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LA CAMPAÑA LIBERTADORA

La Campaña Libertadora fue una campaña militar emprendida por Simón


Bolívar y Francisco de Paula Santander a principios de 1819 para liberar la Nueva
Granada (actual Colombia) del dominio español. La campaña buscaba preparar el
terreno para la creación de la República de Colombia, estado que comprendería las
antiguas colonias españolas del Virreinato de Nueva Granada la Capitanía General de
Venezuela y la Real Audiencia de Quito, territorios que para entonces, con excepción
del sur y oriente de Venezuela, se hallaban en poder de los españoles; lo cual se
materializaría en el Congreso de Angostura, con la Constitución de la República de
Colombia (17 de diciembre de 1819)
Decidió aparentar la retirada a cuarteles de invierno, comisionando al General José
Antonio Páez a tal fin con un pequeño cuerpo con el cual debía aparentar la presencia del
ejército completo, de manera de engañar al enemigo. Tras la retirada de Pablo Morillo de
la campaña de Apure a sus cuarteles de invierno en Calabozo, decidió que era el
momento oportuno para efectuar la planeada liberación de Nueva Granada para lo cual
había enviado meses atrás a Santander que conformara el ejército libertador, tarea que
cumple a cabalidad.
Tuvo una duración de 77 días, desde el 21 de mayo de 1819 cuando Bolívar expuso el
plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército independentista, hasta el 10 de
agosto del mismo año, cuando Bolívar entra sin resistencia a Santafé de Bogotá, la
capital de la Nueva Granada, después de haber vencido en las batallas del Pantano de
Vargas y de Boyacá.
El 15 de agosto de 1818 se creó la proclama llamada El Paso de los Andes esta fue
emitida desde Angostura. Esta fue emitida en un momento donde los republicanos en
Buenos Aires y Chile habían logrado el éxito. Además internamente, Popayán y otras
provincias del sur de Nueva Granada estaban obteniendo importantes logros. Por otro
lado, el éxito del general Andrew Jackson en la conquista del fuerte de Pensacola y la
recuperación de las Floridas españolas. Para comenzar a llevar a cabo la Campaña
Libertadora, Bolívar envió al general de brigada Francisco de Paula Santander a la
provincia de Casanare para que tomara el mando de la fuerza armada y adiestrara una
división que sería la vanguardia de la campaña en proyecto.
El 26 de mayo de 1819 Bolívar compartió con el vicepresidente de Venezuela, Francisco
Antonio Zea, el plan que había elaborado para la campaña. El plan era el siguiente: la
mayoría de los soldados entrarían por Cúcuta; el general Santander entrará por Soatá y
se unirá a las tropas; el ejército de oriente cubrirá el oriente de Venezuela y asaltar al
general Pablo Morillo que se encuentra en Calabozo. Mientras tanto, la
división Urdaneta marchará hacia Apure y cooperará con el ejército de oriente; desde el
Apure apoyará a Bolívar con material de guerra.
José Antonio Páez se le ordenó dirigir las fuerzas de occidente en caso de requerir
reservas y seguridad estratégica. El 27 de mayo salió Bolívar por Guasdualito. Al llegar a
esta zona, le anunció a la población el plan definitivo. Posteriormente, fue a Casanare con
la infantería. Páez, mientras se desplazaba por los valles de Cúcuta, llamó la atención de
los realistas que comenzaron a llegar al lugar. Los planes de la campaña se siguieron
realizando sin modificación. El 4 de junio se reanudó la marcha. Al día siguiente se
efectuó el cruce del río Arauca y las tropas entraron en los llanos de Casanare.
Cuando llegaron a Tame, se incorporó parte de la división de Santander. En este poblado
fue reorganizado el ejército en 2 divisiones: la vanguardia del general Santander con los
batallones de infantería Cazadores y el escuadrón de caballería Casanare. En total fueron
1.200 hombres; en la retaguardia se encontraba el general de brigada José Antonio
Anzoátegui con los batallones de infantería Rifles, Barcelona, Bravos de Páez y la Legión
Británica alcanzaba un total de 2.000 hombres. Bolívar se encontraba en un gran dilema
porque los 3 caminos que conducían al valle de Sogamoso para continuar con la
operación: el de Salina de Chita, el de Pisba y el de Labranza Grande. El primero y el
último eran transitables pero estaban cubiertos por fuerzas realistas. El del páramo de
Pisba no tenía mucha seguridad; pero era un camino poco transitable debido a su
fragosidad y a la altura de las montañas. Bolívar tomó este camino.
El 24 de junio llegó la vanguardia al pueblo de Morcote y, el mismo día destruyó una
avanzada realista de unos 300 hombres que defendían aquellas posiciones. El 19 de
junio, el batallón Cazadores ocupó a Pueblo Viejo y Las Quebradas, donde apresaron los
integrantes de una fuerza que cubría el área. Luego de varios días de marcha los
patriotas alcanzaron el pueblo de Socha el 5 de julio y en 2 días el grueso de las tropas
estaba reunido allí.
En el valle de Sogamoso, Bolívar logró un gran golpe al derrotar la tercera división realista
al mando del coronel José María Barreiro en Gámeza el 11 de julio, horas antes había
destruido sus avanzadas en Corrales de Bonza. Terminada la acción, los realistas
iniciaron la retirada a la Peña de Tópaga y los patriotas al pueblo de Gámeza, y desde allí
marcharon a Santa Rosa de Viterbo para intentar tomar posesión de ese territorio; este
era un territorio clave rico en recursos y estratégico para dominar el valle de Sogamoso.
Con este movimiento, Barreiro se trasladó de sus posiciones de Tópaga hacia los Molinos
de Bonza, ante cuyos atrincheramientos se presentó Bolívar el 20 de julio y empezó una
confrontación militar en campo abierto, pero fue imposible batir a los realistas. Por ello,
cruzó el río Chicamocha y por el camino del Salitre de Paipa, atacó la retaguardia de
Barreiro.
Para neutralizar el ataque, el jefe realista ordenó a sus fuerzas que se dirigieran hasta las
alturas del Pantano de Vargas, donde se efectuó la batalla del mismo nombre. El final de
la batalla produjo la victoria para los patriotas. El mismo día se dirigió Barreiro a Paipa y el
siguiente día lo hizo Bolívar a Corrales de Bonza. El 4 de agosto, Bolívar desalojó de
Paipa a los realistas, gracias a la ejecución del movimiento conocido como “maniobra
sobre Tunja”, por el camino de Toca y Chivatá. El siguiente acto era cortar las
comunicaciones de Barreiro con Santa Fe de Bogotá, tarea que ejecutó en la ciudad de
Tunja el 5 de agosto, y para recuperarlas, Barreiro se movió desde Loma Bonita, por el
páramo de Cómbita, para llegar al pueblo de Motavita.
El 7 de agosto, los 2 contendientes emprendieron el movimiento rápidamente; Barreiro
para ganar el puente de Boyacá, sobre el río Teatinos, para poder avanzar hasta Santa
Fe; y Bolívar con la intención de impedir esta operación. Esto originó la Batalla de Boyacá,
en la cual fue derrotado el coronel Barreiro y destruida la división de su mando. Bolívar
victorioso pudo pasar con sus tropas (algo diezmadas) a Santa Fe de Bogotá, con este
evento quedó concluida la campaña y con ella la liberación de Nueva Granada. Una vez
logrado un ambiente de aceptable estabilidad en el país, política y administrativamente,
Bolívar regresó a Angostura y dio cuenta de las operaciones que había realizado.
Finalmente, comenzó a realizar su proyecto de creación de la Gran Colombia.

FUERZAS EN COMBATE
A principios de 1819, José María Barreiro quien se encontraba al mando de las tropas
realistas en Nueva Granada, contaba con al menos 3.000 hombres entrenados y
pertrechados, sin incluir las tropas de las guarniciones a lo largo del territorio.1 Al mismo
tiempo, Santander, por órdenes de Simón Bolívar, lograba reunir solamente unos 2.200
efectivos, organizados en cuatro batallones, tres regimientos, un escuadrón y una
compañía de artillería que carecía de cañones. Estos soldados en su mayoría (a
excepción de la legión británica) eran criollos, mestizos, mulatos, negros e indígenas,
reclutados muchos de ellos en los llanos casanareños, destacando los comandantes de
esas tierras como Juan Nepomuceno Moreno , Ramón Nonato Pérez entre otros. El
plan inicial de Bolívar consistía en desplazar el ejército desde Venezuela
hasta Casanare en la Nueva Granada para reunirse hasta Pore pero debió retirarse a
Tunja tras sufrir fuertes bajas.8 Contando con una maniobra de distracción de José
Antonio Páez sobre la ciudad de Cúcuta, la cual finalmente no se realizó, se acordó que
este quedaría al mando de 1.000 hombres de caballería, que adicionalmente operaría
sobre la provincia de Barinas.10 Pretendía con esta maniobra engañar a Morillo sobre el
verdadero objeto de la marcha y atraer hacia Cúcuta o Pamplona el ejército que defendía
las provincias centrales de Nueva Granada. Pretendía también con ello, que la quinta
división del ejército realista, al mando del general Latorre, no se internase en territorio
granadino para auxiliar a la tercera división allí existente.11
El 26 de mayo de 1819 se puso en marcha el ejército de 1.186 efectivos
desde Mantecal hacia Guasdualito, esta última, una población fronteriza con Colombia,
con los hombres de Francisco de Paula Santander y adentrase en territorio granadino
por la vía de Tunja para combatir las tropas del virrey Juan de Sámano. Santander había
reunido una hueste de 2.000 combatientes, sólo 1.200 con fusiles, organizados en los
batallones Cazadores y 1º de Línea y varios escuadrones.18 Fue tal su poder, que cuando
Barreiro intento conquistar Casanare en 1819 y fracasó, Santander afirmó en una carta a
Bolívar fechada el 21 de abril de 1819 que ni con tres o cuatro mil soldados podría
conquistar la provincia.9 Enterado, el virrey envió al coronel Barreiro con 1.200 soldados
contra Santander, el realista avanzó
a orillas del río Arauca. Este constaba de cuatro batallones de infantería: Rifles, al mando
del coronel Arthur Sandes; Barcelona, al mando del coronel Ambrosio Plaza; Bravos de
Páez al mando del coronel José de la Cruz Carrillo y la Legión Británica, al mando del
coronel James Rooke que tenía entre 160 y 200 hombres,12 sumando entre todos los
batallones 1.332 hombres. Adicionalmente contaba con 40 hombres de artillería que
disponían de 4 piezas ligeras al mando del coronel Bartolomé Salom y la caballería con
814 efectivos, distribuidos en tres batallones: Húsares, Llano arriba y Guías al mando
entre otros, de los coroneles Juan José Rondón, Leonardo Infante, Lucas Carvajal,
y Guillermo Iribarren que deserto el día 3 de junio con el escuadrón húsares.

ENSAYO
LA CAMPAÑA LIBERTADORA DE 1819 La Campaña Libertadora de Nueva Granada fue
una campaña militar dirigida por Simón Bolívar en los inicios del año 1819. Esta actividad
bélica tuvo como finalidad conseguir la independencia de la provincia de Nueva Granada,
la actual Colombia. Con esta campaña también se buscó impulsar el proceso de creación
de la República de Colombia, la cual posteriormente estuvo constituida por la Real
Audiencia de Quito, la Capitanía General de Venezuela y el virreinato de Nueva Granada,
territorios que para aquel entonces se encontraban bajo el poderío español. La campaña
libertadora de 1819 culmino en la batalla del puente de Boyacá, y es sin duda las más
brillante y de mayores beneficios para la causa de la emancipación americana. A
mediados de 1818, el libertador, que se hallaba a la sazón en angostura, supo por una
manifestación que le hicieron varios granadinos desde la provincia de Casanare, que en
aquellos territorios las pocas tropas que aun existían estaban en lamentable estado de
desorganización, por falta de un comando superior que agallase la rivalidades surgidas
entre jefes tan valientes como poco dados a la práctica de la más bella de las virtudes
militares, la disciplina; que ante todo, deseaban se mandados por un compatriota. En vista
de esto nombro como jefe supremo de aquella provincia al joven general de brigada Don
Francisco De Paula Santander, con el encargo de tomar el mando de la fuerza armada
existente allí y de adiestrar una división que sería la vanguardia de la campaña en
proyecto. El general Santander tenía la orden de organizar e instruir cuantas tropas
pudiera levantar, y poner aquellos desplomados territorios en estado de defensa; con
actividad e inteligencia poco comunes cumplió su cometido, organizó la división de
vanguardia, con la cual repelió la invasión de Barreiro, a mediados de Marzo de 1819, la
cual se efectuó por las vías de paya y salina de Chita; así mismo libro campaña contra las
tropas del mismo general antes citado que invadieron la planicie en el siguiente mes de
abril, obligándolo a replegarse sobre la cordillera por vía distinta a la que trajera, después
de varias batallas que levantaron mucho la moral de nuestras tropas y deprimieron la del
enemigo. En el año de 1819 el teniente realista José María Barreiro se encontraba en la
provincia de Nueva Granada al mando de 3000 hombres preparados y bien armados.
Santander, bajo el mando del Libertador, había reunido a 2200 soldados, conformados en
su mayoría por negros, indígenas, mulatos y algunos criollos, quienes habían sido
reclutados en los llanos venezolanos. Como resultado del éxito de la campaña de Boyacá,
Barreiro fue ejecutado y el virrey Juan de Sámano tuvo que huir de manera inmediata,
refugiándose en Cartagena de Indias. A pesar del éxito de la batalla de Boyacá, todavía
quedaban realistas en otras provincias colombianas como Pasto y Santa Marta. No
obstante, posteriormente la capital fue atacada por los patriotas independentistas, lo que
permitió la unión entre la Nueva Granada y Venezuela. Por otra parte, influenciados por el
éxito de la batalla de Boyacá, las demás campañas se mantuvieron firmes y decisivas
frente a su objetivo independentista. Por ejemplo, Sucre continuó su marcha hacia la
Audiencia de Quito y el Alto Perú; en cambio, el Libertador todavía tenía que liberar el
occidente venezolano, el cual permanecía bajo el yugo de los realistas. Una de las
consecuencias más destacadas de esta campaña fue la motivación que despertó en los
promotores de la independencia para liberar las demás instancias que estaban en manos
del Imperio español. El triunfo obtenido por los independentistas constituyó un paso firme
en la consecución de la independencia en el continente.

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