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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO METROPOLITANO


FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
UNIDAD DIDÁCTICA DE INMUNOLOGÍA Y MICROBIOLOGÍA MÉDICA
TERCER AÑO

AUTOINMUNIDAD
Dr. Mario Roberto Pinto

INTRODUCCIÓN
La autoinmunidad ocurre cuando la discriminación inmune normal entre lo propio y lo
extraño está alterada y el individuo ataca con su sistema inmune a sus propios tejidos,
células o proteínas. Actualmente la autoinmunidad es muy común y generalmente
causa poco daño tisular.

Las enfermedades autoinmunes en la sociedad guatemalteca no son registradas


correctamente, por lo que no se tienen datos fidedignos.

En los Estados Unidos (USA) catorce millones de personas padecen de enfermedades


autoinmunes, el 75% de los pacientes son mujeres, siendo la cuarta causa más
frecuente de discapacidad de ese grupo en dicho país.

Mecanismos Patogénicos de Autoinmunidad


Pérdida de la Tolerancia
Una de las propiedades del sistema inmune, es su capacidad para reconocer y
responder ante antígenos extraños, pero no ante antígenos propios. Esto se conoce
como discriminación o diferenciación de lo propio y de lo no propio.

La tolerancia inmunológica es la falta de respuesta del sistema inmune a la


estimulación antigénica y la autotolerancia es la necesidad de mantener la tolerancia
frente a antígenos propios, la pérdida de la misma da lugar a las reacciones de
autoinmunidad y las enfermedades causadas se denominan autoinmunes.

¿Cuáles son los mecanismos con que cuenta el organismo humano para que se
produzca tolerancia?

Tiene dos, la tolerancia central y la periférica. La tolerancia central; se produce


durante la vida fetal cuando se da la maduración de los linfocitos T en el Timo.

Los linfocitos T llegan al Timo procedentes de la médula ósea, pasan un periodo de


maduración, donde sufren un proceso de selección negativa, reconociendo antígenos
propios unidos a HLA, si el reconocimiento es total, son destruidos los linfocitos T por
apoptosis, si el reconocimiento es parcial o moderado, sobreviven los linfocitos T y
finalizan su etapa de maduración y pasan a los tejidos linfoides secundarios y si los
linfocitos T no reconocen los antígenos presentados en el HLA, se activa la apoptosis
y mueren.

Por lo anteriormente expuesto, los linfocitos T maduros pueden reconocer antígenos


propios aunque en una forma moderada, por lo que se necesita de otro factor adicional
para la pérdida de la tolerancia y una respuesta autoinmune. La tolerancia periférica;
se produce cuando los linfocitos T se encuentran maduros y residen en los órganos
linfoideos secundarios, para la activación de estos linfocitos se necesitan dos señales,
la primera es el reconocimiento del antígeno por el receptor de los linfocitos T CD4, del
que ha sido presentado en el HLA de las células presentadoras de antígeno y la señal
dos, es la cooperación que se produce al unirse la molécula B 7.1 y 7.2 de la célula
presentadora del antígeno con el CD28 del linfocito T, si la segunda señal no se
produce se induce la inactivación del linfocito T CD4 y este entra en lo que se
denomina anergia (sin trabajo o sin activación), lo que trae como consecuencia la
apoptosis o muerte celular de este linfocito.

La activación de múltiples linfocitos por antígenos, por ejemplo una infección o daño
tisular por traumatismo, induce la producción de linfoquinas especialmente IL2 y
Gamma Interferón por los linfocitos T CD4, que estimulan la expresión de moléculas
CD28 y B7. Si no hay activación de varios linfocitos no existe expresión adecuada de
estas moléculas y no se induce la cooperación adicional.

Tolerancia de las Células B


Aunque la principal manifestación de las enfermedades autoinmunes son los
autoanticuerpos, este es un problema especialmente de los linfocitos T CD4, pues el
sistema B está bajo el control de este grupo de linfocitos. La tolerancia de tejidos
propios por el sistema B se induce durante su maduración en la médula ósea cuando
se encuentran en la etapa de linfocitos B inmaduros, eliminando los autoreactivos. La
evidencia principal que se observa es que en la gran variedad de anticuerpos
diferentes que somos capaces de hacer, hay algunos que pueden reaccionar con
antígenos propios, pero es el sistema T el que coopera e induce si hay o no
producción de anticuerpos contra estos antígenos.

Mimetismo molecular
Aunque se desconoce que inicia las enfermedades autoinmunes, la causa infecciosa
ha sido implicada durante mucho tiempo. Es conocido ampliamente el ejemplo de la
Fiebre Reumática en la cual la molécula estreptocóccica proteína M tipo 5 induce la
formación de anticuerpos que reaccionan cruzadamente contra la miosina de las fibras
cardiacas, induciendo miocarditis.

¿Por qué a unos pacientes les producen las infecciones estretocóccicas por
Streptococcus Beta hemolítico del grupo A de Lansfield, Fiebre Reumática y a otros
no?

Hay una explicación: Es por el tipo de HLA que tienen en sus células los individuos
susceptibles en las hendiduras de sus HLA, los pequeños pépticos de la membrana
externa del Streptococcus encajan, los cuales son muy similares a los pépticos
expresados por la miosina de sus fibras cardiacas. Por el contrario, en las personas
normales que no crean anticuerpos hacia estos péptidos son otras moléculas
diferentes las que encajan en sus HLA y sus anticuerpos formados no reaccionan
contra la miosina de las fibras cardiacas.

El reconocimiento de antígenos propios en condiciones normales, se produce cuando


hay infección o lesión celular con muerte de las mismas, por ejemplo en infartos.
Dichos anticuerpos facilitan la eliminación de células muertas y de restos de proteínas
y tejidos, pero luego disminuye la cooperación del sistema T y a través de citoquinas
como IL 10 y Factor de Transformación de crecimiento Beta suprimen las células T
reactivas y los anticuerpos vuelven a niveles normales.
En el caso del Streptococcus, probablemente la repetición de los procesos infecciosos
en las amígdalas (amigdalitis), induce la respuesta de anticuerpos y células T que se
necesitan para mantener una respuesta reactiva elevada y esto estimula y mantiene la
enfermedad autoinmune.

Otras enfermedades que tienen un mecanismo similar son la Diabetes mellitas tipo I,
implicándose a la molécula Glutamato decarboxilasa (GAD65), una enzima que se
encuentra abundantemente en la membrana celular en las células Beta del páncreas.
Las infecciones por el virus Coxsackie P2-C, inducen en algunos pacientes la
producción de anticuerpos que reaccionan cruzadamente contra las células Beta del
páncreas que producen insulina y son destruidas por dichos anticuerpos causando
disminución o ausencia de la misma.

Susceptibilidad Genética a Autoinmunidad


1. La vía del Fas (APO I, o CD95)
El Fas es una molécula proteica de transmembrana que expresan muchas
células entre ellas los linfocitos T, B y fibroblastos articulares, tiene una
porción extra celular que funciona como receptor y existe una molécula
llamada Fas L (ligando de Fas), que se encuentra especialmente en las
células T activadas. Cuando se unen ambas moléculas se activa un
mecanismo de muerte celular programado en las células que tienen el
receptor Fas.
En los linfocitos T inmaduros que expresan un Fas defectuoso en sus
células, no se eliminan eficientemente en el Timo

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