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5 Heridas Emocionales de La Infancia Que Persisten Cuando Somos Adultos PDF
5 Heridas Emocionales de La Infancia Que Persisten Cuando Somos Adultos PDF
emocionales de la
infancia que
persisten cuando
somos adultos
Las heridas emocionales de la
infancia vaticinan en gran parte de los casos
cómo será nuestra calidad de vida cuando
seamos adultos. Son como lesiones
psíquicas, como fragmentos sueltos y mal
curados que nos impiden llevar una existencia
plena e incluso afrontar los pequeños
problemas del día a día con mayor soltura y
resistencia.
Los signos de esas heridas psicológicas
suelen evidenciarse de infinitos modos. Ansiedad, pensamientos obsesivos,
mayor vulnerabilidad hacia determinados trastornos, problemas del sueño,
actitud defensiva… No es fácil lidiar con un pasado traumático, sin
embargo, aún lo es más cuando esas marcas se originaron en una edad
temprana. En esa primera etapa de la vida de un niño donde carece aún de
estrategias personales para manejar y entender ciertas dimensiones.
“Recuerda que tu cuerpo físico es un reflejo directo del estado de tu ser interior”
–Lise Bourbeau-
Así, de alguna forma, es muy común que siempre acontezcan 5 tipos de
experiencias dolorosas o heridas emocionales de la infancia que terminarán
dejando una impronta muy evidente en nuestra personalidad. Veamos a
continuación cuáles son nuestras heridas, definidas por Lisa Bourbeau, la
conocida coach y experta en crecimiento personal famosa sobre todo por crear
una escuelas y talleres bajo el nombre “Escucha tu cuerpo”.
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2. El miedo al rechazo
El miedo al rechazo es una de las heridas emocionales de la infancia más
profundas, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos
referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros
sentimientos.
En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los
progenitores, de la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo,
de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo.
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5. La injusticia
La injusticia como herida emocional se origina en un entorno en el que los
cuidadores principales son fríos y autoritarios. En la infancia, una exigencia
en demasía y que sobrepase los límites generará sentimientos de ineficacia y
de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta. Un autor experto en
este tema es sin duda Yong Zhao, un respetado académico de la educación.
Según Zhao, tal y como nos explica en uno de sus trabajos, el autoritarismo en
el hogar y en la propia educación afecta tanto al desarrollo psicológico y
emocional, como al potencial y rendimiento de los
propios niños. Cuando nuestros derechos son
vetados y no recibimos apoyo, consideración y
una cercanía afectiva válida y significativa,
aparecen sin duda graves heridas psicológicas.