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¿Qué es? Y ¿para qué se utiliza el cobre?

Conflictos
y alternativas de la minería de cobre
13/02/12 Por  Guadalupe Rodríguez
  
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Latinoamérica, Panamá

¿Quién puede querer extraer el  cobre del Cerro Colorado? ¿Para qué?
Sepa más sobre el metal que desató el conflicto en la comarca Ngäbe-
Buglé.

¿Qué es el cobre?

En la naturaleza, el cobre se presenta aislado o en minerales como la azurita,


la calcopirita y la malaquita. Los minerales de cobre aparecen casi siempre
acompañados de otros metales como el hierro, oro, plata. Los depósitos más
significativos se encuentran en Chile y en los Estados Unidos, donde se
encuentra el 20% de las reservas mundiales, de 500 millones de toneladas.
Otros puntos importantes donde se localiza son Africa, Canadá y los países
GUS.

El cobre es uno de los metales que la humanidad utiliza desde hace más
tiempo y continuó siendo el más importante hasta mucho después de que fue
posible trabajar el hierro. Todavía hoy día, el cobre es junto al aluminio el
metal no férrico más importante. Noble, pero menos que el oro y la plata, es
un excelente conductor del calor y la electricidad. La cantidad de cobre que
utiliza una sociedad se utiliza hoy como indicador de su grado de
industrialización y se considera que es el material del progreso y el desarrollo.

Pero ¿desarrollo de quién?


Cada año se utilizan globalmente unos 19 millones de toneladas del metal rojo.
Un buen negocio, pues a finales de 2011 se preveía que alcanzara los 10000
US$. A principios de 2012 su precio se encuentra fluctuando debido a la crisis
financiera. La zona Euro es una de las principales interesadas en el cobre junto
a los EEUU. En Alemania son 1,7 millones de toneladas, de las que unas
712.000 toneladas se producen en el mismo país, poco más de la mitad
recicladas. El depósito de Mansfeld es el más grande que se ha hallado, pero
actualmente está parado. La última explotación de cobre de Alemania cerró en
1990. Hoy exploran dos nuevos depósitos, pero llevará algún tiempo ponerlos
en marcha. Países emergentes como China e India también demandan cobre
de manera persistente, y cuando esta demanda se estabilice, se estabilizará
también la cotización del cobre.

Pero ¿alcanzan las reservas mundiales de cobre para cubrir la gran


demanda creciente?

Parece que sí. Los geólogos dicen que aún hay muchos yacimientos sin
localizar y que con las tecnologías en desarrollo no será difícil su localización.
El abastecimiento desde el punto de vista geológico está asegurado. Y al estar
repartidas las reservas mundiales en muchos países, desde el punto de vista
geopolítico los riesgos se consideran bajos.

Y ¿para qué se utiliza el cobre?

Molinos de viento o paneles solares, generadores y transformadores contienen


cobre, y los propios cables de electricidad están hechos del mismo metal.
Renovable o no, allá donde se produce energía eléctrica se hace necesario su
transporte, y para ello se necesita el cobre. Y con o sin crisis, Europa está bajo
la fiebre de las energías renovables. La catástrofe de Fukushima y el supuesto
objetivo de proteger el clima ayudan a sentar esta tendencia.

La electrónica y las telecomunicaciones tampoco puede prescindir del metal. En


una tonelada de teléfonos móviles, unos 10.000 aparatos, se esconden 150 kg.
de cobre según el Instituto Alemán del Cobre. Tampoco el coche eléctrico
podrá prescindir del metal. Todos estos usos significan un claro aumento en la
demanda futura de cobre. Se utiliza además en grandes cantidades en la
construcción de tejados y fachadas, tubos de conducción del agua potable, y
para canalizar la calefacción. La demanda de cobre, al alza.

La Estrategia de Materias Primas es el instrumento de la Unión Europea para la


creación de políticas que faciliten el acceso libre a materias primas como el
cobre en países donde se encuentra en la naturaleza. Establece que la política
exterior de los países miembros no debe perder de vista la cuestión del acceso
lo más directo posible a las materias primas en los países productores,
haciendo uso de su política exterior, tratados comerciales y hasta su
cooperación al desarrollo. Otros países como los Estados Unidos y Japón tienen
lineamientos políticos similares.
Entonces ¿tod@s content@s?

No tan contentos se encuentran los pueblos que viven en las cercanías de los
yacimientos minerles. Sus derechos y sus modos de vida están amenazados.
Son ellos los que tendrán que pagar los costos de la destrucción minera,
mientras que los consumidores disfrutarán de los objetos y servicios
producidos con el metal. La industria del cobre corre junto las empresas
mineras la carrera para acceder a las materias primas importantes. Con ayuda
de los gobiernos de Norte y Sur. Y muchas veces no se paran ante ningún
obstáculo. Es el caso acontecido estos días en Panamá. Pasando por encima
del consentimiento de la población local, los indígenas ngäbe, y de acuerdos
alcanzados previamente, el gobierno pretendió llevar a cabo el proyecto
minero reprimiendo violentamente la protesta social.

¿Es un caso aislado?

Para nada. Otros conflictos en zonas altamente biodiversas están en la mira de


las mineras transnacionales. Existe cobre en toda Sudamérica: Perú, Ecuador,
Colombia, Argentina. Todos estos gobiernos quieren convertir a sus países en
mineros. Pero la población de regiones biodiversas y de alto riesgo ecológico
que han sido concesionadas no están de acuerdo. Los costos sociales y
ambientales son inmensos. Y lo peor es que los gobernantes no muestran
capacidad de evaluación de los impactos irreversibles, ni sensibilidad para
escuchar las voces decididas de sus pueblos. Ya que la defensa del agua, la
vida y la naturaleza se ha vuelto tan fundamental, no es difícil de imaginar que
los hechos en Panamá no son únicos y no han sido los últimos.

Entonces ¿cuál sería la alternativa?

La pregunta por la “alternativa” siempre es una pregunta peligrosa. Parece dar


la idea de que si hay una alternativa, será posible el nivel de producción y
crecimiento buscado. Y ahí está precisamente el peligro. En que el modelo de
producción es insostenible. De todas formas, como respuesta a la pregunta de
la alternativa podemos apuntar que hoy y en el futuro, el cobre secundario
(recuperado) jugará un papel importante en el abastecimiento global de
materias primas. Es posible recuperar el cobre con el 100 % de sus
propiedades intactas y el reciclaje de viejos cables y líneas conductoras es en
realidad la mina más importante del mundo.

La Unión Europea se ha convertido así en reciclador de cobre: 2,2 millones de


toneladas sólo en 2009. Pero aún así, la recuperación y reciclaje de materias
primas están todavía muy lejos de funcionar de manera óptima. Para la gran
mayoría de los metales no se alcanza ni la cuota del 1% de reciclaje.

Otra alternativa a la explotación del cobre es el ahorro en el uso del material, y


su sustitución por otros materiales.
Además: puede participarse de una acción de apoyo firmando una carta de
protesta a través de la web de Salva la Selva, entrando
a: https://www.salvalaselva.org/....

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