahora –bueno, en los tiempos en que se escribe esto- los estudios,
manuales y tratados son ya numerosos. Los marxistas distinguen entre colonización de tipo
prusiano (colonización de tierra apropiada) y colonización de tipo americano. En este último tipo
no hay una propiedad de la tierra de origen feudal. En Europa, la agricultura ha precedido a la
industria, y la ciudad se ha desarrollado en un medio campesino.
El campesino italiano o francés es primitivamente un pagano 12. La vida campesina tiene sus costumbres, sus
hábitos Y sus tradiciones. Saldrá el término de una cultura campesina. Pero en América el campo recibe sus
modelos culturales (patterns)13 de la ciudad.

11
Op Cit 6 Pág.
12
Que adora a dioses que, desde la perspectiva de alguna de las tres religiones monoteístas (cristianismo, judaísmo e
islam), se consideran falsos.
13
Hablar de patrones es hablar de regularidades.
En Francia, en Francia hubo al menos tres famosas reformas agrarias que cambiaron la estructura:
las invasiones de los bárbaros, la franquicia de los siervos y la desamortización 14 de los bienes de
la Iglesia y de los emigrados. La «revolución agrícola» comenzada en el siglo XVIII cámbiala
Francia campesina contemporánea.
Por medio de la etnografía y la llamada arqueo civilización, o la monografía –o el estudio de las
monografías o investigaciones sobre el tema- el o la sociólogo(a) debe primeramente observar y
analizar; antes de explicar. Según el autor se debe acudir a la historia como ciencia subordinada y
auxiliar para el estudio del proceso social en su conjunto total. En este libro, se estudia que el
campesinado produce una cultura. o una aportación a la cultura, no podemos hablar de ideología,
propiamente dicha, este sector rural tiene una cultura sin conceptos, transmitida oralmente, de
anécdotas, relatos, interpretaciones de ritos y magias, y ejemplos que sirven para orientar la
práctica, para conservar o adaptar las costumbres, para dirigir las emociones y las acciones
actuando directamente sobre ellas. Cada una de esas familias rurales mantiene un cierto grado de
consanguinidad.
Cáp. 4. Teoría de la Renta de la Tierra y Sociología Rural:
La agricultura ha precedido a la industria. Esto, que dice el autor, y se coincide con él, que se crea
generalmente que la vida rural y la estructura agraria son más simples que la vida moderna de las
ciudades y fábricas. De todas las ramas de la sociología, la sociología rural está, más que ninguna
mezclada a la vida, la acción práctica, la eficacia. Las reformas agrarias, a la orden del día en
gran parte del mundo, no pueden realizarse sin los sociólogos, pues plantean problemas
sociológicos, La sociología rural, al internarse en los hechos sociológicos e históricos, se
encuentra ante hechos y leyes económicas, finalmente ante una teoría de economía política, la
teoría de la renta de la tierra, idea que nació en Inglaterra. Según el autor, y citando a Engels,
Marx y Engels vieron en ella una importantísima aportación de los economistas
ingleses c1ásicos a la ciencia, lo que obedecía a que sólo en Inglaterra existía un
modo de producción en el cual la renta de la tierra se hubiera separado
eficazmente del beneficio y el interés. Marx reconsideró y desarrolló la teoría de la
renta de la tierra elaborada por James Anderson, Adam Smith, y sobre todo Ricardo
(Lefrebve, 1973, Págs. 78-79)

De igual forma, refiriéndose a las rentas diferenciales, Lefrebvre afirma que:


Por último, Marx encontró que a las rentas diferenciales se añade la renta
absoluta obtenida por el propietario de la tierra, incluso si ésta se mantiene
sin cultivar (improductiva); esta renta absoluta no guarda, pues, ninguna
14
Acción de desamortizar, que es Dejar libres los bienes amortizados para entrar en el mercado.
relación con el precio de los productos agrícolas, ni con el beneficio del
agricultor capitalista que invierte su capital en la tierra. Marx ha
confirmado una noción importante de Ricardo: el propietario agrícola
(históricamente de origen feudal, aunque la burguesía en muchos lugares
del globo expulsó y reemplazó a los feudales latifundistas) tiende a
acapararse el máximo de renta, no dejando al trabajador de la tierra más
que un mínimo, el beneficio medio de su capital, su salario. Esta fue la
respuesta, nueva y científicamente profundizada, de Marx al gran problema
planteado por Ricardo: cómo se distribuyen los «ingresos» según las clases
de la población. Curiosamente, los economistas contemporáneos dejan con
frecuencia de lado la teoría de la renta. (Lefrebve, 1973, Pág. 76)

El autor, respecto a la agricultura y su relación con el capitalismo, la teoría marxista,


desarrollada, se aplica y verifica de forma general. Afirma el autor también que los sectores
donde predomina la pequeña explotación, la pequeña propiedad, el policultivo familiar, están en
plena decadencia. Y aunque exista un doble monopolio, de los burgueses propietarios de la tierra,
y aunque el <<señor feudal>> y su castillo todavía existan, Sin embargo, nuevas tendencias,
debidas a la agricultura mecanizada y a una cierta industrialización, combaten el tradicionalismo.
El gran agricultor que el autor nombra como capitalista, o llamado propietario o productor, no
sólo consigue el beneficio medio del capital invertido, sino una parte considerable de la renta, y a
veces la totalidad.
Marx ha descrito y analizado la introducción en la agricultura del
capitalismo de libre competencia. Pero el capitalismo ha cambiado de
estructura: se ha transformado en capitalismo de monopolios. Marx, por
otra parte, ha considerado (al igual que Ricardo) la clase de los agricultores
de origen feudal como clase dominante (especialmente parasitaria) al lado
de la clase capitalista; en la actualidad, desde su época, esta clase de
propietarios agrícolas, sin desaparecer en predominio de un grupo, una
clase, y no de un solo hombre).
Al monopolio de origen feudal se añade el monopolio capitalista; estos dos
monopolios, según los países y regiones, se combaten, o se combinan, o se
alían. Pero, a pesar de la variedad de combinaciones, uno y otro existen
más o menos en todas partes, y ejercen una poderosa presión sobre las otras
formas de explotación y propiedad. (Lefrebve, 1973, Págs. 80-81).
Cuando se interna en profundidad en los fenómenos para captar sus leyes, se encuentra ante un
proceso a la vez histórico, económico y social. Al principio de este capítulo, se habla de la tesis
principal, que él o la socióloga necesita de la historia, tanto que debe <<desdoblarse>> en
palabras del autor, como historiador(a), se encuentra con leyes económicas, para finalmente
llegar a una teoría económica; la teoría de la renta de la tierra. Ésta, según el autor, es
desarrollada a partir de los economistas clásicos por los marxistas.

Cáp. 5. Introducción a la Psicosociología de la Vida Cotidiana:


Al preguntarse qué es la cotidianeidad, el autor se sumerge en algo difícil de definir. Ni la
sociología, que se ocupa de los grupos, ni el psicólogo, que su campo de acción es definido por la
psique de los individuos, ni siquiera el psicólogo social, que se preocupa de las opiniones y
actitudes, consiguen captar en toda su extensión este vasto campo, que puede ser definido, sin
embargo, por una sola palabra: apropiación de cada ser humano de su vida en particular; ahí
está la cotidianeidad.
En la cotidianeidad se mezclan las realizaciones y lo que ciertos filósofos llaman las
<<alienaciones15>> del ser humano. La vida cotidiana confronta los que puede o no ser posible.
La alegría afronta el dolor y el aburrimiento. En este sentido contiene según el autor, el criterio de
lo humano.
En la cotidianidad se entremezclan sistemas de signos y señales, a los que se añaden símbolos
que no forman sistemas. Todos estos son traslapados o traducidos traducen en un sistema parcial
y privilegiado a un tiempo: el lenguaje, como tal. El conocimiento crítico de la vida cotidiana se
define como una parte importante de una ciencia que según el autor es la semántica general.
Aparece otro término, el campo semántico total “al conjunto más amplio de significaciones que
el lenguaje (que sólo es una parte del campo semántico total) se esfuerza en explorar y busca
igualar”. (Lefrebve, 1973, Pág. 87)
Aunque en la cotidianeidad, o en el término asociado, la trivialidad, en el conversar de la gente,
los individuos pertenecientes a ellas, tratan de existir socialmente. A partir de la vida cotidiana,
cambian las lenguas y el lenguaje. Y aunque parezca conversaciones muy parecidas entre sí, y
15
alienación se denomina el proceso mediante el cual un individuo se convierte en alguien ajeno a sí
mismo, que se extraña, que ha perdido el control sobre sí.
que no construyen nuevos significados; es al contrario, nacen palabras nuevas, giros o jergas,
modismos y lenguajes de distintas regiones, que se convierten en dialectos. La calle se repite y
cambia como la cotidianidad: se reitera en el cambio incesante de las gentes, los aspectos, los
objetos y las horas, este actor social figura en el texto social. Las calles de las ciudades, algunas
peligrosas, difieren La calle de pueblo, por su parte, se mantiene inmersa en la Naturaleza. Lugar
de tránsito para la gente y bestias que van de la casa y el establo a los campos animales. El autor
habla de los cafés, aquellos puntos de encuentro que normales, o especializados para intelectuales, para
artistas, para jugadores de billar, de ajedrez o de cartas, no disimulaban su atracción, accesible a todos.

Cáp. 6. los Nuevos Conjuntos Urbanos:


Cáp. 7. Utopía Experimental: por un Nuevo Urbanismo:
Cáp. 8. la Taberna Club. Punto Neurálgico de la Vida Social:
Cáp. 9. la Vida Social en la Ciudad:
Cáp. 10. Humanismo y Urbanismo. Algunas Proposiciones:
Cáp. 11. Introducción al Estudio del Hábitat de Pabellón:
Cáp. 12. Proposiciones para un Nuevo Urbanismo:
Cáp. 13. Necesidades Profundas, Necesidades Nuevas de la Civilización Urbana:
Cáp. 14. Barrio y Vida de Barrio:
Cáp. 15. el Urbanismo de Hoy. Mitos y Realidades:
Cáp. 16. Conferencia en la Ciudad Universitaria de Antony:
Cáp. 17. Prefacio al estudio de Ph. Boudon: Pessac, el barrio Le Corbusier
Cáp. 18. Intervención en el Seminario de Sociología de Madrid:
Cáp. 19. las Necesidades Funcionales:
Cáp. 20. A Propósito de la Investigación Interdisciplinaria en Sociología Urbana y
Urbanismo:
Cáp. 21. Elementos de una Teoría del Objeto:

CRÍTICA:

“si bien el marxismo no es únicamente una teoría de economía política (un economismo), tampoco puede pasar
por sistema filosófico. Con el economismo, el filosofismo se desboca.” Pág. 4

#Cuando se quiere utilizar la forma para definir el contenido, desgajarlo y encerrarlo en límites, hay un vicio de
forma.” Pág. 12

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